Natsu decidió dar un paseo por Magnolia. Estaba feliz de saber que Happy había regresado de su misión con Carla, quien ahora era su pareja.
—Dragneel.
Natsu se detuvo y se giró para encontrar a Jenny Realight, maga de Blue Pegasus y rival de Mira en el mundo del modelaje, parada allí.
—Jenny, ¿qué te trae a Magnolia? —preguntó Natsu extrañado de encontrarse con la maga rubia tan lejos de Blue Pegasus.
Jenny le hizo un gesto para que la siguiera hacia un callejon. Natsu avanzó a grandes zancadas y cuando la encontró en el escondrijo, la rubia se aseguro de que no hubiera nadie cerca, antes de inclinarse hacia Natsu para susurrarle al oído.
—Sé que te follaste a Mirajane —dijo en un susurro.
—¿Ella te dijo? —preguntó Natsu.
—Oh, en detalle. Ella no deja de describir, con una sonrisa de oreja a oreja, como termina caminando tambaleándose después de pasar HORAS contigo—dijo Jenny, con un ojo temblandole de como la albina presumía al semental que la montaba con regularidad.
—Está bien, ¿Por qué me lo cuentas? —preguntó Natsu, sin saber muy bien a dónde iba esto.
—Quiero un trozo —gruñó Jenny.
Natsu arqueó una ceja.
—¿Qué pasa con Hibiki? Pensé que ustedes dos lo estaban saliendo —preguntó el pelirosa, a lo que la rubia sispiro
—Por favor, ¿Realmente crees en esos tabloides de chismes?, Solo somos amigos... ademas, el prefiere la compañía de otros hombres—explico Jenny.
Natsu se estremeció ante la imagen mental.
—Perdón por la imagen, Dragneel —se disculpó Jenny.
—Vas a tener que hacer algo más que una disculpa para hacerme olvidar eso —dijo Natsu.
Jenny sonrió. Miró a su alrededor y encontró unas cajas apiladas. Llevó a Natsu hasta allí y lo empujó contra la pared de piedra entre ellas. Le desabrochó los pantalones y se los bajó de un tirón. Le siguió el calzoncillo y envolvió todo su órgano flácido. Natsu gimió cuando Jenny empezó a chupársela. Joder, la rubia sabía cómo dar mamadas. Se preguntó si su acendente carrera de modelaje tenía algo que ver.
Jenny gimió sentir que el miembro de Natsu crecía y se endurecía en su boca. Era demasiado y tuvo que apartarse un poco para poder seguir respirando. Se apartó y admiró el órgano completamente erecto. Era tan grande y grueso. Maldita sea, ¿Cómo iba a caber esta cosa en ella? Nunca antes tuvo alguno así antes.
—¿Qué estás esperando? —siseó Natsu.
Jenny se levantó la falda y luego se quitó las bragas verde esmeralda con sus iniciales y las metió en el bolsillo de Natsu.
—Un recuerdo— dijo y luego saltó sobre Natsu envolviéndolo con sus piernas y brazos.
Natsu tuvo que apuntar su pene a tientas. Le tomó varios intentos, pero Jenny jadeó y luego dejó escapar un gemido prolongado mientras se hundía en la verga del cazadragones. Natsu murmuró algunas malas palabras cuando sintió el coño súper apretado de Jenny rodeándolo. Mierda, estaba muy apretada. Una vez que Jenny estuvo completamente sobre Natsu, se quedó sin aliento. Nunca se sintió tan llena antes y se sintió tan increíble.
—Fóllame Dragneel, fóllame mi coño como lo hiciste a Mirajane— gruñó.
Natsu los hizo girar, empujó a Jenny contra la pared y comenzó a follarla largo, y duro contra ellas. La rubia maulló mientras hundía sus uñas de manicurista en la espalda vestida de Natsu. Esta era una estampa por la que los paparazzi matarían; Mss Fiore siendo devastada por el famoso Salamander.
—Oh, joder Dragneel, eso es todo. Mierda, joder, me corro —gimio Jenny.
Natsu sintió que el coño de Jenny lo apretaba con tanta fuerza que temía arrancarse la verga y siguió moviéndose. Siguió follandola durante todo el orgasmo de Jenny, haciendola ver estrellas durante una seguidilla de mini orgasmos. Siguió moviéndose, convirtiéndo a la modelo en un desastre gimiente y ruborizada. Las lagrmas y saliba le escurrían por su hermoso rostro, arruinando su maquillaje, complementando su rostro de ahegao con la lengua afuera y ojos en blanco.
"Joder... es una bestia... ¡Y aún no se ha corrido" pensaba Jenny sorprendida, antes que nuevamente su mente volará por la ventana.
Estaba sorprendida de lo mucho que Natsu aguantaba. Los chicos de Blue Pegasus a los que les gustaban las chicas solo duraban unos segundos y luego disparaban su carga. Sin embargo, ella había perdido la cuenta de cuántas veces él la había hecho llegar, llegando al punto en que había un charco de sus jugos en el suelo y había dejado de sentir sus piernas.
Jenny pensaba que Mira era un verdadero monstruo si era capaz de seguirle un ritmo ha este dragón. Para fortuna de la rubia, Natsu finalmente sintió que no podía contenerse más.
—Ya casi estoy ahí —gruñó, alarmando a Jenny.
"¡No en mí, no es un día seguro!" Intentó decir, pero era incapaz de formular palabras actualmente.
Natsu entró y salió varias veces más antes de liberar su carga en lo más profundo de Jenny con una última y poderosa embestida, haciendo que Jenny también se viniera, lo que le hizo perder el último resquicio de sensatez.
—Oooooh... puedo sentir tu semilla nadando dentro de mí —ronroneó Jenny, positivamente conquistada por el dragón.
Una vez que recuperó el aliento, Jenny se puso de rodillas en el suelo sucio del callejon, justo sobre un charco de sus jugos, y limpió amorosamente la verga de Natsu. Lamió todos sus jugos y un poco del semen del pelirosa. Una vez que estuvo completamente limpia, se levantó y sacó otro par de bragas que tenía en el bolsillo. Se las puso y Natsu la miró.
—¿Qué? No quiero escurrir tu semen hasta mi gremio —dijo ella, aunque la verdad es que no quería que ese precioso espermar saliera de su vientre ligeramente distendido.
Natsu solo negó con la cabeza, pensando que no entendía a las mujeres y luego se subió los pantalones.
—Fue un placer... Natsu— se despidió Jenny, sonrojada.
—Lo mismo digo —dijo Natsu.
Jenny se alejó caminando de forma extraña. Natsu sacudió la cabeza mientras esperaba que Jenny desapareciera de su vista. Una vez que lo hizo, siguió su camino silbando.
Sin que ninguno de los dos lo supiera, alguien lo vio todo y tomo un par de fotos del suceso. Dentro de un mes, el Hechicero Semanal publicaría una imagen completamente poco digna de Jenny, mostrandola como la follaban contra la pared y como está daba una mamada de rodillas en un callejón. Curiosamente, ninguna foto mostraba el rostro del amante de la Mss Fiore.
Jenny tuvo que dar muchas explicaciones en Blue Pegasus y fue acosada por la prensa para que revelará "quien había convertido a una de las mujeres mas hermosas de Fiore en una puta de callejón".
Mientras esto ocurría, una peliblanca leía estás noticias en su periódico matutino, mientras bebia su té, con una sonrisa inquietante. Mientras que, por un instante, su blanco cabello cambio a uno completamente oscuro, antes de volver a la normalidad.
