Capítulo 63: Error de Cálculo


Mes y medio atrás. Frente a la playa en el sector sureste, Ciudad Olivine. Región de Johto. 6:13 P.M


Lentamente el telón de otro largo y movido día empezaba a caer en la que era considerada cómo la segunda ciudad más importante de todo Johto en lo que a comercio se refiere. Ahora, solo era cuestión de tiempo para que el sol terminará tímidamente de ocultarse en el horizonte para así darle paso a la noche.

Pero, a pesar del más que inminente anochecer, turistas, locales y entrenadores junto a sus pokémon, en igual medida, transitaban alegremente tanto por las aceras cercanas a la playa, cómo también por las calles aledañas que conducían al centro de la ciudad. Para ellos toda hora era perfecta para salir, divertirse y disfrutar. Aunado íntimamente a esto, el principal tema de conversación por las concurridas calles, sin distinción, era sobre el torneo por el aniversario de la Battle Frontier, además del inesperado anuncio de que Green Oak sería el nuevo líder de gimnasio de ciudad Viridian, poco más de dos años después de la desaparición de Giovanni cuando se descubrió que esté era el líder del Equipo Rocket.

Curiosamente, muchas de estas conversaciones giraban en torno a alabar el elegante y vistoso estilo de batalla demostrado por los pokémon de una de las afamadas chicas kimono de Ecruteak quien con facilidad se clasificó a las semifinales, pasando también por elogiar cómo otras dos talentosas pero novatas entrenadoras, una de New Bark y otra originaria de Goldenrod, acabaron sin problemas con los otros competidores para también asegurar un puesto en las semifinales. Sin embargo, el tema que despertaba aún más interés entre todos era el de como un desconocido chico también de New Bark, quien se rumoraba era el hijo del afamado campeón sin corona de Johto y Kanto, y que con ayuda de un peculiar Typhlosion capaz de generar fuego de color azul incandecente, pudieron juntos, no solo clasificar también a las semifinales de dicho torneo, sino que también ambos fueron capaces de sostener de tú a tú una breve pero intensa batalla de exhibición contra Green y su Mega Charizard hasta que culminaron los cinco minutos estipulados del mismo.

-Hmph… Supongo que acerte al venir aquí de primero. Algo me decía qué estarías por aquí sentado luego de todo lo sucedido en la Battle Frontier.- Comentó comedidamente un pelirrojo y delgado chico, instantes antes de que esté se sentara sobre la arena junto a otro solitario joven entrenador de oscura cabellera que la cubría con una desgastada gorra, mismo que observaba en completa soledad y silencio la lenta puesta del sol. -¿No deberías de estar entrenando cómo las chicas para tu combate contra la rubia psicótica por la semifinal de mañana?-

-Yo podría preguntarte lo mismo, Silver.- Manifestó calmadamente Gold en respuesta, pero sin siquiera despegar su mirada del movido y resplandeciente mar. -¿Tu no deberías de seguir ayudando a Crystal con su entrenamiento para su batalla con Zuki?-

Una recatada y efímera sonrisa se posó sobre los labios de Silver. -Ese se suponía era el plan pero Crystal decidió cancelar a último minuto nuestro entrenamiento.- Aclaró rápidamente el pelirrojo con resignación, mirando luego de reojo cómo un par de escandalosos turistas pasaban de largo muy cerca de su posición en aparente dirección al centro de la ciudad. -Al parecer ella quiere ponerse a sí misma a prueba con este combate o algo por el estilo. Creo que ella lo que desea es ver qué tan lejos puede llegar sin mi ayuda.-

-Hmph… Es una lástima, ¿no lo crees, Silver?- Manifestó reaciamente el de New Bark, quien, luego de sus palabras, se quita su gorra de la suerte y goggles para colocarlos a su izquierda, acostarse después sobre la cálida arena al utilizar sus manos cómo almohadas. -Crystal tiene un talento innato para las batallas pokémon incluso muy por encima del nuestro. Ella, con algo más de entrenamiento y disciplina, nos haría parecer a todos cómo unos pobres novatos del jardín de niños.-

-Odio admitirlo, pero no te equivocas. Su capacidad cómo entrenadora me parece algo de otro mundo. Sinceramente aún me cuesta trabajo creer que ella en menos de una semana de entrenamiento juntos pudo conseguir sin problemas la medalla del Battle Arcade en su primer intento.- Terminó admitiendo el pelirrojo, justo cuando esté se cruzaba de brazos. -Ella, en todo el sentido de la palabra, es una genio. No me cabe la menor duda de que ella será una gran profesora pokémon en un par de años más.-

Gold asintió lentamente en respuesta. -Ni que lo digas. Aunque a veces me pongo a pensar en qué hubiese pasado si ella, en vez de elegir seguir los pasos de su padre, hubiese preferido ser una entrenadora con todas las de la ley cómo nosotros.-

-Tch… Ni idea. Pero es muy probable que ella, con él estúpidamente ridículo potencial que tiene gracias a su intelecto, pudiese fácilmente llegar a ser parte, cómo mínimo, del alto mando en un futuro no muy lejano.-

Cómo replica, Gold giro ligeramente su cabeza a su derecha y después miró por un par de segundos el pálido rostro del pelirrojo. -De acuerdo, ¿entonces qué te trajo hoy hasta mi?- Cuestiono ahora el de New Bark con palpable curiosidad. -Asumo que no te tomaste la molestia de buscarme personalmente solo para charlar de cosas banales, ¿o me equivoco?-

Otra sencilla sonrisa volvió a hacer acto de presencia en el rostro del pelirrojo, con la misma calidez que la de una inesperada llovizna de verano. -Vamos… Me ofendes, "novato".- Declaró asertivamente Silver, haciendose la victima en un burlesco tono. -¿Tan raro es que quiera hablar contigo? No siempre oculto otros motivos tras mis acciones. De vez en cuando, por más raro que pueda ser, quiero solo conversar de cosas triviales.-

-A este punto no se si hablas en serio o solo viniste a perturbar mi paciencia porque no tienes algo mejor qué hacer y también porque sabes lo mucho que me molesto el no poder terminar mi batalla de exhibicion con Green.- Declara ahora Gold con más que palpable suspicacia, frunciendo aún más su ceño. -Pero sí se me hace extraño el que te tomes la molestia de buscarme en vez de llamarme a mi Pokegear. Aquí parece que hay Meowth encerrado.-

Ahora fue el turno de Silver de enfocar su mirada sobre el brillante horizonte lleno de coloridas nubes. -Digamos que quería hablar a solas contigo de un par de importantes cosas.- Recalco nuevamente Silver, pero esta vez de manera mucho más seria y sombría. -Y la razón por la que no te llame a tu Pokegear fue para no levantar sospechas en caso de que estuvieras con alguna de las chicas o Green y Blue.-

-E-espera… ¿Cómo que para no levantar sospechas?- Repitió ahora el de New Bark con aún más notable curiosidad, levantando luego su espalda de la arena por reacción para volver a sentarse. -¿A qué rayos te refieres con-...?-

-Tu eres un mentiroso bastante terrible y patético, por decir lo menos.- Aseveró el pelirrojo nuevamente de manera asertiva, interrumpiendo a su vez a su compañero. -No podía tomar ese riesgo y tampoco deseo que nos interrumpan. Lo que tengo que decirte es importante y preferiría salir de esto de una vez y por todas.-

En poco más de lo que dura un parpadeo, el tranquilo semblante que tenía el rostro de Gold fue reemplazado por uno más reservado y estoico. -Me estas preocupando, Silver- Expresó el de New Bark, alzando a su vez una de sus cejas con suspicacia. -¿Acaso sucede algo malo?-

-No, no particularmente por el momento.- Replicó Silver tranquilamente, negando ligeramente también con su cabeza. -Pero sí quisiera aclarar un par de cosas contigo. ¿O es qué acaso olvidaste que después de que culmine este torneo yo regresare a Goldenrod para seguir investigando sobre el Equipo Rocket? Mis días con ustedes están más que contados.-

Cómo por acto reflejo, Gold volvió a colocar su gorra y goggles sobre su cabeza, pero no sin antes exhalar con pesadez algo de aire por su nariz. -No lo he olvidado en absoluto.- Aseguró Gold de manera firme. -¿Pero esto a qué viene al caso?-

Una ligeramente pronunciada pausa se suscitó en la conversación, luego de lo dicho por Gold. Acto seguido, y por breves instantes, Silver enfoco su vista sobre el majestuoso cielo ahora pintado con opacos colores que parecían vibrar con los últimos rayos del sol al ir ocultándose en el horizonte. -Quiero que te olvides de la promesa que me hiciste de ayudarme contra el Equipo Rocket.- Confesó comedidamente Silver, un par de segundos después, esta vez aplicando un más simple tono. -No quiero ni deseo tu ayuda. Incluso deseo que te olvides de mi existencia luego de que me marche. Tampoco quiero que me busques o intentes hacer algún tipo de contacto.-

-¿H-huh?-

-Así cómo escuchaste, Gold.- Recalcó el pelirrojo sí titubear, mientras que el rostro de su compañero reflejaba a la perfección lo perplejo y confundido que esté estaba. -Solo olvidate de todo esto y sigue tu feliz viaje junto a Crystal, Zuki y Kelly. Del Equipo Rocket me encargare yo solo.-

Una áspera, agravante y súbita marea de pesadas preguntas ahogaron la mente de Gold ante las inesperadas palabras del pelirrojo. -¿C-cómo demonios puedes pedirme algo cómo eso?- Preguntó el de New Bark con agresividad, a la vez en que esté volvía a mirar a Silver directamente a su rostro, y también se aseguraba de que ninguna otra persona en las cercanías los estuviera observando o escuchando. -¡Por el amor de Arceus, tu y yo somos amigos, Silver! Tu no puedes simplemente pedirme así de la nada que me olvide de-...

-Es precisamente porque somos amigos qué te lo estoy pidiendo.- Denunció Silver con algo de tristeza, interrumpiendo en seco a Gold, mientras que esté acomodaba la anteriormente relajada postura con la que estaba sentado sobre la arena a una más rígida y tensa. -Yo bien pudiese haberme ido sin decir nada al respecto al menos una docena de veces, pero preferí salir de frente a decirte la verdad porque, muy a pesar de todo lo que hemos vivido, confio en ti. Durante este poco tiempo en el que hemos convivido aprendí a respetar y apreciar tanto a tus compañeras cómo también a ti.-

Ante las sencillas pero sinceras palabras de Silver, Gold apenas sí podía refutar algo al respecto. Un sin número de palabras y respuestas se generaron dentro de su ahora revuelta mente, pero ninguna parecía tener más sentido que la anterior. Al notar cómo sus palabras terminaron inadvertidamente desarmando a su compañero, Silver mantuvo su serio semblante y prosiguió. -Escucha, mi cruzada con el Equipo Rocket es demasiado peligrosa y yo ya no tengo mucho más que perder. Una de las pocas personas que me importan en el mundo, Lucia, esta en coma y quien sabe si ella pueda o no despertar en un futuro. Tu, por el contrario, tienes aún a tus compañeras y familia. Al principio accedi a que me ayudaras por impulso ya que ambos buscábamos proteger a nuestros seres queridos, pero ahora que los conozco mejor no puedo permitir que me ayudes o se involucren más conmigo. De lo contrario, esa sería una sentencia de muerte. No quiero tener en mi conciencia el que algo malo les pueda suceder solo porque ahora somos cercanos.-

-Nada de eso va a pasar, Silver.- Advirtió ahora Gold, claramente sin pensar del todo en sus palabras. -Te prometo por mi vida qué-...

-¡No, Gold. Tu no lo entiendes!- Proclamó en respuesta el pelirrojo con fervor y energía, cosa que sorprendió y ruborizo al de New Bark. -El Equipo Rocket no se anda con juegos ni rodeos cuando ellos desean conseguir algo. Yo se muy bien de lo que hablo y es por eso que tomé esta decisión. Las cosas no son solo blanco o negro y ninguna promesa que hagas me hará cambiar de parecer. Yo mejor que nadie se qué en un efímero momento de debilidad todo puede cambiar para siempre si te dejas llevar por tus emociones más de la cuenta. Un error de cálculo, y todo se puede ir a la mierda en un parpadeo. Ya de por sí es un milagro que, después de lo sucedido en las Ruinas de Alph, el Equipo Rocket no haya tomado represalias contra ti por intervenir en lo que sea qué estaban haciendo en ese lugar. Cómo dije antes, yo ya no tengo mucho que perder y eso me hace extremadamente peligroso para sus planes, pero tu eres todo lo contrario y tienes mucho qué perder. Solo piensalo detenidamente por un minuto, ¿qué crees que ellos podrían a hacer sí nos volvieran a ver juntos ahora que tu nombre y el de tus compañeras es más conocido por este torneo? Ellos muy bien conocen que yo deseo derrocarlos, pero no conocen de ustedes. Lo más sensato es que eso permanezca así. Ya suficientes veces jugamos todos con fuego y no nos quemamos. La hora de jugar al héroe terminó para ti.-

Con regurgitante molestia, Gold metafóricamente terminó por tragarse con mucho repudio y amargura su orgullo, mientras que su atareada mente intentaba aún procesar todo lo expresado por el pelirrojo. Le gustara o no, muy en el fondo el sabia que Silver tenía toda la razón y esta era su forma de demostrar lo mucho que ellos significaban para el. -¿E-entonces es así cómo va a terminar todo?- Preguntó Gold a regañadientes, a la vez en que esté apretaba inconscientemente sus puños y se dejaba también caer de hombros. -¿Solo te irás luego de que acabe el torneo este domingo y ya está?-

-Me temo que sí. La vida muy pocas veces es justa y no todo puede ser cómo uno lo desea.- Admitió Silver nuevamente con calma, quien luego forzó una descolorida sonrisa. -Pero, si así lo desean, aceptaré que hagan en mi honor un desfile o algo por el-...

-¡Maldita sea, estoy hablando muy enserio Silver!- Advirtió el de oscura cabellera con mucha más agresividad y frustración de la que esté deseaba expresar. -No es momento para bromas o tu estúpido sarcasmo. Lo que intento decir es si existe algo que yo pueda hacer para ayudarte antes de que te vayas. Me rehúso a pensar que todo esto acabara de esta forma.-

Pero, aún con visible tristeza, Silver negó lentamente ante su compañero. -No hay nada más que puedas hacer al respecto sin antes arriesgar la seguridad de tus seres queridos o la tuya- Admitió reaciamente el pelirrojo. -Creeme, me hubiese gustado que pudiéramos juntos acabar con el Equipo Rocket, pero esta es una batalla en la que no puedes participar y-...

-E-espera… Creo que existe algo más qué puedo hacer para ayudar.- Aseveró enérgicamente Gold, antes de que esté terminará por chasquear sus dedos. -Aún me queda un as bajo la manga, solo que incluye que involucre la ayuda de alguien que preferiría no tener que recurrir.-

Con suma rapidez, la ceja derecha de Silver terminó por arquearse posterior a lo dicho por Gold. -¿Acaso estás diciendo qué quieres involucrar a tu padre en esto?- Preguntó comedidamente Silver.

Gold asintió cómo si su vida dependiera de ello. -Así es. Ahora, si tan solo pudieras decirme en dónde está la guarida del Equipo Rocket, entonces quizás-...

-¿Acaso no dijiste que él no deseaba qué te metieras más con el Equipo Rocket?- Preguntó rápidamente el pelirrojo. -Incluso, si no mal recuerdo, tu me dijiste que él estuvo a punto de hacerte regresar a New Bark por lo que sucedió en las Ruinas de Alph.-

-Descuida, eso no viene al caso ahora, Silver. El punto es que-...

-Sé lo qué quieres decir y me temo que no funcionara, Gold.- Indicó asertivamente Silver, volviendo a interrumpir en seco a su compañero. -Por más que quisiera, me es imposible el decirte en dónde está la guarida del Equipo Rocket.-

-¿Huh? ¿Porque demonios no puedes?-

-Porque, por más que lo intente, no puedo recordar con exactitud en dónde rayos está ubicada. -Confesó Silver con más que visible molestia, al mismo tiempo en que esté volvía a enfocar su mirada sobre él ahora mucho más oscurecido horizonte, pero no sin que antes su semblante se transformara por completo a uno mucho más triste. -Creo que esta en ciudad Mahogany o en algún lugar cercano, pero no recuerdo algún otro detalle más allá de eso.-

-¿Cómo mierda no lo recuerdas?- Preguntó retóricamente Gold con insistencia, quién terminó nuevamente por apretar sus puños. -¿Acaso no dijiste que viviste con ellos por varios meses?-

-Y así fue. Pero ellos tenían un estricto pero efectivo sistema en este aspecto que impedía a todos los nuevos reclutas de conocer la ubicación exacta. Ellos no dejaron ningún cabo suelto y yo no iba a ser la excepción solo por ser el hijo de Giovanni.-

-O-Ok… ¿Pero a qué te refieres?-

Otra más prolongada y forzada pausa se suscitó, cuando inesperadamente varios marineros uniformados se pasearon lentamente a escasos metros de dónde Gold y Silver yacían sentados en medio de la playa, cosa que no hizo más que exasperar aún más el ímpetu del de oscura cabellera. Por su parte, Silver utilizó este efímero momento para aclarar su garganta y luego exhalar con melancolía un poco de aire. -Verás, a todos los nuevos reclutas y demás personal de menor jerarquía, al salir, entrar o regresar, se les manipulaban ligeramente los recuerdos y su percepción con la ayuda de un extraño pokémon de la región de Unova conocido cómo Beheeyem.-

Cómo un repentino torbellino de arena en medio del desierto, otra aspera rafaga de preguntas volvieron a sacudir la mente de Gold. -¿O-osea que les borraban la memoria de la ubicación de su guarida?- Preguntó rápidamente el de New Bark con suspicacia, poco antes de sacar y revisar en su pokédex la información de aquel pokémon.

Beheeyem: Se dice que manipula los recuerdos. También es capaz de comunicarse con sus compañeros cuando sus dedos tricolores parpadea. Además, controla el cerebro del rival con su poder psíquico y manipula sus recuerdos.

Tras leer con agonía lo que decía su pokédex con respecto a ese pokemon, Gold empezó a experimentar vivamente cómo su estómago se empezaba a retorcer debido a la molestia, asco y repulsión que toda la situación le generaba. Él siempre había escuchado de todo lo que era capaz el Equipo Rocket, pero nunca se imaginó hasta qué punto ellos podrían llegar para mantenerse en el anonimato.

-Al nosotros no conocer en dónde estaba la guarida, cada día de manera aleatoria se nos asignaba una persona distinta de mayor rango quien era la encargada de velar por regresar a los nuevos reclutas que estuvieran en las cercanías de Mahogany.- Prosiguió Silver, quien inconscientemente terminó por bajar su mirada. -Lo que quiero que entiendas de todo esto es que casi a diario ese maldito pokémon manipulaba ligeramente los recuerdos de todos los nuevos reclutas, incluyendome. Muy pocas personas estaban exentas de tal aberrante acto. Podría incluso contarlos con los dedos de ambas manos.-

Después de escuchar el ahora deprimente tono que utilizaba Silver para expresarse, Gold no pudo evitar apretar sus labios, para luego darle un par de palmadas en la espalda a este. -En verdad lamento escuchar sobre esto.- Aseguró Gold en un más compasivo tono de voz. -No era mi intención hacerte recordar ese tipo de cosas.-

Cómo replica, Silver volvió a suspirar y luego esté subió tímidamente su mirada en dirección al aún más oscurecido horizonte. -Descuida, igual tu propuesta fue un buen intento.- Reconoció tristemente el pelirrojo. -Lamentablemente, tus manos están atadas y lo mejor es que separemos nuestros caminos para siempre. Tu seguridad y la de tus seres queridos depende de esto.-

Gold apretó por enésima vez sus labios y tristemente asintió luego de escuchar las sinceras palabras del pelirrojo. Ahora, un terremoto de sentimientos encontrados empezaron activamente a carcomer la psique de Gold, pero este prefirió permanecer taciturno mientras que miraba con frustración el vaivén de las olas al chocar con la orilla de la playa.

-Se que te será bastante difícil el vivir con esta decisión, pero tu y yo sabemos que esto es lo mejor para todos.- Admitió asertivamente Silver, quien después terminó levantándose por completo de la arena, para posteriormente tender su mano en dirección a su compañero. -Mientras más rápido puedas aceptar que existen cosas que están fuera de tu control, mejor será para todos los que te rodean. Toma esto cómo mi último consejo.-

Al ver esto, Gold toma la mano del pelirrojo y luego se pone rápidamente de pie con ayuda de este. -Hmph… De acuerdo. No me interpondré en tu camino y te dejare ir en paz tal cual lo pides.- Reconoció Gold con mucha más resignación de la que podía intentar ocultar en su rostro. -Pero solo con una simple condición.-

-Ok, ¿y esa es?-

-Quiero que participes y me enfrentes en la próxima liga pokémon.-


Parte noreste, Cerca de los puertos, Ciudad Goldenrod. Región de Johto. 8:29 P.M


-"Solo asegurate de que ella acepte la propuesta de Oak. Tu y yo sabemos que eso es lo que más le conviene para su futuro".-

Con total impunidad, el silencio prevaleció entre Gold y Crystal por un par de incómodos segundos que para ambos parecieron ser eternos. Todo esto, mientras que lentamente la cabina en dónde viajaban se empezaba a acercar a la cúspide de la rueda.

-Uhhh… ¿Quieres hablar al respecto de eso?- Termino preguntando Gold, rompiendo el silencio, cruzándose de brazos y volviendo a enfocar su nerviosa mirada sobre Crystal. -Se qué quizás yo no sea el más indicado para-...

-¡Nada es para siempre, Gold!- Expresó agresivamente Crystal en un más apático tono, apretando sus puños y después apartando su ahora gélida mirada de su compañero. -Tu y yo sabíamos que tarde o temprano esto iba a suceder. Nuestro viaje tenía una clara fecha de expiración y esto-...

-¡Hace unos días tomé una decisión con respecto a si escogí entre Kelly y tu!-

Rabia, confusión, desprecio, incertidumbre, incredulidad y mucha más desilusión de la que podía digerir en ese preciso momento su atareada mente. En poco más de una triste milésima de segundo, Gold término no solo por arrepentirse irremediablemente por sus más qué impulsivas palabras, sino que además esté pudo ver en primera fila cómo todos y cada uno de esos sentimientos empezaban a fluir hasta explotar en el ahora enrojecido rostro de su anonadada compañera. Él sabía mejor que nadie que esté no era el momento indicado para tal revelación y que sus palabras muy bien podrían ser malinterpretadas de la peor manera. Su suerte estaba echada y ya no habia vuelta atras.

-Crystal, Y-yo-...

Sin previo aviso, y en un efímero, deliberado y agresivo acto de repudio en su más pura expresión, Crystal inclina su cuerpo al frente e interrumpe sin dudarlo a Gold al propinarle una veloz cachetada. -¡NO QUIERO ESCUCHARLO!- Advirtió de un grito Crystal con aún más desprecio y desilusión que antes, fulminando luego a su compañero con una fría mirada llena de sentimientos en colisión. -¡SOLO CÁLLATE!-

Tras esto, Gold tenso su mandíbula, miró directamente a los ojos llenos de resentimiento de Crystal, por un par de segundos con palpable arrepentimiento, y luego, con el completo dolor de su agrietada alma, esté con delicadeza empezó a acariciar su ahora adolorida mejilla. -S-supongo que me lo tengo bien merecido por abrir mi bocota cuando no debía.- Aseveró el de New Bark de manera más recatada, buscando de esta manera el suavizar un poco la tensa situación entre ambos. -L-lo lamento, Crys. Por un pequeño instante me deje llevar un poco más de lo esperado y creo que dije algo que no debía. Pero la verdad es que mi intención nunca fue la de-...

-¿Q-qué lo lamentas y que no fue tu intención?- Preguntó retóricamente Crystal en un despectivo tono que perfectamente expresaba su latente decepción. -No, Gold. Yo soy la que lamenta el haberme enamorado perdidamente de un chico capaz de algo tan bajo como intentar apelar a mis sentimientos cuando más le conviene. ¿C-con qué maldito derecho me vienes a decir esto ahora? Tu tuviste todo el tiempo del mundo durante este viaje para informarnos a Kelly y a mí de tu decisión, ¿pero ahora qué existe la real posibilidad de irme es que quieres "confesarte"? Nada de esto suena real o lógico. El que ahora digas qué te decidiste suena demasiado conveniente para ser cierto.-

-P-pero no te estoy mintiendo y ya te dije que lo lamento. Se que eso sonó a cómo qué intente manipularte para mi conveniencia, pero la verdad es que yo-...

-Te equivocas. Eso no sonó a manipulación, Gold. Eso fue, sin lugar a dudas, manipulación en su más repulsiva expresión.- Explicó ácidamente la prospecto a profesora, colocando a su vez una aún más agresiva y decepcionada expresión luego de cruzar sus brazos. -Más obvia no podía ser tu intención de querer influenciar mi decisión al "confesar" qué te decidiste. Pero déjame decirte que no permitiré que lo hagas. Esta decisión es mía y solo mía, y por más que me gustes y desee estar contigo, no dejare que lo arruines.-

Otra incómoda pausa se suscitó en la conversación. Gold deseaba responder, excusarse e incluso refutar, pero el sabia que Crystal tenía la razón y, en un pequeñísimo momento de debilidad, su subconsciente tomó por completo las riendas de la situación e intentó manipular a su compañera de la peor manera posible. Al ver cómo figurativamente sus opciones se caían a pedazos, muy al estilo de una frágil torre hecha con naipes, el de New Bark se encogió de hombros, expulsó un melancólico suspiro, mientras que por breves instantes esté pudo observar el hermoso paisaje que le otorgaba la cabina al estar en la cúspide de la rueda. Por su parte, unas temerosas lágrimas comenzaron a bajar por las sonrojadas mejillas de Crystal hasta posteriormente caer sobre el metálico suelo de la cabina.

-S-sabes… Yo no quería que las cosas llegaran a este punto y en verdad lamento el haber revelado eso de esta forma. Literalmente desde que llegamos a Goldenrod no han parado las sorpresas una tras otra, y la propuesta qué te hizo Oak fue lo gota qué desparramo mi vaso. Digamos que el encontrarme con mi padre y hablar con él no me sentó muy bien que digamos por cosas que ahora mismo no vienen al caso, pero que de igual manera me hicieron reconsiderar todas las decisiones que he tomado desde que decidí volverme entrenador nuevamente.- Admitió reaciamente Gold de manera mucho más comedida que antes, pero aun mirando por la ventanilla de la cabina ahora que la misma empezaba el lento descenso a tierra. -Yo desde un principio les dije a ustedes qué el enamorarme no estaba dentro de mi planes, ni mucho menos el tener que tomar una decisión entre las dos. Yo solo quería ganar la liga pokémon luego de conseguir las medallas de Johto y Kanto. El conocerte, o el reencontrarme con Kelly, o el descubrir qué tenía familia en Ecruteak, o el brevemente involucrarme con Silver para derrocar al Equipo Rocket, nada de eso figuraba en lo que yo quería que pasara. Mi plan era viajar solo y conseguir todas esas medallas en menos de un año.-

-No indagare al respecto sobre lo qué sucedió con tu padre, pero dejame decirte que las cosas no siempre salen según lo planeado, Gold.- Reconoció Crystal de manera tosca, limpiando después las lágrimas que decoraban su rostro. -En mis planes tampoco estuvo el enamorarme o salir de viaje con un completo desconocido poco después de mudarme a New Bark con mi padre. Pero lo que sí estuvo siempre presente en mi mente era el ser profesora algun dia. Eso es probable que nunca cambie, ya sea para bien o para mal.-

-Eso lo se y te admiro por ello.- Admitió a regañadientes el de New Bark con energía. -Yo solo deseo lo qué es mejor para ti, Crys. Yo estoy dispuesto a todo con tal de que puedas cumplir ese sueño.-

Por breves instantes Crystal cerró sus ojos y luego está vuelve a enfocar su completa atención sobre su visiblemente afligido compañero. -Lo sé, Gold. Yo lo se y me consta mejor que nadie.- Asegura la prospecto a profesora, nuevamente con más lágrimas recorriendo sus mejillas. -Tu en varias ocasiones a lo largo de este viaje nos demostraste a Kelly y a mí lo importantes que somos para ti. Incluso estuviste dispuesto a regresar a New Bark y olvidarte de tu sueño en favor de nuestra seguridad por miedo al regreso del Equipo Rocket. También noté cómo varias veces durante estos meses nos pusiste a nosotras muy por delante de lo que querías, pero lo que demostraste e intentaste hacer hace un momento fue algo completamente distinto al desinteresado, calculador y valiente chico de quien me enamore. Ahora ya no se qué pensar de ti o de estos sentimientos que aprietan mi pecho.-

Gold volvió a suspirar con aún más resentimiento, desilusión e impotencia, prácticamente al mismo tiempo en que una ventisca de palpitantes emociones le carcomía violentamente las entrañas, Todo esto, mientras que su mente ahora recordaba vívidamente cómo la ultima vez que se dejó llevar por sus sentimientos el casi acaba con la vida de Silver cuando esté no le dejó ir en busca de Kelly, luego de que ella lo dejara inconsciente a espaldas de la torre quemada de Ecruteak.

Sí anteriormente un profundo sentimiento de culpabilidad aprisionaba su pecho, entonces lo dicho por Crystal involuntariamente incrementó el efecto hasta el punto de querer romper en llanto cómo un niño pequeño. -Y-yo tampoco sé qué pensar al respecto.- Admitió el de New Bark con mucha más agresividad y acidez de la que esté quería hacerle ver a su compañera. -P-pero cuando me di cuenta de lo sucedido, ya mi mente y corazón habían actuado por sí solos. Tu no tienes idea de lo mucho que me arrepiento de esto.-

Ante lo expresado por Gold, y notando también de reojo cómo la cabina de Kelly y Zuki ya casi llegaba al suelo para terminar con su recorrido, Crystal limpio nuevamente sus lágrimas con ayuda de sus manos y después aclaró sus garganta. -¿A-al menos me podrias decir cual fue tu intención al decirme que te habías decidido?- Preguntó ahora la prospecto a profesora de manera mucho más directa y fría, pero con una voz un poco más ronca y desganada. -No quiero saber por quien te decidiste, ya eso me da igual. Pero sí quisiera saber qué buscabas con esto. ¿Tu querias que me fuera con Oak o acaso intentabas hacer que me quedara a tu lado?-

Otra serie de ácidos sentimientos volvieron a profanar el corazón de Gold, a la vez que sus palpitaciones aumentaban con locura. Con notable tristeza y resignación, el de New Bark vuelve a exhalar algo más de aire para entonces mirar directamente a los ojos a Crystal. -¿Acaso eso importa ahora?- Replica Gold en un más apagado y deprimente tono, cosa que le termina por provocar a Crystal una serie de escalofríos por todo el cuerpo. -Ya da igual lo que yo quiera o no. Cómo dijiste antes, esta decisión es tuya y solo tuya. Yo me limitaré a darte tu espacio y te prometo que no haré nada más al respecto. Hace un tiempo atrás alguien me dijo que mientras más rápido acepte las cosas que están fuera de mi control, mejor sería para todos los que me rodean, y eso es exactamente lo qué haré ahora.-

Crystal asintió tímidamente en respuesta, pero su rostro demostraba claramente que ya nada sería lo mismo de ahora en adelante. Por una parte, ella se moría de ganas de conocer la respuesta de Gold, pero por otro lado su lastimado orgullo no le permitía indagar más en el asunto. Luego de esto, Gold y Crystal acuerdan no decir ni hablar más al respecto, cosa que inadvertidamente provocó que un aún más incómodo silencio imperara por lo que quedaba del recorrido de la rueda.