Cabaña para Visitantes, Pueblo de los Monjes, 8:23 P.M


-¿Estás segura de que esto funcionara?- Pregunta el de New Bark con algo de escepticismo y al inconscientemente levantar una de sus cejas. -¿No tendrá algún raro efecto secundario?-

-Estoy bastante segura de que funcionara.- Aseguró Crystal sin titubear. -La mayor parte de los ingredientes son naturales.-

-N-no estoy tan seguro de esto, Crys. Yo creo que mejor-...

-¡Quítate el suéter!- Ordenó súbita y sorpresivamente Crystal, en un claro y avergonzado tono de voz. -P-por favor.-

-¿Ehhhhh?-

-N-n-no me h-hagas volver a repetirlo.- Indicó Crystal ahora con voz temblorosa y también evitando mirar a Gold a su rostro. -Y-ya de por sí esto es muy vergonzoso de pedir.-

-P-pero… y-yo… ehhh… ¿E-estás segura de querer hacer esto, Crys?-

-S-solo hazlo de una vez antes de que me arrepienta.- Ordena con el rostro enrojecido Crystal, mientras abría el pequeño envase de vidrio y untaba varios de sus dedos en la pomada. -N-no tenemos toda la noche.-

Gold trago saliva pesadamente y era más que obvio que el estaba con muchas dudas sobre toda la situación. Sin embargo y después de un par de incómodos segundos, el de New Bark tímida y torpemente se retiró su camisa, para de esta manera dejar expuesto, ante los ojos de Crystal, su amoratado abdomen.

Instantáneamente y como si se tratara de un acto reflejo, tanto el corazón como también la respiración de la joven aspirante a profesora pokémon se aceleraron drásticamente al ver a Gold de tal forma. Esta, sin lugar a dudas, no era la primera vez que Crystal apreciaba a Gold así. Pero sí era la primera vez en las que lo podia apreciar de tan cerca.

-E-estoy listo.- Informa Gold al soltar un exagerado suspiro, a la vez que esté colocaba su suéter en la mesa a un lado de la cama. -¿Y ahora que se supone que haga?-

-¿C-como que ahora que se supone que hagas?- Repite con molestia e indignación Crystal. -P-pues obviamente acomodate y quédate quieto para que pueda empezar a colocar la pomada.-

-D-de acuerdo…-

-Ahh… Una cosa más antes de que empiece…-

-¿S-si?-

-¿P-podrías por favor… cerrar tus ojos?-

-¿Cerrar mis ojos?- Repite Gold mirando un tanto confundido a Crystal. -¿Acaso hice o dije algo que te molesto?-

-No es eso, Gold… es solo que…-

-¿Es solo que?-

-N-no me sentiría del todo cómoda si me miraras mientras hago esto.-

-Ohh… Claro. Comprendo.- Indicó Gold al acomodarse boca arriba sobre la cama. Pero no sin antes cerrar sus ojos y colocar una burlesca sonrisa. -Hehe, desde este momento soy todo tuyo, Crys.-

-¿Ehhhhhhh?-

-Hahahaha, así como escuchaste. Yo soy todo… ughhh-…

Antes de que Gold pudiera terminar lo que estaba diciendo, Crystal con mucha más fuerza que delicadeza, colocó la espesa y fría pomada que tenía en sus dedos sobre el abdomen de su compañero. Lo que provocó en él uno que otro alarido de dolor.

-Woaaaa… Ugghhrr… Está fría esa c-cosa.-

-¿Qué esperabas?- Pregunta Crystal un poco exasperada y empezando finalmente a frotar con más delicadeza el abdomen de Gold con sus dedos.

-Esperaba… quizás algo un… ughh… poco más tibio. No lo sé…ahhhhhggg… ¡MALDICIÓN! D-duele… mucho. Se más gentil conmigo… P-por favor.-

-¡No sean tan infantil y aguanta un poco más!- Exclama Crystal ignorando tanto la petición de Gold como sus alaridos por el dolor. -Tengo que hacerlo con fuerza para que la pomada penetre tu piel y haga efecto cuanto antes.-

-E-e-entiendo eso. P-pero termina… rápido.- Señaló Gold, quien ahora estaba tensando involuntariamente todos los músculos de su cuerpo. -R-rayos… Urghhh… esto es…increíblemente molesto y doloroso.-

-Esto te pasa por esforzarte más de la cuenta y no descansar como te sugerí desde un principio.- Recalca Crystal de manera fría y dándole un par de sonoras palmadas a Gold en su estómago. -Espero esto te sirva de lecci-…

¡P-por el amor a Arceus, regáñame en otro momento! P-pero por favor acaba con esto… uhggh… rápido… ¿S-si?-

-Tranquilízate un poco, Gold. Ya estoy terminando.-

Por más que deseara resistirlo, el rostro de Gold demostraba, a simple vista, lo mucho que él estaba sufriendo. Todo esto, mientras que el agonizante entrenador se aferraba con las pocas fuerzas que le quedaban a la sabana que estaban debajo de él para intentar amortiguar el increíble dolor que aquejaba su cuerpo.

-Solo un poco más.- Informa Crystal volviendo a untar sus dedos en la pomada y colocándola esta vez con más dulzura. -Ya falta poco para que termine. Solo aguanta.-

-Arghhh… N-no puedo aguantar... más.- Susurra ahora débilmente Gold, al sentir vívidamente cómo su conciencia poco a poco iba apagándose. -C-crys… Yo-…

-¡Listo, ya termine!- Exclamó Crystal, al mismo tiempo en que está colocaba el envase de vidrio en la mesa a un lado de la cama, para entonces limpiar con su pijama el resto de la pomada que aún tenía en sus dedos. -Ya puedes abrir los ojos, Gold.-

Pero a pesar de la orden dada por Crystal, no hubo respuesta alguna por parte de Gold. El único sonido que se podía escuchar en ese momento era el del frío viento nocturno chocando con contra los árboles que rodeaban el pueblo.

-N-no es gracioso lo que estás haciendo.- Manifiesta agresivamente Crystal al ver como Gold no reaccionaba a sus ordenes. -Abre tus ojos… ¿Gold?-

Pero una vez más y muy para la preocupación de Crystal, tampoco hubo respuesta alguna por parte de Gold, quien permanecía aun con sus ojos perfectamente cerrados y sin dar señales de estar consciente.

Poco a poco y a medida que pasaban los segundos, un abrumador sentimiento de terror se empezó a apoderar de Crystal. Su corazón ahora latía a mil por segundo y, en un rápido y desesperado acto, la prospecto a profesora tocó el cuello y también las muñecas de su amado compañero para verificar su pulso. Sin embargo lo anterior, Crystal tenía un enorme nudo en su garganta, además de apenas sí poder dejar de temblar. Sus manos sudaban y su evidente nerviosismo apenas sí le dejaba comprobar el pulso y respiración de Gold.

-C-c-contrólate… Solo contrólate y respira profundo.- Pensó Crystal para tratar de mantenerse lo más calmada y serena posible. -Hmmm… S-su pulso está algo fuera de lo normal. Pero al menos está respirando.-

Segundos después, Crystal soltó un largo y sonoro suspiro de alivio al notar que su compañero solo se había desmayado debido al dolor. Posteriormente, ella se dejó caer de rodillas al suelo y luego miró a Gold con una mezcla entre preocupación y alivio.

-¡Idiota! M-me diste el susto de mi vida…-

Ahora, varias lágrimas empezaron a brotar de los azules ojos de Crystal. Ella simplemente no podía evitar dejar de llorar, pero apenas sí tenía idea de la razón. Quizás y solo quizás, este era el modo en el que su cuerpo, mente y corazón podían liberar tanta tensión y tantos sentimientos reprimidos por tanto tiempo en su interior.

-Si tan solo supieras lo mucho que yo te odio.- Confiesa Crystal al secar la infinidad de lágrimas que ahora viajaban en sus sonrojadas mejillas con sus temblorosas manos. -Odio que ya nada sea como antes en mi vida. Odio este maldito sentimiento que no me deja pensar con claridad. Odio que pudieras robarte mi corazón tan fácilmente y sin hacer nada más que ser tu mismo. Odio amarte con locura. Odio que no recuerdes lo que sucedió en Ciudad Goldenrod entre nosotros. Pero sobre todas las cosas, y-yo odio que no sepas lo mucho que te amo, mi Gold.-

Crystal ahora fijó su mirada sobre el techo de madera de la cabaña y luego volvió a suspirar. -Me encantaria mucho que todo volviera a la normalidad. Ojala pronto podamos estar junto con esa estúpida rubia.- Susurro la prospecto a profesora en un triste tono de voz. -A pesar de todo lo que sucedió, extraño muchísimo nuestras estúpidas peleas. También extraño que nosotros tres (3) durmieramos en la misma cama. Incluso extraño dormir todos juntos bajo la luz de la luna y las estrellas.-

En una rápida acción, Crystal le dio un tierno beso a Gold en una de sus mejillas. -Gracias por hacerme sentir viva y también por ayudarme a cumplir mi sueño.- Volvió a susurrar Crystal, para entonces acomodarse a un lado de Gold sobre la cama. -Gracias por darme todos los días razones para sonreir y ser feliz. Gracias por ser parte de mi vida, Gold Ethan Tsubasa Shinoda…-


Cabaña para visitantes, Pueblo de los Monjes, 9:51 A.M


-Te dije que Crystal estaría aquí durmiendo con Gold. Ella es taaaaaan predecible.-

-N-no se que pensar de esto… ¿Acaso ellos-…?-

-Hehehe, yo creo que sí lo hicieron.- Teorizó Zuki en voz baja y al colocar una pícara sonrisa en sus labios. -Mi querido primo es todo un pilluelo. ¿Quien lo diria, no? Pero supongo que esto era de esperarse que ocurriera tarde o temprano.-

-¿Crees que deberíamos despertarlos?- Preguntó ahora el pelirrojo y al ignorar por completo todo lo dicho por Zuki. -N-no se cómo actuar o proceder en estos casos…-

-Hmm… Quizás sí deberíamos.- Reconoció la menor de las chicas kimono, para entonces sacar rápidamente su Pokegear del bolsillo de sus jeans. -Pero antes, creo que es mi solemne deber el tomar al menos un par de fotos de este hermoso momento para la posteridad.-

-¿P-para la posteridad o mejor dicho para extorsionar en un futuro a tu primo y a la sabelotodo?- Pregunta Silver un tanto exasperado y frunciendo el ceño.

-Es para la posteridad.- Reafirma súbitamente Zuki luego de tomar un par de fotos y guiñando su ojo derecho al pelirrojo. -Solo imagina lo que-...

-¿Hmmm… q-que…?-

-Tch… Finalmente el "bello durmiente" está despertando de su letargo.- Murmura Silver al notar cómo Gold recuperaba poco a poco la consciencia.

-¿P-p-pero que demonios…?- Pregunta Gold, quien claramente aún estaba más dormido que despierto. Pero de todas formas reconociendo las características voces de Zuki y Silver frente a su cama. -¿Que rayos están haciendo en mi cabaña? ¿Acaso sucedió algo?-

-Hehehe, buenos días campeón.- Saludo animadamente Zuki, mientras que esta guardaba su Pokegear e ignoraba la pregunta de su primo. -Se nota que pasaste una muy… ¿Cómo decirlo? Hmmm… "turbulenta noche".-

-¿Una turbulenta noche?- Repite Gold sin entender del todo las palabras de su prima. -¿A qué te refieres con eso? Lo último que recuerdo fue a Crystal cuando me-…

-¡NO QUIERO ESCUCHAR LOS DETALLES!- Exclamó rápidamente Silver sonrojándose con intensidad. -¿E-e-es que acaso no tienes vergüenza?-

-¿Vergüenza de qué?- Pregunta extrañado Gold por la peculiar reacción de Silver -¿Qué rayos sucede conti-…?-

Muy para la enorme sorpresa de Gold y cuando esté finalmente estuvo mucho más consciente de toda la situación, él pudo notar cómo justo a su lado estaba profundamente dormida una sonriente Crystal.

-¿¡EHHHHHHHHHHHH… C-C-CRYSTAL!?-

-¿Huh… Q-qué sucede, Gold?- Fue lo qué preguntó la prospecto a profesora al despertarse a medias debido al grito de su compañero. -¿Paso algo?-

-¡Claro que sucede algo!- Afirmó Gold claramente apenado y ahora con el rostro completamente enrojecido. -T-t-tu y yo… dormimos juntos…-

-Ahh… Sí. Hehehe…. Dormimos juntos.- Reconoció Crystal en un tranquilo tono, pero sin abrir sus ojos, mientras que cambiaba de posición para seguir durmiendo. -Por desgracia te desmayaste, asi que decidi quedarme a tu lado para cuidar de ti.-

Silver y Zuki intercambiaron miradas de asombro luego de escuchar la confesión de Crystal. El pelirrojo apenas si podía contener lo apenado que estaba, mientras que Zuki miraba con una mezcla entre orgullo y curiosidad a su sonrojado primo.

-¿Y-yo m-me desmaye?- Pregunta Gold, segundos antes de examinar su abdomen.

-Uh-huh…-

Con algo de temor, Gold tocó suavemente su aún amoratado abdomen y, muy para su sorpresa, el dolor que tanto lo había aquejado, desde lo sucedido con Kelly, había casi desaparecido por completo.

-¡E-esto es increíble!- Exclamó Gold con una sonrisa. -¡Esa cosa realmente funcionó!-

-Tch… Lamento interrumpir su tierna conversación.- Interviene tajantemente Silver al ver que Crystal no se percataba de su presencia o de la de Zuki. -Pero tenemos muchas cosas que hacer el día de hoy y este no es el mejor momento para que ustedes-…

-No seas tan aguafiestas, Silver. Dales un descanso a la feliz pareja.- Vociferó enérgicamente Zuki, para después colocar una burlesca sonrisa. -Por cierto Crystal… ¿Qué tal la pasaron anoche? ¿Dolió mucho? ¿Se casaran o solo fue algo de una sola noche? ¿Qué le dirán a Kelly cuando-…?-

-¿Z-Zuki… S-S-Silver… ustedes? ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHH! ¿Q-QUÉ HACEN AQUÍ USTEDES DOS (2)?- Preguntó Crystal de un grito, instantes después de darse cuenta de la presencia de Silver y Zuki frente a la cama. -¿C-COMO ES QUE ENTRARON?-

-Soy un ex miembro de élite del Equipo Rocket. ¿En serio pensabas que una simple puerta podría detenerme?- Señaló Silver, al mismo tiempo en que esté apoyaba su cuerpo contra una de las paredes de la cabaña. -Algo de utilidad tenía qué aprender durante mi estadía con esos bastardos.-

-Olviden como entramos.- Manifestó Zuki. -Háblenme de lo que sucedió aquí entre ustedes dos (2). ¿Si?-

Cómo por acto reflejo, Gold se levantó de la cama de un brinco y luego volvió a colocarse el suéter que la noche anterior había puesto sobre la mesita de noche. -N-no sucedió nada de lo que estás pensando.- Recalco el de New Bark con molestia. -No es lo que piensan. ¿Verdad que no sucedió nada, Crystal?-

-Exactamente. Y-yo solo vine para hablar con Gold y luego-...

-¡NO QUIERO ESCUCHAR LOS DETALLES!- Interviene nuevamente Silver al sonrojarse. -Lo que ustedes hagan en su tiempo libre no es de nuestra incumbencia y mucho menos si se trata de-…

-Yo si quiero escuchar todo lo que hicieron con lujo de detalles.- Proclama ahora Zuki sentándose en la cama y mirando con interés a Crystal. -Tengo mucha curiosidad sobre-…

-¡NO PASO NADA DE LO QUE ESTÁN PENSANDO!- Vociferó Gold. -T-todo esto es un gran malentendido…-

-¡E-exacto!- Afirma ahora Crysta al levantarse finalmente de la cama. Poco después, la prospecto a profesora tomó el envase de vidrio que estaba sobre la mesa de noche y lo mostró a Zuki y Silver. -Yo vine anoche para hablar con Gold y de paso para también darle esta pomada para curar el golpe que tenía en su abdomen…-

-¿Entonces no pasó nada entre ustedes dos?- Pregunta Zuki con notable y visible desilusión. -¿Nada de nada de nada?-

-Nada de nada.- Repite Gold suspirando, negando con la cabeza y luego estirando su entumecido cuerpo.

-Lo único que sucedió ayer fue que me ofrecí a ayudarlo a ponerse la pomada y el se desmayó debido al dolor.- Asegura con mucha vergüenza Crystal. -Luego me quede aquí para asegurarme de que el estuviera bien.-

-Sigue sin importarme lo que ustedes hagan en su tiempo libre.- Aclaró el pelirrojo al acercarse a la puerta que conducía a la parte de afuera, para entonces abrirla. -Nosotros vinimos porque ninguno de los dos (2) respondía las llamadas a sus respectivos Pokegear.-

-Ohh… Y-yo olvide mi Pokegear en mi cabaña.- Informa Crystal sonriendo nerviosamente y evitando la amarga mirada de Silver. -L-lo siento…-

-El mío creo está descargado.- Comenta ahora Gold al revisar rápidamente el pequeño artefacto electrónico en su muñeca izquierda. -Creo que la última vez que lo cargue fue en Ciudad Ecruteak…-

-Eso explica por qué no respondía las llamadas.- Indicó Zuki poniendo el dedo índice de su mano derecha en su mejilla.

-Por si no lo recuerdas, Gold, nosotros tenemos una batalla pendiente contra Jin antes de marcharnos de aquí.- Informa Silver antes de salir de la cabaña. -Si me necesitan estaré desayunando.-

-¡Rayos! Me había olvidado de eso por completo.- Reconoció tímidamente el de New Bark. -Ughhh…-

Al ver cómo ahora Silver se alejaba de la cabaña, Zuki se levantó rápidamente de la cama y se dispuso a seguir al pelirrojo. -Oye, esperame, príncipe del mal.- Ordenó burlescamente la chica kimono. -Déjame acompañarte a desayunar.-

-¡NO ME DIGAS DE ESA FORMA!- Exclama furioso Silver al escuchar detrás de él a Zuki llamarlo por ese apodo. -¿Tanto trabajo te cuesta llamarme por mi nombre?-

-¿Príncipe del mal?- Repite Crystal un tanto confundida y mirando a Gold buscando una explicación de su parte. -Ese apodo es nuevo…-

-Ehhh… P-pues veras, eso es porque… ehhhh… Silver…-

-¡Ohhh, ya entiendo!- Vociferó Crystal al juntar sus manos. -¿Es porque Silver fue miembro del Equipo Rocket, verdad?-

-Ehhh… S-sí. Así es.- Afirma Gold con notable alivio, al ver que no tenía que mentir o dar explicaciones por el nuevo apodo del pelirrojo. -Es exactamente por eso.-

-¿Te parece si nos bañamos y luego vamos a desayunar?- Propuso inesperadamente Crystal. -Muero de hambre.-

El de New Bark se sonrojo con intensidad y después tragó saliva ante la propuesta de Crystal. -¿B-b-bañarnos?- Repitió Gold de manera lenta y comedida. -Y-yo no tendria problemas con eso. ¿P-pero estás segura de lo que me pides?-

-¡OBVIO QUE NO JUNTOS!- Aclara rápidamente Crystal. -Lo que quise decir era que regresaría a mi cabaña para bañarme y luego nos veríamos en el comedor para desayunar.-

-Ohh… C-claro.- Réplica Gold con extrema vergüenza notable en su rostro. -E-eso fue exactamente lo que entendí desde un principio.-

-Definitivamente que eres terrible para mentir.- Comentó Crystal con una sonrisa, para luego marcharse en dirección a su cabaña. -Te veré en el comedor luego de darme un baño.-


Comedor del Pueblo de los monjes, 10:31 A.M


Luego de una larga y tranquilizante ducha, Gold se dirigió directamente al comedor en donde se encontró a Crystal, Zuki y a Silver, quienes lo esperaban con notable impaciencia para desayunar todos juntos.

Muy para la sorpresa de Gold y Crystal, el desayuno grupal transcurrió con cierta normalidad a pesar de lo ocurrido en la cabaña de Gold. Las bromas, los malos entendidos y las ridículas discusiones entre Silver y Zuki, hicieron del desayuno algo bastante ameno y memorable para todos por igual.

De manera curiosa y muy a pesar de las preocupantes visiones de Morty, Gold se sentía extremadamente relajado, confiado y satisfecho consigo mismo. Quizás esto se debía al hecho de que por fin había podido confesarle a alguien sobre las visiones de Morty o quizás se debía a que el golpe que le había dejado Lucario ya no le dolía tanto cómo antes. De cualquier manera y por primera vez en mucho tiempo, Gold estaba animado y era algo que todos en el grupo notaron. Pero en especial Crystal, quien no paraba de sonreír y sonrojarse al mirarlo.


Gran Plaza del Pueblo de los Monjes, 11:27 A.M.


Al acercarse a la plaza, el grupo noto inmediatamente como un gran número de monjes estaban sentados en posición de meditación a lo largo y ancho de toda la plaza, mientras que Jin y su Medicham estaban completamente solos en medio del lugar.

-¿Están preparados para empezar?- Pregunta el anciano monje Jin al sentir la presencia de Gold y Silver junto a Zuki y Crystal.

-Estamos listos.- Informa animadamente Silver dando un par de pasos al frente. -Pero tenemos una pregunta para usted.-

-¿Cuál es, muchacho?-

-¿Quién de nosotros dos (2) peleará contra usted primero?- Pregunta ahora Gold colocándose a un lado de Silver.

-Hohoho… Creo que ayer no me explique del todo bien.- Vocifera Jin riendo ante la pregunta de Gold. -La batalla de hoy es de ustedes dos (2) en equipo contra mi.-

-¿EHHHHH?-

Tanto Silver como Gold se miraron el uno al otro a los ojos en confusión luego de escuchar las palabras de Jin.

-¿Nosotros dos-...?

-¿Contra usted?- Termina Gold la oración de Silver. -¿Está usted completamente seguro de lo que nos pide?-

-Por supuesto que estoy seguro de lo que les pido.- Asegura Jin con extrema tranquilidad, para entonces ponerse de pie y lugar sacar de entre su túnica una pequeña pero brillante roca de color arcoíris. -¡Ahora Medicham, Mega Evoluciona!-

Al escuchar lo ordenado por su entrenador, el pokémon luchador psíquico inmediatamente rodeo por completo su cuerpo en una especie de luz arcoiris, misma que iluminó con extrema facilidad todo el pueblo, los árboles y la vegetación en varios metros a la redonda.

Pocos segundos después y cuando por fin la luz arcoíris que rodeaba el cuerpo de medicham se desvaneció por completo, todos pudieron apreciar como el pokemon del monje Jin cambio su aspecto físico de forma notable. Medicham ahora era un poco más fornido que antes y tenía lo que parecía ser encima de su cabeza una especie de turbante con una gema de color amarillo en el medio.

-Por su bien, espero que me tomen en serio y utilicen a los pokémon con los que tengan un buen vínculo.- Sugirió Jin en un serio y poco característico tono de voz. -Porque de lo contrario, perderán y yo no tengo la más mínima intención de contenerme ni un poco en esta pelea.-

-Buena suerte.- Manifestaron Crystal y Zuki prácticamente a la vez y justo antes de separarse de Gold y Silver, para colocarse a un lado de la plaza junto a varios ansiosos monjes.

-¿Sentiste eso, Gold?- Preguntó Silver en voz baja y con algo de nerviosismo. -Dime por favor que no estoy alucinando o algo por el estilo…-

Gold negó lentamente ante la pregunta del pelirrojo. -Por desgracia, no estás alucinando, Silver. Yo también lo siento.- Confesó el de New Bark, mientras que miraba fijamente al pokémon del anciano monje. -Sinceramente me cuesta creerlo. Pero la presión que está ejerciendo ese Medicham con su sola presencia después de megaevolucionar me parece algo irreal y absurdo por decir lo menos. Creo que es incluso comparable con la presión que sentimos cuando apareció Raikou en la torre quemada.-

-¡Maldición!-

-Sabes, Silver. Yo tenía mucho tiempo desde que no sentía algo cómo esto. Hahaha, es frustrante decirlo, pero ese pokémon debe de tener un nivel muy por encima del de todos nuestros pokémon puestos juntos.-

-¿Crees que podremos con él?- Pregunta nuevamente Silver mirando de reojo a Gold. -Se sincero.-

Gold volvió a negar lentamente con su cabeza y después coloco una nerviosa sonrisa. -Ni idea.- Confesó el de New Bark con simpleza. -A simple vista debo decir que ese Medicham es igual o incluso mucho más fuerte que el Venusaur de Red, el Blastoise de Blue o el Charizard de Green.-

-¡N-no bromees de esa forma!- Denunció Silver, a la vez que esté sacaba la pokebola de su Feraligatr y la apretaba entre sus dedos. -¿Hablas en serio?-

-No estoy bromeando.- Reconoce Gold suspirando, ajustándose la gorra y luego rascando la parte posterior de su cabeza. -Su sola presencia me tiene nervioso y me da escalofríos…-

-¿Quién o qué demonios es este anciano?- Se pregunta mentalmente Silver. -¿Cómo es posible que un simple monje tenga a un pokemon así de poderoso?-

-¿Sucede algo?- Pregunta Jin al no escuchar que Silver o Gold seleccionarán a algún pokemon. -¡Estoy esperando!-

-N-no sucede nada importante.- Replicó Gold al lanzar la pokebola de Typhlosion. -Lamentamos la demora.-

-Tch… Tengo un muy mal presentimiento de esto.- Se dice a sí mismo Silver al abrir la pokebola de su pokemon. -¡Feraligatr, yo te elijo!-

-Hmmm… Puedo sentirlo. La conexión qué ustedes tienes con esos pokémon es realmente muy estrecha.- Vociferó el anciano monje cruzándose de brazos. -Sus corazones ahora laten al unísono…-

-Typhlosion, demostremosle el fruto de nuestro viaje a Jin.- Manifiesta Gold con determinación y al apuntar a Medicham. -Flamethrower (Lanzallamas) ahora.-

-Medicham, ya sabes que hacer…-

Sin perder tiempo alguno, Typhlosion escupió rápidamente una infernal llamarada en dirección al pokémon de Jin. Sin embargo lo anterior y muy para el desagrado de Gold, Medicham esquivo con extrema facilidad el ataque de un acrobático, alto y ágil salto.

-¡Es nuestro momento!- Anuncia ahora Silver. -El no puede esquivar estando aún en el aire. Feraligatr, utiliza Hydro Pump (Hydro bomba)-

-Hehehe, Medicham, Psycho cut (Psico Corte)-

Milésimas de segundo después y aún estando en medio del aire, Medicham género, con un solo movimiento de sus manos, una especie de onda de energía de color púrpura enfrente de sí, la cual cortó sin problemas y también anuló el ataque de Feraligatr, cómo un cuchillo al cortar la mantequilla.

-¿Es esto todo lo que tienen?- Pregunta Jin con cierto tono de desilusión en su voz. -Veo que aun les falta mucho por mejorar si desean cumplir sus objetivos…-

-Grrr… ¡T-tu lo pediste, anciano!- Exclamó Gold aun sin perder la sonrisa en su rostro. -Typhlosion, llegó el momento.-

-¿Gold, estás seguro de esto? Pregunta Silver al saber a la perfección lo que iba a hacer el de Pueblo New Bark. -Cuando entrenamos apenas si pudiste-…

-Creeme, lo se Pero es necesario. Esta situación lo amerita si es que queremos tener al menos una pequeña oportunidad de ganar.-

Luego de todo lo dicho por su entrenador, Typhlosion empezó a rugir con furia. Ahora, de su espalda poco a poco se comenzaron a generar llamas de color azul incandescentes, las cuales cubrieron por completo el cuerpo del pokémon de fuego, cosa que terminó por asombrar de sobremanera a todos los monjes que miraban el combate.