Cinco días atras, Base Secreta del Equipo Rocket, Pueblo Mahogany. Región de Johto. 3:17 P.M


El inconfundible, arrítmico y estridente sonido de alguien tocando insistentemente sus nudillos contra la metálica puerta de la compacta y oscura habitación, de aquel que se dice es el legítimo heredero de Giovanni, súbitamente invadió los oídos de Silver, a la vez que dicho sonido resonaba por todo el lugar, provocando un molesto eco en el proceso.

Ante esto, Silver lentamente abrió sus ojos, cómo por acto reflejo, luego de ver su siesta de la tarde ser súbitamente interrumpida. Poco después, el pelirrojo, de muy mala gana, se incorporó de su cama y despues abrio la puerta de su habitación, solo para encontrarse de frente con uno de los tantos reclutas del Equipo Rocket con quien él había coincidido cuando estuvo en sus filas antes de desertar.

-El líder Archer te manda a llamar.- Informo el chico en cuestión, en un tono firme, poco cordial y casi mecánico. -El solicita tu asquerosa presencia en su despacho cuanto antes.-

-¿Archer me quiere ver… A mi?- Preguntó el pelirrojo, reaciamente, para luego bostezar de manera sonora y algo exagerada.

-Así es.-

-¿Y cómo para qué exactamente?-

-Ve y averiguarlo por tu cuenta.- Vocifera agresivamente el regordete recluta. -Pero él especificó que fueras lo más rápido posible.-

-Hpmh… De acuerdo.- Replicó Silver de mala gana, para luego darse media vuelta y cerrar de un tirón la puerta de su habitación en la cara del apático recluta.

Acto seguido, Silver le dio un rápido vistazo a su ahora desordenada habitación y posteriormente exhalo con pesadez y melancolía todo el aire que estaba en sus pulmones. Todo esto, mientras se cambiaba de ropa y también se reproducía vívidamente en su mente como durante el último mes tuvo forzosamente que cooperar y seguir las órdenes del Equipo Rocket, luego de haber sido emboscado por ellos cuando visitaba a Lucía en ciudad Goldenrod.

-¿Ahora qué mierda quiere ese imbécil conmigo?- Se preguntó mentalmente Silver, poniéndose unas sandalias y luego amarrando su larga cabellera en una rústica cola de caballo para más comodidad. -No veo el dia en que pueda escapar de esta maldita pocilga…-

Al cabo de unos minutos y luego de ordenar un poco su habitación y su cama, Silver se dispuso a salir en dirección al despacho de Archer. Sin embargo, el camino a dicho lugar fue de lo más incómodo para el pelirrojo, debido principalmente a las miradas llenas de odio, repudio y desaprobación que muchos de los otros miembros del Equipo Rocket, al verlo pasar, le daban cómo si fuera una especie de peste o enfermedad incurable.

Cuando Silver finalmente llegó a su destino y se detuvo frente al despacho, posterior a bajar tres niveles más dentro de la inmensa base subterránea, él volvió a exhalar con pesadez para hacerse a la idea de lo que estaba por venir. Luego de esto, se dispuso a tocar la metalica y mecanica puerta que conectaba el pasillo con el despacho. Pero, justo antes de que esto ocurriera, la misma se abrió inesperadamente cómo por arte de magia, muy para el asombro del pelirrojo, quien colocó una rígida expresión y después se dispuso a entrar, cuando noto que el actual líder del Equipo Rocket, alias Archer, estaba solo y tranquilamente sentado sobre una cómoda silla reclinable, detrás de un escritorio de madera, esperando por el.

De manera tímida, Silver entró lentamente al impecable, amplio y frío despacho. El, sin lugar a dudas, odiaba desde lo más profundo de su ser el tener que volver a estar bajo las órdenes del Equipo Rocket, luego de todo lo ocurrido entre ellos. Pero no había otra alternativa viable para su precaria situación por el momento. Silver, tenía ahora que hacer la voluntad de sus captores para de ese modo mantener sana y salva a Lucia, quien luego de la sorpresiva captura del pelirrojo, hace poco más de un mes, permanecía ahora recluida dentro de esta misma base del Equipo Rocket, pero bajo estricta vigilancia, veinticuatro siete, para así obligar a Silver a cooperar. Todo esto, agregado al hecho de que para resguardarse aún más, y para también evitar que esté pidiera ayuda, Silver fue despojado de sus pokémon y de su Pokegear.

-Bienvenido, digno heredero del Equipo Rocket.- Saludo cordialmente Archer, al ver cómo automáticamente se cerraba la puerta de entrada de su despacho, y el pelirrojo entraba de lleno para detenerse a más o menos dos o tres metros de distancia de su escritorio. -Me imagino debes de estar feliz de que te haya sacado del calabozo en donde antes dormías. ¿O me equivoco?-

Silver torció agriamente sus labios, tragó saliva y prefirió que la ácida y apática expresión en su rostro le dieran la respuesta a Archer.

-Heh, De acuerdo. Asumiré que el dormir en tu antigua habitación, luego de haber pasado varias semanas encerrado en un húmedo calabozo, te dejaron mudo y sin palabras para expresar tu-...

-¡Tch, ve al grano de una vez y deja las palabrerías, Archer!- Ordenó Silver con firmeza e ímpetu. -¿Qué rayos es lo que deseas de mí ahora?-

-¿Qué deseo de ti ahora?- Repitió el líder del Equipo Rocket, luego de forzar una sonrisa en su rostro. -Solo deseaba-...

-¿Acaso quieres que vaya a capturar a otro de tus experimentos antes de que cause más problemas en el Lago Rage?- Preguntó retóricamente el pelirrojo. -¿O es qué acaso quieres mandarme a espiar a alguien esta vez?-

-Vamos, Silver… ¿Porque tan agresivo conmigo?- Preguntó Archer de manera tranquila y serena, hasta el punto de rozar en el cinismo, cuando esté apoyó sus codos sobre su escritorio. -¿Acaso no te das cuenta de que todo lo que he hecho siempre ha sido por tu bien y por el del Equipo Rocket?-

-¿Por mi bien y el del Equipo Rocket? Tienes que estar bromeando…-

-Bueno, supongo que fue mi error. Yo asumi que esté mes con nosotros te haría recapacitar, al menos un poco, por haber huido de tu destino. Pero veo que me equivoque en pensar qué-…

-¿Por quien mierda me estás tomando? Ya te dije que te dejes de palabrerías y-...

-Desde que me entere de tu existencia, siempre precure lo mejor para ti, Silver. Todas mis acciones siempre fueron por-...

-¿Entonces orquestar que me hiciera amigo de Lucía, para luego asesinarla, fue por mi bien?- Preguntó el pelirrojo en un agresivo y sarcástico tono, mientras que observaba a Archer con palpable odio y resentimiento. -¿Qué me dices de eso?-

-¿Acaso no lo ves? La muerte de esa muchacha iba a ser el catalizador perfecto para guiarte a la excelencia, tal cómo sucedió con tu padre en su momento. Yo solo deseaba que fueras mejor que Giovanni. Mi deseo era guiarte a que no cometieras sus mismos errores…-

-¿Huh?-

-Cuando fuimos a reclutarte, Petrel y yo, te prometi qué te ayudaria a convertirte en uno de los entrenadores más fuertes de Johto y Kanto. ¿O no fue así?-

-¿Y a qué viene eso al caso aho-...?-

-Antes de ser derrotado en la cima de la torre Silph por esos malditos mocosos de Pueblo Paleta, Giovanni me confesó a mí, su mano derecha, que la principal razón que lo llevó a fundar el Equipo Rocket y a luchar por convertirse en el líder de gimnasio más fuerte y respetado de ambas regiones, fue por la inesperada muerte de su esposa, Silvia, durante el parto de su primogénito.-

-E-espera… ¿Q-que-...?-

-Yo ingenuamente asumi que el hijo de Giovanni debía de haber muerto junto a su madre durante el parto, puesto que él nunca mencionó nada respecto a tu existencia. Pero no tienes idea de la sorpresa que me lleve cuando Petrel descubrió que Giovanni mantuvo tu existencia en secreto de todos. Digamos que en parte fue gracias a enterarnos de ti lo que nos dio a los demás el empujón necesario para querer regresar, luego de nuestra caída…-

Momentos después de todo lo dicho por Archer, Silver parpadeó repetidas veces y luego tragó saliva con pesadez y nerviosismo, justo antes de dar varios topes pasos hacia atrás, mientras que un ferviente sentimiento de odio e incertidumbre corroía sus agitados pensamientos.

-Yo siempre te estaré eternamente agradecido por haber catalizado el regreso del Equipo Rocket de entre las cenizas.- Testifico Archer en un gentil tono. -De no ser por ti-...

-¿P-porque me estás diciendo todo esto ahora?- Preguntó Silver, de manera lenta, y en un desesperado y claro intento por mantener la poca calma que aún le restaba. -¿A qué demonios quieres llegar? ¡E-escupelo de una vez!-

-Te digo todo esto, porque deseo que tengas siempre presente que, gracias a tu nacimiento y a la trágica muerte de tu madre durante su parto, Giovanni decidió crear al Equipo Rocket. En otras palabras y por si aún no lo entiendes, tu y solo tu eres la razón de la concepción inicial y el posterior renacimiento de todo esto. Tu fuiste, eres y siempre seras el catalizador del Equipo Rocket.-

El pelirrojo bajó estrepitosamente su mirada, cómo si su vida dependiera de ello, y prefirió nuevamente mantenerse en completo silencio en respuesta a lo dicho por Archer, quien inmediatamente y al notar cómo sus palabras cambiaron al instante el semblante y la actitud de Silver, volvió a colocar una confiada y triunfal sonrisa.

-¿Y bien?- Preguntó Archer, en un frío e impersonal tono. -¿No te parece curioso todo lo que te conté?-

Pero a pesar de las preguntas de Archer, Silver volvió a permanecer en silencio por varios segundos más. Posteriormente y muy para el asombro del ahora líder del Equipo Rocket, el pelirrojo soltó un sonoro suspiro, luego se dio media vuelta y después se dirigió lentamente a la puerta que conducía al pasillo.

-¡Aún no he terminado de hablar contigo!- Vocifera Archer enérgicamente, a la vez que se levantaba de su asiento. -Vuelve en este instante, Silver. Ni siquiera te he dicho la razón de porque te mande a -...

-¡YA ME HARTE DE TUS JUEGOS!- Exclamó Silver de un sonoro grito, mismo que retumbó por todo el despacho cómo el sonido de un tambor tribal, para luego girarse y mirar nuevamente a su captor con infinito desprecio. -Y-yo puedo soportar muchas cosas, Archer, pero esto es la gota que derramó el vaso. Cuando realmente me necesites, con muy poco gusto vendre y cumplire con tus aberrantes ordenes. Pero no puedes obligarme a quedarme. Y-ya tuve suficiente de ti y-...

-¿Acaso no quieres que te cuente sobre mi verdadero plan para cuando le arrebate a Mewtwo a tu padre?-

-¿Huh?-

-Yo no soy estúpido ni ingenuo, Silver. Yo se a la perfección qué debiste de deducir la verdadera razón del porque te necesito con nosotros en el Equipo Rocket. Solo era cuestión de tiempo para que esto sucediera…-

Por enésima vez en la tarde, el semblante del rostro de Silver paso de un extremo del espectro emocional al otro, en menos de lo que dura un simple parpadeo. Ahora, Silver estaba frío y anonadado por lo dicho por Archer, puesto que, desde que él se enteró de que su padre poseía un clon genéticamente mejorado del legendario pokémon conocido como Mew, él asumió por inercia que todos los planes del Equipo Rocket giraban a su alrededor para atraerlo y así arrebatarle dicho pokémon. Pero, ahora qué Archer había mencionado de modo tan casual el que se suponía era su real motivo, todas las teorías, jugadas y estrategias de negociación creadas dentro de su cabeza se derrumbaron cómo una casa hecha de naipes.

-¿M-mewtwo?- Repitió el pelirrojo con nerviosismo, luego de que su ímpetu se calmara de golpe al saber qué Archer lo tenía en "Jaque". -Y-yo no sé de qué-...

-No te hagas el listo conmigo, Silver. Yo se a la perfección que conoces sobre la existencia de ese peculiar pokémon que tiene tu padre. ¿O acaso olvidaste que Connor fue el que te avisto en Olivine? El te vio conviviendo con un pequeño grupo de entrenadores, entre los cuales estaban dos de los bastardos de Pueblo Paleta.-

-Uhh-...

-Era obvio que no ibas a desaprovechar la oportunidad de averiguar más información acerca de cómo derrotaron a tu padre. Hehe, tu eres igual de predecible qué inteligente…-

Al ver cómo metafóricamente, todas sus jugadas y opciones se iban por el retrete, Silver volvió a exhalar aire y posteriormente apretó sus puños, frunció el ceño y luego tenso su mandíbula ante la impotencia y desesperación que rápidamente albergaba cada centímetro de su mente.

-¡Solo habla de una maldita vez!- Ordenó el pelirrojo, en un serio y apagado tono de voz. -¿Qué rayos es lo que quieres de mi?-

-Quiero proponerte un trato.- Confesó Archer, al abrir un pequeño cajón de su escritorio y luego colocando encima de éste varias pokebolas, las cuales, Silver inmediatamente reconoció cómo las que contenían a sus preciados pokémon. -El dia de hoy te tengo un trato que estoy seguro no podrás rechazar.-

-¿Un trato?- Repitió Silver con notable incredulidad, perspicacia y un poco de miedo. -¿Porque ahora querrías hacer un trato conmigo?-

-Antes de decírtelo, primero tengo que confesarte que la existencia de Mewtwo es un secreto que muy pocas personas en el mundo conocen.- Anuncia tranquilamente Archer, antes de cruzar sus brazos. -Dentro del Equipo Rocket, solo tu padre y yo conocemos de su existencia. Proton, Petrel y Arianna, por el momento, desconocen de él o de mis verdaderas intenciones.-

-¿P-porque me estás diciendo esto ahora?-

-Te digo todo esto porque tú, de entre todos aquí, eres el único capaz de entenderme a la perfección, Silver. Además, también confieso esto porque quiero que empieces a entender cuales son mis verdaderos y nobles motivos para arrebatarle a Mewtwo a tu padre. Creeme que cuando lo sepas, a pesar de nuestras muchas diferencias, me ayudaras sin titubear y con los ojos cerrados de ser posible.-

-¿Y porque mierda "YO" haría algo cómo eso?- Preguntó asertiva y desafiantemente el pelirrojo, frunciendo el ceño con repudio. -Yo bien podría-...

-Porque si me ayudas, te devolveré a tus pokémon y los dejare en paz a Lucía y a ti de una vez y por todas. Te juro que más nunca sabras de mi o del Equipo Rocket en lo que te resta de vida, siempre y cuando, cumplas a cabalidad con este trato.-

Ante la súbita revelación de Archer, Silver volvió a tragar saliva. -E-espera… ¿H-hablas enserio?- Preguntó reaciamente el pelirrojo. -No lo enti-...

-No tengo porque mentirte. O al menos no a ti.-

-¿P-porque?- Pregunto Silver nuevamente con suspicacia, mientras que su corazón empezaba a palpitar a mil por segundo. -¿Q-qué rayos es lo que tramas? ¿A qué estás jugando?-

-No juego a nada, Silver. Mi plan es simple y sencillo. En un par de días invadiremos la torre de radio y te necesito conmigo para anunciarle al mundo de nuestro glorioso regreso.-

-¿Y así piensas atraer a mi padre?-

-Es correcto. Lo que necesito de ti es que tu seas el encargado de hablar y anunciarle al mundo del triunfal regreso del Equipo Rocket. Estoy seguro de que cuando él escuche tu voz en la transmisión qué haremos, cuando tomemos posesión de la torre de radio de Goldenrod, el luego hará acto de presencia.-

-¿Y entonces para qué necesitas a Mewtwo?-

-Cómo ya debes de saber, Mewtwo es un clon genéticamente mejorado de Mew, y cómo tal, sus poderes psíquicos sobrepasan con creces a los de los pokémon ordinarios hasta el punto de rivalizar incluso con los pokémon legendarios. Lo que haré con Mewtwo será traer una nueva y perpetua era de paz, tranquilidad y armonía a todo Johto y Kanto por igual.-

-¿T-tú quieres traer una era perpetua de paz, tranquilidad y armonía?-

-Así es, Silver. Yo desde muy pequeño viví en carne propia lo que era la desigualdad, el odio, la desesperación, la injusticia y demás negativismo que existe cuando uno es abandonado por sus padres. Yo tuve que valerme de mi mismo desde los siete años.- Confesó reaciamente Archer, luego de caminar y colocarse ahora frente a Silver, quien aún poseía en su rostro una nerviosa y tímida expresión llena de incertidumbre y desolación. -Yo vivi por mucho tiempo una patética y pobre vida llena de decepción y odio, hasta que conocí a Giovanni, posterior a la creación del Equipo Rocket. El me dio un nuevo propósito y también le otorgó un claro objetivo a mi miserable vida. Yo le admiraba e incluso me esforcé para llegar a ser su mano derecha, muy a pesar de no ser tan buen entrenador cómo Petrel, Protón o Arianna, gracias a mi inteligencia y convicción. Pero, con el pasar del tiempo, y luego de la derrota de tu padre a manos de Red, Blue y Green, me di cuenta de que la verdadera razón de la derrota de Giovanni yacía en su estúpido sentido del honor cómo entrenador. El muy bien podía haber utilizado los poderes psíquicos de Mewtwo para acabaron con ellos tres sin la necesidad de una batalla pokemon, pero su orgullo le cegó en el momento más crítico de todos, solo por querer demostrar que él era superior a ellos cómo entrenador…-

-¿Y a qué quieres llegar diciéndome todo esto?- Preguntó el pelirrojo, al tragar saliva, mientras que una oleada de escalofríos atacaba su ahora tembloroso cuerpo. -¿E-en serio eres tan imbécil cómo para creer que te ayudare? J-jamás conseguirás que sienta lástima por ti.-

-¿Acaso no lo ves, Silver? Tu y yo no somos tan diferentes a cómo piensas. Podemos tener diferentes perspectivas, motivaciones y ambiciones, pero nosotros dos, directa e indirectamente, somos producto de Giovanni de una forma u otra. Pero, yo a diferencia de él, qué deseaba controlar desde las sombras el crimen, la corrupción y el mercado negro mediante el miedo, intimidaciones y la manipulación, quiero utilizar a Mewtwo para desarrollar una perfecta utopía. Mi objetivo es manipular discretamente a todos los gobernantes de Johto y Kanto para que reine la paz. ¿Quién mejor para gobernar que uno que experimentó en carne propia todo el sufrimiento del mundo? Además, y con la ayuda de Rotom y la antena de la torre de radio, conseguiré acceso a la información digital, pokémon y cuentas de banco de millones de personas. Todo esto, en favor de erradicar, de una vez por todas, la desigualdad, el odio, la corrupción y todas esas cosas que tu y yo vivimos en carne propia.-

Silver volvió a dar otro par de pasos hacia atrás, cómo por acto reflejo, y luego miró varias veces de arriba a abajo a Archer, cómo si él fuese un completo extraño para el. Ahora y de manera lenta y paulatina, Silver sentía un asfixiante conflicto dentro de su mente, qué se agravaba con el pasar de los segundos, debido a que, muy para su desagrado, lo que decía Archer tenía todo el sentido del mundo. El, en ese preciso instante deseaba decir algo, oponerse, gritar o salir del despacho, pero por alguna razón que ni él mismo conocía, no pudo realizar nada de estas cosas. Su cuerpo estaba tan rígido cómo una piedra y sus pensamientos estaban revueltos cómo el mar en medio de una tormenta.

-Yo solo intento darle una tercera opción al mundo, Silver. Una tercera opción al dilema de ir a la izquierda en donde todo está mal o a la derecha en donde ya nada queda. Yo se, acepto y reconozco que cometí varios pecados al ser miembros del Equipo Rocket. Yo no estoy ni estaré nunca exento de lo que intente hacer contigo, pero yo solo deseaba que tu fueras mejor que tu padre. Tu y yo somos producto de todo lo que está mal en el mundo. Pero, con la ayuda de Mewtwo, podremos hacer lo correcto para que a nadie más le suceda lo que nos pasó a nosotros. Esto es cómo siempre digo, no se puede hacer un omelette sin romper un par de huevos primero…-

-¿P-porque me estás diciendo todo esto, Archer?- Volvió a preguntar el pelirrojo, con un hilo de voz, y visiblemente casi al borde de un colapso mental. -Y-yo-...

-Llámalo cortesía profesional.-


Dentro del gimnasio de Ciudad Saffron. Región de Kanto. 1:27 P.M


-Me alegra inmensamente que tomaras la decision correcta y aceptaras mi propuesta, Gold del fuego azul.- Manifestó la bella líder de gimnasio, con notable complacencia y tranquilidad, mientras que se desplazaba junto a sus pokémon al otro extremo del campo de batalla. -Cómo puedes ver por la cantidad de pokémon que tengo aquí conmigo, utilizaremos un máximo de tres, en batallas de uno contra uno y sin sustituciones.-

-¿G-Gold del fuego azul?- Repitió Kelly, en voz baja, ante las nerviosas miradas de Crystal y Zuki, quienes junto a ella, aún permanecían taciturnas, cerca de la puerta que conectaba con la oscura recepción, y a un lado del campo. -Ese apodo es nuevo…-

-Me parece bien.- Replicó Gold con entusiasmo, a la vez que arrojaba la pokebola de Typhlosion al campo. -Estoy listo.-

-Sabes, el dia de hoy haré una excepción a una de las reglas de mi gimnasio.- Anuncio Sabrina, antes de fijar su mirada en las compañeras de Gold. -Durante mis batallas no permito la entrada de espectadores ni visitantes, por esa misma razón es que no hay graderías aquí. Pero a ustedes tres (3) las dejare presenciar en primera fila de esta batalla por el maravilloso espectáculo que dieron en el torneo de la Battle Frontier, además del obvio apego emocional que Gold les tiene.-

Kelly, Crystal y Zuki intercambiaron confusas miradas por breves segundos. A ellas les pareció sumamente curioso y extraño el hecho de que Sabrina no dejará entrar espectadores a sus batalla, pero decidieron en conjunto no comentar al respecto por el momento.

-En fin, ¿Estas seguro de querer utilizar a tu as bajo la manga desde tan temprano?- Preguntó la líder de gimnasio, luego de que el pokémon de tipo fuego de Gold saliera de su pokebola y apareciera frente a su entrenador.

-Total y completamente seguro.-

Posterior a la respuesta dada por Gold, Sabrina sonrió, acción que provocó en todos los presentes un abrumador sentimiento de nerviosismo e incertidumbre. Instantes después, ella mira directamente a su Hypno, y esté se posiciona frente a ella para dar formal inicio al combate.

-Te dejare hacer el primer movimiento, Gold. Aprovéchalo bien.-

En respuesta, el de New Bark frunció el ceño y después torció sus labios. -Hmph… Cómo gustes.- Indicó Gold. -¡Typhlosion, empecemos con Flamethrower (Lanzallamas)!-

-Hypno, Psycho Cut (Psico Corte). Neutraliza el ataque de Typhlosion.-

Sin siquiera dudarlo, Typhlosion encendió el fuego de su espalda y luego escupió una feroz y potente llamarada en dirección al pokémon de Sabrina. Por su parte, y antes de que el ataque de su contrincante pudiera impactar en el, Hypno rápidamente movió su brazo derecho de arriba hacia abajo, lo que instantáneamente creó una especie de onda de energía de color púrpura. Acto seguido, y sin ningún tipo de inconvenientes, el ataque de Hypno, no solo deshizo y cortó en dos, cómo si fuera mantequilla, el lanzallamas de Typhlosion, sino que también dicho ataque prosiguió su camino, dejando rajaduras en el suelo, y casi conectando en el pokémon de Gold, salvo que esté pudo reaccionar a tiempo y saltó a su izquierda para esquivarlo.

-¿P-pero qué rayos-...?-

-¿Qué te pareció el poder de ataque de mi querido Hypno?- Preguntó Sabrina, con visible emoción, al ver la expresión llena de sorpresa en el rostro de su oponente. -Mis pokémon y yo entrenamos día y noche para cuando encontráramos a un oponente digno cómo tú.-

-Y-ya veo.- Replicó el de New Bark, luego de tragar saliva y reconfirmar en su mente qué esta no sería una batalla común y corriente. -En ese caso, supongo que lo más adecuado sería que Typhlosion y yo nos pongamos serios desde un principio. No sería cortés de mi parte el no cumplir con tus expectativas.-

-No espero menos del hijo del campeón sin corona. Cómo dije anteriormente, no cualquier entrenador es capaz de obligar a Green Oak, el ahora líder de gimnasio más fuerte de Johto y Kanto, a recurrir a mega evolucionar a uno de sus pokémon en una simple batalla de exhibicion.-

Cómo por acto reflejo, Gold y Typhlosion se miraron el uno al otro, y, sin mediar palabra alguna entre ellos, el pokémon de fuego soltó un potente rugido, para entonces transformar y reemplazar el fuego de su espalda por uno de color azul fosforescente.

-Lamento no haber iniciado con esto desde un principio.- Manifestó Gold, cambiando por completo el semblante de su rostro a uno más serio. -Pero necesitaba primero comprobar el nivel de tu pokémon antes de recurrir a esto.-

Por enésima vez en la tarde, Sabrina recorrió fugazmente a Gold con sus ojos. Luego, la líder de gimnasio posó su mirada sobre Typhlosion, para posteriormente volver a sonreir y relamer sus labios en clara señal de anticipación y emoción. Sin embargo, por alguna razón que ninguno de los presentes podía explicar, luego de tal acción por parte de la líder de gimnasio, tanto Gold, cómo también Kelly, Crystal y Zuki podían jurar que la temperatura dentro del gimnasio bajo de golpe, al menos un par de grados.

-¿Te parece entonces sí nos dejamos de juegos y empezamos esta batalla cómo se debe?-

-¡Por supuesto!- Respondió la esbelta líder de oscura y larga cabellera. -Solo espero que luego no te arrepientas, Gold. Ahora estás a punto de presenciar en primera fila tu propia derrota bajo tus propias mano.-

-¡Heh, eso ya lo veremos!- Exclamó el de New Bark. -Typhlosion, utiliza de nuevo Flamethrower (Lanzallamas) a toda potencia. Acabemos con ese Hypno en un solo golpe.-

-Eso era justo lo que esperaba que hicieras.- Aseveró Sabrina, en un confiado tono de voz. -Tu predecibilidad será tu ruina. Hypno, ya sabes qué hacer.-

De igual manera qué hace escasos segundos atrás, Typhlosion escupió una aún más poderosa y veloz llamarada de fuego, solo que esta vez de color azul fosforescente cómo el fuego que ardía en su espalda. Pero, momentos antes de que dicho ataque impactará en el pokémon de Sabrina, los ojos de Hypno se iluminaron con una curiosa y tétrica luz de color púrpura, y frente a todos los presentes, el ataque de Typhlosion se desvaneció sin dejar rastro alguno en pleno aire, cómo si lo hubiese absorbido una aspiradora invisible.

-¿P-pero como…?- Preguntó automáticamente Gold, al estar claramente confundido y exaltado por lo sucedido. -¿Que rayos fue lo que-...?-

-¡Hypno, utiliza ahora Trick Room (Espacio Raro)!-

-¿Acaso ella dijo espacio raro?- Preguntó retóricamente Zuki, nuevamente intercambiando preocupadas miradas con Kelly y Crystal. -D-demonios… Esto es malo.-

Posterior a la orden de Sabrina, Hypno se rodeó de una misteriosa aura de color púrpura, para luego crear alrededor de todo dentro del gimnasio una especie de jaula traslúcida de igual color que el aura que anteriormente lo rodeaba. Ante esto, Gold, Kelly, Crystal y Zuki, no pudieron evitar el volver a sentir cómo un inmisericorde sentimiento de intranquilidad y nerviosismo volvía a invadir sus cuerpos, luego de haber recorrido con sus ojos todo a su alrededor.

-N-no tengo la menor idea de cómo Hypno pudo desintegrar el Lanzallamas de Typhlosion de esa manera o qué es exactamente lo que tramas, pero nada de esto nos detendrá.- Anuncio rapidamente Gold, mientras que internamente trataba de mantenerse lo más sereno y calmado qué podía. -Yo se a la perfección qué Trick Room (Espacio Raro) modifica la velocidad de movimiento de los pokémon, al igual que sus ataques, para que los pokémon lentos sean rápidos y viceversa. Pero todo tu plan será inútil ante esto. Typhlosion, Quick Attack (Ataque Rápido).-

Typhlosion asintió ante lo ordenado por Gold, y, sin titubear, dio un pequeño salto para posteriormente desaparecer de la vista de todos al empezar a correr alrededor de todo el lugar a alta velocidad.

-¿Con qué tu pokémon tenía un ataque que puede sobrepasar las limitaciones del espacio raro?- Preguntó Sabrina en un burlesco tono. -Hehe, es conmovedor su esfuerzo. Pero nada de lo que hagan ahora podrá cambiar el hecho de que tu derrota llegará bajo tu propia mano. Tu destino está sellado.-

-Tch… Typhlosion, utiliza ahora Flame Wheel (Rueda de Fuego).- Ordenó el de New Bark con notable molestia. -¡Acabemos con Hypno ahora!-

Luego de lo dicho por Gold, Typhlosion hizo acto de presencia, pero esta vez a espaldas de Hypno y con toda la intención de acabar con un ataque combinado a su oponente, quien aún permanecía quieto y tranquilo frente a Sabrina y sus otros pokémon. Milésimas de segundo después, el pokémon de Gold rodeo su cuerpo por completo en un manto de violentas llamas azules. Pero, en un lamentable giro de eventos, el cual, no sólo dejó boquiabierto a Gold y a sus compañeras, sino que provocó que Sabrina nuevamente pasara su lengua sobre sus labios, una repentina y abrumadora llamarada de fuego azul se materializó de la nada, en pleno aire, y golpeó directamente a Typhlosion antes de que esté pudiera atacar al Hypno de Sabrina, dando cómo resultado que el pokémon de fuego saliera disparado y cayera estrepitosamente justo frente a su anonadado entrenador.

-Bienvenido a tu prueba de fuego, Gold Tsubasa…-