Capítulo 61: Cambio de Paradigma
Con un apático y enervante escalofrío, mismo que recorrió toda su espalda con la velocidad misma de un relámpago, fue cómo dio por iniciado su dia. Gold Ethan Tsubasa, conocido ahora por muchos en Johto y Kanto cómo Gold del fuego azul o el entrenador del Typhlosion del fuego azul, torpemente abrió sus ojos, pasando en el proceso su mano izquierda por su rostro, y después, por puro instinto, miró con molestia su Pokegear, objeto colocado sobre su muñeca derecha.
-¿Huh? ¿D-diez y cuarenta y tres de la mañana?- Comentó mentalmente el de New Bark con extrema sorpresa al levantarse y sentarse en una orilla de la desarreglada pero cómoda cama en dónde había pasado la noche anterior. -¿P-pero cómo? Ughhh… Se suponía tenía que levantarme a las siete. ¿Acaso apague la alarma del Pokegear mientras dormía otra vez? D-demonios… Y yo qué deseaba levantarme temprano para hacerle el desayuno a las chicas en compensación por lo de ayer.-
Seguidamente, Gold expulsa un exagerado suspiro lleno de resignación, al mismo tiempo en que esté estiraba su aún adormecido cuerpo, e involuntariamente empezaba a recordar los sucesos del día anterior. Desde irse desde muy temprano de la guardería sin decirle nada a sus compañeras, pasando por una grave crisis emocional por las revelaciones hechas por su padre, hasta llegar a su fortuito encuentro con uno de los pokémon revividos por Ho-oh. -Al menos Crystal y Kelly no armaron tanto escándalo por lo sucedido con Raikou gracias a que Zuki intervino por mi.-
Otro largo suspiro retumbó por la habitación auspiciado por el de New Bark. -Bueno, ya que más da. De nada vale llorar sobre la leche derramada.- Murmura Gold a regañadientes, antes de hacer una rapida revision visual de la oscura, sencilla y acogedora alcoba de invitados en donde le tocaba dormir desde que se hospedaba en la guardería de los abuelos de Crystal. -Aunque supongo que técnicamente merezco descansar un poco más luego de todo lo de ayer. Ughh… Solo espero no encontrarme con más sorpresas el dia de hoy. Ya suficiente tuve con Raikou en las afueras del parque nacional.-
Ni corto ni perezoso, el de oscura cabellera se baja de la compacta cama, luego de su pequeño monólogo interno, para posicionarse frente a la única ventana de la alcoba, localizada directamente a la izquierda de la cama y a un costado de una vieja mesita de noche. Posteriormente, esté corre las cortinas que cubrían la ventana solo para observar cómo todo el jardín trasero, al igual que los árboles cercanos y las otras residencias aledañas del silencioso suburbio estaban cubiertas de una ligera capa de nieve. Por su parte, el cielo estaba completamente nublado y cubierto por una infinidad de grisáceas y opacas nubes que apenas si dejaban pasar los rayos del sol.
-Hmph, vaya dia el que me espera. Parece que no paró de nevar durante toda la noche- Volvió a murmurar para mí mismo Gold, segundos antes de rascar la parte posterior de su cabeza con desdén, mientras que ahora una tenue sonrisa se le dibujaba al visualizar, sobre la mesita junto a la ventana, su mochila de viaje, la pokédex, su reproductor de música y audífonos, el brazalete con la megapiedra de Scizor, las pokebolas que contenían a sus pokémon y su preciada gorra de la suerte. -Supongo que debo de agradecerle a Crystal por dejar encendida la calefacción central de la guardería. En fin, lo mejor será ir a desayunar algo. Ya luego pensaré en qué hacer. Quizás podría planear una salida con las chicas al cine por la tarde sí el clima nos lo permite.-
Por segunda vez en lo que iba de esta fría mañana de invierno, Gold volvió a estirar su cuerpo con exageración para despabilarse, pero no sin antes expulsar un sonoro bostezo en el proceso. Seguidamente, esté arregla cuidadosamente la cama en dónde había dormido, después vuelve a cerrar las cortinas, y por ultimo cambia la pijaba qué traia puesta por un sencillo suéter blanco de manga larga y unos pantalones largos buzos en azul, colocando en sus pies después de todo esto unas cómodas pantuflas que pertenecían al abuelo de Crystal, para salir finalmente de la oscura alcoba. Su plan ahora era buscar algo de comer y luego tomar una ducha.
Una vez afuera de la habitación, Gold siente automáticamente en su nariz el característico y penetrante olor a café recién preparado. Ante esto, el se dirige rápidamente a la sala de estar de la guardería, lugar espacioso, acogedor y alfombrado que poseía un televisor de tamaño sencillo empotrado en una de las paredes y también un par llamativos estante de madera puestos en esquinas contrarias el uno del otro. El primero de los estantes estaba lleno de diversos libros de toda clase, mientras que el segundo tenía varios marcos con viejas fotos. Además de conectar directamente con la cocina y con patio, la sala servía de comedor al tener una amplia mesa de marmol redonda con cuatro sillas alrededor, sin embargo, y muy para el asombro de Gold, éste no sólo se encuentra a sus tres compañeras de viaje sentadas cómodamente sobre un largo sillón de tres puestos en la esquina derecha del lugar, sino que frente a ellas estaban otras dos personas que dejaron frío y sin palabras al recién llegado.
-Pero miren quien decidió finalmente honrarnos con su presencia al salir de su madriguera.- Exclamó enérgicamente la menor de las chicas kimono en su usual y burlesco tono de voz, siendo ella la primera entre los presentes en notar la llegada de Gold al entrar a la sala. -¿Qué tal pasaste la noche? ¿Dormiste bien, primito?-
En respuesta, Gold trago saliva, parpadeo repetidas veces y luego asintió lenta y torpemente, por reflejo, con una atónita expresión en su rostro ante lo dicho por su caótica prima. Todo esto, mientras que sus dorados ojos se fijaban, cómo intrépidos insectos siendo guiados a la luz, sobre los renombrados profesores Oak y Elm, quienes cada uno sostenía una humeante taza de café, además de estar sentados uno a un lado del otro sobre un sillón de dos puestos frente a las chicas. Ambos vestían con sus características batas de laboratorio, sumados a sencillas camisas de botones y jeans. Por su parte, Kelly, Crystal y Zuki aparentaban estar ya bañadas y cada una vestía ropa típica de casa cuando no deseas salir.
-Buenos días, muchacho.- Saludo amenamente el profesor Oak con una alegre sonrisa, levantándose instantáneamente del sillón junto con su homólogo para ambos ir a estrechar la mano del recién llegado. -¿O acaso ahora prefieres que te llame Gold del fuego azul?-
-¿P-profesor Oak… ? ¿Profesor Elm… ?- Comentó lenta y tímidamente el de New Bark, quien con incredulidad intercambio fugazmente miradas con sus compañeras, pero en especial con Crystal y Kelly, antes de estrechar las manos de los profesores y mirarlos a ambos con extrañeza. -Y-yo… P-pues-...
-¿Hace cuanto tiempo que nos vimos por última vez?- Preguntó rápidamente Oak, notando lo anonadado qué estaba el de oscura cabellera por su presencia y la de su colega. -Dos meses y medio en el laboratorio de Arnold, ¿correcto?-
-Ciento cuatro días atrás para ser más exacto.- Recalcó enérgicamente Elm, instantes antes de ajustar sus anticuados anteojos, para luego sonreír ante su antiguo ayudante. -Qué rápido se pasó el tiempo, ¿no lo crees, Gold? Heh, recuerdo cómo si fuera ayer cómo te entregue aquel tímido Cyndaquil antes de que comenzaras formalmente con tu viaje. Quien diria que con ese mismo pokémon ahora serías toda una celebridad. Tus padres deben de estar orgullosos de ti.-
Otro repentino y fugaz escalofrío atacó la espalda baja de Gold, milésimas de segundo antes de que esté replicara ante el padre de Crystal con una nerviosa sonrisa qué para nada ayudaba a ocultar su latente confusión.
-¿Y a qué se debe esta agradable sorpresa, padre?- Cuestionó Crystal con palpable curiosidad, quien de manera recatada aclaró su garganta y después fijó su también nerviosa mirada sobre Oak y su padre. -Dijiste que esperarías a que Gold se despertara para decirnos.-
Antes de responder, Elm se tomó unos segundos para dar un vacilante sorbo a su aún humeante taza de cafe. -Descuida Crys.- Denunció Elm de manera tranquila y serena, intercambiando luego miradas con su homólogo y mentor. -No vine hasta aquí para llevarte de vuelta a New Bark, sí eso era lo que pensabas. Muy por el contrario, mi presencia aquí junto con el profesor Oak es estrictamente profesional.-
-¿Estrictamente profesional?- Repitieron Gold, Kelly y Zuki, casi al unísono.
-Ok… Pero igual no estás respondiendo a la pregunta, papá.- Advirtió Crystal ya con exasperación, cruzando momentáneamente sus brazos en el proceso. -Y sinceramente todo esto me parece algo extraño. Es cierto que antes de partir de Kanto te informe que regresaría a Johto y me hospedaría un par de días aquí junto con Gold, Zuki y Kelly, pero-...
-En verdad no tienes porque alarmarte, Crystal.- Informó Oak con tranquilidad, dándole ahora la espalda a Gold para volver a sentarse sobre el sillón de dos puestos frente a las chicas. -Lo que Gregory quiso decir es qué estamos aquí para hacerles una pequeña propuesta a ustedes cuatro.-
-¿Huuh? E-esperen… ¿Acaso dijo una oferta para nosotros cuatro?- Repitió ahora Kelly, arqueando una de sus cejas con suspicacia. -¿A qué se refieren con eso?-
-Bueno, se que quizás estén ya algo cansados de escuchar esto, pero no es secreto para nadie que su participación en el torneo de la Battle Frontier sorprendió a más de uno.- Declaró enérgicamente Oak, antes de también darle un largo sorbo a su cafe. -El simple hecho de que ustedes pudieran conseguir las cuatro primeras posiciones de ese torneo es algo digno de admirar, por decir lo menos.-
-Estoy totalmente de acuerdo con Samuel. Por lo poco que pude ver en las repeticiones del torneo por televisión, los cuatro estuvieron increíbles. Pero en especial me sorprendió cómo tú te manejaste, Crystal.- Admitió Elm con notable orgullo en su rostro, antes de volver a sentarse junto a su colega. -Tu desde muy pequeña siempre demostraste amplio interés por las ciencias y la literatura, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me enteré por unos de mis asistentes que participaste en ese torneo e inclusive pudiste llegar hasta la semifinal.-
-Uhh… P-pues-...
-Siendo completamente sincero, cualquiera al verte batallar de esa forma diría que tienes un brillante futuro cómo una líder de gimnasio o algo por el estilo.- Comunicó velozmente el progenitor de Crystal con firmeza. -Jamás pensé que tuvieras el talento cómo entrenadora. Tu siempre preferiste leer o ayudarme con mis investigaciones a las batallas.-
-Y-yo tampoco tenía idea de esté latente "talento" hasta qué aceptaste a que viajara con Gold, papá. Gracias a todo lo que experimente durante este viaje, y también a mis maravillosos compañeros quienes siempre me han apoyado, es que pude explorar una nueva y desconocida faceta de mi misma.- Replicó tímidamente Crystal, jugueteando nerviosamente con un mechón de su cabello. -Mas no te equivoques por lo que dije, aún prefiero leer o investigar a una batalla pokémon. Mi plan a largo plazo aún sigue siendo el ser una profesora. Nada de eso cambiara así por así.-
Elm sonrió y asintió en respuesta, prácticamente al mismo tiempo en que esté miraba fugazmente de reojo a su veterano mentor. -En fin, volviendo al tema en cuestión de porqué Gregory y yo estamos aquí, me gustaría invitarlos pasado mañana, osea este viernes, para una breve entrevista en mi programa de radio semanal.- Anuncio comedidamente Oak, también en respuesta a lo expresado por la hija de su colega. -¿Qué dicen, muchachos?-
En menos de lo que dura un sencillo parpadeo, Gold, Crystal, Kelly y Zuki intercambiaron nuevamente miradas llenas de sorpresa los unos con los otros. Sin embargo, y sin olvidar por un segundo aquella visión de Morty en dónde lo veía en la torre de radio de Goldenrod, Gold tragó saliva con pesadez y luego apretó con fuerza sus labios por breves instantes.
-¿Está hablando en serio, profesor?- Preguntó el de New Bark con sencillez, un par de segundos después en un más formal tono. -Estamos hablando del programa semanal que usted comparte con Mary, ¿o me equivoco?-
Sin ningún tipo de dilación, Oak se dispuso a negar lentamente con su cabeza. -No te equivocas, Gold.- Aseguró el robusto profesor, volviendo a sonreír. -Ayer por la noche le plantee la idea a Mary y ella aceptó encantada la posibilidad de esta entrevista.-
Otra tenue sonrisa se posó sobre los ahora resecos labios del de New Bark, cosa que no pasó desapercibida por Crystal y Kelly, quienes sabían muy a la perfección de la especial admiración que su compañero le tiene a Mary. Era más que obvio que Gold aceptaría la propuesta sin dudar o poner peros.
-Bueno, yo no tengo inconvenientes con aceptar esta propuesta.- Manifestó enérgicamente Zuki en primera instancia, volviendo a mirar de reojo a sus otros compañeros de viaje en busca de sus respuestas. -Sinceramente me emociona el hecho de darme a conocer aún más con esa entrevista. Quizás incluso puedo utilizar esta unica oportunidad para hacerle publicidad gratis al hotel de mi familia.-
-¡Por mi perfecto!- Exclamó alegremente Gold, en respuesta a Oak y Zuki, a la vez en que esté dirigía sus ojos en dirección a Crystal y Kelly. -Me parece bien lo de la entrevista.-
-Hmph… Pues no me opongo a la idea.- Replicó ahora la rubia de manera mucho más tranquila que sus compañeros antes que ella. -Sí Gold aceptó, entonces no tengo razones para negarme.-
De manera casi automática, ahora las miradas de todos los presentes en la sala se plasman directamente sobre la hija de Elm. -Sigo diciendo que hay algo raro aquí.- Recalca reaciamente Crystal, volviendo a cruzarse de brazos con desdén. -Me parece excelente lo de la entrevista y estoy de acuerdo con la propuesta, ¿pero porque venir hasta aquí solo para preguntarnos? Bien esto se podía resolver por una llamada en el Pokegear o algo por el estilo. No creo que había necesidad de que vinieran personalmente hasta Goldenrod siendo ustedes tan renombrados y ocupados profesores pokémon. Aquí hay Meowth encerrado.-
Ambos profesores, en perfecta sincronía el uno con el otro, le volvieron a dar otro largo trago a sus respectivos cafés. -Definitivo que tienes la suspicacia e intelecto de tu madre.- Indicó Gregory con otra orgullosa expresión, redirigiendo después su mirada sobre su homólogo. -Qué le parece, profesor, ¿pasó la prueba?-
Oak asintió lenta y firmemente. -Y con creces, Gregory. No tengo quejas.- Determinó el robusto profesor. -Se nota que tu hija es bastante capaz, observadora y analitica. Esas son las tres principales características de todo buen investigador.-
Por enésima vez, Crystal colocó una confusa expresión, junto con el resto de sus extrañados compañero. -¿C-cómo qué pase la prueba con creces?- Repitió la joven prospecto a profesora, mientras que fruncía el ceño y luego se levantaba del sillón. -No lo entiendo. ¿Qué prueb-...?-
-Crys, la verdadera razón del porqué vinimos aquí tan repentinamente es, primero, porque Bill Jones nos invitó a su laboratorio a Samuel y a mi. -Denunció repentinamente Elm, interrumpiendo bruscamente a su hija en el proceso. -Y desde ayer por la tarde nos hospedado en su mansión.-
-¿U-Ustedes estaban en Goldenrod desde ayer?- Preguntó Crystal en un agrio tono.
Su padre volvió a asentir. -Así es, Crystal.- Indicó reaciamente Elm. -Bill deseaba que lo ayudaramos a planificar e implementar una nueva mejora a su sistema de almacenamiento de pokémon, por lo que Samuel y yo decidimos venir hasta aquí para asistirlo en lo que pudiéramos.-
-Hmm… Supongo que esto explica el porque vinieron hasta aquí con toda esta nieve.- Comentó Gold mentalmente para sí mismo, segundos antes de apoyar su espalda contra una de las paredes de la sala, pero sin despegar su mirada de los profesores y Crystal. -Ahora todo está tomando más sentido.-
-Pero eso es lo de menos ahora.- Agregó rápidamente Elm sí titubear. -Lo importante de todo esto es que la otra razón por la que vinimos es porque el profesor Oak quiere ofrecerte una beca con todo pago para que trabajes, estudies e investigues cómo una de sus asistentes personales en su laboratorio en Pueblo Paleta por todo un año.-
-¿Huuh? E-espera, espera… ¿C-cómo qué una beca por un año?- Preguntó Crystal, sintiendo a la vez una abismal llovizna de ásperas interrogantes abarrotando sus pensamientos. Por su parte, Gold, Zuki y Kelly volvían a intercambiar aún más confusas miradas. -E-e-en verdad que no entiendo de qué me hablan. ¡E-explicate, porfavor!-
-¿Qué no es de entender, jovencita?- Cuestionó ahora pacientemente Oak, nuevamente en un tranquilo tono. -Los informes qué has hecho a lo largo de este viaje por Johto y Kanto han sido maravillosos y bastante bien detallados. La calidad de tus escritos y el nivel de detalle con el que enfocas tus temas superar con creces incluso a varios de mis asistentes más antiguos.-
-¿M-mis informes?- Repitió Crystal, fijándose nuevamente en su padre cómo cuando un Pidgeot se fija en un indefenso Caterpie. -¿C-cómo qué mis informes?-
-Digamos que me tome la molestia de enviarle todos y cada uno de los informes que hiciste a lo largo de este viaje al profesor Oak hace alrededor de un mes atrás para que el me diera su opinión.- Confesó Elm. -Espero que eso no te haya molestado.-
De igual manera qué hace escasos segundos atrás con Crystal, todas las miradas de los presentes se posaron sobre el veterano y famoso investigador. -Cómo dato curioso sobre todo esto, Gregory al principio me engaño y omitió decir quien fue la que realizo todos esos informes tan bien detallados.- Comentó animadamente Oak. -Lo único que me dijo al respecto fue que los informes eran obra de una de sus asistentes que estaba de viaje por Johto y Kanto.-
-Uhh… Técnicamente no fue un engaño.- Advirtió asertivamente Elm, dandole un ultimo sorbo a su taza de café hasta por fin acabarlo. -Crystal se denominaba a sí misma cómo una de mis asistentes.-
-En fin, el nivel de detalle y dedicación en esos informes me sorprendió tanto hasta el punto de tener que leerlos todos en un solo fin de semana.- Reconoció rápidamente Oak. -Y eso es decir bastante. A mi edad no cualquiera cosa me llega a asombrar.-
-¿E-enserio le sorprendieron mis informes?- Preguntó tímidamente la prospecto a profesora. -Esta no es una broma o algo por el estilo, ¿verdad?-
Oak ahora negó lentamente. -Admito que al principio estaba algo escéptico de que una chica tan joven cómo tu pudiese realizar informes y ensayos tan detallados cómo los que hiciste.- Confesó con honestidad el robusto profesor. -Si tuviera que elegir uno dentro de todos, diría que el que más me impresionó fue tu informe sobre tu avistamiento de Moltres y el ecosistema de las Islas Sevii.-
Una enorme sonrisa se presento ahora sobre los labios de Crystal al volverse a sentar sobre el sillón, mientras que Gold se cruzaba de brazos y asentía con orgullo. Por otro lado, Zuki y Kelly pudieron notar en primera fila lo sonrojado que estaba el rostro de su compañera de viaje.
-¿Entonces qué dices sobre la oferta de Samuel, Crys?- Cuestionó velozmente Elm. -¿La aceptas?-
-Uhhh… P-pues-...
-Hago constar que empezarias desde el próximo lunes.- Recalcó súbitamente Oak de manera calmada, instantes antes de terminarse también su taza de café. -Pero no debes de preocuparte por los detalles. En Pueblo Paleta tengo un condominio bastante amplio cerca del laboratorio en dónde habitan la mayor parte de mis asistentes, además de que tendrás todo pago. Desde alimento hasta transporte. Nada te hará falta.-
En menos de lo que dura un suspiro, la sonrisa que tenía Crystal se desvaneció cómo por arte de magia. -¿E-empiezo este lunes?- Repitió la prospecto a profesora con algo de intranquilidad, mirando al mismo tiempo a su padre. -P-pero-...
-Por mi no hay problemas, Crystal.- Aseguró el profesor de anticuados anteojos con rebosante seguridad. -Incluso me tome la molestia de llamar a tu madre para consultar y me dio su visto bueno. Tu eres libre de aceptar o no está propuesta. La decisión es enteramente tuya y no me involucrare en lo más mínimo.-
Silencio, rotundo silencio fue lo que se experimentó dentro de la guardería, luego de lo dicho por el profesor Elm por varios incómodos segundos. Ante esta inesperada situación, Crystal por enésima vez miró a sus compañero de viaje, quienes todos se mostraban igual de asombrados y confundidos que ella. Era más que obvio que ella estaba dudando en si aceptar o no.
-¡Yo digo que aceptes la propuesta, Crys!- Exclamó sorpresivamente Gold al romper el pesado silencio, separando su espalda de la pared y ahora acercándose hasta colocarse a un lado del sillón en dónde estaban sus tres compañeras. -Esta es una oportunidad única que no puedes darte el lujo de desaprovechar. No te preocupes por lo demás y sólo acepta.-
Crystal parpadeo repetidas veces mientras que recorrió rápidamente con sus azules ojos a su compañero. -P-pero es que-...
-Coincido con mi primo en esto.- Afirma ahora Zuki en un serio tono de voz. -Se que soy la que menos tiempo tiene de conocerte, pero en estos casi dos meses que hemos convivido pude ver de primera mano lo mucho que te esfuerzas en tus informes. Siendo sincera, jamas habia conocido a una persona tan enfocada y organizada cómo tu. Si tu meta es ser una profesora cómo tu padre, entonces tienes que aceptar esta propuesta.-
Crystal replicó ante la chica kimono apretando sus labios por breves instantes para luego observar atónita a su caótica compañera, quien estaba sentada entre ella y Kelly. -Z-Zuki, y-yo-...
-Vamos, Crystal. Solo acepta la propuesta y ya.- Declaró velozmente la rubia de lentes ahora serio tono. -Y te digo esto con toda la sinceridad del mundo cómo tu amiga. Tu no puedes dejar pasar esta oportunidad. Ahora mismo estás a un paso de entrar por la puerta qué te puede llevar directamente a cumplir tu sueño. No lo dudes y toma ese primer paso.-
Crystal volvió a apretar sus labios, pero no sin antes mirar por un par de silenciosos segundos a sus tres compañeros de viaje con notable nostalgia y melancolía. Luego de esto, la prospecto a profesora exhala sonoramente una gran cantidad de aire, se encoge de hombros y después observa fijamente a ambos profesores con firmeza. -¿Me podrían dar al menos un par de días para pensarlo y responder? Les prometo que para el domingo o antes les tendré una respuesta concreta.-
-Por supuesto qué sí.- Asegura Oak, asintiendo de manera tranquila. -En verdad no esperaba una respuesta en firme para hoy mismo. Solo ten en mente que Gregory y yo regresamos a nuestros respectivos laboratorios el domingo por la tarde así que tienes hasta ese dia para dar una respuesta definitiva. Ya para el lunes, si aceptas, deberías de venir conmigo a Pueblo Paleta para ayudarte a instalarte en el condominio. De lo contrario, tendré que escoger a otra persona para la beca. Ciertamente tu eres mi primera opción, pero igual existen otros candidatos que estarían muy felices por tener esta oportunidad.-
La prospecto a profesora asintió nuevamente ante Oak y su padre. -De acuerdo, me parece justo.- Replica Crystal con algo de desdén y frivolidad. -Ya entendi la situacion. Solo necesito algo de tiempo para asimilar todo esto qué está pasando.-
-Bueno, con todo esto más o menos resuelto, supongo que ahora sería el momento adecuado para retirarse y regresar a donde Bill.- Declaró sorpresivamente Elm, segundos después de lo expresado por su hija. -No queremos sobreextender esta sorpresiva visita más de lo necesario.-
-Coincido nuevamente con Gregory.- Testifica ahora Oak, poniéndose de pie y ajustando su característica bata de laboratorio. -Sinceramente me hubiese gustado quedarme más a charlar con ustedes sobre su experiencias en Johto y Kanto, pero ahora mismo el deber nos llama.-
-¿Se van tan pronto?- Preguntó reaciamente Crystal, colocando una triste expresión.
-Me temo que sí.- Replica su padre, poniéndose también de pie junto a su homólogo. -Aún tenemos bastante trabajo por hacer con Bill en su laboratorio. Cómo dije antes, nuestra presencia aquí es meramente profesional y no podemos darnos el lujo de agotar el poco tiempo que tenemos disponible.-
-En verdad es una lástima que se tengan que ir tan pronto.- Admitió Zuki con palpable honestidad en sus palabras. -No todos los días uno tiene la oportunidad de charlar de frente con uno de los campeones de antaño de la liga pokémon.-
-Hahaha, mis tiempos de entrenador quedaron muy en el pasado, señorita.- Comenta entre carcajadas el veterano profesor. -Ahora solo soy un viejo gruñón obsesionado con investigar a los pokémon y sus misterios.-
-Comparto enteramente lo que dijo Zuki.- Indico ahora Kelly, levantándose a su vez del sillón para luego retirar las tazas vacías de los profesores. -Pero les aseguro que no nos molestó en absoluto su presencia aquí. Muy por el contrario, esta visita me resultó bastante agradable.-
-Uhh… ¿Les parecería bien sí voy con ustedes al laboratorio de Bill?- Preguntó Crystal en un sencillo pero tímido tono de voz. -S-sí es qué les parece bien, claro está.-
Ante lo dicho por Crystal, Gregory automáticamente miró a su mentor en busca de una respuesta. -No veo porque no podrías venir con nosotros.- Asegura el robusto profesor con una relajante sonrisa. -Bill es un joven científico bastante excéntrico y de seguro que no le molestaría la presencia de otra persona interesada en este ámbito.-
En un abrir y cerrar de ojos, Crystal volvió a asentir y después se dio media vuelta en dirección al pasillo por el cual Gold habia entrado a la sala hace ya varios minutos atrás. -Disculpenme por unos minutos. Buscare mi libreta de apuntes y me cambiare de ropa.-
Poco después, Crystal se fue corriendo a su habitación cómo si su vida dependiera de ello. -Gold, ¿podríamos hablar por un momento a solas?- Preguntó ahora Elm, inmediatamente después de la partida de su hija de la sala, acción que atrajo las curiosas miradas de Kelly y Zuki. -Te prometo que no te quitare mucho tiempo.-
En un pequeñísimo lapso en el que Gold tuvo el suficiente tiempo para teorizar una infinidad de situaciones y respuestas para la más que inminente conversación con el progenitor de Crystal, este se limitó a tragar saliva, exhalar algo de aire y luego asentir lentamente mientras que su frenético corazón aumentaba desmedidamente sus palpitaciones a mil por segundo. -Uhhh… De acuerdo.- Replicó el de New Bark, justo antes de aclarar su garganta por reflejo. -N-no tengo inconveniente con eso.-
Acto seguido, Elm se dirigió a la parte izquierda de la sala, lugar en dónde estaba ubicada la puerta corrediza de vidrio transparente que conducía al patio trasero, para luego correr las gruesa cortina azul que cubría la misma y después abrir dicha puerta de un tirón.
Al salir junto con el profesor, Gold no solo siente de primera mano el gélido viento invernal recorrer enteramente cada rincón de su cuerpo, sino que también puede ver de mejor manera cómo todo el silencioso suburbio estaba cubierto de una ligera capa de nieve. Desde las otras residencias aledañas, hasta los árboles, aceras y carreteras. Todo estaba cubierto de nieve sin excepción alguna.
-Es realmente hermoso, ¿no te parece?- Manifiesta asertivamente Elm, cruzándose de brazos y mirando a su antiguo ayudante con intensidad.
-¿D-disculpe?-
-La nieve, Gold.- Indicó rápidamente Elm, dándole la espalda al compañero de su hija para observar todo a su alrededor. -Me refiero a que es hermoso esté blanco paisaje.-
-Ahhh… Pues sí, sí es un hermoso paisaje.- Replicó segundos después el de New Bark, quien por reflejo metió sus manos en los cálidos bolsillos su pantalón buzo. -Muy rara vez he visto nevar en New Bark. Creo incluso que me sobrarían dedos para contar la cantidad de veces que he visto nieve en mi vida.-
Luego de lo dicho por Gold hubo una súbita pausa en la conversación que se prolongó hasta qué Elm rasco su nuca y después ajustó sus anteojos. -Sabes, la razón por la que deseaba hablar a solas contigo era para darte personalmente las gracias.-
Inconscientemente una de las cejas de Gold se arqueo. -¿C-cómo fue qué dijo?- Repitió el de New Bark, frunciendo también su ceño con desmedida extrañeza y asombro. -¿A-acaso dijo que quería darme las gracias?-
Gregory asintió pero de igual forma siguió observando el paisaje del ahora blanco y gélido suburbio. -Así es, Gold. Pero confieso que al principio me enfureci muchísimo por la manera en cómo mi propia hija prefirió irse contigo de viaje, teniendo apenas alrededor de una semana de haberse mudado a New Bark conmigo. Esa situación, sumado al "robo" que propició ese chico Silver, más que aparentemente tenía un infiltrado del Equipo Rocket en el laboratorio, no hicieron más que ponerme de muy mal humor por varias semanas.-
-Uhh… N-no lo dudo, profesor.- Replicó tímidamente Gold con una pequeña gran pizca de condescendencia en su voz. -P-puedo entender que esos no fueron sus mejores momentos.-
-Escucha, el punto al que quiero llegar es que mi instinto paternal me cegó cuando más necesitaba entender y escuchar lo deseos de mi única hija.- Confesó Elm prácticamente a regañadientes, expulsando luego un sonoro suspiro cargado de resignación. -Me gustara o no, el que ella decidiera irse de viaje con Kelly y contigo fue una buena decisión que ahora dio sus frutos. Uno cómo padre tiene que aceptar y asumir sus errores, y yo el dia de hoy quería darte las gracias por cuidar y apoyar tanto a Crystal. De no ser por ti, es muy probable que ella aún estuviera ayudándome en mi laboratorio. Incluso podría decir que por estar contigo es que ahora ella tiene la posibilidad de ser una de las asistentes de uno de los investigadores pokémon más importantes de todo el mundo. Esta es una oportunidad única en la vida.-
Gold respondió colocando una tímida sonrisa, pero ni así pudo ocultar que dentro de sí una infinita mezcla de sentimientos estaban a punto de colisionar violentamente. -C-creo que me está dando más crédito del que merezco, profesor.-
-Hehe, quizás sí lo esté haciendo.- Teorizó Elm con un poco de indiferencia, encogiéndose de hombros y luego volteandose para lentamente abrir la puerta de vidrio que conducía a la sala. -Pero de todas formas deseaba sacar esto de mi pecho, Gold. A mi me consta que eres un muchacho decente y espero de todo corazón que puedas cumplir tus metas tal cómo ahora lo está haciendo mi hija gracias a ti. Solo asegurate de que ella acepte la propuesta de Oak. Tu y yo sabemos que eso es lo que más le conviene para su futuro.-
Inmediatamente después de que Elm regresara al interior de la guardería, Gold aprieta sus labios y luego da un par de pasos al frente hasta entrar de lleno al patio. Al hacer esto, y sintiendo la fría nieve en las suelas de las pantuflas que usaba, esté fija su ahora melancólica mirada sobre el grisáceo cielo. Todo esto, mientras que su sonrisa se desvanecía con la rapidez misma de un violento relámpago. -Elm tiene razón. El que ella acepte esa propuesta debe de ser lo mejor para su futuro. Yo sabía que tarde o temprano nuestros caminos se separarían, ¿pero porque siento tanto dolor en mi corazón?-
