Izuku avanzaba con cuidado, sosteniendo a Eri en brazos y con Piper y su madre siguiéndolo de cerca. El mundo que los rodeaba era extraño y devastado: árboles quemados, edificios derrumbados y un silencio inquietante, roto solo por el silbido del viento.

Madre: (Mirando a su alrededor, incrédula) ¿Cómo pudo pasar esto? Todo está... muerto.

Izuku: (Con el ceño fruncido) La guerra. Esto es lo que queda después de tanto odio y ambición.

Mientras se acercaban a lo que parecía ser su antiguo vecindario, Izuku comenzó a reconocer algunos puntos familiares. Aunque las casas estaban en ruinas, la distribución era la misma. Algo dentro de él se revolvió al ver su hogar destruido.

De repente, un sonido metálico rompió el silencio. Una figura familiar apareció flotando entre los escombros.

Codsworth: (Con voz emocionada) ¡Señor Izuku! ¡Es usted! ¡Está vivo!

Izuku sintió una punzada de alivio al ver al viejo mayordomo robótico acercarse con rapidez.

Izuku: (Con una sonrisa débil) ¡Codsworth! No puedo creer que sigas aquí.

Codsworth: (Girando sus cuchillas, nervioso) Oh, señor, han sido tiempos muy difíciles. ¡Pero qué alegría verlo a usted y a la señora Eri! Aunque... debo decir, ¡el vecindario no está como lo recordará!

Piper: (Curiosa, observando al robot) ¿Es tu mayordomo?

Izuku: (Asintiendo) Sí, Codsworth ha estado con nosotros desde antes de... bueno, antes de todo esto.

Madre: (Con lágrimas en los ojos) Codsworth, qué alivio verte bien. ¿Qué ha pasado aquí?

Codsworth: (Su tono cambia a melancólico) Señora, me temo que ocurrió lo peor. Las bombas cayeron. Todo lo que conocíamos fue destruido en cuestión de minutos.

Izuku: (Mirando alrededor) ¿Y tú? ¿Has estado aquí todo este tiempo?

Codsworth: (Suspira, si un robot pudiera hacerlo) Sí, señor. He intentado mantener el vecindario limpio, pero... no es lo mismo sin ustedes. He estado esperando, pensando que quizás volverían.

La sinceridad en las palabras de Codsworth tocó el corazón de todos.

Izuku: (Colocando una mano en el metal de Codsworth) Gracias por quedarte, Codsworth. Pero ahora necesito tu ayuda. ¿Sabes si hay algo o alguien cerca? Algún lugar seguro.

Codsworth: Oh, señor, no es seguro quedarse aquí. Pero he visto movimiento en Concord, al sur de aquí. Podría haber personas, aunque no estoy seguro de si son amistosas.

Piper: (Pensativa) Concord, ¿eh? Tal vez sea un buen lugar para empezar.

Izuku: (Mirando a su madre y a Eri) ¿Qué tan lejos está?

Codsworth: No mucho, señor, tal vez un par de kilómetros. Pero le recomendaría que fuera solo. Es un camino peligroso, y la pequeña Eri y su madre estarán más seguras aquí conmigo.

Madre: (Interviniendo) ¿Dejarnos aquí? Izuku, ¿es seguro?

Izuku: (Con una mirada seria) Codsworth puede cuidarlas. Yo iré a Concord a ver qué encuentro. No me tomará mucho tiempo.

Eri: (Aún medio dormida, balbucea) Papá… no te vayas.

Izuku: (Acariciándole el cabello) Solo será un momento, pequeña. Papá siempre vuelve.

Dejando a su madre y a Eri al cuidado de Codsworth, Izuku ajustó su Pip-Boy y se preparó para partir. Piper, que había estado en silencio, lo miró con una ceja levantada.

Piper: ¿Y yo? ¿Quieres que me quede aquí también?

Izuku: (Mirándola con seriedad) Preferiría que lo hicieras. Pero sé que no lo harás.

Piper: (Sonriendo) Exacto. Alguien tiene que cubrirte las espaldas.

Codsworth: (Interviniendo) Tenga cuidado, señor. El mundo exterior no es lo que era antes. Pero si alguien puede enfrentarlo, es usted.

Izuku asintió y miró una vez más a su familia antes de emprender el camino hacia Concord con Piper a su lado.

Izuku: (Con determinación) Vamos. Averigüemos qué hay ahí afuera.

Con cada paso que daba, el peso del mundo parecía más grande, pero también lo era su resolución. No tenía idea de lo que encontraría en Concord, pero sabía que su familia dependía de él.

--

Fin del Capítulo 5.

Gracias Por Leer..