¡Saludos, queridos lectores!

Lamento no haber podido actualizar la semana pasada. Sin embargo, traeré algunas actualizaciones, de las cuales, dos son largas, así que espero que les gusten n.n

No queriendo hacer larga la introducción, los dejo con el nuevo capítulo, no sin antes recordándoles que dejaré la lista de las historias que estaré actualizando el día de hoy al final n.n


Sasuke intentó hablar con su esposa de aquello que ella parecía ocultar, pero bajo la excusa de que estaba muy cansada y quería ir a dormir, ella se negó a hablar. Por supuesto, él también pudo haber insistido, y aunque realmente le exasperaba no saber qué estaba ocurriendo, optó por no insistir, ya que estando ambos cansados, no era buena idea presionar las cosas o terminarían peleados.

Aún así, a él no le gustaba para nada esa situación y en cuanto las cosas en la empresa mejoraran, iba a tener esa charla con ella, quisieran o no, y tampoco se iba a detener si eso los llevaba a una pelea, porque sea lo que fuere que ella no le decía, ya llevaba algunos meses ocurriendo y no podían dejar que siguiera pasando el tiempo.

Uchiha le envió un mensaje a Sakura y fue a la habitación, donde vio a su esposa metiéndose a la cama y acomodándose para dormir. Él no dijo nada y se metió al baño a darse una ducha

—Iré a ver a mis hijos mañana y pasado mañana, iré a la oficina para seguir atendiendo los problemas. Tu quédate a descansar —Sasuke le habló a su esposa después de haberse acostado a su lado. Ella parecía dormir, pero sabía que estaba fingiendo— No puedo prometerte nada porque ya sabes cómo es esto, pero haré lo posible para no tener que recorrer las vacaciones.

—Siempre dices lo mismo —ella murmuró sin moverse y Sasuke ya no dijo nada al respecto.

Sí, lo admitía, había sido culpa de él que muchas de sus vacaciones terminaran canceladas desde que estaban casados, y es que admitía que él había estado poniendo como prioridad la pequeña empresa que había fundado a lado de ella y sus otros dos socios. Es decir, cuando la empresa de su familia quebró, él intentó revivir la gloria de su familia, pero no pudo hacerlo solo.

Por fortuna, su novia y un par de amigos lo apoyaron a crear esa empresa que poco a poco fue tomando forma, y aunque aún era pequeña comparada con la que tuvo su familia, el trabajo de los cuatro y el personal que tenían, estaba haciendo que creciera rápidamente.

Era precisamente ese crecimiento, lo que lo animaba a seguir esforzándose para alcanzar la meta que él se había fijado, y lo que lo había hecho postergar vacaciones y descansos.

Al principio, Karin lo apoyaba, pero con el tiempo ella comenzó a quejarse de que necesitaban más tiempo en pareja, mientras él seguía postergando las cosas aún si había veces en que le decía a ella que pronto se darían el descanso merecido…

¡Ah! De acuerdo, ya podía entender mejor a qué se refería ella con que tenían una crisis como pareja, y si lo pensaba bien, quizá ella tenía mucha razón en negarse a tener hijos. ¿Cómo podrían tener niños si la mayor parte de su tiempo estaban trabajando?

Sí, ella siempre respondía que no quería perder su figura y era muy enfática en eso, pero también hablaba mucho de que no deseaba dejar su carrera para convertirse en ama de casa de tiempo completo, y teniendo en cuenta que él ni siquiera había podido ceder a algo tan simple como unas vacaciones, podía darse cuenta que ella se negara a algo a lo que podría orillarla a caer en todo aquello que no deseaba, y todo porque él no había podido ser confiable.

Bien, él era el idiota, y más idiota aún por darse cuenta mucho tiempo después… y triple idiota, porque él pensaba que ella era egoísta al no querer tener hijos, cuando en realidad el egoísta había sido él.

—Lo siento —le susurró aún cuando para el momento en que sus reflexiones lo iluminaron, ella ya estaba dormida y él lo sabía.

Al siguiente día, Sasuke se despertó al mismo tiempo que su esposa que se preparaba para ir a la empresa pese a ser sábado, y aunque intentó convencerla de sentarse a desayunar juntos, ella puso de excusa que quería evitar que se recorrieran las vacaciones para irse apenas se hubo arreglado.

No, no la detuvo ni hizo el intento por disculparse ahora que estaba despierta, porque sabía que ella ni siquiera lo oiría. Además, considerando que él ya le había dicho algo y ella concluyó con un "siempre dices lo mismo", daba igual si le decía las cosas o no, lo que necesitaba, era demostrarle que era importante para él.

Soltó un suspiro cansado, y decidió apresurarse para salir a buscar los obsequios que les llevaría a los niños, pues seguiría el consejo de su esposa. Si hubiese tenido más tiempo, los habría encargado en línea, ya que odiaba ir de compras, pero con sólo algunas horas en las manos, no tenía más alternativas.

Llegado el momento de encontrarse con los niños, Sasuke sintió inquietud al ver a Sakura llegar con ellos.

—¡Papá! —exclamó Haru soltándose de la mano de su madre para correr y abrazar a Sasuke.

Aquél gesto tranquilizó al varón, pues se daba cuenta que tal como Sakura le había dicho, los niños no lo odiaban, al menos no ese pequeño que realmente se veía entusiasmado de verlo. Además, tuvo una sensación muy extraña en el pecho cuando el niño se abrazó de su pierna, dado que no lo alcanzaba.

—Hola, Sasuke-kun. Los niños estaban muy emocionados por verte —Sakura llegó sonriendo.

—Hola —saludó el otro niño que si bien sonreía, era menos efusivo que su hermano.

—¿Viste las fotos que te mandamos? —preguntó Haru entusiasmado— ¿Fue por eso que no nos vimos antes? —preguntaba sin hacer pausas— ¿Te enojaste por las fotos?

—He estado ocupado en el trabajo y su madre también, por lo que no hemos podido coincidir. Sólo nos veremos cuando ambos podamos —respondió Sasuke no sabiendo muy bien cómo decirle a los niños sobre las fotos sin asustarlos de nuevo, por lo que empezó a hablar lento para elegir sus palabras— Sí vi las fotos, y preferiría que no enviaran tantas al azar. Sé que están jugando, pero me distraen si estoy trabajando.

—¿No quieres vernos? —preguntó Haru soltándolo y entristecido.

—No, no es eso, es que su padre tiene razón. Recuerden que cada mensaje es una notificación, y él tiene que atender muchos asuntos. Si revisa el celular cada vez que le envíen una foto, estarán interrumpiéndolo —intervino Sakura entendiendo el punto de vista de Sasuke, después de todo, los niños habían enviado alrededor de doscientas fotografías.

—¿No podemos enviarle nada? —preguntó Haruo curioso y notó que el hombre se veía muy serio.

—Sí, pero es preferible que lo hagan sólo los fines de semana a menos que sea algo verdaderamente importante —respondió Sasuke tras meditarlo, pues aún cuando seguía pensando en lo fastidioso que sería recibir fotos descuadradas de sitios al azar, no quería desalentarlos. Por otro lado, había sido agradable tener algunas cuantas fotos de los niños.

—¿Nosotros no somos importantes? —preguntó Haru aún más triste.

—No es lo que tu papá quiso decir, sino que las fotos de ustedes pueden esperar el fin de semana —Sakura intervino— Cuando dijo que fuera verdaderamente importante, se refería a una emergencia. ¿Verdad, Sasuke-kun?

—Sí —respondió el azabache sintiéndose mal nuevamente, porque aún tratando de cuidar lo que decía, había vuelto a meter la pata.

—¿Siempre está muy ocupado? —preguntó Haruo que no parecía triste como su hermano.

—Sí. Especialmente cuando surgen problemas en el trabajo —le respondió al niño y volteó a ver a Sakura— Estamos enfrentando una crisis en la empresa, y estaré ocupado hasta que se arregle. Hoy sólo comeré con ustedes y mañana estaré ocupado reponiendo el tiempo —aprovechó el momento para hablarle al respecto— Cuando tenga otra oportunidad, te avisaré.

—Entiendo. ¿Está todo bien? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —Sakura preguntó.

—Gracias. Tengo gente excelente en eso. De lo contrario no habría venido —respondió el azabache.

—Me alegra oír eso —Sakura sonrió.

—¿Entonces aunque estabas muy ocupado viniste a vernos? —preguntó Haru con una enorme sonrisa.

—Sí —respondió el varón tratando de suavizar su gesto, pero le era difícil, especialmente cuando no lograba organizar bien todos sus sentimientos respecto a los niños.

—¡Hurra! —exclamó Haru saltando, lo que llamó la atención de los adultos.

—¿Qué lleva ahí? —Haruo quiso distraer la atención de los adultos, preguntando por la gran bolsa negra que Sasuke llevaba.

—Les traje unos obsequios —respondió el azabache bajando la bolsa para dejar que los niños se asomaran y miraran el contenido— No sé qué tipo de juguetes tienen, pero…

—¡Un Stegosaurus! —exclamó el hermano menor con mucha emoción al sacar una gran caja con la imagen de un dinosaurio.

—¡Es Nitro Zeus! —exclamó Haruo alegremente. Era la primera vez que veía a ese niño siendo más expresivo.

—¿Cómo se dice, niños? —señaló Sakura con una enorme sonrisa.

—¡Gracias, papá! —exclamó Haru notándose contrariado entre abrazarse de nuevo a su pierna, o abrir la caja y sacar al dinosaurio.

—Muchas gracias —dijo el segundo niño con una enorme sonrisa, y aunque el niño no parecía pretender abrazarlo, si parecía contrariado entre abrir su regalo o esperar un poco más.

Estas reacciones alegraron a Sasuke, pues aún si eran cosas que ellos ya le habían dicho que les gustaba, no estaba muy seguro de haber elegido adecuadamente, ni si eran juguetes que ya poseían.

—Qué generoso fuiste, Sasuke-kun —Sakura sonreía casi tanto como los niños— Muchas gracias.

—Me sugirieron que sería una buena idea —respondió encogiéndose de hombros y ocultando su felicidad.

—¿Y no le trajiste un regalo a mamá? —el menor de los niños le preguntó, pero tanto él como su hermano, lo miraban a la expectativa.

—No —respondió Sasuke confundido por la pregunta.

—Por supuesto que no va a darme un obsequio a mí, si a los que viene a ver y conocer, son a ustedes —intervino Sakura explicándole a los niños, pero Sasuke lo sintió como si ella intentara defenderlo, más que aclararle las cosas a los gemelos.

—Pero tú nos has dicho que si no es cumpleaños de alguien, o alguna celebración especial para alguien, es de mala educación dejar sin regalos a las demás personas —señaló el hermano menor.

—Así es, pero la ocasión especial, es que ustedes se están conociendo —Sakura sonreía y con paciencia les explicaba.

—¿Y por qué no te dio un regalo cuando se reencontraron? —insistió el niño.

—Debió ser un día especial que se volvieran a ver, después de tanto tiempo —señaló Haruo apoyando a su hermano menor.


¿Sasuke podrá cumplir su palabra a su esposa? ¿Será por la concentración de Sasuke en el trabajo que Karin se niega a tener hijos, como Sasuke piensa? ¿Cómo irá la charla entre Sasuke y Sakura sobre la dinámica que tendrán con Karin y los gemelos? ¿Qué harán los niños en este nuevo encuentro? ¿Qué otra pregunta les ha surgido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n

Historias que se actualizarán hoy:

*El cliché de los gemelos (doble actualización)

*Peligrosos deseos

*Inexperiencia

Sin más por el momento, me despido esperando que las actualizaciones sean de su agrado n.n

¡Hasta la próxima actualización!