Campo de Batalla dentro de Gimnasio de Ciudad Olivine, 4:11 P.M


-¿Qué sucede, niño? ¿Acaso dejaras que un poco de agua en tu ropa te detenga?- Pregunto Green, con una pretenciosa sonrisa y en un notable tono de burla al ver al de Pueblo New Bark tan dubitativo. -¿No me digas que tienes miedo? Porque yo te entendería si ese fuera el-...

-¿Miedo?- Repitió agresivamente Gold, quien estaba claramente ofendido por las palabras de Green. -P-por supuesto que no tengo miedo, es solo que-...

-¡Aceptamos su propuesta!- Anuncio firmemente Kelly, tomando de la mano a Gold y dando un pequeño paso al frente. -¡Tengamos aquí y ahora una batalla doble por las medallas de sus gimnasios!-

Todos los presentes, incluida una ya no tan sonriente Zuki, posaron automáticamente sus ojos en la rubia y la observaron con más asombro qué otra cosa. Ambos líderes de gimnasio, luego de escuchar la sorpresiva respuesta de Kelly, sonrieron y asintieron alegremente, a la vez que el rostro de Blue se iluminaba debido a su felicidad y alivio. Se notaba a simple vista que ninguno de ellos esperaba que Kelly aceptara la propuesta de buenas a primeras, pero en todo caso, su respuesta fue bien recibida incluso por Green, quien desistió de seguir hostigando, por el momento, a Gold para ver cómo se terminaba de desarrollar la situación.

-¡E-e-e-espera un momento!- Ordenó Gold, tartamudeando con nerviosismo e inmediatamente soltándose de la mano de Kelly. Luego de esto, el de New Bark miró de reojo a Crystal y a Silver, en busca de que cualquiera de ellos dijera algo, sin embargo, ambos se notaba que estaban igual de atónitos que el. -Uhh… ¿Estás segura de-...?-

-¡Total y completamente segura!- Reitero nuevamente Kelly, sin titubear y forzando una tímida sonrisa en sus labios. -En verdad deseo hacer esto…-

-¿Qué tú quieres hacer esto?- Repitió reacia y confusamente Gold, mientras que rascaba la parte posterior de su cabeza. -P-pero-...

-No tienes de qué preocuparte, Gold. Yo entiendo que aun estés preocupado por mi debido a todo lo que sucedió entre nosotros. Pero te puedo garantizar que estoy bien y ahora mismo deseo, más que cualquier otra cosa, que me des la oportunidad nuevamente de poder batallar a tu lado.-

-P-p-pero-...

-Para ser tan bueno y perceptivo para las batallas, en verdad que a veces puedes llegar a ser extremadamente ingenuo e idiota.- Intervino Silver, con evidente molestia. -¿Es qué acaso no vez que ella intenta hacer?-

-¿Lo que ella intenta hacer?- Repitió Gold. -¿Huh?-

-Ella intenta compensarte por todo lo que hizo.- Explico ahora calmadamente Crystal, al ver la confusa expresión que tenía Gold en su rostro. -Es obvio incluso para mi…-

-¿E-es eso cierto?- Preguntó Gold, volviendo a mirar a la rubia.

-A-así es.- Afirmó tímidamente Kelly, bajando su mirada y sonrojándose con intensidad en el proceso. -Esta es la oportunidad perfecta para que ambos ganemos dos (2) medallas más y nos acerquemos a entrar a la liga pokémon. Además, así podría empezar a compensarte por todas las estupideces que hice…-

Ante lo dicho por la rubia, Gold trago saliva y se tomó un par de segundos para procesar lo que ocurría. -Kelly… En verdad aprecio mucho todo esto, pero no necesito ni quiero que te esfuerces por resarcir lo que sucedió entre nosotros.- Aseveró Gold, con algo de vergüenza. -Es cierto que me encantaría cómo no tienes idea el poder pelear por las medallas de gimnasio de ellos aquí y ahora. Pero considero que por el momento le demos tiempo al tiempo y regresemos al centro pokémon para-...

-Gold, te lo ruego. Déjame batallar a tu lado- Suplico Kelly, de manera insistente y agachando su cabeza en el proceso. -Por favor, Gold… ¿S-si?-

-¿P-porque estas tan insistente con esto?- Preguntó el de New Bark, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos. -Está bien y entiendo que desees limpiar tu conciencia, pero-...

-¡Porque te amo, Gold!- Exclamó intrépida y desesperadamente la rubia. -Crystal y Zuki tenían razón sobre mi. Yo soy inmadura, terca, impulsiva y extremadamente orgullosa a morir. Pero, a pesar de mis muchos defectos y errores, tu eres y seguirás siendo la luz que le da sentido a mi vida. Lo único que te pido ahora es que por favor me dejes pelear a tu lado para demostrarte lo arrepentida que estoy.-

Gold miró repetidas veces de arriba a abajo a Kelly con evidente sorpresa, mientras que con pesadez y timidez tragaba nuevamente algo de saliva. El sencillamente no se esperaba una respuesta así, en especial frente a los líderes de gimnasio o los entrenadores de Pueblo Paleta. Acto seguido, una incesante tormenta de emociones y sentimientos terminaron por acelerar el pulso de Gold, aunado al hecho de que ahora todos los presentes dentro del gimnasio notaron cómo paulatinamente una pequeña y torpe sonrisa empezaba a tomar forma en los labios del de New Bark.

-¿Qué dices, Gold?- Pregunto nuevamente Kelly, aún con más insistencia que antes, para entonces colocarse a escasos centímetros del sonrojado rostro de su compañero. -¿Me harías el honor de dejarme batallar a tu lado una vez más?-

El de Pueblo New Bark, a pesar de tener una enorme y nerviosa sonrisa en sus labios por lo feliz y conmovido que estaba, quedó tan tieso cómo un Sudowoodo y tan frío cómo un Glalie debido a la cercanía del rostro de Kelly con el suyo. La mente de Gold, en ese preciso momento, era como un infinito, turbulento y espeso océano de color blanco el cual no le dejaba del todo ordenar sus revueltos pensamientos ni tampoco articular palabra alguna. Todo esto, mientras que su pulso nuevamente aumentaba su ritmo aún más debido en gran medida al dulce y refrescante aroma que desprendía el mojado y esbelto cuerpo de la rubia.

-¿Q-q-qué demonios sucede conmigo?- Se preguntó mentalmente Gold, al no poder del todo enfocarse para responder o controlar al cien por ciento su cuerpo. -¿P-porque me siento de este modo?-

Al notar lo extremadamente ruborizado y estático que estaba su compañero debido a la cercanía de Kelly con su rostro, Crystal terminó por apretar desmedidamente sus puños hasta hacerlos crujir, luego hizo rechinar sus dientes y despues empezo a gruñir inconscientemente. Por otro lado y al ver todo esto, Silver se limitó a negar repetidas veces con amplia molestia.

-¿Por qué demonios no regrese al Centro Pokemon cuando tuve la oportunidad?- Se preguntó mentalmente el pelirrojo, luego de haber apartado su mirada de sus melosos compañeros para ahora observar de reojo a Blue y Green. -Yo nisiquiera deberia de estar aquí siendo participe de este tipo de cosas. Pero supongo que esta podría ser una interesante oportunidad para ver de frente a dos (2) de los "legendarios" entrenadores que ayudaron a derrotar al Equipo Rocket y a mi padre. Si juego bien mis cartas, creo que podría averiguar con exactitud cómo fue que ellos lograron tal hazaña. Incluso quizás ellos podrían darme una idea de dónde podría estar Giovanni.-

-Y-yo… Uhhhh… D-de acuerdo, de acuerdo. Tu ganas, Kelly.- Acepto torpemente Gold, dando un par de tímidos pasos hacia atrás, para distanciarse de la rubia, y tratando de esa manera de recuperar un poco su compostura. -Batallemos juntos una vez más.-

-¿E-en serio?- Pregunto la rubia con incredulidad y emoción, a la vez que sus hermosos ojos de diferentes colores se empezaban a iluminar de alegría. -¿E-en serio puedo pelear a tu lado de nuevo?-

Gold colocó una tímida sonrisa llena de optimismo y después asintió lentamente en respuesta, acto que provocó instantáneamente qué la rubia se arrojara sorpresivamente sobre el de New Bark para abrazarlo y también para darle un par de efímeros besos en sus mejillas.

-¡En serio te lo agradezco, Gold!- Exclamó alegremente la rubia chica, al separarse de Gold y después haciendo una simple reverencia frente a él. -No sabes lo feliz que me hace el que me des la oportunidad de pelear a tu lado así cómo en Ecruteak. Contigo, siento que soy capaz de hacer lo que sea. ¡Solo espera y verás cómo me redimiré!-

-N-no es para tanto.- Murmuró Gold, rascando nerviosamente una de sus mejillas y luego sintiéndose ampliamente avergonzado cuando noto las sonrisas llenas de complicidad que tenían Zuki, Green, Blue y ambos líderes de gimnasio. -E-en serio, no fue nada…-

-¿Y ustedes qué dicen?- Preguntó Kelly, ahora poniendo su completa atención en Crystal y Silver. -¿Estarían de acuerdo en esperar un rato más hasta que terminemos aquí?-

-P-pues, yo no tengo ningún problema con esto.- Respondió Crystal, de manera calmada, al cruzarse de brazos, y al mismo tiempo en que está trataba a toda costa de suprimir los incandescentes celos qué la estaban carcomiendo el corazón desde dentro. -Cómo futura profesora pokémon qué seré algún día, es obvio que esta no será la primera ni la última vez que tendré que aguantar el estar con ropa mojada. Tomense su tiempo y no se preocupen por mi…-

-¿Y tú, Silver?- Volvió a preguntar Kelly, esta vez con un tono un poco más serio para con el pelirrojo. -¿Podrías-...?-

-Tch… Cómo quieran.- Manifestó Silver, con cara de pocos amigos y de manera cortante, para entonces darle la espalda a sus compañeros, luego saliendo sin previo aviso del campo de batalla y posteriormente sentándose a un lado de Zuki en las graderías, quien lo recibió con una cálida sonrisa. -En lo que a mi respecta, tengo la consciencia limpia porque ya cumpli con el idiota de Gold en ayudar a encontrarte. Ahora ustedes pueden hacer lo que deseen.-

El de New Bark volvió a sonreír y ahora posó su mirada directamente sobre Chuck y Jasmine. -Descuida Silver. Te prometo que esto sera rapido.- Proclamó Gold, con energía y exuberante confianza, mientras sacaba una algo desgastada pokebola de uno de los bolsillos de sus jeans. -Tienes mi palabra de que esto no demorara mucho.-

-Ohhhh… ¿Pero qué es lo que tenemos aquí?- Preguntó retóricamente Chuck, inmediatamente luego de las palabras de Gold. -¿Tanta confianza te da el haber hecho las paces con tu noviecita o es que enserio piensas qué pelear a la vez contra dos líderes de gimnasio será tan fácil?-

-Hahaha, P-pues-...

-¡ELLA NO ES SU NOVIA!- Informó fervientemente Crystal, de un grito, antes de que Gold pudiera decir algo. -¡"ESA" es solo su amiga de la infancia!-

-¿"E-ESA"?- Repitió Kelly, levantando una de sus cejas y mirando a Crystal con irritación. -¿A quién llamas "ESA'?-

-E-esperen un momento.- Ordenó ahora Jasmine, claramente confundida y mirando automáticamente a Blue en busca de respuestas. -C-c-creo que no estoy entendiendo algo… ¿E-es qué acaso ellos no son novios?-

-Yo en ningun momento dije que lo fueran.- Rectifico Blue, sin perder la calma, poco antes de negar con su cabeza. -Ustedes fueron los que asumieron eso…-

La expresión en los rostros de ambos líderes de gimnasio fue un soberbio poema para todos los presentes, pero en especial para la menor de las chicas kimono, quien apenas si pudo controlar sus alegres carcajadas cuando vio lo apenados que estaban Chuck y Jasmine. Luego de esto, Kelly se sonrojo, Crystal hizo un puchero, Green se cruzó de brazos y Silver se limitó a mirar con fastidio a Zuki.

-E-en todo caso, es cierto lo que dijo "ESA".- Acepto Kelly, con una pícara sonrisa y apuntando con el dedo índice de su mano derecha a Crystal. -Hehehe, por el momento reconozco que solo soy una amiga de la infancia de Gold. Pero eso no quiere decir que, en un futuro no muy lejano, yo pueda convertirme en su novia o en algo más.-

Cómo si se tratara de un acto reflejo, automáticamente las carcajadas de Zuki cesaron de manera abrupta. Gold se sonrojo aun más que antes y quedó boquiabierto, Crystal término tan estupefacta y fría que parecía el maniquí de una tienda de modas, los líderes de gimnasio se miraron el uno a la otra con sorpresa, Blue frunció el ceño y volvió a sonreír con algo de calma, y, tanto Silver cómo también Green se limitaron solamente a disfrutar del inminente espectáculo el cual ambos sabía qué iba a ocurrir.

-Esto se pone cada vez más interesante.- Comentó mentalmente Green, cuando esté peinaba de manera exagerada su cabello. -Nunca pense que veria un triángulo amoroso aquí de entre todos los lugares. ¿Quien rayos lo diría? Ese mocoso insolente terminó convertido en todo un casanova.-

-¿Q-qué rayos fue lo que dijiste?- Preguntó agresivamente Crystal, al colocar ahora una agria y apática expresión. -¿A-acaso escuche qué-...?-

-¡Es así mismo cómo lo escuchaste!- Reafirmó Kelly, en un desafiante tono de voz. -¿Algún problema con eso?-

-¡P-pues claro que tengo un problema con eso!- Exclamó Crystal, dando un par de pasos para acercarse a la rubia. -¿Quien te crees qué eres? ¿En serio piensas que después de todo lo que nos hiciste tienes el derecho a-...?-

-¡POR EL AMOR DE ARCEUS, YA ES SUFICIENTE!- Rugió fervientemente Gold, para entonces colocarse entre ambas chicas. -¿Ustedes enserio creen que este es el lugar y el momento para que estén discutiendo?-

-¡ELLA EMPEZÓ!- Gritaron a la vez ambas chicas, mientras que insistentemente se apuntaban la una a la otra.

-¡NO ME INTERESA QUIEN FUE LA QUE EMPEZÓ!- Proclamó Gold de manera fría y seria, ante las atónitas miradas de todos los presentes. -Se los he dicho una y otra y otra vez, pero nunca me escuchan. Odio que peleen por este tipo de cosas, así que, o se calman y dejan de pelear en este mismo instante, o cumplire la promesa qué les hice a ambas en el centro pokémon de Ciudad Violet y continuaré mi viaje por mi cuenta.-

Al ver de primera mano cómo la actitud y el semblante de Gold cambiaron tan espontáneamente y de golpe, Crystal y Kelly desistieron, sin pensarselo dos veces, de seguir discutiendo. Acto seguido, ambas chicas se miraron la una a la otra con una mezcla de vergüenza, luego bajaron sus respectivas miradas y finalmente las dos prefirieron permanecer en silencio, ante la amenaza de Gold con respecto a la vieja promesa que hicieron al principio de su viaje.

-¿Y qué hay de mi?- Pregunto ahora Zuki de manera burlesca y al levantar su mano al aire, al puro estilo de una estudiante en un salón de clase. -¿Eso me incluye a mi o-...?-

Ni corto ni perezoso, Gold se volteo con lentitud y procedió a observar con tanta frialdad a Zuki, qué tal accion provoco en ella una rafaga continua de escalofrios qué le terminaron por helar la sangre y que culminó en automático arrepentimiento por haberse entrometido de esa manera. Segundos después, la de ojos color esmeralda trago saliva y, en ese preciso instante, pudo entender qué ahora, le gustase o no, la promesa de Gold también la incluía a ella.

Un prolongado y algo familiar silencio volvió a reinar entre los presentes, cómo si se tratara de una vieja y amigable conocida. Tanto Kelly, cómo Crystal e inclusive ahora Zuki, se notaba estaban un poco decaídas y esto terminó provocando no solo que imperara el silencio y que el único sonido que se pudiera escuchar a lo largo y ancho del lugar fuera el de la lluvia golpeando el techo del gimnasio, sino que también provocó que la atmósfera se pusiera tan tensa cómo las cuerdas de un arco.

-¿Y entonces qué?- Preguntó Gold con firmeza, luego colocando su completa atención en los líderes de gimnasio y finalmente exhalando de manera exagerada todo el aire de sus pulmones para intentar relajar la tensión en su cuerpo. -¿Vamos a batallar o qué? Por qué estoy esperando que digan algo…-

-P-por supuesto que vamos a batallar.- Manifestó impetuosamente el fornido líder de gimnasio, sin titubear y peinando un poco su robusto bigote. -Nuestra propuesta sigue en pie. Solo estábamos esperando a que ustedes terminarán de resolver sus "pequeños problemas". ¿O no es así, Jasmine?-

Ante esto, la tímida líder de gimnasio se estremeció ligeramente por el comentario de Chuck, y sus mejillas se sonrojaron visiblemente, puesto que ella no esperaba que su camarada le preguntará tal cosa. Pero en todo caso, Jasmine recobró rápidamente su compostura, al toser de manera algo exagerada, y después asintiendo con simpleza. Breves instantes después, la joven líder procedió a sacar una pokebola de color azul, con detalles en blanco, del bolsillo de su vestido y luego colocó una fina sonrisa en sus labios.

-¿Alguna regla en especial que quieran sugerir?- Preguntó Chuck, antes de sacar una pokebola del bolsillo izquierdo de su desgastado gi. -Hablen ahora o callen para siempre niños. Después no quiero escucharlos quejarse.-

Gold miró de reojo a Kelly, y a pesar de que ella estaba aún cabizbaja, al igual que Crystal y Zuki, la chica negó con lentitud su cabeza en señal de que no tenía nada qué agregar o sugerir.

-Uhhh… Aceptaremos las reglas que ustedes quieran imponer.- Informó enérgicamente Gold. -Dejaremos que ustedes decidan.-

-Hmm… Entonces esta será una batalla de dos contra, sin sustituciones- Proclamó Jasmine con firmeza. -Cada uno de nosotros solo podrá utilizar a un solo pokémon y la batalla acabará cuando ambos pokémon de un mismo equipo no puedan continuar.-

-De acuerdo. Ambos aceptamos esas condiciones.- Vociferó Gold, con una confiada sonrisa. -Estas son las mismas reglas que utilizamos durante nuestra victoria en el gimnasio de Ciudad Ecruteak contra Morty y Eusine.-

-¿Así que ustedes vencieron al entrenador de los ojos de las mil millas y a su amiguito?- Preguntó retóricamente el fornido líder de gimnasio. -Hehehe, esto será realmente interesante. Muero de ganas por ver de lo que son capaces.-

-S-supongo que ya es el momento de que me siente para que puedan iniciar su combate.- Anunció Crystal, dándole la espalda a sus compañeros y posteriormente dando un par de pasos hacia las graderías. -B-buena suerte a ambos y espero que ganen.-

-Uhhh… C-Crystal, espera un momento.- Ordenó Gold, con timidez, al tomar de la mano a su compañera y así evitando que esta terminará por salir del campo de batalla. -T-tengo algo que darte…-

-¿A-algo que… darme?-

-Así es.- Afirmó el joven entrenador, quien en ese momento estaba tan rojo cómo un tomate. Breves segundos después, el de New Bark se quitó su mojada gorra de la suerte y luego la colocó sobre la cabeza de la prospecto a profesora. -¿M-me harias el favor de cuidarla por un rato?-

Tanto Crystal, cómo también Kelly y Zuki, observaron con evidente incredulidad a su compañero de viaje, para luego intercambiar varias confusas miradas entre ellas.

-¿P-p-por qué me la estas dando?- Pregunto nerviosamente Crystal. -N-no lo-...

-Sinceramente, yo tampoco se la razon de porque hago esto.- Confesó Gold, con notable vergüenza, poco antes de mirar de reojo primero a su confundida prima y posteriormente a Kelly. -Digamos que esto es algo que se me acaba de ocurrir. Solo sentí la necesidad de entregartela hasta que acabe mi batalla.-

-P-pero, Gold, esta es tu gorra de la suerte y-...

-Descuida, Crys. No necesito de la suerte para ganar esta batalla.- Informó Gold, mientras jugueteaba con la desgastada pokebola que aún tenía en su mano derecha. -Tengo algo mucho mejor que eso.-

-¿Huh?-

-¿Quién demonios necesita de la suerte cuando las tengo a ustedes y también al antipático pelirrojo de allá?- Preguntó retóricamente Gold, con una amplia y confiada sonrisa de oreja a oreja. -Por más que odie admitirlo, todos nosotros somos una rara serie de químicos inestables que producen caos cuando se juntan. Somos, a la vez, cómo una especie de bomba de tiempo andante. Pero, a pesar de los muchos dolores de cabeza que ustedes me han producido a lo largo de este viaje con sus peleas, reclamos, celos y demás, confieso que extrañe mucho todo esto…-

Justo después de las emotivas palabras de Gold, Crystal le dio un fugaz abrazo a su compañero, para entonces salir del campo y sentarse junto a Silver en las graderías. Posteriormente, Kelly, Zuki y Crystal volvieron a mirarse todas a la vez, intercambiaron sonrisas y después asintieron a la vez, cosa que terminó por alegrar a todos los presentes, incluidos Green y Silver.

-Lamento haberlos hecho esperar tanto.- Aclaró Gold, agachando un poco su cabeza y volviendo a enfocarse en los líderes de gimnasio. -Pero ahora si estoy listo para empezar con esta batalla.-

-No hace falta que te disculpes.- Informó Jasmine, para tratar de restarle importancia a todo lo sucedido. -Siempre es un placer, para la vista y el corazón, el ver cómo se reconcilian los amigos.-

-Concuerdo con Jasmine.- Admitió ahora Chuck. -Pero ya basta de tanto sentimentalismo. Ahora elijan cuidadosamente a sus pokémon para empezar con esta batalla de una vez por todas.-

-Asumo ya debes de haber ideado algún plan para esta batalla.- Comentó Kelly en voz baja, al notar lo confiado del semblante de Gold. -Pero en todo caso y por si no lo sabias, durante mi breve paso por el faro escuche a varios de los marineros comentar que la especialidad de Jasmine son los pokémon de tipo metal y la de Chuck son los de tipo luchador. Creo yo, que lo más adecuado sería-...

-No te preocupes tanto, Kelly. Tengo todo resuelto.- Aseveró cortantemente el de New Bark, sin perder su sonrisa y luego acariciando la rubia cabellera de su compañera. -El dia de hoy tengo planeado utilizar a mi arma secreta.-

-¿Huh? ¿T-tu arma… secreta?- Repitió la rubia con una mezcla de curiosidad y preocupación. -¿A-acaso ya lograste dominar el fuego azul de Typhlosion?-

-Hehehe, ya lo veras.- Exclamó Gold, antes de arrojar al campo la desgastada pokebola con la que anteriormente jugueteaba. -Scizor, yo te elijo.-

Instantes después y justo cuando la pokebola toco el campo de batalla, un metálico pokémon de color rojo escarlata, con unas afiladas tenazas, se materializó frente a todos los presentes en una intimidante pose de batalla. Al ver esto, Green terminó prácticamente boquiabierto y se puso instantáneamente de pie, muy para el asombro de Blue. Chuck, por su parte, sonrió de oreja a oreja cómo si volviera a ver a un viejo conocido luego de mucho tiempo. Todo esto, mientras que Kelly se limitó a quitarse sus anteojos, limpiarlos y posteriormente parpadear repetidas veces cómo si sus ojos le estuvieran jugando una mala pasada.

-Tch… ¿Así que a esto te referías cuando prometiste que acabarías esta batalla rápido?- Se Preguntó mentalmente Silver. -Interesante. Realmente interesante…-

-¡E-esto tiene que ser una jodida broma!- Exclamó Green con una agria y repulsiva expresión en su rostro. -¿E-en serio ese mocoso tiene el legendario Scizor del campeón sin corona, Enishi Tsubasa?-

En respuesta, Gold se volteo para mirar a Green de manera extremadamente pretenciosa y despectiva. Acto seguido, el de New Bark le guiña uno de sus ojos a Green, acción que provocó que el de Pueblo Paleta se estremeciera, aunado a que esté terminó por apretar sus puños con ira.

-¿P-pero… C-cómo?- Pregunto ahora Kelly con insistencia y aun sin darle crédito a lo que estaba viendo frente a ella. -¿Cómo es qué-...?-

-¿Recuerdas cuando estuve recluido en el hospital en Ciudad Goldenrod luego de todo lo sucedido con Whitney?-

-Preferiría olvidar todo ese embrollo.- Murmuró Kelly, haciendo un puchero. -Pero lo recuerdo bien…-

-Pues mi padre cómo condición para que pudiera seguir viajando por Johto con ustedes me hizo llevarme a Scizor conmigo.- Informó Gold con un poco de vergüenza. -No es algo que me enorgullezca, pero de todos modos estoy agradecido con el…-

-¡Esta si que es una maravillosa sorpresa!- Exclamó enérgicamente el fornido líder de gimnasio, sin despegar sus ojos de Scizor. -La última vez que vi a ese pokémon fue hace casi veinte (20) años atrás y confieso, con todo el dolor de mi alma, que sufrí una muy humillante derrota a manos de Enishi.-

-¿E-en serio?- Preguntó Jasmine. -¿Tan humillante fue para ti esa derrota?-

Chuck asintió en respuesta. Luego, miro con nostalgia la pokebola que tenía en sus manos, para después arrojarla al centro del campo de batalla. -En fin… Si el destino me está otorgando una nueva oportunidad para tomar revancha, pues con gusto la aceptare.-

Milésimas de seguno despues, un fornido y bipedo pokémon de color azul oscuro aparecio de la pokebola de Chuck. Este tenía dos grandes ojos que sobresalen de su cabeza y su barriga era de color blanco, con una mareante espiral en color negro. Poliwrath, inmediatamente al salir de su pokébola y al notar la presencia de Scizor a escasos metros de distancia, entre cerro sus ojos y observó al pokémon de Gold con notable rencor y cautela, cosa que hizo que el de New Bark y Scizor se mirarán el uno al otro con ferviente determinación, al mismo tiempo que Kelly ahora arrojaba la pokebola de su fiel Lucario al campo.

Todas y cada una de las miradas de todos los presentes recayeron ahora en Jasmine, puesto que ella era la única que aún no había elegido a su pokémon para el combate. La joven líder de gimnasio miró atentamente, por un par de segundos, a los pokémon de Gold y Kelly, luego guardo la pokebola que tenía en sus manos y la intercambio por otra.

-Desde un principio tenía planeado utilizar a mi Steelix para esta batalla. Pero al ver que ambos están utilizando pokémon de tipo metal y también al ahora saber lo mucho que Chuck desea esta victoria, creo que lo más adecuado sería el utilizar a este pequeñín.- Vociferó Jasmine, antes de arrojar la nueva pokebola al campo. -Magnezone, yo te elijo.-

Al abrirse la pokebola que arrojó Jasmine, un metálico y plateado pokémon de apariencia redonda y ancha, quién tenía una antena amarilla en la parte superior de su cabeza, un ojo con una pupila roja en el centro de su cuerpo y muy parecido a un disco o platillo volador, hizo acto de presencia y empezó a levitar alegremente sobre el campo de batalla cómo si estuviera surfeando olas en la playa.

-Ohhh… ¿Con qué usarás a Magnezone?- Preguntó Chuck, frunciendo el ceño. -¿No crees que esto es un poco precipitado?-

-Sé que él apenas si evolucionó hace un par de días atrás gracias a nuestra estadía en Sinnoh, pero quiero ayudarte a tener una buena pelea y confío plenamente en que Magnezone está listo para algo de este calibre.-

-De acuerdo, de acuerdo, confiare en ustedes.- Aseveró el fornido líder de gimnasio, colocando una sonrisa.

Posterior a la aparición del pokémon de Jasmine, tanto Scizor cómo Lucario cambiaron súbitamente las expresiones en sus rostros y se podía notar a simple vista cómo ahora a ambos les estaba costando un poco más el estar de pie.

-¿P-pero qué rayos está sucediendo?- Preguntó repentinamente Kelly. -¿P-porque Lucario y Scizor-...?-

-Es por su molesta habilidad especial.- Informó rápidamente Gold, sin perder la calma.

-¿Huh…?-

-Gold está en lo correcto.- Afirmó calmadamente Jasmine, al ver la confusa expresión que tenía Kelly en su rostro. -La habilidad especial de mi lindo Magnezone se llama Magnet Pull (Imán), y no solo previene que todos los pokémon de tipo metal puedan regresar a sus respectivas pokebolas cuando él esté presente, sino que además él puede crear a voluntad un campo electromagnético el cual afecta en cierto grado la movilidad de los pokémon de tipo metal.-

-¿Cómo pude ser tan estúpida?- Se preguntó mentalmente Kelly, mientras que maldecía silenciosamente su propia ignorancia. -Yo sabía que su especialidad eran los pokémon de tipo metal y aun asi decidi utilizar a Lucario para intentar impresionar a Gold. ¿En qué rayos estaba pensando? Debí suponer que algo asi podria pasar. Soy una inútil…-

-D-demonios… Y yo que pensaba que podría acabar esta batalla en uno o dos ataques cómo máximo.- Vocifera Gold, de mala gana y soltando un exagerado suspiro al momento que rascaba la parte posterior de su cabeza. -De todos los pokémon posibles que ella podría utilizar, y precisamente tiene uno con esa habilidad. ¡Ughhh… Qué molestia!-

-Veo que estás muy confiado, muchachito.- Replicó rápidamente Chuck, al escuchar el comentario hecho por Gold. -¿Quizás se te subió a la cabeza el hecho de que tienes el pokémon de tu padre o es que-...?-

-¡Acabaré esta batalla en cinco ataques!- Proclamó con extrema confianza el de Pueblo New Bark, alzando su mano derecha a la altura de su pecho y abriendo su puño para enseñar sus cinco dedos. -Eso es lo que predigo que me tomara el derrotarlos con la ayuda de Kelly.-

Todos los presentes, incluida una algo ruborizada y confundida Kelly, observaron con una mezcla de sorpresa e incredulidad a Gold, quien permaneció completamente serio y taciturno.

-¡Tch… Ya quiero verte intentar algo cómo eso!- Exclamó Green, desde las graderías, al ver que los líderes de gimnasio prefirieron mantenerse en silencio ante la osada declaración del retador. -Yo conozco de primera mano las habilidades de esos dos (2) y-...

-Entonces apostemos.- Propuso intrépidamente Gold. -Si tanta confianza tienes en qué no podré lograrlo, entonces no deberías de tener problemas en apostar conmigo.-

-Hmph… Te escucho.-

-Si yo cumplo y ganó en cinco (5) ataques o menos, tú tendrás que hacer cualquiera cosa que yo desee. Pero si no cumplo en derrotarlos, entonces yo haré lo que tu quieras sin reproches.-

-¿Lo que sea?- Pregunto Green, alzando una de sus cejas y mirando fijamente a Gold con incredulidad. -¿Estás seguro?-

-¡Lo que sea!- Reiteró fríamente el de New Bark. -Así que dime, Green, ¿aceptas o no?-

-Hehe, de acuerdo, Gold. Aceptare la apuesta.- Advirtió Green, con evidentes aires de grandeza. -Solo espero, por tu bien, que cumplas con esto y no lloriquees cuando te tenga a mi merced.-

-G-Gold… ¿E-estas seguro de lo que estás haciendo?- Preguntó desesperadamente Kelly. -Porque-...

-Dime, Kelly… ¿Confias en mi?-

-¿Huh? P-por supuesto que confío en ti, Gold. Me ofende que me lo tengas que preguntar después de que anuncie ante todos que te amo.-

-Entonces necesitaré de tu completa cooperación.- Declaró Gold sin titubear y volviendo a acariciar la cabeza de la rubia. -Porque en verdad deseo ganar esta batalla lo más rápido posible y creo que contigo a mi lado podría hacerlo en cinco ataques o menos.-

La rubia miro con emoción y determinación a los ojos de Gold y se sonrojo de manera salvaje. Kelly sabía perfectamente que a pesar de todo lo que había sucedido, esta sería la perfecta oportunidad para compensar e impresionar a Gold, muy a pesar de la aparente desventaja que representaba la presencia de Magnezone para Scizor y Lucario.

-Ya que estas tan confiado en derrotarnos, entonces cómo la líder oficial de este gimnasio te otorgo el honor de qué nos ataques de primero.- Propuso Jasmine. -Aprovecha bien esta oportunidad, Gold.-

-Gracias, pero no gracias.- Manifestó Gold, negando con la cabeza. -Preferiría que tú empezarás ya que es tu gimnasio. Además, cómo dice el dicho, las damas primero…-

-Ohhh… D-de acuerdo. Magnezone, utiliza Zap Cannon (Electrocañon) contra Lucario.-

Rápidamente y haciendo caso a su entrenadora, Magnezone cargo y posteriormente lanzó una potente y violenta descarga eléctrica en dirección al pokémon de Kelly.

-L-Lucario, utiliza ExtremeSpeed (Velocidad extrema) para-...

-¡Kelly, déjame esto a mí!- Exclamó repentinamente Gold. -¡Yo me encargo!-

-¿Huh?-

-Scizor, colócate frente a Lucario y luego gira sobre ti mismo utilizando Sword Dance (Danza de espadas).-

Inmediatamente luego de la orden de Gold, el metálico pokémon se colocó enfrente de Lucario, y, justo antes de que el ataque de Magnezone impactará, Scizor empezó a girar sobre sí mismo, lo que provoque que la enorme descarga eléctrica empezará a dar vueltas alrededor del escarlata pokemon cómo un remolino.

-¿P-Pero qué demonios?- Cuestiono Chuck, con incredulidad, al ver cómo el ataque de su compañera aún giraba alrededor de Scizor. -¿Cómo rayos es qué-...?-

-¡Scizor, ahora devuelve toda esa electricidad!- Ordenó Gold, apuntando a ambos pokémon de los líderes de gimnasio. -¡Acaba con ellos!-

Milésimas de segundo después, Scizor redirigido, con extrema facilidad, la descarga eléctrica, y gracias a la fuerza centrifuga que el pokémon de Gold le agregó al ataque debido a estar girando, esta se dirigió aún con más velocidad e intensidad que cuando lo lanzo Magnezone, por lo que en menos de lo que dura un parpadeo y muy para el completo asombro colectivo, el ataque impactó directamente en Magnezone y Poliwrath, antes de que estos pudieran siquiera reaccionar, noqueando a ambos pokémon automáticamente.

Por enésima vez en la tarde, el gimnasio quedó en completo silencio. Nadie podía creer o asimilar lo que acababa de ocurrir. Ni siquiera Kelly, quien tenía un puesto privilegiado en primera fila aun lado de Gold, podía creer cómo Scizor anuló, redirigió y posteriormente venció a los dos (2) pokémon de los líderes de gimnasio.

-Ups… Hehehe, creo que después de todo si necesite solo un ataque para ganar.- Advirtió Gold, al voltearse para mirar a Kelly, luego a el resto de sus asombrados compañeros de viaje y después a los líderes y a los entrenadores de Pueblo Paleta. -¿Quién lo diría, verdad? Creo qué si cumpli con mi promesa.-

-T-tu...T-tuuu… ¿T-todo esto ya lo tenías planeado, verdad?- Preguntó Green, con cara de pocos amigos y evidentemente irritado, mientras que los líderes de gimnasio regresaban a sus respectivos pokémon a sus pokebolas. -Por eso sugeriste que Jasmine atacará primero. Porque tenias planeado contraatacar desde un principio.-

-Si, algo así.- Reconoció Gold, con simpleza y sin perder la calma. -Decidí intentar un pequeño truco que vi utilizar al líder de gimnasio de Ciudad Azalea durante nuestra batalla. Pero en vez de utilizarlo para neutralizar el ataque por completo, preferí qué Scizor intentará redirigirlo, solo que el resultado fue mucho mejor de lo que esperaba…-

-En mis más de quince (15) años siendo líder de gimnasio, jamas me habian derrotado en un solo ataque.- Confesó Chuck, con decepción y ahora acercándose, junto con Jasmine, a dónde estaban Gold y Kelly para entregarles una medalla a cada uno. -Pero supongo que de tal palo, tal astilla, así que no tengo quejas…-

-Confieso que esto es muy frustrante, no solo cómo líder de gimnasio, pero cómo entrenadora pokémon.- Señaló Jasmine, forzando una sonrisa y también entregando una medalla a Gold y Kelly. -Pero aceptaré mi derrota con honor y prometo seguir mejorando.-

Gold sonrió ante lo dicho por los líderes de gimnasio, luego regresó a Scizor a su pokebola y despues guardo su nueva y reluciente medalla en su bolsillo. Pero, justo al momento en que hizo esto, Zuki y Crystal se abalanzaron sobre él y lo abrazaron, cosa que no dejó indiferente a Kelly y provocó que ella también se uniera y lo abrazara.

-¿Te he dicho lo increíble que eres?- Preguntó retóricamente Crystal. -Utilizaste y modificaste a la perfección la técnica que utilizo Bugsy en su batalla. ¡Eres el mejor!-

-¡E-eso fue fantástico!- Indico ahora Zuki. -Muero de ganas por que entrenemos juntos. ¿Qué me dices, Gold?-

-Te amo, Gold. Jamás volveré a separarme de tu lado.- Proclamó Kelly, con una que otra lágrima en los ojos y apretando aún más su cuerpo contra el de su compañero. -Gracias por ayudarme a ganar estas medallas. Aunque debió de ser al revés y yo debí de ser la que hiciera todo para ganar…-

-C-c-chicas… Ughhh… M-me están asfixiando… Ugh… Ayuda… S-silver… Auxilio…-

-A mi ni me mires.- Informó el pelirrojo, cruzándose de brazos y evitando mirar del todo a sus compañeros. -Esto es lo que mereces por intentar tener un Harem.-