PARTE 16 La Apuesta

~o~

"Parece que ya no estás tan ocupada como hace unas semanas", comentó Shaddiq, estaba recargado en el marco de la puerta de acceso al invernadero. Poca gente tenía permitido entrar a ese sitio y él no era parte de esa gente. "Escuché que estuviste trabajando con la señorita Yukishiro en un proyecto importante".

Miorine estaba ocupada aflojando la tierra de las plantas, lo hacía una vez a la semana para que las raíces no estuvieran tan apretadas. El aroma a humedad que despedía la tierra mojada le hacía sentirse realmente relajada. Y la chica seguiría relajada de no ser por su inesperado visitante.

"Sí, pero eso no es asunto tuyo", dijo Miorine sin siquiera mirarlo. Sus plantas tenían toda su atención en ese momento.

"Oh, pero es asunto de todo el grupo Benerit. Seven Stones recién registró unos contenedores de alimentos nuevos y los clientes prioritarios son los Mercurianos".

"Si tanta curiosidad tienes, entonces ponte en contacto con Honoka, ella hizo esto con Suletta, yo sólo asistí un poco porque Suletta es mi Prometida".

Shaddiq no necesitaba preguntar demasiado en realidad, los términos de servicio de los nuevos contenedores mejorados que se publicaron en la Gaceta Electrónica del Grupo Benerit estaban increíblemente detallados, bien trabajados, impedían cualquier doble lectura y los Mercurianos siempre estarían en primer lugar en cuanto a las futuras mejoras de dichos contenedores. Todos en la escuela sabían que Yukishiro era una mecánica bastante aventurada, tenía notas perfectas en todas las materias pero no era alguien muy dada a la administración y las finanzas, los trabajos de escritorio no eran su punto fuerte por lo que ella no hizo esos contratos ni la documentación.

Todo eso fue trabajo de Miorine, Shaddiq lo sabía, conocía el modo de trabajar de la princesa. Pero dicha princesa en ese momento no gozaba de paciencia para tantos rodeos.

"Si necesitas algo, dilo de una vez. Tengo cosas por hacer".

Shaddiq sonrió de manera suave, Miorine seguía siendo la misma y preciosa ave temperamental de siempre.

"¿Sabes? Me preocupa un poco tu compromiso con Samaya, no lograrás mucho si te quedas con ella", comentó el chico de manera gratuita. Y en serio lo creía. Quería intentar un acercamiento no hostil con Miorine para saber cómo iban las cosas con Suletta Samaya. "Si huyes de Asticassia y Samaya cubre tu huida, meterás en problemas a la Corporación Vanadis".

Miorine sabía que Suletta era a quien su padre estaba aceptando como la Holder por el simple hecho de que no la había llamado ni mandado mensaje de amenaza desde que ella tomó esa posición, contrario a como sucedió con Honoka. Y si había algo que Miorine realmente detestaba, era que Shaddiq llegara a opinar sin que nadie se lo pidiera.

"Tu cumpleaños está cada vez más cerca y me preocupa mucho que los siguientes oponentes sigan haciendo todas las trampas posibles para conseguir tu mano", continuó Shaddiq, "si alguno de ellos logra vencer a Suletta Samaya, sí se verá obligada a dejar la escuela o entregar a su Gundam, Vanadis es una empresa pequeña y no tiene mucho peso en el Grupo. Y si Yukishiro retoma el lugar como tu Holder para protegerte, entonces volverá a estar en peligro mortal".

Al menos en esa parte Shaddiq tenía totalmente la razón pero no era como si Miorine no fuera consciente de esos detalles importantes.

"Y todo eso te interesa a ti porque..." Miorine sabía que Shaddiq planeaba algo porque quería algo, pero no le iba a dar el gusto de mostrarse preocupada o siquiera interesada ante lo que fuera a proponer.

"Porque yo puedo ayudarte a evitar todos esos problemas", dijo finalmente. "Seré el siguiente presidente de Grassley Defense Systems, tengo suficiente influencia como para evitar que saquen a tus amigas de la escuela en caso de que pierdan sus duelos".

Miorine suspiró de manera pesada mientras miraba a Shaddiq con evidente enfado. "¿Y cuál es el precio por tu generosa ayuda?"

"Ser tu Holder", fue la simple respuesta del joven.

Hubo silencio unos segundos antes de que Miorine soltara una carcajada corta y falta de simpatía. Por supuesto, el precio era ella, siempre era ella, el trofeo de siempre. El camino corto a la presidencia del Grupo Benerit. La risa fue corta y Miorine no tardó en volver a sus plantas. No era complicado saber que Shaddiq estaba ahí para amenazarla con lo que podría pasar si no volvía a ser el trofeo del juego.

"Largo de aquí, no me interesa tu propuesta".

"¿Incluso si eso significa arriesgar a tus amigas?" A Shaddiq siempre le sorprendía lo terca que podía ser Miorine. "No puedes escudarte detrás de ellas hasta que sea tu cumpleaños. Si te comprometes con alguien de tan poco valor entonces..."

"Deja de jugar al tonto y has tu reto como todos los demás", Miorine no lo miraba. "Ya me hice a la idea de que todos ustedes siempre buscarán la manera de ganar. Que vengas a amenazarme y a creer que puedes hacerme dudar o meterme miedo, sólo te hace parecer muy desesperado. Sé un buen chico y ve a estudiar, y si tanto quieres la presidencia del grupo Benerit, busca otro escalón. Yo no pienso serlo".

"No eres un escalón", aclaró Shaddiq, visiblemente afectado por la necedad de Miorine. ¿Acaso no podía ver que él era su opción más segura? Él era mejor que la Mercuriana.

"No, pero está claro que sólo me quieres como a un lindo trofeo en las manos".

"¡No es cierto! ¡Me preocupo por ti! ¡Me importas mucho!"

"¿Cuál es mi sabor de ramen favorito?" Preguntó Miorine de repente.

"¿Eh?"

"¿Cuál es mi sabor de ramen instantáneo favorito?"

Shaddiq estaba confundido. "¿Qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando?"

"No sabes nada de mi".

"Fuimos amigos, incluso hicimos un proyecto juntos".

"Y cuando nuestros padres nos regañaron, te acobardaste en lugar de insistir en que éramos un gran equipo. Te alejaste y luego me saliste con la tontería de que no soy tan ambiciosa como tú sólo porque yo quería huir a la Tierra y, ¿sabes qué? Aún tengo pensado alejarme de todos ustedes".

No que lo planeara, pero se había presentado un buen momento para que Miorine le hiciera saber a Shaddiq todo lo que significó la ruptura de su amistad.

"Dejaste de lado la amistad que teníamos, luego comenzó el juego del Holder y me aclaraste que no participarías porque no me necesitabas a tu lado", Miorine sonaba severa, un poco molesta, pero no había dejo alguno de tristeza en su voz, la tristeza no le servía para sobrevivir ahí. "Al final acepté que nuestra amistad no era tan fuerte como tu ambición".

Miorine estaba en lo cierto, él dio un paso atrás cuando fueron enfrentados por sus respectivos padres. Delling Rembran simplemente regañó a Miorine por presentar un proyecto tan ambicioso ante inversionistas importantes cuando ni siquiera tenía quince años, ese fue todo el regaño de Delling, que Miorine era demasiado joven como para que los inversionistas la tomaran en serio. Pero Sarius fue más severo que eso, el hombre argumentó que ese tonto proyecto tendría demasiados problemas a futuro y que debía enfocarse en lo que ya tenía a la mano, que Shaddiq estaba ahí para hacer que la empresa de Grassley Defense Systems llegara lo más lejos posible, que no podía arriesgar todo y mucho menos perder el tiempo en un proyecto sin un futuro asegurado.

Shaddiq en ese momento se dio cuenta que Miorine no quería lo mismo que él. Miorine quería seguir un camino distinto al que su padre ya había preparado para ella, justo como Sarius lo estaba haciendo con él. Podrían hacer mucho con todas las ventajas que ya tenían en las manos, pero Miorine no quería eso. Shaddiq sí. Y fue ahí donde hizo algo de lo que aún se arrepentía: Alejarla. Ese fue su mayor error.

"El camino que estás eligiendo sólo te traerá problemas".

"Y seré yo quien lidie con ellos, no necesito de ti".

"Miorine, por favor, yo..."

"Fuera de aquí. Gana el trofeo que quieres en los duelos como marcan las reglas", Miorine ya no quería seguir escuchando a ese tonto. "Y si por algún milagro o trampa llegaras a ganar, te juro que saltaré al vacío del espacio a la primera oportunidad, no pretendo volverme un adorno en una repisa..."

Eso... Eso dolió. Shaddiq se dio cuenta que Miorine realmente no lo quería a su lado.

"¿Tanto me detestas?"

"No, porque eso significaría que sigo teniendo algún tipo de sentimiento por ti. Simplemente no quiero estar en una linda jaula".

"Miorine..."

"Vete de aquí y has cualquiera sea el plan que tienes, mi cumpleaños será en unos meses y el tiempo pasa rápido".

Shaddiq apretó los puños al darse cuenta que había otra razón por la que Miorine se mostraba indiferente, fría; no dolida como antes cada que hablaba con ella. Era por culpa de otra persona que Miorine lo estaba rechazando. "¿De verdad prefieres a la Bruja?" No podía tratarse de Yukishiro, mucho menos de Misumi o cualquier otro Earthian.

"Prefiero a la Bruja que al Príncipe".

Miorine ya no tenía interés en seguir escuchándolo, así que fue al panel de control y cerró la puerta electrónica justo en la cara de Shaddiq, éste tuvo que alejarse para no ser aplastado y casi cayó al suelo por la sorpresa. Nadie lo vio, por suerte, así que regresó a paso rápido a Grassley House donde Sabina y las chicas lo estaban esperando.

"Verás que siempre he sido la mejor opción para ti", murmuró Shaddiq. "Las Brujas siempre son derrotadas por los Príncipes".

~o~

Miorine estaba de mal humor. Otra vez.

Pero Suletta poco a poco seguía entendiendo mejor a su Prometida y ya sabía cómo lidiar con ese mal humor. Nagisa y Honoka le desearon suerte.

"Justo cuando creí que al menos los Jeturk ya no serían un problema, llega Shaddiq a decir que quiere ser el Holder", se quejó Miorine mientras estaba recargada contra el pecho de Suletta en la cama. Se supone que veían una película en la Tablet de Suletta pero Miorine quería quejarse y Suletta estaba dispuesta a escucharla.

"Prometo no perder hasta que llegue tu cumpleaños, no te estreses por personas como él", dijo Suletta dulcemente, la tenía entre sus brazos con firmeza.

"Sé que no perderás, eres una gran piloto y alguien muy habilidosa", dijo Miorine pero no que tratara de que sus palabras sonaran a halagos, simplemente decía la verdad de los hechos. "Te adaptas rápido, eres físicamente sobresaliente. Que Calibarn sea un Gundam no tiene nada qué ver".

Pero al no escuchar respuesta alguna de parte de Suletta, giró ligeramente el rostro para verla y entonces descubrió un intenso sonrojo y una sonrisa boba en su cara. Suletta estaba contenta por tantas flores recibidas. Fue el turno de Miorine de sonrojarse.

"Sólo dije la verdad, no es necesario que te pongas así", murmuró la chica, molesta.

Mientras tanto, en el hangar de Earth House, Honoka guiaba a Nika sobre algunas reparaciones más especializadas en Black, no tenía problema en compartir uno o dos detalles sobre el MS Black, y de paso sugería algunas mejoras al Demi-Trainer de Chuchu. Nika admitía que Honoka era alguien con muchas ideas nuevas cuando se trataba de máquinas.

Y hablando de máquinas, luego de hacer el mantenimiento de rutina de Black, Honoka se despidió y fue por Nagisa para ir a comer algo, lo que dejó a Nika a solas con los MS. Sin perder más tiempo, Nika fue a la cabina de Calibarn y éste la dejó entrar.

"Haré tu revisión de rutina, amigo", dijo Nika con una emoción que nunca se apagaba. Los Gundams eran creaciones maravillosas y no le sorprendía que sólo una Bruja pudiera pilotear semejante máquina.

[Muchas gracias, señorita Nanaura. Suletta y yo hemos estado muy ocupados manteniendo lejos a los que quieren a su Prometida.]

"Sí, no pueden dejar a Miorine en paz, realmente me siento mal por ella, tiene que lidiar con muchas cosas. Me alegra que nos visite de vez en cuando. Lástima que no podamos ser amigos de ella".

[Ella los tiene en buena estima.]

Fue la inmediata respuesta de Calibarn.

[Dice que detesta a todos en ésta escuela menos a Suletta, a la señorita Honoka, a Nagisa y a ustedes. Pero que no sepa que lo sabes o creerá que Suletta lo dijo y se enfadará con ella. Le dará pena quedar al descubierto de esa manera.]

Y el Gundam hablaba en serio, ya había tenido a Miorine dentro de su cabina lo suficiente como para conocerla. Hablar con ella no era una mala idea ahora que lo pensaba mejor.

"No sabemos si intenten sabotearte o algo, mantén tus alarmas encendidas, Calibarn, no queremos que te pase nada malo", Nika pasó su mano suavemente por el tablero de control.

[Da igual que sea uno o más MS, no dejaré que nadie me gane.]

Fueron las palabras del Calibarn, pero qué iba a saber el Gundam que lo que dijo se haría realidad.

~o~

Honoka estudiaba con Nagisa en uno de los jardines, más que nada porque a Nagisa no le gustaba estar encerrada entre muros de metal y se sentía más cómoda donde al menos pudiera ver árboles, sentir algo similar a una brisa. Nagisa echaba de menos la Tierra.

"¿Y no extrañas tu casa?" Preguntó Nagisa de repente, estirándose un poco luego de leer y aprender a consciencia los términos de la unidad que estaban estudiando.

"A veces", fue la rápida respuesta de Honoka. "Luego recuerdo que estoy en una base metálica flotante a cientos de kilómetros de casa, pienso en lo genial que es eso y se me quita un poco la sensación de melancolía".

Nagisa rió. "Sí, algo así me esperaba de ti". Le gustaban mucho los modos de reaccionar de Honoka, en serio estaba loca pero también se trataba de una persona inteligente y divertida a su manera. En serio le gustaban muchas cosas de Honoka, pero la pena y un extraño nerviosismo en su pecho no la dejaban acortar más sus pensamientos hasta ser sólo Honoka y no los detalles de ella lo que le gustaba. No podía, su corazón se volvía loco con tan sólo pensar en ese tren de pensamiento.

"Llevarás muchas historias a casa cuando regreses".

"Cierto, eso suena genial".

Ambas compartieron una sonrisa, al menos hasta que sintieron una sombra encima. La sombra de Elan Ceres. La inmediata reacción de Honoka fue pararse y ponerse seria, Nagisa se tensó mientras instintivamente buscaba y sujetaba una de las manos de su compañera.

"¿Necesitas algo, Ceres?" Preguntó Honoka con firmeza.

"Sí. Honoka Yukishiro, te reto a un duelo de Casa contra Casa, cinco integrantes", dijo Elan con su expresión parca de siempre.

La mecánica suspiró de manera pesada. "¿Sí sabes que Mi Casa sólo somos dos personas, verdad?"

Ceres se encogió de hombros. "Según las reglas, puedes pedir ayuda a pilotos de otras Casas para completar tu equipo... ¿Qué tal Earth House?"

"Me niego. Incluso si reúno a la gente, no tenemos suficientes MS", respondió Honoka de inmediato. "Y tú más que nadie sabes que ninguna otra Casa me va a ayudar".

Cuatro lo pensó un poco, Yukishiro podía negarse si no era capaz de cumplir las condiciones. ¿Podría hacerlo con cuatro pilotos por equipo? Según el plan que estaba armando con Shaddiq, si no podían contar con los Jeturk, entonces necesitarían a todos los miembros posibles de su equipo para poder darle batalla a la Bruja, Yukishiro era otro oponente del cual debían cuidarse, y ni qué decir de Misumi, que era capaz de darles verdaderas sorpresas a sus oponentes. Y aunque nunca habían visto en un duelo a la piloto de primer año de Earth House, sus notas en las clases de pilotaje eran muy buenas.

"¿Qué es lo que deseas ganar retándome, Ceres?" Fue la pregunta directa de Honoka.

Por su lado, Nagisa estaba detrás de Honoka pero no por elección propia, fue ésta quien la cubrió en automático con su cuerpo. No dejaba de mirar a Ceres y por supuesto que aún recordaba lo sucedido con él y eso sólo le provocaba pena. No había tristeza ni nostalgia, sólo pena y algo de enojo ante el hecho de haber sido engañada por un rostro bonito y una ilusión que ella misma armó en su cabeza y en la que, la verdad sea dicha, Ceres no tuvo nada qué ver.

"La nueva invención de tu compañía no le gustó a la mía, ¿te parece suficiente razón?" Respondió Cuatro.

"Sí, es justo, estamos compitiendo casi en los mismos campos".

"Mi gente te quiere lejos de aquí, Yukishiro, y a apuesto a que a ti te gustaría mucho sacarme de aquí también".

"No en realidad, no me interesas y admiro mucho las invenciones de Peil Technologies, la competencia es lo que ha ayudado a la humanidad a salir de su planeta madre y llegar cada vez más lejos en el espacio", y Honoka hablaba con toda sinceridad. "Pero no pretendo tener un duelo donde yo no gano nada. Los Jeturk no han pagado y dudo mucho que te vayas a ir de aquí en caso de que ganemos el duelo".

"Los que quedamos mal somos nosotros en caso de no pagar".

"Y la que pone en riesgo su vida soy yo cada vez que no consiguen lo que quieren de mi", Honoka suspiró. "¿Harás equipo con pilotos de Peil House?"

Elan casi sonrió. Casi. "Pues si tu necesitas pilotos de otras Casas para éste duelo, entonces yo puedo hacer lo mismo y pedir la ayuda de otras Casas. Así las condiciones estarán igualadas".

"¡Oye, eso es trampa!" Alegó Nagisa de inmediato, animándose a hablar al fin y colocándose al lado de Honoka.

"Está en el libro de reglas del Comité", respondió el chico sin que el gesto le cambiara.

"Entonces que sólo sea con cuatro pilotos, es lo que tenemos nosotras", continuó Nagisa y miró a Honoka. "Tenemos a Suletta y a Chuchu, somos cuatro y no tenemos más MS".

Honoka sonrió para sus adentros, era bueno ver que Nagisa ya había superado el asunto con Ceres y que podía encararlo con normalidad. O fiereza en éste caso.

"Y como acabo de explicar, dudo que alguien nos ayude. Pero antes de decir más, ¿qué es lo que deseas obtener en éste duelo? Porque claramente quien esta haciendo el reto es Peil House".

Cuatro admitía que respetaba sinceramente el temple de la chica. "Los MS de los pilotos que participen, eso quiero".

Sin un MS tan especializado como lo eran los de Seven Stones, y sin un Gundam, ninguna de ellas sería una amenaza hasta el cumpleaños de Miorine y todos conseguirían lo que querían.

Honoka lo miró sin dudar en lo absoluto. "Hablaré con mis compañeras, decidiremos qué pedir y, sólo si ellas están de acuerdo, aceptaré tu reto. Si no, tendrás que retarme a un duelo de la manera tradicional, uno contra uno y nos las arreglaremos".

Cuatro asintió. "Como lo desees", fue la simple respuesta y se retiró.

Nagisa suspiró de alivio y, para sus sorpresa, Honoka también. "¿Todo bien?"

"Si se lo pido a Suletta, sé que no dudará en dejar el destino de Calibarn en mis manos..."

"¿Crees que no podamos ganarles? Sabes que Suletta es una gran piloto", Nagisa podía entender que Honoka no se sintiera completamente segura con ese duelo.

"Lo que me preocupa son las trampas que traten de usar para ganar el duelo, tienen el respaldo de sus empresas".

"Hablemos con Miorine, quizá a ella se le ocurra algo para apostar".

"Vamos".

Sin pensarlo, Nagisa tomó a Honoka de la mano y guió el camino de ambas. Por la hora, seguramente sus amigas estarían en el invernadero. "¿Cómo hacías para lidiar con todo esto antes?"

"Con la ayuda de Miorine. Y ahora tengo tu ayuda, lo hiciste muy bien ante Ceres", fue la sincera felicitación de Honoka. "Buen trabajo".

Nagisa se encogió de hombros. "Está claro que para ellos todo son negocios, no puedo tomarme personal todo lo que pase o lo que me hagan".

"Es una buena manera de mantener tu estabilidad mental, no puedes y no debes dejar que te afecten. Aunque compitamos, tampoco somos enemigos y al final el Grupo Benerit trabaja junto para seguir avanzando. Mi empresa trabaja con ellos y ellos trabajan con nosotros. Incluso tú, a futuro podrías llegar a trabajar con Ceres y su gente en el espacio y estos días de duelos y peleas quedarán sólo como recuerdos de escuela".

Nagisa se tomó su tiempo para digerir lo que Honoka le decía. Esa era una visión muy madura y profesional del futuro. La piloto no tardó en sonreír. "Eres genial, en serio", fue lo único que pudo decirle a su amiga mientras estrechaba su mano con un poco más de fuerza.

Honoka decidió enredar sus dedos con los de Nagisa, haciéndola sonrojar y bajar el rostro. La mecánica no iba a negar que Nagisa se veía lindísima sonrojada y esos pequeños juegos y provocaciones eran completamente consensuados. Nagisa aceptaba sus acercamientos y Honoka disfrutaba en serio de la sutileza, de las miradas calladas, las noches de película donde Nagisa no la soltaba, de sus manos unidas cuando el momento lo pedía. Ambas iban a un ritmo que Nagisa aceptaba y que Honoka disfrutaba.

Disfrutaron del camino, lo hicieron a consciencia a sabiendas que pronto tendrían que enfrentar la molesta realidad que tenían enfrente. Al menos podían encarar esa realidad sin soltarse las manos.

No estaban solas en eso.

~o~

"Ugh, no quiero ni imaginar con qué idiotas van a armar ese equipo", masculló Miorine con enojo.

Había una reunión en Earth House, después de todo, el Demi-Trainer de Chuchu estaba en juego también.

"Lo que yo quiero saber es si esos idiotas van a cumplir con el trato, no como lo han estado haciendo últimamente", intervino Chuchu, tan enojada como lo estaba Miorine.

"Eso depende enteramente de lo que les pidamos", dijo Honoka, ella se mantenía tranquila. "No les podemos pedir sus MS, tampoco que alguno de ellos se vaya de la escuela. Ya hay materiales suficientes en Earth House para el resto del año escolar y pedir más sólo les quitaría espacio", listó la mecánica.

"Entonces podemos pedirles unos MS de línea", propuso Nika, "algo de producción masiva que no tengan nada qué ver con sus líneas exclusivas. Puedo mejorar alguno de esos modelos, también nos servirán para prácticas, habemos muchos mecánicos aquí".

"¿Entonces podrás hacerle un nuevo MS a Chuchu?" Preguntó Suletta con emoción.

"Podemos tener MS de reserva en caso de necesitarlos, y podremos llevarlos a la Tierra para poder seguir trabajando con ellos".

"Esa... Esa es una gran idea", murmuró Miorine. "Es lo único que le falta a Earth House, más MS. Podemos mandar a ampliar el hangar y tener a unos MS de reserva incluso para los alumnos del año que viene".

"En serio no quiero ser el aguafiestas, pero si perdemos..." Ojelo no pudo decir más.

"¡Ganaremos!" Exclamó Suletta. "Somos amigas, seremos un gran equipo, hemos practicado juntas".

"Ahora que lo mencionas, es cierto, podremos acomodarnos", dijo Nagisa, ahora emocionada con la idea. "¿Y cómo es ese asunto de Casa contra Casa?"

"Según la regla de los duelos de Casa contra Casa, pierde el equipo completo si la antena del líder de ese equipo es destruida, independientemente de cuántos miembros queden en pie", explicó Lilique, revisaba en su Tablet el reglamento. "Los líderes de los equipos son los que piden y los que aceptan el duelo".

"Lo que quiere decir que tú eres la líder de equipo", dijo Miorine, señalando a Honoka

"Entonces Elan Ceres sería el líder del otro equipo, ¿verdad?"

"Así es", respondió Miorine. "Lo que no entiendo es porqué Ceres pidió a cinco pilotos por equipo". Y entonces recordó a Shaddiq, por alguna molesta razón él le vino a la mente y no había necesidad de callarlo, no cuando ese tonto quería encontrar una manera de obtener el puesto del Holder. Su gesto mostró más molestia de la que ya tenía. "Shaddiq", dijo de repente, "ese idiota desea el puesto del Holder".

Escuchar eso hizo que Suletta frunciera ligeramente el ceño. Miorine la notó y sólo atinó a alborotarle el cabello, haciéndola sonreír en automático. "Sé que tú eres la Holder y no dejarás que nadie te gane".

"Si esos dos van a unirse contra ustedes, ¿entonces quiénes podrían ser los otros pilotos?" Preguntó Nagisa. Nunca había visto a ese tal Shaddiq en un duelo, no sabía mucho de él salvo que se encargaba de autorizar y presenciar los duelos de todos los demás alumnos. No tenía una opinión de él a decir verdad, y ya había aprendido a no dejarse llevar por las sonrisas y la aparente amabilidad de los alumnos de esa escuela.

"Quizá sean las chicas del equipo de Shaddiq", respondió Martin con voz un poco nerviosa, enseguida miró a sus amigos que no sabían de quiénes hablaban. "Éste año no han estado muy activas, pero son pilotos muy populares en la escuela e incluso tienen club de fans".

"Pero esa fama no es gratuita. Son muy hábiles como pilotos", dijo Aliya de inmediato. "Su modo favorito de pelear es en equipo".

Miorine gruñó. "Por supuesto, si les quitan sus MS ya no podrán seguir peleando, al menos no hasta que puedan conseguir otros MS".

"Y tratar de reemplazarlos tomará tiempo", continuó Martin.

"Oh, vamos, no hablen como si fuéramos a perder", dijo Nagisa con calma. "Ya la escucharon, nosotras hemos practicado juntas muchas veces, conocemos nuestros modos de movernos y nuestros estilos de pelea".

"Además, yo estaré en el equipo, ¡no podemos perder!" Exclamó Chuchu con bravura y ánimo y todos la apoyaron. Su confianza en serio se contagiaba.

"Entonces... Estamos de acuerdo en que puedo aceptar el duelo", dijo Honoka con un poco más de seriedad. "Lamento mucho que ustedes se vean inmiscuidos también y..."

"¿Bromeas? Eres nuestra amiga", la interrumpió Chuchu.

"Además, siempre estás ayudándonos", dijo Nuno mientras asentía una sola vez. "Lo haces desde que entraste a la escuela hace más de un año, ya es justo que te echemos una mano".

"Y gracias a todos esos duelos, Earth House está en la mejores condiciones posibles", Martin asintió. "Somos amigos, es normal que te ayudemos cuando al fin tenemos la oportunidad".

Sin que nadie lo esperara, Honoka se sonrojó de manera visible ante todos, claramente sorprendida por sus palabras, ¡incluso puso un gesto tímido! La pobre mecánica no supo qué responder, quedó un poco sobrepasada por la inesperada muestra de aprecio y cariño.

Nagisa llegó a su rescate, la abrazó por los hombros y se meció un poco de lado a lado junto con ella, todo en afán de ayudarla a recuperarse. "Supongo que ese duelo tardará un poco. Tenemos otros en fila, es lo malo de ser tan populares", dijo la chica y lanzó una divertida carcajada, haciendo reír a todos.

O a casi todos, Miorine sólo sonrió de manera leve mientras disfrutaba del gesto de Honoka. Se sentía feliz de verla mucho más cercana a los miembros de Earth House, Honoka era una gran chica y merecía muchas cosas buenas.

"Al menos un par de semanas. Les diría que practiquen batalla de manera más formal pero entonces les darán más herramientas a esos tontos para estudiar sus estrategias", dijo Miorine, más seria.

"Y también debemos decidir qué les vamos a pedir", dijo Ojelo mientras asentía varias veces.

"Yo diría que dos MS y que ayuden a ampliar el hangar de Earth House", propuso Nika. "No podemos disponer de más área. Dos MS estarán bien".

"Esa idea es buena", murmuró Miorine.

"¡Yo sé cómo podemos acoplarnos mejor como equipo!" Intervino Suletta luego de escuchar todo con una sonrisa. Le llegó a la mente lo que solía hacer en casa con su hermana. "Podemos sólo salir a volar juntas en los MS, sólo volar, y podemos jugar videojuegos juntas".

"Yo jugué en un club deportivo en la Tierra, pasar tiempo juntas y hacer cosas sencillas ayuda mucho a fortalecer el trabajo en equipo", contó Nagisa.

A Suletta le brillaron los ojos. "¿Qué deporte jugabas?"

"Lacrosse".

"Hey, ese es bueno, juguemos lacrosse", Chuchu también sonaba emocionada.

Ya un poco más compuesta, Honoka tomó aire y compartió una sonrisa pequeña con Miorine antes de retomar la palabra. "¿Les parece si primero voy con ellos y confirmo el duelo?" Era bueno verlos emocionados. "No creo tardar mucho".

"¡Sí!"

"Vamos, te acompaño", se ofreció Nagisa de inmediato y la tomó de la mano para salir de Earth House. Pudo notar que ella aún estaba un poco ruborizada. "Lástima que no puedas unirte a Earth House oficialmente, sería lindo tenerte ahí".

Y de pronto algo llegó a la mente de Honoka, pero no dijo nada, no en ese momento. Sólo mandó un mensaje avisando que estaba en camino para detallar el duelo.

Minutos después, ambas llegaron a la sala del Comité de Duelos, todos los miembros estaban ahí reunidos, claramente indicando que no tenían algo más interesante qué hacer.

"Dado que aún hay duelos con los que ustedes y Samaya deben cumplir, la fecha del encuentro será en diez días", dijo Shaddiq. Como volvieran a saltarse turnos como sucedió con Jeturk, a los demás alumnos no les gustaría y tampoco a los ejecutivos de la escuela. "Apruebo la batalla de Casa contra Casa entre Peil House y Seven Stones. Si el líder de uno de los equipos pierde la antena, el equipo completo pierde", explicó. "Los equipos estarán conformados por cuatro miembros. Y si no tienen oportunidad de completar el equipo, tienen autorizado pedir ayuda a pilotos de otras Casas".

Honoka y Cuatro asintieron. Nagisa permanecía en silencio cerca de su amiga. Shaddiq hizo las preguntas de protocolo.

"Elan Ceres de Peil House, ¿cuál es tu apuesta en éste duelo?"

"Pido los MS de todos los miembros del equipo de Yukishiro".

"Honoka Yukishiro, ¿cuál es tu apuesta en éste duelo?"

"Quiero dos MS de línea industrial de Peil Technologies y suficiente material para hacer una ampliación de Hangar", comenzó Honoka con voz firme. "Y también pido la autorización para que se me permita unirme Earth House bajo juramento de que no haré ningún trato con sus empresas en la Tierra".

Eso llamó la atención de todos, pero para Nagisa aquella noticia fue fantástica, su sonrisa se hizo enorme.

Shaddiq pensó un poco en eso último y miró al resto del Consejo. "¿Tenemos la autoridad para pedir eso a los directivos?"

Rouji y Secelia rápidamente revisaron algunos textos que sólo los miembros del Comité tenían permitido ver, la respuesta no se hizo esperar.

"Sí", respondió Secelia luego de leer un par de veces los párrafos. "No hay necesidad de contrato, pero cualquier mejora o material que entre a Earth House debe ser debidamente declarado.

"Tu apuesta es aprobada", declaró Shaddiq, mirando nuevamente a Honoka.

"Muchas gracias".

Nagisa casi saltaba en su sitio por culpa de la alegría.

"Alea iacta est", Shaddiq juntó sus palmas. "El duelo se llevará a cabo en diez días a las 17 horas en la zona de prácticas número 4", que era la recreación de una ciudad en ruinas. "Pueden retirarse".

Nagisa y Honoka fueron las primeras en retirarse. Ya a solas en el elevador, Nagisa abrazó a Honoka con emoción y efusividad, culpa de la alegría. "¡Te vas a quedar con nosotros, genial!"

"Primero debemos ganar", respondió Honoka con un murmuro, recargándose en el hombro de Nagisa.

~o~

El transbordador llegaría en dos días y los hijos de Vim sabían que había llegado el momento de encarar las consecuencias de todo lo sucedido hasta el momento. Guel se mantenía tranquilo en apariencia pero Lauda no ocultaba el estrés que lo provocaba todo.

Habían discutido algunas veces durante esos días, pero no podían estar enojados mucho tiempo.

"Hey", saludó Shaddiq a los hermanos mientras aparecía en el claro, Ceres detrás de él.

"¿Qué quieren?" Preguntó Guel, no muy contento de verlos juntos.

"Tenemos un duelo de equipos contra Yukishiro, Misumi, Samaya y una piloto de Earth House", explicó Cuatro con calma. "Necesitamos dos pilotos más".

"Ustedes tienen muchos pilotos", respondió Guel con molestia.

"Tengo permitido pedir ayuda de otras Casas, así que pedí la ayuda de Shaddiq", dijo Cuatro. "Ustedes tienen asuntos con ellas".

"Nos vamos en dos días", murmuró Lauda, molesto.

"No si se unen a la Casa de alguno de nosotros", intervino Shaddiq. "Hablé con su padre hace unos minutos y dijo que pueden quedarse hasta el duelo si aún creen que pueden derrotar a esas chicas".

Eso llamó la atención de ambos hermanos.

"Sus palabras exactas fueron que no quiere que ensucien más el nombre de la compañía, pero que permitirá que peleen en equipo si es bajo el nombre de otra compañía", aclaró Cuatro.

Guel y Lauda podían escuchar a su padre decir esas exactas palabras.

"Tienen hasta antes de irse para pensarlo", continuó Shaddiq. "Piénsenlo".

CONTINUARÁ...