¡Saludos, queridos lectores!

A pocas horas antes de que acabe el día, les traigo actualización de esta historia, cuyo capítulo corresponden al Día 7: Verdades del calendario 1 del SasuKarin Month Junio 2024, por lo que antes de irme a dormir, estaré subiendo el del día ocho n.n

Los dejo con la lectura, la cuál espero que les guste n.n


Los niños estaban muy enojados de que el hombre con el que se habían encontrado en el parque no se hubiese disculpado, pues su madre siempre les había dicho que sólo los maleducados e idiotas no tenían modales. Sin embargo, se vieron preocupados por su madre, pues tras el encuentro con el hombre, parecía muy nerviosa.

—¿Crees que mamá le tuviera miedo? —preguntó Haru.

—No, mamá no le teme a nada ni a nadie —contestó Haruo pensativo, pero muy seguro en lo que respecta a su madre.

—Pero ese hombre era muy intimidante.

—¿No te pareció que ese hombre se parece un poco a nosotros, sobre todo el color de cabello y ojos?

—¿Crees que sea papá? —preguntó el niño emocionado.

—No sé, pero no quiero hacer enojar a mamá de nuevo con eso, y menos cuando apenas la semana pasada pensamos que su paciente era papá —comentó el gemelo mayor.

—Si, yo tampoco quiero hacer enojar a mamá de nuevo —respondió el otro niño con algo de miedo— Además, ese hombre fue muy grosero, no me gustaría que fuera papá.

—Esperemos a qué mamá vaya al encuentro con ese hombre y veamos qué pasa.

—De acuerdo —secundó su gemelo.

Los niños notaron que su madre estuvo muy nerviosa durante el tiempo que hubo que esperar al encuentro, y que fue muy enfática con su niñera sobre no abrirle a nadie mientras ella se ausentaba.

Debido a la reacción de su madre, los gemelos pensaron que ella tardaría en volver, pero en menos de una hora, ella había vuelto a casa, y aunque ya no se veía nerviosa, parecía triste y feliz al mismo tiempo.

—¿Cómo te fue mami? ¿Ese hombre se disculpó? —preguntó Haruo que aún no podía adivinar cómo se encontraba su madre.

—¿Le diste una clase sobre los modales? —preguntó Haru.

Sakura les sonrió, pero no dijo nada por unos instantes, y sólo con una seña, les pidió a sus pequeños que la siguieran a sentarse en el sillón.

Ella había estado esperando por ese momento por mucho tiempo, al mismo tiempo que temía que ocurriera si Sasuke despreciaba a los niños, pero aunque él parecía interesado en ellos, no podía evitar sentirse triste de saber que él estaba casado.

Admitía que para sus adentros, en sus fantasías más anheladas, estaba que cuando se reencontrara con el padre de sus hijos, él la estaría buscando para disculparse por haberla dejado sola, que siempre la amó y que volverían a estar juntos. Sin embargo, él no sólo estaba casado, sino que su forma de actuar, había sido más bien frío.

—Ese hombre que vieron ayer en el parque, es su padre —dijo en un tono suave y con lentitud.

—¡¿De verdad es papá?! —preguntó el hermano menor sorprendido, pero emocionado.

—Fue muy malo cuando tiró a Haru —replicó Haruo descontento.

—Como les he dicho antes, su padre siempre ha estado muy ocupado, así debía tener muchas cosas en la mente —contestó Sakura— Además, fue muy impactante para él encontrarlos. Con sólo verlos, supo que eran sus hijos aún cuando él no tenía ni idea de que existían.

—¿Y cómo supo que éramos sus hijos? —preguntó Haru curioso.

—Los lazos sanguíneos son muy fuertes —respondió Sakura sonriendo.

—Él no sabía que existíamos y nos reconoció, pero nosotros que sabíamos que teníamos un papá, no lo reconocimos —comentó Haru poco convencido.

—Los padres tenemos un instinto para eso —Sakura abrazó a sus hijos— ¿Les gustaría conocerlo y convivir con él?

—¡Si! —respondieron los niños emocionados, incluso Haruo que parecía más reservado al inicio.

—Él también quiere conocerlos y el domingo, cuando salga de mi guardia, nos encontraremos con él. ¿Qué les parece?

—¡Si! ¡Tendremos un papá! —exclamó Haru contento.

—¿Y cuándo van a casarse? —preguntó Haruo.

—¿Casarnos?

—Sí, los papás y las mamás se casan. ¿No? —el menor secundó a su hermano.

—Sí, pero…

—No seremos una familia hasta que no se casen y vivamos juntos —Haru insistió.

—¡Podremos estar en la boda de nuestros papás!

Sakura no sabía cómo explicarles a los niños que su padre ya estaba casado, y quizá… quizá tenía otros hijos. Ella no había pensado en ello sino hasta ese momento, y no había tenido la oportunidad de preguntarle a Sasuke porque él tampoco quiso hablar de su vida.

—Primero lo primero, y eso es, que deben conocer a su padre formalmente —explicó la mujer tratando de verse calmada— Quizá les lleve algo de tiempo llevarse bien con él, y no sabemos mucho de su vida por ahora.

—¡Es nuestro papá! ¡Va a querernos! —aseguró Haru— ¡Nosotros ya lo queremos!

—Hemos esperado mucho tiempo para conocerlo —siguió el hermano mayor.

—Lo sé, y finalmente se conocerán, pero todo va a su tiempo. ¿De acuerdo?

Los niños asintieron, pero Sakura se dió cuenta rápidamente que los niños tenían en mente algo más, pues ese día y el resto de la semana, no dejaron de hablar lo mucho que les emocionaba que al fin tendrían un padre que fuera a los festivales escolares, que les enseñara algunos deportes o a quien celebrarle el día del padre.

Sí, Sakura realmente esperaba que Sasuke pudiera cumplir con el papel paterno, y de verdad esperaba que sus hijos se llevaran bien con él, pero ya que él estaba casado, no sabía cómo sus hijos se tomarían el hecho de que tendrían una madrastra o probablemente medios hermanos.

Haruno tampoco planteó la posibilidad a sus hijos antes del encuentro, pues no estaba muy segura de cómo manejarlo, especialmente porque no tenía ni idea de cómo era la vida de Sasuke. Además, sus hijos parecían bastante contentos pensando en todas las cosas que harían con su padre y ella tendría otra oportunidad de hablar con él en ese encuentro para saber cómo manejar la situación.

Cuando el domingo llegó, los niños estaban más que emocionados, al punto de que le hablaron muchas veces al celular suplicándole que terminara su turno antes. Sin embargo, Sakura ya había quedado a una hora y lugar con Sasuke por mensaje, así que no importaba demasiado si salía antes del hospital.

—¿Papá es siempre malhumorado? —preguntó Haru mientras caminaba de la mano de su madre, camino a la cita.

—Pues…

—Dijiste que él siempre está muy ocupado. ¿No estará hoy de malhumor? —preguntó Haruo— ¿De verdad tiene tiempo de conocernos? ¿No tiene más cosas que hacer?

—Pues supongo que si tiene cosas que hacer, pero…

—¿Entonces estará de mal humor hoy? —siguió preguntando el menor.

—Es lo más probable. Quizá papá no sea muy amable con nosotros —siguió el mayor— Mamá, tú decías que papá era una persona amable y tímida ¿No?

Los niños la voltearon a ver a la expectativa. Sin duda, a ambos les preocupaba lo que su padre pensaría de ellos, pues si bien Sakura siempre les había asegurado que cuando su padre se enterara de su existencia, los amaría desde el primer momento, los niños no percibieron ese afecto en el primer encuentro, aún cuando su madre les había asegurado que él los había reconocido con sólo verlos.

—Su padre es tímido, por eso siempre se muestra serio, pero es muy amable. Quizá tenía algún problema en el trabajo y por eso estaba de malhumor —respondió Sakura— No importa si está muy ocupado, porque él fue quien me pidió conocerlos, así que no le importa hacer un espacio en su agenda con tal de verlos.

—Y también para verte a ti —comentó Haru sonriendo.

—No…

—Estarás con nosotros cuando hablemos con papá. ¿Verdad? —preguntó Haruo.

—Sí, pero quizá su padre quiera hablar con ustedes a solas. ¿No les gustaría?

Los niños se miraron mutuamente, como si le consultaran a su hermano lo que el otro pensaba, y los dos, aunque no hubiesen cruzado ninguna palabra, se dieron cuenta que pensaban igual: no querían quedarse solos con ese hombre hasta saber cuál sería su reacción al volver a verlos.

—Queremos que estés con nosotros —concluyó Haruo.

—De acuerdo, pero si quieren un momento a solas, les daré espacio.

—¿Y tú no querrás quedarte con papá a solas también? —preguntó el hermano menor muy curioso.

—Yo ya hablé a solas con él —contestó la mujer con una risa nerviosa, pues sí deseaba tener ese momento con el hombre y poder hablar a profundidad. El problema era que esa charla a ella le habría gustado dirigirla, sin contar el tema de los niños, a su pasada relación, pero estando él casado, el tema quedaba descartado.

—Pero una boda no se planea en un día, mami —señaló Haruo— Son meses de planeación.

—A menos que papá sea un hombre multimillonario como en las novelas que ves —sonrió Haru ampliamente, y si bien Sakura apenas tuvo una mínima reacción, los niños lo detectaron— ¿Papá es multimillonario? ¿Viviremos en una enorme mansión con ponis?

—No sé si Sasuke-kun tenga ponis o caballos, pero cuando salíamos, vivía en una mansión muy grande y hermosa —respondió Sakura— No sé si aún la tiene, y tampoco sé si tenga el mismo estatus económico de aquél entonces, así que…

—¡Mira! ¡Está ahí! —exclamó Haru que reconoció al hombre de inmediato, y él y su hermano, procedieron a halar a su madre para llegar pronto.


¿Sakura hablará con sus hijos sobre que su padre tiene una esposa? ¿Cómo tratará Sakura el tema con sus hijos? ¿Cómo reaccionarán los gemelos cuando sepan que su padre tiene una esposa y no parece tener planes de casarse con Sakura? ¿Sasuke y los gemelos se llevarán bien ahora que saben que son padre e hijos? ¿Qué otras dudas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n

Como podrán ver, un capítulo seguirá a Sasuke y/o Karin, y el otro capítulo seguirá a Sakura y/o los gemelos. Espero que les guste este formato, aunque sé que muy probablemente tengan mucha curiosidad de cómo le fue a Sasuke con la charla con Karin, pero les aseguro que pronto podrán ver ese capítulo n.n

Sólo me queda decirles que esperen un poco más para la actualización del día ocho n.n

¡Hasta la próxima actualización!