- . My Hero Academia 180 grados. -
38. Donde Hawks se enfrenta a Dabi, Izuku se encuentra con su doppelgänger y Uraraka sueña sobre una vida con dos Dekus.
Hawks sujetaba con delicadeza las manos de la falsa Rei Todoroki entre las suyas, intentando transmitirle una calma que él mismo apenas lograba mantener. La situación era crítica, y cada segundo que pasaba sentía más el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
—Por favor... no importa quién seas —dijo con voz suave, su mirada fija en la mujer frente a él—. Si sabes dónde está el escondite de estos criminales, dímelo. Y te juro que ya no te perseguirán y serás libre para vivir tu vida como mejor te plazca.
La falsa Rei bajó la vista hacia sus manos unidas, observándolas en silencio. Después de un momento, comenzó a deslizarlas lentamente, soltándose del agarre de Hawks. La sorpresa pasó fugazmente por el rostro del héroe, quien no apartó la mirada, intentando descifrar sus pensamientos.
—No hablará —interrumpió Dabi desde las sombras, apoyado su peso con despreocupación sobre el tronco del árbol más cercano. Su tono gélido estaba teñido con algo de diversión—. Incluso esa cosa sabe que lo único que te importa es la información que puedas obtener de ella, ¿no es cierto?
Hawks frunció el ceño, con su expresión endureciéndose cada vez más, mientras giraba hacia el villano que siguió hablando:
—Te he visto en las noticias. Cuando llega el momento de demostrar quien eres en realidad, tu no sabes comportarte. Eres solo un payaso impertinente. Se ve que tu madre nunca tuvo tiempo de enseñarte buenos modales.
—No hables como si me conocieras, criminal!
Dabi esbozó una sonrisa cínica.
— Y que decir de tu padre...
Hawks pareció estar conteniendo una respuesta mordaz, pero el ayudante, a su lado, le indicó con urgencia:
—¡Señor, mire!
Detrás de Dabi, Twice y un clon de Dabi se acercaron corriendo, impulsándolo hacia arriba con sus manos unidas. Dabi ascendió en el aire con facilidad, y no perdió la oportunidad de lanzar una mirada desdeñosa a la falsa Rei Todoroki, antes de girar un poco hacía su compañero en el suelo.
—Twice, aprecio que usaras uno de tus clones para esto, pero el verdadero problema fue usar a una mujer como base — dijo con desprecio evidente—. Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo: todas las mujeres son unas inútiles.
—Qué curioso que digas algo como eso —comentó Hawks con una repentina sonrisa mientras alzaba el vuelo, llevándose consigo a la falsa Rei. Las llamas de Dabi estallaron tras ellos, persiguiéndolos entre los árboles.
—¡Tú tampoco actúes como si me conocieras! —rugió Dabi, incrementando la intensidad de sus llamas.
Hawks maniobraba con destreza, esquivando los ataques mientras sentía el calor abrasador cada vez más cerca. El aire a sus espaldas estaba impregnado con el inconfundible olor de plumas quemadas, pero no se detuvo.
—¡Por favor! —suplicó de nuevo Hawks, esta vez con mayor urgencia—. ¡Dime dónde están Shigaraki y los demás!
La falsa Rei lo miró con intensidad, pero en lugar de responder, intentó apartarlo con un movimiento brusco, como si prefiriera caer al vacío antes que permanecer en sus brazos.
Ese instante de distracción fue suficiente para que Dabi lanzara una llamarada precisa que alcanzó a Hawks. El héroe perdió el control y comenzó a descender rápidamente, obligándolo a aterrizar con dificultad. En el impacto, soltó a la mujer, quien rodó por el suelo.
En ese preciso momento y a unos cuantos metros, Shoto comenzó a incorporarse, aún recuperándose tras haber sido arrastrado por la ola de agua caliente provocada por Dabi. Apenas logró ponerse de pie cuando escuchó el grito desesperado de la falsa Rei.
—¡Shoto! —exclamó, extendiendo una mano hacia él —¡Ayúdame!
Con dificultad, Todoroki intentó crear una plataforma de hielo para alcanzarla, pero Dabi fue más rápido y levantó una muralla de fuego que detuvo el avance de su poder.
Despues, cómo si todo transcurriera en cámara lenta y antes de que ella pudiera reaccionar, Twice se lanzó hacia la falsa Rei, clavándole un tubo metálico en la espalda.
—¡AAAAAAH! —gritó Shoto, horrorizado, mientras la escena se desarrollaba ante sus ojos, a través del fuego.
El supuesto cuerpo de Rei comenzó a desmoronarse, deshaciéndose en una masa de lodo grisaseo que goteaba lentamente, revelando su verdadera naturaleza falsa. Shoto quedó paralizado, con sus ojos fijos en el suelo donde el cuerpo de su madre se deshacía, incapaz de procesar del todo lo que acababa de presenciar.
Poniéndose de pie, Hawks respiraba con dificultad, mientras el aroma a plumas quemadas seguía envolviéndolo. Sabía que se le había escapado una buena oportunidad para alcanzar su objetivo, pero su determinación no flaqueó.
De repente, un portal oscuro y ondulante se materializó detrás de Twice y los Dabis, rompiendo el aire con un suave zumbido. Desde el otro lado, emergió la figura imponente y sombría de Kurogiri. Su porte elegante y la calma inquietante en su mirada hicieron que todos se detuvieran y lo miraran. Con voz grave y carente de emoción, pronunció:
—Los encontré.
Su tono no parecía dirigido a los presentes, sino a alguien más allá del portal, oculto a la vista.
Twice y Dabi giraron la cabeza hacia la abertura, alertas pero sin mostrar demasiada sorpresa. Dabi, con una ligera inclinación de su rostro quemado, le dirigió una mirada casi burlona a Shoto que seguía pasmado en su lugar.
—¡Esperen! —exclamó Hawks, extendiendo una mano hacia ellos en un intento por detenerlos. Pero su gesto quedó suspendido en el aire cuando llamas azules brotaron alrededor del portal, como un escudo ardiente que le impedía acercarse.
Por un instante, justo antes de que el portal terminara de cerrarse, Hawks captó la imagen de Dabi de perfil. Su rostro lo miró ahora directamente a él, con una inusual calma.
—No vengas... —murmuró Dabi con voz suave, pero suficiente alta para ser entendida.
Y en los últimos segundos, los labios de Dabi formaron otra palabra que Hawks leyó claramente:
Keigo.
De pronto, Hawks se vio a sí mismo siendo apenas un niño, de pie en una colina con vistas a la imponente casa de Endeavor a lo lejos. En sus brazos, estaba el muñeco del héroe que apretaba con fuerza como si fuera su posesión más valiosa.
Detrás de él, una joven de cabello oscuro y mechones morados se acercó en silencio. Con dulzura le acarició el cabello al pequeño, haciéndolo girar hacia ella.
Entonces, Hawks había apretado sus pequeños puños y declarado con una firmeza poco común para alguien de su edad:
—¡Yo quiero salvar a ese niño!
La joven misteriosa, abrió la boca con algo de sorpresa para luego sonreír. Dejando que el viento agitara su cabello.
De vuelta al presente, Hawks parpadeó, sacudiendo la cabeza para despejar las imágenes que invadían su mente. Frente a él, su ayudante estaba auxiliando al joven Shoto, quien aún respiraba con dificultad y parecía bastante agitado. Pero Hawks no podía concentrarse del todo en él.
Frunció el ceño, su mirada fija en el lugar donde el portal había desaparecido y luego en los destrozos provocados en el terreno de la casa de Endeavor. Algunas preguntas surgieron en su mente:
¿Qué había pasado? ¿Por qué nunca habían llegado los refuerzos que había solicitado? ¿Dónde estaban los demás héroes?
...
Izuku no podía apartar la mirada del villano que permanecía parado en el cráter. Definitivamente, algo le había sucedido, pero... ¿por qué sentía esa punzada de preocupación por alguien que supuestamente era un villano? Aunque, después de todo, seguía siendo una persona, ¿no?
El peso de la incertidumbre lo golpeó con fuerza. ¿Todo esto era real, o simplemente era otra de las pruebas del examen de admisión? Las palabras de aquel chico de antes, el que había presumido de tener un alto coeficiente intelectual, resonaron en su mente mientras intentaba encontrar la verdad y el sentido a la situación.
Shinso, aún en el suelo, observaba a Midoriya con una mezcla de frustración y urgencia. Desde su punto de vista solo estaba congelado en su lugar, sosteniendo al joven inconsciente en sus brazos, sin mostrar señales de actuar. Un suspiro de irritación escapó de sus labios antes de decidir aprovechar la oportunidad. Frunciendo el ceño, Shinso levantó la voz con firmeza:
—¡Hey, villano! ¿Qué fue eso? ¿Estás bien?—, gritó lo más alto y claro que pudo, esforzándose por mantener el tono adecuado para su propósito.
El villano giró la cabeza hacia donde provenía la voz, y su cuerpo quedo rígido al instante, tal y como había sucedido antes.
Izuku abrió los ojos con sorpresa, tratando de no mover la cabeza hacia Shinso, por miedo a que le sucediera lo mismo. Su mente comenzó a atar cabos con rapidez. "¡Ya entiendo!", pensó, sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda. "El quirk de lavado de cerebros de Shinso se activa cuando alguien responde a su voz, incluso con un gesto tan pequeño como mover la cabeza"
En ese instante, recordó lo que Shinso había dicho antes:
"Por mi quirk, la gente suele decir que haría un buen villano, pero en realidad no lo soy. Eso es lo que intento probar estando aquí"
La misma voz de Shinso lo devolvió al presente, con una firmeza que no admitía objeciones.
—¡Midoriya! ¿Qué esperas? ¡Pon a ese chico a salvo!
Izuku sacudió la cabeza, apartando los pensamientos que lo distraían. Fuera lo que fuera esto, ya fuese un escenario real o una prueba del examen, lo único que importaba ahora era proteger al chico inconsciente que tenía en brazos. Se preparó para moverse, pero al acomodarlo mejor, no pudo evitar mirarle el rostro.
Sus ojos se abrieron con incredulidad. Lo observó detenidamente, incapaz de ignorar lo que veía.
Era él.
O al menos, alguien que se le parecía bastante. Excepto por el color del cabello.
...
El sueño de Uraraka continuaba en medio de un escenario nebuloso:
— Bueno, por supuesto sabía que había cierta posibilidad de que esto ocurriera, pero supongo que al final no fue un proyecto del todo fallido. ¡Tú te quedas con uno y yo con el otro! ¡Jajaja! —Uraraka agitó la mano, como queriendo ahuyentar el recuerdo de lo que Hatsume había dicho después de ver el resultado de su experimento, aunque una última frase persistió antes de desaparecer:
—¡Pero no seas tan codiciosa para querer a los dos para ti sola!
— Sí… claro —murmuró molesta, dándole un sorbo a su té verde mientras miraba hacia la habitación abierta de Izuku. Dentro, uno de ellos levantaba pesas con la mano izquierda y el otro con la derecha, sentados frente a frente como si estuvieran ante un espejo. Para su sorpresa, parecían llevarse bastante bien, como si esta absurda situación fuera lo más natural del mundo. Pese a su exasperación inicial, Uraraka no pudo evitar sentirse de mejor humor al verlos interactuar con tanta sincronía.
Más tarde, los tres estaban sentados a la mesa, compartiendo una comida tranquila y pacífica.
— Deku —llamó de repente Uraraka.
— ¿Sí? —contestaron ambos al unísono, sus voces mezclándose a la perfección.
Ella no pudo evitar que un leve sonrojo le coloreara las mejillas, pero se esforzó por mantener la compostura.
— ¿Ya han pensado qué quieren hacer hasta que Hatsume pueda solucionar esta situación?
El Deku de la izquierda le cedió la palabra al de la derecha, quien asintió antes de hablar con calma.
— El principal problema que hemos contemplado es que, si Hatsume no logra unir nuestras conciencias al volver a unirnos, es probable que terminemos con información incompleta si hacemos tareas por separado o en lugares diferentes.
— Ya veo —asintió Uraraka, reflexionando por un momento—. Entonces, lo más conveniente sería que permanezcan juntos todo el tiempo, ¿verdad?
Esta vez, el otro Deku le cedió la palabra al de la izquierda.
— Aunque también hemos pensado que sería una pena desperdiciar esta oportunidad para ser más productivos. Hay varias cosas que hemos estado postergando, como visitar a mi mamá o comprar la despensa —explicó mientras el otro asentía, corroborando su punto—. Además, como siempre he tenido la costumbre de hablar conmigo mismo, no nos parece tan extraña la idea de ponernos al día todas las noches. Así podríamos aprovechar el tiempo al doble y, en teoría, tendríamos la misma información.
Uraraka juntó las manos, admirada por lo bien que se organizaban incluso en una situación tan atípica.
— Es una buena solución! Nunca dejas de impresionarme! —comentó con entusiasmo para mostrarles su apoyo, pero entonces pareció recordar algo—. Oh, cierto. Mañana es día festivo, así que podría acompañar al que vaya al supermercado. Necesito comprar algunos artículos de baño.
— Yo iré —dijeron ambos Dekus al unísono, para luego voltearse a ver, confundidos.
— L-lo siento, no era mi intención. Si tú quieres… —comenzó el Deku de la derecha, titubeante.
— No, no. Si tú quieres ir con Uraraka esta vez, yo iré a ver a mi madre —ofreció el otro con tono conciliador.
— ¿D-de verdad?
— Claro, no hay problema.
— Bueno, pero la siguiente ocasión puedes ir tú.
— Me parece bien.
Uraraka sonrió, divertida y, a la vez, enternecida por la linda disposición de ambos para cooperar. Aunque la situación era surrealista, esa calidez característica de Izuku parecía multiplicarse con cada versión de él.
Aunque, sin saberlos, ambos Dekus se sujetaban las rodillas con fuerza bajo la mesa. Cómo si se estuvieran conteniendo respecto a algo.
...
Notas de la autora.-
NEWRIKKU: De verdad muchas gracias por tus palabras. Es agradable saber que leen mi historia con tanto entusismo. Y gracias a todos los que me han animado a continuar.
Sus comentarios siempre son bienvenidos! Muchas gracias por leer, seguir y darle like. Siempre me hace sonreír :)
