Queridas Lectoras de FF pido una disculpa :-( este capitulo esta listo hace dos meses, crei que lo habia puesto en este lugar y solo lo subi a mi perfil de Whattpad, se que muchas no usan Whattpad, de hecho yo era una de ellas cuando solo era lectora a todas aquellas que no han leido este Capitulo espero lo disfruten nos leemos en el siguiente. :)
AL LIMITE Capitulo 12
No quería negarse a sí mismo que lo vivido la noche anterior era la despedida. ¡No podía ser cierto! la sintió estremecerse con sus caricias y besos, ella lo amaba, no había pronunciado las palabras pero sus gemidos y cuerpo lo gritaron todo el tiempo.
Regreso a su habitación, se vistió se puso un traje gris hecho justo a su medida, la buscaría en las oficinas de Renault y si no la encontraba ahí pediría la dirección de su casa, necesitaban aclarar muchas cosas. Debían hablar.
— "¡Tiene que ser una broma ¿verdad?! ¡Estás jugando conmigo!" ¡Abre la puerta Candy! Maldita sea —masculló entre dientes.
Terry trató por tercera vez, abrir la puerta de la oficina de Candy, la puerta tenía seguro; hizo el intento una vez más y siguió sin abrirse. Al escuchar pasos y murmullos, cercanos a la puerta; se quedó por un momento el silencio, pensando qué hacer, si necesitaba tirar la puerta, él lo haría.
Observó a la secretaría de Candy y otros empleados, deambulando por el pasillo.
La secretaría, pedía a los empleados, retomar sus labores, ella se mantenía en un hermético mutismo, a una distancia considerable de la puerta.
—¡Ay! —chillo ella, al escuchar el golpe seco, sobre la puerta una vez más; después de un rápido respiro, se dió cuenta que Terry se hacía hacía atrás para intentar derribar la puerta.
—¡Qué piensa hacer señor Granchester! —pregunto temerosa la mujer.
—¡Usted qué cree! Si ella no piensa abrir haremos esto por la fuerza, ella me conoce y sabe de lo que soy capaz.
—¡De verdad ella no está aquí! He mandado a traer la llave de la oficina con el señor George, él vendrá en unos minutos, yo le abriría, pero no sabía que ella no estaría aquí y no traje la copia de llaves que tengo solo las llevo conmigo cuando la señorita Candy me avisa.
—¡¿Y dónde está?!
—No lo sé, señor.
—¡Maldita sea! ¡¿Cómo que no sabe dónde está?! —gritó dando un golpe con el puño en el escritorio de la secretaría, haciendo que ella diera un salto de su silla.
—¡Señor Granchester¡ ¡le juro que le estoy diciendo la verdad! la señorita Candy no se encuentra, ella me mandó un texto muy temprano —saco el celular de su bolso para mostrarle—. Mire me dijó que ya no vendría en unas semanas pues necesitaba viajar a Silverstone para arreglar algo referente a los motores, si no me equivoco con los de su escudería, la McLaren.
—¡¿Me está diciendo la verdad?!
—Por supuesto, no tendría por qué mentirle.
Estará más cerca de mi de lo que imaginé, si crees que todo está dicho te equivocas pecosa testaruda pensó para sí y después río —dio la vuelta al escritorio y le dió un beso en la mejilla a la secretaría de Candy, era una mujer ya mayor alrededor de cincuenta años había sido la secretaria de su padre, y aunque ya era tiempo de jubilarse le pidió a Candy poder seguir trabajando con ella.
—Es usted un amor —y le deposito un beso en su mejilla haciendo que Loren, riera y se sonrojara ante la actitud de Terry—. Perdón no quise reaccionar así, es solo que Candy logra exasperarme, ella huyó de mí me dejó en mi hotel dormido, pero la encontraré así se esconda debajo de las piedras —le guiño el ojo.
Loren solo rio ante las palabras del ojiazul.
—Amor... amor... —murmuró la secretaría—. Vuelve locos a esta juventud; pero vaya que si mi niña Candy, este joven es la horma de tus zapatos y es todo un galán andante, ahora entiendo por qué no dejas de suspirar.
—¡Terry...! Terry... me escuchas, pusiste atención a lo que te he dicho —mencionó Stear.
—¡Ehh! Ah..., este si.
—¿A ver? -suspiro Stear—. Dime ¿qué fue lo que dije?
—Que..., que, tenga cuidado al manejar y me deseas suerte.
—Válgame, estás en otro mundo Terry, debes concentrarte es el primer día de clasificación debes tratar de ser uno de los primeros tres para que en la carrera del Domingo seas de los primeros en salir. ¿Qué te pasa?
—¡Vaya y tú me lo preguntas! el que la ha escondido de mi, se que ella estaba aquí haciendo los arreglos del cambio de motor, el día que llegue, aún el olor de su perfume estaba en la sala de reuniones de McLaren ¡¿y que hiciste?! solo negarlo.
—No Terry, yo no la negué, tu preguntaste si Candy estaba aquí y te dije que se acababa de marchar hace unos minutos, yo no mentí.
—Fui dos veces a la Escudería Renault y me la negaron, el estúpido de Niko, solo sarcástico me la negó con una sonrisa estúpida en su boca.
—Deja los estúpidos celos Terry, ellos no tienen nada que ver, no son pareja.
Terry lo sabía muy bien, la forma en cómo se entregó a él días atrás e hicieron el amor supo que Candy, era solo suya y de nadie más.
Candy no quería verlo las dos veces que se presentó en el cubículo de Renault, preguntando por ella Terry, amenazó a los chicos de su equipo si la delataban, y pues quién podría desobedecer a la jefa.
—Quien le diga que estoy aquí desee por despedido —mintió, ella jamás haría eso.
—¿Por qué huyes de él? lo amas y estás loquita por él —mencionó burlón Niko.
—¡Cállate! eso es algo que no te incumbe.
—Sabes Candy, me incumbe por qué se les tendieron una trampa, tú deberías hablar con él.
—¡¿Una trampa?! ¿De qué hablas Niko? —pregunto sorprendida ante la declaración.
—Te prometo contarlo después de la carrera del domingo, cuando celebremos el primer triunfo de la temporada.
—¿Tan seguro estás que ganaremos?
—Por supuesto, tu eres la mejor ingeniera y yo el mejor piloto seremos los campeones de este año.
—Eres un poco vanidoso no lo crees, no se te olvide que este año McLaren vuelve a tener a Granchester como piloto. —le dijo con un dolor en su pecho al mencionarlo y tratando de disimular frente a Niko, cosa que fue imposible.
—¡Ay Candy! !Tenías que decirlo! ya lo sé, él es un gran dolor en mi trasero.
—¡Niko!
Él soltó la carcajada contagiando a Candy. Ella mejor que nadie conocía que Terry de verdad podía ser un dolor de cabeza pero escuchar esa expresión en Niko la hizo reír junto con él.
—¡Concentrarte por favor! —le pedía Stear, a Terry—. Si puedes llegar primero en clasificación es perfecto; si no es así deja de molestar a Niko, esto no es una final.
Stear pensó por unos segundos si debía decirle; sabía que Terry no tendría paz y seguiría en la misma actitud. «Dios mío si va explotar la bomba que sea de una vez» pensó ante lo que pensaba decir.
—Está bien, te lo voy a decir Terry, ella Candy está aquí, es la Ingeniero de la Renault, demuéstrale de que estás hecho, no hagas tonterías por favor, se que ella te ha hecho hacer locuras pero también saca lo mejor de ti amigo.
—¡¿Y todo esto me lo acabas de decir con el micrófono abierto Stear?!
—Ay Terry, eso es lo último que te debe preocupar en estos momentos todos los de McLaren sabemos que mueres por unos ojos color esmeralda y que aparte de todo es la competencia, así que deja las tonterías —masculló nervioso Stear.
—Niko, no cedas a las provocaciones de Granchester, tienes que salir a los pits ahora mismo a cambiar neumáticos, son unos idiotas los dos que han hecho de esto algo muy personal, este año tenemos en juego muchas cosas sobre todo patrocinadores ¡Ahora sal! —ordenó Candy muy molesta.
—Pero... —trato de responder Niko.
—¡Pero nada! esto es muy importante para mí Niko, los patrocinadores nos tienen en la mira, al quedarme a cargo de Renault, se que dudan de mis capacidades de mujer para mandar en un mudo de hombres, dices que me quieres pues demuéstralo en esto.
Niko sin responder más salió a los pits, era tanta la competitividad que sentía por Terry, que había olvidado que no era solo él, sino que detrás de él había un gran equipo trabajando y sobretodo Candy. Era su primer año como directora en Renault junto con su hermano Albert, había leído en los periódicos los comentarios no muy favorables hacia la rubia, la hacían menos por ser una mujer.
El mismo se había admirado de cómo era posible que en el siglo XXI todavía existiera esa clase de machismo. Niko tenía la plena seguridad de que Candy era más que capaz que nadie para poder sacar adelante toda la escudería Renault y no solo eso, ya había observado a Candy correr a escondidas de todos solo con Stear Cornwell de cómplice, aún recordaba ese día que por equivocación debió regresar a la pista de prácticas pues recordó había dejado su celular.
Vio un auto de la Renault en la pista pero lo que se le hizo más raro era quien era el técnico que hablaba con ese piloto, nada menos que Stear Cornwell, él era de la competencia ¿como era eso posible? se preguntó y decidió mirar de lejos, el tiempo que el piloto hacía era demasiado bueno, por un momento sintió una cubetada de agua helada caerle encima. Acaso pensaban sustituirlo y terminar su contrato por un piloto mejor que él. Y oh sorpresa se llevo al ver quien era al quitarse el casco no era nada menos que Candy White Ardley, desde ese momento él sintió demasiada atracción por ella, guardó aquel secreto en el afán de conquistar aquella chica, con el tiempo supo era nada menos que la hija del dueño de la escudería Renault y eso lo hizo en cierto modo tener sus reservas, algún tiempo la vio muy activa en el campeonato de hace dos años y después solo desapareció como si la tierra se la hubiera tragado.
Después vio la oportunidad delante de él al verla vulnerable ante Todo lo que le había hecho Terrence Grandchester, Pero sin quererlo ni planearlo se enteró de todas las mentiras e intrigas que hubo para separarlos ahora lo entendía todo.
Él hubiese preferido no enterarse, pero Susana abrió la boca y su conciencia le dictaba debía decirle a Candy, no por él, si no por ella se merecía esa verdad.
—Ella es mucho mejor que yo hasta para correr, es solo que para ella solo es un hobby el correr, lo que ama es estar detrás de cada mejora del motor, como es posible que le los patrocinadores quieren quitarte el apoyo Candy.
—¡Niko! ¡Niko! me escuchas —preguntó Candy-. Vamos tus neumáticos están listos sal a la pista y haz lo mejor que puedas sin provocaciones por favor —pidió.
La Clasificación había finalizado y para sorpresa de todos Checo Perez, había dado la gran sorpresa acomodándose por el puntaje para salir en la carrera del domingo en primer lugar, el segundo había sido Terry Granchester y después NIko.
Candy Estaba tranquila en ese aspecto sabía que ser de los primeros seis en salir era muy bueno, lo que no la había dejado estar tranquila eran las palabras de Niko "Les tendieron una trampa Candy" que había querido decir con eso Niko, que había querido decir con esas palabras.
—¡Ay Niko! creo que te esta afectando tu rivalidad con Terry, la realidad es que él y yo, jamás volveremos a estar juntos, nos hemos dicho adiós —sus mejillas se tiñeron de rojo al recordar lo que para ella era una despedida, tanto amor, deseo, pasion, de tan solo recordar su cuerpo se estremeció.
—¿En qué piensas pequeña? —la sacó de sus pensamientos su hermano Albert.
—¡Albert...! me asustaste ni siquiera te escuché entrar a mi habitación.
—Toque varias veces y al no obtener respuesta use la llave que me diste y te encuentro aquí perdida observando en la ventana el infinito y más allá.
—Oh Albert, eso me sonó a película —soltó una carcajada Candy.
—Bueno Candy creo que necesito ser más musculoso de plástico y con alas para poder volar —rio Albert junto con su hermana—. Pero aunque no me lo digas yo sé muy bien en quién piensas.
—¡Ay Albert! -dio un suspiro—. Tan predecible soy.
—Te conozco demasiado bien eres mi hermana, me di cuenta en Richmond, cuando Terry estaba mal herido de cuánto lo amas, tus ojos no mienten. Por más que tratas de aparentar todo lo contrario yo sé que mientes
—Albert, esté... yo
—No tienes que explicar nada hermana y él está igual de loco y testarudo que tú. Loren me contó lo que hizo en las oficinas de la Renault, casi destroza la puerta de tu oficina a golpes, debes dejar las cosas claras con él, no huyas más. ¡Por favor hablen! si después de todo lo que él te diga tú decides estar lejos de él yo te apoyo.
—¡Albert...! —no sabía que responderle al rubio.
—No tienes que decir nada Candy, anda vamos a cenar muero de hambre y después quiero que me acompañes al hípico que se encuentra en este gran Resort, demos un paseo a caballo te hará bien. No todo son autos Candy.
—¡Albert! le respondió con un puchero.
La cena transcurrió tranquila, el paseo a caballo fue ameno pero cuando llegaban a las caballerizas para dejar los caballos se encontró con una silueta que ella conocía perfectamente alistando la silla del caballo para montar. El ruido hizo que Terry volteara y observará que era Candy, hubiese querido arrebatadamente acercarse y bajarla del caballo; pero recordó las palabras de Stear. "Demuestrale que puede confiar en ti y has cambiado"
Saludo respetuosamente a ambos.
—Hola Candy, Albert es una sorpresa encontrarlos aquí.
—Lo mismo pienso —respondió Albert, pues Candy se quedo sin palabras
—Y tu pecosa acaso los ratones te han comido la lengua, ya no soy digno ni de tu saludo -le dijo jugueteando y a la vez con coqueteo.
—Hola Terrence —respondió apenas audible.
Terry para cambiar el tema, se acercó al caballo de Albert lo acaricio y lo llamó por su nombre —Hola tornado ¿como has estado amiguito?
—Oh veo que lo conoces —inquirió Albert.
—Si, así es, la Mayoría de estos caballos le pertenecen al Duque de Grandchester, tenía mucho que no montaba a caballo ni venía a este lugar, pero hoy especialmente creo que necesitaba despejar mi cabeza —dijo mirando a Candy.
—¿Tu padre está aquí Terry? quisiera saludarlo —mencionó Albert.
—A decir verdad no se, ni me interesa, solo vine a buscar a Theodora.
—Terry entonces quiere decir que no has hablado con tu padre, —mencionó Candy—. Hiciste una promesa lo recuerdas —le dijo sonrojándose al recordar de qué manera le pidió a Terry prometiera hablar con el duque.
—Sabes Candy creo que la manera en como me lo pediste fue de una manera mmm... digamos...
—¡Callaté Terry!
—Bueno, bueno chicos creo que ustedes dos se deben una plática yo iré a preguntar por el Duque de Grandchester, me encantaría saludarlo, hace poco revisando unos papeles de mi padre encontré una foto del duque y una carta para él.
—¡¿Como dices Albert?! —preguntó Candy sorprendida—. ¿qué es lo que dice?
—Oh Candy es un sobre cerrado supongo papa pensaba mandarla pero algo paso, asi que debo entregarla a su destinatario ahora si me disculpan los dejo, nos vemos mas al rato hermana.
Al retirarse Albert, Terry ni lento ni perezoso ayudó a la rubia a bajar del caballo, y al hacerlo la sostuvo de la cintura y la ayudó a bajar suave y lentamente pegado a su cuerpo. El cuerpo de ambos reaccionó de inmediato ante la cercanía.
—¡Terry! suéltame —pidió Candy, reaccionando ante su cercanía.
—Candy, ¡ya basta! deja de huir de mí, necesitamos hablar, me dejaste sin ninguna explicación.
—Vamos Terry, tu sabias perfectamente que era el adiós, por favor vamos a dejar las cosas así por el bien de los ambos.
—Te equivocas, por el bien mío no lo creo, te necesito más que el aire que respiro déjame demostrarte cuanto te amo y que estoy arrepentido por todo lo que pasó entre ambos, se que te hice mucho daño.
—Por favor no insistas —le respondió alejándose un poco de él, pues sabía que era débil y sería capaz de colgarse de su cuello. Candy contrólate se dijo.
—Candy ¡te amo! déjame demostrarlo y resarcir todos los errores pasados.
—Vamos Terry, lo que tu y yo sentimos solo es una fuerte atracción eso no te lo puedo negar, sentimos deseo el uno por el otro; una relación no se fundamenta con eso lo comprendí muy tarde, solo nos dejamos llevar por el deseo me case contigo sin pensarlo.
Candy empecemos nuevamente, dime que quieres que haga y yo lo haré.
—Oh Terrry, por favor seamos sinceros, me defraudaste perdí la confianza en ti y cuando estuve en el hospital por la pérdida de nuestro bebe yo pensé que tu, por lo menos me hablarias una llamada es todo lo que quería, escuchar tu voz...
—Lo sé, me equivoque demasiado, quiero cambiar el dolor que te he causado, yo no supe lo del bebé hasta que te vi en la villa Granchester en Richmond.
—Charly, él me dijo que te diría todo él fue a verme al hospital.
—¡Ese maldito! Él Candy nos mintió él estaba enamorado de tí y...
—Y nada, él está muerto Terry, pudieron haber hecho muchas cosas en nuestra contra pero si tan solo tú hubieses confiado en mí, o me hubieras hablado; lo único que hiciste fue sacarme de tu vida.
—¡Perdoname! Déjame empezar a demostrar cuánto te amo mi pecosa —se acercó a ella tomándola por la cintura y mirándola a los ojos con súplica.
—Bueno pues empieza a demostrarlo cumpliendo lo que me prometiste. Quiero que hables con tu padre.
—¡Eso jamás! No quiero hablar con mi padre, él y yo no tenemos nada de qué hablar.
—Te equivocas, tienen mucho de qué hablar, es sobre tu madre.
—¡Candy! —el ojo azul respondió con un mohín-. Me hiciste prometer eso cuando no había posibilidad de que te dijera que no.
—Candy sintió su cara arder al recordar esa noche y luchó por no decirle cuánto lo amaba.
Si de verdad la amaba era hora de empezar a demostrarlo.
—¿Qué sabes de mi madre Eleanor?
—Solo puedo decirte que las cosas no son como las piensas, ni el villano es tu padre, no me corresponde decir más, es es es algo que le corresponde solo a él.
—Después de que hables con él te prometo que podremos sentarnos a platicar, ahora debo irme mañana hay una carrera importante la primera de la temporada y déjame decirte esta vez no seré tu suerte así que prepárate.
—Esto no es justo.
—Lo siento estas son mis reglas, sabes dónde encontrarme estaremos muy cerca, esta temporada soy la ingeniera a cargo de la Renault, mientras no hables con tu padre no me busques —se alejó aprisa sabiendo que le estaba pidiendo casi un imposible.
Ella mejor que nadie lo conocía perfectamente el desprecio que sentía por su padre, si Terry era capaz de darle una oportunidad a su padre entonces de verdad creería Terry estaba dispuesto a todo por ella qué mejor prueba que esa.
Bueno amigas lectoras aquí un capítulo más, perdón por la tardanza lo sé y lo siento mucho pero creo entenderán que la vida para muchas ya no es lo mismo hace meses, mis hijos siguen en casa con clases en líneas la casa siempre es un bullicio si no es una cosa es otra y trabajo por las tardes así que para mí escribir es mucho más difícil pero no quería pasar este día desapercibido que este 2021 sea mejor para ustedes y sus seres amados les deseo lo mejor y trataré de actualizar lo más pronto posible. Feliz Año nuevo!?con cariño Saadesa Gracias por acompañarme en la aventura de este fic. No olviden dejar sus comentarios siempre es grato leerlas ^_^
