Parque Nacional. Región de Johto. 1:15 P.M


Frente a lo acontecido escasos segundos atrás, la mayor parte del público presente, localizado en las graderías a ambos costados del campo de batalla, quedó perplejo al presenciar en vivo y a todo color cómo inesperadamente el Scizor de Gold había logrado Mega evolucionar frente a sus narices.

El de New Bark, por su parte, vuelve a ajustar su tan preciada gorra de la suerte encima de su cabeza, pero no sin antes colocar sus goggles especiales enfrente de sus ojos. -Sabes, antes de continuar, espero seas muy consciente de qué esto no cambia mucho las cosas, Zuki. Aún estamos en clara desventaja y, por más simple qué pueda parecer, sugiero qué de momento nos mantengamos con nuestro plan anterior, ¿de acuerdo?- Indicó Gold con firmeza, mirando efímeramente de reojo a su prima. -El hecho de qué Scizor lograra Mega Evolucionar me alivia, y mucho, pero esto no nos asegura nada. Aún sigue siendo de suma importancia qué eliminemos a Heracross cuánto antes, sí realmente queremos tener un chance de ganar esté combate. Nuestra reputación, y también una medalla de gimnasio más para ti, dependen de esto.-

Zuki exhalo con pesadez y después asintió de muy mala gana. -Sí, sí. Eso lo tengo bastante claro. No te preocupes tanto por mi, primito.- Replicó la menor de las chicas kimono en un tono algo apático. -Tu solo intenta distraerlos y yo me encargo de eliminar a Heracross.-

Una nerviosa sonrisa se coló en el rostro de Gold, misma qué rápidamente fue opacada cuando el vuelve a enfocar su completa atención sobre los pokémon de sus contrincantes. -!Scizor, vuelve a intentar atacar con Aerial Ace (Golpe Aéreo) al Heracross de Sophie!-

Sin dudarlo, el metálico pokémon de Gold no sólo cruza delante de su cuerpo sus pinzas al formar con ellas una especie de equis, posterior a dar un pequeño salto, sino qué también se empieza a desplazar en dirección a los pokémon de Bugsy y Sophie al ahora utilizar las alas de su espalda para propulsar su cuerpo cómo sí éste fuese una especie de bala de cañón.

Bugsy, al ver esto, decide volver a intercambiar miradas con su compañera, misma quien ahora endurece su semblante antes de asentir con entusiasmo. -¡Heracross, detén el ataque de Scizor con tu cuerno y después contraataca!-

En el acto, y frente a los cientos de espectadores qué observaban atentos el combate, el pokémon de Sophie rápidamente se coloca delante de Volcarona antes de interceptar, sin ningún tipo de inconvenientes, el ataque de Scizor, acción qué a su vez generó qué Heracross contraatacara violentamente al utilizar su cuerno para empujar y posteriormente arrojar al pokémon de Gold a su posición inicial al otro lado del campo de batalla.

Gold quedó estupefacto ante lo sucedido, al igual qué la gran mayoría de los espectadores, mientras qué Zuki permaneció con una agria expresión en su sonrojado rostro. -¿P-Pero cómo es posible algo cómo esto?- Se pregunta Gold en voz alta y con cara de pocos amigos. -E-Esto no tiene sentido. Heracross no debería de ser capaz de aguantar o repeler un ataque de esté tipo. Esperen un minuto… A menos qué-...

-A menos qué su habilidad especial sea Guts (Agallas). Solo de ese modo es qué Heracross podría hacer lo qué hizo ante la diferencia tan abismal qué existe en sus niveles de combate.- Adujo la de Ecruteak con más calma y sin perder del todo su compostura ante lo sucedido. -Esa es la única explicación lógica qué se me ocurre para qué un pokémon recién capturado sea capaz de repeler tan fácilmente el ataque de otro megaevolucionado cómo Scizor.-

El de New Bark tragó pesadamente algo de saliva al dejar transcurrir otra serie de cortos segundos los cuales utilizó para analizar mentalmente toda la situación, además de volver a mirar a los cuatros pokémon qué yacían en el campo de batalla con mucho más detenimiento.

-Tch, ya veo… Con qué de eso se trataba. Pero, pensándolo mejor, todo esto era bastante obvio.- Comenta Gold para sí mismo con clara molestia, observando también los ennegrecidos y quemados sectores por todo alrededor del campo en dónde permanecían Volcarona y Heracross. -¿Cómo demonios no pude notarlo? Ughh… Estaba tan preocupado por tantas otras cosas qué inconscientemente opté por ignorar la situación frente a mi cara. Esté error pudo habernos costado todo el combate de no haberlo notado ya mismo, pero aún estoy a tiempo de hacer las cosas bien.-

-Sabes, sí tuviera qué adivinar, diría qué Volcarona ayudó a activar la habilidad especial de Heracross al momento de realizar su primer contraataque cuando aleteo aire caliente para hacer retroceder a Scizor.- Teorizó Zuki al apretar sus puños. -En ese preciso instante, el intenso fogaje de estar tan cerca de Volcarona debió de activar dicha habilidad en Heracross.- Aquí un largo suspiro fue propiciado por Zuki, antes de qué esta limpiará, con el reverso de su mano derecha, un par de gotas de sudor localizadas ahora en su frente. -Hmph… Odio mucho tener qué admitirlo, pero creo qué caímos redondos ante ellos. Todo esto debió de ser parte de su plan desde un principio. Esto me parece demasiado deliberado cómo para ser casualidad. Esté tipo de estrategia no surge así de la nada.-

-Sí, ese parece ser el caso.- Advirtió ahora Gold, milésimas de segundo antes de fruncir su ceño. -Pero me temo qué eso solo cubre la mitad de su estrategia.-

-¿H-huuuuh? ¿C-Como que sólo cubre la mitad de su estrategia?- Cuestiona una más nerviosa Zuki en un desesperado tono de voz, mirando ahora directamente al rostro de su primo. -¿A qué te refieres con eso? ¿Acaso pase por alto alguna otra cosa?-

Gold, utilizando el dedo índice de su mano izquierda, señala en dirección a Scizor y Pinsir, quienes aparentaban tener ahora diminutas quemaduras en todo alrededor de su cuerpo, pero más específicamente en sus extremidades.

-Su estrategia creo qué es en base a hacernos perder todo el tiempo qué sea posible para después rematar cuando cuando ninguno de nuestros pokémon sea capaz de hacer algo al respecto.- Denuncia Gold de manera tajante y fría. -En otras palabras, esta es una batalla contra el tiempo. Y mientras más demoremos en esté combate, más difícil será para nosotros lograr la victoria debido al desgaste físico en nuestros pokémon qué produce el fogaje qué desprende Volcarona con su sola presencia.-

-Hehe, por la expresión de sus rostros, asumo qué ya debieron de darse cuenta de lo qué sucede, ¿o no es así?- Manifestó Bugsy, instantes después y de manera tajante, en un claro y desafiante tono qué perfectamente demostraba lo confiado qué estaba. -Quizás, en otro tipo de situaciones, me sentiría un poco más nervioso, pero aquí solo es cuestión de tiempo para que la victoria sea nuestra. Aunque, de igual forma, los invito a qué intenten hacer algo al respecto sí es qué pueden. Especialmente tu, Gold del fuego azul. O mejor dicho, Gold Ethan Tsubasa, hijo del campeón sin corona de Johto y Kanto, Enishi Tsubasa, y quien heredó su Scizor.-

El de New Bark se limitó solamente a apretar sus labios, claramente molesto, frustrado y herido, mientras qué intentaba mantener su ímpetu a raya debido al envenado comentario de Bugsy. En esté mismo sentido, Zuki no pudo evitar notar la latente molestia ahora plasmada en todo el rostro de su primo. No obstante, Gold muy en su interior sabía qué el líder de gimnasio de Azalea tenía todos los motivos para estar así de confiado. Su estrategia junto con Sophie era impecable, y dentro de sus muchos cálculos mentales nada de esto estaba ni cerca de suceder. Sus opciones, en cuanto a toda la batalla, eran sumamente escasas. Más, por alguna extraña razón qué no podía descifrar, Gold encontró una diminuta luz al final del túnel entre tanta frustración embotellada dentro de su cuerpo. Las palabras de Bugsy, más qué llegar a ofenderle, terminaron inadvertidamente por ayudarle a confeccionar una estrategia extremadamente riesgosa y poco ortodoxa, pero qué a su vez podría funcionar para inclinar la balanza a su favor en caso de tener éxito.

-OK… Un ligero cambió de planes, Zuki.- Informó el de New Bark en voz baja para con su prima. -Sí Bugsy desea jugar así con fuego sin ningún tipo de cuidado, entonces le enseñaré por las malas qué se puede quemar. Aquí y ahora tengo toda la intención de demostrarles a todos de qué estoy hecho.-

Zuki respondió al alzar ligeramente una de sus cejas. -¿Hu-Huh? ¿Q-Qué quieres decir con eso?- Cuestionó la de Ecruteak, colocando al mismo tiempo una confusa expresión. -N-No lo entien-...

-Lo qué quiero decir es qué a mi señal le ordenes a Pinsir utilizar Dig (Excavar) para qué se meta bajo tierra y permanezca allí escondido hasta cuando sea el momento ideal para atacar.- Declaró Gold sin titubear. -Pero descuida, yo me encargaré del resto y haré qué ellos reaccionen. Tu solo has lo qué te digo y te prometo qué esta batalla será nuestra, pero tienes qué ser paciente. Pase lo qué pase, necesito qué sigas esto al pie de la letra, ¿vale?-

-Woaa… U-Un momento. Entiendo lo de ser paciente y todo eso, ¿pero estás seguro de qué quieres qué Pinsir utilice Dig (Excavar)?-

-Total y completamente seguro.- Reafirma el joven entrenador de New Bark. -De esto depende nuestra victoria.-

Zuki volvió a titubear frente a Gold, dando cómo resultado que la de Ecruteak soltara otro largo y exagerado suspiro. -Ok, ok. Haré lo qué me pides.- Concedió finalmente Zuki de mala gana al cruzarse de brazos momentáneamente. -¿Pero qué demonios te traes entre manos exactamente cómo para decir algo cómo eso? Literalmente, hace un par de minutos atrás, dijiste qué no estabas seguro de nuestra victoria, y ahora de la nada sales con esto y-...

-Lo siento, pero no tenemos más tiempo qué perder.- Puntualizó enérgicamente Gold. apretando ahora sus puños. -Cada segundo cuenta en esta batalla. Por ahora solo necesito qué confíes en mí, ¿está bien? Tienes mi palabra cómo entrenador de qué esto va a funcionar. Cuando llegue el momento, y veas la pequeña ventana de oportunidad qué te brindaré, confío en qué notarás a lo qué me refiero. Tú eres una de las mejores entrenadoras qué conozco y sé qué sabrás qué hacer a pesar de no tener qué decírtelo expresamente.-

Preguntas iban y venían al generarse dentro del congestionado subconsciente de Zuki, pero esta rápidamente asintió para con su ahora motivado primo. -Ok, de acuerdo. Haré lo qué me pides sin preguntar, pero en verdad espero qué sepas lo qué haces ya qué obviamente los pokémon de Bugsy y Sophie son capaces de utilizar sus alas para escapar volando ante un ataque subterráneo. Y te quiero recordar también qué tu mismo dijiste qué nuestra reputación, sumado a una medalla más de gimnasio para mí, están en juego. Por favor, no me defraudes, ¿está bien?… -

Gold terminó por guiñar coquetamente uno de sus ojos en dirección a su prima cómo respuesta, exhalando después un poco de aire mientras secaba el sudor de su frente al volver a mirar a Bugsy y Sophie con el estilo de un mortífero depredador. -¡Scizor, acaba con Heracross utilizando nuevamente Aerial Ace (Golpe Aéreo)!-

Al instante de escuchar la orden de Gold, Sophie no puede evitar recorrer de arriba a abajo al de New Bark con clara confusión en su rostro. -¿Pero es que acaso él ha perdido la cabeza o algo por el estilo?- Preguntó retóricamente la chica de castaña cabellera a su compañero. -¿Por qué él está intentando utilizar el mismo ataque cuando ya falló dos veces seguidas? Esto no tiene sentido alguno.-

-Hmph… Quien sabe. Pero será mejor qué yo me encargue del contraataque en esta ocasión. Gold no es para nada tonto y prefiero evitar sorpresas innecesarias cuando ya perdi una vez contra el. Todo esto me da la impresión de qué el se trae algo entre manos.- Declaró el joven líder de gimnasio de manera firme y comedida. -¡Volcarona, utiliza otra vez Whirlwind (Torbellino)! ¡Necesito qué detengas nuevamente la arremetida de Scizor con el fogaje de tu aletear!-

Scizor, muy a pesar de las pequeñas quemaduras en todo alrededor de su exoesqueleto de metal, fácilmente volvió a utilizar sus alas para impulsarse directamente contra el pokémon de Sophie, cruzando nuevamente sus intimidantes pinzas por delante de su cuerpo. Por otro lado, y en contraposición de su pokemon, Gold no pudo evitar volver a sonreír después de escuchar la orden dada por Bugsy, resultando luego en que el de New Bark asintiera automáticamente en dirección a su prima, quien, a su vez, y notando esto, se estremeció en primera instancia antes de tragar saliva al darle la orden a su pokémon de hacer lo qué su primo dijo. -¡Pinsir, ve bajo tierra y utiliza Dig (Excavar)!-

Al mismo tiempo en qué Scizor empezaba a dirigirse a toda velocidad en dirección a sus oponentes, y a la par en qué Volcarona se disponía a aletear aún más aire caliente, el recién capturado pokémon de Zuki, utilizando en conjunto sus patas delanteras y afilados cuernos, excava velozmente tierra bajo sus pies hasta perderse de vista de todos los presentes.

-¿H-Huh…? ¿Ahora quieren intentar algún tipo de ataque en conjunto?- Vuelve a preguntar retóricamente la joven asistente del líder de gimnasio con nerviosismo, notando también con molestia cómo Pinsir se iba adentrando aún más bajo tierra. -¿Qué sugieres hacer ahora?-

-Hmm… Ordena a Heracross qué retroceda por el momento en caso de qué Pinsir intente atacar por nuestra retaguardia. Lo más probable es que quieran romper nuestra línea de defensa o algo por el estilo.- Decretó automáticamente Bugsy, está vez de manera áspera y seria. -Pero, no tienes de qué preocuparte ya que todos sus esfuerzos serán en vano. Ahora llegó el momento de utilizar otro tipo de ataque para detener en seco a Scizor de una vez y por todas. Una vez qué eso ocurra, la batalla contra Pinsir será pan comido cuando esté quede solo.-

Sophie asintió lentamente, ordenando después a su pokémon a qué retrocediera tal cómo había dicho Bugsy. -¡Volcarona, utiliza mejor FlameThrower (Lanzallamas) a toda potencia para interceptar a Scizor!-

Sin perder siquiera un sola milésima de segundo, Volcarona pasó de intentar aletear aire caliente a escupir una gigantesca e infernal llamarada en la dirección general de Scizor, Pokémon quien aún mantenía firmemente su curso al volar al ras del suelo con toda la intención de atacar a Heracross. Sin embargo, dicha situación no solo provocó el completo silencio de todo el público presente en las graderías, sino qué también la temperatura en todo el lugar volvió repentinamente a subir un par de grados más.

-¡Es ahora o nunca, Scizor!- Exclamó Gold con fervor y aún más energía qué antes, volviendo a ajustar sus goggles especiales frente a sus ojos. -¡Utiliza Sword Dance (Danza de Espadas) en su versión tres punto cero!-

-¿S-Sword Dance (Danza de Espadas) en su versión tres punto cero?- Repitió Bugsy ahora al mezclar en su propio rostro miedo, nerviosismo y desasosiego. -¿P-Pero qué demonios es eso? E-Espera… ¿Acaso tu-...?-

Scizor, en medio de su vuelo, al aún tener sus pinzas delante de su cuerpo, y mostrando la misma destreza, técnica y velocidad qué la de un patinador artístico, rápidamente empieza a girar sobre su propio eje en un principio, formando por todo su alrededor una violenta corriente de aire vertical al estilo de un pequeño torbellino de color escarlata, pero a su vez manteniendo sin problemas su propio impulso horizontal al seguir su curso.

Sin reparos, el público estaba ahora figurativamente al borde de sus respectivos asientos y la tensión en todo el lugar se podía percibir en el aire, aunado a qué el olor de pasto quemado terminó por propagarse por todas las inmediaciones del campo. Cuando, de repente, y poco antes de chocar contra la llamarada al estar a menos de medio metro de distancia, Scizor estira su cuerpo en el aire, aún en pleno vuelo, hasta formar con éste un ángulo de ciento ochenta grados en paralelo con el suelo, causando inmediatamente a su vez que la trompa superior del torbellino qué lo rodeaba estuviese ahora por delante de él.

En lo sucesivo para el asombro colectivo de todos, incluida una muy anonadada Zuki al tampoco poder creer lo qué estaba pasando, la trompa superior del torbellino, ahora frente a Scizor, absorbe la llamarada en su totalidad, posteriormente devolviendo dicho ataque en el acto, con al menos el doble de intensidad y velocidad, en dirección a un impotente Volcarona, quien, ante lo sucedido, fue incapaz de reaccionar a tiempo para esquivar, por lo qué esté término inconsciente sobre el ennegrecido pasto a sus pies después del fulminante impacto del qué había sido su ataque hace escasos instantes atrás.

Fue en ese momento dónde una gran parte del público estalló en aplausos y silbidos de apoyo al presenciar lo ocurrido. Ahora, sumado a lo anterior, Scizor termina por perder tanto su mega evolución, cómo también la corriente de viento qué rodeaba su cuerpo, milésimas de segundo después de qué Volcarona cayera derrotado. Pero, a pesar de todo esto, el pokémon de Gold continuó con su curso de ataque, cómo sí nada hubiese sucedido, al seguir volando al ras del suelo en dirección al Heracross de Sophie sin dilación alguna.

-¡M-Maldición! Heracross, impúlsate al aire con tus alas y después con tu cuerno quiero que-...

¡Pinsir, toma por las patas a Heracross!- Ordenó ahora Zuki. -¡Llegó finalmente tu turno de actuar!-

Entre tanto, súbitamente el suelo desde debajo de Heracross empieza a agrietarse hasta qué de repente el pokémon de Zuki, utilizando sus extremidades superiores, sale parcialmente de debajo de la tierra al toma de las patas a su oponente, inmovilizando a esté el suficiente tiempo cómo para qué Scizor llegue y lo derrote de un certero y único golpe con sus garras al ser Heracross incapaz de contraatacar o defenderse.

-¡L-Los ganadores de esté concurso de captura pokémon de tipo bicho son Gold Tsubasa y Zuki Masamune!- Exclamó con emoción el maestro de ceremonias al volver a salir a la tarima de cemento, unos segundos después, esta vez junto con los demás organizadores del evento. Todo esto, mientras que Bugsy y Sophie regresaban en silencio a sus pokémon a sus respectivas pokebolas al otro lado del campo de batalla.

El público, automáticamente después del regreso del maestro de ceremonias a escena, vuelve a estallar en aún más aplausos, silbidos y animados cánticos en apoyo a ambos equipos. Zuki, a su vez, decide también regresar a su Pinsir, pero en todo su sonrojado rostro se podía notar a simple vista la enorme sorpresa qué presentó el éxito de la poco ortodoxa y riesgosa estrategia de su primo.

-¡E-Eso fue increíble, Gold!- Exclamó Zuki con extrema emoción y alegría, acercándose aún más a dónde yacía parado su primo para luego darle un fuerte abrazo como sí su vida misma dependiera de ello. -Definitivamente qué estás lleno de toda clase de sorpresas. O sea, ya antes había visto a Scizor utilizar Sword Dance (Danza de Espadas) para repeler y reflejar ataques, pero jamás en mi vida había visto algo cómo lo qué sucedió hoy.-

Gold prefirió no responder con palabras ante el inesperado gesto de afecto por parte de su exultante prima. Aquí, él solo se limitó a exhalar silenciosamente, cerrando sus ojos por un par de segundos, para entonces devolver el abrazo al colocar también una tenue pero satisfecha sonrisa, hasta el momento en que Scizor decidió acercarse al dúo.

-Muy buen trabajo, compañero. -Expreso Gold con firmeza y felicidad, inmediatamente después de qué Zuki dejase de abrazarlo, frente al qué fue el pokémon insignia de su padre. -Muchas gracias a ambos por confiar y seguir al pie de la letra mis órdenes.-

El metálico pokémon asintió de manera tranquila y hasta despreocupada, también sonriendo con evidente satisfacción, cuando instantes después terminan por acercarse tanto Bugsy cómo Sophie.

-Esa fue una magnífica batalla digna de una final para un evento tan único cómo este.- Indica reacio el joven líder del gimnasio de Azalea, mirando directamente a Gold, Zuki y a Scizor al estar ahora frente a ellos. -Los felicito por su espléndido trabajo.-

-M-Muchas gracias.- Replicó Gold, inclinando al mismo tiempo su cabeza en obvia señal de respeto. -Pero su trabajo en equipo fue muchísimo mejor qué el nuestro. Siendo completamente sinceros, nosotros solo tuvimos suerte. De no ser porque Scizor mega evolucionó, el resultado de esté combate hubiese sido muy diferente.-

-Hmph, quizás ese pudo ser el caso, pero creo qué eso da igual ahora. Lo importante aquí es qué ustedes salieron con la victoria.- Destacó Sophie al guiñar uno de sus ojos en dirección a Gold y Zuki, más no sin antes ajustar sus anteojos. -Aunque no tengo quejas por perder de esté modo. Ustedes dos, ya sea por suerte o no, hicieron lo propio para ganar, y estoy segura de qué todos los espectadores aquí presentes estarán más qué satisfechos con lo qué vieron.-

Zuki asintió animadamente ante lo expresado por Sophie, dándole al mismo tiempo un par de palmadas en la espalda a su primo. Bugsy, por su parte, aclaró su garganta y después le hizo formal entrega de una de las medallas de su gimnasio a la de Ecruteak.

-Un trato es un trato.- Aseguró Bugsy posterior a la entrega de su medalla, enfocando ahora su completa atención sobre el de New Bark. -Pero ahora tengo una importante pregunta para ti, Gold.-

De manera automática frente a la interrogante de Bugsy, las miradas de Zuki y Sophie también se clavaron sobre Gold con muchísimo interés, mientras qué esté regresaba a su Scizor a su pokebola. -Asumo qué quieres saber sobre la estrategia qué utilice para el combate.- Dedujo Gold sin titubear, retirando luego sus goggles especiales de enfrente de sus ojos al volver a ponerlos sobre su gorra de la suerte. -¿O acaso me equivoco?-

Bugsy asintió en el acto. -Así es. La manera en cómo Scizor utilizó Sword Dance (Danza Espadas) fue cómo cuando-...

-La estrategia obviamente estaba basada en la manera en cómo tu Scyther pudo repeler los ataques de fuego de Quilava cuando batallamos por primera vez en tu gimnasio.- Admite Gold, con algo de vergüenza al interrumpir a Bugsy, rascando luego una de sus mejillas. -Aunque no lo creas, esa batalla marcó un antes y un después para mi en lo qué a estrategia se refiere, y lo qué vi me inspiró lo suficiente cómo para imitar a futuro la manera en la qué utilizaste Sword Dance (Danza Espadas). Sólo qué obviamente lo hice más a mi estilo para adaptarlo a diferentes tipos de situaciones al momento de practicar. La versión uno punto cero es la qué utilizaste en nuestro primer encuentro. El dos punto cero implica revertir el ataque sin moverse de su posición, cosa qué hice cuando me tocó batallar contra Chuck y Jasmine por sus medallas de gimnasio. Estas dos versiones las practique en secreto poco después de recibir a Scizor, mientras qué la versión tres punto cero es la qué acaban de ver, y fue diseñada durante mi entrenamiento para el torneo de la Battle Frontier.-

Sophie, Bugsy y Zuki terminaron por intercambiar rápidamente miradas los unos con los otros, simultáneamente Gold volvía a ajustar su preciada gorra de la suerte. Luego de esto, los cuatro entrenadores, más los otros cuatro qué llegaron a las semifinales, pasan a la tarima de cemento para la formal entrega de los premios, los cuales consisten en un trofeo dorado con la forma de un Butterfree para el primer lugar, mismo qué permanecerá guardado dentro de una vitrina en las instalaciones del parque para la posteridad junto a una foto de los ganadores, además de efectivo y también una única mega piedra a la elección para cada uno de los dúos.


Parte Suroeste de Ciudad Goldenrod. Región de Johto. 4:39 P.M


Poco después de la entrega formal de premios y la ceremonia de clausura del concurso de pokémon de tipo bicho por el septuagésimo quinto aniversario de fundación del Parque Nacional, Gold y Zuki, luego de tratar las respectivas heridas de sus pokémon, se retiran inmediatamente del lugar al tomar un autobús, pero no sin antes despedirse de Bugsy y Sophie, para entonces ponerse en marcha, por sugerencia expresa de la chica kimono, en dirección a un popular centro comercial al aire libre, mismo que estaba localizado casi al extremo sureste de Goldenrod y a un par de kilómetros de los suburbios en dónde se encontraba la guardería de los abuelos de Crystal.

Habiendo dejado atrás el Parque nacional, el dúo, tras un tranquilo trayecto de entre cuarenta a cincuenta aburridos minutos en dónde Zuki aprovecho para dormir la mayor parte del camino, y muy para la sorpresa y asombro de Gold, se percatan al llegar de lleno a su lugar de destino qué esté no estaba tan repleto de personas o pokémon cómo ambos esperaban.

A simple vista, Gold pudo rápidamente contar al menos unas ochenta o noventa personas, omitiendo pokémon acompañantes, en las inmediaciones de la ancha, larga y vistosa calle peatonal repleta de diversos reconocidos comercios y restaurantes a ambos lados, y que funcionaba cómo una especie de mini centro comercial al aire libre el cual contaba con varios bancas de cemento, faros qué ayudaban a la iluminación y uno qué otro árbol. Sin embargo, Zuki, sin vacilar en lo más mínimo, toma de la mano a su primo aprovechando su asombro, poco después de arribar, y lo guía rápidamente a una cafetería cercana a la entrada de dicho lugar antes de que esté pudiera comentar o sugerir algo más al respecto.

Una vez dentro del no tan concurrido establecimiento ocupado principalmente por quienes aparentaban ser oficinistas de mediana edad y ociosos adolescentes, Gold y Zuki se dirigen y toman asiento en una mesa de madera para dos cerca de la esquina izquierda en la planta baja, lugar relativamente aislado del resto del local, junto a una pared decorada con varios detallados cuadros de óleo con paisajes icónicos de todo alrededor de Johto cómo el Lago Rage, La Torre de Radio, La Torre Quemada o el Faro de Olivine.

En esté mismo sentido, ambos entrenadores se dedicaron, por breves instantes, a deleitarse con el tan característico aroma del café qué impregnaba cada centímetro del lugar, además de apreciar la delicada música instrumental qué sonaba por todo alrededor de la cafetería, creando a su vez una palpable atmósfera de tranquilidad y relajación.

-Vaya dia que pasamos, ¿no lo crees, primito?- Preguntó Zuki en un tono algo condescendiente, después de tomar asiento frente a Gold, al entonces apoyar sus codos contra la mesa. -Aunque lo que más me sorprende de hoy no es que ganamos ese combate contra Bugsy y Sophie, sino que más bien aceptaras de buenas a primeras mi propuesta de dar un paseo por este centro comercial. Yo te conozco y sé que no eres del tipo de persona que disfruta estas cosas así por así a menos qué no tengas más opciones.-

Gold forzó una sonrisa sobre su rostro, antes de exhalar con extrema pesadez. -¿Qué te puedo decir?- Comentó el de New Bark al encogerse de hombros con desgano. -Digamos que esto es lo menos que puedo hacer por ti en agradecimiento por "obligarme" a salir de la guardería en favor de ir al Parque Nacional. De no ser por ti, yo-...

-¡Muy buenas tardes a ambos!- Saludo amablemente una joven mesera, caucásica y pelirroja, vestida con un curioso uniforme con detalles en azul y celeste, parecido al de una especie de mucama de antaño, interrumpiendo de golpe la conversación con su voz chillona pero enérgica al momento en que esta se acercó a la mesa. -Mi nombre es Marie, y el día de hoy estaré a cargo de tomar sus órdenes. Ahora, ¿desean que les traiga el menú o ya saben qué es lo que desean pedir? Los especiales de hoy son-...

-De momento solo deseo una taza extra grande de Mocaccino.- Indicó Zuki al dirigir una cálida sonrisa sobre la recién llegada. -Mi primo y yo tuvimos un día ajetreado, por decirlo de alguna forma, y personalmente me apetece una bebida caliente.-

De manera casi automática, Marie, quien aparentaba a simple vista ser al menos tres o cuatro años mayor qué ambos, asintió ante lo dicho por Zuki, enfocando luego su mirada en dirección a Gold en espera de su orden. -Uhh… P-Pues yo quiero solo una malteada grande de choco-caramelo con café.- Manifestó el de New Bark con timidez.

Marie colocó al instante una apacible sonrisa sobre su pálido rostro y volvió a asentir con entusiasmo. -¡De acuerdo! En un par de minutos regresare con sus bebidas.- Aseveró la chica con tranquilidad, antes de darse media vuelta en dirección a la entrada del local para regresar a la llamativa barra de la cafetería, lugar en dónde se hacían y preparaban todas las bebidas, además de fungir también cómo área para realizar los pedidos para llevar de los clientes.

Posterior a la partida de la mesera, Gold vuelve a posar sus ojos sobre su caótica prima. -Me sorprende que, después del infierno que pasamos para vencer a Volcarona y Heracross, tengas ganas de una bebida caliente. O sea, sabía qué te gustaba mucho el café, pero no a esté extremo.-

Ahora fue el turno de Zuki para forzar una sonrisa. -Hehe, supongo qué puedes decir que soy algo masoquista.- Admitió asertivamente la chica kimono a manera de broma. -Pero no te preocupes tanto por mi elección de bebida. De momento tenemos otros temas por discutir, ¿no te parece? Creo qué tu muy bien debes de saber el motivo por el qué vinimos hasta acá en vez de regresar directamente a la guardería.-

Gold aquí volvió a exhalar sonoramente un poco más de aire. -D-De acuerdo, de acuerdo, ¿pero por dónde quieres que empecemos?- Preguntó Gold en un reacio tono, quitando a su vez su preciada gorra de la suerte de su cabeza, junto con sus goggles especiales, para ponerlos ambos cerca de la esquina de la mesa a su derecha. -Tu fuiste la que te comprometiste a ayudarme a resolver mis dudas, así que dejaré que tu elijas cómo empezar con esto. De momento soy un libro abierto y estoy a tu disposición.-

En respuesta, Zuki momentáneamente aprieta sus labios al también cruzarse de brazos. -Hmmm… ¿Qué te parece si primero conversamos un poco de lo que deseas hacer a futuro? Luego de eso podemos indagar un poco más sobre el resto de cosas qué tienes en mente.-

-¿H-Huh? ¿E-En serio quieres hablar primero sobre lo qué deseo hacer a futuro?-

-Así es.- Afirma velozmente la chica kimono, esta vez de manera mucho más tajante. -Sé que tu meta a corto plazo es conseguir las medallas que te faltan de Johto y Kanto antes de retar la liga pokémon del otro año, mientras qué tu meta a mediano o largo plazo es superar a tu padre y a Red. ¿Pero qué hay después de todo eso? Dime, Gold, independientemente de si ganes o no la liga pokémon, ¿qué sigue cuando ese evento acabe? ¿Qué hay para ti más allá de ese horizonte qué tú mismo te impusiste y cómo pretendes conseguir qué todos en ambas regiones acepten qué eres mejor qué ellos dos?-

La pregunta tomó muy por sorpresa a Gold, quien titubeo visiblemente al empezar a sentir cómo se le hacía un grueso nudo en la garganta hasta el punto de balbucear. Su mente, al mismo tiempo, se puso en blanco y ningún tipo de respuesta concreta le venía a la cabeza. -Uhh… P-Pues-...

-Escucha, te seré sincera.- Advirtió Zuki, notando rápidamente la dubitativa expresión en el rostro de su primo. -No esperaba ni tampoco espero aquí y ahora una respuesta de tu parte. Esa, en específico, fue una pregunta intencionalmente capciosa para abrirte de una vez los ojos a qué el futuro va mucho más allá de tus metas presentes. En otras palabras, aquello qué tanto deseas en un futuro cercano no será más qué el pavimento para aquello qué vas a querer lograr en un futuro lejano. Así funcionan las cosas y el tiempo no espera por nadie por más cruel qué esto pueda sonar.-

Gold lentamente asintió, no sin antes tomarse un par de segundos para procesar, analizar y tragar metafóricamente todo aquello qué Zuki terminó por expresar con ahínco. -O-Ok, supongo qué más o menos entiendo la idea de lo qué intentas decirme con todo eso.- Afirmó Gold al torcer ligeramente sus labios. -¿Pero entonces qué se supone debo de hacer en esté momento?-

-No se trata de qué se "supone" tienes, o no, qué hacer ahora, Gold.- Replica la chica kimono, nuevamente en tono asertivo, negando lentamente con su cabeza. -Por ahora quiero qué entiendas qué la clave de muchas cosas recae en qué definas lo qué quieres para después, independientemente de las circunstancias qué te rodean, y tampoco te limites a ti mismo con tus propias metas. Una vez puedas resolver qué deseas más allá de aquello qué quieres en el momento, entonces podrás tener una mejor perspectiva para resolver tu presente. Pero, y sí te sirve de alguna forma, puedes utilizarme a mí de ejemplo.-

-E-espera, espera… ¿Cómo qué te utilice a ti de ejemplo?- Preguntó Gold con extrañeza y mirando de arriba a abajo a su prima con curiosidad. -¿A qué te refieres exactamente con eso?-

-¿Acaso ya lo olvidaste? Yo soy la prueba viva de qué el futuro de cualquier persona puede cambiar cuando uno menos se lo espera. -Informó Zuki con seriedad, cambiando repentinamente el semblante de su rostro por uno más melancólico. -Morty tuvo una visión en dónde yo moría, pero aquí estoy aún frente a ti. Además de eso, y espero qué por favor no lo malinterpretes puesto qué amo a mi familia sin excepciones o condiciones, pero también estaba el hecho de qué nací siendo parte de la rama principal del clan Masamune. O sea, independientemente de todo lo qué yo quisiera hacer a futuro con mi vida, mi destino se suponía estaba ya escrito en piedra desde el día en qué nací, solo por ser hija de mi madre. Yo tenía, sí o sí, qué ser una chica kimono junto con mis hermanas, pero todo cambió gracias a ti, Gold. Yo siempre soñé con un futuro distinto en dónde pudiera tener la opción de elegir lo qué quisiera hacer y, sin siquiera notarlo en un principio, aquella dorada oportunidad se presentó cuando me venciste durante mi debut oficial cómo chica kimono.-

El de New Bark volvió a dudar visiblemente y ahora una infinidad de sentimientos entraron en violento conflicto dentro de su mente al punto de provocarle escalofríos por todo su cuerpo. Sin embargo, y antes de qué Gold pudiera expresar palabra alguna, Marie vuelve a interrumpir la conversación al regresar con las bebidas de ambos.

-Aquí tienen.- Expresó alegremente la pelirroja con otra sonrisa, colocando luego dichos refrescos sobre la mesa y frente a cada uno de ellos. -Una tasa extra grande de mocaccino y una malteada grande de choco-caramelo con café.-

-¡Muchas gracias!- Expresó enérgicamente Zuki, mientras qué Gold se limitó solo a asentir en agradecimiento ante la recatada mesera, provocando a su vez qué ésta se sonrojara notablemente.

-Uhh… -¿Les molestaria sí les hago una pregunta?- Cuestionó Marie con evidente nerviosismo, teniendo ahora el rostro completamente enrojecido y ruborizado. -Prometo no quitarles mucho de su tiempo para qué sigan conversando.-

Ahora, y prácticamente cómo por reacción, Gold y Zuki intercambiaron brevemente extrañadas miradas el uno con la otra. -E-En lo absoluto.- Replicó Gold de inmediato y con firmeza. -¿Qué es lo qué deseas preguntarnos?-

Otra deslumbrante sonrisa se colocó sobre los finos labios de Marie. -U-Ustedes son Gold Tsubasa y Zuki Masamune, ¿no es así?-

Nuevamente, Gold y Zuki intercambiaron fugaces miradas. -Pues sí. Efectivamente esos son nuestros nombres.- Replicó ahora Zuki al mirar fijamente a los ojos color marrón de la pelirroja. -¿Por qué la pregunta? ¿Acaso necesitas algo de nosotros?-

-Pues, la verdad es qué mi hermano pequeño es gran admirador de ambos desde qué vio por televisión sus batallas en el torneo de la Battle Frontier, y me gustaría pedirles, sí no fuera mucha molestia, sus respectivos autógrafos.- Terminó confesando Marie con notable vergüenza en su aún sonrojado rostro. -Cuando los vi entrar aquí tuve mis sospechas sobre sí eran ustedes o no, pero no es sino hasta ahora qué pude confirmarlo.-

Otra recatada sonrisa se volvió a posicionar en los labios de la joven chica kimono. -Sería un grandísimo honor para ambos darte un autógrafo cómo regalo para tu hermanito.- Aseveró Zuki, guiñando al instante uno de sus ojos en dirección a su primo. -¿Verdad qué sí, Gold?-

-Uhh… Pues me parece bastante bien. Coincido con mi prima.- Reafirma el de New Bark con un poco más de ánimo. -Solo danos algo en dónde escribir y el resto será pan comido.-

Sin dudarlo en lo más mínimo, Marie saca desde el bolsillo frontal del delantal de su uniforme un bolígrafo y también una pequeña libreta de apuntes de color azul, misma qué aparentemente utilizaba para anotar los pedidos más complicados de los clientes -El nombre de mi hermanito es Sun.- Informó la mesera al hacer entrega a Gold de dichos artículos. -El próximo lunes es su décimo primer cumpleaños, y ya entre mis padres y yo le tenemos preparados un par de regalos, pero creo qué sus autógrafos cómo un extra serían mucho más sorprendentes para el qué cualquiera otra cosa qué pudiera conseguirle.-

-Hehe, pues supongo qué en eso tienes razón.- Comentó Zuki con entusiasmo, posterior a qué Gold escribiera una breve dedicatoria firmada en una página en limpio del cuadernillo. -Sun tiene mucha suerte de tener una hermana tan atenta y amable cómo tu.-

Marie se sonrojo aún más en el acto, mientras ahora era el turno de Zuki para escribir una breve dedicatoria firmada. Pasados unos segundos, la joven chica kimono le devuelve su libreta y el bolígrafo a la pelirroja, quien termina por inclinar su cabeza al frente en señal de respeto y agradecimiento.

-Muchísimas gracias por aceptar mi petición tan repentina.- Expresó Marie, guardando nuevamente la libreta y el bolígrafo dentro del bolsillo de su delantal. -En verdad aprecio mucho qué se tomaran el tiempo de hacer algo cómo esto.-

-Descuida, el placer fue todo nuestro.- Agrega Gold en un amable tono, a la par qué Zuki asentía ante lo qué dijo su primo. -Solo espero qué a Sun le gusten sus regalos y la pase bien en su cumpleaños.-

Inmediatamente después, Marie hace una pequeña reverencia al inclinar ligeramente su cuerpo, antes de darse media vuelta y regresar a sus quehaceres del trabajo. Gold y Zuki, por su parte, intercambian por enésima vez efímeras miradas y después cada uno le da un tímido sorbo a sus respectivas bebidas.

-Aún me cuesta un poco de trabajo acostumbrarme al hecho de qué en cualquier momento o lugar un desconocido me reconozca y desee qué le de mi autógrafo.- Confesó ahora un algo perplejo Gold. -No me molesta en lo más mínimo hacerlo, pero es un sentimiento raro qué no puedo detallar con palabras.-

Ante esto, Zuki se toma otro par de segundos para degustar el fuerte aroma de su humeante taza de mocaccino. -Te entiendo perfectamente, pero no le des tanta importancia a esté tipo de situaciones.- Replicó impetuosamente la de Ecruteak, aclarando su garganta poco después. -Con el tiempo te irás acostumbrando. Yo, cómo chica kimono, era más o menos una especie de celebridad, no solo con los turistas que venían a ver a mis hermanas bailar, sino qué también con los otros residentes de Ecruteak. Al principio era un poco raro, lo admito, pero poco a poco terminé por acostumbrarme.-

Aquí se suscitó una prolongada pausa en la conversación, misma qué fácilmente se extendió por el espacio de treinta segundos ininterrumpidos en dónde ambos entrenadores permanecieron nuevamente en completo silencio, jugueteando cada quien con sus respectivas bebidas.

-Uhhh… ¿Te parece sí retomamos nuestra anterior tema de conversación con respecto a lo qué deseas a futuro?- propuso finalmente Zuki, rompiendo inesperadamente el incómodo silencio qué imperaba entre el par.

-Hmmm… No lo sé. Aunque ya entiendo más o menos tu intención y la idea detrás de todo esto.- Denuncia Gold al mirar de reojo su vieja gorra de la suerte y sus goggles especiales. -En conclusión, tengo qué definir, de alguna manera, qué quiero hacer después de cumplidas mis metas para entonces tener una mejor perspectiva de mi presente inmediato.-

Zuki entonces asintió con entusiasmo. -Me alegra qué al menos captes esté tipo de cosas así de rápido. Pero por ahora no te preocupes tanto por el futuro, ¿ok? Tu aún tienes mucho tiempo para pensar de mejor manera sobre ese tema y lo qué quieres hacer para después. Aunque de momento me conformo con hacerte ver qué existen cosas más allá de tus metas a las qué puedes eventualmente aspirar sí te lo propones.-

Cómo respuesta, Gold rascó ligeramente una de sus mejillas y volvió a permanecer en silencio por unos cuantos segundos. -Gracias por tus consejos, Zuki. En verdad agradezco qué te tomes el tiempo para hacerme ver otro tipo de perspectivas qué pasó por alto, ¿pero qué me puedes decir ahora de ti? Todo esto lo haces sonar cómo sí ya tuvieras planificado qué deseas hacer una vez culminemos con esté viaje.-

-Hehe, pues no estás del todo equivocado, primito.- Aseguro la chica kimono animadamente luego de darle otro tímido sorbo a su mocaccino. -En esté caso, mi meta a corto plazo es participar junto contigo y Kelly en la próxima liga pokémon, y ganar sí se presenta la oportunidad. Por otro lado, a mediano plazo me gustaría intentar ser miembro del alto mando de Johto y Kanto, o quizás líder de gimnasio o cerebro de alguna instalación de la Battle Frontier, mientras qué a muy largo plazo quiero ayudar a mis hermanas en todo lo qué pueda para reformar las normas qué rigen a nuestro clan. Mi deseo con todo esto no es solo ser un modelo a seguir para la próxima generación de chicas kimono, sino qué también quiero ayudar activamente a qué ellas sean capaces de elegir sus propios destinos.-

Gold nuevamente titubea ante las honestas palabras de su prima, y el semblante de su rostro bien demostraba la latente sorpresa qué recorría todo su ser. -O-Ohh… P-Pues, no me esperaba esté tipo de respuestas tan bien planteadas.- Confiesa tímidamente el de New Bark, frunciendo su ceño con desdén. -A decir verdad, me esperaba respuestas mucho más alocadas y acorde a tu personalidad tan, uhhh… especial. Pero, en todo caso, te brindaré mi apoyo en todo lo qué pueda para qué al menos cumplas tus metas de mediano y largo plazo. Solo que de antemano me disculpo por tu idea de ganar la liga pokémon ya qué seré yo quien se corone cómo campeón. De eso no tengas la menor de las dudas.-

Frente a las osadas declaraciones de su primo, Zuki no pudo evitar soltar una qué otra sarcástica carcajada, acción qué atrajo momentáneamente la mirada de más de un curioso en el establecimiento. -Heh, eso ya lo veremos, Gold del fuego azul.- Denuncia la chica kimono en su tan característico tono burlesco. -Solo no cantes victoria antes de qué suene la campana del primer asalto. Tu y yo sabemos lo qué te trajo ese exceso de confianza cuando te toco batallar contra Kelly en el torneo de la Battle Frontier.-

Gold, prácticamente por inercia, vuelve a forzar una sonrisa. -Sí, sí, por desgracia aún recuerdo lo sucedido cómo sí fuera ayer.- Advirtió el de New Bark al darle otro largo sorbo a su malteada, esta vez a la par en qué volvía a endurecer su semblante. -Pero, ya fuera de bromas, tengo una última pero importante pregunta para ti antes de qué pasemos a otro tema.-

-¿Una última pero importante pregunta para mi?- Repite la de Ecruteak con tanta extrañeza cómo curiosidad. -O-Ok… ¿De qué se trata? Te escucho.-

-Tu estas enamorada de Silver, ¿no es así?-

En el acto, Zuki terminó por parpadear repetidas veces en un corto lapso de tiempo, colocando también una pérdida y algo anonadada expresión en su ahora enrojecido rostro. -Y-Yo-... Uhhh… ¿Por qué demonios me preguntas algo cómo eso así tan de repente?- Cuestionó la de rosada cabellera con palpable pesadez visible aún más en el sumiso tono qué empleo de un momento a otro. -N-No entiendo por qué tu-...

-Así cómo tu dices conocerme, yo puedo más o menos decir lo mismo de ti, Zuki.- Declaro Gold al rápidamente interrumpir a su prima. -Pero tampoco quiero qué malinterpretes mis palabras ya que solo deseo saber en dónde exactamente entra Silver en tus planes a futuro.-

Pero no hubo inmediata respuesta por parte de la joven chica kimono, muy por el contrario de esto. La de Ecruteak se limitó a darle otro sorbo a su mocaccino mientras qué Gold la miraba de arriba a abajo con una mezcla entre curiosidad y cautela.

-Escucha, Zuki. Cómo dije antes, yo te conozco, y el hecho de qué no lo mencionaras a él me pareció raro, siendo un secreto a voces qué le tomaste mucho cariño durante el poco tiempo en el qué viajamos juntos de Ecruteak a Olivine. Sumado a todo, está también el hecho de qué te he visto llamarlo sin éxito a su Pokegear en más de una ocasión desde su partida. Es super obvio, incluso para alguien tan denso cómo yo cuando se tratan de estas cosas, qué él te gusta al menos un poco y qué te preocupa su bienestar.-

Un exagerado suspiro repleto de agonía fue propiciado por Zuki, mismo qué volvió a atraer un par de miradas de los demás clientes de la cafetería cercanos a dónde el dúo estaba sentado. -Ok… D-De acuerdo, tu ganas, Gold. Lo reconozco, ¿está bien?- Anuncia la de Ecruteak de muy mala gana pero en voz baja para evitar llamar aún más la atención. -Es exactamente cómo dijiste. Silver me preocupa tanto cómo me gusta, y todo comenzó en ese pequeño lapso qué tuvimos para convivir cuando íbamos en busca de Kelly. Durante ese tiempo me encariñe con él y, en cierta forma, me compadecí con su noble cruzada por rectificar el mal qué creó su padre. Sus motivaciones y su trágico pasado, por otra parte, me hicieron empezar a verlo de manera distinta, cuando en un principio solo me gustaba molestarlo para ver sus graciosas y exageradas reacciones. Pero, a medida qué conocí más y más de lo qué Silver quería lograr, sin quererlo desarrolle sentimientos hacia él y no me di cuenta de eso sino hasta cuando estuvimos en el crucero rumbo a las islas Sevii.-

A continuación, Gold procede a inclinar su cuerpo en dirección a la mesa hasta apoyar sus codos contra la misma, cruzando los dedos de su manos los unos contra los otros al luego apoyar su cabeza encima de sus pulgares. -Y-Ya veo… ¿Pero entonces qué es lo qué harás al respecto?- Cuestionó asertivamente Gold. -Silver, por más raro qué suene admitirlo, es actualmente uno de mis mejores amigos, pero tu eres y siempre serás parte de mi familia, y sí te preguntó al respecto es porque deseo ayudarte tal cómo tú has hecho conmigo.-

-Aprecio tu preocupación y todo lo demás, Gold. Pero no hace falta porque no haré nada de momento.- Destacó Zuki con desgano y sin titubear, nuevamente en voz baja. -Tu y yo sabemos lo qué va a ocurrir mañana. La policía internacional junto con el padre de Kelly y el tuyo se encargaran de una vez por todas del Equipo Rocket y, luego de qué eso ocurra, Silver será finalmente libre de su cruzada, más eso no nos asegura qué el desee regresar con nosotros cuando aún tiene qué velar por Lucía. De momento me gustaría dejar qué las cosas sigan su curso y ya después veré qué sucede sí él desea ponerse en contacto con nosotros o no. También quiero qué te quede claro qué mi "gusto" por él no influenció en lo más mínimo mis planes a futuro.-

-De acuerdo, de acuerdo. Entiendo perfectamente tu decisión.- Respondió el de oscura cabellera al aún mantener su semblante rígido. -Cuando mi padre me informó de su plan sobre lo qué va a suceder mañana viernes, automáticamente pensé en lo qué diría o sucedería con Silver, pero lastimosamente no había mucho qué pudiera hacer por él debido a qué se alejó de nosotros y tampoco contesta nuestras llamadas a su Pokegear. Al final de todo, también me resigne a dejar qué las cosas sigan su curso natural con respecto a él. Sin embargo, en cierta forma y aunque no lo pareciera, me arrepiento mucho de no haberle insistido cuando tuve la oportunidad. Creo qué puedo incluso catalogar esto cómo uno de mis más grandes fracasos.-

-¿H-Huuh? ¿Qué demonios quieres decir con eso?- Repitió Zuki con ahínco y agresividad, pero esta vez cuidando de no volver a alzar demasiado su tono de voz. -¿A qué te re-refieres cuando dices qué te arrepientes y qué fue un fracaso?-

Otra pausa volvió a suscitarse en la conversación. Gold, al mismo tiempo, mantuvo casi intacto su agrio semblante y utilizó esté pequeño compás para terminar de beberse el resto de su malteada de un largo sorbo. -¿Recuerdas cómo antes de mi batalla de gimnasio contra Morty y Eusine terminé entrenando casi toda la noche con Silver?-

-Uhh… Sí, creo más o menos recordar algo sobre eso.- Resaltó Zuki, rascando en el momento su barbilla. -Gracias a ese entrenamiento juntos fue qué lograste evolucionar a Politoad y a Typhlosion, además de descubrir qué esté último cambiaba el color del fuego qué producía cuando potenciaba sus ataques al incrementar su temperatura corporal.-

-Así fue. En un principio mi relación con Silver fue mucho más hostil y antagónica por varios motivos qué ya conoces. Él y yo no nos conocimos en la mejor de las circunstancias, pero todo cambió cuando nos encontramos de pura casualidad en la Torre Quemada. Ahí notamos qué ambos teníamos mucho más en común de lo qué vimos en un principio, aunque el susto qué nos dio la súbita aparición de Raikou, Entei y Suicune también debió de ayudar un poco a poner nuestras diferencias a un lado.-

-Ya veo, puedo en parte imaginarlo… ¿Pero qué tiene todo esto qué ver con qué dijeras qué te arrepientes de no haberle insistido? Aún no entiendo o veo la conexión de una cosa con la otr-...

-A eso iba.- Comentó estoicamente Gold al cortar las palabras de su prima. -Pará hacer el cuento corto, Silver y yo hicimos las paces durante esa noche de entrenamiento, y hasta conversamos un poco de las cosas qué queríamos lograr una vez fuésemos mucho más fuertes. Inclusive le confesé, luego de qué él brevemente mencionara a Lucia cómo su principal motivación para seguir adelante, qué mi padre era miembro de la policía internacional, pero no fue hasta cuando estuvimos en Olivine qué decidí actuar. Ahí le ofrecí en cierta forma su ayuda, pero Silver rechazó de lleno esta propuesta porque, según él, no deseaba poner en peligro mi viaje por Johto y Kanto ante la posibilidad de qué mi padre me obligara a regresar a New Bark y, por consiguiente, Kelly, Crystal y tu también se vieran afectadas.-

-O-Ohh… C-Creo qué ahora sí todo tiene más sentido.- Puntualizó Zuki, esta vez con menos ánimo y más serenidad. -Eso explica mucho mejor las cosas.-

-Quizás, de haber insistido desde antes en Ecruteak o incluso un poco más durante nuestra estadía en Olivine, las cosas serían muy diferentes hoy en día.- Expuso Gold al mirar de reojo los cuadros con los diversos paisajes de Johto, sintiendo ahora en la boca del estómago, en igual medida, tanto nerviosismo cómo irritación. -Ughh… No sabes lo mucho qué detesto toda esta situación y me molesta aún más el hecho de sentir, muy dentro de mi consciencia, qué soy parcialmente responsable por omisión. Quizás, en este mismo momento, el Equipo Rocket ya fuese historia y el padre de Kelly y el mio no tuviesen qué arriesgar sus vidas mañana. Es cómo sí mis errores se estuvieran apilando uno tras otro esperando el momento perfecto para destruirme todos a la vez. Primero no insisto cuando debería con Silver, y ayer termine por abrir mi estúpida bocota de más cuando no tenía qué hacerlo con Crystal.-

Frente a las palabras de su primo, Zuki exhalo silenciosamente un poco de aire. -Lastimosamente no creo tener aquí una respuesta apropiada qué darte, Gold.- Destaca ahora una más comedida Zuki. -Así cómo dices qué las cosas pudieron ser mejores, también existe la posibilidad de qué todo eso, de haber sucedido tal cómo querías, pudieran haber tenido el efecto inverso al hacer todo mucho peor. Se qué todo esto debe de sonar duro, cruel y hasta insensible de mi parte, pero no creo deberias de torturarte tanto por lo qué pasó. Lo hecho, hecho está, y mientras más rápido lo aceptes será mejor tanto para ti, cómo también para todos los qué te rodean.-

-Sí… Eso lo sé. Esta no es la primera vez qué escucho ese mismo consejo.- Aclaró Gold, suspirando nuevamente con pesadez. -Pero igual necesitaba sacar todo esto de mi pecho de una vez y por todas. Yo sé perfectamente qué ahora mismo no puedo hacer nada al respecto, así qué mejor pasemos de página y hablemos sobre otra cosa. El tema de mi padre y lo qué sucederá mañana me preocupa, pero esté no es su primer rodeo y me consta qué de alguna forma él se las arreglara para salir ileso. No tengo la menor duda qué mañana sera el final del Equipo Rocket.-

Seguidamente de las palabras de Gold, la menor de las chicas kimono le da un último sorbo a su mocaccino hasta terminarlo. -Yo también espero qué tengas la razón y esté sea el final definitivo del Equipo Rocket.- Destacó Zuki al forzar otra sonrisa mucho más honesta. -Pero estoy de acuerdo en qué pasemos de página y tratemos ahora el Donphan en la habitación.-

Por acto reacción, Gold inconscientemente torció sus labios, segundos antes de ajustar su postura al volver a reclinar su espalda sobre la silla en dónde estaba sentado. -Quieres saber por quien me decidi entre Kelly y Crystal, ¿no es así?-

-Mentiría sí te dijera lo contrario.- Confesó Zuki sin ningún tipo de vacilación en su voz. -Desde hace mucho qué muero de ganas por saber la respuesta a esa pregunta, pero con todo el dolor de mi alma creo qué sería mejor sí no me lo dijeras.-

-E-Espera, espera… ¿En verdad no quieres qué te diga por quien me decidí?-

-¡Por supuesto qué sí quiero saberlo, Gold!- Corrige la menor de las chicas kimono de manera insistente y agresiva. -Pero, para mantener la neutralidad e imparcialidad en mis comentarios, prefiero qué no me lo digas a menos qué sea estrictamente necesario. Tu bien sabes cómo es mi relación tanto con Crystal y Kelly, y es estúpidamente obvio qué siempre he preferido a una por encima de la otra.-

-Hmmm… Sí, supongo qué tienes razón en eso qué dices. Buen punto.- Admitió el de New Bark, forzando nuevamente otra recatada sonrisa, cruzando después los brazos. -Tu relación con Kelly siempre fue mucho más accidentada qué con Crystal, principalmente por todo lo qué ella nos hizo pasar en Ecruteak. Más no te puedo culpar tanto por qué ustedes no tengan la mejor de las relaciones. Pero, en su defensa, quiero volver a agregar qué Kelly es ahora una chica completamente diferente a quien solía ser antes. Ya en varias ocasiones te lo he dicho, pero su actitud, su forma de ser y también-...

-Sí, sí, eso lo sé Gold. Yo sé y me consta qué Kelly es muy diferente ahora a cuando sucedió todo ese problema en Ecruteak.- Declaró rápidamente Zuki al interrumpir a su primo. -Me es difícil juzgarla tanto después de conocer más a fondo su pasado y cómo por culpa del Equipo Rocket su familia se tuvo qué separar. Es incluso entendible qué ella se volviera tan errática luego de perder un combate contra Silver, sabiendo qué él fue parte del Equipo Rocket en su momento. Pero eso no viene al caso ahora. De momento el tema a tratar sería más bien qué es lo qué harás ahora qué sabes la respuesta a tus sentimientos.-

En un fugaz instante, Gold bajó su mirada repleta de dudas y se encogió de hombros. -Y-Yo-... No lo sé. Con todo lo qué hemos pasado estos últimos días apenas sí he tenido tiempo para pensar sobre todo esto con claridad. Literalmente desde qué llegamos a Goldenrod las sorpresas no terminan. Primero, el lunes, mi padre aparece para recibirnos justo al arribar en el tren magnético desde Saffron y luego me informa de varias cosas qué no conocía de mi pasado y también sobre lo qué sucederá mañana con el Equipo Rocket. Posteriormente, el martes, tú y yo nos encontramos con Raikou a las afueras del Parque Nacional, mientras qué ayer Oak y Elm aparecen en la guardería y le ofrecen a Crystal una beca para qué se vaya la próxima semana a Pueblo Paleta como aprendiz oficial de profesor pokémon, además de invitarnos a todos a un programa especial en la Torre de Radio para mañana viernes. Por último, pero no menos importante, hoy prácticamente me "obligaste" a ir y participar junto contigo en el concurso de captura de pokémon de tipo bicho. O sea, no te culpo ni nada por el estilo de esto último, y a la larga hasta me pareció una buena idea la de sacarme de la guardería, pero el punto aquí es qué no sé qué haré al saber ahora de quien estoy enamorado realmente. De momento sólo se me ocurrieron dos opciones. La primera es dejar las cosas tal cómo están y callarme hasta qué el momento sea más adecuado, mientras qué la segunda implica confesar todo lo qué siento ante ambas y poner todas las cartas sobre la mesa.-

Posterior a todo lo expresado por su primo, ahora fue el turno de Zuki para acomodar la postura con la qué estaba sentada al también apoyar de mejor manera su espalda sobre el respaldo de la silla. -¿Puedo ser totalmente honesta contigo?- Pregunta Zuki ahora con ahínco. -Creo que eso que dijiste amerita mi total y completa honestidad.-

Gold se limitó a asentir lentamente cómo respuesta ante ella, quien a su vez aclaró ligeramente su garganta antes de replicar. -Creo qué sabes que mi política siempre ha sido la de no entrometerse directamente en las decisiones de los demás. Personalmente me gusta guiar y aconsejar cuando ustedes lo necesitan, pero siempre evitando estar directamente involucrada. Eso es algo qué me caracteriza, y en varias ocasiones te lo dejé muy en claro, pero creo qué en esté caso en particular tendré qué hacer la excepción al ser esta una decisión demasiado importante cómo para dejarla al azar. Aquí, aunque no lo parezca, solo existe una opción correcta y no podría perdonarme sí te dejará elegir solo en estos momentos.-

-Y-Yo-... Ughh… Lamento ser tan indeciso y patético para estas cosas.- Reconoce Gold con tristeza al volver a encogerse de hombros. -Creo saber a lo qué te refieres con qué solo hay una opción correcta, pero es qué-...

-Descuida, Gold. No hace falta qué me des más explicaciones. Yo soy muy consciente de tu situación y te entiendo.- Reconoció la de Ecruteak en un condescendiente tono de voz. -Además, tú mismo lo dijiste. Desde qué llegamos a Goldenrod las sorpresas han sucedido una tras otra tras otra, y más temprano qué tarde las consecuencias tenían qué salir a la luz. En verdad no cualquiera es capaz de soportar todo por lo qué tu has pasado en este corto período de tiempo.-

El de New Bark volvió a suspirar con una combinación entre tristeza, melancolía y resignación, cuando su semblante se volvió a endurecer de manera visible para la de Ecruteak. -La decisión correcta aquí es qué permanezca callado y guarde mi confesión para otro momento, ¿verdad?-

-Me temo qué sí, Gold. Aquí hay demasiadas cosas en juego cómo para qué confieses tus sentimientos en esté momento.- Manifestó la menor de las chicas kimono, nuevamente con firmeza. -Ahora, imagina esta situación solo por unos segundos. Tú hipotética elegida es Crystal, pero ella decide marcharse con Oak, ¿aquí qué sucedería con Kelly quién desde un principio quiso viajar contigo por todo Johto y Kanto? Otro ejemplo sería qué tu elegida sea Kelly, pero Crystal de por sí decidió no aceptar la beca de Oak en favor de viajar contigo porque está enamorada de ti, ¿entonces-...?

-Sí, sí. Ya capte la idea.- Refunfuña Gold con notable molestia hasta incluso fruncir el ceño, más no sin antes volver a recorrer efímeramente las inmediaciones de la cafetería cuando varios otros clientes se disponían a entrar. -En conclusión, tengo qué guardar lo qué siento hasta cuando sea un momento mucho más oportuno para todos.-

Una triste y hasta condescendiente expresión entró en vigor sobre el rostro de Zuki, cómo réplica, frente a un Gold mucho más apático y claramente exasperado. -Escucha, puedo entender qué te sientas frustrado debido a estas circunstancias. La muy posible partida de Crystal el próximo lunes, sí es qué acepta la beca de Oak, cambió por completo todos nuestros planes en general.- Adujo Zuki con fervor, pero nuevamente evitando alzar la voz más de la cuenta al también notar cómo la cafetería se iba llenando con más personas. -Pero tienes qué ser muy paciente con esté tema ya qué esto no es algo qué se debe tomar a la ligera. En mi concepto, el curso más seguro para todos sería esperar un tiempo más antes de qué reveles tu decisión. Quizás incluso sería buena idea qué esperes a que la liga pokémon del próximo año esté mucho más cerca.-

Gold, por escasos segundos, apretó firmemente sus labios con amargura, dirigió su mirada en dirección al techo de la cafetería, y por último exhalando con amplia molestia por su nariz. -¿Entonces esto sería todo?- Pregunta Gold, ahora volviendo a posar su mirada sobre el rostro de Zuki. -¿Así de fácil es todo esto? ¿Solo me espero y ya está? ¿Problema resuelto?-

-Supongo qué sí, problema resuelto.- Declaró Zuki al asentir. -¿O es qué acaso querías globos, un desfile y un par de piñatas?-

-Tch… O-Obvio qué no, pero es qué-...

Sin embargo, antes de qué Gold pudiese terminar de expresar lo qué quería, el Pokegear colocado sobre su muñeca izquierda empieza a vibrar con insistencia por el espacio de un par de segundos hasta súbitamente detenerse. Al ver y notar esto, Zuki intercambia miradas con su primo en busca de respuestas.

-E-Era Crystal.- Informó Gold con extrañeza y en un tono bastante distante e impersonal, sintiendo al mismo tiempo cómo se le volvía a hacer un fuerte nudo tanto en la garganta cómo en el estómago al recordar vívidamente cómo metió la pata al casi confesarle a ella el día de ayer por quien se había decidido. -Hmph… ¿Me preguntó qué querría como para dejarme una llamada perdida así por así? Poco antes de la batalla por la semifinal de hoy, Kelly me llamó para informarme qué Crystal y ella ya estaban de regreso en la guardería, y de paso yo le dije qué estábamos en el Parque Nacional y qué probablemente íbamos a demorar un rato más en regresar.-

-Pues, ni idea qué querría Crystal.- Indico la de Ecruteak, alzando después una de sus cejas con curiosidad. -¿Pero no se supone qué ustedes estaban peleados por lo sucedido ayer?-

Gold, con palpable pesadumbre en sus ojos, terminó asintiendo a regañadientes. -Bueno… Conociéndola como la conozco, es muy probable qué sólo esté preocupada por nosotros ya qué aún no nos reportamos y se hace tarde.- Teorizó Zuki al forzar nuevamente una más animada sonrisa. -O quizás ya se le pasó un poco más el enojo contigo y te llame porque quiere hacer las paces o algo por el estilo. Sí, de seguro debe de ser eso, o de lo contrario me hubiese llamado a mi Pokegear.-

El de New Bark se mostró sumamente cauteloso ante la teoría de Zuki y no pudo evitar fruncir su ceño frente a esto. Algo, muy dentro de su ser, le indicaba qué existía otro motivo por el cual Crystal lo llamó, más su mente en ese momento estaba demasiado convulsionada de preguntas qué apenas sí podía pensar adecuadamente.

-En fin, iré al tocador de damas y después al bajar pagaré por nuestras bebidas.- Informó rápidamente Zuki, guiñando de forma coqueta su ojo derecho en dirección al de New Bark, cuando de repente esta se levanta súbitamente de su silla. -Aprovecha y llama a Crystal mientras tanto para averiguar qué desea. Yo regreso en un rato, ¿de acuerdo?-

Acto seguido, y ante la perpleja mirada de un confundido Gold, la chica kimono mueve ligeramente la silla a su espalda al dar un par de pasos a su costado derecho. Posteriormente, ella se aleja de la mesa en dirección a la escalera qué conduce al segundo piso de la cafetería, lugar en dónde estaban los baños para los clientes.

Gold aquí vuelve a exhalar una exagerada cantidad de aire antes de formar una modesta sonrisa qué fácilmente dejaba ver todos los sentimientos en conflicto dentro de su ser. -Definitivo qué por todo lo de hoy te debo más de una.- Comentó mentalmente Gold, justo al marcar en su Pokegear el número de Crystal para finalmente devolverle la llamada. -En verdad no sé qué haría sin ti, Zuki.-

Luego de esto, Gold acercó su Pokegear en dirección a su oreja derecha al momento en qué la llamada se conectó. -Uhh… Hola, Crystal ¿está todo bien?- Pregunta Gold con nerviosismo, quien empezó inconscientemente a juguetear con su gorra de la suerte. -Vi qué me dejaste una llamada perdida hace un rato y-...

-Todo está bien por acá en la guardería, Gold.- Interrumpió rápidamente la futura profesora en su tan calmado tono de voz. -¿Pero serías tan amable de quitar el altavoz sí es qué respondiste mi llamada de ese modo?-

De manera casi automática, Gold terminó por fruncir el ceño luego de lo expresado por su compañera. -D-Descuida, no respondí la llamada con el altavoz.- Indicó el de New Bark al volver a acomodar la postura con la qué estaba sentado. -Puedes hablar tranquila.-

-Bien… ¿Entonces estás solo?- Vuelve a preguntar Crystal, está vez con más insistencia. -En caso de qué no lo estés, solo responde con un sí o con un no.-

En un dos por tres, el corazón de Gold aceleró sus palpitaciones de golpe hasta el punto de hacer retumbar sus oídos. -Uhh… Sí, sí estoy solo. Zuki fue al tocador y actualmente me encuentro en una cafetería en el centro comercial cercano a la guardería, ¿pero qué es lo qué sucede?- Manifiesta el de New Bark ya sin poder ocultar su latente preocupación ante la bizarra actitud de Crystal. -¿Por qué tú...?-

-Escucha, no podemos hablar de eso en esté preciso momento.- Adujo Crystal sin titubear. -Solo te llamaba porque quiero qué actúes cómo sí nada cuando regreses. Pero, más tarde, a la media noche, quiero qué vayas a mi habitación para conversar sobre un par de cosas, ¿ok?-