¡Saludos, queridos lectores!

Continuamos con la actualización de esta historia, la cuál, espero siga siendo de su agrado. En esta ocasión, el capítulo corresponde a la perspectiva de Sasuke y Karin.

Sin más por el momento, los dejo con la actualización de hoy. Espero que la disfruten n.n


Sasuke realmente no esperaba que los niños esperaran que él y su madre fuesen a casarse, pero si lo pensaba bien, podría considerarse algo natural porque ¿qué niño no querría una familia feliz con ambos padres juntos?

Originalmente, Sasuke había respetado el deseo de su esposa de mantenerla al margen de la situación, al punto de que tampoco hablaba con Sakura o los niños sobre ella, pero ante la pregunta de los gemelos sobre una futura boda, ahora podía entender mejor por qué cuando los niños volvieron a dejarlos solos, Haruno le había pedido que ambos hablaran con los niños sobre su esposa.

Al principio, él sólo le dijo que si no era necesario, era mejor no mencionarles nada. Su principal excusa era sobre no agobiarlos con extraños, pero él también se rehusaba hasta no llegar a un acuerdo con su esposa. Empero, al conocer las fantasías de sus hijos, era mejor decirles la verdad.

Sakura le había pedido que los dos hablaran con los niños del tema, pero él, consciente de que apenas estaba aprendiendo cómo dirigirse a ellos, le sugirió que cuando llegara el momento, ella debía hablarles de su esposa, y posteriormente, él hablaría con ellos de ella.

—¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con tus hijos? —le preguntó Karin cuando lo vio llegar a la oficina.

—Sólo comí con ellos —respondió Sasuke.

—¿Entonces es verdad que tienes dos hijos? —Suigetsu se acercó con una gran sonrisa.

—Vamos a solucionar todo esto —respondió Sasuke sin darle mayor importancia— Quiero que quede resuelto ya.

—¡Vamos! ¿Acaso vas a ocultarlos? —insistió Suigetsu.

—Nadie está ocultando nada —replicó Karin— Tenemos que acabar con esto.

—Creo que encontré el problema que Suna nos marcaba —intervino Juugo llamando al equipo para que miraran su pantalla.

Todos se acercaron, excepto Suigetsu que hizo mala cara al principio, pero al final optó por continuar cuando ya nadie le hizo caso.

Por varias horas, el equipo se mantuvo centrado en el trabajo hasta tarde, y cuando Sasuke y su esposa volvieron a casa, sólo llegaron a dormir, pues habían cenado con sus camaradas.

Al siguiente día, nuevamente dedicaron la mayor parte de este al trabajo, con algunos descansos y algunas distracciones de Suigetsu que insistía en preguntar por "los hijos escondidos de Sasuke", pero no recibió más información de la que Karin sabía, pues fue la única que respondió cuando él le había colmado la paciencia.

Para todo el equipo, parecía que aquel domingo sería igual que cualquier día de la semana en que habían estado lidiando con aquel problema, pero Sasuke tenía otros planes.

—Dejémoslo aquí por hoy —dijo de repente, recibiendo miradas confundidas de sus socios.

—¿Te sientes bien? —preguntó Juugo pensando que ese podría ser el motivo por el que deseaba parar, pero Karin sabía que aunque fuese el caso, los dejaría trabajando a ellos.

—Llevamos toda la semana en esto además del trabajo del día, y mañana hay que seguir con la semana —respondió el azabache, pues en efecto, ellos como fundadores de la empresa, se habían quedado a resolver los problemas fuera de tiempo, pero el día laboral no pararía— Además, con lo que identificó Juugo, y la propuesta de Karin, terminar de resolver esto será más rápido.

El equipo aún lo miraba con sorpresa, pues conociéndolo, si estaban tan cerca de resolver la crisis, él preferiría hacerlo lo antes posible.

—Debiste darle hijos o al menos encontrar a los gemelos antes. Se habría ablandado desde antes —Suigetsu se dirigió a Karin hablándole en reclamo.

—No voy a desaprovechar la oportunidad para irme a descansar —ella ignoró lo dicho por el albino, pero era notorio que se había enfadado, y se levantó del escritorio tan pronto como apagó la computadora, tomó sus cosas sin mirar a nadie y salió de la oficina.

—¿Y a esta que le picó? —preguntó el albino confundido— Normalmente me gritaría.

—Nos vemos mañana temprano —respondió Sasuke levantándose de su escritorio y salió de la oficina detrás de su esposa.

Al llegar al estacionamiento, ella estaba parada a un lado de su carro con los brazos cruzados, pues en la mañana, la había logrado convencer de ir juntos a la oficina en el carro de él, así que ella no tuvo más remedio que esperarlo.

Por supuesto, si ella se hubiese enfadado con él y no con Suigetsu, seguramente habría pedido un taxi.

—No hay nada para cenar en la casa —ella comentó cuando salieron del estacionamiento de la oficina.

—Lo sé.

Con lo ocupados que habían estado, ni siquiera habían ido de compras. Sólo habían comprado por delivery algunos elementos necesarios no perecederos, porque su esposa prefería elegir las cosas desde que en una ocasión les enviaron productos a pocos días de caducar.

—¿Podemos ir a algún lado a comer? Estoy cansada, pero toda la semana me la he pasado en la oficina o en la casa y me gustaría despejarme un poco —ella le pidió y él asintió en silencio, lo que provocó el siguiente comentario de parte de ella: —Parece ser que Suigetsu tiene razón y la paternidad te ha ablandado. Me sorprende que ocurriera con sólo un par de encuentros.

De reojo, Sasuke miró a su esposa cuando decía aquello y podía notar que más que enojada, sonaba decepcionada, lo que confirmaba lo que él recién se había dado cuenta: hasta el momento, había dado toda preferencia al trabajo aún sobre ellos y ella notaba la diferencia de ahora con los gemelos.

—Tenías razón sobre no querer tener hijos —él le soltó de repente y ella lo volteó a ver confundida— Mientras nuestra vida sea la empresa, no hay tiempo para niños.

—¿Pasó algo malo con tus hijos? —preguntó Karin levantando una ceja y cruzándose de brazos.

—Hablo de nosotros.

—¿Vas a elegir entre tus hijos y yo? —preguntó ella tratando de disimular que se le cerraba la garganta.

Y ahí estaba de nuevo el hecho de que él no había sido acertado en su relación, porque la pregunta de ella sugería que no lo creía capaz de sacrificar el trabajo y debía elegir entre ella o sus hijos.

—No. Es más bien que no puedo darle sólo tiempo a los niños.

—¿Qué? —preguntó ella confundida.

—No podemos sólo tirar el problema que se nos presentó ahora en la empresa y fingir que no existe, pero evitaré el tiempo extra si no es necesario —le aseguró.

—Sasuke, me estás asustando —respondió Karin tocándole la frente al mismo tiempo que ella se tocaba la suya.

—Hablo en serio, Karin —dijo el azabache irritado, aunque no podía culparla de dudar, así que dió un suspiro antes de seguir hablando— No quiero que pienses que te dejaré por Sakura y los niños y tampoco quiero que sientas celos de los gemelos porque paso más tiempo de calidad con ellos que contigo —aprovechó el alto del semáforo para mirar a su esposa y sonreírle— Tomemos esas vacaciones.

Karin no pudo evitar sonrojarse al verlo y al principio no supo qué decir. Incluso había bajado los brazos, pero casi de inmediato volvió a cruzarlos.

—Hasta no ver, no creer —respondió ella tratando de fruncir el ceño, pero Sasuke notaba que ella apenas podía conseguirlo. Karin quiso cambiar de tema y hablar sobre la cena— ¿A dónde vamos?

—A Arashiyama.

—Sabes que para cenar allí se necesita una reservación de al menos veinticuatro horas si es que no está muy demandado —comentó Karin incrédula.

—Tenemos reservación.

Sasuke siguió sonriendo, especialmente porque notaba que había sido una sorpresa muy grata para su esposa llevarla a su restaurante favorito. De hecho, pudo notar como el humor de ella mejoraba mientras transcurría la velada y él no podía evitar alegrarse de volver a verla sonreír.

Aquella cena, también le sirvió a Sasuke para apreciar más a su esposa, pues si bien ella monopolizaba la plática, él se sentía cómodo entablando conversación con ella cuando se decidía a hablar, pues no tenía que cuidar sus lo que decía y sabía que ella no se tomaría sus palabras a mal, porque lo conocía lo suficiente para no tener que explicarle a profundidad por qué decía una u otra cosa.

No obstante, al mismo tiempo se dió cuenta lo difícil que era hablar con sus hijos, pues mientras con otras personas no le importaba si se ofendían por sus palabras, él intentaba crear un lazo con los niños y sentía que no lo estaba consiguiendo. Es decir, claro que los niños parecían entusiasmados por conocerlo, y esperaban tener una familia con él, pero estaban convencidos de ello por todo lo que Sakura les había contado, no porque en realidad lo conocieran.

En su opinión, los niños vivían la fantasía que su madre les había contado sobre él, y quería poder encontrar la forma de comunicarse con ellos antes de que se dieran cuenta que las cosas no eran así… pero eso era algo que tendría que pensar más tarde, porque por ahora, quería darle esa noche a su esposa.

—Gracias por traerme. Fue tan inesperada esta sorpresa que iluminó mi estresante semana —Karin le agradeció con una sonrisa cuando ambos habían regresado al auto y le dió un beso en la mejilla, pero poco después, su tono se volvió preocupado— De verdad espero que cumplas tu palabra con las vacaciones y disminuir el tiempo en la oficina.

Uchiha asintió en silencio, porque, de nuevo, sabía que necesitaba demostrarlo, más que repetirlo.

La noche había sido bastante amena, y aunque era evidente que su esposa aún no le creía del todo su nueva postura, parecía más tranquila y relajada. Era por eso mismo que a pesar de que quería llegar a un acuerdo pronto con ella con respecto a los gemelos y preguntarle sobre aquello que ella parecía querer decirle, Sasuke se abstuvo de tocar los temas para no volverla a estresar ni arruinarle la noche.

Ya tenía decidido que iba a enfrentarla con esos temas cuando las cosas en la empresa estuviesen más tranquilas, así que lo mejor era sólo entregarle el obsequio que le había conseguido e irse a dormir para poder descansar.

Sin embargo, cuando él había tomado la caja de joyería de su saco para sacarla de la bolsa y entregárselo, ella lo sorprendió con una pregunta que no esperaba.

—¿Hoy te fue mejor con tus hijos?


¿Sasuke responderá la pregunta o preferirá evadirla para mantener la noche en paz? ¿Karin al fin estará lista para hablar de aquello que no se ha atrevido a decir hasta ahora? ¿Este será el momento en que ambos podrán llegar a un acuerdo sobre los gemelos? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

Historias que se actualizarán el día de hoy:

*Peligrosos deseos

*Inexperiencia

*El cliché de los gemelos

Sin más por el momento, me despido por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!