Ruinas de Alph, Dos (2) Días Después.
-Ok… ¿Cómo demonios se supone termine metido en este tipo de problema? Si alguien me hubiera advertido que acabaría luchando contra una antigua organización criminal mundialmente reconocida, estoy completamente seguro que no le hubiese creído. Pero, lo peor no es esto, sino que para salir de este ridículo predicamento con vida tengo que aliarme con un ladrón.- Manifestó Gold de mala gana y con completa desilusión, ordenando justo luego a su Eevee que atacara utilizando Quick Attack (Ataque Rápido) contra un Golbat que se acercaba peligrosamente a Crystal y Chikorita.
-Tch… Creeme, yo tampoco estoy feliz con esto.- Replicó Silver con cara de pocos amigos al ahora ordenar a su Croconaw derribar a un Raticate enemigo con Water gun (Chorro de agua)
-¿Q-Quieren por el amor de Arceus dejar de quejarse? Esto no es un juego y mucho menos es el momento para pelear entre nosotros.- Ordenó de un grito Crystal con evidente irritación y nerviosismo. -¡C-Chikorita, utiliza Razor Leaf (H-Hojas Navaja)!-
-Pues, yo encuentro esto bastante emocionante.- Comentó Kelly de manera sorpresiva antes de ajustar sus anteojos, posteriormente ordenando a su Piplup utilizar BubbleBeam (Rayo burbuja) contra un Grimer del enemigo. -No todos los días se tiene la oportunidad de patearle el trasero a un grupo de inadaptados.-
Gold, Silver y Crystal, automáticamente, y cómo si se tratara de un acto reflejo, miraron con una mezcla de asombro y extrañez a la rubia, puesto que todos ellos muy bien sabían qué este tipo de situaciones representaban la vida o la muerte, más sin embargo, Kelly no mostraba signo alguno de preocupación o nerviosismo.
Centro Pokémon de Ciudad Cherrygrove, 9:50 A.M.
-Ohhh, ¿con qué viajarán juntos?- Preguntó Kelly retóricamente en un más tranquilo tono de voz, abalanzándose después contra Gold para abrazarlo. -En ese caso, permítanme unirme a ustedes en su viaje.-
-¿Q-QUÉ?- Exclamó Crystal furiosa.
-Espera, espera… ¿Cómo qué viajaras con… nosotros?- Cuestiono ahora un confuso Gold al momento de zafarse del abrazo de Kelly. -¿Estás segura de esto?-
-Por supuesto que sí.- Replicó la rubia de forma animada y enérgica. -Esta es una perfecta oportunidad para viajar por la región y conocerla más a fondo.-
-En esto tienes razón, p-pero-...
-¡No se diga más!- Exclamó asertivamente Kelly, sonriendo de oreja a oreja e ignorando por completo la agresiva mirada que tenía Crystal en su rostro. -Desde hoy viajaré con ustedes.-
-¿En serio esto está pasando?- Se preguntó mentalmente Gold, instantes antes de que el Pokegear de Crystal empezará emitir una alegórica pero molesta melodía de carnaval en señal de una llamada entrante, además de también vibrar con insistencia.
Ante esto, Crystal trago un poco de saliva al momento en qué esta terminó por enfocar su mirada llena de preocupación y miedo en dirección a Gold -Asumo ese debe de ser tu padre.- Alegó el de New Bark con extrema seriedad. -O acaso me equivoco?-
Aquí Crystal suspiró con melancolía. -No te equivocas, Gold. En efecto es mi padre.-
-Hmmm… Bueno, supongo qué lo mejor qué puedes hacer ahora es hablar sinceramente con él.- Propone el de oscura cabellera. -No puedes evitar enfrentarlo por siempre.-
Ahora con un semblante mucho más trágico, Crystal asiente frente a Gold con una clara mezcla de resignación y molestia en su rostro. -Supongo qué tienes razón. Lo mejor es acabar con esto de una buena vez.- Murmuró Crystal con claro nerviosismo antes de contestar la llamada de su padre a su Pokegear.
-Dejame adivinar, ¿ella escapó de casa también?- Preguntó Kelly, mirando de reojo a la de ojos azules.
-Uhh… Sí, algo así terminó sucediendo.-
Posterior a las palabras de Gold, Crystal finalmente recibe la llamada de su padre, acercando al mismo tiempo el Pokegear a su oreja izquierda. -B-Buenos días, padre. ¿Huh...? Ahh.. No te preocupes tanto por mi. De momento estoy en el Centro pokémon de Ciudad Cherrygrove con Gold.-
-¡Oh, por el amor de Arceus! ¿Por que tenias que mencionar mi nombre?- Comentó Gold entre dientes y con visible miedo en su ahora pálido rostro. -Tu honestidad hará que Elm me mate...-
-E-Espera un segundo, ¿ella es la hija del profesor Elm?- Preguntó Kelly justo antes de mirar de arriba a abajo a Crystal. -No tenía idea de que él tuviese una hija. No se parecen en nada.-
-Te sorprenderías de lo mucho que las personas hacen esa misma pregunta.- Recalcó rápidamente el de oscura cabellera, cruzando por breves instantes sus brazos. -Yo también reaccioné de la misma forma cuando me enteré ayer.-
-No tienes de qué preocuparte. Estoy bien, padre.- Afirmó Crystal al caminar ahora inconscientemente en círculos dentro de la sala de espera con palpable estrés. -Esto es algo que quiero hacer. Tu bien sabes qué dentro del laboratorio las cosas no fueron cómo deseaba, por lo qué me parece mucho más conveniente para mi desarrollo cómo futura profesora qué viaje junto con Gold por todo Johto y Kanto.-
-Ughhh, soy un hombre muerto. Elm definitivamente va a matarme cuando nos volvamos a ver.- Vuelve Gold a comentar mentalmente. -Esto no pinta para nada bien.-
-¿H-Huuuuh? ¡POR SUPUESTO QUÉ EL NO ME OBLIGO!- Exclama Crystal en un agresivo tono, mientras qué esta se sonrojaba con intensidad. -Se que hace una semana me mudé contigo a New Bark, pero mi pequeño viaje con Gold el día de ayer me enseño que mi formación como futura profesora se vería tremendamente beneficiada si recorriera toda la región a su lado. O sea, no es por exagerar las cosas, pero considero qué mi futuro mismo depende de esto.-
-Espera… ¿En serio él piensa que yo rapte a su hija?- Pensó Gold al cruzarse nuevamente de brazos, instantes antes de que Kelly se acercaba a Crystal y le arrebataba el pokegear de entre sus manos sin titubear.
-¿P-PERO QUÉ RAYOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO?- Cuestiona ácidamente Crystal, inmediatamente al fijar su furiosa mirada sobre la rubia. -DEVUELVEME MI-...
-Hola, Profesor. Es Kelly Taylor. Me recuerda, ¿no es así?- Declaró rápidamente Kelly al acercar brevemente el Pokegear de Crystal hasta su oreja derecha. -Lo pondré en alta voz para que podamos conversar todos de mejor manera, ¿ok?-
-¿Huh...? ¿K-Kelly, en serio eres tú?- Pregunta Elm con claro escepticismo perceptible en su firme tono.
-Hehe, así es, profesor. Es un placer volver a escuchar de usted.-
-El placer es todo mío.- Asegura Elm. -¿Pero cuándo fue qué regresaste de Sinnoh? Se suponía que tú deberías de-...
-¿PERO QUÉ RAYOS ELLA CREE QUÉ ESTÁ HACIENDO?- Preguntó Crystal con desesperación, ahora fijando su exaltada mirada en Gold en busca de respuestas. -Tch… ¿Ella quién demonios se cree que-...?
Gold, justo antes de que Crystal pudiera terminar lo que deseaba decir, colocó intrépidamente el dedo índice de su mano derecha sobre sus labios para hacerla callar. -Shhh… Creo que ella tiene un plan para ayudarte.-
-Hehe, no se preocupes por esos minúsculos detalles, profesor. Yo regresé ayer por la noche y, para mi sorpresa, me encontré con Gold y su hija en el centro pokémon de Ciudad Cherrygrove. Pero dan igual esos detalles, el punto aquí es que una cosa llevó a la otra y ahora decidí acompañarlos en su viaje por Johto y Kanto.-
-¿Lo dices en serio?- Preguntó Elm en un tono un tanto más relajado qué antes. -¿Tu viajaras con ellos?-
-Uh-huh… -
-Esta bien, esta bien. Si ese es el caso, entonces creo que podría dejar que Crystal viaje con ustedes por todo Johto y Kanto.- Aceptó Elm, aparentemente de muy mala gana. -Yo confio en ti, Kelly. Y se que eres capaz de cuidar y proteger a Gold y a mi princesa. Tu presencia con ellos me da un poco más de tranquilidad.-
-¿Acaso él dijo cuidar de Crystal y de mí?- Repitió Gold con molestia ante la confusa mirada de Crystal. -¿Qué demonios él cree que somos?-
-Le puedo asegurar que los cuidare, profesor.- Replicó Kelly al mismo tiempo en que guiñaba con complicidad uno de sus ojos en dirección de Crystal y Gold. -Le doy mi palabra.-
-De acuerdo. ¿Pero puedes, por favor, pasarle el pokegear a Gold y quitar el altavoz? Quisiera hablar con él por un momento.-
En respuesta, Gold trago algo de saliva, cómo por acto reflejo, al momento en qué su corazón aumentaba sus palpitaciones. -Huh-uh… Tengo un muy mal presentimiento sobre esto.- Comentó Gold entre dientes, tomando ahora el Pokegear de Crystal y colocándolo luego contra su oreja derecha. -Uhhh… B-Buenos días, profesor. ¿Qué tal va todo en su labor-...?
-Escúchame muy bien, Gold. Sí le haces algo a mi hija eres hombre muerto, ¿entendido?-
-¿H-Huuuh?-
-No me importa realmente si tu padre es considerado cómo uno de los entrenadores más importantes de todo Johto y Kanto. Crystal es lo más preciado en este mundo para mi y su seguridad es mi máxima prioridad.- Indicó Elm sin titubear y con completa seriedad. -Yo te aprecio cómo si fueras un hijo, eso es bastante obvio. Tu eres uno de los mejores ayudantes qué tuve en el laboratorio y no tengo ningún tipo de quejas con respecto a tu actitud o trabajo, pero quiero qué sepas qué la única razón por la qué dejó a Crystal viajar contigo es por la presencia de Kelly. Así qué por favor, cuida de Crystal. No te estoy pidiendo esto cómo jefe a empleado, sino cómo amigos qué somos. Por favor, Gold, promete qué cuidaras muy bien de ella, ¿está bien?-
-Entendido, profesor. Comprendo a la perfección su miedo y de cierta manera lo entiendo. Pero aquí y ahora le prometo que la cuidare con mi vida. Se lo juro por Arceus que ella regresara sana y salva de este viaje.-
-Por tu bien, ese espero sea el caso.- Manifestó Elm a regañadientes. -Ahora, dale su Pokegear a Crystal para terminar de hablar con ella.-
-D-De acuerdo…-
Ruta treinta (30), entre Ciudad Cherrygrove y Ciudad Violet, 11:20 A.M.
Después de una larga y tediosa conversación entre Crystal y su padre, finalmente el ahora grupo de tres salió del centro pokémon de ciudad Cherrygrove, encaminado sus pasos en dirección a la ruta treinta y treinta y uno con el único objetivo de llegar lo más rápido posible a Ciudad Violet, lugar en donde estaba localizado el gimnasio pokémon más cercano, para qué de ese modo Gold pudiera dar el primer paso en acercarse a su tan anhelado sueño de retar la liga pokémon.
En conjunto, las rutas treinta y treinta y uno eran en sí unas sencillas planicies qué se extendían, a lo largo y ancho, por varios kilómetros, decorando el paisaje al norte de Cherrygrove con una infinidad de bellos y frondosos árboles de todo tipo a su alrededor, además de la proximidad de centenares de pokémon salvajes por todos lados.
Crystal, a pesar de que su padre accediera a dejarla viajar por la región Johto junto a Gold, estaba con cara de pocos amigos y no le agradaba ni un poco la idea de tener a Kelly en el grupo, cosa que nuevamente provocó qué la atmósfera alrededor del grupo se hiciera extremadamente pesada. Ambas chicas apenas si se dirigían la palabra y solo se limitaban a mirarse, con desprecio, la una a la otra, al estilo de viejos rivales acérrimos de toda la vida.
-Esto sencillamente es el colmo.- Protesto Gold, dándose la vuelta y mirando a ambas chicas antes de cruzarse de brazos. -Si vamos a viajar juntos, de ahora en adelante deben de resolver sus diferencias, o de lo contrario esto no funcionará.-
-Hmph… Pues yo no tengo ningún problema con "ESA".- Informó asertivamente Kelly, apuntando con el dedo índice de su mano derecha a Crystal. -Tu bien me conoces y sabes qué-...
-¿ESA?- Repitió Crystal con indignación y coraje, interrumpiendo en el proceso a la rubia. -¿Cómo qué "ESA"?-
-¿Lo ven? Esto es exactamente a lo que me refiero. Desde que salimos del centro pokémon apenas si se han dirigido la palabra y, cuando lo hacen, es para discutir por la más mínima cosa. Básicamente se están comportando cómo Meowths y Growlithes.-
-¡Pero no es mi culpa!- Manifestaron al unísono ambas chicas, acto que provocó que Crystal y Kelly volvieran a mirarse la una a la otra con repudio.
Frente a esto, Gold exhalo con pesadez una gran bocanada de aire a la par en qué esté negaba lentamente con su cabeza en señal de molestia. -Ok… Primero qué todo, Kelly. Tú debes de dejar de hostigar a Crystal. Es de muy mal gusto lo que estás haciendo.-
-¿Huh? Pero si yo no-…
-Si lo estas haciendo y lo sabes.- Aseveró Gold de manera tosca al mirar a la rubia a los ojos. -Solo controlate y todo estara bien, ¿ok?-
-Tch… D-De acuerdo. Pero solo accedo porque tu me lo pides.- Manifestó Kelly de muy mala gana, soltando un sonoro y exagerado suspiro de resignación.
-Ahora, por el otro lado.- Denuncia Gold con ahínco, dirigiéndose ahora a Crystal al mirarla directamente a los ojos.
-¿Huh, y-yo?-
-Kelly merece que le des las gracias por lo que hizo por ti.-
Cómo por acto reflejo, Crystal frunció su ceño y luego recorrió con su mirada a Gold. -¿P-Pero por qué debería de hacer tal cosa?- Pregunta la de Goldenrod. -No lo entiendo, Gold. ¿Por qué debo de darle las gracias a… "ESA"?
-¿"ESA"?- Repitió Kelly con agresividad, haciendo crujir en el acto sus dedos. -Tch… De acuerdo, sabelotodo. Aquí y ahora te enseñare quien soy yo.-
-Kelly, por el amor de Arceus, solo cálmate.- Ordenó tajantemente Gold, dando un par de pasos hasta rápidamente colocarse en medio de ambas chicas. -¡Ya fue suficiente!-
Aún con visible molestia, la rubia aprieta sus labios con amargura, pero no sin antes asentir ante Gold. -Ok… Cómo digas.-
-Bien… Cómo decía. Crystal, tú deberías darle las gracias a Kelly.-
-¿Pero por qué?- Volvió a preguntar Crystal. -No entiendo porque tendría que-...
-Por qué, gracias a ella, es que tu estas con nosotros en este viaje. Sino fuera por la rápida intervención de Kelly, estoy seguro de que tu padre hubiera venido desde New Bark a buscarte sin pensarselo dos veces.-
La de Goldenrod permaneció en silencio por un par de incómodos segundos, apoyando después su cuerpo contra un pequeño árbol qué estaba a poco menos de medio metro de su posición actual. A esté punto era sumamente obvio qué Crystal no deseaba ceder ni darle la razón de esto a Gold, pero en ese momento sus opciones eran limitadas y muy en el fondo Crystal sabía qué lo qué dijo su compañero tenía algo de cierto. Ella, al menos en parte, le debía a Kelly, le gustara la idea o no.
-Lo menos que puedes y debería de hacer en este momento es agradecerle.- Sugirió Gold en un tono más calmado y condescendiente. -Esa es mi sugerencia para esto.-
-P-Pero…
-Vamos, Crys. No te pido qué lo hagas por mí o inclusive por Kelly, sino más bien diría qué es por el bien de esté viaje. Recuerda qué tu misma le dijiste a tu padre qué tu futuro cómo profesora dependía de esté viaje.-
Nuevamente Crystal permaneció otro par de segundos en completo silencio antes de responder. -Ughhh… Está bien, está bien. Tu ganas, ¿ok?- Exclama Crystal al momento en qué su rostro se sonrojaba con intensidad, poco antes de enfocar ahora su atención sobre la rubia. -Y en cuanto a ti, Kelly. T-Tienes mi gratitud. De no ser por ti, quizás, y solo quizás, no estuviera aquí con ustedes.-
-¿Quizás?- Repitió Kelly con una enorme y victoriosa sonrisa. -¿Segura que quizás?-
-N-No me presiones, ni tampoco empujes tu suerte.- Ordenó la prospecto a profesora con resignación y melancolía, dándole después la espalda a la rubia. -Muy bien sabes a lo que me refiero.-
-Supongo que es lo menos que podía hacer por ti.- Aseveró Kelly de manera relajada. -Eres la nueva amiga de mi querido Gold y, si él deseaba que tú vinieras con nosotros, entonces tenía que hacer todo para poder cumplir sus deseos. Así de fáciles son las cosas.-
-¿"Tu querido Gold"?- Repitió Crystal al fruncir automáticamente el ceño para luego observar con molestia a la rubia. -¿De paso no quieres que te lo envuelva en papel de regalo y le ponga un listón rojo encima?-
-¡Esa es una magnífica idea!- Reconoció alegremente Kelly, sonrojandose un poco antes de fijar su mirada en Gold, guiñar uno de sus ojos y posteriormente mirándolo de arriba a abajo de manera sospechosa. -No tienes idea de lo mucho que me divertiría cuando lo empiece a desenvolver poco a poco y muy lentamente.-
Crystal y Gold también se sonrojaron enormemente por el osado comentario hecho por Kelly. Por otro lado, la rubia apenas sí podía contener sus carcajadas debido a la cara que ambos pusieron, sumado también a sus exageradas reacciones.
-Bueno, dejando ya las bromas aún lado, creo qué sería conveniente para todos sí les enseñase a mis pokémon ahora qué somos compañeros de viaje.- Informó la rubia, un par de segundos después al sacar dos pokebolas del bolsillo lateral derecho de su falda.
Al abrirse dichas pokebolas, dos fueron los pokémon originarios de la región de Sinnoh qué hicieron acto de presencia frente a los entrenadores. Estos pokémon eran Piplup y Riolu, cosa qué causó qué Crystal y Gold decidieron, casi al mismo tiempo, utilizar sus respectivos pokédex para verificar la información de los pokémon de Kelly.
Piplup: Es muy orgulloso, por lo que odia aceptar comida de la gente. Su grueso plumón le protege del frío y adopta fácilmente el temperamento de su dueño. Vive en las costas de los países nórdicos y también en la Región Sinnoh. Es un gran nadador y puede bucear más de diez (10) minutos sin necesidad de salir a la superficie por oxígeno.
Riolu: Su aura se intensifica para alertar a otros cuando está triste o tiene miedo. Tiene un poder peculiar el cual es poder ver emociones como el odio y la alegría en forma de ondas. Su cuerpo es ágil pero fuerte.
-Son muy lindos.- Reconoce Crystal de manera cautelosa.
-Y al parecer están bien entrenados.- Agrega Gold al inspeccionar a los pokémon de su compañera mucho más de cerca. -Interesante. Realmente interesante.-
-Piplup fue el primer pokémon que recibí.- Informó con orgullo la rubia para después ajustar sus anteojos. -El Profesor Rowan de la Región de Sinnoh me obsequió a Piplup y también un pokedex antes de regresar a Johto, mientras que Riolu fue el regalo de un amigo de mi prima. Creo que su nombre era Riley, si mal no recuerdo.-
-Siendo sincera, creo qué esta es la primera vez que veo a un Piplup y un Riolu de cerca.- Confesó Crystal al ahora sacar a su Chikorita de su pokebola para que conociera a Kelly y a sus pokémon, acción que terminó por imitar Gold al abrir también las pokebolas de Cyndaquil e Eevee.
A partir de ese momento, el viaje entre los tres por la extensa ruta treinta se volvió un poco más tranquilo y ameno, puesto qué, a pesar de sus muchas diferencias, Crystal y Kelly empezaron a tolerarse un poco más. Varios otros minutos llegaron a transcurrir posterior al pequeño altercado del principio, llegando inclusive a pasar relativamente cerca del laboratorio de Mr. Pokémon, sin siquiera notarlo en un principio, no obstante el grupo pasó de largo dicho lugar en favor de continuar con su viaje.
Gold, después de lidiar en combate contra uno qué otro molesto pokémon salvaje, continuó sin descanso guiando el camino hasta el momento en dónde lograron llegar sanos a salvo a la ruta treinta y uno. Aquí, a lo lejos, se podían divisar varios enormes y lujosos edificios, además de también la qué parecía ser la garita de entrada de Ciudad Violet, lugar qué, en comparación con Cherrygrove y New Bark, era al menos el doble de tamaños qué las otras dos puestas juntas.
El grupo se detuvo en seco poco después de observar el hermoso panorama a lo lejos al estar ahora a poco menos de un kilómetro de distancia de su destino. Mientras tanto, un joven muchacho que aparentaba tener al menos uno o dos años menos qué Gold, se terminó por acercar al grupo luego de qué esté se levantara de estar sentado a la sombra de un frondoso árbol localizado a escasos metros de la posición de los demás.
-Uhh… D-Disculpen, ¿pero alguno de ustedes es entrenador pokémon?- Preguntó con algo de timidez el jovencito.
-Los tres somos entrenadores.- Informó Crystal de manera amable. -¿Acaso se te ofrece algo?-
El chico observó al grupo con curiosidad y sonrió de oreja a oreja ante la respuesta de Crystal. El jovencito en cuestión tenía el cabello algo corto y de color castaño claro, su vestimenta, en ese momento, consistía en una curiosa gorra de color azul para cubrirlo de sol, un llamativo suéter en amarillo con franjas en blanco a los costados, unos frescos shorts azules y deportivas a juego de color blanco.
-Dejame adivinar.- Manifestó Kelly al momento en que limpiaba el sudor de su frente y ajustaba sus anteojos. -Deseas una batalla, ¿cierto?-
-Así es, señorita.- Afirmó el chico asintiendo también con su cabeza enérgicamente. -Busco un oponente digno de mí para poner a prueba mis habilidades.-
-En ese caso, el de la gorra negro con dorado será tu oponente.- Anunció rápidamente Kelly, señalando a Gold con su pulgar. -De seguro el te puede dar la batalla pokémon qué tanto buscas.-
-¿Ehh?-
-Hehehe, Es todo tuyo, Gold.- Agregó Crystal. -Te estaremos apoyando.-
-¿Le gustaría tener una batalla conmigo?- Preguntó de manera cortés el jovencito sin despegar sus ojos color café de encima de Gold.
El de New Bark duda por un par de segundos hasta el punto de cruzarse de brazos al rápidamente contemplar sus opciones de manera mental. -Ok…. ¿Qué más da? Está bien para mí. Acepto el desafío.-
-Uhh… De acuerdo. En ese caso, ¿qué le parece una batalla doble?- propuso el joven entrenador.
-¿Una batalla doble?- Repitió Gold a la vez que inconscientemente alzaba una de sus cejas. -Heh… Interesante. Tengo bastante tiempo que no intentó una batalla de ese tipo, pero creo que podría darle una oportunidad.-
-Perfecto. Entonces, si todo está arreglado, comencemos.- Anunció el joven entrenador con entusiasmo, dando un par de pasos para alejarse del grupo cuando esté saca del bolsillo de sus shorts dos pokebolas, mismas qué terminó por abrir en el acto. -¡Rattata y Zigzagoon, yo los elijo!-
Inmediatamente después de que ambos pokémon salieran de sus respectivas pokebolas, estos terminan demostrando, al instante, amplio entusiasmo y energía tal cual su entrenador. Zigzagoon y Rattata se notaba estaban listos para batallar.
-E-Esperen un momento… Ese Rattata, su color es diferente.- Declaró Gold con un tono de sorpresa y perplejidad. -Su pelaje es de color dorado…-
-I-Increible. Ese Rattata es un pokémon Shiny (Variocolor).- Informó efusivamente Crystal, estando igual de sorprendida que su compañero.
-¿P-Pokémon Variocolor?- Repitió Gold de manera lenta y con notable extrañeza. -¿Qué rayos se supone es eso?-
-Es prácticamente lo que dice su nombre.- Aseveró Crystal. -Es un muy raro pokémon que tiene un color diferente a los demás de su especie. Pero además, estos pokémon muy por lo general son ligeramente más fuertes que sus contrapartes de color regular.-
-Oh. Ya veo. Supongo qué eso tiene sentido.-
-Las probabilidades de encontrar uno de estos pokemon en la naturaleza es de uno en cuatro mil noventa y seis, según el último estudio realizado por la Organización Mundial de profesores e investigadores pokemon.- Agregó ahora Crystal, mientras sacaba rápidamente de su mochila una sencilla cámara fotográfica para de ese modo tomarle un par de fotografías al Rattata.
-Solo no se dejen engañar por su tierna apariencia. Mi Rattata es realmente fuerte y debo decir que él está en el porcentaje más alto de todos los Rattata.- Declara con alegría y orgullo el chico de los shorts. -El no tiene comparación alguna.-
-Hehehe, esto sí que será grandioso.- Vociferó Gold con emoción antes de sacar las pokebolas de Cyndaquil e Eevee de su bolsillo para posteriormente abrirlas enfrente suyo. -Me encantan los retos, pero más los disfruto cuando se trata de un desafío para mi.-
Cyndaquil, al salir de su pokebola, soltó un largo y sonoro bostezo, mientras que Eevee se mostraba listo para combatir y en obvia espera de las órdenes de Gold.
-Si no te molesta, empezaré yo.- Anunció el chico al acomodar su gorra. -¡Rattata, utiliza Quick Attack (Ataque rápido) contra Eevee! ¡Zigzagoon, tu enfocate en Cyndaquil y atacalo con Headbutt (Cabezazo)!-
-Hmph… Cyndaquil, Smokescreen (Pantalla de Humo).- Ordenó Gold antes de rápidamente colocar sobre sus ojos sus goggles especiales. -Eevee, quiero que utilices Swift (Rapidez) una vez Cyndaquil termine de inundar todo alrededor con su humo.-
De manera veloz, y justo antes de que Rattata y Zigzagoon pudieran tan siquiera acercarse para atacar, Cyndaquil cubrió todo alrededor de ellos de una densa pantalla de humo la cual dejó a ambos pokémon completamente despistados por la falta de visión.
-Ahora, Eevee. ¡Atacalos con todo lo qué tienes!-
-R-Rayos. Rattata y Zigzagoon, haganse a un lado y-...
Pero, muy para la mala suerte del joven entrenador, tanto Rattata como Zigzagoon recibieron por completo el ataque de Eevee al no saber a dónde ir debido al espeso humo, mas sin embargo, ambos permanecieron de pie y sin dar señales de estar seriamente lastimados.
-Fue bastante ingenioso limitar el rango de visión de mis pokémon para despistarlos y evitar que atacaran, Pero esto aún no termina.-
-Heh… Pues a mi me sorprende que pudieras comprender mi estrategia tan fácilmente.- Reconoció Gold en un confiado y algo prepotente tono. -Pero hace falta más que comprender una estrategia cómo para vencerla.-
-Rattata, Tail Whip (Látigo) contra Eevee. Zigzagoon, luego utiliza Rock Smash (Golpe Roca) también contra él.-
-¿Intentando ahora enfocarte en uno solo de mis pokemon? ¡Cyndaquil, Ember (Ascuas) contra Zigzagoon! ¡Eevee, Quick Attack (ataque rápido) contra Rattata! No les den oportunidad de contraatacar.-
El joven entrenador de los shorts, luego de escuchar las órdenes de Gold, sonrió tranquilamente cómo si desde un principio hubiera estado esperando por este momento.
En esté mismo sentido, Rattata, de manera fugaz, esquivo sin problema alguno el ataque de Eevee y, posteriormente al hacerlo, inmediatamente contraataco utilizando Tail Whip (látigo), provocando que el pokémon de Gold ahora fuera más vulnerable a los ataques físicos. Por su parte, Cyndaquil si pudo conectar de manera directa su ataque en contra de Zigzagoon, pero sin lograr del todo dejarlo fuera de combate.
-Zigzagoon, dejémonos de juegos.- Exclamó el jovencito de castaña cabellera sin titubear. -Utiliza Extreme Speed (Velocidad Extrema) y termina con Eevee.-
-¿V-Velocidad extrema?- Repitió con desconcierto Crystal. -Estoy completamente segura de que Zigzagoon no puede aprender ese tipo de ataque.-
-Eso no tiene sentido alguno. En mi pokedex no existe información acerca de que Zigzagoon pueda utilizar o aprender ese tipo de ataque.- Informo ahora Kelly, posterior a revisar el pequeño artefacto electronico. -Esto debe ser algún tipo de truco para despistar a Gold.-
Cómo sí se tratase de un relámpago, Zigzagoon desapareció cómo por arte de magia de la vista de todos los presentes en un principio, posteriormente reapareciendo detrás de Eevee para golpearlo de manera directa, cosa que provocó que el nuevo pokémon de Gold quedara incapacitado para continuar la batalla.
-¿Pero qué demonios-…?
Gold, Crystal y Kelly se quedaron atónitos, y sus sorprendidos rostros lo demostraban a la perfección. Ninguno de ellos creía lo que acababa de pasar ni tampoco le daban crédito a sus ojos.
-Hehe, digamos qué mi Rattata no es el único pokémon especial en mi equipo.- Informó con orgullo y seguridad el jovencito. -Según tengo entendido, mi querido Zigzagoon es el único en su especie capaz de realizar este tipo de movimiento.-
-N-No puedo creerlo.- Murmuró Gold entre dientes con visible desilusión y molestia al momento en que regresaba a Eevee a su pokebola. -Este chico definitivamente no es un entrenador común y corriente. No debí de confiarme tanto. R-Rayos…-
Ante todo lo sucedido frente a él, Cyndaquil pudo sentir vívidamente cómo ahora todo el peso de la batalla recae automáticamente sobre sí, causando a la vez qué dicho pokémon colocara una nerviosa expresión en su rostro. Aquí fue más qué evidente que el pokémon de fuego no se sentía cómodo con nada de esto. El simplemente no estaba acostumbrado a lidiar con la presión de una batalla de dos contra uno.
-Sé que esto pinta muy mal para ambos.- Reconoció Gold de manera condescendiente y seria. -Pero se que puedes hacerlo, Cyndaquil. Yo confio en ti. Ahora, toma todo esto cómo una de las muchas pruebas que tendremos que superar para cumplir nuestra meta. Por ahora fijate bien en tus oponentes y mantente alerta a todos sus movimientos.-
De manera tímida, el pequeño pokémon de fuego procedió a asentir, encendiendo a toda potencia el fuego de su espalda en clara señal de querer continuar con el combate.
-Hmph… ¡Zigzagoon, vuelve a utilizar Extreme Speed (Velocidad Extrema)! ¡Rattata, tu ahora utiliza Quick Attack (Ataque Rápido)!-
Con rapidez y certeza precisión, ambos pokémon del joven retador desaparecieron nuevamente de la vista de todos por breves instantes al empezar a correr por todo alrededor del claro en dónde se llevaba a cabo el combate, reapareciendo luego a espaldas de Cyndaquil al golpearlo directamente antes de qué esté pudiera reaccionar adecuadamente. Todo esto dio cómo resultado qué el pokémon de Gold cayera estrepitosamente contra el polvoriento suelo.
-¡M-Maldición!- Exclamó Gold con rebeldía y amargura. -Levántate, Cyndaquil. Esta batalla aún no termina, amigo mio. Yo se qué aún tienes mucho más qué ofrecer.-
-Uhh… K-Kelly. Tengo una pregunta para ti.-
-¿Hmph?-
-¿Crees que Gold pueda ganar esté combate?- Cuestiona Crystal al colocar una preocupada expresión en su rostro. -Se sincera.-
-Por supuesto que sí.- Aseveró la rubia sin siquiera titubear o pensar del todo su respuesta. -El ganara. De eso no tengo la menor duda.-
-¿C-Cómo puedes estar tan segura de eso?-
-Porque conozco a Gold desde mucho antes que tú.- Aclaró la rubia con simpleza y tranquilidad. -Si existe alguien en el mundo capaz de descifrar cómo ganar en este tipo de situaciones, es mi Gold.-
Por breves instantes, Crystal permaneció en completo silencio, solamente contemplando mentalmente lo qué acababa de decir la rubia. -De acuerdo. Solo espero que tengas razón con lo qué dices.- Comentó finalmente Crystal, cruzándose de brazos. -Ojala Gold sea capaz de ganar.-
-Sabes, admiro la enorme determinación qué está mostrando tu Cyndaquil.- Reconoció el joven entrenador con una confiada sonrisa. -Cualquier otro pokémon se hubiera rendido ante esta situación, pero por lo que veo tu Cyndaquil aún desea continuar.-
-Aceptar la derrota no es una opción para nosotros.- Manifestó enérgicamente Gold al mismo tiempo que Cyndaquil finalmente volvía a ponerse en pie y encendía por enésima vez el fuego de su espalda. -¡Esta batalla aún no termina!-
-Heh, eso ya lo veremos. ¡Zigzagoon y Rattata, ataquen una vez más! Quiero que acaben con esta batalla con su próximo ataque.-
-Cyndaquil, necesito que saltes y luego utilices SmokeScreen (Pantalla de Humo) una vez estés en pleno aire.-
-¿Pero qué rayos estás intentando hacer?- Preguntó el de cabello castaño al escuchar las órdenes de Gold, justo cuando sus pokémon desaparecieron de la vista de todos para atacar. -D-Demonios… ¿No me digas qué-...?
Cyndaquil, sin pensárselo dos (2) veces y a pesar de sus muchas heridas, saltó y posteriormente apuntó al suelo su pantalla de humo, causando nuevamente qué la visibilidad disminuyera considerablemente en todo alrededor de dónde ocurrió el combate. Milésimas de segundo después de esto, se pudo escuchar un fuerte estruendo desde dentro de dicha cortina de humo, sumado a qué se hicieron presentes los aullidos de dolor por parte de Rattata y Zigzagoon debido a la falta de visibilidad, cosa qué a su vez ayudó a qué estos terminaran por atacarse el uno al otro.
-Ahora, Cyndaquil. Esta es nuestra oportunidad.- Anuncio Gold con energía y entusiasmo. -¡Utiliza Ember (Ascuas) a toda potencia y acaba con ambos!-
-N-Nooo. A-Apártense, por favor.- Ordenó el joven entrenador de manera desesperada al ver cómo el pokémon de Gold disparaba una continua serie de esferas incandescentes en dirección a sus pokémon. -¡R-Rattata… Z-Zigzagoon!-
Pero, por desgracia, las órdenes cayeron en oídos sordos. Zigzagoon y Rattata apenas si podían moverse debido a su anterior choque, por lo que inevitablemente terminaron por recibir en su totalidad el potente ataque de Cyndaquil hasta el punto de qué ambos pokémon no pudieron continuar con el combate.
-E-Eso fue… Increíble.- Reconoció el joven retador, estando claramente sorprendido por el resultado mientras que regresaba a sus pokémon a sus respectivas pokebolas. -Aunque, siendo sincero, me cuesta mucho creer que perdí. Vaya batalla la qué tuvimos.-
-Te dije que Gold lo lograría.- Murmuró Kelly en voz baja para con Crystal al guiñar uno de sus ojos. -El es un genio para formular estrategias en batalla.-
-¡Increible! ¡Simplemente increíble!- Exclamó Crystal. -Eso fue magnifico.-
-Mi Gold aprovechó la habilidad de Cyndaquil conocida cómo "Blaze" (Llamarada).- Informó la rubia. -Fue de ese modo qué el pudo acabar con tanto Rattata cómo Zigzagoon de esa manera.-
-¿B-Blaze?- Repitió Crystal al mismo tiempo que levantaba una de sus cejas. -¿Esa no es la habilidad que incrementa exponencialmente el poder de ataque de los movimientos de tipo fuego cuando estos están apunto de ser derrotados -
-Hehehe, así es.- Afirmó Kelly con una sonrisa. -Gold supo aprovechar la habilidad de Cyndaquil a la perfección. Él sabía que solo necesitaba conectar un golpe certero para ganar la batalla, por lo qué creó la perfecta oportunidad para hacerlo con la ayuda de esa pantalla de humo. Ahí solo era cuestión de qué Cyndaquil pudiese aguantar lo suficiente cómo para salirse con la victoria.-
-Esa fue una muy buena batalla.- Manifestó Gold al acercarse al muchacho que estaba enfrente de él para estrechar su mano. -Creeme que me sorprendió lo bien entrenados que están tus pokémon. Tienes mucho talento para esto.-
-G-Gracias por el cumplido. Solamente espero que esta derrota me ayude a mejorar.-
-Ya veras que mejoraras con el tiempo.- Declaró el de New Bark de forma gentil.- Por cierto, ¿cual es tu nombre?-
-Ohh… M-Mi nombre es Joey, soy de Ciudad Cherrygrove y tengo once años.-
-Pues es un gusto conocerte, Joey. Mi nombre es Gold y soy del Pueblo New Bark. Las chicas detrás de mí son mis compañeras de viaje, Crystal y Kelly.-
-Es un gusto conocerlas.- Manifestó Joey al agachar su cabeza con visible vergüenza. -Muchas gracias por dejar qué Gold aceptara mi propuesta de combate.-
-Hehe, descuida. Eso no fue nada.- Vociferó Crystal al colocar una sonrisa. -Igualmente es gusto es nuestro por conocerte.-
-Coincido con ella.- Agregó ahora Kelly. -Pero quiero agregar qué siempre es un placer ver un combate de esté tipo de calibre.-
Una fugaz sonrisa se colocó sobre el sudoroso rostro de Joey, misma qué rápidamente fue reemplazada por una más seria expresión llena de frustración. -Ughhh… Saben, esta es la segunda derrota seguida del día para mi. Primero un pretencioso pelirrojo me derrotó, y ahora pierdo de esta manera. Vaya dia el qué tengo…-
-Espera… ¿Acaso dijiste un pretencioso pelirrojo?- Cuestiona Gold de manera rápida, cambiando automáticamente el semblante de su rostro por uno mucho más estoico. -¿O sea qué no hace mucho un entrenador pelirrojo pasó por aquí y te venció en combate?-
-P-pues, sí. Exactamente así fue- Afirmó Joey con tristeza y melancolía. -Él era más o menos de tu misma estatura y edad, y creo recordar qué el estaba vestido con una chaqueta de color negro. Pero debo decir qué su método de batalla era un poco demasiado agresivo para mi gusto, además de qué me dio la ligera impresión de qué él estaba con algo de afán al querer terminar con la pelea lo antes posible. Aunque tengo qué reconocer su talento cómo entrenador. El fácilmente me vencio al utilizar a un Totodile y a un Sneasel.-
-¿Fácilmente?- Repitió Crystal sin poder creer lo que escuchó. -¿En serio él te venció tan fácilmente?-
-Me temo que sí. Apenas inició nuestro combate, el limitó la movilidad de mis pokémon con una rafaga de ataques de hielo y, desde ese momento, no pude hacer mucho. Simplemente me venció casi sin esforzarse…-
Al escuchar lo dicho por Joey, algo muy dentro del alma y orgullo de Gold se comenzó a encender de manera desenfrenada. En ese momento, él sentía un increíblemente punzante sentimiento de irritación, molestia e ira.
-Si el pudo vencer a Joey fácilmente, entonces eso significa que él es muchísimo mejor que yo cómo entrenador.- Se dijo para sí mismo Gold al tragarse metafóricamente su lastimado orgullo. -Yo apenas si logré vencerlo. Pero según Joey, él ni siquiera se esforzó en su combate. -
-¿Acaso ustedes conocen a ese pelirrojo?- Preguntó Kelly al notar el inesperado cambio de semblante que tuvo Gold. -Tengo la impresión de que aquí sucedió algo.-
-Es una larga historia.- Confesó Crystal entre suspiros. -Te contaré en el camino…-
Ciudad Violet, 2:01 P.M.
-Uff... A-Al fin llegamos.- Manifestó Crystal, soltando un largo y sonoro suspiro al momento en que el grupo finalmente ponía sus pies dentro de la enorme metrópolis, hogar de la famosa Torre Sprout, además de estar repleta de enormes edificios y personas caminando por doquier. -Estoy sumamente exhausta.-
-¿Que me dicen si vamos a almorzar?- Propuso Kelly de manera enérgica, mirando de un lado al otro en busca de algún restaurante cercano. -Luego podemos acompañar a Gold a su batalla contra el líder del gimnasio.-
-Esa me parece una excelente idea.- Reconoció la prospecto a profesora pokémon. -¿Qué dices tú, Gold?-
-Yo mejor paso.-
-¿Tú pasas?- Repitieron Kelly y Crystal, prácticamente al unísono. -¿Por qué?-
Pero Gold se limitó solo a apretar sus labios con molestia por breves instantes. -Las vere despues.- Comentó el de New Bark con frialdad, dándoles al instante la espalda a sus compañeras mientras qué esté abría la aplicación del mapa en su Pokegear. -De momento hay algo qué debo de hacer antes de comer o retar al líder del gimnasio.-
-¿Pero qué rayos sucede contigo, Gold?- Preguntó Kelly al momento en que fruncía el ceño y se cruzaba de brazos. -¿Cómo qué tienes algo qué hacer? Explicate.-
-Iré a la Torre Sprout a entrenar, ¿de acuerdo?- Denuncia Gold sin titubear. -Ese es mi plan inmediato antes qué cualquier otra cosa.-
-¿A la Torre Sprout?- Repitió la rubia. -Ohhh, ya veo.-
-Según tengo entendido, los monjes que cuidan de esa torre proveen ayuda a aquellos entrenadores que deseen mejorar sus habilidades.- Informa Gold en un tono qué denotaba su latente desesperación. -Por lo qué creo qué seria buena idea ir para allá lo más rápido posible.-
-¡P-Pero no has comido nada desde que salimos de Cherrygrove!- Argumento Crystal en un preocupado tono. -¿Estás seguro de que quieres ir a ese lugar en este preciso momento? Mi recomendación sería que-...
-Crys, mi batalla contra Joey me sirvió para ver qué aún no estoy a un buen nivel cómo entrenador. Sumado a eso, mi exceso de confianza fue un factor determinante y, si deseo vencer a los todos líderes de gimnasio de Johto y Kanto en menos de un año antes de qué inicie la próxima liga pokemon, entonces debo de esforzarme y volverme más fuerte cuanto antes junto a mis pokemon. El tiempo juega en mi contra.-
-Me parece bien lo qué intentas hacer, Gold. Yo no soy quien para entrometerme en cómo deseas volverte más fuerte.- Informó Kelly de manera alegre y comedida, colocando al mismo tiempo una pícara sonrisa. -Pero, en ese caso, nosotras podemos acompañarte para qué no vayas solo a esa torre.-
-Coincido con Kelly.- Agregó ahora Crystal. -Nosotras-...
-De ninguna manera.- Replicó Gold en un tono un poco más ácido, cosa que provocó que Crystal y Kelly intercambiaran miradas de sorpresa y preocupación. -Aprecio mucho esto qué intentan hacer, pero siento qué tengo qué ir solo.-
-P-pero-…
-Creanme que aprecio mucho todo su apoyo, pero no me sentiría cómodo con ustedes ahí presentes. Yo por lo general me concentro mucho mejor cuando estoy solo.- Declaró Gold expulsando otro suspiro, justo antes de dar un par de pasos para alejarse de las chicas en dirección a la parte más al norte de la ciudad, lugar en dónde estaba construida la famosa Torre Sprout. -Y por favor, no me sigan ni insistan más, ¿ok? Cuando termine con lo qué tengo qué hacer les prometo qué las llamaré.-
-¡G-Gold, espera un momento!- Ordenó Kelly con desesperación y angustia al dar un par de pasos al frente. -No puedo permitir que-...
-Déjalo ir.- Aseveró Crystal, tomando rápidamente de la mano a Kelly para evitar que persiguiera a Gold. -El necesita hacer esto solo.-
-Pero-…
-¿Acaso no confías en "Tu Gold"?- Pregunto Crystal con una burlona sonrisa en sus labios. -¿O es qué acaso todo lo que dijiste antes eran puras palabrerías?-
-Claro que confío en "mí Gold".- Reafirmó la rubia a regañadientes. -Es solo que no quiero estar lejos de él.-
-Lo mejor en estos casos es darle su espacio para que piense las cosas.- Comentó Crystal. -Así quizás madure un poco más cómo persona y cómo entrenador-
-Supongo que tienes razón en eso.-
