Al LIMITE

PAC 20

Terry se alejó del lugar sin mirar atrás, claramente algo estaba surgiendo entre Candy y Frank.

El siguiente mes las próximas cuatro carreras para Terry fueron sin contratiempo teniendo dos victorias y Renault adjudicándose una. Pero para todos los equipos la gran sorpresa de este año era el equipo Red Bull con su piloto checo.

Candy se debatía entre decirle a su hermano o no que pronto sería tío, pero sabía que mientras su vientre no se notara lo mejor era llamar.

Ella quería amor, casarse, tener hijos, pero no por obligación de parte del padre hacia el ser que crecía en su vientre, claramente él ya no quería tener nada que ver con ella, no la había buscado en dos meses y si se lo decía. ahora seguramente se sentiría obligado a tomar una decisión. Después de que aquel día le confesara hablar con él duque de Granchester, cosa que le sorprendió mucho cuando la fue a buscar a su cuarto de hotel en Austin TX, para decirle que lo había hecho y darle las gracias, por unos segundos al verlo parado. en el umbral de la puerta su corazón se aceleró, pensó que le diría "ahora hablemos cumplimos tu petición" pero no fue así, él solo se dio la media vuelta y se marchó.

Y ahora decirle del embarazo era su dilema sabía que era algo que ya no podía ocultar más; dejó de usar blusas ajustadas y pasó a usar ropa más holgada o chamarras amarradas a la cintura. Había evitado hablar con sus amigas pues Annie era muy intuitiva y sabría que algo le estaba pasando tan solo al escuchar su tono de voz y su prima Paty había dejado de viajar con Stear pues estaba apunto de publicar un libro, estaba en tratos y arreglos con su editorial. Daba Gracias a Dios por estar de viaje de un lado a otro sin poder verlas pues seguramente ellas lo habrían descubierto desde hace tiempo.

«Solo son cinco meses, anteriormente tuve un aborto espontáneo la doctora me ha dicho que debo guardar resposo lo más que pueda, si algo llegara a pasar será devastador para mi, pero para que decirle a Terry, el esta teniendo una excelente temporada. Si todo sale bien cuando termine el campeonato estará por tener a mi bebe, ese será el momento en que se lo diga» pensó para sí misma parada desde la ventana de su cuarto de hotel.

Lo miraba en el podio a lo lejos, una vez más ganaba una carrera, ella sin pensarlo tocó su vientre y masculló.

—En su tiempo sabrás quién es tu padre, no te voy a quitar ese derecho. Pero por ahora decirle de tu existencia sería distraerlo y todo lo que está pasando con Elena... No, no seremos parte de esa distracción cuando termine la temporada se lo diré.

—Qué tanto hablas tú sola —preguntó Albert acercándose a ella—. Te he notado muy rara.

A lo lejos ambos hermanos observaron cómo subió Stear Cornwell al podio y le habló al oído al ganador de ese día, el joven piloto Terrence Granchester bajo a toda prisa dejando boquiabiertos a periodistas y fans. Albert y Candy solo se miraron uno al otro. Candy supo que algo estaba pasando para que él reaccionara de ese modo.

Con el paso de los días Candy se enteró por su primo Stear que Terry tuvo que salir de emergencia al Reino Unido en Richmond por su tía Elena. El estado de su enfermedad se volvió crítico.

—Candy, la tía de Terry está muy mal, él quería estar al lado de ella y su hermano Frank, aunque su socio no se quedó muy conforme al irse, comprende que es una situación familiar, no habló con él desde hace una semana. .

—Entiendo Stear. —Porque no vas a Richmond, él sería muy feliz de verte y de tener tu apoyo. —No lo creo, no soy familia y este es un momento muy delicado para Terry y Frank, tal vez sea el momento donde ellos dos se conocerán y se harán más unidos como hermanos.

—Tienes razón, pase lo que pase se tendrán uno al otro como familia y es hora de que empiecen a estrechar lazos como lo que son, dos hermanos; pero dime Candy ¿tú cómo estás? te noto rara, no lo sé tu cara me dice que algo no está bien.

Candy se puso nerviosa y titubeó al contestar: —Este.. yo... bueno...lo qué pasa es que estoy muy cansada y me he hecho varias pruebas en el laboratorio por orden del médico y el estado de mi anemia no cambio , no lo sé tal vez me retire de la temporada ha sido demasiado estrés para mi; hoy pensaba hablar de eso con mi hermano Albert, sé que él comprenderá y mi padre en el cielo lo hará también, tú sabes que lo mío es estar en la central de Renault con la mejora de los motores; antes de morir mi padre me pidió hacerme carga como jefa técnica de la temporada, necesito un respiro.

Me siento un poco triste en el sentido de que esta fue la última voluntad de mi padre y no cumpliré con ella.

—Candy, no pienses así, si tu papá viviera te aseguró que él comprendería, yo te entiendo esto puede ser muy estresante y ¿a dónde irás? Regresarás a Chicago o irás a Oxfordshire.

—No lo sé aún —mintió—. Solo estaré la próxima carrera para dejar todo en orden.

—Pues descansa y ojalá vuelvas antes de terminar el campeonato ya sólo faltan cuatro meses.

—Ya veremos primo. Se despidió de él con un abrazo.

Candy había tenido suerte de que su vientre aún era muy pequeño, nadie la había descubierto ni siquiera su hermano. Y ella sabía muy bien que los siguientes cuatro meses el bebé se desarrollaría de tal modo que sería imposible ocultar su estado.

Al hablar con Albert, él entendió la situación y la apoyó en su decisión. "La salud es primero" le dijo

No es que Candy se alegrará por lo de Elena, pero todo se había acomodado de modo que ella se fuera sin que Terry lo supiera.

«pero que tonta eres Candy, él ya no te busco acaso cree que notaría tu ausencia» se recriminó por pensar así.

Pensó muy bien a dónde debía ir, en Oxfordshire en su departamento que había adquirido para hacerse cargo de Renault en la sede central, alguien seguramente la reconocería y en Chicago, sería el primer lugar donde Albert la buscaría y sus amigas serían las primeras en verla. y descubre lo que había ocultado por meses.

Decidió ir a Escocía, en el pequeño poblado de Stirling, ahí sus padres tenían una pequeña villa que daba vista a un lago maravilloso. Lugar donde solían llevarla en vacaciones de verano. A unos minutos se encontró el pueblo con un hospital y todo lo que ella necesitaba estaría a su alcance. Empaco, pudo reservar un boleto de avión y se marchó a la mañana siguiente.

Al llegar se dio cuenta que el lugar seguía intacto como lo recordaba, su padre siempre tenía gente trabajando en esa casa, él decía que si un lugar no era habitado el polvo destruirá todo y en una pequeña casa aledaña a la villa vivían una mujer con su hijo que siempre estaba al cuidado de la casa. Dándole mantenimiento.

En la lectura del testamento de su padre, esa casa había sido parte de su herencia, se imaginó tomar unos días después del campeonato para ir pero jamás pensó que sus planos cambiaran y que estaría en ese lugar para dar a luz a su bebé.

Empezó a buscar una llave, recordaba que estaba debajo de una piedra, ya era un poco tarde y no quería molestar a Leyna.

—¡Señorita Caramelo! ¿Es usted? —la voz de la mujer a sus espaldas la hizo pegar un brinquito y gritar.

Al voltear reconoció a Leyna y su hijo al lado de ella tenía una hacha en la mano.

—Si, soy yo Candy, solo quería entrar a la casa, no quise molestarte se que ya es noche y recordé que papá tenía una llave debajo de una piedra falsa, perdón si los asusté.

—Marck baja esa hacha —ordenó la mujer a su hijo—. Ella es la dueña de este lugar.

—¡Oh perdón señorita! —mencionó el chico.

—No te preocupes Marck yo tuve la culpa y tu seguramente no me recuerdas la última vez que te vi tan solo eras un pequeño niño que corría detrás de todos los animales que veía.

—Pues ahora hace lo mismo pero de las chicas —¡Mamá eso es mentira! —espetó molesto ante la declaración de su madre.

—Ay Marck solo es una broma, ya sé que solo tienes ojos para una chica, pero eso de que anda atrás de los animales no ha cambiado porque ahora él cuida de todos los animales de las villas aledañas, se acaba de graduar de veterinario.

A Candy le causó gracia ver a madre e hijo jugar, supo que no se sentiría tan sola en ese lugar

—Felicitaciones Marck me alegra saberlo —el chico solo le suena con timidez.

—Pero señorita Candy, déjeme abrirle la puerta, debe estar muy cansada por el viaje.

Candy entró y observó detenidamente la estancia era tal cual como lo recordaba, cada detalle tenía el toque de su madre en la decoración —suspiro al ver todo y se sentó en uno de los sillones, unas lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas. Tenía recuerdos maravillosos de su madre en ese lugar.

—Señorita déjeme prepararle un té, en lo que Marck le enciende la chimenea. Después de unos minutos la mujer dejó una tetera al lado de Candy en una mesita. La cubrio con una cobija que se encontraba en el sillón.

—Descanse mañana será otro día y se que se sentirá mejor. Prepare todo para su estancia aquí. ¿Vendrá alguien más? —No, solo será yo por unos meses.

La mujer al verla recostarse sobre el sillón pudo observar su pequeño vientre, supo que la señorita Ardlay estaba embarazada.

Ambos, madre e hijo salieron de la casa en silencio.

—Madre debería llevarla a su habitación, ¿acaso no estará mejor ahí?

—Marck ella venía muy cansada y desde niña su madre solía hacerle un chocolate caliente y con el crepitar de los leños ella se quedaba profundamente dormida, necesita descansar y se que ahí lo hará, el sofá es lo suficientemente grande y cómodo para dormir, así que no te preocupes mañana muy temprano vendré a verla y la ayudará a acomodarse en su habitación.

—Pues si tu lo dices estará bien, solo lamento no poder ayudarte con mi trabajo en la clínica veterinaria me será imposible.

—No te preocupes hijo, solo tendré que atenderla a ella, nadie más estará en la casa para mi será un verdadero placer.

Terry sin duda sabía dónde debía estar y era al lado de su tía y hermano, tenía la añoranza de volver a ser campeón algún día pero la vida le estaba enseñando que eso solo era la gloria de un día, por mucho tiempo se sintió solo y ahora estaba con su familia.

Estaban en la mesa sentados comiendo el duque de las Granchester, Frank y el. Elena se encontró en una de las habitaciones de la mansión Richmond con todos los cuidados necesarios. Su padre había cumplido su palabra y estaba haciéndose cargo de su tía Elena, entendía que era genuina su ayuda y que durante mucho tiempo lo había juzgado mal.

Los tres hombres habían convivido más y se habían conocido más. El duque Richard Grandchester sintió que estaba recuperando el tiempo perdido con su hijo, habían hablado y se habían sincerado en muchas cosas referentes a Eleanor, sabía que Frank aunque no tuviera su sangre sería un hijo más para él, jamás lo dejaría solo se lo había prometido. a Elena en una plática.

Esa mañana Richard había marcado por teléfono al número de Elie Cornwell, y le había pedido trabajar para él. Al principio ella había aceptado se lo había dicho Terry de hecho supuso que viajaría con ellos a Londres desde Austin Texas, pero después se negó diciendo que no tenía pasaporte y le llevaría un mes o dos conseguirlo. Terry le contó lo sucedido y él se sintió muy decepcionado había indagado y sabía que si lo había extraviado su pasaporte pero ya tenía uno nuevo y podría viajar sin ningún problema. Él la llamó en persona y contó toda la historia sobre Elena y Elie terminó aceptando ir a Londres. Ella sabía que era tiempo de enfrentar el pasado, debía decirle a Richard que de aquel encuentro de hace años en Amsterdam, había un hijo de por medio que era Archie.

Mientras empacaba su maleta pensó «esto es increíble tengo mariposas en mi estómago, contrólate Elie debes serenarte, vas ayudar a alguien que te necesita y también a decirle al duque que es padre»

Ella no podía evitar sentir temor ante esa verdad y no era en sí por la revelación era por el hecho de que se rehusara conocer a su hijo, el era un duque tal vez eso sería motivo para rechazar a Archie, realmente no lo conocía y lo poco que sabía de él era por lo que le llegó a contar Stear del padre de su amigo y esa versión era de un hombre que había abandonado a su hijo dejándole solo por querer ser corredor de la F1 al querer perseguir sus sueños. Sintió un vuelco en su estómago tenía tantas emociones encontradas, se sentó en la cama ya la vez recordó al hombre tierno que acariciaba su desnudez.

«Si pero yo conocí su lado vulnerable, ambos habíamos tenido una pérdida dolorosa» se dijo

Frank estaba viviendo una de las cosas más difíciles de su vida a pesar de que su madre había aceptado el tratamiento experimental se estaba consumiendo en la enfermedad ese día en especial la había visto tan caída que estaba perdido en sus pensamientos sin mencionar una palabra en la colina baja

Terry sin embargo no quitaba a Candy de su mente. Siempre la pensaba, pero esa mañana en especial sintió un dolor que le oprimía el pecho. Se había comportado como un idiota se lo dijo Frank al dejarla aquel día parada sin mencionar nada. Esa mañana ambos hermanos habían decidido salir a correr en los alrededores de la mansión el día era perfecto y soleado, después de una buena carrera donde Frank ganó había mencionado con el aire entrecortado por su respiración agitada:

—Vaya parece que en esta carrera yo soy el que ganó, te falta condición hermano.

Terry se sorprendió ante su declaración "hermano" lo había llamado.

—Ay Frank hiciste trampa, saliste corriendo antes de tiempo —Bueno tengo a quien aprenderle ¿no lo crees? así es como tú saliste corriendo en el cuarto de hotel donde estaba con ella, nos dejaste desconcertados.

Terry carraspeo ante su declaración y de la nada le dijo:

—Si serás un idiota Franky -le quiso dar un golpecito a su hermano pero el fue más rápido y lo esquivó.

—¡Idiota yo! —soltó una carcajada—. No te mordiste la lengua claramente ella te ama, bueno ambos están loquitos uno por el otro, solo que ambos piensan lo que creen piensa el otro y no se sinceran, búscala si no lo haces creerlo te arrepentirás toda la vida y otra tal vez sea el privilegiado de su amor.

—¡Alguien como tú! -espetó molesto. —Ahí vas de nuevo con tus celos estúpidos ya pensar por otros, acaso me has preguntado que siento yo, si acaso ella me gusta.

Terry se animó a preguntar —¿Y acaso te gusta? ¿Sientes algo por ella? ¿Hay algo entre ustedes? —soltó aquello que lo había carcomido por días y no se había animado a preguntar.

—Dije una pregunta, no mil -rió ante la reacción de su hermano—. Pero está bien, te voy a contestar lo que quieres saber. Siento afecto por ella, es una buena chica, desde que la conocí supe que es muy noble y sincera, no sé explicarlo es de esas personas que conoces y es como si ya nos hubiéramos conocido de hace tiempo, la vi enferma, tan vulnerable es por eso que ese día la lleve a su habitación cargándola en mis brazos. — ¿Enferma hace dicho? —preguntó un Terry preocupado —Si ella no está bien desde que la conocí tuvo mareos, vómitos, la llevó al hospital y dijo que era una fuerte anemia no cuidada.

Terry se quedó pensando ante lo dicho por Frank.

—Y te voy a responder la última pregunta, No, no hay nada entre nosotros como pareja, solo somos buenos amigos, ¡Terry! Escuchaste lo que te dije ¿por que te has quedado tan pensativo?

Los pensamientos de Terry volvieron a años atrás donde recordaron ver a Candy enferma de ese modo y fue casi en las fechas cuando la sacó de su vida. Y hace poco hizo conjeturas de lo sucedido ella había estado embarazada. Acaso era posible que ella estuviera...

—Terry... ¿Estás bien? ¿Dije algo que te molestará?

—No, no de ninguna manera, al contrario agradezco tu sinceridad y el que me declara todo esto. —pensó si debía decirle lo que estaba pensando pero hacerlo sería ahondar en lo que pasó entre ellos dos hace unos meses la supuesta despedida de Candy.

—Los celos me tenían loco y más aún pensando que mi hermano y mi ex esposa...

—Ya ni lo digas, mejor dedícate a buscarla y reconquista a esa mujer porque si no lo haces yo mismo te agarro a guamazos —le dio un golpe en la cabeza y echó a correr

-Franco...! Me la vas a pagar, deja que te atrape.

Los pensamientos de los tres hombres mantenían un silencio sepulcral en la mesa a la hora de la cena tanto que hasta el mayordomo los sacó de sus pensamientos a los tres preguntando: —Acaso hay algo malo en la comida? Si es así puedo ordenar que hagan algo de su agrado ninguno ha probado la comida.

—Oh, perdona a Phillipe, estoy distraído —mencionó el duque, no te preocupes, todo está perfecto y recuerda que mañana llega la doctora Elie, quiero que su habitación esté lista con rosas frescas.

—Con que rosas frescas él —mencionó un burlón Terry.

—¡Terry no te pases de la raya! —Un padre incómodo respondió a su hijo.

—No me mal interpreta mi risa no es en burla más bien es de que ya es hora que dejes de estar solo y ustedes dos tienen historia -le guiñó el ojo.

En ese momento vino corriendo la enfermera que atendía a Elena —La señora se ha puesto mal, ella pide hablar con usted joven Frank.

Los hombres se pusieron de pie y corrieron a la habitación.

Dos semanas habían pasado y Elena se había recuperado tan solo un poco permaneciendo estable.

Elie llegó a Richmond y la mayor parte del tiempo se la pasaba con Elena, el duque comprendió la situación y sabía que el tratar de acercarse a ella sería con el tiempo.

Terry habló con Stear y preguntó por Candy.

—Vamos Stear, dime cómo es que Candy abandonó el campeonato ¿qué fue lo que pasó? Deja de mentir tu esposa es su prima y tu cuñada su mejor amiga ellas deben de saber algo.

—Boss no te miento, no sabemos nada de ella desde hace dos meses, ni su hermano Albert sabe algo, falta un mes para terminar el campeonato las cosas no están mal para nosotros Terry.

—Eso es lo que menos me importa cambiaría todo lo que he conseguido por la salud de mi tía y el poder estar con Candy, necesito hablar con ella, si sabes algo por favor avísame.

—Te prometo que así será, estamos en contacto jefe debo de colgarme está entrando una llamada de mi esposa.

Terry se quedó totalmente pensativo ella lo volvía a hacer, desaparecer como si la tierra se la tragara.

—Candy... Candy ¿Estás dónde? Puso su mano en el pecho al sentir una opresión. Aquello que lo provocaba estaba a tan solo siete horas y media en carro manejando.

—¡Leyna! ¡Leyna! —gritaba Candy desde su habitación. La mujer entró al cuarto a toda prisa encontró a una chica muy espantada llorando en su cama, la mujer observó las sábanas manchadas.

—Leyna necesito ir al hospital, he roto fuente se supone me falta un mes —la rubia empezó a llorar nuevamente.

—Tranquila señorita todo estará bien, voy por Marck. La llevaremos al hospital.

En el hospital a Candy le dijeron que tratarian de retrasar lo más que se pudiera el parto administrando inyecciones y esteroides para acelerar el proceso de crecimiento de los pulmones del bebé.

—Señorita quiere que le avise a su hermano sobre que usted está en el hospital.

-¡No! No está bien, es el último mes de temporada, después yo misma le llamaré.

—¡Pero señorita por favor déjeme llamar!

—Pero nada Leyna, si algo llegase a pasar con mi bebé —tocó su vientre ante el sentimiento de pérdida—. Esto sería en vano te prometo que cuando nazca las cosas cambiarán y Albert estará aquí para conocer a su sobrino, solo dejemos trabajar a mi hermano sin preocupaciones.

Los doctores lograron postergar el nacimiento dos semanas pero ni un día más así que programaron a Candy para una cesaría, le pidió a Leyna estar a su lado.

Con las luces del quirófano arriba de ella y la sábana que cubría para no poder ver hacia doctores y enfermeras escuchaba al doctor pedir instrumentos para hacer la incisión en su vientre. Sujetaba la mano de Leyna con fuerza. La mujer se había convertido en una amiga y un gran apoyo. Hubiese querido tener a su madre al lado o al padre de su bebé pero sabía que su madre le había mandado un ángel llamado Leyna que la hacía sentir como una hija.

—Tranquila hija —la llamo con cariño—. Todo saldrá bien ¡ya nació! —mencionó Leyna.

—Porque no llora —masculló preguntando a Candy y derramando lágrimas. ¡Mi bebe! ¡All Right!

El doctor cortó el cordón umbilical y pasó al pequeño bebé recién nacido en una cama obstetra, empezaron a darle reanimación al recién nacido.

Para Candy parecieron una eternidad esos minutos hasta que de la nada un pequeño bebe dio un aliento de vida y empezó a llorar. Fue música para los oídos de Candy y Leyna.

Mientras que en Stirling se celebraba la vida con un aliento, en Richmond Elena daba su último aliento de vida y un desconsolado Frank lloraba abrazando a su madre. Terry parado al lado de él ponía la mano en el hombro de su hermano en señal de apoyo y con otra tocaba su pecho era un dolor que no entendía. Eli lloraba en la misma habitación y Richard la abrazaba y mencionaba en su oído:

—Y si un día me preguntan, qué es la vida...

Responderé que la vida es hermosa a pesar de las lágrimas y dolorosos momentos, las duras decepciones te dan la fuerza de empezar de nuevo, ella se fue en paz logró ver a su hijo al lado de su hermano ya a pesar de ser sus últimos días decididos perdonar a su hermana Eleanor empezó de nuevo, la admiraba por ello.

—Elie solo lo abrazo con más fuerza ante sus palabras. —La vida tampoco es eterna y perfecta —respondió ella levantando su mirada y viéndolo a los ojos.

Terry imaginó que Candy tal vez asistiría al funeral de Elena pero no fue así. Se sintió muy decepcionado desde el día de la muerte de su tía no se le había quitado esa opresión en el pecho «creo que debo ir al doctor» pensó.

Los días se habían convertido en semanas y las semanas en meses. Ya eran ocho meses sin saber nada de Candy, por momentos se sintió enojado, que se creía ella para desaparecer de aquel modo y después entendía que no tenía ningún derecho en la vida de ella. Se encontró en el despacho de la mansión de Richmond dio un trago a su whisky y en ese momento sintió vibrar su celular vio el nombre de la pantalla que decía "Doazón'' Asociación de Trasplantes de médula ósea.

Después de la muerte de Elena, él y Frank habían decidido ponerse en la lista de trasplantes de médula ósea tal vez podrían salvar la vida de alguien. Esa decisión lo llevaría muy cerca de sus seres amados y nuevamente su vida estaría al límite de todas sus emociones. Se encontraría entre el amor y el odio.


Gracias por su paciencia y cariño a esta historia siempre es grato leer sus comentarios por un momento estuve a punto de quitarla de la plataforma pues se que aveces es desesperante esperar por una historia, yo he estado de aquel lado como lectora pero alguien me convenció de no hacerlo y al principio de la historia está marcado "EN PROCESO" aveces la vida nos absorbe y realmente escribir lleva de tu tiempo y concentración; con familia e hijos aveces es difícil por más que lo trate uno ⊙﹏⊙ pero tuve esta semana de vacaciones y aparte acabé enferma y quise dejar de pensar en el dolor de cuerpo y distraerme así que aquí el final de este capítulo aunque ya tenía la mitad de el, fue más largo de 3mil palabras así que espero sea de su agrado. Ahora si ya casi la recta final pienso serán dos capítulos más o(≧o≦)o las quiero queridas lectoras y este capítulo estaba desde hace tiempo en Wattpad. Asi que vine el 21 a quien solo lee por aquí tendran dos(^_-)