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Hola queridos lectorees
lamento muchisimo la demora pero espero que este nuevo capitulo les guste
no olviden dejar por favor sus comentarios ya que dan de comer a esta humilde lectora jejeje
y voten por su fic favorita
saludos desde la CDMX
de su amiga Serenity Moon
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CAPITULO 14 DECEPCIONES Y DECISIONES III
UNA LLEGADA INESPERADA PARA VARIAR I
A veces nos preguntaremos ¿Cómo es que sabes cuando estas enamorado? Es que ¿Quién rayos siquiera sabe lo que es realmente el amor? ¿El amor que se supone profesaba Jesus? Si es que eres religioso, en caso de no serlo ¿Cómo sabes que el amor que sientes por los demás es el correcto?
Bueno, en conclusión ¿Quién diablos decide que es lo correcto o incorrecto en cuestión de amores? El amor tiene dimensiones tan complejas y tan difíciles de sobrellevar a veces, ¿Por qué gritas o dices lo que sientes ya no amas a la persona a la que se lo dices?
Muchas veces como padres creo que se olvida esto, el amar no es sobreproteger, pero el amor tampoco es exigencia ¿Por qué no hay un amor libre?
Fácil, los humanos siempre tenemos por naturaleza encerrar o querer la atención total de los seres amados.
Complejo, pero esa es la maldita cuestión ¿Ser o no ser quien esperan los demás? ¿Ser o no ser lo que eres?
¿Amar o no amar como esperan los demás?
Maldito cuestionamiento sin fin pero bendición saber amar.
M.S.
Martha miraba a lo lejos al rubio, quería encontrar una forma de atraparlo pero pareciera que Arnold últimamente le huía, no entendía ¿Por qué?
Y además no entendía ¿Por qué Helga estaba como si nada? Sus actitudes hacia el rubio no habían cambiado y ya había pasado mas de una semana desde el incidente con Brainy y además del DVD que le dejo. Algo se le estaba yendo de las manos.
-Bueno nos vemos luego -Dijo Arnold despidiéndose de Wolfang
-Claro -Susurro Martha, seguro tenia que ver con que había dejado que Wolfang pasara la noche con ella el fin de semana pasado.
¿Cómo no hacerlo? Estaba mas que sola desde que Arnold se había alejado de ella.
Sintió demasiado coraje el que Arnold solo después de su juego de sexo oral no se le hubiera vuelto a acercar ni siquiera para hacer algo.
Había indagado un poco con las exparejas por decirlo así de Arnold y se encontró con la sorpresa de que solo con una persona había tenido relaciones.
Pero sabia que esa persona no lo diría ni haría nada en contra de esos rubios.
-Arnold -Grito cuando vio que el rubio paso a su lado para ir a la puerta, dando unos pasos para poder estar cerca de él.
-¿Qué quieres Martha? -El rubio le miro con molestia y seriedad
-Yo…mmm…me preguntaba si querías ir hoy a hacer la tarea conmigo
-¿Cómo Wolfang? -Pregunto el rubio con tono burlón
-No…yo -Se sonrojo fuertemente -¿Estas molesto por eso?
-No Martha, para nada -Dijo sonriéndole con burla -Tu puedes hacer lo que quieras de tu vida ¿No?
-Solo necesitas decir que estas celoso y que me quieres contigo y listo amor
Arnold iba a replicar pero en ese momento alguien mas intervino.
-¿Arnold? -Helga se acerco al rubio tomando su mano mirando a Martha con molestia -¿Nos vamos amor?
El rubio sonrió con ternura a la rubia y luego volvió a mirar a Martha con desagrado -Si -Susurro mientras tomaba a la rubia de la cintura -No puedo ayudarte con tu tarea porque como veras ya tengo planes con mi novia -Dijo haciendo énfasis en lo ultimo.
-¿Novia? -Martha le miro con molestia y enojo -Tu no tienes novias solo chicas que te calienten ¿Cuándo cambiaste?
Arnold se tenso pero Helga sonrió de lado con burla
-Pues…eso es obvio no -Helga dio un paso hacia ella con superioridad -Cuando llegue yo
-Disfruta este triunfo mientras puedas, porque el volverá a su oscura personalidad.
-¿Celosa?
-Esto no se termina aquí -Susurro mirándola con furia pero no dijo mas y se fue.
-¿Helga?
La rubia le miro con enojo -¿Tengo que estarte espantando yo a tus ex novias?
-Ella ni siquiera…
-Si ya…ya se, ella misma lo dijo
Arnold le miro con vergüenza -No…no le creas todo lo que dice
-Arnold -Helga suspiro -Phoebe me dijo algo que es verdad, yo no debo enojarme por cosas que pasaron antes de que lo nuestro empezara, pero no me gusta que ellas te acosen
-Tranquila amor…no pasara de nuevo
-Bien y si pasa -Le miro con severidad -Mas vale que te alejes de ellas
-Bien lo prometo
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Rhonda miraba con seriedad a Helga, estaban en su casa pues ambas querían tener un tiempo a solas, además de que Helga quería estar un poco alejada de Arnold pues últimamente le costaba contener sus ansias de estar con el…íntimamente
-¿No hablas enserio?
-¿Crees que estaría mal?
-Helga pero…
-Rhonda ¿Qué sentiste al estar con Curly?
La pelinegra se sonrojo fuertemente
-No es igual, además…ya sabes que paso después -Dijo bajando la mirada
-Sabes que no fue su culpa, estabas pasando por un mal momento y…
-Justo por eso te pido que lo pienses muy bien
-Thadeus te ama
-Helga no estamos hablando de mi, sino de ti y de Arnold.
-Rhonda es que…siento que en verdad quiero hacerlo
-¿Segura que no es por la presión de Arnold hacia ti?
Helga sonrió -No
-¿Segura de que cuando lo hagas es solo por amor?
-Lo he pensado mucho y aunque se que…no será la misma forma que para el, yo…yo quiero hacerlo…lo deseo
Rhonda suspiro -Cariño -Tomo a Helga de las manos -Solo piénsalo bien por favor y…claro que de todas formas tienes todo mi apoyo
-Gracias Rhonda
-Siempre te apoyare Hel y sabes que tengo algo que puedes usar para ese día
Helga se sonrojo mientras Rhonda iba a su closet para enseñarle un par de diseños que tenia ya preparados para esa ocasión.
Helga había sido para Rhonda como una hermana menor, desde que su madre murió se había sentido mas sola y abandonada por su propio padre, para el señor Wellington solo había ya trabajo y solo eso, había quedado en total abandono y en Helga encontró un hogar y a quien cuidar.
-Rhonda esto no… -Helga ahogo un grito al momento en que ella le enseño lencería rosa
-Vamos Hel, esto le encantaría
-Rhonda por favor…a veces me avergüenzas demasiado
-Para eso somos hermanas ¿no? -Dijo guiñando un ojo
Helga sonrió con dulzura
-Si
Entre la soledad a veces encuentras a las personas indicadas, es como dicen por ahí a veces la familia se escoge.
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Martha miraba con molestia a Wolfang. -¡¿Por qué no quieres ayudarme?!
-Martha…Martha -Dijo el rubio sonriendo con burla -Arnold es mi amigo para empezar y segundo ¿Por qué tu obsesión con el balón?
-No es obsesión, Arnold era mi novio
-¿Te lo pidió? Eso no me lo dijo
-No… -Se sonrojo -Pero lo seria si Helga no se hubiera metido
-Vamos Martha, Arnold nunca hubiera sido tu novio aunque Helga no se hubiera metido según tu, sabemos perfectamente tu reputación y sabemos con cuantos has estado ¿Por qué crees que Arnold no se acostó contigo?
Martha le miro con seriedad
-Arnold no se acostó conmigo ni con nadie, solo con una persona ¿No?
Wolfang le miro con una ceja enarcada
-Yo se muchas cosas de Arnold, yo lo amo y se todo
-Entonces sabes que el y Helga siempre han estado enamorados uno del otro ¿No?
Martha hizo una mueca ante esto.
-Bueno Martha la verdad es que no se porque estas tan obsesionada con Arnold, pero si quieres un consejo -Dijo mirándola con seriedad -Sigue con tu vida, porque Arnold jamás pensó en ti como algo mas que solo un free, un momento, una noche de diversión o como sea que quieras decirle
-Si ya
-Bueno entonces nos vemos luego cariño, si quieres otra noche como el otro día ya sabes donde encontrarme
-Ni en tus sueños
Wolfang rio mientras la pelinegra se retiraba.
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Miles Shortman.
El rubio miraba con tristeza hacia un punto indefinido, no quería mirar a la terapeuta, llevaba unos días y no quería que le miraba con lastima, no sabia si quería seguir hablando de lo que sea que se supone que deberían de estar hablando.
-¿Por qué no vemos algunas otras cosas Miles?
-¿Cómo cuales?
-Bueno podemos empezar con… ¿Sus hijos? ¿Qué piensa de que como ellos están ahora? -Pregunto con amabilidad Sharon -¿Qué les gustaba hacer a Arnold y a ti?
Miles le miro con molestia -De todo claro
-¿Cómo que? ¿Pescar? ¿Acampar?
-¿Por qué le interesa?
Sharon sonrió con paciencia -¿Por qué pareces enojado por eso?
Miles suspiro -No lo estoy
-Bueno entonces cuéntame de tus pequeños, tengo mucha curiosidad de saber de ellos, seguro son encantadores
-Si lo son -Dijo con tristeza
-¿Los amas?
Miles bufo molesto -Claro
Sharon sonrió -¿Y como es tu relación con ellos?
Miles le miro con resignación -Pésima ¿Eso quería escuchar?
-¿Por qué es pésima, Miles?
-¡Por mi problema con el alcohol! ¡¿Contenta?! ¡Mi hijo no me respeta, me odia desde que murieron mis padres! ¡Mi hija ni siquiera he podido acercarme para decirle hija! ¡No me conoce! ¡Yo no los conozco, soy un maldito alcohólico! ¡¿Contenta?!
Miles se desmorono al decir eso mientras que la terapeuta lo miraba con compasión y empatía, para posteriormente acercarse a el con una caja de pañuelos.
-Esta bien…aunque lo dudes es un avance, el poder reconocer los errores propios es el primer paso y ver lo que no esta bien ayuda mucho al trabajo para poder empezar de ese punto para ir hacia adelante y enfrentar el problema
Miles solo tomo uno de los pañuelos para sonarse la nariz
-Iremos poco a poco ¿De acuerdo?
Miles le sonrió débilmente pero asintió mientras trataba de serenarse de nuevo.
Sabia bien que el era el problema en su familia, que destruyo la relación entre el y su esposa, que sus hijos o su hijo lo odiara había sido solo su culpa.
Pero ahora solo quería salir adelante…quería recuperar todo.
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Lila Sawyer
Se que nunca fui del agrado de muchas personas, la primaria, secundaria y meses de la preparatoria fueron de verdad caóticas, fueron épocas donde nadie me toleraba, nadie realmente era mi amiga, solo había apariencias y conveniencias.
Se había ido al empezar el año con sus compañeros de la PS118 ¿Por qué?
Bueno además del hecho de que tenia que volver a la granja con su padre, se sintió demasiado avergonzada con lo que había pasado.
Sintió que había cometido un gran error y no quería…no quiso enfrentarlo, pues sabia que a pesar de todo el no la amaba.
Pero a su vez no se quiso quedar sin poder disfrutar de entregarse a su primer amor. ¿Cómo no hacerlo? Se negó tanto tiempo a si misma sus sentimientos que por un momento temió ya no sentir.
No odiaba a nadie, finalmente fue su decisión.
Esperaba con todo su ser poder tener una oportunidad pero de no ser posible ya nada tampoco estaba dispuesta a perderse en una obsesión.
Estaba algo contrariada, por eso quiso volver cuando su padre se lo propuso.
Miro hacia la preparatoria donde se había detenido para poder empezar de nuevo con su tormento aunque ahora ya no era como aquella niña que vino, pero tampoco era como las chicas que le hicieron la vida imposible, solo se sentía mas fuerte para poder enfrentarlo.
Y eso estaba mas que bien.
Pero antes de poder terminar de ingresar al pasillo, encontró algo que no esperaba.
Era el rubio aquel joven que fue su primer amor y tomado de la mano nada mas y nada menos que de Helga G. Pataki.
Se sintió algo rara y sin poder articular una palabra, supuso que la sorpresa no se hizo invisible porque Arnold le miro mas que sorprendido y Helga la observo con una ceja enarcada que denotaba desagrado por supuesto.
-¿Lila?
