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Disfruten uno mas :D

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ARNOLD SHORTMAN ¿CELOSO? I


A veces las tormentas no vienen solo con lluvia, a veces es necesario acompañarlas con rayos impotentes con una sinfonía estruendosa que alumbre el cielo oscuro mientras el viento hace un acompañamiento a aquel vals anunciando una gran lluvia en medio de la noche ¿Cómo detenerla? Es por supuesto algo que no se puede realizar, ¿Cómo predecirla? Claro que no se puede predecir, es algo que va rumbo a su propia naturaleza y aun así la naturaleza puede llegar a ser cruel en el camino del destino.

Bendito y maldito destino

H.G.P


Helga miraba la puerta de la casa de huéspedes aun indecisa en si debía o no debía tocar. No quería tener que dar explicaciones a cualquier persona que se encontrara antes de llegar al rubio.

Suspiro mientras se encaminaba hacia el callejón que daba directo hacia la escalera de incendios de la casa, pensaba que era mejor idea subir por ahí.

-¿Qué haces aquí? -Pregunto un rubio mirándola con seriedad mientras tiraba el cigarrillo que había estado fumando

-Arnold -Susurro Helga un poco asustada, de cierta forma sentía de nuevo esa barrera invisible entre ambos

-¿Ibas a espiarme como antes? -Dijo en tono burlón pero sus ojos verdes indicaban esperanza

Helga sonrió de lado intentando mantenerse tranquila antes de dar un paso hacia delante para acercarse a él.

-Arnold discúlpame yo… -Susurro mientras rodeaba con sus brazos la cintura del rubio para abrazarse a el.

Arnold se estremeció al sentirla -¿De qué…?

Helga le dio un beso suave en sus labios -¿Podrías disculparme?

-Si…aunque me duele que le creas mas a Wolfang que a mi -Dijo dolido mientras se separaba de ella

-No fue el

Arnold le miro con confusión

-Fue Lila quien…pero aun así no estuvo bien, sé que debí confiar en ti…los celos…solo pensar que…

-Esta bien Hel, creo que puedo entender

-Gracias Arnold -Dijo la rubia sonrojada pero sonriente

-¿Te quedas conmigo entonces de nuevo?

Helga sonrió de lado -Claro a menos que ya no me quieras aquí

-Yo sí, pero ¿Qué hay de Rhonda?

-Ya hablé con ella -Dijo sonriente -No te preocupes

-No estaba preocupado por ella, solo que luego se enoja y es muy posesiva contigo -Dijo el rubio molesto

-Es mi amiga, más que eso, es una hermana para mí y tendrás que soportarlo Arnoldo

Arnold rio mientras abrazaba a su novia -Bueno entremos

-Si

Ambos se dirigieron hacia la casa de huéspedes sin percatarse que alguien les miraba con molestia.

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Bob Pataki miraba con tristeza hacia la habitación de su hija menor, realmente si…si se sentía culpable, siempre quiso darle lo mejor a sus hijas, aunque por mucho tiempo no pareció eso. Sabia que con Helga había cometido los peores errores del mundo, ya que la descuido siempre, la dejó de lado siempre por estar al pendiente de Olga, no era justificación, pero cuando Olga nació se enfoco tanto en tratar de que ella brillara como nunca lo había hecho el en su propio entorno familiar que se perdió, se perdió en intentar que tuviera lo mejor del mundo, todo lo que el no tuvo…dándole exactamente lo mismo que vivió a su hija menor cuando llego.

Suspiro mientras se sentaba en la cama -Helga -Susurro mientras tomaba con melancolía la muñeca que él le había dado a su hija por supuesto, al principio cuando Miriam la esperaba se volvió loco de felicidad, pero comenzó a sentir preocupación, el negocio no iba tan bien y con una hija nueva…se empezó a enfocar en el trabajo y el poco tiempo que tenia se lo quería dedicar a ambas o esa fue su intención, pero…termino volcándose en Olga.

Y la convirtió en la hija perfecta, en la perfección que el nunca pudo alcanzar, en aquel hijo que el tanto anhelaba ser…rodeado no solo de lujos si no de amor. Ella se convirtió o se convertiría en su gran triunfo.

Se sentía el peor de los padres. El negocio con los Redmond seguía en pie, pero era tan orgulloso que no iría por Helga, nunca iría a pedirle perdón y que volviera a casa.

Olga miraba a lo lejos a su papa, ella se sentía entre la espada y la pared, pero mientras pudiera estar junto con su mama, aguantaría.

Aunque en esos días había visto diferente a Bob, pero aun así se rehusaba a dejar de lado ese orgullo, ese mismo orgullo que seguramente tenía su hermana hacia ellos.

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Unas semanas después.

Helga miraba con ternura al rubio quien le había preparado una cena, ambos estaban en el lugar donde habían ido aquella vez donde el rubio le confeso sus sentimientos, ese lugar que tanto significaba para el.

Había habido un poco de paz después de aquel primer pleito que habían tenido. Arnold había estado de lo mas dulce y lindo con ella.

Lila se estaba convirtiendo en una amiga para ella e incluso para Rhonda quien la acepto encantada.

Solo le hacia falta poder tener a Phoebe siempre…

Comprendía, pero aun así le dolía.

Arnold le sonrió con ternura -¿Te gusto amor?

-Si -Dijo sonrojada mirando el lugar, había un camino de pétalos en el césped que habían recorrido juntos, había también un gran corazón que los rodeaba en el pequeño picnic organizado por su novio. -Es perfecto -Susurro mientras la luna los alumbraba aunque también había colocado un par de velas alrededor.

-Me alegra que te gustara -Dijo sonriéndole -Estoy algo lleno pero te traje un postre, es tu favorito -Saco un pastel pequeño de chocolate.

-Bueno estoy algo llena también, pero no le puedo decir no al chocolate -Dijo sonriéndole

-Me alegra -Corto un pedazo del pastel para poder dárselo a su amada

-Gracias -Susurro mientras le miraba con ternura

-Helga -Arnold le miro con determinación y seriedad -Quisiera que habláramos sobre…sobre lo que pasara cuando terminemos este año

-¿A que te refieres?

El rubio se tomo el brazo algo nervioso -Bue…bueno quiero decir no me gustaría separarme de tu lado

Helga se sonrojo levemente pero sonrió -Tampoco yo

-¿Qué te parece si nos…nos fuéramos juntos?

Helga le miro sorprendida -¿A la universidad? Claro…pero tendríamos que ver cual, pues se que tu interés es la medicina, pero lo mío es algo más…artístico, Mmmm no se si haya algo cerca de una de las universidades que sean….

-¿Casarnos? -Pregunto el rubio mirándola con intensidad provocando que la rubia se callara en seco

Arnold sonrió de lado viendo como la había sacado de sus pensamientos -¿No quieres? -Pregunto mas por nervios que por que en verdad creyera eso

-No…es que…Arnold, somos muy jóvenes

-Yo te amo y tu también ¿Por qué no?

Helga se mordió el labio, claro que deseaba casarse con el amor de su vida y no tenia dudas pero….¿Y que si terminaban como sus padres? Ellos también se casaron muy jóvenes con amor y después… todo se termino.

No quería ese futuro para ella y por supuesto no lo quería para Arnold, el chico que ha amado toda su vida.

-No se…yo -Arnold le miro con intensidad mientras se acercaba a ella y sacaba un pequeño anillo.

-No es un gran anillo -Susurro mientras Helga sentía que el aire se le iba. -Era de mi abuela

-Puki -Susurro Helga

Arnold le miro -Helga no necesito tener tiempo para pensar nada mas, mi vida es contigo, realmente te amo….se lo que quiero y lo demás lo iremos resolviendo, el final de este año se acerca inevitablemente y no quiero perder el tiempo en suposiciones tontas ya no, prefiero estar al lado de la persona que ha hecho siempre palpitar mi corazón de una forma incontrolable, con la persona que puede sacar lo mejor y lo peor de mi pero que igual puede devolverme la luz cuando estoy en oscuridad…no quiero vivir sin ti creo que…no podría quedar mas que claro que no puedo -Dijo el rubio sonrojado -Este anillo simboliza mi amor…lo que significas para mi, la promesa de que esto durara por siempre ¿Aceptas casarte conmigo Helga Geraldine Pataki?

Helga ya sentía las lagrimas caer por lo que solo pudo susurrar un "si" que Arnold escucho por lo que le puso el anillo sonriente en su mano, el cual quedo a la perfección, era como si hubiera sido hecho para ella.

-Te amo Arnold -Susurro besándolo

-También te amo mi amor -Susurro devolviéndole el beso con ternura y pasión, poco a poco fueron cayendo sobre el mantel y el aroma a pétalos de rosas comenzó a inundarles el aliento junto con la pasión que comenzaban a sentir.

-Arnold -Susurro Helga mientras el rubio lentamente pasaba a su cuello y sus manos jugueteaban por debajo de la ropa de la rubia quien se estremeció.

Bajo un poco el vestido que la rubia había traído ese día, rosa como siempre con un bello listón blanco en su cintura, eso le recordaba un poco a la primaria.

El sostén de la joven quedo a su vista, Arnold miro a la rubia con ternura, quien le sonrió de vuelta como dando su aprobación, el lentamente fue bajando el tirante del sostén de la joven hasta que el busto quedo al aire libre, el rubio después de besarla tiernamente en sus labios bajo hacia el seno de la joven donde comenzó a saborearlo libremente.

Helga se arqueo de inmediato al sentir el contacto del rubio en su piel, sentía que se quemaba, sentía como el con su otra mano subía por su muslo hacia su intimidad.

Se sobresalto, pero comenzaba a sentir algo mas que miedo, su mente estaba abrumada, no solo de amor…también de sed…una insaciable sed de placer.

Tomo al rubio sus manos fueron hacia los hombros del rubio tomándolo ahí con fuerza mientras el seguía su trabajo en ambas partes sensibles de su cuerpo, no pudo evitar gemir al momento de que se acercaba el clímax.

Arnold regreso a sus labios sin parar de tomar su intimidad. Sin poder evitarlo se estremeció debajo del cuerpo del rubio, quien acaricio su cuerpo de abajo hacia arriba -Te amo Helga -Susurro mientras ambos se fundían en otro beso mientras ella desabotonaba la camisa del rubio, este bajaba el otro lado de su vestido para mirar el otro lado de su amada.

-Eres hermosa -Susurro mirándola con un brillo que Helga no había visto antes

-Gracias -Susurro sonrojada y nerviosa, mientras se terminaba de deshacerse de la camisa de su amado y miraba su pecho y su abdomen.

-¿La vista te agrada? -Pregunto un poco sonrojado

Helga se sonrojo aun mas y Arnold sintió que no podía ser mas tierna, por lo que la beso suavemente mientras dejaba caer su cuerpo al de ella sintiendo esta vez la piel contra piel por primera vez.

Comenzaron a conocerse suavemente con sus manos, Helga con timidez lo acariciaba pero a su vez intentaba grabar cada línea en su mente y corazón.

Llego a la cintura y con ello las ganas de bajar los pantalones del rubio, este lo noto y guio las manos de la rubia hacia el cierre, ella le miro -Solo si tu…quieres -Susurro agitado

-Si -Helga tomo el botón para empezar a desabotonarle lo ultimo de ropa que le quedaba a Arnold, ya no había marcha atrás y siendo honesta, no quería detenerse.

Al quedar desabrochado intento bajárselos, pero no estaba funcionando por lo que el rubio le ayudo a hacerlo.

El tomo el vestido y lo termino sacando del cuerpo de Helga, junto con el sostén. Posterior tomo la ultima prenda intima que quedaba en ella y lo bajo lentamente acariciándola con ternura y nerviosismo, la deseaba pero a su vez se sentía nervios, posteriormente le miro y junto su frente con la de ella.

Helga estaba nerviosa y no sabía que hacer, sentía el miembro del rubio en su pierna, de pronto miro al rubio quien le estaba mirando, lo beso con tranquilidad, Arnold correspondió el beso que poco a poco fue pasando a ser mas apasionado, haciendo que el rubio se subiera en el cuerpo de Helga para sentirla, se estremeció al tenerlo encima, al principio Helga tenia sus brazos sobre su pecho pero poco a poco fue subiéndolos hacia el cuello del rubio, sintiendo la necesidad de tenerlo mas y más cerca era como si deseara fundirse en el cuerpo de él.

Arnold fue separando las piernas de Helga, quien sintió de pronto el miembro del rubio en su cavidad, sintió mas calor que antes pero no se detuvo, Arnold entre besos intento mirarla -¿Se…segura?

-S…Si

-Puede que te duela un poco -Susurro mientras la besaba e intentaba ingresar en la estrecha vagina de la rubia, quien sin poder evitarlo se tenso un poco. -Hel mírame -Susurro besándola con ternura, ella abrió sus ojos azules como el mar -Te amo mi vida -Dijo sonrojado

-También yo -Dijo sonrojada y con un poco de incomodidad, Arnold la beso y de a poco fue empujando su miembro suavemente, hasta que la vagina de la rubia se fue acoplando y pronto sintió que ya estaba adentro de ella, Helga gimió por debajo de sus labios al momento de sentirlo completamente, por un momento ambos se quedaron quietos, ella estaba sumamente sonrojada al igual que el rubio.

Lentamente comenzó a moverse dentro del cuerpo de la rubia que conforme fue pasando el tiempo y con los besos y caricias del rubio fue acostumbrándose y empezó a sentir placentero aquello.

-Te amo -Susurro Helga sintiendo como el entraba y salía mientras le besaba la oreja y el cuello.

-Yo también

Pronto Arnold comenzó a moverse con mas fuerza estaba en el paraíso para él, había soñado tantas veces con ella y ese momento que no lo podía creer, los pechos de su amada rebotaban y eso lo volvía loco, la miraba sonrojada y gimiendo estaba cegado del placer que sentía al verla bajo su cuerpo que no pensaba en nada mas que seguir haciéndola suya…suya.

Helga lo atrajo a ella para besarlo y se sentía un prisionero ahora si a su merced. El clímax estaba cerca podía sentirlo, sentía que no aguantaría más, la sujetó de la cadera con una mano y con la otra la tomo de la cabeza para besarla mientras culminaban en una ola placentera.

Arnold dejo caerse sobre el hombro de la rubia al venirse. Helga lo abrazaba sonrojada pues aun sentía los pequeños ecos de su propio placer.

Ambos se miraron después de unos minutos sonrojados, pero se besaron nuevamente mientras se profesaban el amor que sentían uno por el otro.

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Brainy miraba con molestia hacia el pequeño bosque en el que había estado hace unos minutos, mientras miraba en su teléfono el video que le había dado Martha hace varios días, pero no se atrevía a enseñárselo al rubio ¿Por qué?

Claro esta que no era por el pero ahora que había visto lo que vio.

-Te juro que no se quedara así, tu debiste ser mía….tienes que ser mía…solo yo merezco tu amor Helga Geraldine Pataki