Capítulo 70: Todo o Nada

Quince Kilómetros al Norte de Ciudad Goldenrod. Parque Nacional. Región de Johto. 1:02 P.M


Delante de las atentas miradas de varias decenas de emocionados espectadores de todas las edades y partes de la región de Johto, termino por salir a escena un calvo, moreno, alto y robusto sujeto vestido de manera formal al utilizar un impecable smoking negro con corbatin a juego con su pantalon liso y relucientes zapatos también en negro. Dicho sujeto aparentaba estar a mediados de sus treintas y su rígido rostro era decorado por una rasposa barba oscura de al menos semana y media sin afeitar.

-Muchísimas gracias por su paciencia, apoyo y compresión a lo largo de todo este tan magnífico evento. De no ser por su apoyo constante durante todo estos años, nada de esto fuese posible.- Destacó alegremente el animado anfitrión al momento en que se colocó en medio de la tarima con un vistoso micrófono en mano que utilizó para hacer escuchar su voz por todos los alrededores de la zona sur del parque, gracias a una serie de altoparlantes puestos en varios puntos estratégicos del lugar. En este mismo sentido, la gran tarima de cemento en donde se encontraba actualmente el anfitrión yacía colocada varios metros al frente de un bien delimitado campo de batalla pokémon sobre un amplio terreno cubierto de pasto, mientras que las varias decenas de espectadores en espera de que iniciara el combate final permanecían sentados a lo largo y ancho de una serie de graderías, también de cemento, prudencialmente puestas a ambos lados de dicho campo de batalla.

-Sin embargo, antes de que empiece oficialmente el tan ansiado combate final de este especial concurso de captura de pokémon de tipo bicho en conmemoración por los setenta y cinco años de fundación de esté, el Parque nacional de Johto, queremos anunciar que haremos una pequeña pero necesaria modificación a las reglas que normalmente se utilizan en favor del espectáculo de todos los presentes al ser este un evento único en su clase.-

Inmediatamente después de lo expresado por el anfitrión, la gran mayoría de los espectadores intercambiaron extrañadas miradas los unos con los otros en clara señal de confusión, además de que varios murmullos se empezaron a escuchar por todas las graderías, creando un molesto cuchicheo que poco prevaleció hasta que el anfitrión volviera a acercar el micrófono en dirección a su rostro.

-Cómo bien deben de saber, el requisito para este evento tan particular era la inscripción en dúos o parejas junto con la utilización en conjunto, en caso de ser necesario, de un único pokémon de tipo bicho para ayudar a atrapar algún otro pokémon de este mismo tipo en las inmediaciones del parque. No obstante, después de deliberar al respecto con los organizadores, patrocinadores y demás personal encargado del evento, para esta batalla final, en vez de dejar que los pokémon bicho atrapados por los dúos luchen entre sí en un único combate de uno contra uno, se llegó a la decisión no solo de hacer un combate doble en dónde los participantes utilicen tanto el pokémon bicho que trajeron para el evento, cómo también el que recién capturaron, sino que se llegó al consenso de ampliar los premios para las cuatro parejas semifinalistas en vez de sólo premiar a las que lograron llegar a la final.-

En respuesta a lo anunciado, la gran mayoría de los presentes en las graderías empezaron a aplaudir con alegría y emoción por un par de segundos, mientras que el anfitrión pacientemente espero a que dichos aplausos disminuyeran su intensidad casi por completo antes de proseguir. -Siendo así las cosas, nuevamente quiero agradecer de todo corazón su atención, apoyo y paciencia. Ahora, y sin más preámbulos, llegó el momento que todos ustedes estaban esperando. ¡Oficialmente daremos inicio con el combate final de este reñido concurso de captura de pokémon de tipo bicho entre el asombroso dúo conformado por los jóvenes Gold Tsubasa y Zuki Masamune, contra Sophie Phillips y Bugsy Ren, quien actualmente es el líder del gimnasio de Pueblo Azalea, cómo también es el entrenador pokémon quien ha sido más veces coronado cómo el ganador de este concurso al salir victorioso en nada más y nada menos que en quince ocasiones por separado!-

Nuevamente las graderías explotaron en muchísimos más aplausos, silbidos y gritos de apoyo para ambos equipos, a la par que Gold, Zuki, Sophie y Bugsy salían desde detrás de la tarima para después lentamente ir a posicionarse en sus lugares. El dúo conformado por Gold y Zuki se posicionó a espaldas de la tarima de cemento, mientras que Bugsy y Sophie se dirigían al extremo opuesto del campo.

-Solo para que quede muy claro, Zuki. Esto no está ni cerca de lo que tenía en mente para el día de hoy.- Confiesa Gold a regañadientes, momentos antes de detenerse junto con su prima en su extremo correspondiente sobre el área delimitada en el campo. -Primero, nos inscribiste cómo dúo en este concurso sin siquiera decirme sino hasta hace unas horas atrás solo porque yo sí cumplía el requisito de tener a un pokémon de tipo bicho. Luego, al llegar aquí, nos encontramos de "pura casualidad" con Bugsy y la recepcionista de su gimnasio, quienes entraron también a este concurso, y ahora resulta que de paso lograste convencerlo, quien rayos sabe cómo, de apostar una de sus medallas de gimnasio en el remoto caso de enfrentarnos.-

-Vamos, Gold, no sea tan duro conmigo solo porque decidí omitir un par de "pequeños" detalles sin mucha relevancia. Preferiría que cuando hables de mí no me hagas sonar de ese modo tan ruin. Literal cualquiera que te llegue a escuchar podría pensar que soy una especie de brillante y retorcida oportunista sin escrúpulos que solo piensa en sí misma veinticuatro siete.- Replicó Zuki en su tan característico tono burlesco, para así restarle importancia a las palabras de su ajetreado primo, moviendo repentinamente su mano izquierda frente a su cara, de un lado al otro, al estilo de quien desea alejar un olor desagradable de su nariz. -Osea, sí es cierto que me tomé "la libertad" de inscribirnos juntos solo para utilizar a tu Scizor al carecer de un pokémon de tipo bicho propio. Pero, para tu información, el día que desapareciste y tuve que venir a buscarte hasta acá, me encontré con Bugsy cuando él también se inscribía para este evento y fue él quien me reconoció por mi victoria en el torneo de la Battle Frontier, así que aproveché el momento para proponerle el apostar por su medalla en caso de que nos tocará batallar.-

Aquí el de New Bark titubeo visiblemente ante la sorpresivamente honesta confesión de su prima, cosa que obviamente esta no pasó por alto, colocando a su vez una compasiva pero tenue sonrisa sobre sus tiernos labios. Aunado a esto, por breves instantes los dorados ojos de Gold se pasearon rápidamente por las concurridas graderías, a los lados del campo de batalla, hasta terminar observando con nostalgia el opaco cielo pintado con una infinidad de nubes grises que adornaban todos los alrededores, mientras que Bugsy y su asistente del gimnasio se terminaban de colocar en sus posiciones al otro extremo del campo.

-Escucha, si te hace sentir un poco mejor, toma esto cómo una alternativa más alegre a lo que muy probablemente tenías planeado para intentar despejar tu mente. Yo te conozco perfectamente bien y sé que tu plan para hoy era permanecer en la guardería sin nada más que hacer que hundirte en tus propios tristes y autocompasivos sentimientos.- Comentó Zuki sin titubear, ya en un tono un poco más comedido y firme. -Yo se que en este preciso momento tienes muchísimas cosas en qué pensar con respecto a tus sentimientos, tu relación con Crystal y Kelly, y también por lo que te revelo tu padre con respecto a tu pasado y lo que él hará mañana por el bien de toda la región. Pero nada, y repito, nada bueno saldrá de asilarse en el estado en que estás. De momento solo enfócate únicamente en este combate, ayuda a tu linda prima a conseguir otra medalla de gimnasio, y luego veamos qué nos trae el futuro. Te prometo que después de esta batalla podemos conversar todo lo que desees e intentaré ayudarte a resolver lo que sientes con una perspectiva más neutral, ¿de acuerdo?-

Gold asiente nuevamente a regañadientes y aún con algo de suspicacia, sacando en el proceso del bolsillo derecho de sus jeans la desgastada pokebola de Scizor. -Ok, ok, tu ganas. Por el momento no me quejaré, aceptaré tu propuesta y te dare la razon.- Admitió finalmente el de New Bark con palpable desgano en su voz, fijando luego en primera instancia su mirada sobre la pokebola del metálico pokémon que alguna vez perteneció a su padre, cómo también sobre la Scizorita incrustada en el brazalete que traía puesto sobre su muñeca derecha, para posteriormente dirigir sus ojos en dirección al sonriente pero calmado rostro andrógeno de Bugsy al otro extremo del lugar. -Independientemente de tus verdaderas intenciones al hacerme venir contigo, tengo que reconocer que este evento me ha ayudado a distraerme para dejar a un lado todo lo demás. Heh, ahora que lo recuerdo desde muy pequeño yo tenía el hábito de distraerme con todo lo relacionado a batallas pokémon cuando algo me preocupaba más de la cuenta. Pero poco a poco deje de lado ese hábito cuando abandone momentáneamente mi sueño de ser entrenador. Supongo que podría decirse que madure un poco en ese sentido.-

Zuki contestó a su primo con otra animada sonrisa, a la par en qué está sacaba del bolso que cargaba sobre su hombro derecho la pokebola de su recién capturado Pinsir, Pokémon que fácilmente barrio con los otros contrincantes del evento en las anteriores rondas hasta hacerse un puesto en la final. Por otra parte, Sophie, la esbelta, alta, bronceada y refinada asistente de Bugsy, que en ese momento se mantenía perfectamente serena y estaba vestida con una sudadera deportiva de marca de color verde oliva, jeans ajustados y zapatillas de color turquesa, termino por ajustar sus anteojos antes de amarrar su medianamente larga cabellera teñida de castaña en una sencilla y comoda cola de caballo, sacando también la pokébola de su Heracross desde dentro del bolsillo derecho de dicha sudadera.

-En verdad que jamas me imagine que nuestro próximo encuentro sería en éste de todos los lugares posibles, Gold Ethan Tsubasa.- Comentó finalmente Bugsy de manera enérgica y en voz alta para que todo el público presente pudiera escuchar lo que decía. -Sabes, aún recuerdo con emoción nuestra batalla de gimnasio hace escasos tres meses atrás. Tu, a pesar de ser un entrenador algo "novato", al contar con solo una medalla antes de retarme, fuiste capaz de vencerme sin tantos problemas gracias a tu ingenio y a la enorme confianza que tenían tus pokémon al momento de ejecutar al pie de la letra tus estrategias. Muy pocas veces, en mis escasos tres años y medio siendo líder de gimnasio, había podido ver a un entrenador cómo tu, salvo en contadas ocasiones.-

-Uhh.. Y-Yo… M-Muchas gracias por el cumplido.- Replicó tímidamente Gold al inclinar torpemente su cuerpo hacia el frente en señal de respeto, percatandose al mismo tiempo cómo ahora cómo gran parte de las miradas del público se clavaban sobre su persona. -P-Pero, sinceramente, creo que me está dando más crédito del que merezco. La verdad es que yo-...

-No deberías de ser tan modesto cuando alguien te da un halago de este tipo, Gold.- Indico ahora Sophie de manera sutil y tranquila, también sonriendo con amabilidad. -Yo estuve presente durante tu combate contra Bugsy y soy fiel testigo de tu habilidad innata para las batallas. Muy pocos son los entrenadores novatos que han sido capaces de impresionar a Bugsy cómo tu lo hiciste. A este punto sería grosero de nuestra parte el no darte el crédito que tus pokémon y tu merecen por lo que han conseguido en este corto periodo de tiempo.-

-Coincido con todo lo que dijo Sophie.- Agregó rápidamente Bugsy al asentir con seguridad. -Pero tampoco hay que dejar de lado todo lo hecho por Zuki y su contundente victoria en el Torneo de la Battle Frontier. Las hazañas de ustedes junto con sus otras dos compañeras de viaje, aún más siendo prácticamente un grupo de entrenadores novatos, son dignas de todo tipo de elogios, aplausos, respeto y admiración.-

Gold se limitó a ajustar su tan preciada gorra de la suerte sobre su cabeza cómo por acto reflejo para apaciguar su nerviosismo, dejando ver en el proceso una tímida sonrisa ante las palabras de Bugsy y Sophie. Sumado a todo esto, y a la par en que el de New Bark sentía un extraño sentimiento de deja vu debido a todos los elogios recibidos por parte de sus contrincantes, los latidos de su corazón se incrementaron cuando su bien conocido pánico escénico se manifestó velozmente por su ser al provocar una serie de molestos escalofríos por todo alrededor de su espalda y extremidades, mismos que terminaron por ponerle la piel de gallina en poco menos de lo que dura un suspiro.

Ni corta ni perezosa, Zuki, ante la dubitativa y algo forzada expresión que poseía su primo en su rostro, decidió finalmente entrar de lleno en la conversación. -Ambos agradecemos con mucha humildad sus cálidos elogios ante nuestros logros pasados, ¿pero les parece entonces sí empezamos de una vez con el combate?- Propuso la menor de las famosas chicas kimono con ahínco, guiñando a la vez su ojo izquierdo al mirar de reojo a Gold para luego enfocar su total atención sobre sus oponentes. -Sinceramente muero de ganas por ver quién de nosotros se lleva la victoria, y estoy más que segura que todos los del público también desean ver qué sucederá a continuación.-

Tanto Bugsy cómo Sophie asintieron en el acto y sin poner ningún tipo de pero. Gold, al ver esto, suavizó su anteriormente rígido semblante y después devolvió una mirada mucho más tranquila a su prima en señal de agradecimiento. -T-Te debo una, otra vez.- Advirtió Gold con vergüenza y en voz baja para Zuki, exhalando un poco de aire cómo sí su existencia misma dependiera de ello. -Supongo que aún me cuesta algo de trabajo acostumbrarme a ser el foco de atención de tantos desconocidos cómo en el pasado. Sinceramente pensé que había superado en gran parte mi molestia a las multitudes y mi pánico escénico, pero creo que-...

-Descuida, primito. Cómo te dije antes, solo olvídate de todo lo demás y enfoca tu completa atención en la batalla que está por ocurrir. Igual, no sé cómo explicarlo, pero tengo la rara impresión de que no la tendremos muy fácil que digamos.- Declaró Zuki de manera más entusiasta al darle un par de palmadas en la espalda a Gold. -Y se que quizás está demás decirlo pero, en las buenas y en las malas, siempre me tendrás a mi para ayudarte. Aunque tampoco me quejaré si decides pagar con creces este tan "honesto" gesto de buena voluntad al sacar un as debajo de la manga cómo siempre y nos haces ganar este combate en un solo contraataque cómo en tu batalla contra Chuck y Jasmine junto con la rubiecita mimada de Kelly.-

Gold se tomó aquí otro par de silenciosos segundos para admirar de pies a cabeza a su animada y algo cínica prima con una efervescente mezcla entre perplejidad y asombro, exhalando nuevamente un poco más de aire y provocando al mismo tiempo que esté pudiera ver ante sus ojos cómo su aliento se hacía más o menos visible gracias al gélido clima que azotaba todos los alrededores de Goldenrod desde hace un par de días atrás. Frente a todo esto, Gold niega un par de veces con su cabeza y después coloca una más sincera sonrisa cómo respuesta a la manera tan poco ortodoxa que tenía su prima para animarle, y de paso también hacerle olvidar de su pánico escénico.

-Tch… Bueno, ya qué más da. Hagamos esto de una vez y por todas. Me agrade o no, ahora tengo una reputación que mantener y odiaría perder un combate de este tipo frente a tantas personas.- Comentó Gold para sí mismo con mucha más energía y confianza, arrojando la pokebola de su Scizor sobre el pasto a un par de metros de su posición. -¡Scizor, yo te elijo!-

Luego de esto, tanto Zuki cómo Sophie arrojaron también sobre el campo las pokebolas de Pinsir y Heracross, respectivamente, posterior a que el pokémon de tipo bicho y metal de Gold adoptará frente a él una pose ofensiva de batalla en espera de las órdenes de su entrenador.

-Hmph… Ya veo, ¿con que el pokémon de tipo bicho que utilizaron para inscribirse es el famoso Scizor del campeón sin corona?- Expresó animadamente Bugsy con una pizca de recelo, abriendo rápidamente la compacta cangurera que tenía puesta alrededor de su cintura y sacando de esta una reluciente ultra bola. -Hehe, supongo que después de todo esta será una muy interesante batalla. En verdad que me alegra muchísimo el haber venido a este evento en mi dia libre del gimnasio.-

Sin mediar más palabras y sumado a una pretenciosa sonrisa que se dibujó momentáneamente en su rostro, Bugsy arrojó dicha ultra bola sobre el frío pasto ante la expectativa de todos los presentes, incluidos Gold y Zuki, quienes de reojo volvieron a intercambiar cautelosas miradas. Milésima de segundo después, un imponente pokémon insectoide termino por materializarse, con la apariencia de una polilla o mariposa gigante, de al menos metro y medio de altura, quien contaba con cuatro pequeñas patas de color negro sobre su torax pintado de blanco, provocando no solo el completo asombro de todo el publico, sino qué también se propagara, rapida y repentinamente, una intensa oleada de calor por todos los alrededores con la misma entensidad qué el sol de verano al mediodia.

-¿P-Pero qué d-demonios es esa cosa?- Preguntó Gold al fruncir su ceño mientras qué, no solo admiraba atónito cómo el pokémon elegido por Bugsy lentamente empezaba a estirar sus seis vistosas alas, mismas qué estaban adheridas a su espaldas y poseian una preciosa coloracion naranja rojiza con varios puntos negros por todo alrededor, sino qué también el de New Bark rapidamente se percataba del subito aumento en la temperatura de todo el lugar. -Ok… ¿Qué rayos está pasando aquí? Nunca antes había visto algo cómo esto. ¿Qué tipo de pokémon es este y porque de repente se siente cómo sí hubiesen encendido la calefacción?-

-C-Creo que se trata de un Volcarona.- Advierte Zuki en un tono de voz que claramente demostraba su incredulidad y preocupación. -Sino mal recuerdo, los de su especie son originarios de la región de Unova y tienen por sobrenombre "la ira del sol".-

-¿V-Volcanora y "l-la ira del sol"?- Repitió lenta y comedidamente Gold, buscando a la carrera su pokédex en el bolsillo izquierdo de sus jeans, apuntando después dicho artefacto electrónico en dirección al recién elegido pokémon de Bugsy. -¿O-Osea que esa cosa es de tipo fuego además de bicho?-

Volcarona: "Cuando combate, despide escamas ardientes de sus seis alas y genera un mar ígneo a su alrededor. Inclusive, se cree que es la encarnación misma del sol. En la antigüedad se cuentan leyendas de cómo salvó a muchos Pokémon de la congelación al surgir en mitad de un cruel invierno. También se dice que nace de una pupa envuelta en llamas, y en algunas pinturas rupestres aparece representado como una deidad del fuego".

-¿Qué les parece mi nueva adquisición?- Pregunta Bugsy nuevamente con una alegre y honesta sonrisa. -Hace un par de semanas atrás estuve de paso por la región de Unova, y, al explorar unas ruinas en lo profundo de uno de sus desiertos, pude toparme con este magnífico espécimen de pokémon en lo más profundo de ese lugar. Aunque confieso que no fue fácil capturarlo y su subsecuente entrenamiento. Inclusive les diré que no tenía planeado inscribirlo cómo mi pokémon para este evento debido a estos y otros factores, pero creo que después de todo sí hice la decisión correcta. Yo confío plenamente en Volcarona y sé que él hará un buen trabajo en este combate. Pero mejor olviden todo eso que dije y ataquen cuando lo deseen. Les otorgamos el derecho a atacar primero sí así lo creen conveniente.-

-Demonios… E-Esto es extremadamente malo, Gold.- Comentó Zuki ahora de manera nerviosa al rechinar sus dientes, justo después de lo dicho por Bugsy, admirando también con asombro lo imponente que era Volcarona. -¿Alguna idea o plan para lidiar contra esa cosa? Dime por el amor de Arceus qué tienes ya algo en mente.-

Gold volvió a tomarse otro par de segundos para analizar de mejor manera la situación, cruzándose al mismo tiempo de brazos luego de volver a guardar su pokédex, pero también observando con ahínco la Scizorita incrustada en una de las dos ranuras del brazalete que tenía en su muñeca derecha. -Hmmm… Supongo que el mejor curso de acción sería eliminar a Heracross lo más rápido que podamos, siendo este obviamente su eslabón más débil, con el fin de luchar y posiblemente abrumar a Volcarona dos contra uno. Para empezar y también probar sus defensas, creo que Scizor podría tomar la ofensiva desde el primer momento, y que esté se lleve toda la atención de Bugsy y Sophie, mientras que Pinsir busca la manera y el momento de atacar y acabar con Heracross cuando todos estén desprevenidos.- Propone Gold de manera áspera y fría. -Pero seré completamente sincero contigo, Zuki. No se si realisticamente podamos lograrlo. Este tipo de estrategia es sumamente obvia y diría que nuestras posibilidades de éxito son bastante bajas. A simple vista se nota que Volcarona tiene un nivel muy por encima de la media. Me atrevería incluso a decir que él tiene un poder de batalla cercano al de Scizor, y eso que no estoy tomando en cuenta el hecho de que mi pokémon es extremadamente vulnerable a los ataques de fuego por ser de tipo bicho y metal. En fin, odio tener que decirlo, pero me temo que nuestras desventajas sobrepasan con creces nuestras posibilidades, además de que tampoco sé si seré capaz de hacer que Scizor mega evolucione cómo cuando nos encontramos con Raikou. De ser ese el caso, entonces quizás nuestras posibilidades podrían cambiar un poco a nuestro favor, pero lastimosamente no he tenido el tiempo de practicar con Scizor para que perfeccionemos cómo se debe esta técnica.-

Ahora fue el turno de la chica kimono de permanecer en completo silencio, por breves instantes, para así terminar de asimilar todo lo expresado por Gold. -Y-Ya veo, ¿pero entonces qué tan bajas crees que son nuestras posibilidades? Por ahora ignoremos el hecho de que no sabes si Scizor puede Mega evolucionar.- Comentó Zuki de manera insistente y tosca. -Ya me quedó perfectamente claro todo eso que dijiste, pero sé completamente honesto con lo demás. Quiero saber desde ya a qué atenerse en caso de que tengamos que formular otro tipo de estrategia en el transcurso del combate.-

Aquí Gold volvió a sonreír a la par que miraba directamente al preocupado rostro de su prima con convicción y seguridad. -Nuestras posibilidades son bastante bajas, pero estoy seguro de que llegan a cero.- Indica Gold antes de alzar ligeramente su puño derecho a la altura de su pecho y en dirección a la chica kimono. -Nuestra principal ventaja será el hecho de que muy probablemente ellos se confiaran más de la cuenta debido precisamente a que poseen un pokémon del calibre de Volcarona. ¿Qué tal sonó eso para ti?-

Zuki le devolvió automáticamente la sonrisa a su primo hasta inclusive sonrojarse un poco, alzando ahora su puño izquierdo y posteriormente haciéndolo chocar contra el de Gold. -Hmph… Con eso me conformo de momento. Yo nunca he sido de las que escapan de los retos cuando estos se presentan ante mí, y no empezaré con eso ahora. Tengamos la desventaja o no, yo digo que les demos una batalla que no olvidaran por el resto de sus vidas. ¡Enseñemosles de qué estamos hechos!-

El de New Bark asintió y después, por reflejo, volvió a ajustar su gorra de la suerte mientras miraba fijamente a los pokémon de Sophie y Bugsy. -¡Scizor, empecemos con Aerial Ace (Golpe Aéreo) contra Heracross!- Exclamó finalmente Gold, levantando su brazo izquierdo y apuntando su dedo índice en dirección a Sophie y Heracross.

Sin titubear en lo más mínimo ante la orden de su entrenador, Scizor hace el primer movimiento del encuentro al disponerse a correr a toda velocidad en dirección a Heracross, pokémon que yacía parado con una clara pose defensiva a poco metros de su entrenadora y a la derecha de Volcarona, cruzando por delante de su metálico cuerpo sus afiladas pinzas, causando que estas a su vez empezaran a brillar ligeramente.

Cómo respuesta, varios sectores del público comienzan a aplaudir y a silbar en apoyo al prodigioso entrenador de New Bark. Sin embargo, Sophie, con la tranquilidad y despreocupación misma de un Slowbro, se limitó únicamente a ajustar sus anteojos y permaneció en silencio, simplemente admirando con una indiferente y enervante sonrisa cómo Scizor corría en dirección a su pokémon con toda la intención de acabar con él en un solo ataque.

-¿Con qué prefieres empezar el combate con un ataque directo y frontal?- Pregunta retóricamente un asombrado Bugsy en voz alta al fruncir su ceño. -Hehe, no esperaba menos de ti, Gold.-

Acto seguido, el líder del gimnasio de ciudad Azalea transforma su anteriormente relajado semblante por uno mucho más estoico, intercambiado después una fugaz mirada repleta de seguridad con su pokémon, quien ahora se dispuso a batir sus imponentes alas, provocando nuevamente que la temperatura en todo alrededor del campo de batalla incrementará aún más de golpe, además de, muy para el asombro de todos los presentes, imposibilitar que Scizor pudiera continuar acercándose para atacar debido a la abrasadora rafaga de viento al causar que este retrocediera hasta que estuviera otra vez a escasos metros de Gold, Zuki y Pinsir.

Posterior a esto, el público se dividió en dos grandes facciones. Los primeros de estos se quedaron casi en estado de shock y asombro ante la insultante facilidad de cómo Volcarona repelió el ataque de Scizor, mientras que los demás vuelven a aplaudir en celebración a lo acontecido.

Nerviosismo, emoción y perplejidad. Gold experimentó estos y muchos otros sentimientos, en igual medida, recorrer cada centímetro de su cuerpo, culminando después al dibujarse una recatada sonrisa sobre sus labios, misma que no pasó desapercibida por su consternada prima, sumado también al hecho de que su corazón volvió a incrementar la potencia y ritmo de sus latidos.

-Tch… Nada mal. En verdad que eso no estuvo para nada mal. Supongo que fue demasiado optimista de mi parte el creer que una estrategia tan directa podría cambiar las cosas a nuestro favor de buenas a primeras. Pero, de todas formas, era justo y necesario que lo intentara para probar de primera mano a qué nos enfrentamos.- Comentó Gold para sí mismo de manera más animada, tragando pesadamente algo de saliva al notar cómo todo el recubrimiento metálico del cuerpo de Scizor desprendía humo. -De igual forma, ese tipo de maniobras es extremadamente difícil de conseguir así por así. No cualquier entrenador es capaz de hacer que su pokémon, con una sola mirada, contraataque por su propia cuenta al mezclar un movimiento ofensivo y defensivo al mismo tiempo. Hmph, definitivamente qué Bugsy no perdió el tiempo y logró entrenar adecuadamente a su Volcarona, muy a pesar de que él mismo confesó que no tenía mucho tiempo de haberlo atrapado.-

-¿Alguna otra brillante idea, Gold?- Preguntó Zuki con una mezcla entre nerviosismo y preocupación. -¿Ahora qué hacemos? Aún estamos a tiempo de reformular nuestro plan de ataque en caso de ser necesario, y hasta quizás podríamos-...

Pero Gold no respondió e ignoró por completo lo que intentaba decir su prima. Fue en ese momento donde el de New Bark cierra momentáneamente sus ojos para intentar controlar sus emociones e ímpetu en general, visualizando dentro de su agitada mente a todos sus seres queridos y también lo que deseaba conseguir a futuro. Ahora, sus sentimientos estaban a flor de piel y su corazón seguía latiendo con más intensidad hasta incluso hacer que el interior de sus orejas retumbara con este sonido.

Transcurrido otro pequeñísimo lapso de tiempo, Gold vuelve a abrir sus ojos a la par que el brazalete colocado sobre su muñeca derecha, incluyendo la Scizorita incrustada en una de las ranuras de esté, empiezan ambos a brillar con una intensa luz de color arcoiris con el poder suficiente cómo para iluminar todo alrededor del campo de batalla.

En esté mismo sentido, Scizor, quien aún desprendia un poco de humo de su cuerpo debido al contraataque de Volcarona, también comienza a emitir dicho brillo de color arcoiris por todo alrededor suyo, culminando poco despues en qué esté cambiara su aspecto fisico. Ahora, las pinzas de Scizor eran más alargadas que antes, y el recubrimiento metálico de su cuerpo parecía ser algo más ligero, pero sin dar la impresión de ser menos resistente o vulnerable.

Sophie, en réplica, aprieta brevemente sus finos labios antes de mirar de arriba a abajo al pokémon de Gold con inseguridad, dando al mismo tiempo la impresión de que la chica no contaba con que esto sucediera, y después se dispone a intercambiar miradas con su compañero y jefe.

-Descuida, Sophie.- Advierte Bugsy en un tono más optimista al notar la preocupada expresión de su asistente. -El hecho de que ese Scizor pueda megaevolucionar no cambiará del todo mis cálculos o la estrategia que ya tengo en mente para este combate. Además, nosotros tenemos las de ganar al poseer la ventaja de tipo. Solo mantente firme y alerta, y te prometo que saldremos con la victoria.-

La esbelta chica tímidamente asiente casi de manera automática. -Supongo que tienes razón.- Manifestó Sophie al momento de exhalar un poco de aire con desdén. -No por nada tu eres el entrenador experto en pokémon del tipo bicho. Tengo mi entera confianza puesta en ti.-

Mientras Bugsy y Sophie intercambiaron breves palabras entre ellos, ahora era el turno para que Zuki fulminara a su primo con una mirada repleta de inquietud. -¿N-No se supone que no sabías si podías hacer megaevolucionar a tu Scizor?- Pregunta retóricamente la menor de las chicas kimono, apoyando sus manos a ambos lados de su cintura. -Por un maldito segundo me hiciste pasar el susto de mi vida. Incluso llegué a creer qué te estabas riendiendo cuando cerraste tus ojos.-

-L-Lo lamento mucho. Pero, en mi defensa, yo estoy igual o incluso más sorprendido que tú.- Indicó Gold con visible vergüenza en su ahora sonrojado y sudoroso rostro. -De momento olvidemos todo eso. Más tarde si quieres discutimos sobre lo ocurrido, pero aquí es dónde realmente empezará el verdadero combate. Ahora es todo o nada.-