Campo de Batalla del Gimnasio de Ciudad Saffron. Región de Kanto. 1:36 P.M


-Bienvenido a tu prueba de fuego, Gold Tsubasa…-

Una repentina, violenta y volátil mezcla entre miedo, incertidumbre y deseos de revancha se apoderaron por completo del cuerpo y la mente de Gold, de manera automática, y cómo un torbellino. Todo esto, al ver a su Typhlosion inconsciente en el suelo, a escasos metros de su posición, luego del sádico e inesperado comentario hecho por Sabrina.

Por su parte, Zuki adoptó una seria expresión después de la derrota del pokémon de su primo, mientras que Crystal y Kelly aún estaban prácticamente petrificadas y boquiabiertas ante como, de alguna forma que escapaba de su comprensión, Hypno había manipulado a su antojo el espacio tiempo, por breves instantes, al desintegrar en primera instancia el lanzallamas de Typhlosion, para luego hacerlo volver a aparecer y utilizarlo para acabar con el pokémon de Gold en un inesperado giro de eventos. Ahora, el de New Bark por alguna razón que no podía plasmar en palabras, no podía parar de temblar debido en parte al gélido ambiente dentro del lugar, sumado al tétrico escenario que otorgaba qué todo el interior del gimnasio estuviera aún rodeado por la jaula púrpura traslúcida que representaba el Trick Room (Espacio Raro) creado por Hypno.

-¿P-pero cómo-...?- Preguntó Gold torpemente, un par de segundos después, al romper el enervante silencio que imperaba en el campo de batalla, para posteriormente colocar una ácida expresión que pedía a gritos respuestas por lo ocurrido. -No lo entiend-...

-¿Acaso te creías que eras el único capaz de mejorar al extremo las habilidades y los ataques de tus pokémon?- Preguntó repentina y retóricamente la bella líder de gimnasio, posterior a intercambiar una sádica sonrisa llena de orgullo, por breves instantes, con Hypno, Espeon y Alakazam. -Es cierto que el fuego azul que es capaz de producir tu Typhlosion es impresionante, por decir lo menos. Sin lugar a dudas, ese fue tu as bajo la manga durante varios de los combates que tuviste contra los demás lideres de Kanto. Pero, no por eso mis pokémon se iban a quedar atrás y de brazos cruzados en espera de lo inevitable. Digamos que cada victoria que conseguiste contra los otros líderes no hizo más que motivarnos aún más para esforzarnos durante nuestro entrenamiento, para cuando fuera nuestro turno de pelear.-

Posterior a lo dicho por Sabrina, Gold hizo rechinar sus dientes y terminó por tragar saliva pesadamente. Luego de un rato, el de New Bark, con gran pesar en su corazón, y ante las miradas llenas de preocupación e incertidumbre de sus compañeras, expulsó sonoramente el aire de sus pulmones, para recomponerse mentalmente y también para calmar un poco sus emociones, y luego optó por regresar a Typhlosion a su pokebola para que descansara.

-En fin, si tanto deseas saber qué fue lo que hizo Hypno para vencer a tu Typhlosion, estoy bastante segura de que tu prima tiene la respuesta que buscas por la expresión que tenía antes.- Anuncia Sabrina, apuntando con el dedo índice de su mano izquierda a Zuki. -¿Porque no le preguntas mejor a ella?-

Acto seguido, Gold, junto con Crystal y Kelly, fijaron sus respectivas miradas en Zuki, cómo por acto reflejo, y en cuestion de milesimas de segundo, en busca de explicaciones y respuestas.

-N-no tengo la menor idea de cómo lo hizo. P-pero estoy bastante segura de qué se trató del ataque psíquico conocido cómo Future Sight (Vista al futuro) debido al peculiar brillo que tenía Hypno cuando disolvió el ataque de Typhlosion.- Testificó la menor de las chicas kimono, en un serio y apático tono de voz. -S-sino mal recuerdo, este es un ataque bastante común entre los pokémon de este tipo, en donde el atacante, además de hacer brillar sus ojos cómo preámbulo, canaliza sus poderes psíquicos para materializar a futuro un poderoso, veloz y sorpresivo ataque de energía condensada.-

-Nada mal, Zuki Masamune, nada mal. No esperaba menos de la flamante campeona del torneo de la Battle Frontier.- Vocifera la líder de gimnasio, con emoción, luego de peinar su larga y oscura cabellera. -En efecto, el ataque que utilizó mi Hypno fue una variante de Future Sight.-

-¿U-una variante de Future Sight?- Repitieron Kelly y Crystal, prácticamente al unísono.

-Así es. Gracias a nuestro esfuerzo, y luego de mucha sangre, sudor y lágrimas durante nuestro arduo entrenamiento, Hypno ahora es capaz de utilizar Future Sight, no solo para materializar un poderoso ataque psíquico a futuro tal cómo mencionó Zuki, sino que ahora le es posible el hacer desvanecer los ataques enemigos a distancia para luego utilizarlos contra ellos en cuestión de un parpadeo cómo sucedió con Typhlosion y su lanzallamas. En otras palabras, mi Hypno puede "romper y manipular" un poco las leyes del espacio tiempo cuando se trata de proyectiles o ataques a distancia.-

-Tch… ¿Con qué de eso se trataba?- Manifiesto Gold en voz baja y para sí mismo, al guardar en el bolsillo lateral derecho de sus jeans la pokebola de Typhlosion. -Esto sí que es algo problemático y molesto. Jamas me imagine que Sabrina tuviera un pokémon capaz de anular de esta forma los ataques a distancia para luego utilizarlos a futuro cuando mejor le convenga. Ughh… S-supongo que todo indica qué tengo que recurrir al combate cuerpo a cuerpo sí quiero vencer a Hypno. Pero estoy completamente seguro de que esto es lo que ella desea que haga. Es más que obvio que esta es una trampa y de seguro ella debe de tener algún tipo de contra estrategia para estos casos. D-demonios, necesito más tiempo para-...

-¿Te parece si continuamos con el combate?- Propuso rápidamente Sabrina, poco después de notar cómo Gold se tomaba algo de tiempo para hablar consigo mismo. -¿O es qué acaso la derrota de tu amado Typhlosion destruyó tus deseos por-...?

-Creo que estas malinterpretando las cosas, Sabrina.- Replicó el de New Bark, sin titubear, al momento en que sacaba otra pokebola para continuar con el combate. -Esta batalla no está ni cerca de terminar. Eso te lo garantizo.-

-¿Huh…?-

-¡Estás terriblemente equivocada si crees que por vencer a Typhlosion me rendiré así por así en un duelo tan importante cómo esté!- Vocifera Gold de manera tajante y con firmeza, mientras que apretaba la pokebola que tenía entre sus manos. -Pero sabes… Lo acepto, tengo algo de miedo y mi corazón, desde que entré a este lugar y te vi junto a tus pokémon, late a mil por segundo. Sinceramente, creo que la última vez que me sentí así fue antes de mi duelo de exhibición contra Green. Pero te dire algo y espero que te quede muy claro, Sabrina. Yo, Gold Ethan Tsubasa Shinoda, no pretendo rendirme ni tampoco tengo la más mínima intención de desistir o caer derrotado contra ti. Es cierto y acepto que Typhlosion y yo nos confiamos, pero no por un error me daré por vencido. Sí lo hiciera, entonces estaría defraudando a mis pokémon y también escupiria en todas las personas que han creído y aún creen en mi. Además, yo aprendi, gracias a mi padre y a Green, que un buen entrenador no debe depender única y exclusivamente de un solo pokémon o estrategia durante sus combates. Un verdadero entrenador debe ser capaz de adaptarse a situaciones adversas y también tiene que ser hábil para crear contraestrategias durante el transcurso del combate.-

Breves instantes después del pequeño monólogo realizado por Gold, Sabrina nuevamente recorrió de pies a cabeza a su contrincante y automáticamente colocó en sus finos labios una amplia sonrisa en señal de complacencia. Posterior a esto, Gold volvió a exhalar aire y luego arrojó al campo de batalla la pokebola de Scizor, quien rápidamente y al materializarse frente a su entrenador, adoptó una clara pose defensiva, acción que provocó qué Zuki, Crystal y Kelly volvieran a intercambiar miradas, pero esta vez con algo más de optimismo y confianza.

-¿Con qué ahora utilizarás el tan afamado Scizor de tu padre, el campeón sin corona?- Preguntó Sabrina de manera retórica, hasta el borde de rozar un tono arrogante e impersonal. -En ese caso, no me queda más remedio que tomar la ofensiva y ver con mis propios ojos qué es lo qué pueden hacer. Hypno, utiliza Fire Punch (Puño de fuego).-

En cuestion de milesimas de segundo, Hypno asintió ante la orden dada por su entrenadora y luego se abalanzó, con la misma velocidad que un auto de carreras gracias al aún latente efecto del espacio raro, contra el pokémon de Gold.

-Tch… ¡Scizor, ya sabes qué hacer!- Ordenó ferozmente Gold, antes de que Hypno pudiera acercarse para recortar más distancia de la debida. -Anula su ataque y luego contraataca con X-Scissor (Tijera X) cuando tengas la oportunidad.-

Cómo por acto reflejo y en el mismo tiempo que dura el perder una lágrima durante una tormenta, Scizor empezó a girar sobre sí mismo, con la fuerza de un pequeño torbellino, y, gracias a esto, pudo fácilmente repeler y anular por completo el puño de fuego realizó por el pokémon de Sabrina. Sin embargo, Hypno luego de su fallido intento, dio un repentino, veloz y ágil salto hacia atrás para posicionarse frente a su entrenadora, acción que detuvo en seco la posibilidad de Scizor de ejecutar su contraataque.

-Nada mal, Gold. Para nada mal.- Reconoció con emoción la críptica y sombría líder de gimnasio, muy para la sorpresa de Crystal, Kelly y Zuki. -El utilizar Sword Dance (Danza de espadas) tanto para aumentar el poder de ataque de tu Scizor, antes de intentar contraatacar, cómo también para repeler de esa manera el puño de fuego de Hypno, fue bastante original. Pero me temo que necesitaran más que eso sí deseas ganar. Hmmm… ¿Me pregunto qué más tendrán escondido para mi? Estoy ansiosa por ver qué más se traen entre manos tus pokémon y tu.-

Pero a pesar del comentario hecho por Sabrina, Gold se mantuvo serio, calmado y taciturno hasta el punto de impresionar a la líder de gimnasio por el frío semblante que transmitía su ahora dubitativo rostro. Era extremadamente obvio que Sabrina buscaba provocar alguna respuesta, comentario o reacción en Gold. Pero su inesperado silencio, acompañado por una oleada de pura indiferencia, fue algo que la bella líder de gimnasio no se espero en lo más mínimo.

-Hmph… Hypno, creo que ya es el momento de dejarnos de juegos y atacar con todo lo que tenemos en nuestro arsenal.- Vociferó Sabrina con energía y también con algo de molestia. -¡Démosle a ese Scizor algo que no pueda anular con su danza de espadas!-

-¿A-algo que no podrá anular con su danza de espadas?- Repitió Crystal en voz baja y con visible preocupación. -Esto n-no pinta muy bien.-

-Hypno, Psycho Cut (Psico Corte) a toda potencia. Acabemos con el de una vez y por todas.-

Por segunda vez consecutiva, Sabrina decidió tomar la osada decisión de atacar, a la vez que esta volvía a relamer sus labios. Gold, al notar esto, y de manera inconsciente, apretó sus mandíbula, al saber que aquí se definiría este encuentro. Luego, el de New Bark alzó una de sus cejas, justo antes de que el pokémon de tipo psíquico moviera repetidas veces su brazo izquierdo, de arriba hacia abajo, resultando en la rápida creación de una potente rafaga de ondas de energía de color púrpura que se empezaron a desplazar, con exagerada rapidez, potenciadas nuevamente gracias al efecto del espacio raro, en dirección a Scizor.

-¡Es ahora o nunca!- Exclamó el de New Bark, quien tenía prácticamente el corazón en la garganta, cuando este ajustaba su preciada gorra de la suerte, y al conocer perfectamente que ahora no era una opción viable el que su pokémon anulara, con danza de espadas, la cantidad tan exagerada de ondas de energía que se acercaban a él. -Aqui esta nuestra oportunidad, Scizor. Necesito que enfoques toda tu energía en esquivar todos esos ataques y luego te acerques lo más que puedas a Hypno cuando baje la guardia.-

Cómo sí de una coreografía se tratara, y con la misma fría elegancia con la que fluye el gélido viento en una noche de invierno, Scizor, siguiendo al pie de la letra lo ordenado por Gold, no solo terminó por esquivar, a duras penas, todas y cada una de las veloces ondas de energía lanzadas por Hypno en un espacio alrededor de treinta segundos ininterrumpidos, sino que a medida que lo conseguía, poco a poco se logró acercar lo suficiente al pokémon de Sabrina cómo para cambiar notablemente el semblante del rostro de la líder de gimnasio.

-¡Acabalo, Scizor!- Grito agresivamente Gold. ¡Esta es tu única oportunidad, amigo. U-Turn (Ida y vuelta)!-

Con monstruosa agilidad y frente a las atentas miradas de todos los presentes dentro del gimnasio, Scizor, en poco más de lo que dura un suspiro, arremetió y embistió, con tal fuerza al Hypno de Sabrina, que inevitablemente lo dejó fuera de combate, cosa que a su vez consiguió también desintegrar la tétrica y traslúcida jaula púrpura que rodeaba todo el interior del gimnasio, gracias a la derrota del pokémon de tipo psíquico. Inmediatamente luego de esto, el pokémon de Gold se vio forzado a regresar a su propia pokebola debido al efecto secundario de su propio ataque.

Una momentánea oleada de silencio invadió por completo el gimnasio luego de lo ocurrido. Gold, ni siquiera se inmuto en celebrar o comentar al respecto de su pequeña victoria, ni tampoco tenía la más mínima intención de hacerlo. El, simplemente exhalo el aire de sus pulmones y luego arrojó al campo la pokebola de su Umbreon, pero no sin antes haber intercambiado una breve sonrisa con Crystal y Kelly, en obvia señal de que todo estaría bien de ahora en adelante.

Por su parte, Zuki se mantuvo igual de seria que su primo en principio. Sin embargo, la menor de las chicas kimono no pudo evitar el fijar su mirada en Sabrina, quien se notaba a simple vista lo decepcionada que estaba por lo sucedido. Pero, muy a pesar de la derrota de Hypno, la líder de ojos color carmesí transmitía algo más lo cual Zuki no podía detallar. Esto le helo la sangre, le puso los nervios de punta y también terminó incluso por darle escalofríos por todo el cuerpo.

-Te felicito por vencer a Hypno.- Aseveró Sabrina, en un apático tono que denotaba aún más su latente malestar, justo al terminar de regresar a su pokémon para que descansara en su pokebola. -Sabía que no me había equivocado al enfocar mi atención en ti, Gold. Tu eres el primer y único entrenador en un más de un mes qué ha sido capaz de derrotar a uno de mis pokémon en combate. Definitivo que eres merecedor de mis respetos.-

-Luego de todo eso, te creo. No me cuesta el más mínimo trabajo imaginar lo que tuvieron que pasar los demás retadores…-

-Deberías sentirte satisfecho, orgulloso y halagado por haber realizado tal proeza. No por nada mi gimnasio es considerado cómo uno de los más difíciles de conquistar en-...

-Lo lamento mucho, Sabrina.- Exclamó sorpresivamente el joven entrenador de New Bark, aplicando un serio tono de voz para interrumpir a la líder de gimnasio. -Pero no me sentiré satisfecho hasta cuando te gane por completo y tengo la medalla de esté gimnasio entre mis dedos. Tampoco me sentiré orgulloso hasta cuando sea coronado campeón de la liga pokémon y mucho menos me sentiré halagado hasta cuándo todo el mundo vea y acepte que soy mejor entrenador qué Red, Blue Green y mi padre.-

En respuesta, Sabrina cerro por breves instantes sus ojos, para después colocar nuevamente una tétrica sonrisa en su pálido rostro. Gold se mantuvo tranquilo, pero Zuki, Crystal y Kelly, al ver esto, no pudieron evitar el sentir que algo realmente malo iba a suceder de un momento a otro. Seguidamente, la líder de gimnasio fijó su fría mirada en el Umbreon de su contrincante, para luego mirar de reojo a su propio Espeon, quien inmediatamente entró al campo de batalla y se colocó frente a su entrenadora.

Gold frotó sus manos la una contra la otra, luego de la entrada de Espeon al campo, y al sentir nuevamente cómo la temperatura dentro del gimnasio había vuelto a bajar hasta el punto en el que se empezaba a visualizar su propio aliento cuando esté exhalaba aire.

-Antes de proseguir con el combate, tengo una pregunta muy importante para ti, Gold.-

-¿U-una pregunta para mí?- Repitió el joven retador con escepticismo, después alzar su ceja derecha. -¿De qué se trata?-

-¿A qué extremos llegarías por cumplir tu sueño de ser el próximo campeón de la liga pokémon?-

La pregunta tomó muy por sorpresa a Gold, quien frunció automáticamente el ceño y terminó por parpadear repetidas veces en clara señal de confusión. Todo esto, mientras que Zuki, Kelly y Crystal se miraban la una a la otra al fallar en interpretar porque la líder preguntaría algo cómo eso a estas alturas del combate.

-¿A qué se debe esa pregunta tan-...?-

-Solo responde, Gold Tsubasa. Esto es importante…-

-Uhhh… P-pues es obvio que yo haría lo que fuera con tal de cumplir mi sueño.- Replicó el de New Bark, con firmeza y sin dudarlo del todo. -Desde muy pequeño mi meta siempre fue la de ser un entrenador pokémon cómo mi padre. Pero por varios factores que ahora encuentro estúpidos e irrelevantes, termine por abandonar ese sueño hasta cuando conocí a Red en la anterior liga pokémon. El me hizo recapacitar y ver la realidad de las cosas. Red me hizo abrir los ojos para ver lo errado que estaba en dejar de lado lo que deseaba hacer.-

-¿Asumo entonces que estas consiente de que tu no eres el unico con ese sueño en particular, verdad? Existen centenares de personas en todo Johto y Kanto que aspiran a ganar la liga pokémon al igual que tú el próximo año. Tu sueño es solo uno más junto al resto.-

-N-nunca antes lo había pensado de esa manera. P-pero supongo que tienes razón…-

-Si lograras ganar la liga pokémon tal cómo dices, ¿estás preparado para lo que te espera, no?-

-¿Para lo que me espera?- Preguntó Gold, al tragar algo de saliva y posterior a tensar aún más su cuerpo. -¿A qué te refieres?-

-Tú serias el foco de atención de muchos otros entrenadores en un futuro no muy lejano. Tu, Gold Tsubasa, serias también el motivo del odio, repudio y envidia de todas esas otras personas a las que venciste en tu camino. Dime… ¿Estás preparado para cargar con el peso de ser el artífice de la destrucción de incontables sueños para así cumplir el tuyo?-

Ligeramente, los labios de Gold se separaron, pero ningún tipo de sonido salió de entre ellos. El joven entrenador de Pueblo New Bark, frunció el ceño con desdén y luego adoptó una seria y pensativa expresión, misma que no pasó desapercibida por ninguna de sus compañeras.

-Dime, Gold… ¿Cómo pretendes lidiar con el precio de tus actos?- Volvió a preguntar súbitamente la líder de gimnasio. -¿Cómo vas a-...?-

-¡Estoy preparado para lo que sea que pase en mi futuro!- Vocifera Gold de manera impetuosa y rápida. -Antes, tenía miedo a todo lo que depararía mi futuro e incluso me plantee la idea de acabar con mi viaje para regresar a New Bark, pero ya no más. Entre mis planes no está el vivir eternamente aterrado por lo que pueda suceder o por el qué dirán. Sí seré odiado por ganar la liga pokémon, pues qué así sea. Sí yo seré el motivo de envidia y repudio de gran parte de los entrenadores de Johto y Kanto solo por vencerlos y triunfar, pues me parece bien. Siempre y cuando tenga a mi familia y a mis seres queridos, entonces se de antemano qué seré capaz de soportar todo lo que el destino tenga planeado arrojarme.-

Justo después de la respuesta dada por Gold, los ojos de Sabrina súbitamente empezaron a brillar con una tonalidad azul fosforescente, muy al estilo de un pokémon de tipo psíquico. Gold, dio un par de pasos hacia atrás y trago saliva, Kelly, apretó sus puños y frunció el ceño, Crystal estaba en un visible estado de confusión y Zuki trato lo posible por mantener la compostura, pero su rostro denotaba el terrible miedo que recorría cada centímetro de su cuerpo.

-E-entonces los rumores eran ciertos.- Denunció Gold, volviendo a colocar una seria y cautelosa expresión. -T-tu eres una especie de psíquica después de todo.-

Sabrina respondió asintiendo lentamente. Acto seguido, ella cierra sus ojos, por breves instantes, mientras que Gold, Crystal, Zuki y Kelly la miraban con nerviosismo hasta cuando, poco después, esta volvió a abrirlos, pero los mismos ya habían perdido su antinatural brillo.

-Lamento mucho que tuvieran que apreciar este lado de mi tan repentinamente y de esta manera.- Aseveró rápidamente Sabrina, luego de haber aclarado su garganta exageradamente. -Desde muy pequeña descubrí que tenía ciertos dones psíquicos cuando, sin querer, doble una cuchara con mi mente durante una cena familiar. Pero con el tiempo aprendí el rango de mis dones y cómo controlarlos en su mayoría para pasar desapercibida. Solo que aun me es algo difícil controlarme cuando me emociono o enojo, más de la cuenta, durante un combate.-

-O-ohh, y-ya veo…-

-Cómo ya debieron de haber notado, la temperatura dentro del gimnasio ha estado bajando progresivamente desde su llegada, a pesar de que la calefacción está encendida. Digamos que este es el pequeño efecto secundario de lo que sucede a mi alrededor cuando me emociono, aunque sea un poco, durante un combate. No solo mi actitud y personalidad cambian notablemente, sino que el ambiente en dónde estoy se vuelve un poco más frío de lo habitual gracias a mis dotes psíquicos. Y cómo había mencionado antes, tú, Gold, eres el único entrenador en más de un mes que ha logrado derrotar al menos uno de mis pokémon, así que-...

-D-descuida.- Replicó gentilmente Gold, para entonces mirar de reojo a sus compañeras. -No hace falta que nos des explicaciones ni nada por el estilo. ¿Verdad que no, chicas?-

Crystal, Kelly y Zuki se notaba estaban bastante sorprendidas por lo sucedido, pero a pesar de todo y luego de lo dicho por Gold, todas terminaron por asentir casi de manera mecánica.

-¿A-acaso no les doy miedo?- Volvió a preguntar Sabrina, frunciendo su ceño y mirando al grupo con extrañeza. -¿Por qué-...?-

-Obvio tengo algo de miedo. Pero no es por el motivo que te debes de estar imaginando.- Informa el de dorados ojos con notable vergüenza en su voz. -Además, tu no me das la impresión de ser una mala persona.-

-Uhhh… Y-ya en el pasado tratamos con otras dos personas con "dones" tan peculiares cómo el tuyo.- Indicó Kelly, a la vez que tomaba algo de valor y ajustaba sus anteojos. -A esté punto, muy pocas cosas podrían sorprendernos.-

-Ohh…Entiendo.-

-¿Te parece entonces sí continuamos el combate?- Propuso velozmente Gold. -En lo personal no me importa sí eres una psíquica o puedes ver el futuro o alguna de esas cosas. Ahora mismo lo único que deseo es obtener la medalla de esté gimnasio.-

Por enésima vez en el dia, una pequeña y tenue sonrisa se posó sobre los labios de Sabrina. -Me parece bien, Gold Tsubasa.- Replica la líder de gimnasio. -Espeon y yo estamos listos. Haz el primer movimiento cuando desees.-

-Bien. Umbreon, comencemos con Double Team (Doble Equipo). Corre alrededor de Espeon y espera mi señal para atacar.-

Pocos segundos después, Umbreon dio un pequeño salto y empezó a correr con tanta velocidad alrededor de su oponente, que parecía que el pokémon de Gold se hubiese multiplicado cómo por arte de magia. A simple vista, se podían contar al menos seis o siete copias de Umbreon corriendo en círculos alrededor de Espeon. Sin embargo, y muy a pesar de lo que sucedía dentro del campo de batalla, Sabrina apenas sí parecía preocupada en lo más mínimo ante el inminente ataque del pokémon de Gold para contra el suyo. La líder de gimnasio estaba extrañamente relajada y sus ojos lo reflejaban claramente.

-¡Ahora, Umbreon!- Ordenó enérgicamente Gold. -Ataca a Espeon con Quick Attack (Ataque Rápido).-

Al escuchar esto, Sabrina chasqueo los dedos de su mano izquierda y procedió a dibujar una sombría sonrisa en sus enrojecidos labios. Por su parte, todas y cada una de las copias de Umbreon que corrían alrededor de Espeon saltaron para atacar, al mismo tiempo, a su oponente. Pero, con insultante facilidad, el pokémon de Sabrina esquivo todos los intentos de Umbreon por golpearlo, lo que resultó en el posterior contraataque de Espeon con una embestida que apenas sí causó daño alguno a su oponente.

-Fue muy inteligente de tu parte el elegir a un pokémon con ventaja de tipo contra mi Espeon. Ya de por sí los pokémon de tipo oscuridad son inmunes a los ataques psíquicos y es más que obvio que tu Umbreon está muy bien entrenador por lo rápido que se movía y por el poco daño que recibió de la embestida de Espeon. Sin embargo, no por tener la ventaja de tipo significa que puedes vencer, Gold. Estoy segura que tu mejor que nadie sabes que es prácticamente imposible ganar si no se puede conectar al menos un buen golpe al oponente.-

-En eso tienes razón, Sabrina. El tener la ventaja de tipo no me garantiza automáticamente la victoria en una batalla. Pero sabes algo, lo que sí te puedo garantizar es que Umbreon y yo encontraremos la forma de vencer en este combate. Solo es cuestión de tiempo para qué-...

-Entonces ven y ataca nuevamente con todo lo que tengas. Ya verás cómo el resultado será el mismo al de hace un momento atrás.-

-Tch… Umbreon, esta vez utiliza Bite (Mordisco).-

Sin siquiera dudarlo, el pokémon de tipo oscuridad volvió a arremeter contra Espeon, quien nuevamente, y haciendo gala de su majestuosa agilidad, esquivo osadamente el ataque de su rival al saltar detrás de él para entonces volver a contraatacar con una embestida lo suficientemente fuerte cómo para lograr empujar a Umbreon hasta escasos centímetros de su entrenador.

Luego del fallido intento de Umbreon por atacar, Zuki mordisqueó ligeramente sus labios y se notaba estaba extremadamente intranquila y ansiosa. Era obvio a simple vista que algo le sucedía a la de rosada cabellera, ya que ella apenas podía mantenerse quieta. Sabrina al notar esto, poso su penetrante mirada en la menor de las chicas kimono y procedió entonces a guiñar uno de sus ojos.

-Se que debes de estar muriéndote de ganas por comentar sobre mi Espeon.- Vocifera sorpresivamente la líder de gimnasio, en un tono que denotaba tranquilidad. -Cómo miembro de las chicas kimono que se que eres, es obvio que ya debiste de haber notado cómo es que mi Espeon es capaz de esquivar con tanta facilidad los ataques del Umbreon de tu primo.-

Zuki frunció el ceño y apretó con fuerza sus labios por breves instantes, mientras que ahora Gold, Crystal y Kelly miraban con suma atención a la de Ciudad Ecruteak.

-¿Esta bien que lo diga?- Preguntó Zuki con algo de suspicacia. -¿No le molestara qué-...?-

-No me molesta que le digas en lo más mínimo.- Replicó Sabrina sin titubear. -Además, creo que sería mucho más divertido de esta forma.-

-¿De qué rayos está hablando Sabrina?- Preguntó ahora Kelly de manera agresiva. -No lo ent-...

-¿Acaso no es obvio?- Intervino rápidamente Crystal, al aplicar un condescendiente tono de voz. -¿O es qué acaso ninguno de ustedes lee la información de los pokémon en sus pokédex?-

Gold tragó pesadamente saliva y luego rascó nerviosamente la parte posterior de su cabeza, a la vez que Kelly miraba con notable confusión a su compañera. Posteriormente, ambos entrenadores sacaron sus respectivos pokédex para buscar la información que esté tenía acerca del pokémon de tipo psíquico de Sabrina.

Espeon: Basándose en las corrientes de aire y con ayuda de su corto pelaje parecido al terciopelo, esté es capaz de predecir el clima y también los movimientos de sus rivales.

-¿P-predecir el clima y también los movimientos de sus rivales?- Repitió la pequeña rubia de lentes, luego de haber guardado su pokédex junto con Gold. -Ya sabía que los pokémon de tipo psíquico son altamente inteligentes e independientes, pero no tenía idea de que los Espeon fueran capaces de tal cosa.-

-Solo aquellos Espeon extremadamente bien entrenados son capaces de alcanzar este tipo de técnica tan compleja.- Informó ácidamente la chica kimono, cruzándose de brazos y luego frunciendo el ceño. -Ni siquiera el Espeon de mi hermana, Sayo, es capaz de esto aún.-

-Ya veo… Con qué de esa forma es que Espeon pudo esquivar tan fácilmente los ataques de Umbreon.- Comentó Gold, para sí mismo en voz baja, luego de colocar su mano derecha sobre su mentón. -Eso quiere decir que para poder conectar un buen golpe y ganar, tengo que-...

-Supongo que ahora que sabes cómo es qué Espeon puede esquivar los ataques de tu pokémon, debes de estar anuente a que te será imposible ganar. Solo es cuestión de tiempo para qué Umbreon-...

-Creeme, Sabrina. De alguna manera u otra, Umbreon y yo encontraremos la manera de vencerte. ¡Eso lo juro por mi honor cómo entrenador!-

-Hmph… Eso ya lo veremos, Gold Tsubasa. Ya lo veremos.-

-Umbreon, llegó el momento de utilizar el nuevo ataque qué aprendiste, amigo. Necesito que utilices Curse (Maldición) ahora.-

El pokémon de Gold, ni corto ni perezoso y automáticamente luego de lo ordenado por su entrenador, creó alrededor de su cuerpo una tenue aura de color rojo escarlata la cual se disipó pocos segundos después de haber hecho acto de presencia.

-¿E-en serio Gold le ordenó a Umbreon utilizar Curse?- Preguntó Crystal, en voz baja y con incredulidad, ante Kelly y Zuki -¿Acaso él olvidó que ese ataque reduce la velocidad del usuario en los pokémon que no son de tipo fantasma?-

-Descuida, Crys. El lo sabe.- Replicó Kelly, también en voz baja. -Gold conoce a la perfección que Curse es un ataque que disminuye un poco la velocidad del usuario a cambio de incrementar el poder de ataque y la defensa.-

-¿P-pero por qué lo hizo?- Volvió a preguntar Crystal, antes de fijar sus ojos en Gold y Umbreon. -¿Cómo se supone que el va a ganar esta batalla sí disminuye su velocidad ante un rival que puede predecir sus ataques? No le encuentro sentido alguno a esto…-

-A mi también me gustaría saber qué está tramando mi primo, pero no tengo la menor idea.- Reconoció ahora Zuki, segundos antes de soltar un exagerado suspiro. -Odio tener que reconocerlo así, pero lo único que nos queda es confiar y esperar.-

-¿Con qué tu Umbreon sabe utilizar Curse?- Preguntó retóricamente Sabrina. -No me esperaba esto. ¿Pero en serio crees que aumentando el ataque y la defensa de tu pokémon podrás vencer a Espeon? El puede predecir tus ataques y-...

-Quien sabe, pero a este punto en el encuentro creo que eso ya no importa del todo.- Advirtió tranquilamente el de New Bark, justo al terminar de colocar una confiada sonrisa, a la vez que le guiñaba uno de sus ojos a la líder de gimnasio. -Quizás le ordene utilizar ese ataque a Umbreon porque tengo una complicada estrategia en mente para vencerte, o quizás solo fue una medida desesperada para ganar tiempo. ¿Pero por qué no lo intentas averiguar por tu cuenta, Sabrina? Umbreon y yo estamos listos. Sí tan poca diferencia crees qué esto hará, entonces derrotados aquí y ahora.-

El relajado y tranquilo semblante que mantenía Sabrina cambió rotundamente, de un momento a otro, luego de todo lo dicho por Gold. Inesperadamente y ante los ojos de todos los presentes, la joven y pálida líder de gimnasio apretó sus labios y su rostro se sonrojo con la misma intensidad que la de un semáforo en una congestionada intersección.

-D-de acuerdo. C-cómo gustes.- Vociferó Sabrina, con más molestia qué intensidad, al apuntar al pokémon de Gold. -Espeon, fulmina a su Umbreon con Dazzling Gleam (Brillo Mágico).-

Rápidamente, Espeon asintió ante la orden de Sabrina para después hacer brillar, con un rosado y reluciente resplandor que iluminó todo dentro del gimnasio, la pequeña gema qué el cuadrupedo pokémon poseia incrustada en medio de su frente. Poco después, desde la gema se disparó un enorme rayo de energía de color rosado incandescente, el cual, con suma rapidez, se desplazaba en dirección al pokémon de Gold.

-¡Jaque mate!- Exclamó Gold, al nuevamente ajustar su preciada gorra de la suerte. -Umbreon, utiliza Payback (Vendetta) y atraviesa el ataque de Espeon.-

Inesperadamente para todos, Umbreon se rodeó por completo de una peculiar aura de color negro con azul, misma que absorbió dentro de su cuerpo, para luego correr en dirección al potente rayo de energía lanzado por Espeon.

Sabrina apenas sí podía creer lo que sus ojos presenciaban frente a ella. Umbreon, no sólo atravesó sin problemas el gigantesco ataque de Espeon, si no que antes de caer rendido debido al daño recibido, esté pudo embestir directamente al pokémon de tipo psíquico, quien, al aún estar expulsando energía desde su gema para atacar, no pudo reaccionar o esquivar, por lo que también terminó desmayado en medio del campo junto a Umbreon.

Por enésima vez en la fría tarde, el silencio volvió a imperar dentro del ahora gélido gimnasio. Gold, cerro por breves instantes sus ojos y exhalo con pesadez. Luego, regresó a Umbreon para que descansara y finalmente esté le agradeció en voz baja por su más que satisfactorio trabajo.

-Con qué todo fue una trampa después de todo.- Manifestó reaciamente la líder de gimnasio, regresando de mala gana a su Espeon a su pokebola. -Todo lo que dijiste fue para provocar que te atacará. ¿O no es así?-

Gold se limitó a responder a la pregunta de Sabrina con una tímida sonrisa, para después volver a arrojar la pokebola de Scizor al campo.

-Ahora fui yo la que te subestimo por completo, Gold Tsubasa. Por mi soberbia y arrogancia, fue Espeon quien terminó pagando el precio con una humillante derrota. Pero sabes… Tú mereces todo el crédito al hacerme caer cómo una novata en la más básica y simple de las estrategias. Tu desde un principio deseabas qué te atacará, y fue por eso que le ordenaste tan descaradamente a Umbreon utilizar Curse (Maldición) al saber que te sería imposible conectar un golpe por los métodos normales. Tú me incitaste a tomar la iniciativa, para después tomar esa dorada oportunidad y derrotar a Espeon con un ataque el cual se vuelve extremadamente poderoso cuando el usuario es atacado. Tu ideaste todo esto en cuestión de segundos…-

-Creo que me estás dando más crédito del que merezco.- Replicó el de New Bark, nuevamente sintiendo vergüenza. -Ya te había dicho que, de alguna forma u otra, me las arreglaría junto con Umbreon para vencer. Pero en todo caso, no por nada tengo ya doce medallas de gimnasio, seis de Johto y seis de Kanto, en poco más de tres meses desde que salí de New Bark.-

-Te puedo asegurar que no volveré a cometer el mismo error, Gold Tsubasa.- Declaró Sabrina en un frío tono, antes de que sus ojos color escarlata se iluminarán por breves segundos. -¡Te garantizo que esta batalla apenas está llegando a su clímax!-

-Heh, no espero menos de ti.- Respondió Gold, segundos después de la aparición de su pokémon en el campo de batalla. -Pero ten por seguro que no perderé. Ese es un lujo que no puedo darme ahora mismo.-

-Hmph… Eso ya lo veremos.- Testifica la líder de gimnasio, mirando de reojo y con frialdad a su Alakazam. -Es cierto que tienes la ventaja de tipo, otra vez. Pero no por eso esta batalla será pan comido.-

Acto seguido, Alakazam inesperadamente se rodeó a sí mismo en una tenue aura de color azul fosforescente, para luego empezar a levitar hasta posicionarse frente a su entrenadora. Por su parte y al ver esto, Scizor automáticamente asumió la misma pose defensiva que cuando Hypno estaba frente a él.

-Sabes, Sabrina. Yo por lo general no soy del tipo de entrenador qué hace estas cosas tan pretenciosas y arriesgadas.- Proclamó Gold, quitándose sus goggles especiales y también su gorra de la suerte de la cabeza. -Pero creo que la actual situación lo amerita.-

-¿A qué te refieres?- Cuestionó la líder de gimnasio, al inconscientemente alzar una de sus cejas. -¿Qué estás tramando ahora?-

-Haha, descuida. No estoy tramando nada fuera de lo común. Solo que tengo la ligera corazonada de que esta batalla se puede de decidir antes de que mi gorra toque el suelo, sí yo la arrojase al aire con todas mis fuerzas.-

Rápidamente, el semblante del rostro de Sabrina volvió a cambiar súbitamente, a la vez que Crystal, Kelly y Zuki observaban con completo desconcierto a Gold por lo osadas de sus palabras.

-¿Hablas en serio?- Preguntó la líder de gimnasio en un asertivo y agresivo tono. -¿Tan seguro estás de qué Scizor podrá vencer a Alakazam en ese pequeño lapso de tiempo?-

-¡Total y completamente seguro!- Aseveró el de New Bark, con una pretenciosa sonrisa, y después colocando sus goggles sobre sus ojos. -Estoy incluso dispuesto a rendirme, si mi gorra tocara el suelo, antes de que esta batalla acabe. Te doy mi palabra cómo entrenador.-

-¡D-dejate de juegos, Gold!- Exclamó ahora Kelly, mientras que Crystal y Zuki miraban atónitas a su compañero de viaje. -¿Acaso perdiste la cabeza?-

-En lo absoluto. Simplemente-...

-Por lo que más desees, Gold, recapacita de esta idiotez tan mayúscula.- Alegó ahora la prospecto a profesora. -¿E-en serio tu serias tan irresponsable cómo para apostar de esta manera el futuro de tu combate por algo cómo esto?-

-Por más increíble que parezca, esta vez coincido completamente con Crystal.- Manifestó ahora Zuki. -Tu mejor que nadie sabes que yo te animo muchas veces en tus estupideces, pero incluso yo considero que esto es pasarse del límite. Aún estás a tiempo para rectificar lo que dijiste…-

-Última oportunidad, Gold. Esta será la única oportunidad que te daré para-...

-Aprecio la más qué bondadosa oferta, pero mantengo lo que dije. Se que Scizor sería capaz de vencer a Alakazam en menos tiempo del que le tomaría a mi gorra tocar el suelo.-

-De acuerdo, hijo del campeón sin corona. Acepto tu absurda propuesta.- Anuncio Sabrina, al aplicar un ácido tono de voz. -Te demostraré aquí y ahora de lo que Alakazam y yo somos capaces de hacer.-

Rápidamente y luego de lo dicho por Sabrina, Gold tomó un profundo respiro. Luego de esto, el de New Bark arrojó su amaba gorra de la suerte al aire, con la suficiente fuerza cómo para que esta pudiera chocar contra el techo del gimnasio.

-Alakazam, empecemos con Charge Beam (Rayo Carga).-

-Scizor, esquiva y luego contraataca con X-Scissor (Tijera X). Quiero que terminemos esta batalla aquí y ahora. Ya sabes qué hacer, amigo.-

En una rápida secuencia de eventos, el pokémon de tipo psíquico junto las características cucharas que los pokémon de su especie poseen y luego disparó un atemorizante rayo de energía eléctrica. Sin embargo, Scizor, justo antes de que dicho ataque pudiera darle, esté dio un acrobático salto a su izquierda para esquivarlo. Posteriormente y en una fracción de segundo, esté tomó impulso de la pared detrás de Gold, luego cruzó sus pinzas y finalmente arremetió a toda velocidad, cómo si fuera una bala de cañón, contra el pokémon de Sabrina.

-Tch… Alakazam, utiliza Teleport (Teletransportación) para esquivar su contraataque y después utiliza Shadow Ball (Bola de Sombras).-

En poco menos de un segundo, Alakazam desapareció de la vista colectiva y se materializó detrás de Scizor, y a escasos metros de la posición de Gold.

-¡Scizor, rebota contra la pared y continúa atacando!- Ordenó con fervor el de New Bark. -¡Acaba con el!-

-¿Qué rebote contra la… Pared?- Repitió Sabrina con incredulidad, suspicacia y asombro. -¿C-cómo que rebote contra la-...?-

El metálico pokémon, quien aún se dirigía a toda velocidad en dirección a dónde anteriormente estaba levitando Alakazam, utilizó habilidosamente sus afiladas garras para rebotar contra la pared detrás de la líder de gimnasio, pero no sin antes dejar una enorme y profunda fisura en el concreto. Luego de todo esto, Scizor volvió a tomar impulso, y justo antes de que la gorra de la suerte de Gold impactara contra el pavimento, esté arremetió contra Alakazam, quien apenas sí se disponía a intentar contraatacar, por lo que terminó por recibir por completo el salvaje ataque del pokémon de Gold.

Al ver esto, Zuki se llevó ambas manos a la cabeza en obvia señal de asombro. Crystal, miró de arriba a abajo repetidas veces tanto a Gold cómo a Scizor, mientras que Kelly aún permanecía inmóvil y visiblemente incapaz de terminar de procesar lo que acababa de ocurrir frente a sus narices.

-Supongo que la victoria es mía.- Manifestó el joven y talentoso entrenador de New Bark, a la vez que se disponía a recoger su preciada gorra del suelo, luego de apreciar cómo el Alakazam de Sabrina yacía inconsciente a un par de metros de su posición. -¿Quien lo diria, no? Venci antes de que mi gorra cayera al suelo.-

-T-tu… T-tu… ¿C-cómo fue qué-...?-

-Yo entrene por una semana completa con Green antes del torneo de la Battle Frontier.- Replicó rápidamente Gold, aplicando un serio tono. -Entre sus pokémon, él poseía un molesto y escurridizo Alakazam qué me hizo la vida imposible en varias ocasiones durante nuestro entrenamiento. Pero, poco a poco, mis pokémon aprendieron a lidiar con él y su molesta manera de esquivar los ataques al teletransportarse de un lugar a otro. Hehe, digamos que inclusive logre calcular y aprender que, luego de teletransportarse, los Alakazam necesitan por lo menos de dos segundos para poder volver a esquivar de esta manera.-

Después de la explicación de Gold, súbitamente la temperatura dentro del gimnasio se elevó hasta llegar a la normalidad, cosa que terminó por alegrar a más de uno. Poco después, Sabrina exhalo aire con pesadez, luego regresó a su Alakazam y posteriormente ella empezó a levitar hasta posicionarse frente a Gold y a su Scizor.

-Gracias por esta batalla tan poco ortodoxa, Gold Tsubasa.- Indicó reaciamente la joven líder de gimnasio, haciendo formal entrega de la medalla de su gimnasio al retador. -Hoy, sin siquiera notarlo, me demostraste mis carencias cómo entrenadora. Tu ahora tienes mi respeto y gratitud.-

-N-no fue nada.- Aseguró Gold, volviendo a sentir un poco de vergüenza.

-Sabes, me siento extremadamente furiosa por todo lo ocurrido. Pero, a pesar de todo esto, te daré una última advertencia antes de que continues con tu camino. Tómalo cómo un regalo por haber aceptado esta batalla sin previo aviso.-

-¿U-una última advertencia?-

-Cómo ya debes de saber, hace poco tiempo atrás el anterior líder de gimnasio de Ciudad Fuchsia, Koga, fue ascendido al rango de Elite Four para reemplazar a Agatha, debido a su retiro cómo entrenadora pokémon.-

-Ok… ¿Y qué con eso?-

-Pues, en el torneo de la liga pokémon del próximo año estarán presentes dos poderosisimos entrenadores pokémon que resaltan por sobre el resto. Sin embargo, y por diversas razones que desconozco, ambos desean pasar desapercibidos por el público. Sus nombres son Karen y Will.-

-¿K-Karen y Will?- Repitió Gold, levantando una de sus cejas y después cruzándose de brazos. -Hmph… Jamás he escuchado hablar de ellos.-

-Cómo antes había dicho, ellos intentan pasar desapercibidos por el público. Pero el punto al que deseo llegar es que ellos dos son tan buenos, que desde ya la asociación pokémon los tiene en la mira para reemplazar a corto plazo a dos miembros más de la actual Elite Four.-

-E-espera… ¿E-en serio ellos son tan buenos así?-

-Así es, Gold. ¿Recuerdas qué te había mencionado que desde hace un mes atrás ningún entrenador había sido capaz de derrotar al menos a uno de mis pokémon en combate?-

-Uh-huh…-

-Bueno, Karen fue aquella entrenadora. Ella fue capaz de derrotarme sin siquiera perder ningún pokémon en el intento. Sino me equivoco, Will tiene desde hace varios meses atrás las ocho medallas de Johto, y ahora Karen tiene las ocho de Kanto, gracias al haber ganado la mía.-

-¿Q-qué…?-