Ruinas de Alph, 9:38 P.M
-Hehe, supongo qué la victoria es toda mía.- Declaró la rubia con alegría al mirar cómo Quilava yacía inconsciente sobre el césped, regresando después a su Riolu para qué descansara. -Lo siento mucho, Gold. Pero mejor suerte para la próxima.-
El de New Bark estaba ahora en estado de shock. El sencillamente no podía creer o darle crédito a qué había perdido de esa manera contra la chica qué él solía proteger. Su mente se rehusaba a admitir qué había sido derrotado de esa manera tan humillante.
-¿Gold, te encuentras bien?- Preguntó Kelly con preocupación al dar un par de pasos para acercarse a él. -¿Gold?-
-¿Yo… perdí?- Se preguntó mentalmente Gold, mientras regresaba a su pokebola a Quilava con sus ahora temblorosas manos. -N-No puedo creerlo… ¿En serio perdí?-
-¿Gold…?-
En menos de lo qué dura un suspiro, Gold sacudió ligeramente su cabeza antes de responder frente a la rubia. -D-Descuida, estoy bien.- Informa el de New Bark en un tono más calmado, ajustando a la vez su preciada gorra de la suerte, y luego rascando nerviosamente una de sus mejillas. -Solo estoy un poco sorprendido por el resultado, eso es todo.-
-Ohhh… Pues cuando hiciste eso me recordaste mucho a Platinum.- Indica ahora la rubia, estando ya frente a su compañero. -Ella siempre ponía ese mismo rostro de asombro cada vez qué teníamos una batalla y yo ganaba.-
-¿P-Platinum?-
-Espera… ¿Acaso no te hable ya de ella?- Pregunta la rubia.
En respuesta, Gold niega lentamente con su cabeza. -Uhhh… Pues no. Jamás la habías mencionado.-
-Bueno, para ponerlo de alguna forma, digamos qué ella fue la primera alumna de Cynthia.- Aseguró Kelly, colocando en el acto una nostalgia sonrisa. -Ambas fuimos compañeras y rivales de entrenamiento por varios meses, cosa qué nos llevó a hacernos muy buenas amigas en el proceso. Inclusive se podría decir qué ella es la hermana menor qué nunca tuve.-
-¿Pero qué clase de entrenamiento infernal tuvieron que pasar esas pobres chicas?- Se preguntó mentalmente Gold, mirando de reojo a la rubia. -Definitivamente que algún día tengo que conocer y hasta batallar contra Cynthia. El solo hecho de qué ella pudiera lograr qué alguien tan tímida y mimada cómo Kelly sea capaz de todo esto luego de casi un año, solo demuestra qué es alguien de temer. Supongo qué no por nada Cynthia es la campeona de la región de Sinnoh.-
-¿Pero seguro qué te encuentras bien?- Vuelve a preguntar insistentemente Kelly al mirar detenidamente el ahora desteñido y estoico rostro de Gold. -Yo te conozco perfectamente bien desde hace muchísimo años atrás y se qué eres un muy mal perdedor.-
-Tch… Ya te dije qué estoy bien, Kelly. De alguna forma u otra sobreviviré a esto.- Denuncia Gold, forzando rápidamente una sonrisa.- Esta no es mi primera derrota, aunque preferiría que fuera la última de ser eso posible…-
-¡Hehe, así se habla!-
Luego del comentario de la rubia, Gold baja su mirada y observa la pokebola de Quilava, misma qué esté aún sostenía en su mano derecha. -Demonios… De verdad qué me cuesta mucho trabajo creer qué perdí contra ti.- Confiesa el de New Bark a regañadientes. -Pero reconozco qué esa fue una buena batalla y hasta me alegro qué ahora seas tan fuerte cómo para derrotarme. Tienes mi admiracion y te felicito por esto.-
En el acto, Kelly se sonrojo con intensidad, sonriendo luego ante el inesperado halago por parte de Gold. Aquí, la rubia se notaba lo feliz qué estaba al finalmente poder demostrarle a su amado el fruto de su duro entrenamiento.
-En fin, supongo qué lo mejor sería qué regresemos.- Sugiere Gold al observar la hora en su Pokegear. -Ya es algo tarde, y de seguro qué Crystal debe de estar preocupada por nosotros.-
-Hmph… Más bien preocupada de qué estemos a solas juntos. Susurra la rubia entre dientes.
-¿Huh? ¿Acaso dijiste algo?-
Kelly negó al instante. -Solo dije qué tienes razón y qué deberíamos de regresar a dónde "ESA".-
Varios minutos después, Kelly y Gold terminaron por regresar a la carpa. Sin embargo, cuando ingresaron a la misma, estos se encontraron a Crystal profundamente dormida en su bolsa de dormir junto a su Eevee, Bayleef y Marill. El dúo, al ver la curiosa escena, intercambia miradas para posteriormente disponerse a dormir, pero no sin antes sacar a sus pokémon para qué éstos también pudieran descansar junto con ellos.
Kelly fue la siguiente en dormirse poco después de acostarse, toda vez que, al cabo de otro par de minutos, varios ronquidos se podían escuchar desde la bola de dormir de la rubia. Pero, Gold, muy por el contrario, decidió rociar un par de pociones sobre Quilava con el fin de sanar sus heridas de combate, acostándose luego junto a sus pokémon instantes después.
El de New Bark inútilmente intentó conciliar el sueño, pero el vivido recuerdo de su derrota contra Kelly aún estaba demasiado fresco en su memoria cómo para dormirse así por así. Gold se sentía terriblemente humillado hasta el punto qué su atareada mente volvió a reproducir dicho combate una y otra y otra vez en busca de una posible solución para encontrar la victoria, pero esté, luego de un rato más, se quedó irremediablemente dormido.
La mañana siguiente llegó, y Crystal en algún momento de la noche terminó durmiendo abrazada con Gold. Kelly, por su parte, terminó abrazando a Quilava imaginando que esté era su amado Gold, más al pokémon de fuego no le pareció importar en lo más mínimo.
Dos Semanas Después, Ruta Treinta y Tres, 2:40 P.M
-¡Al fin, civilización a la vista!- Anunció alegremente Gold, limpiando al mismo tiempo el sudor de su frente, cuando miraba a lo lejos varios grandes edificios qué se podían divisar a un par de kilómetros de distancia de su actual posición. -Gracias a Arceus por esto.-
-Sigo sin creer qué nos tardamos tanto tiempo en llegar hasta aquí.- Expresó agresivamente Kelly, misma quien miraba de reojo a Crystal con desaprobación.
-Pues yo no puedo creer qué por TU culpa nos perdiéramos dentro de la cueva unión.- Argumento ahora Crystal con ahínco. -Todo porque no supiste cómo interpretar un estupido mapa.-
-¿M-Mi culpa?- Repitió velozmente la rubia en un apático tono de voz. -¿En serio quieres ahora tirarme la culpa por esto?-
-¡POR SUPUESTO QUE SÍ!-
-Entonces tu tienes la culpa de qué tardamos ocho tediosos días en poder cruzar completamente por la ruta treinta y dos.- Declaró Kelly con aún más agresividad, cuando esta decide acomodar sus anteojos. -Todo porque se te ocurrió la "brillante" idea de hacer un reporte sobre qué especies de pokémon habitaban todos los alrededores, además de qué insististe hasta el cansancio por querer capturar un Mareep solo porque son adorables, cosa qué nos costó un dia entero el rastrear uno para ti.-
-¿Y eso qué tiene qué ver aquí? O sea, yo no veo a Gold quejarse por el tiempo qué tardamos en llegar. Literalmente él es el qué desea ganar todas las medallas de Johto y Kanto, y-...
-¿Y qué tal si dejan de pelear por esas tonterías y nos registramos en el Centro Pokémon?- Sugirió Gold de forma repentina, a la vez que se cruzaba de brazos con desdén. -¿O acaso desean que vuelva a pasar lo que ocurrió en Ciudad Violet?-
De manera automática, ambas chicas intercambiaron miradas, sonrojándose violentamente frente el recuerdo de tener qué volver a dormir en la misma habitación justo cómo sucedió en Ciudad Violet.
Gold, al ver la reacción de sus compañeras, termina por expulsar un largo y exagerado suspiro, mismo qué retumbó por toda la solitaria planicie en dónde estaban. -Ok, tomaré eso cómo un no.- Comenta Gold de manera más enérgica, justo antes de utilizar su cabeza para señalar en dirección a su siguiente destino. -En marcha.-
Centro Pokémon de Ciudad Azalea, 3:45 P.M
Posterior al tedioso y largo proceso de registro al finalmente llegar al centro Pokémon de Azalea, mismo qué estaba localizado a unas cuantas cuadras del famoso pozo de los Slowpoke, todos pudieron alquilar una habitación individual para cada uno. Luego de esto, el grupo dejó sus pertenencias en sus respectivas habitaciones, además de qué cada quien tomó una ducha, para después reunirse en la habitación de Gold con el fin de discutir de mejor manera qué es lo qué harían en los próximos días.
-Entonces, ¿qué es lo qué tienes en mente, Gold?- Cuetiono Crystal con curiosidad, cruzándose de brazos al momento en qué está apoyaba su espalda contra la pared contigua a la puerta de la habitación qué conectaba con el pasillo de afuera. -Sí quieres ir a retar el gimnasio de la ciudad en esté mismo momento, entonces te sugiero qué-...
Con extrema simpleza, y sin titubear en lo más mínimo, el de New Bark, quien permanecía sentado en medio de la cama de su habitación, niega lentamente con su cabeza antes de responder. -No.-
-¿N-No?- Repitió la prospecto a profesora con extrañeza y curiosidad, observando ahora de pies a cabeza a su compañero. -¿Cómo qué no?-
-¿A qué te refieres con "no"?- Preguntó Kelly en un tono bastante similar al utilizado por Crystal, momento antes de qué esta se sentara sobre una silla colocada en la parte derecha de la habitación. -¿Acaso esto tiene que ver con que aun estas molesto porque te vencí en las Ruinas de Alph? Vamos, Gold. Ya deberías de superarlo. Eso sucedió hace cómo dos semanas atrás.-
-Esto no tiene qué ver con eso, ni tampoco estoy molesto.- Advirtió Gold con ahínco y rebeldía, rascando a la vez una de sus mejillas. -Es solo qué deseo tomarme el dia de hoy para relajarme y descansar junto con mis pokémon.-
-Eso es poco natural en ti.- Reconoció con asombro Crystal. -Tu no eres una persona muy paciente que digamos.-
-Pues estoy de acuerdo con "ESA".- Señaló ahora la rubia. -¿O es qué acaso pescaste un resfriado? Porque, sí ese fuese el caso, yo no tendría ningún problema en cuidar de ti. Cynthia igualmente me enseñó cómo tratar con resfriados y también con-...
-No estoy enfermo ni nada por el estilo.- Aseguró Gold al interrumpir rápidamente a Kelly, encendiendo luego el televisor de la habitación al tomar entre sus manos el control remoto del mismo. -Escuchen, se qué esto puede ser un poco difícil de creer para ambas después de todo lo qué hemos pasado estas últimas dos semanas, pero por el momento deseó descansar y relajarme.-
P-pero-...
-Miren, nosotros tenemos varios días durmiendo al aire libre en nuestras bolsas de dormir. Por lo general ese tipo de cosas las disfruto bastante, pero de vez en cuando necesito tomarme un dia para descansar en una cama decente para variar.-
-De acuerdo. Punto a tu favor.- Reconoce Crystal con una tenue sonrisa. -Siempre es bueno descansar cuando se tiene la oportunidad de hacerlo, y más aún cuando estamos en un viaje tan largo cómo esté.-
-Ok, ¿pero qué hay de tu entrenamiento, Gold?- Cuestiona Kelly con algo más de preocupación. -¿Estás seguro de esto?-
-Después de vencer a más de veinte entrenadores entre la ruta treinta y dos, y otro par más en las cercanías de la cueva unión, creo que me siento bastante preparado para lo que sea.- Aseveró el de New Bark de manera confiada. -Si salgo a entrenar en este momento, correría el riesgo de caer en un desgaste físico innecesario junto a mis pokémon, lo qué quizás podría ser perjudicial para mañana cuando intenté retar el gimnasio de esta ciudad.-
-Heh, de verdad qué has madurado bastante desde qué nos conocimos en New Bark. -Destacó alegremente Crystal. -Esa fue una decisión madura y bien argumentada.-
Por su parte, y luego de lo dicho por la de Goldenrod, Kelly termina por levantarse de su asiento. -De acuerdo, en ese caso te dejaré para qué descanses.- Declaró la rubia, dando ahora un par de pasos hasta colocarse frente a la puerta de la habitación qué conducía al pasillo de afuera. -Yo tengo un par de cosas qué hacer.-
-¿Tienes cosas qué hacer?- Pregunta inmediatamente Gold, alzando inconscientemente una de sus cejas mientras observaba con atención a la rubia. -¿Y a dónde irás?-
-Descuida, solo quiero explorar un poco más la ciudad.- Replica automáticamente Kelly, guiñando también uno de sus ojos de manera coqueta. -Hace bastante qué no vengo a Azalea y me gustaria darme una pequeña vuelta por los alrededores.-
-Ohh… En ese caso, ¿no quisieras qué te acompañe?- Pregunta ahora Crystal en un tono más tranquilo y jovial. -Yo podría-...
-No hace falta, Crystal.- Responde Kelly sin titubear y sin darle la cara a sus compañeros, abriendo ahora la puerta principal de la habitación. -Los veré más tarde para cenar.-
Acto seguido, la rubia sale finalmente de la habitación, cerrando instantáneamente la puerta detrás de ella, provocando entonces qué Gold y Crystal intercambiarán confusas miradas el uno con la otra.
-Ok… Eso fue… extraño.- Denuncia Gold ante la sorpresiva y forzada marcha de Kelly. -¿Acaso crees qué algo qué dije la debió de molestar?-
-No, no lo creo.- Asegura Crystal, negando lentamente. -Sinceramente no tengo ni idea de qué le pudiera pasar a ella. Los motivos pueden ir desde qué está en sus días, hasta inclusive-...
-C-Creo qué esa es más información de la qué un chico desearía saber.- Vocifera el de New Bark al colocar una exagerada mueca en su rostro qué denotaba asco.
Ante la cómica reacción de Gold, la prospecto a profesora no pudo contenerse y terminó por reírse a carcajadas frente a su compañero, cosa qué le terminó por sacar una tímida sonrisa al de New Bark. -Por cierto, Crys.-
-¿S-Sí?-
-¿Tu padre te dio alguna tarea luego de qué le dijeras qué habíamos llegado a Azalea?-
Crystal asintió en respuesta. -Pues sí, así fue.- Confesó la de Goldenrod. -Se supone qué en un par de minutos tengo qué salir en dirección a la residencia del legendario creador de pokebolas qué vive en esta ciudad.-
-¿El legendario creador de pokebolas?- Repitió Gold al levantar una de sus cejas.
-Uh-huh. Su nombre es Kurt, y él es un hábil artesano capaz de crear varios tipos de pokebolas con propiedades y características diferentes. Todo esto gracias a la utilización de una rara fruta llamada "Apricorn"-
-¿Características y propiedades diferentes?-
-Se dice qué existen siete tipos distintivos de "Apricorn" en la región de Johto y, cada una de estas, cuando es utilizada para la creación de pokebolas, le otorgan diferentes efectos a estas. Por ejemplo, una de las más famosas es capaz de ayudar a qué un pokémon se encariñe al instante después de ser capturado.-
-Espera… ¿En serio algo cómo eso es posible?-
Crystal vuelve a asentir, pero ahora con más energía. -Así es. Inclusive existen varias investigaciones científicas qué validan todo esto qué digo.-
-Oh… Ya veo.-
-Solo para qué te hagas a la idea, las pokebolas de Kurt son increíblemente raras y no cualquiera las tiene.- Prosiguió una más emocionada Crystal, colocando una confiada sonrisa en sus labios, mientras esta comenzaba a caminar de un lado al otro de la habitación. -Digamos que el es muy receloso con ellas y solo se las da a quienes él considere sean dignos.-
-Pues supongo qué sería agradable tener una de esas pokebolas tan especiales.- Comenta Gold, acomodándose sobre la cama hasta terminar por acostarse boca arriba sobre la misma, cerrando luego de esto sus ojos y posicionando su mano derecha encima de estos para de ese modo descansar un poco su agotada vista.
-Haré el intento de conseguirte una de esas pokebolas, sí es qué se presenta la oportunidad.- Proclama Crystal con más simpleza. -Pero supongo qué lo mejor es qué yo también me retire antes de qué se haga más tarde. Igualmente, y sí gustas, yo podría hacer tu reservación para tu batalla de mañana ya qué el gimnasio de Azalea no está tan lejos de la residencia de Kurt. ¿Qué dices?-
-Me encantaría qué hicieras eso.- Replica calmadamente Gold, quien aún permanecía inmovil y con los ojos cerrados. -De preferencia qué sea alrededor de las dos o tres de la tarde. De ese modo tendríamos tiempo de desayunar o almorzar, dependiendo de qué tan temprano o tarde nos levantemos todos.-
-Esta bien. Considéralo hecho.- Manifestó Crystal, parándose ahora a un lado de la cama dónde permanecía Gold. -Después de terminar mis asuntos con Kurt, pasare por el gimnasio y haré tu reservación.-
-Muchísimas gracias, Crys.- Murmura comedidamente Gold. -Sinceramente no sé qué haría sin ti. Heh, me alegra mucho qué pudieras viajar conmigo.-
En ese preciso instante, un torbellino de sentimientos encontrados terminaron por mezclarse de manera violenta en el interior de Crystal, justo después de las palabras del de New Bark. Aquí, la de Goldenrod, trago algo de saliva y después miró fijamente a Gold con una mezcla entre desdicha, arrepentimiento y dolor. -Y-Yo… Demonios, ya es demasiado tarde cómo para arrepentirme de todo esto. Aquí yace la perfecta oportunidad. No puedo permitirme perder contra "ESA".-
Un centenar de preguntas y situaciones se empezaron a reproducir automáticamente en la mente de Crystal, al estilo de antiguas peliculas en blanco y negro, cuando imagino las infinitas consecuencias de sus futuras acciones. Pero, a pesar de todo esto, y aprovechando lo descuidado que estaba Gold, la de Goldenrod decide ignorar por completo su sentido común en favor de acercarse hasta el rostro de Gold, en un intrépido movimiento, para posteriormente darle un beso en sus labios a su compañero.
Gold, sintiendo ahora el húmedo contacto de sus labios contra los de Crystal, abrió por reflejo sus ojos, y quitó su mano derecha de encima de ellos. Ahora, y en ese preciso instante, Gold no podía darle crédito alguno a la osada acción propiciada por Crystal, más la cálida sensación de sus labios contra los de sus compañeras provocaron qué el cansancio de su agotado cuerpo se fuera poco a poco desvaneciendo.
Varios segundos llegaron a pasar, cuando lentamente Crystal empieza a alejar sus labios de Gold, notando ahora no solo lo sonrojado que estaba este, sino qué también pudo sentir vivamente cómo su respiración aumentaba hasta el punto de hiperventilar en respuesta a sus acciones.
-¡Y-Yo… Y-Yo… L-Lo siento!- Exclamó Crystal con ahínco y desesperación, dándose media vuelta y saliendo a toda velocidad del cuarto de Gold. - ¡E-En verdad lo lamento!-
Ciudad Azalea, Residencia de Kurt, 4:35 P.M
En la parte noroeste casi en las afueras de la tranquila metrópolis, y prácticamente colindando con el mundialmente famoso bosque ilex, se encontraba ubicada la sencilla residencia de Kurt, quien era considerado por muchos cómo el más grande creador y artesano de pokebolas de toda la región de Johto.
Crystal, posterior al "pequeño" incidente ocurrido en la habitacion de Gold, decidió partir lo más rápido posible a dónde esté amigo de su padre, todo esto con el fin de ver en vivo el complejo proceso de creación de una pokebola como parte de su formación cómo futura profesora y académica.
-Entonces, atornillamos esta pequeña pieza de esté lado y listo.- Manifiesta con energía un robusto sujeto, aparentemente alrededor de sus sesenta años, y quien tenía el cabello grisáceo y hasta el cuello, además de tener una eterna expresión de molestia sobre su arrugado rostro. -Así es básicamente el proceso de creación de una pokebola.-
-No puedo creerlo. ¿En serio bese a Gold? Yo de verdad lo bese en los labios...- Se repetía mentalmente la de Goldenrod una y otra vez, teniendo ahora sus mejillas sonrojadas a más no poder, cuando esta decide ajustar la posición con la qué estaba sentada junto al artesano al estar ahora en medio de su estudio, frente a una larga mesa de madera repleta de herramientas, partes de pokebolas y demás utensilios.
-¿Jovencita, se encuentra bien?- Preguntó Kurt al notar lo sonrojado qué estaba el rostro de Crystal. -No me digas qué tienes fiebre o algo por el estilo.-
En réplica, Crystal sacude ligeramente su cabeza de un lado al otro. -¿H-Huuh? ¿P-Porque lo pregunta?-
-Tienes todo el rostro algo sonrojado.-
-¿En serio?-
Kurt asiente sin titubear. -Así es.-
-Hehe, descuida. Estoy bien.- Declaró Crystal, forzando a la vez una nerviosa sonrisa. -No se preocupe por mi.-
-Hmmm… Yo acepté enseñarte el método para crear pokebolas porque eres la hija del profesor Elm.- Confesó repentinamente Kurt al emplear un tono más grave y frío. -Es extremadamente descortés el hecho de qué no me prestes la debida atención cuando hablo.-
-En verdad lo lamento, solo estoy algo distraída. Pero, siendo completamente sincera, creo qué puedo ser capaz de recrear su técnica.-
-¿Acaso dijiste qué puedes recrear mi técnica?- Repitió el veterano artesano, mirando a Crystal con una mezcla entre asombro y molestia. -Por favor, jovencita, no me hagas reir. Esté no es el momento de bromas de ese tipo. Además, la técnica qué empleo en la creación de pokebolas toma muchísimos años de práctica, esfuerzo y dedicación. Esto no es algo qué se pueda aprender de un momento a otro, y menos aún sí uno está distraído.-
-Pues, sí me lo permite, puedo demostrar qué sí soy capaz de lograrlo.- Asegura Crystal de manera comedida, momento antes de acercar una a una las herramientas qué había utilizado Kurt segundos antes.
Por su parte, Kurt no pudo evitar alzar una de sus cejas frente a lo dicho por la prospecto a profesora. - Dime… ¿En serio crees poder hacerlo, jovencita?-
-Total y completamente segura.- Reitera Crystal al instante.
-Hahahaha, de acuerdo, sugiero que hagamos un trato si estás tan segura de ti misma.- Propone Kurt enérgicamente, levantándose luego de la silla en donde estaba sentado y posteriormente caminando en dirección a un estante de madera que estaba colocado a un par de metros de su posición a la derecha.
-¿Un… trato?-
-Sí logras recrear, al menos de manera rústica, el esqueleto de una de mis preciadas pokebolas especiales, entonces yo, personalmente, te regalare una de las pokebolas qué acabo de confeccionar.- Informó el anciano al volver a colocarse a un lado de Crystal, pero ahora con una reluciente pokebola entre los dedos de su mano izquierda. -Esta es una Fast Ball (Pokebola Rápida) e incrementa en gran manera las probabilidades para capturar pokémon extremadamente rápidos, veloces o escurridizos.-
Crystal permaneció, por un par de segundos, apreciando lo detallada y bien construida qué estaba la pokebola qué Kurt había tomado del estante. Esta, en la parte superior, era de color rojo, teniendo el llamativo diseño de un rayo amarillo en el medio, mientras qué a los lados tenía dos grandes puntos de color amarillo, sumado a qué la parte inferior estaba pintado de blanco.
-Espere… ¿E-En serio me la regalara?-
-Por supuesto que sí.- Aseguró Kurt en un tranquilo tono de voz. -Pero solo si realmente puedes recrear mi técnica tal cómo dijiste.-
-Hehe, trato hecho.- Exclamó Crystal con muchos más ánimos. -Ya verá de lo que soy capaz.-
Curiosamente, la habilidad para las labores manuales era uno de los puntos fuertes de Crystal. Tanto su memoria, como también su capacidad para recordar detalles y reproducirlos con precisión, eran algo digno de una prodigio, por lo que al cabo de unos veinte minutos, Crystal ya tenía armada la base de la pokebola.
-¡E-E-Esto es sorprendente!- Vociferó Kurt con total incredulidad al tomar entre sus manos el esqueleto de la pokebola que había confeccionado Crystal. -A pesar de que esta es la primera vez que intentas crear una pokebola, debo confesar que el resultado es más que satisfactorio. Estoy más qué impresionado, jovencita.-
-Hehehe… Le dije que podía lograrlo.-
Luego de esto, Kurt aclara su garganta después de colocar el esqueleto de la pokebola sobre la mesa. -Respondeme algo, ¿no te interesaría en un futuro dedicarte a esto? Porque, a mi parecer, tienes una habilidad innata para la confección de pokebolas. Estoy seguro de qué podrías hacer muchísimo dinero y también-...
-Me halaga cómo no tiene idea el comentario, pero ya decidí que en un futuro no muy lejano deseo convertirme en profesora pokémon cómo mi padre.- Informó rápidamente Crystal en un amable tono de voz. -Pero, de todas formas, lo tomaré en cuenta. Nunca está de más agregar otra opción a mi futuro.-
Una alegre sonrisa se asomó en el rostro del artesano. -En fin, un trato es un trato.- Manifestó Kurt, colocando ahora la Fast Ball (Pokebola Rápida) en las manos de Crystal. -Esta pokebola te la ganaste con creces.-
En el acto, Crystal agacha su cabeza frente al anciano en señal de agradecimiento y respeto. -Muchas gracias.- Replica la de Goldenrod, guardando entonces dicha pokebola dentro del bolso qué había traído consigo, poco antes de ponerse de pie. -Ahora, sí me disculpa, creo qué es el momento perfecto para retirarse.-
Kurt vuelve a sonreír, levantándose él también para entonces escoltar a Crystal a la salida de su residencia, más dentro de su mente el artesano aún no lograba concebir cómo alguien podía ser tan talentosa cómo lo era Crystal. El, en sus muchos años de crear, modificar y reparar pokebolas, jamás había encontrado alguien del calibre de Crystal.
-Espero tengas un buen viaje.- Denunció Kurt, justo al momento en qué Crystal saliera del todo de su residencia. -Igualmente saluda a tu padre de mi parte cuando hablen.-
-Hehe, descuide. Lo haré.- Fueron las palabras de Crystal, quien hace una pequeña reverencia ante del artesano para posteriormente darle la espalda y emprender su camino.
-Tch… ¿Quién rayos lo diría? En verdad qué no pudo creer qué Elm tuviera una hija.- Murmuró entre dientes Kurt. -Sí el no me hubiese llamado de antemano para informarme de qué su hija vendría, no lo hubiese creído. Ellos apenas sí se parecen.-
Gimnasio de Ciudad Azalea, 5:29 P.M
Del noroeste en dónde estaba la residencia de Kurt, Crystal ahora se encaminó a la parte sur de la ciudad para llegar al gimnasio. Por lo que la prospecto a profesora abordó un autobús el cual la dejó prácticamente al frente de su destino para hacer la reservación de batalla de Gold.
-Muy buenas tardes, retadora.- Saludo amablemente una guapa, esbelta y bronceada joven de lentes, quien estaba sentada detrás de un escritorio vestida con ropa de oficina y aparentaba ser la recepcionista del lugar, justo cuando Crystal entró al gimnasio.
-B-Buenas tardes.- Respondió Crystal, acercándose un poco más al escritorio. Vengo a-...
-¿Tiene reservación para batallar contra el líder de gimnasio o viene a probar suerte para ver si él está disponible en este momento?-
-Y-Yo venía a hacer una reservación. Si fuera posible para alrededor de las dos de la tarde de mañana, se lo agradeceria…-
Despues de escuchar la peticion de Crystal, la recepcionista abrio inmediatamente uno de los cajones del escritorio y saca del interior de esté una pequeña agenda de color verde junto con un boligrafo.
-Hmm… ¿Mañana a las dos de la tarde...? Ohh… ¡Tienes suerte!- Exclamó la recepcionista. -El líder está disponible a esa hora mañana. ¿Cual es su nombre?-
-La reservación es para un amigo.- Corrige rápidamente Crystal. -Su nombre es Gold Ethan Tsubasa.-
-De acuerdo. Haré la reservación de batalla al nombre de su amigo- Anuncia la recepcionista, escribiendo a la vez el nombre de Gold en su agenda. -¿Algo más que pueda hacer por usted?-
-Uhhh, No, no realmente. Creo qué eso seria todo.-
-¿Segura? Porque, sí así lo desea, puedo escoltarla para qué ahora mismo vea al líder en acción.- Propuso la recepcionista con amabilidad, levantándose ahora de su asiento frente al escritorio. -De ese modo podría observar la batalla entre la retadora actual y nuestro líder.-
-¿Acaso dijiste retadora?- Pregunta Crystal con intriga e interés notable en su rostro. -Bueno, supongo que sería interesante de ver a una chica luchar contra su líder de gimnasio para variar.-
Sin titubear, la recepcionista coloca una sonrisa en su rostro, antes de utilizar su mano derecha para apuntar a una puerta corrediza, a unos metros de su posición, qué conduce directamente al área de batalla. -Por aquí.- Indicó la joven de anteojos. -Sígame.-
Al pasar de lleno por dicha puerta junto a la recepcionista, Crystal quedó maravillada al ver qué ahora se encontraba dentro de una especie de invernadero gigante repleto de una gran cantidad de árboles, flores y exuberante vegetación verde.
-¡E-Esto es sorprendente!- Exclamó Crystal, mirando de un lado a otro.
-Aparentemente aún estamos a tiempo.- Manifestó con alegría la recepcionista al apuntar un bien delimitado campo de batalla que estaba a un par de metros más al frente. -Creo que la batalla aún no termina y está a punto de llegar a su clímax.-
Al mirar ahora en dirección al campo de batalla, Crystal pudo notar qué aparentemente habían dos chicas batallando. Una de estas tenía el cabello rubio y amarrado en una perfecta cola de caballo, y vestia con una sencilla blusa de color azul con detalles en negro, más unos jeans ajustados y zapatillas, mientras que, por el otro lado, la otra combatiente tenía el cabello púrpura hasta los hombros, además de estar vestida con ropa de exploración y botas.
-Sugiero qué nos sentemos por allá.- Ordenó la recepcionista con tranquilidad, señalando unas gradas las cuales estaban a un costado del campo de batalla.
Posterior a acercarse y sentarse sobre las graderías de metal, Crystal ahora puede notar de mejor manera cómo la rubia qué estaba en uno de los extremos del campo de batalla se trataba de Kelly, solo qué esta no portaba sus característicos anteojos, además de estar peinada muy diferente a cómo cuando salio la habitación de Gold, toda vez qué la rubia antes de salir tenía el cabello suelto.
-¿P-Pero qué demonios? ¿Porque ella está batallando contra el líder de gimnasio?-
Al notar el súbito cambio en el semblante del rostro de Crystal, la recepcionista no pudo evitar cuestionar. -¿Te sucede algo?- Preguntó la chica en cuestión.
-Uhh… N-No, no del todo.-
La de Goldenrod apenas sí podía creer lo qué estaba viendo enfrente de ella. Kelly, la chica dulce, mimada, tierna y algo celosa, en ese momento tenía una peculiar aura a su alrededor, muy parecida a la que ella poseía cuando Gold estaba en peligro en las Ruinas de Alph, solo que a menor escala.
-Uhhh… Disculpe.- Murmura Crystal para llamar la atención de la recepcionista.
-¿Si?-
-Se que esto sonará extraño, pero-...
-El líder de este gimnasio es un chico.- Declara la recepcionista con tranquilidad y firmeza. -Su nombre es Bugsy, y creeme qué te sorprendería la cantidad de personas qué lo confunden con una chica debido a sus facciones y su cabello.-
-¡Riolu, Force Palm (Palmeo)!-
-¡Scyther, utiliza Agility (Agilidad) para esquivarlo y luego contraataca con Fury Cutter (Cortes Furia)!-
Scyther, inmediatamente después de escuchar las órdenes de su entrenador, empezó a moverse rápidamente de izquierda a derecha para incrementar su velocidad, esquivando sin dificultades el ataque de Riolu al realizar un alucinante salto a su izquierda, y contraatacando luego de esto al utilizar sus filosas patas delanteras.
-Muy buen trabajo, Scyther.- Exclama el líder de gimnasio, notando cómo el contraataque realizado por su pokémon dejó muy mal herido al Riolu de Kelly. -Otro ataque así y de seguro ganaremos.-
-Grrr… ¡R-Riolu no te rindas y usa Copycat (Copión)!-
-Scyther, terminalo con Aerial Ace (Golpe Aéreo).-
Muy a pesar de las múltiples heridas sufridas en uno de sus costados debido al anterior ataque, Riolu comienza a moverse de izquierda a derecha de manera rítmica, esquivando luego por muy poco el intento de ataque de Scyther al también saltar acrobaticamente hasta el otro lado del campo.
-Hmph, nada mal, retadora, nada mal. Pero veamos si puedes volver a esquivarlo. ¡Scyther, Aerial Ace (Golpe Aéreo) una vez más!-
-Riolu, esquivalo y luego utiliza Force Palm.-
En ese instante, y muy para el asombro colectivo de todos los presentes, Riolu vuelve a esquivar el ataque del pokémon de tipo bicho de otro salto, contraatacando posteriormente en un veloz movimiento al conectar un golpe directo en el abdomen de Scyther, mismo qué apenas sí logró mover del todo a su oponente.
-Heh, ese fue un buen intento, pero, por desgracia para ti, Scyther es extremadamente resistente a los ataque del tipo peleador gracias a ser del tipo bicho y volador. -Declaró enérgicamente el líder de gimnasio, colocando a la vez una amplia y confiada sonrisa. -Estás subestimando nuestra resistencia.-
-Pues yo digo qué es al revez.- Proclama ahora la rubia. -Tu eres el qué está subestimando mi estrategia.-
-¿H-Huuh? ¿Qué yo subestimo tu estrategia?-
-Riolu, no perdamos más tiempo con esto y utiliza Copycat (Copion) una vez más. Ya llegó el momento de ponerle punto final a esté combate.-
Frente a lo dicho por Kelly, Bugsy no pudo evitar endurecer su semblante. -Hphm, Scyther, ya sabes que hacer.- Ordenó Bugsy. -¡Acaba con ese Riolu de una buena vez!-
El pokémon tipo bicho rápidamente volvió a ir tras Riolu utilizando sus alas para impulsarse y volar en su dirección. Pero, justo a mitad de camino, este dejó súbitamente de aletear, cayendo al suelo de manera estrepitosa y sonora.
-¿S-Scyther, qué tienes?- Preguntó con preocupación el líder de gimnasio antes de mirar con angustia a Kelly. -¿Qué fue lo que le hiciste a mi pokemon?-
-¿Acaso no es obvio? Tu pokémon está paralizado.- Informó la pequeña rubia en un tranquilo tono de voz, momentos antes de apuntar con el dedo índice de su mano izquierda en dirección a Scyther. -Force Palm (Palmeo) es un ataque que tiene una muy alta probabilidad de dejar paralizado al oponente.-
Al cabo de casi una milésima de segundo, la expresión en el rostro de Bugsy pasó de preocupada a agria y tosca. -Y-Yo… Ughhh, Scyther, tienes qué levantarte, amigo. Esté no es el momento para-...
-¡Riolu, acabalo!- Vociferó la rubia con entusiasmo. -¡No tenemos más tiempo qué perder!-
Al utilizar nuevamente Copycat (Copion), Riolu ahora fue capaz de recrear el anterior ataque de Scyther, Aerial Ace (Golpe aéreo), para entonces rematar sin problemas a su oponente, dándole un punto final al combate en menos de lo qué dura un tímido suspiro, frente a la atónita mirada de Bugsy.
-Odio mucho tener qué admitirlo, pero jamás me espere algo cómo esto.- Confesó Bugsy en un tono qué perfectamente demostraba su frustración ante el resultado del combate, poco luego de qué esté regresará a Scyther a su pokebola, y entonces empezará a caminar en dirección a la rubia al otro lado del campo. -Tu, Kelly Taylor, eres realmente muy buena cómo entrenadora y tengo qué reconocer tu esfuerzo.-
En réplica, Kelly se mantuvo parada en su posición y terminó después por agachar un poco su cabeza. -Muchas gracias.- Respondió la rubia con simpleza, sacando ahora del bolsillo izquierdo de su jean el estuche dónde guardaba sus anteojos para después colocarse estos frente a sus ojos.
-Como símbolo por tu victoria aquí, te otorgó oficialmente con la medalla del gimnasio de Ciudad Azalea.- Anunció más animadamente Bugsy al hacer entrega a Kelly de su nueva y reluciente medalla. -Felicitaciones por esto.-
-De verdad qué agradezco mucho por esto.- Comenta Kelly con timidez, ajustando rápidamente sus anteojos. -Y-Yo-...
-¿No se suponía qué solo ibas a recorrer la ciudad?-
Frente a la más qué familiar voz qué retumbó por todo el campo de batalla, Kelly se volteo y miro directamente a las gradas, provocando al instante qué esta se quedara completamente fría al ver a Crystal sentada junto a la recepcionista del gimnasio.
-¿C-C-Crystal? ¿Pero qué estás haciendo aquí?- Preguntó rápidamente la rubia, quien ahora estaba tan ruborizada y roja cómo la salsa de tomate.
-¿Tu qué crees?- Preguntó retóricamente la de Goldenrod, levantándose de las graderías para entonces ir en dirección a Bugsy y la rubia. -Estoy aquí porque Gold me pidió qué le reservara una batalla contra el líder de esté gimnasio para mañana por la tarde.-
-Por lo visto, ustedes se conocen.- Comenta ahora la recepcionista, misma quien también entró de lleno al campo de batalla justo detrás de la rubia, luego de escuchar la familiaridad con la qué intercambiaban palabras Crystal y Kelly.
-Por desgracias, me temo qué así es.- Confesó Crystal al exhalar algo de aire, pero no sin antes observar con desprecio a la rubia. -Ella y yo somos compañeras de viaje.-
-Ya veo… ¿Pero entonces tengo otro retador para mañana?-
-Así es.- Afirma recatadamente la recepcionista al asentir. -Es para las dos de la tarde.-
-Uhhh… ¿Les puedo pedir un favor a ustedes dos?- Preguntó Kelly, mirando tanto a Bugsy cómo a la recepcionista con algo de vergüenza.
-¿Un favor?- Repitió Bugsy con curiosidad. -¿De que se trata?-
-Por favor no le cuenten al retador de mañana sobre esta batalla, ni tampoco qué nos conocemos.-
Bugsy se toma un par de segundos antes de responder, cuando está decide intercambiar brevemente miradas con la recepcionista. -Ok, mas no sé sinceramente cuales son tus razones para ocultar qué ganaste la medalla de esté gimnasio, pero igualmente acepto seguirte esté juego.-
Afuera del gimnasio de Ciudad Azalea, 5:38 P.M
-S-Supongo qué ahora mereces una explicación.- Murmuró Kelly de muy mala gana al salir del gimnasio junto a Crystal.
Crystal, manteniendo aún cara de pocos amigos, asintió. -Eso sería lo ideal, sí. Pero realísticamente depende de ti todo esto.-
Un ahogado suspiro fue ahora propiciado por la rubia. -Ok, ok… Por ponerlo de un modo, yo también quiero participar en el torneo de la liga pokémon el próximo año.- Informa Kelly con tristeza y molestia. -Solo qué, de momento, no quiero qué Gold se entere.-
-¿Pero por qué no?- Preguntó rápidamente la prospecto a profesora. -¿Que tiene de malo que Gold lo sepa?-
-Es algo complicado de explicar.- Informó Kelly, rascando ligeramente su cuello. -Digamos que son asuntos familiares.-
-¿A-Asuntos familiares?-
-Ya te dije que es complicado. Por ahora preferiría no tener qué hablar de eso.-
-De acuerdo, de acuerdo.- Acepto Crystal entre suspiros y a regañadientes. -Pero entonces todo esto me hace suponer qué tienes también la medalla de Ciudad Violet, ¿o me equivoco?-
Nuevamente la rubia asiente con apatía. -La gane cuando tuvimos nuestro día libre antes de partir a las Ruinas de Alph…-
-Hmph… Eso explica muchas cosas.- Anunció Crystal al cruzarse de brazos para luego darle la espalda a la rubia. -Pero si dices que son temas familiares, entonces no preguntare más al respecto.-
-G-Gracias, Crystal…-
-No hay de que.-
-Entonces, ¿te parece bien sí ya regresamos al Centro Pokémon?- Propone Kelly con algo más de tranquilidad. -Muero de hambre y-...
-Antes de regresar, existe algo qué deseo yo confesarte.- Admite ahora Crystal, momentos antes de qué su rostro tomara una rojiza coloración.
-¿Huh?-
-¡Y-Yo...Y-Yo...bese a Gold!- Anuncia la prospecto a profesora de un grito, colocando al mismo tiempo una pícara sonrisa, antes de disponerse a correr lo más rápido posible en dirección al centro pokémon, cosa qué a su vez atrajo las curiosidad miradas de varios transeúntes en las calles aledañas al gimnasio.
Por su parte, el rostro de Kelly pasó de alivio a furia en cuestión de un par de milésimas de segundo. Al mismo tiempo, el aura qué rodeaba a la rubia vuelve a cambiar drásticamente, siendo esté igual o más intimidante qué cuando estuvieron en las Ruinas de Alph.
-¿C-Cómo rayos te atreves a besar a mi Gold?- Exclamó Kelly con furia, volviendo a quitarse sus anteojos, para entonces disponerse a perseguir a toda velocidad a Crystal. -¿Cómo te atreviste a profanar sus labios?-
