Dos (2) Años atras, Parque Municipal al sur de Pueblo New Bark, 4:31 P.M.
Era una fría y lluviosa tarde de otoño en Pueblo New Bark. Aunado a esto, un triste, grisáceo y nublado cielo recubria lo largo y ancho del lugar, muy para el malestar de varias personas y pokémon por igual. Todo esto, mientras que lentamente la temperatura bajaba de manera drástica por todos los alrededores del pequeño pueblito al este de Johto.
Un poco más al sur de New Bark, se encontraba ubicado un amplio y acogedor parque repleto de áreas verdes con flores, frondosos árboles, columpios y demás juegos para los niños, mesas de madera en varios sectores para hacer picnics, casetas para descansar y ocultarse del sol, y también pequeños campos de batalla para pokemon.
-Ughhh… ¿Porque demonios tenía que llover precisamente hoy?- Se pregunta, de mala gana y con evidente frustración, una pequeña y pálida rubia de lentes y ojos de diferentes colores. Ella, en ese preciso instante observaba con desprecio el grisáceo cielo, la incesante lluvia y también cómo varias otras personas se marchaban despavoridas en busca de refugio, desde dentro de una pequeña, cómoda y algo oscura caseta de madera, en la que escasos segundos atrás ella había entrado para evitar mojarse más de lo que ya estaba. -El reporte meteorológico no dijo en la mañana sobre qué-...
-Solo olvidalo. No tiene caso el quejarse ni deprimirse ahora por un poquito de lluvia.- Indicó, también desde dentro de esa misma caseta, un calmado y despreocupado chico de ojos color dorado, cabello tan oscuro cómo la noche, y quien en ese momento tenía sobre su cabeza una singular y desgastada gorra de color negro y con detalles en dorado. -Bien deberías de saber que nunca es buena idea el creer en lo que dicen los meteorólogos. En especial si predijeron que hoy-...
-¡Y-ya lo sé, Gold!- Exclamó en respuesta la chica, para después cruzarse de brazos y exhalar con pesadez. Luego de esto, la rubia le dio un rápido vistazo al parque y noto que el mismo estaba ahora bastante vacío, en comparación a un par de minutos atrás. -Es solo que se suponía que hoy iba a ser el dia perfecto para nuestra segunda cita…-
-No te preocupes por eso, Kelly.- Indicó Gold, de manera tranquila y relajada, mientras que ahora se colocaba en una esquina de la caseta y después cerraba sus agotados ojos por un par de segundos. -No es cómo si alguno de nosotros en un futuro se irá y abandonara al otro. Ya tendremos más oportunidades para salir y pasarla juntos. Te lo garantizo.-
-P-pero es que luego del fiasco de nuestra primera cita, gracias a esos estúpidos motociclistas de Ciudad Cherrygrove, deseaba con todas mis fuerzas que hoy pudiéramos pasarla juntos y-...
-Hahaha, por si no lo llegaste a notar, ya estamos pasandola junto.- Aclaró Gold, nuevamente de manera calmada, pero mirando con condescendencia a la rubia. -Es cierto que no es lo que tu y yo esperábamos o habíamos planeado para hoy. Pero de todas formas lo importante es que pudimos vernos y salir un poco de la rutina.-
-P-pero-...
-Solo relajate y disfrutemos de la lluvia.- Propuso, rápidamente, el de oscura cabellera al sonreír. -Por el momento, estamos atrapados aquí hasta que escampe. Así que lo mejor es que nos calmemos y disfrutemos de esto lo más que podamos.-
Ante esto, Kelly se encogió de hombros e hizo en más que notable puchero en su rostro. -Ughhh… Esta bien, esta bien. Tu ganas- Admitió la rubia a regañadientes, para luego acercarse a Gold y sentarse tímidamente a su lado. -Solo que en serio me deprime mucho que las cosas no salgan cómo las planeo. En verdad odio toda esta situación cómo no tienes idea.-
-Creeme, puedo hacerme la idea de lo que sientes.- Aseguró Gold, volviendo a sonreír y luego jugando tiernamente con un mechón de la rubia cabellera de Kelly. -Sinceramente yo también deseaba mucho que pudiéramos hacer todo lo que habíamos planeado para hoy. Pero no ganaremos nada molestandonos porque la lluvia arruinó nuestros planes.-
-S-sabes… Desde que regresaste hace dos (2) meses atrás de ver la final de la Liga Pokemon, cambiaste completamente tu actitud.- Señaló, con preocupación, la rubia. -Ahora, sonríes un poco más que antes. También eres más alegre y ya no te la pasas tan encerrado en tu casa. Inclusive note que ahora le pides prestado a tu padre a su Scizor para cuando sales de casa.-
Cómo por reflejo, Gold miró fugazmente al bolsillo derecho de sus jeans, lugar en dónde estaba guardada la pokebola del metálico pokémon de su padre. -E-enserio crees eso?- Preguntó el de dorados ojos, a la vez que esté comenzaba a sentir algo de vergüenza. -Creo que estas imaginando cosas, Kelly.-
-¡No estoy imaginando nada! Tu ahora estás actuando cómo solías ser antes...-
-¿Cómo solía ser antes?- Repitió Gold, evidentemente confundido por el comentario de su novia. -¿A qué te refieres exactamente con eso?-
-Es cómo sí volviste a ser ese chico que deseaba conquistar los gimnasios de Johto para demostrarle a todos que podrías ser mejor que el legendario campeón sin corona.-
-¿Ah sí?-
-¿Que tanto sucedió en la Liga Pokémon cómo para que cambiaras tan drásticamente tu forma de ser de un momento para otro?- Cuestiono súbitamente Kelly. Todo esto, mientras que la rubia ponía un poco de distancia entre ambos, y luego fijaba sus brillantes ojos sobre su amado. -Enserio me preocupas mucho y-...
-N-no pasó nada fuera de lo común.- Aseguró Gold, sonrojándose notoriamente y tratando de restarle importancia a lo dicho por la rubia. -Ya te lo he dicho miles de veces. Conocí, de pura casualidad, a Red, Blue, Green y a los profesores Oak y Elm.
-P-pero es que estas actuando cómo-...
-¿Cómo cuando me conociste por primera vez y aun deseaba ser entrenador pokémon, verdad?-
-Así es…-
En ese momento, Gold soltó un largo suspiro. Después de esto, él se encogió de hombros, rasco con nerviosismo una de sus mejillas y luego empezó activamente a evitar la mirada de Kelly.
-¡M-me estas preocupando!- Exclamó la rubia, ante el bizarro silencio por parte de Gold. -¿Qué es lo que sucede contigo, Gold?-
-¿Y si te dijera que mi experiencia en la Liga Pokémon me hizo recapacitar y ver lo equivocado que estaba con respecto a mi decisión de abandonar lo que deseaba?-
-¿Huh? ¿De que estas-...?-
-¡Y-yo quiero volverme un entrenador pokémon cómo mi padre!- Confesó Gold, súbitamente y con completa determinación y seguridad. -Quiero retomar mi sueño. Pero no solo deseo superar lo hecho por mi padre, sino que ahora quiero ser capaz de superar también a Red Tajiri. Mi deseo y mi meta de ahora en adelante es conquistar y ganar todas las medallas de los dieciséis gimnasios entre Johto y Kanto.-
Kelly parpadeo repetidas veces, en clara señal de confusión, luego de escuchar lo dicho por Gold. Ella simplemente no podía creer del todo lo que acababa de oír, por lo que su corazón se llenó de un cálido sentimiento de felicidad y orgullo.
-Conocer a Red y en cierta medida a Blue, Green y también a los profesores, me hizo darme cuenta de lo estúpido e inmaduro que fui al alejarme de lo que deseaba solo por que los demás en el pueblo empezaron a tratarme diferente debido a mi talento.-
-¿No estas bromeando, verdad? ¿E-enserio volverás a retomar tu sueño?-
-Uh-huh.-
-¡Entonces yo tambien me volveré entrenadora pokémon y viajare a tu lado!-
-¿Q-q-que?-
-¡Así cómo lo escuchaste!- Reitero Kelly con una sonrisa y quitando rápidamente la gorra de su amado, para entonces colocarla sobre su cabeza. -Yo seré una entrenadora pokémon al igual que tu y que Cynthia.-
-¿E-estas completamente segura de lo que estás diciendo?- Preguntó Gold con notable inquietud y preocupación. -Esta no es una decisión que puede tomarse a la ligera asi por asi…-
-Estoy segura, Gold, descuida.-
-Es que no creo que a tu padre le guste mucho la idea de que salgas conmigo y te conviertas en entrenadora pokémon.- Admitió Gold, en un resignado tono de voz. -Ya de por si el se molesto mucho cuando se enteró del incidente con los motociclistas. Además, él apenas si tolera que salgamos de esta forma y-…
-¿Quisieras por favor dejar de meter a mi padre en esto?- Ordenó, agresiva y tajantemente, la rubia. -¡El no tiene nada que ver en esto o con mis decisiones!-
-¿Que el no tiene que ver en esto o con tus decisiones?- Repitió Gold, levantando una de sus cejas. -¿Acaso te peleaste con Laurent o algo asi?-
-Tch… No paso nada de importancia.- Replicó instantáneamente Kelly, al darle la espalda a Gold. -Solo no lo metas a él en nuestros asuntos.-
-Yo se que no soy bueno para mentir. Pero tu tampoco te quedas atrás. ¿Lo sabes, verdad?-
Ante lo dicho por su novio, Kelly terminó por bajar con pesadez su mirada. Poco después, la rubia exhaló todo el aire de sus pulmones. Era obvio a simple vista que algo había sucedido entre ella y su padre.-
-Ahora tu eres la que me está preocupando a mí.- Declaro Gold, colocando su mano derecha sobre la espalda de la rubia, para entonces darle un par de tímidas caricias. -¿Porque de un momento a otro-...?-
-Es algo un poco complicado de explicar. ¿Ok?-
-Puede que si tengas razon en que es complicado. Pero tenemos tiempo. -Aseguró rápidamente Gold, mirando y posteriormente apuntando a afuera de la caseta. -Por lo que veo, aun falta mucho para que termine de llover. Así que es mejor que empieces a hablar.-
-¿E-es realmente esto necesario?- Preguntó Kelly, antes de volver a mirar a Gold con algo de molestia. -¿Enserio quieres que hablemos de algo cómo esto en medio de nuestra segunda cita?-
-Vamos, Kelly… No quiero que existan secretos entre nosotros.-
-¡Ughhh… D-de acuerdo!-
-Hehehe, soy todo oídos entonces.-
Por enésima vez en la tarde, los hombros de la rubia se encogieron, aunado a que su mirada súbitamente volvió a bajar. -D-digamos que últimamente Papá anda muy extraño conmigo y con mi madre.- Informó Kelly con tristeza.
-¿Extraño en qué sentido?- Cuestionó Gold, casi al instante y levantando una de sus cejas en el proceso. -Se un poco más específica.-
-P-pues, él apenas si regresa a casa. Y las pocas veces que lo veo cuando regresa, él siempre se termina ocupando en largas llamadas del trabajo o haciendo papeleo. Además, estoy bastante segura de que el casi no duerme por las noches. A este punto, ya no se qué pensar y siento que algo le preocupa mucho.-
-Vamos, no creo que eso sea actuar del todo extraño.- Admitió Gold. -Creo que quizas solo estas exagerando porque Laurent está más ocupado que de costumbre y no te presta tanta atención cómo antes.-
-Al principio tambien pense lo mismo.- Aseveró Kelly, de manera fría y triste. -Yo se que el trabajo de nuestros padres es extremadamente duro y peligroso. P-pero…-
-¿Pero…?-
-Pero siento que algo malo está a punto de suceder. Mi sexto sentido me dice que mi padre está ocultando algo.-
-¿T-tu sexto sentido?-
-No sé cómo explicarlo, pero solo lo se…-
-Kelly, en verdad-...
-Hace un par de noches atrás escuche a mi padre sugerirle a mi madre que quizás deberían de separarse.-
Con extremo nerviosismo, Gold trago saliva y miró fijamente a la rubia. -¿S-s-separarse?- Repitió Gold con incredulidad. -P-pero-...
-¡T-tengo miedo, Gold! N-no quiero que mi familia se separe.- Exclamó Kelly, quien ahora tenía un mar de lágrimas recorriendo sus sonrojadas mejillas. -N-no quiero que-...
Sin embargo y antes de que la rubia pudiera terminar de expresarse, Gold, en un solo y rápido movimiento, se abalanzado contra su novia, cómo si su vida dependiera de ello. Breves instantes después, éste le dio un cálido abrazo y posteriormente sus labios se juntaron en un largo, húmedo y sorpresivo beso.
-Todo saldrá bien.- Asegura el prodigio de New Bark, de un susurro y luego de haber separado sus labios de los de Kelly. -Ya verás cómo todo saldrá bien.-
Kelly apenas sí podía procesar del todo lo que acababa de ocurrir, por lo que involuntariamente comenzó a hiperventilar sonoramente. En ese preciso instante, la rubia sintió una intensa y potente oleada de calor empezar a recorrer cada centímetro de su pequeño cuerpo, hasta el punto en que sus anteojos se empañaron.
-¿T-te encuentras bien?- Cuestiono Gold en un preocupado tono, mientras que veía cómo aún varias lágrimas aún salían de los ojos de la rubia. -¿Kelly?-
La rubia, lentamente, rozó los dedos de su mano izquierda contra sus húmedos labios. -M-mi primer beso.- Murmuró Kelly entre dientes, pero sin mirar del todo a los ojos a Gold debido a lo apenada que se sentía. -N-nosotros nos besamos.-
-¿Huh?-
-E-ese fue mi primer beso.- Informó tímidamente Kelly, mientras que esta se quitaba sus empañados anteojos, secaba sus lágrimas y luego miraba directamente a Gold a sus dorados ojos.
-Ohhh… P-pues, ese tambien fue mi primer beso.- Confesó el de oscura cabellera, al sonrojarse visiblemente.
-G-gracias, Gold. Realmente, muchisimas gracias.-
-¿Huh? ¿Gracias porque exactamente?-
-Por siempre estar a mi lado, apoyarme y animarme cuando me siento deprimida o triste.- Indicó Kelly, al quitar y posteriormente devolver a Gold su preciada gorra de la suerte. -Tu siempre sabes cómo hacerme sentir mejor.-
-Hahaha, ese es mi trabajo cómo tu novio.-
-¿Te parece si hacemos una pequeña promesa?- Propuso Kelly con algo de nerviosismo, a la vez que limpiaba sus empañados anteojos.
-¿U-una promesa?-
-Uh-huh…-
-¡De acuerdo! ¿Qué quieres que prometamos con exactitud?-
-Prometamos que en un futuro ambos nos volveremos entrenadores y recorreremos juntos todo Johto y Kanto.- Propuso Kelly, extendiendo el dedo meñique de su mano derecha en dirección a Gold. -¿Te parece?-
-Esta bien. Me parece perfecto.- Accedió Gold, también extendiendo su dedo meñique, cruzandolo con el de Kelly y posteriormente volviendo besarla en sus labios. -¡L-lo prometo!-
Frente al Faro de Ciudad Olivine, 3:18 P.M
-Tendrás que esforzarte mucho más si quieres hacerle daño a alguno de mis pokémon con ese tipo de ataques tan débiles e imprecisos.- Advirtió Huey, de manera tranquila y sin titubear. -Te invito a que lo intentes de nuevo.-
-¿Q-que lo intente de nuevo?- Repitió Crystal, claramente confundida por lo dicho por el marinero.
-Así es, jovencita. Inténtalo de nuevo.-
-¿Quien demonios se cree este sujeto que es?- Murmura Silver en voz baja y con molestia, cuando esté noto las claras intenciones del oponente de su compañera. -El está jugando con Crystal.-
-Ughh… B-Bayleef, Energy Ball (Energibola) contra Politoed. Flaaffy, utiliza Cotton Spore (Espora Algodón).-
Rápidamente y sin dudar por un segundo de las órdenes de Crystal, Bayleef género, en un abrir y cerrar de ojos, una moderada esfera de energía de color verde fosforescente, la cual, lanzó enérgicamente en dirección a Politoed. Por su parte y milésimas de segundo después, Flaaffy se colocó detrás de su compañera y posteriormente lanzó una gran cantidad de pequeñas partículas de algodón eléctricamente cargadas, mismas que se dirigieron contra los pokémon de Huey, para de ese modo intentar reducir un poco su velocidad de ataque y también su velocidad de reacción a la hora de esquivar.
-Hmph… Interesante. Poliwrath, Scald ( Escaldar) nuevamente.- Ordenó el fornido marinero. -Quiero que por favor neutralicen ambos ataques.-
El pokémon de tipo agua asintió ante lo dicho por su entrenador y justo antes de que los ataques de los pokémon de Crystal pudieran acercarse más, Poliwrath disparó un potente chorro de agua caliente. Acto seguido y con insultante facilidad, ambos ataques fueron rápidamente anulados por el chorro de Poliwrath.
-¿P-p-pero cómo?- Preguntó Crystal, ahora con una expresión de desaliento y fastidio en su rostro. -Se suponía que esos ataque en conjunto-...
-No estuvo para nada mal lo que intentaste hacer.- Reconoció Huey, al notar lo frustrada que se encontraba Crystal al ver como nuevamente los ataques de sus pokémon fueron fácilmente neutralizados. -Se nota que tus pokémon y tu tienen cierta experiencia "teórica" para los combates. Al menos estas demostrando que no eres una novata cualquiera que solo utiliza ataques aleatorios porque son super efectivos contra sus oponentes. Te felicito por eso.-
-Es obvio que ella tiene mucha experiencia teórica.- Se dijo mentalmente Silver, en respuesta a lo dicho por Huey. -Después de tanto tiempo de viajar con el idiota de Gold y la rubia psicótica, era de esperarse que Crystal aprendiera una que otra cosa sobre estrategias y batallas.-
-El utilizar Energy Ball y Cotton Spore, prácticamente a la vez, fue una maravillosa elección tanto cómo ofensiva cómo defensiva. Alabo tu brillantez por intentar limitar de ese modo la velocidad de mis pokémon.- Reconoció, con cierto grado de admiración, el moreno marinero. -Estoy seguro de que contra cualquier otro oponente, esa combinación te hubiera servido para poner la batalla a tu favor. Pero me temo que yo no soy un entrenador cualquiera. Este tipo de estrategias no serán suficientes para derrotarme.-
Ahora más que nunca, Crystal podía sentir cómo un ardiente, turbulento y repulsivo sentimiento de frustración se empezaba a esparcir por todas sus entrañas, cómo el fuego al consumir un viejo bosque. Su enrojecido rostro, ahora, era vivo retrato de la molestia que ahora carcomía su ser.
-¡Crystal, solo concentrate y no dejes que el te distraiga con sus palabrerías!- Vociferó enérgicamente Silver. -Solo respira profundo y-...
-Creo que ahora es el momento perfecto para que veas por ti misma la diferencia de nivel que existe entre, tu amiga la rubia, y tu.- Anuncio Huey, poco antes de estirar y hacer crujir varias de las articulaciones de su cuerpo. -Es bastante obvio que tus pokémon y tu no tienen mucha práctica en combate, a pesar de la clara experiencia teórica que aparentemente tienen. Así que te enseñaré cómo se hace un ataque en conjunto de verdad.-
-¿C-cómo se hace un ataque en conjunto de verdad?- Repitió Crystal, lentamente y con nerviosismo. -¿Qué quieres decirme con-...?-
-¡Politoed y Poliwrath, utilicen ambos Hydro Pump (Hidrobomba) ahora!-
-M-maldición, Baylee-...
Antes de que Crystal pudiera decir alguna palabra e inmediatamente después de escuchar a Huey, Politoed y Poliwrath, rápidamente y en conjunto, dispararon a la vez un gigantesco chorro de agua de alta presión el cual pasó a escasos centímetros de los distraídos pokémon de Crystal. Milésimas de segundo después, el ataque de los pokémon de Huey se estrelló estrepitosa y violentamente contra la arena de la desierta playa, a un par de metros del faro.
Al ver esto, Silver frunció el ceño y mordisqueo su labio inferior. -Tch… Fallaron a propósito.- Comentó, en voz baja, el pelirrojo al mirar de reojo a Huey. -Maldito fanfarrón presumido.-
Una estremecedora mezcla entre miedo, amargura e impotencia se hizo presente en Crystal, luego de apreciar lo destructivos que podían ser los ataques de los pokémon de Huey, en comparación a todo lo que ella había intentado hasta el momento con Bayleef y Flaaffy. La aspirante a profesora pokémon trago saliva y simplemente se dedicó a observar con impotencia, nerviosismo y desasosiego, el gran cráter que dejó en la arena de la playa el ataque en conjunto de Politoed y Poliwrath.
-¿Q-qué está sucediendo conmigo?- Se Preguntó mentalmente Crystal, sintiendo a la vez un abrumador frío en su espalda y también notando cómo su pulso aumentaba desproporcionadamente. -¿P-porque yo-...?-
-Supongo que ahora debes de entenderlo mejor. ¿O me equivoco?- Indicó el fornido marinero, en un tono más serio y comedido. -Tu amiguita, la rubia, me venció fácilmente utilizando únicamente a su Xatu, así que creo que esto deja claro que aún no eres apta para tener una batalla a este nivel. Pero reconozco el valor y las agallas que demostraste al insistir en querer batallar tu misma, a pesar de no tener la suficiente experiencia práctica. En fin...Cómo acto de buena voluntad, los dejare pas-...
-Y-yo… M-me niego…-
¿Qué fue lo que dijiste? Preguntó Huey, con extrañeza y luego levantando una de sus cejas ante el débil murmullo que produjo la chica en respuesta. -¿Acaso dijiste que te negabas?-
-¡M-m-me niego rotundamente a que me dejes entrar al faro por lástima y sin antes haberte vencido cómo dictan las reglas!- Reafirmó, agresivamente y con extremo desagrado, Crystal. Instantes después, la chica se deshizo de sus coletas y despues empezo a apretar sus puños con amargura, hasta el punto de estremecerse. -¡N-no necesito de tu compasión ni de tu lástima solo porque soy una entrenadora novata!-
-C-creo que estas entendiendo mal las cosas.- Aclara rápidamente Huey, para entonces cruzarse de brazos. -Lo que quise darte a entender era que-...
-Y-yo se muy bien que Kelly es mejor entrenadora que yo en todos los sentidos. Pero eso no significa que ella tenga más convicción y determinación.- Reconoció Crystal, con amargura y resignación, cuando esta empezó a mirar con frialdad a Huey. -¡ME REHÚSO A ESTAR DETRÁS DE ELLA POR MÁS TIEMPO. NO QUIERO SER MAS SU MALDITA SOMBRA Y ESTOY DISPUESTA A DEMOSTRARLO AQUÍ Y AHORA!-
Tanto Silver, cómo también Huey, Bayleef y Flaaffy observaron con extremo asombro a Crystal, por un par de segundos, luego de sus declaraciones. Ninguno de ellos se esperaba tal reacción por parte de una chica tan alegre, calmada y calculadora. Pero en todo caso, sus pokémon sonrieron y asintieron con motivación. Ellos, al igual que Crystal, deseaban demostrar su valía en batalla y no aceptarían la lástima ni la condescendencia de Huey. Por lo que ambos nuevamente se posicionaron frente a su entrenadora en espera de poder continuar batallando.
-¿Estás realmente segura de esto?- Preguntó Silver, para intentar hacer entrar en razón a su compañera. -El ya había aceptado dejarnos pasar al faro y bien podríamos entrar a investigar sobre el paradero de-…
-E-eso ya lo se, Silver. Pero me rehuso a que me dejen entrar de esta manera.- Argumento Crystal, visiblemente irritada. -No me sentiría bien conmigo misma y mi orgullo jamás se repondría de algo cómo esto. Simplemente esto es algo que tengo que hacer a mi manera o de lo contrario-…
-Tch… De acuerdo, ya entendí. Haz lo que quieras.- Replica, súbitamente, Silver, cuando esté colocó una tímida pero orgullosa sonrisa. -Solo termina rápido con este fanfarrón. Creeme, lo menos qué quiero en este momento es pescar un estúpido resfriado por mojarme por las qué inminente lluvia que se avecina.-
-Solo confia en mi.- Propuso Crystal, guiñandole uno de sus ojos a Silver. -Se que de algún modo me las arreglare.-
-Hahahaha, definitivamente que tienes más agallas de las que aparentas, jovencita.- Confesó Huey, luego de escuchar a Crystal. -Para un entrenador pokémon, el orgullo lo representa todo. Pero ya basta de tanto parloteo y continuemos con la batalla.-
-De acuerdo.-
-Aunque pensándolo un poco mejor, deseo ver hasta qué punto puede llegar el vínculo que tienes con tus pokémon. Así que te invito nuevamente a qué nos ataques con todo lo que tienes.-
Crystal automática asintió. -Está bien.- Manifestó la prospecto a profesora, poco antes de exhalar con pesadez. -¡Le demostraré, ahora y aquí, todo de lo que podemos ser capaces!-
-Ughh… Solo espero que ella esté consciente en lo que se está metiendo.- Murmuró ahora el pelirrojo para sí mismo, al encogerse de hombros. -Sí yo hubiese peleado en su lugar, ya hubiera vencido a ese fanfarrón con Ursaring o con Sneasel…-
-Bayleef, utiliza Razor Leaf (Hojas Navaja).- Ordenó enérgicamente Crystal, apuntando a Politoed y Poliwrath. -¡Acaba con ellos!-
-¿Huh? ¿De nuevo intentando ese ataque?- Pregunto Huey con desilusión y molestia, luego de observar cómo el pokémon de tipo hierba creaba frente a sí un sin fin de afiladas hojas. -Supongo que no aprendiste la lección después de todo. Politoed, quiero que utilices-...
-¡Creeme, si aprendi la leccion!- Exclamó Crystal, colocando en sus labios una confiada sonrisa, muy al estilo de Gold. -¡Flaaffy, es tu momento de brillar!-
-¿Huh?-
Instantes después y muy para la sorpresa de todos, Flaaffy, justo antes de que Bayleef disparada por completo su ataque, salto y posteriormente creó un brillante y cegador destello de luz el cual provocó que los pokémon del marinero se quedarán prácticamente inmóviles y se cubrieran instintivamente sus ojos.
-¿P-pero qué demonios es esto?- Preguntó agresivamente Huey, también cubriendo sus ojos del brillante destello. Sin embargo, esto no impidió que esté pudiera mirar de reojo cómo sus pokémon recibían por completo el ataque lanzado por Bayleef. -¡Ughh… M-maldición!-
-Solo segui al pie de la letra su consejo.- Declaró Crystal, cuando finalmente Flaaffy dejó de brillar, mientras que los pokémon de Huey, con algo de dificultad, volvían a colocarse frente a su entrenador a pesar del fuerte ataque recibido. -Utilice un ataque combinado tal cómo me demostraste.-
-Hmph… Nada mal, supongo. -Admitió Huey, de mala gana y al observar lo lastimados qué estaban sus pokémon. -Fue bastante inteligente el limitar la visibilidad con ese destello de luz para asegurar que tu primer ataque diera en el blanco. Pero me temo que Politoed y Poliwrath son más resistentes de lo que aparentan. Te puedo asegurar que ellos aún pueden continuar peleando.-
-Ella imitó el estilo de batalla de Gold cuando utiliza a Typhlosion.- Comentó, con asombro, Silver de manera mental. -Ese idiota por lo general siempre utiliza Smokescreen (Pantalla de humo) para confundir y tomar desprevenidos a sus oponentes. Pero ella logró recrear el mismo efecto utilizando Flash (Destello) para cubrir el ataque de Bayleef y así sorprender a los pokémon de Huey.-
-Bueno, ya que finalmente lograste atacar a mis pokemon de manera correcta, solo me queda dejarme de juegos, tomarte en serio y atacarte cómo se debe.- Anunció el fornido marinero. -Me alegra mucho que pudieras crear una estrategia tan creativa en tan corto periodo de tiempo. Pero me temo que le pondré fin a esta batalla. Poliwrath y Politoed, utilicen Hydro Pump (Hydro Bomba).-
Posterior a la orden de su entrenador, ambos acuáticos pokemon dispararon, nuevamente y a la vez, un gigantesco chorro de agua de alta presión en dirección a los pokémon de Crystal.
-Bayleef y Flaaffy, ambos utilicen Light Screen (Pantalla de Luz) para protegerse.- Ordenó rápidamente la aspirante a profesora, al saber a la perfección que sus pokémon no podrían esquivar el ataque. -¡Intenten resistir a cómo dé lugar el impacto!-
En menos de lo que dura un suspiro y antes de que el ataque combinado de los pokémon de Huey pudiera impactar, Bayleef y Flaaffy crearon, cada uno en frente de sí, dos pantallas de luz de considerable grosor las cuales a duras penas pudieron contener la Hidrobomba. Sin embargo y para el desagrado de Crystal, el ataque combinado de Politoed y Poliwrath, poco segundos después, rompió ambas pantallas de luz y posteriormente terminó por golpear directamente a Bayleef y a Flaaffy.
Al ver a sus ahora malheridos pokémon sobre el pavimento, Crystal soltó un ahogado grito de desesperación. Pero, antes de que la chica pudiera acercarse, tanto Flaaffy cómo también Bayleef empiezan repentinamente a incorporarse, brillar y a cambiar de forma, cosa que provocó que Crystal se detuviera en seco.
-Heh, nada mal.- Manifestó Huey. -Tus pokémon están evolucionando.-
Instintivamente y casi cómo por reflejo, Crystal sacó de su bolso su pokédex y luego lo apuntó en dirección a sus nuevos pokémon, muy a pesar de ya saber prácticamente de memoria toda la información acerca de sus líneas evolutivas.
Meganium: La fragancia de la flor de Meganium aplaca y suaviza los ánimos. Al luchar, este Pokémon libera mayor cantidad de esencia para disminuir el ánimo de combate de su oponente.
Ampharos: Ampharos desprende tanta luz que es posible verle hasta desde el espacio. Antes, la gente usaba su luz como sistema de comunicación para enviarse señales en los tiempos antiguos.
-¿U-ustedes evolucionaron por mi?- Preguntó Crystal con una mezcla de asombro y angustia, casi palpable, al guardar su pokédex. -¿Evolucionaron porque desean probar que podemos superar a Kelly, verdad?-
Ambos pokémon sonrieron cálidamente, muy a pesar de estar algo agotados y lastimados. Después, tanto Meganium cómo Ampharos, se volvieron a posicionar frente a su entrenadora con evidentes deseos de querer continuar el combate.
-Tch… Esta chica y sus pokémon definitivamente que no saben cuándo rendirse.- Murmuró el pelirrojo sonriendo ampliamente, cruzándose de brazos y mirando con nostalgia el grisáceo y nublado cielo que rodeaba por completo toda la ciudad. -Pero supongo que esa es una buena cualidad en personas curiosas cómo ella.-
-Aun estas a tiempo para que detengamos esta batalla.- Recalcó amablemente Huey. -Podemos detener todo ahora para que puedas entrar al faro y-...
-¡De ninguna manera!- Exclamó enérgicamente Crystal. -Aprecio mucho la oferta. Pero mis pokémon y yo estamos completamente decididos en derrotarlo. Ya fue suficiente de vivir bajo la sombra de Kelly. Ahora es mi momento de brillar y de demostrarme a mí misma qué puedo ser de utilidad.-
-Hahaha, supuse que te negarias.- Confesó el marinero, cuando esté se encogía de hombros y suspiraba. -Poliwrath, Scald (Escaldar) contra Ampharos. Politoed, utiliza Ice Beam (Rayo de Hielo) para acabar con Meganium.-
-¿Con qué esas tenemos? Ampharos, neutraliza el ataque de Poliwrath con ThunderBolt (Atactrueno). Meganium, esquiva ese rayo de hielo.-
El pokémon de tipo eléctrico, siguiendo al pie de la letra lo ordenado por Crystal, neutralizó sin esfuerzo alguno el potente ataque de Poliwrath con una fuerte descarga eléctrica. Acto seguido, Meganium, de un rápido salto, esquivo fácilmente el ataque de Politoed.
-El poder de ataque y la velocidad de reacción de los pokémon de Crystal se incrementó notablemente ahora que evolucionaron.- Comentó Silver, nuevamente para sí mismo, después de observar todo lo ocurrido. -Quizás Crystal si pueda ganar después de todo si juega sus cartas adecuadamente.-
-Hmph… Nada mal.- Reconoció el marinero. -Para nada mal, pero solo esquivando y neutralizando los ataques de mis pokémon no podrás ganar. En algún momento deberás de tomar la ofensiva.-
-En eso tienes toda la razón.- Indico ahora Crystal, quien fijó su mirada, por breves instantes, en el faro. Un par de segundos después, la prospecto a profesora sintió cómo un par de gotas de lluvia empezaban a caer sobre su ropa. -Así que pretendo acabar esta batalla de un vez por todas en el próximo ataque.-
-¿Que acabarás esta batalla en el próximo ataque?- Repitió Huey con extrañeza y curiosidad. -¿Y cómo pretendes hacer algo así? Soy todo oídos.-
-Pues, obviamente terminare esto con uno de los ataques más fuerte de los pokémon de tipo hierba.-
Al ver cómo lentamente una confiada sonrisa empezaba a dibujarse en los labios de Crystal, Huey, por instinto, levantó una de sus cejas y después tragó un poco de saliva. -¿Uno de los ataques más poderosos de los tipo hierba?- Repitió el moreno entrenador, ahora con notable escepticismo en su voz.
-Así cómo escuchaste.- Aseguró Crystal, sin perder la sonrisa y sin titubear. -¡Ganaré esta batalla utilizando Solar Beam (Rayo Solar)!-
-¿S-SOLARBEAM?- Repitieron Silver y Huey, prácticamente a la vez.
-¿E-estas ciega o solo demente?- Preguntó desesperadamente el pelirrojo, apuntando al nublado y grisáceo cielo. -¿A-acaso no ves que está completamente nublado y practicamente ya esta lloviendo? Utilizar ese ataque, en este preciso momento, tomaría el doble de tiempo para cargar. Además, sí de alguna forma lograrás cargar tal ataque, su potencia sería extremadamente débil. Estoy completamente seguro de que no podrías ni derrotar a Politoed o Poliwrath con la cantidad tan limitada de luz solar que podrías recolectar.-
-Odio admitirlo de esta manera pero estoy completamente de acuerdo con el pelirrojo.- Advirtió Huey, frunciendo el ceño y luego observando con incertidumbre a Crystal. -Enserio me agradan tus agallas. Pero es imposible que tu puedas-...
-¡Es ahí en donde ambos se equivocan!- Aseveró enérgicamente Crystal. -Yo les demostrare que nada es imposible para mis pokémon. Ampharos, quiero que utilices Flash (Destello) a toda potencia.-
-¿Huh?-
Ampharos, inmediatamente y sin perder tiempo, volvió a crear un brillante y cegador destello de luz el cual sorprendió a todos los presentes y provocó que todos, salvo Poliwrath y Politoed, quienes adoptaron una posición defensiva en espera de un posible ataque de Meganium, volvieran instintivamente a cubrirse sus ojos.
-D-demonios… ¿A-acaso lo de atacar con el rayo solar era un engaño para distraernos?- Preguntó con exasperación Huey, luego de colocar sus manos cerca de sus ojos para cubrirse del intenso destello de luz. -Politoed y Poliwrath, manténganse juntos y estén atentos…-
Instantes después y cuando finalmente el destello de luz empezó a perder intensidad, tanto Huey cómo también Silver, Poliwrath y Politoed notaron que solo el pokémon de tipo eléctrico estaba frente a Crystal. Por su parte, Meganium ahora estaba en pleno aire, al haber saltado breves instantes antes.
-¿P-pero que rayos?- Exclamó Huey, con nerviosismo y dando un par de pasos hacia atrás. -¿C-cuando fue que-...?-
-¿Cómo no me di cuenta antes de esto?- Comentó nuevamente Silver para sí mismo, prácticamente boquiabierto y sin despegar sus ojos de Meganium. -E-esa chica es una maldita genio. Era tan obvio.-
-¡Meganium, acaba con ellos!- Ordenó Crystal de un grito, cuando está apunto a Huey y a sus pokémon. -¡Solarbeam (Rayo Solar) a toda potencia!-
Inesperadamente y aun en pleno aire, Meganium género y luego escupió un gigantesco rayo de energía condensada de amarillento color. Mismo que al tomar por sorpresa a todos, pudo sin muchos problemas conectar directamente en los atónitos pokémon de Huey, venciendolos en el proceso y dejando en estado de shock al fornido marinero, quien aún no lograban procesar o aceptar lo que acababan de presenciar.
-¿Y-yo perdí?- Se preguntó, tímida y retóricamente, Huey, mientras miraba con asombro, desilusión y decepción a sus pokémon. -¿C-cómo rayos es que-...?-
-La clave de todo esto fue Ampharos.- Informó rápidamente Crystal, con vergüenza y al notar la confusa expresión de su oponente. Poco después, la chica se acercó a sus cansados pokémon y los abrazo a ambos por el gran esfuerzo realizado.
-¿L-la clave fue Ampharos? N-no entiendo…-
-Tch… Ella utilizó Flash (Destello) cómo sustituto de la energía solar necesaria para poder cargar el rayo solar de Meganium.- Indicó Silver, poco antes colocar una sonrisa llena de orgullo debido a la sorprendente victoria de Crystal. -¿O acaso me equivoco?-
Crystal respondió a Silver con una tranquila sonrisa. Luego, la prospecto a profesora regreso a sus pokémon para que descansaran y después cerró sus ojos por un par de segundos. Pero no sin antes sentir cómo ahora varias pequeñas gotas de lluvia empezaban a acariciar lentamente su piel.
-Sinceramente, me cuesta demasiado trabajo el aceptar todo lo que ocurrió aquí.- Confesó con amargura Huey, al regresar también a sus agotados pokémon. -Pero en todo caso y muy a pesar de que se notaba que eras una novata, acepto tu victoria y ahora tienes todo mi respeto. Tu, sin lugar a dudas, eres una prodigio y creeme que disfrute mucho de este combate.-
-Hehe, yo también lo disfrute mucho.- Replicó nerviosamente Crystal. -Pero ahora tengo que entrar al faro para investigar sobre el paradero de mi amiga.-
-Ohhh… Antes de eso, hay algo que deseo que tengas.- Exclamó Huey, al sacar del bolsillo izquierdo de su uniforme una pequeña y brillante piedra circular de color amarillo, la cual desprendía un curioso y tenue brillo de color arcoiris.
-¿Acaso esa es una megapiedra?- Preguntó Silver, a la vez que el marinero colocaba la misma en las manos de Crystal.
-Así es.- Afirmó Huey, de manera tranquila y con una sonrisa. -Más específicamente, esa es una "Ampharosita". Y la encontré hace un par de semanas atrás durante uno de mis viajes a la región de Kalos.-
-¿A-ampharosita?- Repitió Crystal, pero sin despegar sus ojos de la brillante piedra. -¿P-pero porque me la das? N-no entiendo…-
-Hahaha, para ser una chica tan inteligente y capaz de crear una estrategia tan compleja para vencerme en tan poco tiempo, veo que aun eres bastante ingenua e inocente.- Declaró asertivamente el fornido marinero. -Te la estoy obsequiando principalmente porqué diferencia de mi, tu si tienes un Ampharos. Además, tengo la ligera impresión de que le encontraras mucha mas utilidad que yo en un futuro.-
-Y-yo… Uhhh… ¡M-muchas gracias!- Manifestó Crystal, con vergüenza, al guardar la brillante roca en su bolso y después haciendo una torpe reverencia ante Huey. -Aprecio mucho todo esto. Se que no era su deber ni nada, pero usted terminó por enseñarme muchísimo durante el combate. Ahora siento que soy una mejor entrenadora-
-Hehe, no hay de qué, jovencita.-
-¿Entonces ahora sí ya podemos entrar al faro?- Preguntó Silver, con algo impaciencia, debido a la lluvia.
-Por supuesto que ahora pueden entrenar.- Afirmó Huey, señalando ahora con su mano derecha a la enorme puerta metálica que conduce al interior de faro. -Si fueran tan amables de seguirme, con gusto les podría dar un pequeño tour y también podría ayudarles a conseguir información sobre a dónde pudo haber ido su amiga.-
Crystal asintió ante lo dicho por Huey y se apresuró a caminar hacia la metálica puerta. Pero, en ese preciso momento y justo antes de que ella entrara al interior del faro, un molesto pitido comenzó a salir de uno de los bolsillos del pelirrojo. Silver, al percatarse de esto, inmediatamente sacó su pokegear y observó cómo la pequeña pantalla del artefacto electrónico se iluminaba.
-¿Es Gold el que está llamando?- Preguntó Crystal, volteando para mirar a su compañero.
-No, solo es Zuki.- Corrigió el pelirrojo, antes de contestar la llamada y al colocar el Pokegear sobre su oreja izquierda.
-¿Zuki?- Repitió Crystal con extrañeza y cruzándose de brazos. -¿Acaso habrá sucedido algo?-
-¿Qué es lo que deseas?- Preguntó agresivamente Silver, inmediatamente al contestar la llamada. -Espero que-... ¿Huhhhh? O-oye calmate un poco que no estoy entendiendo nada de lo que dices… ¿Q-q-que? Ughh, d-de acuerdo, iremos de inmediato…-
-¿Q-qué sucedió?- Preguntó Crystal con preocupación, al notar cómo el semblante de Silver cambió súbitamente debido a la inesperada llamada de Zuki. -¿A-acaso-...?-
-Te explicare en el camino.- Aseguró el pelirrojo con cara de pocos amigos, acercándose a Crystal, tomándola de la mano y alejándose rápidamente del faro, muy para el desconcierto de Huey. -Pero aparentemente ellos se encontraron con Kelly y-...
-¿Q-Q-QUE?-
Frente al Gimnasio de Ciudad Olivine, 3:26 P.M
-¡Imposible!- Exclamó Zuki, al ahora estar boquiabierta y sin poder darle crédito a lo que veían sus ojos en ese momento. -¿K-Kelly?-
-¿No me digas que esa es la chica a quienes ustedes estaban buscando?- Preguntó rápidamente Green al notar el drástico cambio en los rostros de Gold y Zuki.
-P-pues sí.- Afirmó incredulamente la chica kimono. -A-asi es…-
Sin titubear, Gold torpemente dio un par de pasos en dirección a dónde estaba la rubia junto con Blue. El, Metafóricamente hablando, estaba con el corazón en la garganta. Pero a pesar de todo esto, Gold no sabía sí Kelly realmente estaba a escasos metro de él, o sí esta era una sucia, baja y triste jugarreta de su angustiada mente. -D-dime… ¿E-enserio eres tu o acaso estoy alucinando?- Preguntó, con un nudo en la garganta, el joven entrenador de New Bar.
En respuesta, Kelly colocó su mano derecha sobre su propia boca, negó con su cabeza y después sus pupilas se dilataron. Luego, la rubia dio varios tímidos pasos hacia atrás y no pudo evitar derramar un par de tristes lágrimas, muy para la confusión de Blue. En ese preciso momento, Kelly estaba sintiendo en su interior un intenso torbellino de emociones recorrer cada rincón de su ser debido a la inesperada aparición de su amado. Sin embargo, ella no sabía cómo reaccionar o qué decir ante esto.
-G-gold… Y-yo-…
-¡G-gracias a Arceus estas sana y salva!- Exclamó Gold, poco antes de abalanzarse contra la rubia para abrazarla con extrema dulzura. Acto seguido y de manera casi automática, un sinnúmero de lagrimas empezaron a recorrer las mejillas del de New Bark. -¡P-p-por fin te encontré!-
-Aún no eres lo suficientemente fuerte, Kelly. Solo alejate de el. Tu no eres digna.-
Kelly estaba ahora tan fría y rígida cómo una vieja y desgastada estatua. Ella, apenas si podía recordar cómo respirar y su cerebro no lograba procesar del todo cómo es que Gold pudo rastrearla hasta Ciudad Olivine tan rápido. Pero en todo caso, el poder volver a sentir la tibia respiración de su amado chocar con suavidad contra su cuello y la refrescante brisa que estaba trayendo consigo la inminente lluvia, la hizo volver a ruborizarse hasta estremecerse. Ahora y por primera vez y desde lo sucedido en Ciudad Ecruteak, Kelly volvió a experimentar lo que era la calidez de un abrazo.
-¡P-perdóname por no darme cuenta antes por todo lo que estabas pasando!- Declaró Gold, con tristeza y con varias lagrimas saliendo de sus ojos. -¡Perdoname por ser un completo idiota y por no entenderte! L-lo siento tanto…-
-¿Q-que yo te perdoné a ti?- Repitió lentamente la rubia, visiblemente confundida y en el proceso separándose de Gold hasta el punto de casi chocar contra Blue, quien se dedicó simplemente a mirar con curiosidad lo que sucedía frente a ella. -P-pero si yo fui la que-...
-El está aceptando la culpa que tu deberia de tomar por tus acciones. No eres digna de un chico tan maravilloso cómo el. Lo mejor que puedes hacer es irte de su lado y jamas regresar.-
-Uhhh… Lamento mucho el tener que interrumpir este "tierno" momento.- Advirtió tajantemente Blue, mientras que recorría de arriba a abajo con la mirada al chico que había abrazado a la rubia. -Pero que se supone es lo que-...
-¡E-el es el chico del que te hable en la Battle Frontier!- Confesó rápidamente Kelly, al ahora tener su rostro completamente enrojecido. -Su nombre es Gold, el es de Pueblo New Bark y-...
-E-espera un momento... ¿A-acaso dijiste que su nombre es Gold y es de Pueblo New Bark?- Preguntó la talentosa entrenadora, con notable confusión, para entonces voltear para ver a Green en busca de respuestas. -¿Acaso ese no era el nombre del chico que estuvo junto con nosotros, Red y los profesores en la liga pokémon?-
Por enésima vez en el dia, Green se cruzó de brazos y miró con desprecio a Gold. -Tch… Por desgracia, así es.- Reconoció el nieto de Oak. -Ese es el mismo insolente niñito de hace dos años atrás…-
-¡PERO POR EL BENDITO AMOR DE ARCEUS!- Exclamó Blue con completo asombro y prácticamente boquiabierta. -¿Cómo demonios no note antes que eras tu? Hehe, incluso aún usas la vieja gorra qué te regalo Red. ¡Pero qué pequeño es el mundo!-
-L-lo mismo digo.- Replica Gold, con vergüenza, pero sin despegar sus dorados ojos del sonrojado rostro de la rubia. -Jamas me imagine encontrarme contigo, junto a Kelly, en este preciso lugar.-
-Esto explica porque nunca mencionaste el nombre del chico con el que viajabas durante tu historia.- Susurro Blue, al acercarse a una de las orejas de Kelly. -Tu muy bien sabías que el y yo nos conocimos hace dos (2) años atras.-
-Uhh… A-algo así…-
-El jamas llegara a perdonarte por lo que hiciste. Solo corre y aléjate de él antes de que vuelvas a lastimarlo. Aun estas a tiempo de hacer lo correcto.-
-Este definitivamente que es un dia lleno de muchas sorpresas.- Comentó con una enorme sonrisa Chuck, luego de ver y escuchar lo que sucedía a escasos metros de él.
-Ni que lo digas.- Indicó Zuki, soltando un sonoro suspiro de alivio. -Ni que lo digas…-
-La última vez que te vi eras mucho más pequeño.- Señaló alegremente Blue, para luego colocar su mano derecha a la altura de sus hombros. -Pero ahora eres tan alto cómo-...
-El sigue y seguirá siendo un enano insolente que no conoce su lugar.- Intervino rápidamente Green, al mismo tiempo en que peinaba de manera exagerada su cabello. -¡Eso no ha cambiado!-
-Uhhhh… ¿No les parecería mejor si entramos todos al gimnasio?- Propuso Jasmine, antes de que Gold pudiera responder a Green y al notar cómo varias gotas de lluvia empezaban súbitamente a caer del nublado cielo.
-¡Esa es una magnífica idea!- Reconoció Gold, sonriendo y tomando ahora de la mano a Kelly. -Entrem-...
-¿Que esperas? Lárgate de una vez, Kelly. Tu no mereces estar a su lado. Tu no mereces ser feliz luego de haberlo lastimado y abandonado.-
-¡Y-YA CALLATE Y DEJAME EN PAZ!- Gritó enérgica y desesperadamente Kelly, soltandose agresivamente de la mano de Gold y dejándose caer de rodillas al pavimento. -S-solo cállate y déjame en paz… P-por favor…-
Todos los presentes, incluido Gold, fueron tomados por sorpresa y se estremecieron debido al inesperado grito por parte de la rubia. Tanto los líderes de gimnasio, cómo Blue, Green y Zuki miraron alarmados y con algo de temor a Kelly. Sin embargo y en solo cuestión de segundos, la lluvia y la fría brisa incrementaron exponencialmente su intensidad.
-¿Q-qué te sucede?- Preguntó Gold, ahora con el corazón en la garganta y en un nervioso tono de voz. -¿Acaso yo hice algo que-...?-
-Y-yo… L-lo siento mucho.- Murmuró débilmente Kelly, llevándose las manos a la boca y con las pupilas completamente dilatadas y llenas de lágrimas. -Y-yo… N-no puedo… Ya no puedo más, Gold. ¡Ya tuve suficiente!-
-¿Huh?-
Sin previo aviso y sin mediar palabra alguna, Kelly se incorporó del suelo, en un rápido movimiento. Acto seguido, la rubia derribó a Gold de un empujón y empezó a correr, a toda velocidad y cómo sí su vida dependiera de ello, en dirección al centro de la ciudad, muy a pesar de la intensa lluvia.
