AL LIMITE

CAPITULO 18

Terry Granchester había sorprendido a la afición del automovilismo, cuando parecía que no pisaría el podio en las últimas cuatro vueltas con gran habilidad había rebasado a los que parecían ser los primeros tres lugares.

Era la primera vez que ganaba el circuito de las americas. Al estar en el podio a lo lejos observe a Candy. La mirada de ambos se encontró por unos instantes pareció un deja vu de tiempo atrás donde todo empezó como la bella chica de la suerte; al mirar al lado de ella vio que estaba su hermano Frank, eso lo hizo reaccionar de que ese momento era muy diferente al de años atrás.

Aceptaba su pérdida con relativa serenidad,

Sin embargo sintió un dolor intenso que oprimía su pecho.

Antes de la carrera los había visto muy sonrientes caminando hacia los cubículos Renault. Quién era él para celarla. Esos estúpidos celos que nublaban su mente lo llevaron a perderla y no, esta vez de ningún modo pelearía por la mujer que amaba era tiempo de dejarla ser feliz. La mayor prueba es que estaba dispuesto a verla feliz con quien ella quisiera y si era Frank lo aceptaría aunque le doliera el alma.

Por su parte Candy lo miraba con gran emoción aunque quisiera negarlo, cada vez que Terry ganaba una competición ella se sentía tan feliz por el hombre que amaba. Se recriminó por tener esos pensamientos.

Frank disminuyó que el rostro de Candy iluminarse al mirar a su hermano, no cabía duda de que ambos se seguían amando, sus miradas los delataban.

Por unos segundos Candy sintió nuevamente unas náuseas incontrolables y salió corriendo al baño y detrás de ella Frank para tratar de ayudar.

Por unos instantes Terry se distrajo ya la par de él, sus dos compañeros subieron el escalaón del podio para que la prensa pudiese tomar la fotografía de los tres ganadores del Gran Premio Circuito de las Américas, cuando nuevamente trataron de buscar a Candy vio que ella ya no estaba se habia marchado. «eres un estupido pensaste que estaba aqui para verte y...» se recrimino por pensar que tal vez ella se sintio feliz y quisiera felicitarlo.

Como era de esperarse al bajar del podio sus compañeros pilotos le dijeron que su triunfo ameritaba un brindis. Trato de negarse pero no pudo era costumbre que aquel que ganaba siempre invitaba los tragos.

—Está bien, está bien, acepto pero tendrá que ser en el bar del hotel que estoy hospedado necesito estar bien por la mañana mi padre llega de Londres y debemos charlar.

—Está bien Terrence —mencionaron a sus compañeros—. El hecho es que no te vas a escapar de pagar los tragos esta noche, nos vemos en dos horas ahí.


Candy limpió su cara con agua en el baño de su habitación, recargó sus dos manos en el lavamanos y se miró al espejo. En ese momento lo supo esa sensación era la misma que hace dos años atrás, las mismas náuseas y tocar su vientre fue instintivo, en su mente se hizo a pasar mil cosas por su cabeza.

Estaban en la primera parte de la temporada y haciendo cuentas quizás tenía tres meses de embarazo, faltaban aún seis meses para terminar la temporada sería imposible ocultarlo.

Sacudió su cabeza «tal vez no sea cierto y estoy aseverando cosas en mi mente, primero debo estar seguro antes de tomar cualquier decisión» pensado.

—¿Candy estás bien? — preguntó al otro lado de la puerta Frank—. Él no había querido dejarla sola desde que la vio salir corriendo tapándose la boca tratando de aguantar el vómito en la premiación. La llevó hasta su habitación del hotel y entró junto con ella cuando corrió nuevamente al baño.

Ella abrió la puerta y dijo:

—Si estoy bien, es solo que he estado bajo mucho estrés y no he comido muy bien. Él la miró algo incrédulo porque era claro que las cosas no estaban bien con Candy, aunque tenía días de conocerla su rostro revelaba preocupación. —Solo porque mañana lunes tengo la reunión con los Granchester y mi madre si no yo mismo te llevaría al doctor.

—No es necesario, de verdad estaré bien.

—Promete que irás al doctor por la mañana.

—Tengo que supervisar las cosas en el circuito para la siguiente carrera.

—Entonces no asistiré a esa estúpida reunión, solo estará presente mi mamá.

-¡What! Me estás cantando Frank, estás loco debes arreglar las cosas con tu hermano.

—Esa palabra todavía me da cierto picor en el cuerpo —hizo una expresión como si se rascara—. Candy no pudo evitar reír ante las ocurrencias de Frank.

—De verdad que tú y Terry son especiales, no cabe duda que son hermanos.

—Bueno Candy deja de desviar el tema, prométeme que irás al doctor en lo que yo hablo con Terry y él Duque.

La rubia titubeó en contestar hasta que él volvió a decirle: —Es un trato, si quieres prometer de saliva en la mano o pinkypromise tú decides —el hizo el ademán de escupir en su mano.

-¡No! no, estás loco prefiero promesa —ella le dio su mano y ambos entrelazaron los dedos meñiques como niños pequeños.


Mientras tanto Terry no dejaba de pensar en Candy y Frank, ambos habían desaparecido. La sola idea de imaginarlos juntos le daba un vuelco en el estomago. Las felicitaciones de todos en el bar eran como un murmullo muy lejano y sacándolo de sus pensamientos una mujer rubia de cabello lacio y ojos azules se sentó a su lado.

—Cuanto tiempo sin vernos Terry.

—¡Susana Marlow!

—Me vas a conceder una entrevista, creo que me la merezco desde hace algún tiempo ¿No lo crees? Además me hiciste pasar la vergüenza de mi vida lo recuerdas dijiste que debí haber sido reportera de farándula.

—Te merecías eso y más por sacar a relucir que Candy Ardlay era mi esposa y que había perdido por tratos por debajo del agua con Renault y quieres que siga —él pensó si debía mencionar lo que le había comentado su amigo Stear de que ella había sido cómplice con Charlie para que él se separara de Candy.

Al principio le pareció una idea descabellada pero después de pensarlo unos segundos y recordar ciertas cosas todo tenía sentido. Era mejor quedarse callado y hacerla hablar con inteligencia «se de que pie cojeas y ese soy yo» esbozó una sonrisa en su rostro.

La rubia no pensó que Terry le reclamaría por aquella declaración.

—Ay Terry, ¡perdóname! No fue mi intención perjudicarte pero si a ella, seguramente Renault no fabricó los mejores motores para ustedes y quiere perjudicarlos.

Terry se sintió inmediatamente encantado ante su contestación; pensó aguantar y seguirle el juego.

—Mira Susana esos son asuntos de los que se encarga mi socio y amigo Denis yo no quiero tener ningún tipo de trato con ella es mejor para ambos.

—Entonces es mentira que sigues enamorado de ella — preguntó muy emocionada.

—No voy a seguir respondiendo tus preguntas, no confío en ti, tal vez me estás grabando y al rato usarás todo en mi contra.

—No, no de ninguna manera querido Terry puedes revisar mi bolso y mi teléfono solo quiero conversar contigo y si tanto desconfías no sé, tal vez quieras revisarme y saber que no cargo ningún tipo de micrófono —desabrocho uno de los botones de su blusa en forma seductora—. Tal vez podamos recordar viejos tiempos antes de que esa mujer apareciera y... —él silenció sus labios con su dedo y destacado:

—No hablemos de ella, es una etapa que quiero olvidar ahora estoy festejando mi triunfo así que anda tomate un trago conmigo —ordenó un par de cervezas.

Terry sabía perfectamente qué a Susana Marlow el alcohol se le subía a la cabeza demasiado rápido, y empezaba a hablar como guacamaya y no había quien la cayara. Y era verdad de ese modo la reportera le había confesado a Niko hulkenberg la trampa de ella Charlie.

Pasando una hora Susana ya había bebido unas cervezas y un par de shots de tequila, Terry solo esbozó una sonrisa su plan estaba funcionando y la muy tonta ni cuenta se había dado que el solo pasaba los tragos a sus amigos al lado de la barra.

Se acercó a ella y dijo al oído: —¿En qué hotel estás hospedada, te parece si te llevo?

—Porque no vamos mejor al que estás hospedado, seguro que estás en una suite con jacuzzi pasamosla muy bien—respondió ella acercándose a él para besarlo. Él en un movimiento ágil se hizo para impedir aquel beso.

Por un momento pensado si era lo correcto tratar de sacarle la verdad así a Susana Marlow.

El simple hecho de imaginar que ella y el que llamó a su amigo por años planearon todo, le dieron ganas de zarandearla y decirle unas cuantas verdades.

—No aquí no, —masculló Terry, —No quiero en estos momentos que me involucren sentimentalmente con nadie, estoy en problemas por tus declaraciones un chisme más y aunque sea socio de McLaren no podré correr más —mintió.

—¡Oh, cuánto lo siento! esta noche trataré de enmendar el daño hecho llamaré a un taxi para que no nos vean salir juntos, estoy en el Marriott habitación 305, te espero en una hora querida —se levantó y se alejó.

—Vaya Granchester, si que la estás pasando bien eh —mencionó Stear sentándose a su lado, pensé que te irías con ella.

—La voy a ver en una hora en su cuarto de hotel.

—¡Terry! Que estupidez entonces es mentira todo lo que dices sentir por Candy.

—Te equivocas la amo más que nunca, y por lo mismo dejaré de insistir creo que la vida le ha presentado a alguien mucho mejor que yo y resulta ser mi hermano

—¿Cómo ha dicho?!

—Ay Stear, es una historia larga y créeme te la voy a contar pero ahora debo ir con Susana, le sacaré cómo es que fue cómplice de Charlie, lo recuerdas tú me lo dijiste quiero saber qué pasó.

—Necesito un tragó —dijo Stear pidiendo uno al barman.

—¡Qué pasa Stear!

—Mira amigo prometí no decir nada a Candy, y esta situación entre ambos me deja como la mermelada del sándwich a los dos los aprecio mucho, no te diría nada pero sé y puedo ver que aunque han cometido errores los dos se aman

—Lo que sea, dimelo.

—Cuando Candy estuvo hospitalizada por su aborto Charlie viajó a Chicago y le dijo que no merecía un hombre como tú, el hecho es que le enseño un video donde Susana estaba desnuda al lado tuyo, para ella fue muy doloroso, comprendió que solo había sido un juego para ti todo eso del matrimonio; si ese video lo tenía Charlie era lógicamente que los dos planearon todo y tú caíste en la trampa del otro video que te mostraran a ti donde supuestamente ella besaba a Charly. Ella después de ese episodio tan triste de su vida te vio de aquel modo, obviamente todo su amor se convirtió en resentimiento la alejaste sin hablar.

—¡Soy un estupido! —golpeó contra la mesa del bar haciendo que algunas personas voltearan a pesar de la algarabía del lugar.

—Pues sí Boss ya te lo había dicho una vez y pensó varias —dio un trago bebiéndose todo el tequila y agregó—: Así que no tienes que ir con Susan, es claro que ambos eran cómplices.

—Pues ahora más que nunca quiero aclarar varias cosas con ella y si ella me grabo borracho haciendo creer tuvimos algo es mi turno de cobrarme, recuerdo esa noche entre ella y yo; no pasó absolutamente nada, es verdad que fue una chica fácil siempre que la quería ahí estaba a mi lado pero después de conocer a Candy, créeme jamás pasó algo entre nosotros.

—Yo te creo Terry, deja ya las cosas como están.

—No, conseguiré esas pruebas y aunque Candy no vuelva conmigo debe saber realmente todo lo que pasó, sé que eso no cambia lo patán que fui, pero es necesario saber la verdad de todo, ella me dijo que quería seguir adelante con su vida y sanar las heridas, esto será parte de ello.

—Creo que no te voy a convencer de no ir, por favor haz las cosas pensando dos veces. —Estaré bien no seas tan preocupado a veces creo que pareces mi padre —rió y se levantó para retirarse del lugar.

Cuando estaba apunto de marcharse llegó Archibald Cornwell.

—Ey como que llegó y ya te vas Granchester, fue genial la carrera, felicidades.

—Archie qué gusto verte aquí, es una sorpresa.

—También fue una sorpresa para mi, mi esposa y mi madre planearon todo esto para estar este fin de semana en Austin.

—Entonces Elie está aquí también, me alegra tanto tal vez mañana pueda verla me encantaría saludarla, pero ahora debo marcharme tengo algo importante que hacer, y mañana por la mañana veré a mi padre llamaré a Stear para cuando me desocupe, ahora disculpa y celebra con tu hermano pues si tuvimos una victoria es en gran parte por mi jefe técnico estoy tan orgulloso de él, los tragos corren por mi cuenta hizo una señal al barman para que supiera y pusieran todo un nombre de su cuenta de hotel.

Terry no se equivocó a Susana le confesaría que ella había planeado todo con Charlie pues su amigo estaba enamorado de ella. Y aquella vez que él se pasara de tragos tanto que tuvieron que cargando a su habitación —Yo solo me quite la ropa y tome fotos y un pequeño video de ambos —confesó la reportera—. Esa estupida se creyó todo, te hice un favor, estás mejor sin ella.

Él le hizo creer que para él Candy ya no significaba nada y lo que quería era encontrar una mujer que lo comprendiera, seguramente una botella de champaña a la habitación y la hizo seguir tomando hasta que ella se quedó dormida creyendo que al despertar él estaría a su lado. Pero no sería así, el plan de Terry dio resultados todo quedó grabado en su celular.

Sabía que tuvo de enemiga a Susana Marlow a partir de esa noche pero si utilizó de chantajearlo él usaría sus palabras y la desprestigiaría ante la comisión de periodismo, podía hacerlo con los contactos que tenía pero al final ese no era su hecho el verdadero interés era que Candy realmente supiera la verdad.


Terry se despertó muy temprano pues su padre le habló anunciando que estaría en la ciudad de Austin en las primeras horas del día y le preguntó si estaría bien verso para el desayuno. El llamó a su tía ya su hermano, se verían en la terraza del hotel para desayunar. Era un día con un bello clima para disfrutar de la vista y además más privado que comer en el restaurante del hotel que siempre era muy concurrido sobre todo el desayuno al ser un brunch, cierta quería privacidad para tocar lo delicado del asunto. Por un momento pensó que debía ser en su suite pero su hermano podía tomarlo a mal, realmente albergaba mucho rencor contra los Granchester, lo supo el día que se conoció.

El duque de Granchester no se imaginaba que podía ser tan importante llamado para que su hijo lo hubiera y le pidiera que fuera a los Estados Unidos para que pudiesen hablar con urgencia. Por muchos años quiso buscar a su hijo pero sabía que él lo odiaba pensando que era culpable de la muerte de su madre y después cuando le quitó todo tipo de apoyo. Cuando supo de su accidente sintió que sus piernas se desfallecieron y su más fiel mayordomo estuvo ahí para sostenerlo. Gracias a Dios no habia sido su hijo; supo que debía dejar cualquier tipo de orgullo y debía buscar estar cerca de Terry, lo mandó traer a la mansión de Richmond convaleciente.

Al menos eso es lo que él esperaba no sabía que la vida le había regalado la oportunidad de ser padre de un hijo más. Siempre de algún modo también grababa aquella mujer eran recuerdos muy borrosos ya. Ahora eran como un sueño en el que él mismo se preguntaba porque no podía desecharlos.

—Puedo ofrecer algo más al Duque de Granchester — preguntó la sobrecarga del vuelo, sacándolo de sus pensamientos y haciéndolo reaccionar.

—No estoy bien muchas gracias

Sea cual fuere la razón por la que su hijo lo llamaba, bien valía la pena el viaje no iba desaprovechar la oportunidad de aclarar muchas cosas con su hijo.


Cuando Terry llegó unos veinte minutos antes del tiempo acordado para verse en la terraza del hotel, se llevó una gran sorpresa al ver a Eli y Stear, estaban desayunado él se acercó a saludarlos al ver que su tía, ni su padre estaban ahí.

—Oh Eli que gusto saludarla, anoche cuando supe que había estado en la carrera me dio mucho gusto.

—El placer es mío hijo —se puso de pie y lo abrazó afectuosamente—. Siéntate con nosotros por favor —le pidió.

—Les pido una disculpa en unos minutos vendrá mi padre, mi tía Elena y mi hermano —Stear solo declaración abrió los ojos ante su y añadió—: lo sé, lo sé, sé que tengo muchas cosas que contarte amigo pero ahora no tengo tiempo , tal vez podamos vernos por la noche.

—Lo siento Terry debo volver a Chicago en unas horas, tengo una entrevista de trabajo mañana, sé que hace algún tiempo debería estar en casa y no tengo necesidad de hacerlo pero me aburro necesito hacer algo y que mejor que en mi profesión de psicóloga.

—Ahora comprendo —río Terry—. Porque el dia de la boda de Stear tenia las palabras correctas para mi.

—Ay amigo mi madre es especialista en siempre calmarnos, tiene las palabras exactas y no es su profesión así es desde que yo la recuerdo.

—Creo que por eso estudié eso después de la muerte de mi esposo Bennet, mi madre me dijo que debía dejar de llorar y que tenía un don para escuchar y calmar a la gente así que dejé de ser publicista y estudié psicología.

A lo lejos vio a Terry a su padre y dijo: —Mi padre ha llegado que tenga buen viaje Eli. —Gracias hijo —respondió y agregó—: Que sigas ganando muchas carreras, me encantaría verte como campeón esta temporada.

—Lo mismo pienso —dijo la voz del duque dé Grandchester a espaldas de la mujer al llegar hasta su hijo.

«Esa voz ¡no puede ser!» pensó Eli sintiendo escalofríos.

—Has llegado un poco antes, eres tan puntual cómo siempre.

—Ya me conoce hijo la puntualidad es parte de mí, y vengo muy feliz de enterarme de tu triunfo y que tú quieras hablar conmigo.

El duque dio unos pasos más para abrazar a su hijo y se quedó frente a madre e hijo.

—Richard el es Stear, a él ya lo conoce y ella es su madre Eli Cornwell.

El duque se quedó impactado de ver aquella mujer es verdad que ya no eran tan jóvenes pero seguían siendo tan hermosa no pudo evitar admirarla.

—Mucho gusto —Eli levantó su mano fingiendo no conocerle. Era mejor así aunque por dentro quería que la tierra la tragara. No es que no quisiera ver nuevamente aquel hombre, era que ahora sabía quién era el padre de Archibald.

Terry carraspeó y le dio un codazo a su padre para que respondiera a la madre de Stear.

—Oh perdón, mucho gusto Elie es un placer conocer a la madre del mejor amigo de mi hijo. Tal vez pudimos desayunar con ellos se atrevió a pedir el duque. —ambos jóvenes se miraron a los ojos y dieron una risita.

—Para nosotros sería un honor duque de Granchester —mencionó Stear.

—Richard por favor, dejemos las formalidades.

—Padre me encantaría pero temo decirte que debes conocer a mi tía ya mi hermano.

—¿Qué dices?

—Esa es la razón por la que te mandé hablar con urgencias mira ahí vienen —él duque volteó a ver y demostró a la mujer rubia y delgada que vino acompañada de un joven

—Esto no puede ser cierto —masculló y sus piernas lo hicieron tambalearse, Terry lo tomó del brazo y lo sentó en la silla más cercana.

—Hijo creo que debemos marcharnos, quédense en esta mesa sólo hemos ordenado un café, Terry permite que asimile todo tu padre, anda vámonos Stear, marca a tu hermano y vayamos a desayunar a otro lado.

El duque de Granchester la miró alejarse al mismo tiempo que enfrente de él se paraba Elena la hermana gemela de Eleanor Braker. —Dime que no estoy soñando Terry.

—No padre no estás soñando ella es Elena la hermana gemela de mi madre.

—Este es el día que el pasado vuelve a mi, primero Eli si así se llama y ahora Elena —dijo en una voz casi audible pero Terry lo había escuchado perfectamente.


Muchas gracias por estar al tanto de esta historia, leo sus mensajes y peticiones. Por ahí alguien puso que debo estar ocupada escribiendo todos mis demás fics? eso quisiera, pero la verdad no he podido esta es una semana de vacaciones para mis y mis hijos así que tratar de terminarlo y publicar, es difícil en el sentido que esta historia no es un copy paste ni tampoco una adaptación así que pido disculpas por la espera pero también doy gracias por el cariño a la historia espero hayan disfrutado del capítulo, siempre es placentero leer sus comentarios y muchas gracias por sus ⭐️

Y cómo les dijo antes esta es una historia que tengo pensado terminar.