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Hola queridos lectores

disfruten un capitulo mas jejeje

recuerden dejar sus comentarios ;D y voten por su fic favorito

saludos desde la CDMX

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UNA LLEGADA INESPERADA PARA VARIAR II

BOB, MIRIAM Y LOS PROBLEMAS PATAKI'S I


La única realidad es la que no queremos afrontar ¿Cómo afrontar lo que da miedo? ¿Cómo vencer el miedo? ¿Por qué existe el miedo?

¿Por qué sentirnos tan insignificantes ante tales situaciones que nosotros mismos deseamos o propiciamos? ¿Cómo afrontar y superarlo?

Juzgar, lo que mejor podemos hacer y lo mas difícil de reconocer en nosotros mismos, es fácil marcar los errores ajenos pero ¿Por qué no reconocer también los propios?

¿Cómo ser humilde y poder decir lo que no cumplimos y prometimos? ¿Cómo ser honestos no solo con nosotros mismos sino con los demás en decir me equivoque?

La realidad es que no sabemos afrontar nuestros errores y las consecuencias de ellos, por lo tanto si no somos capaces de afrontar desde errores mínimos ¿Cómo esperamos enfrentar los que vengan con el paso de la vida?

Ser o no ser

Cuanta razón tenia Shakespeare ¿no?

H.G.P


-¿Qué estas haciendo aquí? -Pregunto Bob mas tranquilo ya lejos de la habitación en donde estaba Miriam

-Nos mentiste, ¿Por qué metiste a mi mama en un psiquiátrico? ¡No esta loca!

-No les mentí -Dijo molesto -Y tu ni siquiera estabas para poder saber el infierno que vivía Helga o el infierno que he vivido yo

-¿Y por eso la dejaste aquí?

-Olga entiende que tu mama no esta bien sin alcohol, es una adicta

-Si pero no por eso esta loca -Dijo molesta mirándolo con furia

-No me importa lo que tu creas, yo creo que esto fue lo mejor principalmente para mi y tu hermana

-¿Alejarla y olvidarte de ella? ¡¿Eso fue lo mejor?! ¡¿enserio?!

-Tu no eres mama, no podrás entenderlo

-Papa creo que Helga necesita a mi mama

-No…no así

-¿La dejaras aquí para siempre?

Bob encogió los hombros

-Depende de ella -Suspiro mientras miraba hacia la habitación -Lo creas o no, si me duele ver tan perdida a Miriam y aunque tu y Helga me juzguen hice lo que pensé que era mejor para nosotros

-Abandonarla no me parece lo mejor

-No la abandone ¿O crees que estoy aquí por una visita de cortesía?

Olga suspiro

-Lo siento papa pero es que no te entiendo

Bob bajo la mirada un poco avergonzado

-A veces…ni yo entiendo lo que hago -La miro -Créeme que si pienso en su bienestar

Muy a su pesar Olga sonrió -Habla con Helga

-No…lo que hizo no estuvo bien y si ella quiere vivir con el idiota de Alfred que lo haga, pero que luego no me busque

-Papa

-No…cuando seas madre y pases por algo así me entenderás, Helga esta cometiendo un error pero no la puedo consentir por mas…por mas que duela -Susurro mirando hacia otro lado

Olga pudo percibir que de verdad le dolía no tener a su hermana, pero sabia que tanto el como ella son orgullosos por mas que quisiera ninguno de los dos se buscaría menos al saber que su madre estaba lejos de ella sin que pudieran verla, entendía a su hermana pero no comprendía a su padre.

-Déjame venir a ver a mi mama

-Siempre y cuando te comportes y por fin tomes un camino hija -Dijo Bob mirándola con seriedad -Te deje vivir ese sueño absurdo y no ha funcionado es momento de que despiertes y afrontes la vida cariño, es por tu bien

Sintió dolor si, porque su padre a ella jamás le había prohibido nada, sentía que por primera vez quería hacer un berrinche. .

-Esta bien papa, reconsiderare que hare de mi vida, pero tienes que respetar nuestras decisiones

-Ya veremos -Dijo pensativo -Ahora vámonos

Y sin agregar mas siguió a su padre.

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Arnold miraba con ternura a la rubia que aun estaba dormida en su cama, era fin de semana así que no había necesidad de despertarla, cuando estuvo listo salió de su alcoba sin hacer ruido para ir a comprar algunas cosas para hacerle una cena especial a Helga, quería que pasara un momento especial.

-Buenos días, hijo, ¿A dónde vas?

-No es de tu interés ¿O si Stella? -Pregunto un poco fastidiado, últimamente su mama pasaba mucho tiempo en casa

-No me hables así, Arnold soy tu mama -Dijo mientras dejaba a Ana en el corredor

-Si ya se, voy a salir de compras vuelvo en un rato -Miro a Ana -Buenos días vaquera

-Hola comandante, tiene días que no juegas conmigo -Dijo molesta la pequeña rubia haciendo un puchero

-Lo siento, al rato ¿Te parece bien?

-Esta bien

-Nos vemos al rato Ana -Miro a Stella -Helga esta dormida no quise despertarla pero si pregunta por mi, ¿puedes decirle que no tardo?

Stella le sonrió con tranquilidad

-Esta bien, cariño

-Gracias

Y sin mas salió del lugar para encaminarse al supermercado aunque en el camino encontró a alguien que no esperaba.

-¿Lila?

Ambos estaban de frente, ella lo miro y se sonrojo levemente.

-Ho…Hola Arnold perdóname quería…bueno me preguntaba si podíamos…¿Platicar?

El rubio se sonrojo también un poco al escuchar que quería platicar

-Cla…Claro, solo que llevo algo de prisa

-No te quitare mucho tiempo lo prometo -Dijo la pelirroja sonriéndole con amabilidad

-Bueno…vamos al parque entonces

Ambos se encaminaron hacia el lugar, siendo espiados por una pelinegra a lo lejos.

-A ver si esto no te molesta Helga

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Lila miraba con nerviosismo hacia donde estaban unas pequeñas palomas, habían estado en silencio hacia dos minutos que habían llegado a los columpios pero para ella había sido ya una eternidad, pero ella debía iniciar solo que…no encontraba las palabras.

Arnold suspiro -Lila yo…de lo que paso…me gustaría disculparme yo… -Se sonrojo levemente

-Arnold no -Dijo mirándolo por fin -Yo quise hacerlo también y se que no era mutuo el amor

-Lamento mucho que no haya sido lo que esperabas -Dijo avergonzado el rubio -Aun así…créeme que si fue…especial

-Pero…estas con Helga

Arnold asintió -No es que no haya sentido nada por ti Lila, solo que…no de esa forma

-Y esa noche…se que…

-Me siento mal Lila, estaba algo mal y tomado no…no debí…lo lamento mucho

Lila sintió dolor en su corazón pero en el fondo sabia que el no estaba realmente consciente o bueno, fue un momento de debilidad donde ella accedió.

-No tienes que disculparte, como te dije fue decisión mía también

-Lo siento en verdad

-No…fue especial de cierta forma para mi y Arnold no espero nada ahora tampoco -Suspiro con melancolía -Se que estas con Helga y en verdad estoy feliz por ambos

-Gracias

-Me gustaría acercarme a Hel -Susurro -Siempre quise ser su amiga pero imagino que no se podrá menos con ese pasado mío

Arnold hizo una mueca, realmente no deseaba tener tan cerca a Lila pero se sentía mal por lo que había hecho.

En parte fue por eso que termino de esconderse tras su coraza, cuando Lila se fue de Hillwood pensó que había sido su culpa, claro que la pelirroja le dejo una carta donde le explicaba todo y poco a poco intento olvidarlo pero la consciencia…sonrió, ya que Helga diría que es demasiado buen samaritano para olvidar algo que claramente no era su culpa.

Aunque en el fondo no se sentía como si no lo fuera.

-Gracias por venir aquí conmigo -Dijo la pelirroja poniéndose de pie -Para mi fue…especial y si no te vi después no fue porque estuviera molesta, fueron muchas cosas

Arnold le miro con pena -Si lo se

-Realmente no quiero que te sientas mal ¿Esta bien?

Arnold solo asintió

-Nos vemos el lunes en la escuela Arnold

-Nos vemos -Dijo el rubio correspondiendo el abrazo que sorpresivamente le dio la pelirroja, ella dejo escapar un par de lagrimas al momento de dar media vuelta.

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Helga miraba con tristeza la fotografía que acaban de enviarle, con una verdad que temía fuera verdad ¿pero como no serlo?

Era mas que obvio que si era y ella siempre lo supo.

Pero…¿Por qué verla también ahora que estaba con ella? ¿Por qué?

Se sentía traicionada, esa foto…se veía muy…

Los celos y sus inseguridades brotaban a la vez que la voz de Bob Pataki aparecía en su mente.

En ese momento Arnold llego a la casa de huéspedes, lo escucho y cuando lo tuvo enfrente no pudo mas que reclamar.

-¿De que hablas? -Pregunto el rubio mirándola con confusión pero en el fondo con miedo.

-De esto…

Arnold miro con horror la foto que le mostraba cuando Lila lo abrazo, sentía que ahora si estaba en problemas, conocía los celos Pataki y no eran para nada fáciles de evadir ni de convencer que el diría la verdad.