Cuando Duo se despertó ya no estaba en la sala, abrazando a Heero, si no que estaba acostado en su cama, la ventana estaba abierta, así que notó que ya era al menos dia tarde, lo dejaron dormir mucho porque la noche anterior la pasó muy mal.
Se puso sus zapatos y salió de la habitación llamando a su novio, pero no hubo respuesta, así que caminó al inicio de las escaleras de arriba y lo llamó de nuevo, pero esta vez escuchó ruidos en la parte de abajo, no le estaba contestando, pero supo que había gente
Bajó los escalones tallándose los ojos y al llegar hasta abajo vio no solo a Heero, si no a sus dos padres, su papá ya parecía estar muy bien, la mamá estaba justo a su lado y el hermanastro les acompañaba, los tres estaban todos serios
Por un momento Duo creyó que ya habían hablado de lo que estaba pendiente con su padre, pero se dio cuenta que no, los tres voltearon a verle para saber como estaba, pero en especial el señor Yuy, hasta se levantó del sillón, aunque tampoco se veía muy bien
—¿Cómo estás hijo? —preguntó el hombre, Duo sonrió
—Mucho mejor, gracias papá —respondió aliviado de que no estaba enterado aún, por primera vez lo llamaba así, así que el señor Yuy estaba contento
—Bien, hoy cenaremos todos juntos como familia —dijo con tanta emoción que ninguno se atrevió a sacar el tema
La señora Yuy guardó silencio al igual que sus dos hijos, y sin ponerse de acuerdo, los 3 estaban en la misma sintonía, aun no era tiempo de decirle nada
—Descansaré un rato y bajo —informó el señor
—Te acompaño cariño —la mujer lo agarró por el brazo y subieron escaleras arriba
Ella volteó hacia atrás mientras subía acompañando a su esposo y en su silencio les dijo que se acordaran de lo que hablaron, que no se comportarían como una pareja dentro de casa, menos ahora que el señor Yuy no estaba para nada enterado de la situación.
La puerta de la habitación de los señores se cerró, entonces Heero y Duo se voltearon a ver
—Será que tiene que esperar esa charla —comentó el trenzado, entre sintiendo alivio y algo de frustración
Una parte de él quería ya decirlo todo, no guardar más secretos, pero otra parte de él no estaba para nada lista y poder hablar de eso, a diferencia de Heero, él si ya quería decirlo todo.
—A todo esto ¿cómo te fue con Relena?
—Bien —respondió seco— Parece que ella y Wufei se entienden
—¿Qué? ¿En serio? —se preguntó confundido— Hasta sentía celos de él, creí que le gustabas, pensé que era Gay
—¿Wufei? Para nada —respondió Heero convencido
—Menos mal, así no me sentiré mal cuando lo veas a él
—No seas bobo —regañó aunque con su actitud pacible de siempre
—Heero, será muy difícil no darte besos cuando estemos solos, así que será mejor si me voy a mi habitación y te vas a la tuya en lo que cenamos —comentó con un poquito de tristeza, pero también le daba algo de risa
—Me parece buena idea —sin decir más solo le pasó por un lado
Duo sonrió amplio, le gustaba mucho cuando su novio actuaba así, parecía que nada le afectaba, eso lo hacía amarlo más, porque cuando él estuvo en peligro, vio el lado salvaje y activo de Heero, ese que estaba dispuesto a darlo todo por él
—Yo también te protegeré amor —pensó convencido
Luego el trenzado también subió hasta su habitación, faltaban pocas horas para la cena y las mataría viendo algo en la televisión.
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Pasaron algunos cuantos días, todo transcurrió muy normal, hasta ese día que Quatre tenía audiencia con su abogado, sus hermanas y sus abogados, de muy mala fe, ellas habían impugnado el testamento de la mamá que le dejaba la casa al rubio, aunque él no peleó el testamento del padre que no le dejó ni un centavo
Esa situación tenía demasiado enojado a Trowa, pero a Quatre lo dejó muy triste, estaba decepcionado por completo de sus hermanas, ni una sola de ellas fue amable con él, cuando quisieron algo de él si fueron amables y lindas, pero cuando él se negó, entonces mostraron su verdadera cara
Hubo una lucha verbal, gritos e insultos, los abogados tratando de conciliar la situación, las mujeres haciendo alboroto y el rubio solo interviniendo un par de veces, si no fuera porque Trowa le agarraba de la mano en apoyo, se hubiera derrumbado de la tristeza
Tardaron al menos 4 horas en pelearse en esa primera audiencia y ni siquiera llegaron a un acuerdo, mientras los abogados de ambas partes sacaron sus mejores cartas.
Terminó aquello ese día y la pareja de chicos regresó a casa, Trowa notó que Quatre estaba demasiado cansado, parecía derrotado y eso le rompía mucho el corazón, estaba deshecho
—¿Por qué no te relajas y tomas un baño? Haré de cenar
—No tengo hambre, gracias —dijo el rubio todo triste
—Enfermarás si no comes
—¿Por qué me pasa esto? —estalló de pronto— No he sido malo con ellas, con nadie ¿por qué quieren perjudicarme? ¿Por qué?
El rubio se cubrió el rostro y comenzó a llorar, Trowa se acercó y lo abrazó muy fuerte, pegando la cabeza de su novio a su pecho, le besó los cabellos
—Las personas egoístas son así —dijo con tristeza también— Incluso si eres el más bueno, ellas querrán abusar de ti, pero ser bueno no debe significar ser débil, pelearás lo que te corresponde
—Pero yo no quiero nada de mi padre —confesó molesto, separándose un poco de Trowa para mirarlo a los ojos— Acepté la casa porque es diferente, mi madre nunca me apartó de su lado
—Te entiendo mi amor —expresó— Pero ellas pelearán esa casa y pueden dejarte con nada
—Es imposible, ya me lo dijo el abogado, pero si pueden hacer que se reparta en partes iguales u obligarme a venderla para darles parte del dinero
—Aún así, considero que deberías pelear ese dinero
—No lo necesito
—No dejes que gane tu orgullo, hablamos de justicia —dijo Trowa, aunque había dicho que no se metería, pero su novio era bien necio
—Tal vez tengas razón —esta vez a diferencia de otras, estuvo de acuerdo
—Hagamos esto, ve a tomar una ducha, te acuestas un rato y cuando esté la cena vienes ¿está bien? Iré a comprar algunas cosas para preparar —dijo con dulzura, dándole un beso en la frente
—Gracias mi amor, no sé que haría sin ti —expresó todo conmovido, abrazándolo con fuerza— Nunca me dejes, te lo suplico
—Nunca, lo prometo —respondió feliz— Te amo
—Te amo más —contestó Quatre y se dieron un tierno beso en la boca
—Bien, ya vuelvo
Se separaron, Trowa tomó su cartera, la echó al bolsillo del pantalón y se fue, mientras que el rubio hizo lo primero que le dijo su novio, ir a bañarse.
Aliviado de que por fin su chico ya había aceptado al menos considerar pelear el dinero de la herencia de su padre con sus hermanas, Trowa fue rumbo a la tienda para comprar lo que le hacía falta, prepararía comida de medio oriente, la favorita de su novio.
Iba distraído pensando en todo lo que compraría, que cuando cruzó la avenida no se dio cuenta cuando el semáforo se puso en verde y él de todos modos cruzó. Apenas se dio cuenta de lo que hizo cuando el claxon de un vehículo le pitó varias veces
Pero ya era muy tarde, el carro lo alcanzó y lo aventó lejos a pesar de que frenó, pero si logró darle con mucha fuerza, el cuerpo de Trowa fue lanzado algunos metros lejos de ahí, su teléfono y cartera salieron volando lejos de él y cuando su cabeza se estrelló contra el piso duro de asfalto, un charco de sangre bajo él se comenzó a esparcir.
Mientras se colocaba el champú en el cabello, unas gotas resbalaron hacia el ojo de Quatre, haciéndolo gritar cuando comenzó a arder, pero rápido se echó y echó agua para reducir el ardor, sin lograr, sus ojos rojos y lágrimas brotaron sin cesar, pero no solo eso, sentía una fuerte opresión en el estómago y algo le decía que no tenía que ver con el líquido de limpieza.
Muchas gracias por seguir mi historia, creen que Trowa se muera? Dejen sus comentarios
