Base secreta del Equipo Rocket, Ciudad Mahogany
-Me pregunto qué rayos el quiere ahora cómo para llamarnos de esta manera.- Comenta Petrel con visible amargura y molestia, mientras caminaba junto a Proton hacia la sala de conferencias.
-Sinceramente, ni idea.- Replicó Protón de mala gana, encogiéndose de hombros y suspirando. -¿Aunque sabes lo peor de todo? Yo estaba en medio de una cita cuando me llamaron para que regresara aquí.-
-Heh… Si se hubiese tratado de una buena cita dudo que hubieras respondido al llamado.- Teorizó con una sonrisa Petrel. -¿O acaso me equivoco?-
-Punto a tu favor, querido amigo.- Declara Protón al responder a la sonrisa de su homólogo con un guiño. -Punto a tu favor.-
Instantes después al llegar y abrir la puerta de la sala de conferencias, ambos observaron que en su interior se encontraba Archer esperándolos con cara de muy pocos amigos.
-¿Qué es lo que deseas ahora, "oh, excelentísimo jefe"?- Pregunta sarcásticamente Petrel, cerrando la puerta que conducía al pasillo detrás de él para entonces acercarse a donde estaba Archer. -¿Alguna novedad?-
-Quiero que ustedes dos se dirijan a las afueras de Ciudad Violet. Más específicamente, deseo que vayan a las Ruinas de Alph lo más pronto posible.-
-Espera… ¿Acaso dijiste las Ruinas de Alph?- Cuestiono Protón de manera sutil. -¿Qué deseas que robemos de ese lugar?-
-De momento solo deseo saber si los científicos que trabajan en ese lugar ya conocen la manera de encontrar al pokemon Alfa.-
-¿Te refieres a Arceus?- Pregunto Petrel al levantar una ceja. -¿Acaso eso es posible?-
-No lo sé, pero eso es lo que deseo que ustedes averiguen en caso de qué dichas investigaciones hayan encontrado algo de valor para nosotros.- Vocifera Archer con energía, dándole la espalda a ambos en el proceso. -Desde niño siempre escuché rumores y leyendas sobre esas ruinas, además de la conexión que ellas poseen con Arceus y las legendarias ruinas perdidas de Sinjoh.-
-Hpmh… Ya veo. En ese caso haremos todo lo posible.- Replicó Petrel soltando un suspiro. -Pero no te prometo nada, ¿ok?-
Ciudad Violet, Frente al Gimnasio, 4:29 P.M
-¿Con que ese es el gimnasio de Violet?- Comentó Gold al ver desde lejos el pintoresco edificio en el que se supondría tendría lugar la batalla por su primera medalla de gimnasio. -Pero creo recordar qué esté era mucho más pequeño. Hmmm… Supongo qué quizás debieron de remodelarlo desde la última vez qué me pase por a-...
En ese preciso instante, el Pokegear del joven entrenador empezó a vibrar con intensidad e insistencia, cosa qué provocó qué Gold bajara su mirada en dirección a su muñeca, lugar en dónde yacía colocado dicho instrumento, dándose cuenta de manera inmediata qué en la pantalla led del aparato ahora aparecía escrito el nombre de su madre.
-Ughhh… Sabía que tarde o temprano esto pasaría.- Murmuró Gold con desilusión al suspirar exageradamente antes acercar el Pokegear a una de sus orejas para responder tímidamente a la llamada. -H-Hola m-madre, ¿qué tal está todo en-...?-
-¿COMO PUDISTE HACERME ESTO?- Gritó en un desesperado tono la madre de Gold. -¿ACASO NO SIGNIFICO NADA PARA TI?-
Otro exagerado suspiro fue propiciado aquí por el de New Bark antes de responder. -Por supuesto que sí te quiero madre, y lamento mucho haberme ido de esa manera. Pero es que-...
-Ni siquiera te despediste de mí, Gold. ¿Cómo pudiste hacer algo cómo eso?-
-Y-Yo dejé una carta, mamá… ¿Acaso no la leiste?-
-¿En serio crees que con una mísera carta de despedida solucionarías esto, jovencito? Pues dejame decirte qué estás en muy serios problemas.-
-L-Lo lamento. En verdad qué no fue mi intención herir tus sentimientos ni nada por el estilo, pero bien sabes qué esté ha sido mi sueño desde siempre. Literalmente tengo años preparándome para esto. Además, tu muy bien sabes lo buen entrenador qué soy.-
-Ughh… Definitivamente que eres idéntico a tu padre, Gold.- Comentó la madre de Gold con cierta molestia y entre resignados suspiros. -Al menos hubieras esperado hasta la mañana de hoy, pero ni modo. Ahora dime, ¿en dónde estás ahora mismo? ¿Ya estas en alguna ciudad?-
-E-En Ciudad Violet.- Replicó el de New Bark con una notable mezcla entre nerviosismo y miedo en su ahora temblorosa voz. -Llegue a Violet hace un par de horas atrás.-
-¿En serio ya estás en Violet? Vaya, eso sí qué fue rápido. ¿Pero entonces eso significa qué ya tienes tu primera medalla?-
-A eso iba. Estoy en este preciso momento caminando en dirección al gimnasio para retarlo.-
-¿Y ya comiste?-
-Sí.-
-¿Tienes ropa limpia?-
-Por supuesto.-
-¿Te cepillaste los dientes al levantarte?-
-S-Si…-
-¿Estás cuidando adecuadamente a tus pokémon?-
-Cyndaquil e Eevee están bien, mamá. Solo descuida y relájate, ¿ok?-
-Pues más te vale qué los cuides, Gold.- Denunció la madre de Gold con fervor. -En especial cuida muy bien de ese Eevee ya qué tu padre tuvo qué cobrar un sin fin de favores en su trabajo para conseguirte uno.-
-De acuerdo, mamá- Replicó Gold en un tono algo más apagado. -Te prometo qué cuidare muy bien de ambos.-
-Eso espero, Gold. En verdad qué eso espero...-
-Uhhh… Por cierto, mamá. Tengo algo qué quiero decirte.-
-¿Sí?-
Una breve pero incómoda pausa se suscitó en la conversación. Gold aquí rasco una de sus mejillas y después inhalo un poco de aire al tomar valor. -Uhhh… Digamos qué actualmente estoy viajando con la hija del profesor Elm.-
-¿Huh?-
-Y-y también con Kelly.-
-Ohhh… Pues me alegra mucho escuchar que se encontraran.- Comentó la madre de Gold en un tono más relajado. -Hace un tiempo le comente a ella sobre qué estabas próximo a empezar tu viaje, por lo qué ella acordó regresar para intentar ir contigo tal cómo prometieron. Esa fue la razón del porque deseaba qué esperaras hasta hoy.-
-Sí, ya más o menos ella me comentó del tema cuando nos encontramos de pura casualidad en el centro pokémon de Cherrygrove esta mañana.-
-Gold, cuida de ambas, ¿ok?-
-Lo prometo, mamá.-
-Y no me hagas abuela muy rápido. Soy muy joven para tener nietos.-
-¡N-N-NO DIGAS ESAS COSAS, MAMÁ!- Ordenó Gold de un grito al sentir cómo de manera espontánea su rostro se sonrojaba con intensidad. -¡M-Muy bien sabes que no tengo intención alguna de hacer esas cosas!-
-Era solo una broma, Gold. El punto aquí es qué quiero qué te cuides y me prometas qué no harás cosas peligrosas, ¿está bien? Yo conozco a la perfección lo buen entrenador qué eres, pero de todas formas no puedo apagar mis sentimientos cómo mamá. Tu seguridad y felicidad son muy importantes para mi.-
-Ok, lo prometo, madre. Tienes mi palabra.-
-De acuerdo, cariño. En ese caso, iré a preparar la cena para cuando llegue tu padre.-
-Saludalo de mi parte.-
-Esta bien, pero antes de terminar tengo que decirte una cosa más…-
-¿S-Sí?-
-No creas ni por un segundo qué esto ha terminado, Gold Ethan Tsubasa Shinoda. Cuando regreses a casa, te las verás conmigo por haber huido de esta manera.-
-Oh, por el amor de Arceus… ¿En serio?-
Instantes después, y luego de haber cerrado la llamada, Gold soltó un muy exagerado y sonoro suspiro. El, sin haberse dado cuenta del todo, ya estaba parado frente al gimnasio de la ciudad.
-¿En dónde rayos están esas dos?- Se preguntó el de oscura cabellera en voz alta al mismo tiempo que se cruzaba de brazos. -Se supone que-...
-Aquí estamos.-
Gold reconoció, por acto reflejo, la voz de Crystal y se volteó solo para ver a sus compañeras cómodamente sentadas en un largo banco de madera a un par de metros del gimnasio y con cara de muy pocos amigos. Aparentemente ambas estaban molestas por alguna razón.
-¿P-pero como es que-...?
-Nos ignoraste y luego nos pasaste de largo.- Informó Crystal frunciendo el ceño y cruzándose de brazos. -Ni siquiera nos notaste.-
-¿Ah sí?-
-Así es.- Afirmó Kelly al cambiar el semblante de su rostro a uno más tranquilo. -Déjame adivinar, estabas hablando con tu mama, ¿cierto?-
-Uhh, pues sí. Así fue.-
-Eso lo explica todo.- Declaró la rubia al suspirar. -Tu lenguaje corporal te delato.-
-No puedo evitarlo. Hablar con mi madre me pone un poco… uhhh, "tenso".-
-Ya lo notamos.- Agregó Crystal al mirar a Gold con condescendencia y algo de pena. -En verdad qué ya lo notamos.-
-Además, digamos que también estoy un poco nervioso.-
-¿Por tu batalla de gimnasio?- Pregunto ahora Kelly.
Sin pena ni gloria, Gold lentamente asintió ante sus compañeras, bajando después su mirada en el proceso.
-Es normal que te sientas así.- Informó la rubia, manteniendo nuevamente su apacible tono de voz. -No es un secreto lo mucho qué esperaste por esté momento. Raro sería qué no te sintieras nervioso o al menos con sentimientos encontrados.-
-En ese caso, creo que tengo algo que podría ayudarte a controlar un poco tus nervios.- Anunció repentinamente Crystal para luego colocar una sonrisa.
-¿Algo que podría ayudarme? ¿De qué se trat-...?
De manera rápida y sin aviso alguno, Crystal dio un par de pasos al frente, se acercó a Gold, y luego le dio un breve abrazo acompañado de un efímero beso en su mejilla.
-Uhhh… C-Crys, ¿A qué se debió eso?- Pregunto Gold en un nervioso tono, al mismo tiempo en que su rostro se tornaba de color rojo escarlata. -N-No lo enti-...
-N-No me malinterpretes.- Aclaró rápidamente Crystal de manera tajante, también teniendo el rostro igual de enrojecido qué Gold. -Solo lo hice para calmar tus nervios.-
-¿Huh?-
-Hace mucho qué leí en una revista que para ayudar a alguien a relajarse cuando está asustado o nervioso, se necesita hacer algo inesperado o poco usual para sorprenderlo. Pero en este caso en particular supongo que puedes tomar esto como un regalo para la buena suerte de mi parte.-
A todo esto, Kelly no podía darle crédito alguno a lo que acababa de observar. Su pálido rostro ahora estaba tan rojo cómo un tomate, sumado a qué la ira dentro de su ser poco a poco empezaba a nublar su ya mancillado juicio.
-Ok, qué comience la guerra entonces- Murmuró para sí misma Kelly, empujando a un lado a Crystal de manera para nada sutil, tomando luego por sorpresa a Gold para besarlo tiernamente en los labios, cosa que no solo dejó boquiabierta a Crystal por lo osado de la acción, sino que también sorprendió a varios curiosos transeúntes quienes caminaban muy cerca del lugar y en dirección a la parte sur de la ciudad, hasta el punto de provocar leves cuchicheos por todos los alrededores por parte de quienes terminaron presenciando lo ocurrido.
Sí Gold se había ruborizado visiblemente con el abrazo y beso en la mejilla de Crystal, entonces el beso en los labios de Kelly hicieron qué el de New Bark se sintiera momentáneamente en el paraíso. Aquí el joven entrenador noto muy en su interior cómo algo se derretía dentro de sí, sumado a qué su corazón aumentó la velocidad de sus latidos de manera desenfrenada.
-¿P-P-Pero qué demonios crees que estás haciendo?- Cuestionó Crystal con el rostro en su totalidad enrojecido, instantes antes de separar a Kelly de los labios de Gold de un empujón. -¿P-Por qué hiciste eso? ¿Acaso no tienes vergüenza? Hay personas viéndonos.-
-Heh, pero sí solo hago lo mismo que tú.- Informó Kelly con una enorme y malévola sonrisa en sus labios. -Solo intento que MI GOLD se olvide de sus nervios.-
-Grrr… P-Pero lo que hice fue completamente distinto. Mi intenciones fueran puras.- Aseveró Crystal aún visiblemente avergonzada y ya con los nervios de punta. -T-Tu lo qué estás haciendo es-...
-Un pequeño e insignificante beso en la mejilla jamás se comparará a un tierno y dulce beso de amor en los labios.- Agrega la rubia al interrumpir a Crystal de manera agresiva. -Lo lamento por ti, Crys.-
-C-Chicas, controlense por favor.- Propuso Gold de manera intrépida, pero aún evidentemente bajo los efectos del beso de Kelly al notar cómo paulatinamente la situación empezaba a salirse de control. -Esto no es una competencia ni nada por el estilo.-
-¡TU NO TE METAS!- Gritaron agresivamente ambas chicas al unísono.
Gold termina aquí por mirar a ambas chicas con notable asombro y desasosiego al momento en qué más preguntas se generaron dentro de su mente frente lo sucedido. -¿Acaso a esto se refería el anciano monje Jin cuando me dijo que debería tomar una decisión entre dos personas importantes para mí?-
-¡Gold, debes de elegir aquí y ahora!- Ordenó Kelly con una complaciente sonrisa al mismo tiempo en que se ajustaba sus anteojos y miraba al de New Bark directamente a sus ojos. -Elige entre "ESA" o yo.-
-¿"ESA?- Repitió Crystal con cara de pocos amigos y ya prácticamente al límite de su paciencia. -¿A quien rayos le dices "ESA"?-
-C-Chicas, por favor calmense. E-En verdad qué no es el momento ni el lugar para que-...
-¿PERO QUÉ RAYOS CREEN QUE ESTÁN HACIENDO AFUERA DE MI GIMNASIO?- Preguntó inmediatamente, al salir del gimnasio, un visiblemente alterado sujeto al menos tres o cuatro años mayor que Gold, y quien estaba vestido con un elegante gi de color celeste con detalles en azul y blanco. Gold, al inspeccionar de mejor manera al sujeto con su mirada, pudo ver cómo su medianamente larga cabellera le cubría uno de sus ojos.
-¡TU NO TE METAS!- Volvieron a ordenar de un grito Crystal y Kelly, pero esta vez enfocando sus agresivas miradas en el recién llegado. -¡ESTE NO ES ASUNTO TUYO!-
El sujeto en cuestión se quedó frío e intercambio de manera nerviosa su mirada con Gold luego de lo sucedido. Él definitivamente no se esperaba tal reacción o respuesta.
-Woa… E-Espera un momento, ¿acaso dijiste tu gimnasio?- preguntó Gold rápidamente al caer en cuenta de las palabras del recién llegado. -¿T-Tu eres el líder de este gimnasio?-
-En efecto. Yo soy el líder de gimnasio de Ciudad Violet.- Aseveró el peliazul de manera seria y frunciendo el ceño en clara señal de descontento. -Mi nombre es Falkner, y me resulta bastante molesto que resuelvan sus problemas amorosos frente a mi gimnasio, así que por favor ve a otro lado con tus novias y-...
-Y-Yo no soy su novia.- Informó Crystal sonrojándose y cruzando sus brazos en respuesta. -Tch… Ya él quisiera que lo fuera.-
-Bueno, yo sí fui su novia.- Agregó ahora Kelly sin titubear, sonriendo de manera desafiante ante todos. -Y estoy segura de que lo volveré a ser en un futuro muy cercano.-
-Ughh… Solo ignoralas.- Manifestó el de New Bark aún sonrojado y avergonzado por toda la situación al mismo tiempo en que fulminaba con la mirada a sus compañeras para que guardaran silencio. -En serio lamento mucho todo esto. Pero yo estoy aquí para tener una batalla pokémon por la medalla de este gimnasio.-
-Hmph… ¿Con qué vienes por mi medalla? Preguntó retóricamente Falkner antes de soltar un exagerado suspiro. -De acuerdo, de acuerdo, aceptaré tu desafío.-
-¿E-en serio?-
-Así es. A pesar de todo esto, no soy el tipo de persona que rechaza a un retador.-
-A-Agradezco de todo corazón su amabilidad.- Exclamó Gold al hacer una pequeña reverencia al estilo de los monjes de la Torre Sprout. -Y créame que lamento mucho el comportamiento de mis compañeras.-
-Solo olvídalo y resuelve lo que tengas que resolver con ellas.- Replicó Falkner de manera mucho más tranquila y serena. -Les daré un par de minutos para que hablen. Cuando estén listos, solo entren.-
-M-Muchas gracias.- Reitero Gold al nuevamente agachar su cabeza.
Falkner replicó ante Gold con una más calmada sonrisa. -Te estaré esperando adentro.- Fueron las palabras del líder de gimnasio antes de darse media vuelta para volver a entrar a su gimnasio. -Solo no me hagas esperar demasiado. Mi tiempo es bastante limitado el dia de hoy y tuviste suerte de qué en esté preciso momento estoy libre cómo para aceptar tu reto.-
-D-De acuerdo.- Replica Gold al ahora fijar su molesta mirada sobre Crystal y Kelly. -Nuevamente me disculpo por lo sucedido aquí.-
A todo esto, ambas chicas permanecieron en completo silencio, simplemente a la expectativa de lo que su compañero diría. Ellas estaban anuentes de que su comportamiento dejó mucho qué desear al terminar por atraer innecesariamente mucha atención de la debida.
-Ok… ¿Me harían el enorme favor de portarse cómo personas decentes?- Manifiesta Gold de forma seria y claramente al borde de su paciencia. -Por lo menos comportense hasta que termine mi batalla con Falkner, ¿o acaso eso es mucho pedir?-
Crystal y Kelly inmediatamente asintieron y posteriormente se encogieron de hombros cómo por acto reflejo debido a su arrepentimiento.
-Miren, esta batalla es muy importante para mí. De esto depende mi futuro y mi sueño, por sí no lo habían notado.- Informó el de New Bark al cruzarse de brazos, pero sin despegar la mirada de sus compañeras. -Y si ustedes continúan peleando de esta forma por cualquier estupidez, entonces no podré concentrarme del todo y lo más probable es qué no pueda dar mi cien por ciento en el combate.-
-Y-Ya lo entendimos, Gold. No te preocupes.- Alegó Crystal con tristeza y evitando mirar del todo a su compañero. -Ambas lo lamentamos. Fue terriblemente estúpido el comportarnos de esta manera en público.-
-Tch… Concuerdo con ella.- Acepto ahora Kelly a regañadientes. -En serio lo lamentamos mucho.-
-Cuando mi batalla de gimnasio termine y encontremos dónde hospedarnos, les prometo que les daré una respuesta a ambas sobre todo esto.- Aseveró Gold al exhalar todo el aire de sus pulmones. -Pero en serio, comportense y no peleen, ¿de acuerdo?-
Ambas chicas asintieron enérgicamente, cosa qué le quitó un enorme peso de encima al de New Bark quien vuelve a ajustar su tan preciada gorra sobre su cabeza. -Saben, yo no soy la clase de chico qué es tan estupido o indiferente para estas cosas. -Informa Gold con rapidez y vergüenza, antes de sorpresivamente darle un beso en la mejilla a cada una de las chicas. -Pero en verdad necesito que me tengan un poco más de paciencia, ¿ok? Solo quiero qué recuerden qué mi intención desde un principio siempre fue la de viajar solo y nada de esto estaba dentro de mis planes.-
Tanto Crystal cómo Kelly se miraron la una a la otra con desconcierto y confusión, más las palabras de Gold provocaron qué el dúo asintiera y se sonrojara con intensidad.
-Y-Yo… Uhhh… No es cómo si quiero estar contigo o algo por el estilo, ¿ok? Ni siquiera me gustas ni tampoco siento algún tipo de atracción por ti.- Proclamó Crystal al voltearse para evitar que sus compañeros vieran lo ruborizada qué ya estaba. -S-Solo no quiero que estes con "ESA".-
-Hmph. ¿Así que al fin revelaste tus colores?- Se pregunta Kelly mentalmente. -Perfecto, con gusto aceptó el desafío. Al final seré yo la qué triunfe.-
-Ughhh… ¿Como rayos termine metido en esta situación?- Dijo Gold para sí mismo entre intensos suspiros. -Me pregunto qué Red haría en esta situación.-
Poco después al entrar de lleno al gimnasio, Falkner guió al grupo inmediatamente a la parte de atrás del gimnasio, lugar en donde se encontraba un amplio campo de batalla perfectamente delimitado.
-Ellas se pueden sentar por allá sí así lo desean.- Informó comedidamente Falkner, señalando unas relucientes gradas de metal a un lado del campo, para luego dirigirse al otro extremo del lugar en donde estaba colocado un compacto mueble de madera, muy parecido a un estante, con varias pokebolas en la parte superior.
-¡Buena suerte, Gold!- vociferó Crystal con ánimo al colocar una amable sonrisa en su rostro, poco después de sentarse junto a Kelly en la primera fila de las graderías. -Confiamos en ti.-
-¡Tu puedes vencerlo!- Grito ahora la pequeña rubia, formando al mismo tiempo un corazón al juntar sus pulgares y dedos índices de ambas manos. -Confiamos en que lograrás la victoria.-
Frente a esto, Gold se limitó a responder a sus compañeras con una recatada sonrisa. Sin embargo, muy en su interior él se sentía el chico más afortunado del mundo al tener dos hermosas chicas apoyándolo de esa manera, más esté necesitaba mantenerse sereno sí deseaba concentrarse adecuadamente para la inminente batalla por la qué sería su primera medalla.
-Bienvenido al gimnasio de Ciudad Violet. Cómo ya sabes, mi nombre es Falkner y soy oficialmente el líder de este lugar. Ahora, ¿me permitirías saber cual es tu nombre, de dónde vienes y la cantidad de medallas y pokémon qué tienes a tu disposición?-
-Ahh… Pues mi nombre es Gold Ethan Tsubasa. Soy de Pueblo New Bark, actualmente solo tengo dos pokémon a mi disposición y esta seria mi primera batalla de gimnasio.-
-Ohh… Ya veo. Con qué eres un entrenador novato en busca de su primera medalla.- Comenta Falkner en un tono un poco más condescendiente, poco antes de tomar un par de pokebolas del estante de madera. -De acuerdo, en ese caso yo también utilizaré dos pokémon. Pero qué me dices de las reglas. ¿Deseas algún tipo de regla especial o algo por el estilo?-
-Las reglas estándar de la liga pokémon estarían bien para mi.- Declaró Gold sin titubear.
-Perfecto. Entonces esta será una batalla de uno contra uno, sin sustituciones.- Anuncio Falkner al asentir, lanzando luego una pokebola al campo, misma qué al abrirse revela a un Pidgetto. -Y la única manera de sustituir a un pokémon sería cuando esté caiga rendido y no pueda continuar.-
El de New Bark también asintió, poco después de la aparición del pokémon de Falkner. -Me parece bien.- Asegura Gold, milésimas de segundo antes de exhalar un poco más de aire, para entonces lanzar el también una pokebola al campo. -¡Eevee, yo te elijo!-
-Ohhh, ¿así que tienes un Eevee?- Pregunto Falkner de manera retórica, mirando de arriba a abajo al pokémon de Gold. -Ellos son pokémon extremadamente raros que prácticamente solo los familiares o amigos del clan de las chicas kimono de Ciudad Ecruteak, y otro selecto grupo de personas, pueden conseguir. Dime, ¿acaso tienes alguna afiliación con ese clan?-
-En lo absoluto.- Replicó Gold al negar de manera automática con su cabeza. -Este Eevee fue un regalo de mi padre.-
-Heh, pues ese sí qué es un interesante regalo.- Comentó Falkner, frunciendo ahora su ceño. -En fin, demuestrame de lo que tu y tus pokémon son capaces, Gold Tsubasa. Te daré el honor de que inicies el combate.-
Gold vuelve a asentir frente al líder de gimnasio. -Hmph, con mucho gusto. ¡Eevee, empecemos utilizando Leer (Malicioso)!-
-¿Con que tratando de reducir nuestra defensa? ¡Pidgeotto, utiliza Gust (Tornado)!-
Antes de que Eevee tan siquiera pudiera tener la oportunidad de atacar, Pidgeotto haciendo gala de su prodigiosa velocidad, creó un enorme torbellino tan solo al batir un par de veces sus alas, mismo qué comenzó a succionar poco a poco a Eevee quien se vio obligado a clavar sus garras contra el suelo y se aferró como pudo para evitar ser arrastrado.
-Tch, maldición. Esto es bastante malo.- Pensó Gold con molestia, apretando su mandíbula, y al ver que Eevee no podía moverse del todo debido al violento torbellino. -No hay manera de que Eevee pueda esquivar o neutralizar un ataque de este tipo. ¿Que se supone debo de hacer?-
Con cada milésima de segundo que pasaba, Eevee se acercaba más y más a ser completamente absorbido por el torbellino. Gold estaba ahora en un enorme predicamento, y su rostro reflejaba a la perfección su agonía y desesperación.
-Debo de pensar en algo, y rápido.- Se dijo mentalmente el de New Bark con angustia al sentir cómo su corazón volvió a acelerar el ritmo de los latidos de su corazón, tratando al mismo tiempo de enfocarse para analizar la situación desde otro ángulo diferente. -Ok… necesito pensar en una manera de atravesar ese torbellino sin que Eevee sufra daño. ¿Pero cómo hago algo así?-
-¡No te rindas, Gold!- Gritó Kelly enérgicamente desde las graderías al ver a su compañero titubear. -¡Se que puedes ganar!-
-¡Vamos, Gold! ¡Tú puedes resolver esto!- Gritó ahora Crystal. -Recuerda que confiamos en ti.-
-¡Pidgeotto, sigue así!- Ordenó Falkner con emoción. -Continua batiendo tus alas que tarde o temprano Eevee sucumbirá y será absorbido por tu torbellino.-
-R-Rayos. Eevee, se que lo que te pediré es sumamente arriesgado, pero quiero que utilices Quick Attack (Ataque Rápido) para atravesar el remolino.-
Eevee, quien a duras penas se podía aferrar al suelo del campo de batalla con ayuda de sus garras, miró a su entrenador con gran incertidumbre y se notaba a simple viste que él no estaba seguro de la decisión de Gold.
-Solo confía en mí, Eevee. Tengo un corazonada. Ya verás cómo todo saldrá bien, pero en verdad necesito qué confíes en esta estrategia.-
Eevee, a pesar de sus muchas dudas con respecto a la orden dada por su entrenador, finalmente decidió dar un voto de confianza a la estrategia de Gold. Milésimas de segundo después, esté se suela para entonces correr a toda velocidad en dirección al mismo torbellino con toda la intención de atravesarlo.
-¡Pidgeotto, utilicemos "el plan B"!- Exclamó Falkner con una enorme y confiada sonrisa en sus labios. -Ya sabes qué hacer.-
-¿P-Plan B?-
En el acto, y gracias a la velocidad extra qué le otorgó utilizar Quick Attack (Ataque Rápido), Eevee logró sin problemas atravesar el remolino sin recibir daño alguno. No obstante, Pidgetto, justo antes de qué el pokémon de Gold pudiese tocar el suelo, termina por acometer y embestir a Eevee, golpeándolo de forma directa con su cuerpo.
-I-Increíble, simplemente increíble. Todo eso fue una trampa bien elaborada.- Destacó una sorprendida Crystal al observar el resultado del ataque del pokémon de Falkner. -Incluso yo, qué no soy una experta en batalla, puedo notar qué esté encuentro es algo a un nivel muchísimo superior a qué cuándo Gold se enfrentó con Joey. Es cómo comparar el dia con la noche.-
-Ese fue un ataque doble combinado a la perfección.- Agregó ahora Kelly en un tono algo más apagado, frunciendo su ceño con desdén. -Creo qué se podría decir inclusive qué Falkner indirectamente incitó a Gold a qué intentara atravesar el torbellino. Todo esto estaba dentro de sus planes y Gold cayo redondo.-
Poco después del ataque de Pidgeotto, el pokémon de Gold a duras penas logró incorporarse. Era más qué aparente qué el ataque fue un golpe crítico, cosa qué Gold noto al instante después de ver lo lastimado qué resultó su pokémon.
-¿Qué te pareció esa estrategia, Gold?- Pregunto Falkner en un orgulloso tono. -Dudo mucho que un chico común y corriente pueda lograr resolver la manera de derrotarme.-
-Heh, tengo que aceptar qué esa es una buena estrategia. Igualmente reconozco que tienes bastante razón en lo que dices.-
-¿H-Huh? ¿Entonces aceptas la derrota?- Pregunto un tanto sorprendido Falkner por la repentina respuesta de Gold. -¿Acaso te estas rindiendo?-
-Hmph, creo que estas malinterpretando mis palabras, Falkner. Yo no tengo la más mínima intención de rendirme. Ni aquí, ni en un futuro cercano. El rendirme no está en mi naturaleza.-
-¿Huh?-
-Es cierto qué lograste crear una estrategia única y extremadamente efectiva qué mezcla características defensivas y ofensivas al mismo tiempo.- Concedió Gold sin perder la tranquilidad, sonriendo ahora de manera desafiante. -Y también reconozco qué un entrenador común y corriente no sería capaz de encontrar la forma de vencerte. Pero, muy para tu mala suerte, yo, Gold Tsubasa, no soy un entrenador más del montón ni mucho menos un novato sin experiencia. Aquí y ahora verás cómo me las arreglare para vencerte a ti y a tu estrategia. Solo es cuestión de tiempo.-
Frente al pequeño monólogo de su retador, Falkner no pudo evitar volver a observar de arriba a abajo a Gold con una anonadada expresión antes de volver a sonreír. -Hahaha, pues me agrada bastante esa actitud, Gold. Pero sinceramente espero qué puedas sustentar todo eso qué dijiste. ¡Pidgeotto, utiliza Gust (Tornado) nuevamente pero a toda potencia!-
Eevee, con todas las fuerzas que le quedaban en su agotado cuerpo, se aferró nuevamente con sus garras al suelo para evitar ser absorbido por el torbellino.
-¡Eevee, déjate llevar por el torbellino!- Ordenó Gold sin dudarlo y con una seria expresión. -Tienes qué volver a confiar en mí, ¿de acuerdo?-
-¿Huh?-
Tanto Falkner, como también Crystal e inclusive Kelly, se asombraron al escuchar la orden dada por el de Pueblo New Bark. -¿Pero qué rayos estás tramando con eso qué dices?- Preguntó con curiosidad Falkner. -¿Acaso perdiste la cabeza o simplemente la desesperación se te subió al cerebro?-
Muy a pesar de la orden de Gold, y siguiente al pie de la letra lo dicho por su entrenador, Eevee se dejó llevar por el torbellino, cosa qué inmediatamente provocó qué esté fuese absorbido y después comenzará a girar dentro del mismo sin parar.
-¿Pero qué rayos-...?-
-¡Ahora, Eevee, acaba a Pidgeotto utilizando Quick Attack (Ataque Rápido)!-
En un espectacular giro de eventos qué asombró a todos hasta dejarles con la boca abierta, el pokémon de Gold utilizó a su favor la fuerza centrífuga del ataque de Pidgeotto al salir ahora disparado desde dentro del torbellino con ayuda de Quick Attack (Ataque Rápido) en dirección al Pidgeotto, quien, al no poder reaccionar debido a la increíble velocidad con la qué se aproximaba el pokémon de Gold, termino inevitablemente por ser golpeado directamente por Eevee, causando a la vez qué el pokémon de Falkner quedara inconsciente sobre el suelo.
Falkner quedó atónito y boquiabierto ante la osada hazaña realizada por el pokémon de Gold. El simplemente no podía creer qué tanto su pokémon cómo también su estrategia fueran tan fácilmente vencidas de esa manera ante sus ojos.
-T-Tu… ¿C-Cómo es posible esto?- Preguntó el líder de gimnasio, claramente en un aparente estado de shock. -¿E-En serio esto acabo de pasar?-
-Tu falla fue qué no pensaste en qué yo, un supuesto entrenador novato sin experiencia ni medallas, podría resolver un escenario cómo este.- Aseguró Gold nuevamente en un tono más apático y frío, ajustando luego su gorra de la suerte sobre su cabeza. -Tu ciega confianza, además de tu menosprecio por lo qué yo podría ser capaz de lograr, fueron los qué me permitieron utilizar tu propia estrategia a mi favor.-
-Hmph… Pues definitivamente qué no eres un entrenador ordinario y del montón. Retiro lo dicho antes.- Replicó Falkner de mala gana, regresando al instante a Pidgeotto a su pokebola para qué descansara. -A pesar de no poseer medallas, tengo qué reconocer tu increíble potencial. No cualquiera es capaz de ver el flujo de una batalla de esta manera, sumado a qué creaste casi al instante una estrategia de esté tipo. Con humildad acepto mi error al subestimar tu talento, pero no por esto me rendiré. ¡Ahora es tu turno, Noctowl!-
Acto seguido, Falkner arroja otra pokébola sobre el campo de batalla, revelando poco después a otro imponente pokémon de tipo normal volador en Noctowl.
-¿Con qué ahora utilizaras un Noctowl? Ok, veamos qué dice el pokedex sobre el.- Murmuró Gold para sí mismo, sacando luego del bolsillo lateral derecho de su pantalon el compacto artefacto electronico de color rojo escarlata.
Noctowl: Sus ojos están especialmente adaptados, concentrando la luz para poder ver en la oscuridad. Noctowl no falla a la hora de cazar a su presa en la oscuridad. El éxito se lo debe a una vista privilegiada, que le permite ver donde apenas hay luz, y a las ligeras y flexibles alas que tiene, que no hacen ruido alguno al volar.
-Heh, creo qué es la primera vez que veo un Noctowl de cerca.- Comentó Gold con asombro al admirar al pokemon de Falkner. -Siempre observó en los alrededores de Pueblo New Bark varios HootHoot por las tarde y las noches, pero nunca a un Noctowl.-
-Pues te sorprenderá lo que él es capaz de hacer.- Informó Falkner de manera confiada y al apuntar con el dedo índice de su mano derecha al pokémon de Gold. -¡Noctowl, terminemos a ese Eevee de una vez y por todas con Uproar (Alboroto)!-
-¡Eevee, contraataca y utiliza Swift (Rapidez)!-
Noctowl, al igual que Pidgeotto antes que él, poseía una increíble velocidad de movimiento, por lo que esté rápidamente esquivó sin problemas el ataque de Eevee, abriendo después su pico al comenzar a emitir ondas sonoras de alta frecuencia las cuales aturdieron casi al instante al pokémon de Gold. Una vez sucedió esto, Eevee permaneció inmovil y optó por cubrirse sus orejas con sus patas delanteras.
-¿P-Pero qué rayos? ¡Eevee, muévete!- Ordenó Gold con desesperación al ver lo sucedido. -¿Que te sucede?-
-Qué pasa, Gold, ¿acaso no es obvio?- Pregunta Falkner en un tono condescendiente, apuntando al mismo tiempo a Eevee. -Solo mira detenidamente y te daras cuenta.-
-Espera… S-Son sus orejas. ¡El ataque de Noctowl está dirigido específicamente a las orejas de Eevee!
-¡Bingo!- Exclamó enérgicamente Falkner antes de posteriormente chasquear los dedos de su mano izquierda. -Los Eevee son pokémon extremadamente sensibles a los sonidos fuertes debido a sus enormes orejas. Los ataques de este tipo son altamente efectivos contra ellos.-
-Y justo cuando pensábamos que Gold tenía la delantera, Falkner saca otro as bajo la manga para neutralizar la situación.- Comentó Crystal al ver que Eevee finalmente quedó rendido en el campo. -La batalla ahora está empatada. Supongo que no es por nada que él sea un líder de gimnasio.-
-El poder de los líderes de gimnasio de Johto es sorprendente.- Manifestó con emoción Kelly. -A pesar de que su anterior estrategia fue disuelta, Falkner pudo empatar la pelea sin mayores problemas. Eso, sin lugar a dudas, es digno de reconocimiento.-
-Eevee, ese fue un excelente trabajo y mereces un largo descanso.- Reconoció Gold al regresarlo a su pokebola para luego elegir a su siguiente pokémon. -¡Cyndaquil, es tu turno!-
Inmediatamente al salir de su pokebola, el pokémon de fuego encendió a toda potencia las llamas de su espalda en clara señal de que estaba listo para batallar.
-Interesante pokémon él qué tienes ahí.- Comentó Falkner. Solo espero qué él pueda hacerle frente a lo qué está por venir. ¡Noctowl, Aerial Ace (Golpe Aéreo)!-
-Tch, Cyndaquil, esquivalo y contraataca con Ember (Ascuas).-
En gran parte a su buena agilidad y destreza, Cyndaquil logró salir ileso al esquivar todos y cada uno de los repetidos intentos de Noctowl por golpearlo. No obstante, el pokémon de Falkner se terminó por llevar la peor parte del choque, toda vez qué Cyndaquil logró de alguna manera impactarle ligeramente con sus ataques de fuego.
-Eso estuvo demasiado cerca para mi gusto.- Comenta el de New Bark con alivio frente al resultado del choque inicial. - ¡Buen trabajo, Cyndaquil!-
-Nada mal, Gold, nada mal.- Manifestó Falkner en un agresivo tono. -Sin embargo, Noctowl tiene una increíble cantidad de defensa especial. Ember (Ascuas) apenas si le causo daño.-
-Hmph, eso puedo notarlo, pero igual gracias por comentarlo.-
-Tch, Noctowl, dejémonos de juegos y carga energía para utilizar Psychic (Ataque Psíquico).-
El pokémon volador asintió ante la orden de su entrenador y luego rodeó completamente su cuerpo en una peculiar aura de color azul brillante. Noctowl estaba acumulando una gran cantidad de energía en su cuerpo para utilizar en el siguiente ataque.
-Cyndaquil, vuelve a utilizar Ember (Ascuas) para interrumpirlo. No puedes dejar que el siga cargando más energía o, de lo contrario, estarás acabado.-
Sin pensárselo dos veces, Cyndaquil escupió una gran cantidad de pequeñas y resplandecientes esferas de fuego, mismas qué justo antes de poder conectar contra el pokémon de Falkner, se detuvieron en seco a escasos centímetros de Noctowl cómo por arte de magia.
-¿Pero qué demonios... ?-
-Lo lamento mucho, Gold. Pero ya es muy tarde.- Declaró Falkner con una pretenciosa sonrisa. -¡Noctowl, ya sabes que hacer!-
El pokémon volador, quien aun estaba rodeado por la brillante aura de color azul, hizo levitar a Cyndaquil para luego arrojarlo primero contra su propio ataque, el cual aun estaba suspendido en medio del aire, y posteriormente lo estrelló violentamente contra el suelo un par de veces.
-¡C-CYNDAQUIL!- Grito Gold con desesperación y agonía ante las miradas llenas de preocupación que colocaron Crystal y Kelly. -¿E-Estas bien? ¿Puedes levantarte?-
A punta de pura e inquebrantable fuerza de voluntad, el pequeño pokémon de fuego logró permanecer consciente luego del brutal contraataque de Noctowl. Pero, en esté mismo sentido, era sumamente obvio qué Cyndaquil no estaba en buenas condiciones y a duras penas podía mantenerse de pie. Las heridas y moretones en todo alrededor de su cuerpo le estaban imposibilitando moverse del todo.
-Hmph… En verdad qué nada mal. Acepto que tu Cyndaquil tiene muchas más agallas de las qué aparenta.- Manifestó Falkner al ver que el pokemon de fuego aun deseaba continuar la batalla. -Pero no solo con agallas se puede ganar una batalla de Gimnasio. Noctowl, terminemos su agonía con Aerial Ace (Golpe Aéreo).-
-¿Acaso es así como termina mi primera batalla de gimnasio?- Se preguntó Gold mentalmente con tristeza y resignación al ver cómo poco a poco Noctowl se acercaba para terminar con Cyndaquil. -¿Todo esto fue para nada? ¿Que mierda se supone puedo hacer en esta situación?-
-¡Cyndaquil, esquiva, por favor!- Ordenó Kelly con desesperación desde las gradas. -¡Tu puedes hacerlo!-
-¡No te dejes vencer, Cyndaquil!- Grito Ahora Crystal. -¡Debes de contraatacar!-
Cyndaquil, a pesar de estar sumamente lastimado y al borde de todas sus habilidades físicas, rápidamente encendió las llamas de su espalda a toda potencia antes de realizar un desesperado contraataque al disparar varias decenas de esferas de fuego. Ahora, y en consecuencia de esto, Noctowl, quien se venía acercando al volar con toda la intención de acabar con Cyndaquil en un último ataque, terminó por retroceder debido a las varias quemaduras en sus patas y alas gracias al inesperado contraataque propiciado por el pokémon de Gold.
-T-Tu… ¿Tu hiciste todo esto por mí?- Preguntó Gold con incredulidad al presenciar en primera fila el esfuerzo de Cyndaquil por continuar con la pelea. -Y-Yo… Ughh, lamento mucho haber dudado. Por un segundo me dejé llevar, pero gracias por mantener vivo nuestro sueño. En verdad qué no podía pedir un mejor pokémon qué, Cyndaquil.-
En respuesta, Cyndaquil volteo su cabeza y sonrió con confianza frente a Gold para después asentir ante Crystal y Kelly. El pokémon de fuego con todo esto intentaba dar a entender qué aún podía y quería conseguir la victoria a cómo diera lugar.
-Grr… ¡Noctwol, vuelve a utilizar Psychic (Ataque Psíquico) una vez más!- Ordenó Falkner con notable molestia por lo ocurrido. -Acabemos con esto ahora sí en el próximo ataque.-
Por segunda vez en lo qué iba de la batalla, el pokémon volador normal nuevamente se vuelve a rodear activamente de un aura de color azul brillante, en un abrir y cerrar de ojos, envolviendo al instante a Cyndaquil en un aura similar al momento de volver a hacer qué esté levitara por el aire.
-Fue un gran placer tener esta batalla contra ti, Gold.- Confesó Falkner sintiéndose victorioso y sabiendo que tenía la victoria en sus manos. -Reconozco tu potencial como entrenador, pero-...
En ese preciso instante, un rayo de luz extremadamente resplandeciente rodeo por completo el cuerpo de Cyndaquil, provocando qué el pokémon de fuego terminara rápidamente por cambiar su aspecto físico.
-¿Pero qué está sucediendo con él?- Preguntó Kelly, observando con ahínco lo qué sucedía, casi sin pestañear. -¿Acaso el esta-…?-
-Así es, Kelly. Es exactamente lo qué crees qué está sucediendo- Manifestó Crystal con emoción. -¡Cyndaquil está evolucionando!-
Noctowl, por su parte, y debido a la resplandeciente luz que genero la evolución de Cyndaquil, quedo aturdido y se dejó caer estrepitosamente al suelo, lo que causó la fortuita ruptura de la atadura psíquica que tenía sobre el pokemon de fuego.
-Cynda-... No, mejor dicho, Quilava. Acabemos con esta batalla de una vez por todas. ¡Ve y ataca a Noctowl con Quick Attack (Ataque Rápido)!-
-Maldición, ¡Noctowl, evade ese ataque!- Ordenó con desesperación Falkner al ver que su pokemon estaba aún aturdido e inmóvil. -¡L-Levántate!-
Quilava, aprovechando la inmejorable oportunidad que le otorgó el resplandor de su propia evolución, embistió rápidamente con todas sus fuerzas al pokémon volador, provocando automáticamente qué esté quedará fuera de combate en un inesperado giro de eventos.
-¿Ganamos?- Se preguntó Gold para sí mismo sin poder creer el resultado de la batalla. -¿En serio ganamos, Quilava?-
El pokémon de fuego asintió, sonrió y luego se dejó caer al suelo. El estaba completamente exhausto, pero satisfecho al haber ganado para su entrenador su primera medalla de gimnasio.
-Odio tener que aceptarlo, pero eso fue increíble.- Confesó Falkner al regresar a Noctowl a su pokebola y luego acercándose a donde estaba Gold. -Jamas habia tenía una batalla tan intensa como esta.-
-Ni yo.- Confesó el de cabello negro con cierto orgullo. -Esta ha sido la batalla más dura que he tenido en mi vida.-
-Heh, definitivamente que no eres un entrenador común y corriente, Gold.- Reconoció Falkner con más tranquilidad, soltando un largo suspiro al momento de sacar de sus bolsillos una pequeña y resplandeciente medalla. -Reconozco tu enorme potencial como entrenador, por lo que me enorgullece darte esta medalla como símbolo de tu victoria en este gimnasio. Muchas felicidades, Gold. En verdad qué te mereces todo mi reconocimiento por esta magnifica victoria.-
-M-Muchas gracias.- Replicó Gold antes de agachar un poco la cabeza, luego regresando a Quilava a su pokebola y finalmente guardando su nueva medalla en su bolsillo lateral izquierdo de su pantalón. -Este es solo el primer paso para entrar el otro año a la liga pokémon.-
-Pues estoy seguro de que lograrás lo que te propongas si te esfuerzas lo suficiente.- Manifestó Falkner, cruzándose de brazos. -Me alegra mucho que pudiéramos tener esta batalla.-
-Hahaha, lo mismo dig-...
En ese momento, y muy para el asombro de Gold y Falkner, tanto Crystal como Kelly corrieron al campo de batalla y se abalanzaron contra su compañero de viaje, provocando que todos cayéramos al suelo.
-¡E-Eso fue increíble!- Exclamó con alegría Kelly al darle un beso en la mejilla a Gold. -¡Quilava y tu son grandiosos!-
-Felicidades por ganar tu primera medalla.- Declaró Crystal al también darle un beso en la mejilla a su compañero. -Jamas habia visto una batalla tan intensa cómo esta.-
-Ughhh… C-C-Chicas me están… aplastando. ¡F-Falkner, ayudame!-
-Hahaha, lo siento, Gold.- Respondió con una enorme sonrisa el líder de gimnasio. -Pero creo que esta es una batalla la cual tienes que pelear tú solo.-
-¡A-Auxilio!-
