¡Saludos, queridos lectores!
Lamento mucho no haber podido actualizar la semana pasada, pero hoy subiré más de dos actualizaciones esta semana a modo de compensación n.n
No haré muy extensa la introducción para poder permitirles disfrutar de la historia. Sólo les recordaré que en las notas finales, dejaré la lista de los fics que estaré actualizando el día de hoy.
Sin más por el momento, los dejo con la historia n.n
Sakura volvió a la sala con su celular en mano después de haberse ausentado y su invitado la esperaba pacientemente sentado en el sillón. Ya eran más de las diez de la noche y la casa había quedado en silencio unos minutos antes de que ella regresó.
—Ya se han dormido. Demasiadas emociones los han cansado —comentó Sakura mientras regresaba a sentarse junto al pelirrojo— Y han mandado un montón de fotos a su padre.
Cuando Sakura recuperó su teléfono, sólo alcanzó a ver las primeras fotos que sus niños enviaron, las cuales, eran de ellos jugando con los regalos que Sasori les había dado, así que ni siquiera había notado que muchas del resto de las fotos, eran de ella platicando con el pelirrojo.
—Ahora que se han dormido y que puedo estar seguro que no estarán espiando, hay algo que quiero decirte, porque me preocupa mucho —comentó Sasori— ¿Estás segura que el padre de los niños quiere conocerlos porque los quiere? Tu misma me has dicho que viene de una familia rica, y quizá, lo que quiera es sólo un heredero —decía en voz baja para prevenirse de los niños— Realmente temo que este reencuentro los lastime, y sé lo mucho que sufrirías si él intentara quitarte a tus hijos por algo como eso.
—Sasuke-kun jamás haría algo como eso. Además… él está casado —Sakura titubeó— Quizá ya tenga otros hijos o esté buscando tenerlos con su esposa.
—¿Quizá ya tenga otros hijos? ¿Acaso no te ha comentado nada al respecto?
—Sasuke-kun siempre ha sido muy reservado con su vida, así que sólo me ha dicho que está casado —respondió Sakura— Además, entiendo que la noticia es complicada y quizá aún no le haya dicho nada a su esposa.
—Eso es todavía más preocupante, especialmente si no le ha dicho a su mujer —respondió Sasori— Aún si es un tema difícil, es algo que no debería ocultarle de ninguna forma.
—Lo sé, pero yo no sabría decirte si él ya habló con ella del tema o no, y es que no hemos hablado nada sobre un acuerdo concreto sobre los niños —respondió Sakura— Sólo acordamos que nos veríamos un día cada fin de semana cuando me fuera posible por las rotaciones.
—Eso lo hace más sospechoso. Deberías hablar con él directamente de un acuerdo.
—No…
—Sakura, conozco a gente que ha sido de dinero por generaciones como ese hombre. Ellos suelen moverse por los beneficios de negocios, y aún si cuando salían no era así, no puedes estar segura que no haya caído en las mismas prácticas en el tiempo que dejaron de verse —Sasori la interrumpió, a lo que ella quedó callada— No quiero ser ave de mal agüero, pero incluso la forma en que me hablaste que te terminó, me resulta muy sospechosa. Quizá fue orillado por su familia a dejarte e irse al extranjero, y por ello su secretaria te decía todas esas cosas.
—Sasori, soy yo la que lee y ve novelas sobre CEOs mandones y autoritarios. Creo que estás exagerando —contestó Sakura riendo divertida, aunque en el fondo estaba un poco preocupada de que él tuviese razón.
—Si esto fuese una novela de ese tipo, no me preocuparía por ti, porque aunque sufrieras, tendrías un final feliz, pero esto es la realidad y aunque parezca literatura barata, lo cierto es que los millonarios son capaces de hacer muchas cosas para mantener su nivel de vida, aún si lastiman a otros. No importa si son gente cercana.
—Hablas como si lo hubieses vivido —comentó Sakura preocupada, pues aunque tenía algunos años conociendo a Sasori, lo cierto es que él no hablaba mucho sobre su pasado.
—Lo viví, y un día te lo contaré. Por ahora, por favor ten cuidado con él, y procura llegar a un acuerdo antes de dejar que los niños sigan interactuando y se encariñen con él —pidió el pelirrojo— Pedir una buena pensión también sería muy útil, así podrías trabajar menos para pasar más tiempo con ellos y poder garantizarles una buena educación en el futuro.
—No quiero que Sasuke-kun piense que sólo quiero que conviva con los niños por su dinero. Además, su familia quedó en bancarrota poco después de que se mudara al extranjero y debe tener aún muchas deudas aún si su compañía está teniendo éxito.
—Eres muy buena considerando las dificultades de los demás, pero no te sacrifiques a ti porque eso sería sacrificar también a los niños —señaló Sasori— Déjale las cosas claras. Si quiere los beneficios de ser padre, que también cumpla con sus obligaciones.
—Supongo que tienes razón —respondió Sakura bajando la mirada— Es sólo que no sé cómo hacerlo sin parecer interesada.
—Estás interesada por el bien de tus hijos, y eso no es malo —señaló Sasori y notó que la pelirrosa se encogió en sí misma— Lo siento, no quería angustiarte, pero ustedes me preocupan.
—Sé que no lo dices con malas intenciones —ella levantó el rostro y le sonrió aún preocupada.
—Sólo piensa que entre más rápido hagas esos arreglos, más rápido podrás conocer las intenciones de ese hombre —habló suavemente— La gente cambia a través de los años, así que no puedes confiar que sea el mismo hombre con el que saliste.
Sakura asintió, aunque sabía que Sasori intentaba decirle que quizá Sasuke jamás había sido el hombre que ella pensó.
—Muchas gracias por los obsequios. No debiste haberte molestado —cambió el tema.
—Los vi y me acordé de ustedes, fue inevitable no comprarlos.
—Aún así, debiste esperar a traerlos. Debes estar muy cansado del viaje —respondió Sakura suavemente.
—Sin duda es agotador ir a mi ciudad natal, pero ya hacía un tiempo que no te veía —le sonrió cálidamente— Sólo usé la excusa de los obsequios para poder venir pronto.
Aquellas palabras halagaron a la pelirrosa.
—Yo…
—Espero que un día me aceptes una cita.
—Me gustaría, pero mis hijos aún son muy pequeños para dejarlos solos y mis padres están…
—Tranquila, puedo esperar —él estiró su mano y le acomodó un mechón de cabello.
—Yo… lo siento, es que…
—Entiendo que no estés lista. Ver al padre de tus hijos debe haberte movido muchas cosas y también soy consciente que debe causarte conflicto la diferencia de edad que tenemos, pero espero puedas tenerme a consideración.
—Claro —respondió sin poder mirarlo a los ojos, pero sonrojada, pues Sakura se había mantenido alejada de cualquier hombre porque en el fondo, esperaba poder volver con Sasuke cuando se reencontraran, pero ahora que había ocurrido de una forma completamente diferente de lo que esperaba y que, de hecho, él estaba casado, sabía que debería rendirse aún si su corazón aún no lo entendía.
—Sólo te estoy pidiendo una oportunidad, no tienes que obligarte a decirme que sí —Sasori se levantó del sillón— Primero resuelve tus asuntos con tus hijos, son la prioridad, pero no te olvides de ti misma —su sonrisa se vio triste— Supongo que ya quieres descansar y yo debo irme. Gracias por recibirme.
—Gracias a ti por los obsequios y por tu preocupación —respondió Sakura levantándose del sillón. Te acompaño a la salida.
Sakura y Sasori se despidieron y ella no podía ordenar sus sentimientos.
Desde hacía tiempo sabía que Sasori sentía algo por ella, era evidente aún si aquella era la primera vez que él era más directo pidiéndole una cita, pero ella había procurado evitar dar falsas ilusiones a él o a cualquier otro hombre por la esperanza que ella guardaba.
Ahora que sabía que esa ilusión estaba perdida, no se había dado el tiempo de asimilarlo, por lo que le era difícil decir si podía darse la oportunidad de pensar en un nuevo amor, o siquiera si ella deseaba intentarlo una vez más.
Necesitaba tiempo.
Los gemelos despertaron entusiasmados al día siguiente, y mientras Sakura se apuraba en prepararlos para llevarlos al jardín de niños antes de ir al hospital, ninguno de los dos paraba de sonreír o reír. Por supuesto, esto llamó muchísimo la atención de la pelirrosa, y aunque al principio esperó pacientemente a que ellos confesaran, terminó por preguntarles debido a que no decían nada.
—¿Y ahora qué se traen entre manos?
—Nada —respondieron en coro.
—Niños, si hicieron alguna travesura, se meterán en problemas si no confiesan ahora —Sakura les advirtió.
—Sólo le hemos enviado muchas fotos a papá —respondió Haruo un poco asustado por la amenaza, pero seguía sonriendo.
—Sí, las vi —Sakura sonrió, pero notó que había algo más en sus hijos. Ella los conocía— ¿Y qué más hicieron?
—Nada, mamita —respondió Haruo poniendo su gesto más tierno.
—También le mandamos fotos tuyas —respondió Haru que sabía que su madre no les creería.
—No creo que a su padre le interese mucho tener fotos mías —respondió Sakura desanimada al recordar sus oportunidades sesgadas. Sin embargo, se apresuró a cambiar su gesto para no preocupar a sus niños— Pero sin duda, querrá ver más fotos suyas para conocerlos mejor.
—¡Seguro papá vendrá a buscarte! —exclamó Haruo emocionado, y Sakura esbozó una sonrisa triste.
Necesitaba decirles a sus hijos que ella y su padre no volverían a estar juntos, pero era difícil decírselo cuando ella apenas y podía asimilar la noticia. Además, quizá sería bueno hablar del tema con los niños con Sasuke presente.
¿A Sasuke se le ocurrirá exigir la custodia completa de los gemelos al lograr convencer a Karin de conocerlos como Sasori sospecha? ¿Sakura de verdad ya no tiene oportunidades con Sasuke? ¿Ella podrá aceptar que Sasuke tiene una esposa? ¿Aceptará una cita con Sasori? ¿Los niños lograrán juntar a sus padres? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n
Espero que el capítulo haya sido de su agrado, y si han terminado de leerlo y aún no están el resto de los capítulos que enlistaré más adelante, deben tener paciencia ya que como siempre les he comentado, me toma cierto tiempo subir las actualizaciones n.n
Historias que actualizaré el día de hoy:
*El cliché de los gemelos (doble actualización)
*Apuesta XL
*No quiero sólo una tregua
*El concubino de la Princesa
Sin más por el momento, me despido n.n
¡Hasta la próxima actualización!
