Mil perdones, he tenido unos meses de locos, espero disfruten el capítulo.
Los personajes no me pertenecen...
Galletas
Su cama se movió una y otra vez, abrió un ojo
-Peeta
-no soy Peeta- dijo una dulce voz, Katniss abrió los ojos completamente
-despierta mamá ya es de día- le dijo su hija con una sonrisa -necesitó que me ayudes-
-A qué- respondió sin ánimos
-Quiero hacerle unas galletas a los abuelos- Katniss se levantó de la cama bostezando
-Dile a papá que te ayude, sabes que él es mejor que yo horneando-
-Pero papá ya se fue, dijo que vendría más temprano para festejar el cumpleaños del abuelo Haymitch- Katniss miro a su hija tenía 4 años, era idéntica a ella pero con ojos azules de Peeta y el carácter de Prim,
-Está bien te ayudó- La Niña salió corriendo del cuarto de sus padres y bajó descalza a la cocina. Katniss Camino tras ella más lento miró el reloj eran las 12 y ella acababa de despertar, tenía una semana durmiendo de más.
-bien, primero quiero comer algo ¿esta bien?-
-Si, papá y yo hicimos panqueques, también chocolate-
-Bueno... mientras sacas los ingredientes para las galletas solo los que puedas-
-Si- la pequeña comenzó a jalar las cosas que utilizaba siempre que hacía galletas, Peeta le había puesto en el gabinete más bajo cosas para hornear desde que su hija tenía 2 años. había heredado el interés de Peeta por hornear su padre se desvivía por enseñarle cada que su pequeña se lo pedía. Comenzó a comer viendo a su hija ordenar por tamaños los ingredientes, jamás pensó que tendría una hija, tenía 32 años y su hija llegó como un torbellino, aun recordaba cuando tenían 20 años Peeta le sacaba el tema de vez en cuando le decía cosas como "Katniss sabes que ahora es el mejor momento para traer hijos al mundo" ese tipo de comentarios hacían a Katniss estremecer hasta que ambos cumplieron 27 Katniss comenzó a pensarlo bien, imagino a un niño o niña con los ojos de Peeta, ese pequeño ser seria igual a su padre y eso la hacía sonreír. una noche después de la visita de Annie y el pequeño Finnick donde Peeta se pasó todo el día jugando con Finnick de 9 años Katniss decidió dejar de recibir la inyección anticonceptiva que el Capitolio daba gratis a todas las mujeres que no querían embarazarse, tardo 8 meses en quedar embarazada nunca le dijo a Peeta que lo estaba intentando pues quería darle una sorpresa a los 6 meses de intentar Katniss perdió las esperanzas dos meses después ambos se dieron cuenta al mismo tiempo cuando Katniss vomitó encima de Johanna y se desmayó en la fiesta que conmemoraba la abolición de los juegos.
-listo- dijo su hija sacándola de sus pensamientos
-Bien... ve por tu mandil- Katniss quería seguir la receta tal cual lo hacía siempre
-Maná déjame mezclar a mi-
-pero necesitas fuerza hija-
-ya tengo fuerza, ya soy grande-
-Esta bien- accedió Katniss. Colocaron todas las galletas en el horno, Katniss comenzó a limpiar toda la cocina mientras su hija intentaba ayudarla
-que te parece si nos vamos a bañar en lo que se enfrían tus galletas- dijo Katniss apagando el horno cuando el tiempo había terminado
-Está bien mami pero puedo elegir el vestido-
-Claro-
Una hora después bajaron Katniss comenzó a derretir el chocolate en la estufa mientras su hija sacaba las galletas
-mamá mira mis galletas- La niña comenzó a llorar, Katniss se giró y vio las galletas todas deformes, trato de no reírse pero no pudo
-ohh-
-Ahora el abuelo no va a querer comerlas-
-No llores, ven- Katniss se sentó en la silla y subió a su hija a su regazo - vamos a probarlas, esta bien-
-ajá- Katniss partió una deforme galleta en dos y se la dio a su hija, mordió y masticó con miedo
-saben deliciosas... solo están un poco diferentes-
-Crees que el abuelo quiera comerlas-
-Si- Katniss no sabía si Haymitch tendría tacto -el chocolate- reaccionó Katniss corrió a la estufa y ocurrió una explosión de chocolate
-No puede ser- dijo Katniss con la cara llena de chocolate, su hija comenzó a reír
-que está suce... diendo- dijo Peeta entrando a la cocina cuando vio el desorden y la cara de su esposa comenzó a reír
-mi amor, puedes traerle a tu mamá una toalla del baño-
-Si- la pequeña pasó a su lado y lo abrazó. Peeta seguía riendo
-deja de reírte Mellark-
-te vez hermosa- se acercó a ella, la abrazo y beso en los labios, el beso se hizo más demandante hasta que alguien carraspeó
-Lamentó interrumpir, venía a preguntarles si vamos a celebrar el cumpleaños de Haymitch-
-Si, pasa siéntate- respondió Peeta
-Que te paso-
-Ohh me distraje un poco y bueno, mira este desastre-
-tu hiciste estas galletas- Katniss no tuvo tiempo de contestar
-Abuela- gritó su hija -dónde está el abuelo-
-se está bañando- respondió Effie cargando a la niña
-Le prepare estas galletas de cumpleaños pero están horribles el abuelo no va a querer comerlas-
-Que yo que- preguntó Haymitch "Feliz cumpleaños" gritaron Katniss y Peeta, Katniss fue más rápida abrazo a su viejo mentor y le susurró
-No se te ocurra hacer ningún mal comentario- gruñó
-abuelo feliz cumpleaños- la pequeña fue alzada por los aires
-Gracias preciosa, veo que hicieron galletas- Haymitch contuvo la risa al ver las galletas
-las hice yo, pero salieron feas, son tu regalo de cumpleaños... podemos dárselas a los gansos si no las quieres- su hija bajo la cabeza con tristezas
-De que hablas, son las mejores galletas de este planeta- Haymitch tomó una y se la comió esperando lo peor
-Están deliciosas Willow- dijo el hombre canoso
-De verdad te gustaron- la cara de su hija se iluminó. Haymitch no compartió sus galletas con nadie esa noche la única afortunada fue Willow cuando ya se iba a ir a dormir. Katniss amaba esos momentos, donde eran una gran familia y vivían felices veía en los ojos de Haymitch amor algo que se acostumbró a ver desde que le dijo "Haymitch estoy embarazada, no quiero escuchar ningún comentario" estos pequeños momentos le hacían imaginar a su padre y a Prim era una sensación de tristeza y felicidad. Pero amaba su pequeña familia.
