Una semana después, Ruta Treinta y Cuatro, 10:06 A.M


-A-Al fin… Hahaha, al fin después de tanto tiempo llegamos a la civilización.- Indicó Kelly con visible emoción y alegría al señalar los enormes edificios que se veían a la distancia. -Estoy ansiosa por tomar una ducha con agua caliente y comer algo decente para variar. Incluso me caería bien comprar ropa nueva.-

-Heh, pues menos mal que hoy podré dormir en una cama decente.- Señaló Gold después de estirar un poco su entumecido cuerpo, pero no sin antes observar de reojo las verdes y tranquilas planicies que rodeaban al grupo. -Mi espalda está matándome…-

Habiendo observado atentamente a sus dos compañeros por un par de momentos tras sus respectivos comentarios, Crystal no puede evitar dibujar una sonrisa en su rostro. -Bueno, personalmente me gusta dormir al aire libre. Pero para variar creo qué también me caería muy bien una larga noche de sueño bajo techo, en una cama suave y cómoda.- Expresó posteriormente la prospecto a profesora. -Creo que incluso qué podría visitar la guardería de mis abuelos para ver cómo está todo.-

-¿Abuelos?- Repitió la rubia con curiosidad. -No sabia que tenias familia en esta ciudad.-

Crystal asiente con su cabeza sin titubear. -Antes de mudarme a New Bark con mi padre, yo viví por muchos años con mis abuelos y también con mi madre en su guardería para Pokémon en las afueras de la ciudad.- Informó Crystal de manera nostálgica. -Aunque, en retrospectiva, supongo que cuidar y tratar diferentes tipos de pokémon en ese lugar despertó en mí el deseo de ser profesora y conocer más acerca de ellos.-

-Ohh… Entiendo, ¿pero entonces eso significa que te quedarías en casa de tus abuelos en vez de hospedarte con nosotros en el centro pokémon?- Cuestiona proactivamente Kelly, evitando mirar del todo a Crystal y mordiéndose su labio inferior para tratar de no sonreír.

-Hmmm, pues eso no lo había pensado. Pero, ahora que lo mencionas, quizás lo haga. Estoy segura de que ellos serian muy felices de volver a verme tan pronto.-

-Sin Crystal en mi camino, esta será la oportunidad perfecta para volver a ganarme por completo el cariño de Gold.- Pensó automáticamente Kelly con emoción. -No puedo darme el lujo de desaprovechar esto.-

-No creas que no puedo imaginar lo que estás planeando dentro de esa caótica cabecita qué tienes.- Anunció la prospecto a profesora en un tono desafiante, mirando luego con molestia a su compañera de viaje. -Sabes que puedo leerte como a un libro, ¿verdad? Tu rostro lo dice todo.-

Kelly respondió a lo dicho por Crystal con un sugestivo guiño y sacando también su lengua.

-Arceus, dime… ¿Qué hice para merecer algo cómo esto?- Preguntó Gold mirando al cielo y soltando un exagerado suspiro lleno de apatía. -¿Por qué precisamente yo tengo que sufrir por esto cuando solo deseaba un viaje normal?-

Poco más de media hora después, el grupo llegó finalmente a uno de los tantos centros pokémon de la enorme metrópolis tras abordar un autobús en las cercanías de los suburbios al sur de la ciudad. Ahora, y sin siquiera pensárselo dos veces, Gold y Kelly rentaron un par de habitaciones para hospedarse, mientras que Crystal prefirió irse directo a visitar a sus abuelos.


Centro Pokémon, Ciudad Goldenrod, 11:29 A.M


Era un día nublado en la ciudad más grande y concurrida de toda la región Johto. Aquí, desde una de las ventanas de la habitación de Gold, misma la cual estaba situada en el segundo piso, se podía observar con suma claridad una infinidad de personas caminando de un lugar a otro realizando compras o entrando al centro comercial que estaba a un par de cuadras de distancia del Centro Pokémon.

No obstante, en ese momento el de New Bark yacía cómodamente acostado en la cómoda cama de la habitación que rentó, simplemente contemplando en silencio el techo del lugar con amargura. El televisor, por su parte, al estar encendido, transmitía en vivo y a todos color un animado programa de cocina, pero el joven entrenador tenía más preguntas que respuestas en su cabeza como para prestarle la más mínima atención. Algo le estaba perturbando la calma, pero él no tenía la menor idea de que era con exactitud.

-Ya pasó una semana desde que salimos del bosque ilex.- Murmuró Gold para sí mismo antes de cubrir su rostro con una almohada. -Pero por alguna extraña razón siento que olvide algo importante. ¿Qué rayos sucede conmigo y porque no puedo recordar del todo mi paso por ese lugar? Ughhh… ¡Esto es frustrante!-

Quilava, pokemon quien estaba acostado al otro extremo de la cama mirando atentamente el televisor, se acerca en dirección a su entrenador al escucharlo hablarse a sí mismo, posteriormente utilizando su boca para remover la almohada del rostro de Gold.

-¿Huh?-

El que fue el primer pokémon obsequiado a Gold, miró fijamente a los ojos de su dubitativo entrenador sin siquiera hacer ningún tipo de ruido, cosa que de inmediato hizo reaccionar al de New Bark al saber que su pokemon deseaba ayudarle de alguna u otra manera.

-No te preocupes tanto por mi, Quilava.- Vocifera Gold forzando una sonrisa en sus labios y acariciando la cabeza del pokemon de fuego. -Son solo estupideces mías. Quizás solo sea el cansancio acumulado que traigo encima, pero olvida eso de momento. Ahora, ¿qué tal si vamos a comer algo?-

Luego de escuchar la propuesta por parte de su entrenador, el pokemon de fuego inmediatamente suelta la almohada y se baja de la cama con emoción de un acrobático brinco. Si existía algo que le encantaba a Quilava, además de las batallas o entrenar, era definitivamente comer.

-Si no mal recuerdo, creo que existe un restaurante que sirve unas excelentes hamburguesas en el centro comercial que está cerca de aquí.- Indicó Gold al mismo tiempo en que se levantaba de la cama y apagaba el televisor. -Además, si tenemos un poco de suerte, quizá podamos encontrarnos con DJ Mary. Hehe, realmente seria lindo poder conocerla en persona, o al menos conseguir un autógrafo suyo.-

En poco menos de un parpadeo, Quilava se voltea y mira directamente a su entrenador con una mezcla entre curiosidad y desaprobación, para luego negar con su cabeza. Aparentemente el pokemon de fuego no aprobaba del todo que Gold quisiera encontrarse con otra chica que no fuera Crystal o Kelly.


Parte Norte de Ciudad Goldenrod, 11:58 A.M


-Whitney y su Miltank si que eran aterradoras.- Comentó Kelly justo tras salir de lleno del gimnasio pokémon de la ciudad, mismo el cual estaba localización en la parte más al noreste de Goldenrod, cerca también de la estación del tren magnético, mientras que la rubia observaba con alegría su nueva y reluciente medalla la cual sostenía entre sus dedos. -Solo espero que Gold pueda vencerla sin tantos problemas cuando se enfrenten. Aunque, conociéndolo, de seguro le irá bien. Me guste admitirlo o no, Gold es uno de los entrenadores más recursivos y astutos qué conozco.-

Prinplup asintió ante lo dicho por su entrenadora y prosiguió caminando tranquilamente a su lado con una radiante sonrisa. Ambos, tanto Kelly cómo Prinplup, estaban sumamente encantados de haber podido vencer a la primera a otro líder de gimnasio sin ningún tipo de contratiempo.

-Oye, ¿qué tal te parece sí celebramos esta victoria comiendo algo frío y dulce?- Propuso la rubia al señalar un local comercial cruzando la calle que aparentemente vendía refrigerios fríos y café. -¿Te apetece un helado?-

Ni corto ni perezoso, el pokémon de tipo agua vuelve a asentir frente a su entrenadora, para entonces posteriormente cruzar la calle junto con esta tras llegar a una concurrida intersección con semáforos.

Al entrar al local, la joven rubia nota casi de inmediato que había una relativamente moderada fila frente al lugar en dónde yace la caja registradora, detrás de una larga barra de madera, para poder ordenar. Por su propia parte tras entrar, Prinplup miró de un lado a otro y posteriormente fijó sus ojos en una bellísima y esbelta chica rubia de larga cabellera, quien estaba por su propia cuenta tomando una taza de café en una mesa para cuatro.

La chica en cuestión estaba vestida con un elegante traje de una sola pieza en color negro, el cual resaltaba su perfecta figura, además de tener unos curiosos accesorios parecidos a colas de umbreon en ambos lados de su cabeza y cerca de sus orejas. El pokémon de Kelly, al ver a la llamativa chica, no titubeó para acercarse a ella cómo si la conociera.

-¡O-Oye… ¡Espera por mí!- Ordenó Kelly al ver a su pokemon dejarla atrás. -¿Qué rayos sucede contigo?- Pero Prinplup ignoró por completo la orden de su entrenadora y se posicionó sin pensarlo en la mesa de la distraída y atractiva rubia.

-¿Un Prinplup?- Comentó para sí misma la rubia al observar con una mezcla de curiosidad y asombro el raro pokémon que se había sentado a su lado. -Heh, interesante. Los pokémon de tu tipo son poco comunes en Johto. ¿Qué haces aquí? ¿Acaso estás perdido?-

Muy para su propio desagrado, Kelly terminó por abandonar la fila para ordenar, emprendiendo rumbo en dónde se había sentado Prinplup. Sin embargo, al acercarse y ver más de cerca a la rubia con quien estaba su pokemon, la oriunda de New Bark no pudo evitar dar unos cuantos pasos atrás de manera inconsciente, sintiendo también cómo su corazón daba metafóricos brincos al acelerar de sobremanera.

-¿C-Cynthia?-

-¿K-Kelly…?-

-¿P-P-Pero qué rayos? No puedo creer que estés aquí en Johto tan casualmente cómo sí nada. ¿Por qué no me avisaste que vendrías? ¿Acaso le paso algo a la abuela o-...?-

-No, no… nada de eso. Ella está muy bien.- Señaló la rubia quien respondía al nombre de Cynthia, aún sin poder creer del todo qué se había encontrado de esa manera con su prima en una ciudad tan grande cómo lo era Goldenrod. -Yo apenas llegué hace cómo media hora atrás…-

-Pues es una agradable sorpresa que estés aquí.- Indicó Kelly con alegría y al sentarse en el puesto vacío frente a su prima. -Más no tenía idea de que planeabas venir por estos lares. Al menos debiste avisarme o llamarme. Pudimos haber planeado algo.-

-Ohh… Pues, digamos qué sí tenía la intención de llamarte mañana por la mañana.- Confesó Cynthia sonrojándose con bastante intensidad, mientras que ahora acariciaba la cabeza de Prinplup. -Pero para hoy tenía otros planes y no esperaba encontrarme contigo en esta ciudad del todo.-

-¿H-Huuh? Espera… ¿cómo qué me llamarías mañana y que ya tienes otros planes?- Repitió Kelly con curiosidad y levantando al mismo tiempo una de sus cejas, además de activamente intentar no alzar su voz más de la cuenta para así evitar llamar la atención de los otros clientes en las mesas aledañas a la suya. -¿A qué rayos te refieres con eso?-

-Y-Yo… Sinceramente estaba matando un poco de tiempo mientras esperaba que fuera un poco más tarde para encontrarme con un amigo.-

-¿Un "Amigo"?-

-S-Sí, así es. Un amigo.- Reafirmó Cynthia, evitando la curiosa mirada de su prima al darle un largo sorbo a su taza de café. -¿A-Acaso tiene algo de malo que me vea con un amigo?-

A Kelly se le dibujó una enorme sonrisa en sus labios en respuesta. Ella simplemente no podía creer que su prima, la chica recta, ortodoxa y estricta, viniera desde tan lejos para venir a ver a un amigo.

-N-No me mires de esa forma.- Ordenó Cynthia al sentir vívidamente cómo sus mejillas se tornaban de color rojo. -Al menos dime algo…-

-Hahahaha, lo siento, Cynthia. Pero para mi es difícil de creer que la toda poderosa campeona de Sinnoh viniera desde tan lejos solo para tener una cita con un chico. Inclusive me parece gracioso y hasta algo irónico.-

-N-No es una cita.- Corrige la campeona de manera enérgica. -Solo vine a ver a un amigo… Es todo. Qué un chico y una chica quieran salir para verse no significa que se trate de una cita.-

-Uh-huh. Claro… Lo que tu digas primita.- Comentó Kelly, aun sin dejar de sonreír junto a su Prinplup. -Pero al menos me dirás quién es el afortunado antes de irte, ¿no es así?-

En el acto, una sencilla sonrisa se posicionó sobre los labios de Cynthia, a la vez en que ella acomodaba su postura sobre la silla. -Ohh, ¿y porque no me acompañas mejor y te lo presento en persona?- Propone ahora la campeona de Sinnoh para con su prima, dando otro sorbo a su café. -¿Qué te parece mejor esa idea?-

-¿Estás completamente segura de eso?- Refuta Kelly al instante. -Porque, siendo sincera, no creo que a él le agrade mucho la idea de que la prima de su cita los interrumpa. O al menos a mi, personalmente, creo que me molestaría mucho si alguien ajeno perturbaran una cita con mi querido Gold. Ya eso pasó una vez durante nuestra primera cita y creeme que-...

-¡QUE NO ES UNA CITA!- Volvió a corregir Cynthia con más energía de la necesaria en su voz, acción que sin querer atrajo la mirada de varios de los clientes del local. -S-Solo saldremos a tomar un café, después almorzaremos y por último comeremos helado. No es nada del otro mundo, Kelly, En serio…-

-Eso suena a una cita para mí…-

-P-pues no es una cita.-

-Oye, no tienes porqué negarlo.- Asegura con tranquilidad la rubia de New Bark, en un tono más relajado para así apaciguar a su alterada prima. -No tiene nada de malo que por primera vez en tu vida veas a un chico para algo más que para una simple batalla pokémon. Sinceramente me alegro por esto y sé que el chico a quien escogiste será bueno para ti.-

En ese momento, las mejillas de Cynthia volvieron a tomar una rojiza coloración ante el comentario realizado por Kelly. -Y-Yo… pues…-

-Hahahaha. ¿Te he dicho que eres muy linda cuando te sonrojas?-

-Grrr… Olvida eso y cuéntame cómo vas con tu conquista de los gimnasios. La última vez que me llamaste fue cuando ganaste tu segunda medalla e ibas a explorar el bosque ilex.-

-Recién enante gane la medalla del gimnasio de esta ciudad.- Informó Kelly al sacar su nueva y brillante medalla. -Casualmente entré a este lugar para celebrar con Prinplup nuestra victoria comiendo helado…-

-Me alegra escuchar eso.-

-En fin, supongo que si vas a tener una cita, yo podría llamar Gold para invitarlo a salir o a comer…-

-¿Ehh?-

-Solo imagínalo.- Proclamó Kelly con emoción. -Nostras teniendo una cita doble con Gold y tu chico misterioso. ¿No te parece maravilloso?-

-Por el amor de Arceus… ¡QUE NO ES UNA CITA!-


Un increíblemente poderoso sentimiento de nostalgia se apoderó por completo de Crystal al visitar la tan afamada guardería de sus abuelos, lugar en donde ella había pasado gran parte de su vida e infancia. Curiosamente, su antigua habitación estaba intacta a como la había dejado hace casi un mes atrás, además de que en el patio de atrás había una gran cantidad de amigables Pokémon, los cuales jugaban los unos con los otros o simplemente se dedicaban a dormir bajo la sombra de los árboles.

En esté sentido, el aroma de la comida casera que había preparado su amada abuela era algo que Crystal no podía negarse a probar, muy a pesar de tener planeado salir a recorrer la ciudad y quizás almorzar o cenar en algún restaurante más tarde junto con Gold y Kelly.

Por lo demás, luego de comer el banquete de bienvenida preparado por su abuela, Crystal se ofreció a lavar los platos y demás trastes en compensación, por lo que sus abuelos tomaron la oportunidad para salir a la ciudad y comprar más comida y medicina para los pokémon que albergaba su guardería.

Otra serie de minutos llegaron a transcurrir en un abrir y cerrar de ojos, cuando Crystal finalmente acabo de organizar y limpiar los platos sucios de la cocina. Sin embargo, antes de que ésta pudiese tomarse un breve descanso, un sonido grave y metálico, muy parecido al de un pequeño barco de vapor, irrumpió la tranquilidad de la guardería.

-¡Y-Ya voy!- Anunció Crystal desde la cocina, inmediatamente reconociendo el peculiar sonido del timbre de la puerta principal. -¡Un momento, por favor!-

Desde la cocina, la prospecto a profesora se dirigió luego a la sala para posteriormente abrir la puerta que conduce fuera de la residencia de un tirón. Ahora, inmediatamente luego de esto, Crystal estaba frente a frente con un guapo chico de oscura y negra cabellera, ojos de color carmesí que manifestaba a simple vista serenidad, y una mirada tan estoica y resiliente cómo el magma. El chico en cuestión, en ese momento, estaba vestido con un sencillo suéter negro con algunos vistosos detalles en rojo en los costados, unos shorts deportivos en también en negro y un curioso gorro, el cual en la parte superior era de color blanco, mientras que en la base tenía una franja de color negro con lo que asemejaba ser el logo de una pokebola en rojo.

-¿R-Ruby?-

-¿C-Crystal…?-

-¡P-Pero qué sorpresa tan agradable!- Exclamó Crystal en un nervioso tono que denotaba su sorpresa, tras sonrojarse un poco en el proceso. -N-No esperaba verte por aquí…-

-¿Y tú qué demonios estás haciendo por aquí?- Cuestionó el recién llegado con algo de frialdad en su voz, entre tanto esté buscaba activamente evitar observar directo a los ojos de Crystal. -¿No se supone que te mudaste a New Bark con tu padre?-

-Ohhh… Pues resulta que estoy de paso por aquí.- Reafirma Crystal instantáneamente, sintiendo a la par un poco de vergüenza al juguetear inconscientemente con sus dedos. -Pero en resumidas cuentas, hace casi un mes que empecé a viajar por todo Johto para conocer mejor la región con dos nuevos amigos que hice. Pero esa es una laaaarga historia.-

-Hmph… Ya veo.- Fue la respuesta dada por Ruby al fruncir su ceño, cruzarse de brazos, y con visible molestia. -Bueno, en todo caso yo vine hasta aquí para despedirme de tus abuelos. Así que dime, ¿ellos de casualidad están por aquí?-

Sin siquiera desearlo, una de las cejas de Crystal terminó por arquearse. -E-Espera… ¿Cómo que viniste a despedirte?- Repitió la prospecto a profesora. -¿A qué te refieres con eso?-

-Esa es una laaaarga historia. Pero en resumen, me mudare pasado mañana a la región de Hoenn.-

-¿Te mudas a Hoenn?-

-Uh-huh. Así cómo escuchaste.-

-¿P-Pero porque?-

Ruby aquí se tomó un par de segundos antes de replicar, cosa que provocó que Crystal sintiera un más nervios dentro de su estómago. -Hace un par de días atrás mi padre finalmente aceptó la propuesta de ser líder de gimnasio en un pequeño pueblo en el sector sur de Hoenn, por lo que obviamente todos tenemos que mudarnos lo antes posible.-

-¡E-Eso es fantástico!- Manifestó Crystal forzando nuevamente una amigable sonrisa. -Me alegro mucho por tu padre, Norman… ¿Pero qué hay de ti? ¿tu estas bien con todo esto?-

-Sobreviviré.- Indicó el de ojos color carmesí de manera tranquila. -No es el fin del mundo ni nada parecido, por lo que asumo estaré bien.-

-Escucha Ruby, yo mejor que nadie se lo dificil que es mudarse a un lugar nuevo de forma tan repentina.-

-Tch… Eso me consta, aunque no es cómo sí mi opinión hubiese influido en la decisión de mis padres. Pero, siendo sincero, me entristece un poco el tener que dejar Johto atrás. Extrañare mucho a Whitney y también a Mary.-

Ahora fue el turno de Crystal para tomarse unos segundos antes de dar una respuesta. -¿Whitney?- Repite Crystal con asombro y curiosidad. -¿En serio hablamos de la misma Whitney que ambos conocemos?-

-Hmph, pues para tu información, desde que te largaste de aquí, ella y yo nos volvimos muy buenos amigos y hasta me llegó a enseñar un poco de estrategias de combate. Pero ese es otro tema aparte.-

Crystal exhalo aire en silencio por su nariz ante la inesperada respuesta dada por Ruby. -Ohhh… Pues, entonces me alegro mucho por eso. No tenía idea de que ambos se habían vuelto tan cercanos en esté corto periodo desde que me fui.-

-En fin, ¿podrías entonces despedirte de tus abuelos por mi?- Preguntó Ruby luego de repentinamente darle la espalda a Crystal. -Lamento mucho no poder despedirme personalmente de ellos, pero mañana estaré muy ocupado empacando y dudo tener tiempo libre como para poder venir de nuevo hasta por aquí.-

Sin decir más, Crystal asintió lentamente ante Ruby. -Adiós, Crystal. Te deseo suerte en tu viaje con tus nuevos amigos.-

-¡Espera! ¡Por favor, espera un momento Ruby!- Ordenó desesperadamente Crystal, alzando su voz en el proceso antes de acercarse a Ruby para tomarle de una de sus manos. -Antes de que te marches, quiero decirte algo más.-

-¿Hmph?-

-T-te quiero… pedir disculpas por todo. De verdad, lo siento mucho.-

-¿Huh?-

-Lamento mucho que fueras el último en enterarse de que me iría con mi padre a New Bark… Se que tu debiste de ser el primero en saberlo siendo mi mejor amigo desde que tengo uso de razón. Pero es que realmente no sabía cómo decírtelo, así que perdóname por actuar de esa forma tan egoísta. Mi intención nunca fue la de lastimarte o hacerte sentir cómo sí no me importara tu amistad.-

En paralelo, Ruby se voltea de muy mala gana para mirar por primera vez directo a los hermosos ojos azules de Crystal. -Escucha, no me dolió ser el último en enterarme, ¿ok?- Expresó Ruby en un tono más serio y firme. -Lo que realmente me lastimó fue tu falta de confianza conmigo. O sea, se suponía que tu y yo eramos mejores amigos, prácticamente como hermanos, pero a pesar de todo no tuviste la suficiente confianza como para decírmelo a la cara.-

-L-Lo lamento tanto. En serio, yo-...

-Se suponía que no debería de haber secretos entre nosotros, ¿o no lo recuerdas? Era obvio que yo me deprimiría por que te irías lejos de aquí. Pero de todos modos el sufrir es lo que nos hace sentir vivos… Yo no necesitaba que cuidaras de lo que sentía, solo deseaba que me dijeras la verdad y que confiaras.-

Crystal quedó sin palabras y las pulsaciones de su corazón incrementaron de golpe. Ella solo miró con tristeza a su mejor amigo y aceptó con gran dolor que él tenía toda la razón en lo que decía.

-Estoy decepcionado de que nuestra amistad te importara tan poco como para actuar de esta manera, Crys. De entre nosotros, tú eras la más inteligente, calculadora y sensata, pero terminaste actuando de manera irracional e inmadura.-

-Se que no existen palabras para arreglar lo que hice.- Reconoció la joven prospecto a profesora poco antes de agachar su cabeza. -Es cierto que la forma en la que actúe fue inmadura, estúpida y egoísta…-

-Tch, solo olvídalo.- Ordenó el de oscura cabellera antes de exhalar el aire de sus pulmones. -Ya no creo que eso importe, ¿o si?-

-¿Huh?-

-Solo olvidalo, Crys. Necesitaba sacar todo eso de mi sistema.- Informó Ruby al colocar una tímida sonrisa en su rostro. -Ahora que te dije lo que tenía dentro de mí, me siento un poco mejor conmigo mismo.-

-¿M-Me perdonas entonces?-

-Claro qué te perdono, mas no lo olvidaré. A pesar de todo lo que sucedió, te sigo considerando como mi mejor amiga.-

-¿E-En serio?-

-Vamos, Crys… ¿En serio creías que iba a estar molesto contigo toda la vida?

-Conociéndote, diría que sí. Tu siempre fuiste algo rencoroso y dramático.-

-Me ofende tu sinceridad, pero no estás del todo equivocada. Yo tiendo a ser un poco rencoroso cuando me lo propongo.-

-¿Seguro que solo un poco rencoroso?- Pregunto Crystal de manera sarcástica.

-Hahaha, solo un poco.- Reafirmó Ruby al acomodar su gorro sobre su cabeza.

-Oye, uhh… Si no estás muy ocupado, ¿te gustaría ir por un helado como los viejos tiempos cerca del área comercial de la ciudad?- Propone Crystal con una sonrisa. -Quizás así podríamos conversar un poco sobre todo lo que hemos hecho desde la última vez que nos vimos…-

-Ok, me parece bien. Pero solo si tu pagas.-

-Hahaha, definitivamente que tu aun sigues siendo el mismo Ruby de siempre.- Manifestó alegremente la prospecto a profesora, manteniendo una sonrisa y dándole luego unas palmadas en la espalda al recién llegado. -No tienes la menor idea de cómo extrañaba esto.-


Área Comercial, Ciudad Goldenrod, 12:21 P.M


Posteriormente a una sorpresiva, tediosa y larga llamada por parte de su madre, Gold junto a Quilava finalmente pudieron emprender su camino al centro comercial que estaba a un par de cuadras del centro pokemon en dónde se hospedaban para disponerse a almorzar y quizás también distraerse un poco en el proceso.

Aquí, cómo era de esperarse, el lugar yacía repleto tanto de lugareños como también de turistas de todas partes del mundo, además de qué dicho centro comercial contaba con alrededor de trescientas tiendas de diferentes tipos. Desde tiendas de juguetes y objetos electrónicos, hasta joyerías, restaurantes, tiendas de videojuegos, ropa y librerías.

Por lo tanto, poco después de llegar, Gold tardó aproximadamente veinte minutos en localizar el famoso restaurante en dónde vendían las hamburguesas qué él tanto deseaba probar para su almuerzo. Una vez dentro del establecimiento, el de New Bark pide una hamburguesa tanto para él, cómo también un par más para qué Quilava y sus demás pokémon pudiesen probar.

Pasados otra serie de minutos, Gold culmina con su almuerzo, y tras pagar, esté se pone en marcha junto con Quilava para recorrer el resto del concurrido centro comercial. Pero, a pesar de esto, la dupla en todo momento se siente incómoda ante la gran multitud de personas qué iban y venían por doquier. Ellos sencillamente no se sentían tan agusto al ver tantas personas conglomeradas, pero era eso o quedarse encerrados en la habitación del centro pokémon haciendo nada más que mirar televisión.

-Jamás había visto tanta gente reunida en un solo lugar solo porque sí.- Se dijo a sí mismo Gold luego salir del restaurante junto con el pokémon de fuego. -Definitivamente que en un futuro me quedaré viviendo en New Bark o en algún otro pueblo pequeño. Creo que ni siquiera la final de la liga pokémon de hace dos años estaba tan llena cómo esté lugar…-

Cómo réplica, Quilava observó a su alrededor con algo de desgano y posteriormente asintió enérgicamente ante lo dicho por su entrenador. Era obvio a este punto que ambos odiaban las excesivas multitudes y el innecesario bullicio de las enormes metrópolis.

-En fin… Supongo que ahora que estamos aquí podríamos comprar un par de cosas para nuestro viaje. ¿Qué tal suena eso, amigo?-

El pokémon de fuego respondió a lo dicho por su entrenador asintiendo nuevamente para luego bostezar de manera exagerada.

-Heh, si que eres un pokémon bastante perezoso cuando se trata de cosas cómo esta, ¿no es así?- Señaló Gold antes de terminar por regresar a Quilava a su pokebola para que descansara al verlo bostezar. -Bueno, tu descansa dentro de tu pokebola. Yo me encargare del resto.-

Acto seguido, Gold se dio la difícil tarea de recorrer cada tienda de artículos pokémon qué estuviese a su vista, en busca de pociones, antídotos y demás objetos esenciales para su viaje. La larga travesía desde Azalea hasta Goldenrod fue extenuante no sólo para él, sino que también para sus pokémon, quienes luego de las muchas batallas contra pokémon salvajes y entrenadores, tuvieron que sanar sus heridas a base de pociones, por lo que el desaprovechar una valiosa oportunidad para volver a abastecerse no era una opción, muy a pesar de su enorme incomodidad frente a las multitudes.

Poco tiempo después, y luego de entrar a más de siete u ocho tiendas de artículos pokemon, Gold terminó comprando alrededor de diez pociones y un par de antídotos por si las moscas. En ese momento el de New Bark lo único que deseaba era regresar a su habitación en el centro pokémon para descansar un poco más y quizás planear cómo se desarrollaría su estadía en la ciudad. Pero, justo al salir del establecimiento en donde se había abastecido de pociones, algo terminó por captar por completo su total atención.

-¿Una tienda de flores?- Se preguntó a sí mismo al acercarse un poco más y observando con cierto interés el lugar. -Hmph, supongo que podría comprarle algo a las chicas…-

Gold empujo tímidamente la puerta principal del local e inmediatamente una fuerte mezcla de olores florales terminaron por invadir su nariz. Luego de esto, él noto que el lugar estaba relativamente vacío, a excepción de una pareja de ancianas, un par empleadas, y otro chico al menos un par de años mayor que él, quien estaba en la parte de atrás mirando con suma atención la enorme cantidad de flores que el establecimiento tenía para la venta.

En la parte delantera del local estaba ubicada una enorme sección repleta de peluches de pokemon y diversas tarjetas para ocasiones especiales como graduaciones, cumpleaños, bodas, noviazgo y demás.

-Hmmm, ¿qué tipo de flores debería de escoger para ellas dos?- Se vuelve a cuestionar Gold un tanto confundido, tras llegar a la parte de atrás del lugar. -Ughhh… Esto es más difícil de lo que pensé.-

-Las rosas siempre son una buena elección cuando se está indeciso.- Informó amablemente el otro chico de negra cabellera y ojos color rojo fuego al acercarse a donde estaba Gold luego de escucharlo.

-S-Supongo que tienes razón.- Reconoció Gold al darse la vuelta para de esa forma observar de frente al chico que lo aconsejo, quien era al menos un par de centímetros más alto y estaba vestido con un sencillo suéter de color negro, una chaqueta roja con detalles en blanco, unos desgastados jeans azules y una llamativa gorra de color rojo con blanco, muy parecida al diseño de una pokebola.

Gold, al principio, asumió que sus ojos le estaban jugando una sucia jugada debido al cansancio acumulado que tenía por su largo viaje. Pero, mientras más observaba al chico que estaba frente a él, más su corazón y su mente se empezaban a convencer de que la realidad era esta.

-Hola, Gold… Cuánto tiempo sin vernos, ¿verdad?-

-¿¡R-R-R-R-RED!? ¿P-Pero que…? ¿cómo es que…? ¿PERO QUÉ RAYOS…?-

-¿Así es cómo saludas a un viejo conocido?- Interroga sarcásticamente Red al ver la exagerada y cómica reacción de Gold, la cual rápidamente llamó la atención de todos los presentes dentro del pequeño local comercial. -Es curioso cómo trabaja el destino, ¿no te parece? Ya pasaron dos (2) años desde que nos vimos en la final de la liga pokémon, y de todos los lugares, nos volvemos a encontrar aquí dentro de una floristería.-

Gold estaba frío y básicamente en estado de shock. Su cerebro aún no lograba del todo procesar la presencia del aún vigente Campeón de la liga pokemon en un lugar tan mundano como ese.

-¿Gold… ? Me estas preocupando, ¿te encuentras bien?-

-Y-Yo… E-Estoy bien… Solo estoy un poco sorprendido. Jamás esperé encontrarme contigo así tan de repente.-

-Hahaha, lo mismo digo.- Confesó Red, rascando la parte posterior de su cabeza. -Sinceramente apenas si te reconocí al verte. Si no fuera porque reconocí mi antigua gorra, dudo mucho haber podido saber que eras tu.-

-Uhh.. S-Si… Y-Yo crecí un poco desde la última vez que nos vimos.-

-Heh, eso es lo que veo. Eres tan alto cómo Green y yo a tu edad.-

-Perdón por cambiar el tema tan abruptamente, ¿pero qué demonios haces en este lugar?-

-Oh… Pues pasaba por aqui y decidi comprar un regalo para una amiga con la cual debo de encontrarme en un par de minutos cerca de aquí.- Informo Red antes de tomar una flor de color amarillo para luego dirigirse a donde estaba la encargada para pagarla.

-¿El todopoderoso campeón de Kanto y Johto en una cita?- Preguntó retóricamente Gold, tomando ahora consigo dos rosas, pagando por ellas y posteriormente saliendo junto con Red del establecimiento. -Nunca me imagine algo así. O al menos no de ti.-

-Hahaha, se que yo no lo aparento, pero también tengo vida además de las batallas y los pokémon.- Denuncia el campeón con inquebrantable tranquilidad. -Además, este encuentro no es exactamente una cita. Solo saldremos a tomar un café, almorzar y luego comer helado. No es la gran cosa…-

-Estoy bastante seguro que sí lo es.- Afirmó Gold de manera burlona. -Todo eso que mencionaste califica como que tendrás una cita.-

-Bueno… Quizás sí lo sea, pero tu no te quedas muy atrás que digamos.-

-¿Huh?-

-Hehehe, pues estas aqui y compraste dos rosas, Gold. Aparentemente no soy el único haciendo vida social por aqui…-

-Y-Yo… Uhh… Estas rosas… Son para mis compañeras de viaje.-

-¿Compañeras de viaje?-

-S-Si. Así es…-

-¿Con que finalmente decidiste viajar después de todo?- Cuestiono Red en un tono qué denotaba su curiosidad por lo expresado por Gold. -¿Osea que ya eres entrenador pokémon?-

-Uh-huh. Ya soy entrenador de manera oficial y también tengo por el momento dos medallas de gimnasio.-

Una sonrisa repleta de orgullo se posicionó en los labios del vigente campeón de la liga pokémon, utilizando los dedos de su mano derecha para rascar su barbilla. -¿O sea qué eso significa que tienes planeado conquistar todos los gimnasios de Johto y participar en la liga pokémon del próximo año?-

Gold asiente sin titubear. -Es correcto. Pero no solo quiero conquistar los gimnasios de Johto.- Rectifica el de New Bark con energía y emoción. -Si no que también pretendo conseguir todas las medallas de Kanto.-

-Ohhh… Me agrada la ambición que estas demostrando. Muy pocas personas en estas regiones poseen las dieciséis medallas de gimnasio.-

-Hehehe, pues yo prometo ganar todas las medallas y también la liga pokémon del otro año. Ya lo veras.-

-Más te vale cumplir esa promesa, Gold.-

Luego de esto, Red y Gold intercambian miradas y sonrisas por otro par de segundos más, antes de qué el de New Bark diese unos cuantos pasos al frente para así alejarse por completo de la entrada de la florería. -Oye, pero dejando un poco de lado el hablar de mí, preferiría qué ahora nos enfoquemos en ti, Red. Hay algo que aún no logro entender.-

-¿Hmph…?-

-Esa flor amarilla qué compraste… ¿Acaso tu y Blue-…?-

Sin darle la opción de terminar sus palabras, Red interviene de inmediato. -Blue actualmente sale con Green.- Testifica el campeón al volver a rascar la parte de atrás de su cabeza con desdén. -Lo creas o no, ellos ya tiene alrededor de un año juntos siendo pareja.-

-Woa… Espera, ¿de verdad Blue Sato terminó siendo novia de ese cretino?-

-Ellos siempre estuvieron enamorados el uno del otro.- Informó Red en un tono de voz algo más relajado y qué demostraba nostalgia. -Asique solo era cuestión de tiempo para que algo pasara entre ellos.-

-¿Pero entonces esa flor para quién es?-

-¿Tanto te interesa saberlo?-

-Un poco…-

-Entonces acompáñame y te la presentare.-

-¿Estás completamente seguro de esto, Red? Porque no creo que a tu cita le agrade muchos que un extraño los interrumpa…-

-Ya te dije que no es exactamente una cita.- Vuelve a corregir Red, poco antes de ruborizarse. -Solo sigueme y te la presentare.-

-D-De acuerdo, de acuerdo. Iré contigo al menos para decir hola.- Accedió Gold antes de suspirar con desgano por el simple hecho de tener que lidiar por aún más tiempo con la multitud de personas que recorría todo el centro comercial. -Veamos quién fue la afortunada chica que logró acordar una cita con el todopoderoso campeón.-

-¡QUE NO ES UNA CITA!-


-¿Entonces aquí es donde te encontrarás con tu cita?- Interroga rápidamente Kelly, al mismo tiempo en que ahora observaba con interés en dirección a una modesta pero concurrida cafetería localizada a un par de metros de los bancos de madera en dónde Cynthia y ella yacían cómodamente sentadas.

-Por enésima vez, ¡QUE NO ES UNA CITA!- Corrigió la rubia campeona de manera agresiva para con su prima menor. -Pero al menos estás en lo correcto en que este es el lugar en donde el y yo acordamos vernos.-

-Hago constar, mientras más te empeñes en negar que es una cita, más sospechoso y claro está de que lo es.-

-Ughhh… ¿Acaso alguna vez te mencione qué eres realmente molesta cuando te lo propones?- Pregunta Cynthia retoricamente, mientras jugaba nerviosamente con un mechón de su larga y rubia cabellera. -Aveces me preguntó cómo tuve la paciencia necesaria para entrenarte por todo un año sin terminar por ahorcarte en el proceso.-

-Hahaha, lo mismo me pregunto yo.- Confesó Kelly de manera alegre y sonriendo pícaramente. -Pero si tuviera que decir una razón, creo que fue porque siempre tuvimos a Platinum y a la abuela con nosotras. Ellas dos de alguna forma siempre nos mantuvieron a raya.-

En respuesta, Cynthia asintió con clara nostalgia reflejada en su pálido rostro, pero no sin antes observar de reojo cómo un par de transeúntes con una dupla de Vulpix se paseaban cerca de su posición. -Pues sí, supongo qué en eso tienes razón.- Reconoce la joven campeona de Sinnoh, mirando ahora directo al rostro de Kelly. -Pero por cierto, ahora qué mencionas eso, existe algo qué deseo preguntarte.-

-¿Sí?-

-¿Qué tal me veo? Se sincera…-

-Te ves tan rubia, pálida y linda como siempre.- Informó la pequeña rubia de lente sin dudarlo. -Por ahora no te preocupes tanto y relájate, ¿ok? El tener una cita no es el fin del mundo. Solo se tu misma y te asegura qué todo saldrá bien.-

-P-Pero-…

-Escucha, ¿por qué no mejor me cuentas cómo es ese chico mientras tanto?- Propuso Kelly con algo de insistencia. -Quizás eso te ayude a relajarte un poco.-

-¿Cómo es… el?-

-Uh-huh.-

-Pues… él es algo alto para su edad. Su cabello es de color negro, no tan largo pero tampoco tan corto. Y… uhhh, él también es una persona bastante relajada y tranquila. Quizás un poco muy optimista la mayor parte del tiempo, pero ese es parte de su encanto. Ahhh, y también siempre qué puede utiliza gorras.-

Luego de la vívida descripción por parte de su prima, Kelly no pudo evitar cruzarse momentáneamente de brazos al arquear también una de sus cejas. -Ohh… ¿Y qué más? Me gustaria saber un poco más sobre él.-

-Hmmm… Pues, sus ojos son increíblemente intensos cómo el fuego, y su mirada demuestra tanto compasión como seguridad en sí mismo. El, además, es increíblemente inteligente, perspicaz y siempre qué puede intenta ayudar a los demás sin buscar algo a cambio. Creo qué, por decirlo así, él sería una especie de arquetipo de héroe salido de un cuento de hadas y-...

-¿Y de casualidad no quisieras qué también te reserve un hotel para después de su cita?- Pregunta la rubia de New Bark a modo de burla para con su prima, interrumpiendo a esta en seco en sus palabras. -Porque estoy bastante segura qué debe de haber ese tipo de hoteles alrededor de aqui.-

-¿C-Cómo puedes decir esas cosas?- Refuta Cynthia al ruborizarse con intensidad. -O sea, no creo que él y yo lleguemos a tanto hoy.-

-¿Hoy?- Repitió Kelly al mismo tiempo que fruncía el ceño y se le dibujaba nuevamente una sonrisa llena de complicidad. -¿O sea que esperas llegar a "eso" en otra ocasión?-

-N-N-N-No pretendo responder a esa pregunta.- Réplica la campeona de Sinnoh poco antes de cruzarse de brazos. -Simplemente me rehuso a seguirte el juego.-

-Hahaha, que poco divertida eres Cynthia. Pero volviendo al tema, creo que el chico con el que tendrás tu cita-…

-¡QUE NO ES UNA CITA!-

-Lo que intento decir es que CREO que un chico con las características que describiste está caminando en esta dirección. Pero no estoy realmente segura.-

-¿Ehh?-

En el momento en cuanto Cynthia se voltea a mirar en dirección a dónde ahora observaba su joven prima, esta pudo confirmar de inmediato qué, efectivamente, entre la muchedumbre de personas qué caminaban de un lado al otro en el centro comercial, se venía dirigiendo hasta su posición un chico con todas las características descritas por ella misma. Aquí, poco después de esto, el corazón de Cynthia se aceleró desmedidamente y en su garganta se formó un tenso nudo.

-E-Espera un momento… ¿Ese qué viene también para aca es Gold?- Cuestiona Kelly con sorpresa, notando milésimas de segundo después la presencia de su compañero de viaje también entre la muchedumbre qué se aproximaba a su posición. -Esto sí qué es curioso y extraño.-

-¿G-Gold?- Repitió Cynthia al ahora enfocando su confusa y nerviosa mirada sobre Kelly. -E-Espera… ¿No me digas que en serio lo llamaste para tener una cita doble?-

Kelly negó instantáneamente en respuesta. -Para nada, yo no lo llame ni nada por el estilo.- Argumento la oriunda de New Bark. -O sea, él y yo actualmente nos hospedamos en el centro pokémon qué está a unas cuadras de aquí, por lo qué no es de extrañar qué el viniera hasta por su propia cuenta. Aunque lo qué me parece sumamente extraño es qué el y tu cita están caminando uno al lado del otro cómo sí estuvieran viniendo juntos.-

-¿¡Tu Gold está caminando con mi Red!?-

-¿Tu Red?- Repitió la rubia de lentes al mirar a su prima con extrañez para luego observar de mejor manera al chico de oscura cabellera que caminaba junto a Gold. -¿¡H-Huuh!? ¿Cómo no lo noté de inmediato? E-Ese es el campeón de Johto y Kanto, Red Tajiri, ¿pero porque no lo mencionaste desde un principio y cómo rayos conseguiste una cita con alguien como él?-

Cynthia deseaba responder y aclararle las cosas con su prima, pero justo cuando intentó abrir su boca, tanto Gold como Red ya estaban parados frente a las bancas de madera en donde ellas estaban sentadas.

Por su parte, Gold y Kelly intercambian nerviosas y hasta confusas miradas el uno con la otra, no sabiendo qué decir o cómo reaccionar al respecto. Sus rostros, de la misma manera, reflejaban su completa sorpresa al encontrarse tan repentina y fortuitamente.

-L-Lamento muchísimo el llegar un poco tarde.- Se excusó Red, agachando un poco su cabeza y luego entregando la flor de color amarillo a Cynthia. -A decir verdad, me distraje por un momento cuando me encontré de imprevisto con un viejo amigo. Espero sinceramente qué no te moleste su presencia aquí con nosotros.-

-¡Es muy hermosa!- Reconoció Cynthia después de aceptar la pequeña flor con su mano derecha. -Hehe, y no tienes de qué preocuparte, Red. Yo por mi parte me encontré con mi primita. Recuerdas que te hable de ella, ¿cierto?-

-M-Mucho gusto, mi nombre es Kelly Taylor.- Saludo la rubia de lentes, levantándose del banco de manera y estrechando luego la mano del vigente campeón de Johto y Kanto. -Es un placer conocerte.-

-El gusto es mío.- Señala Red con una cálida sonrisa. -Mi nombre es Red Tajiri, y Cynthia me habló mucho de ti.-

-Me gustaría decir lo mismo.- Murmuró Kelly de muy mala gana entre dientes, antes de mirar de reojo a Cynthia.

-Y tu debes de ser el famoso Gold Ethan Tsubasa, ¿o me equivoco?- Indica ahora Cynthia al enfocar su mirada sobre el de New Bark. -Mi prima también me ha hablado mucho de ti.-

-Espera… ¿Tú conoces a su prima y ella también conoce de ti?- Cuestionó Red al fruncir el ceño, enfocando como Cynthia su mirada directamente sobre Gold. -¿Y por qué siento que me estoy perdiendo de algo importante?-

Casi qué por instinto, Gold rasco la parte posterior de su cabeza. -Eso es porque ella es mi compañera de viaje.- Confesó luego el de New Bark con vergüenza. -Y lo creas o no, yo no tenía idea de qué tu cita seria con la prima de mi compañera de viaje.-

-Por el momento solo somos compañeros de viaje y muy buenos amigos.- Agregó luego Kelly con intensidad y visible seguridad en sus palabras. -Pero anteriormente fui su primera y única novia, y quizás en el futuro lo vuelva a ser.-

Red se mostró dubitativo ante lo dicho por Kelly, colocando en el proceso una sonrisa pícara qué este término por dirigir a Gold. -Ohh… Ya veo, eso explica mucho.-

-Por cierto, Gold. ¿Esas son para mí?- Pregunta Kelly con recelo, notando ahora como su compañero sostenía entre sus dedos dos frágiles rosas. -¿Tu compraste esas flores para mí como regalo?-

Ahora fue el turno de Gold para mostrarse dubitativo al extremo, asintiendo prácticamente qué por inercia. -E-Ehhh… P-Pues sí, ellas son para ti.- Concedió Gold nerviosamente ante las atentas miradas de Red y Cynthia. -B-Bueno, en realidad, sólo una de ellas es para-...

Sin darle tiempo alguno para poder explicarse, Kelly corto la distancia entre ella y Gold con inmensa facilidad. Posteriormente, la rubia se acerca aún más al rostro de su compañero y, sin ningún tipo de pudor o vergüenza, le termina por dar un húmedo y apasionado beso en los labios.

-P-Por lo que veo tu prima es bastante cariñosa.- Comentó Red, con visible incomodidad, al ver lo sucedido. -Pobre de Gold...-

-Ni te lo imaginas.- Respondió Cynthia soltando un largo y sonoro suspiro. -No tienes ni idea…-