[Después de viajar por carretera durante aproximadamente seis horas y detenerse un par de veces para cargar gasolina, el peliblanco decidió parar un rato para descansar y, al mismo tiempo, cenar en algún lugar. Sabía que, si quería llegar a su hogar al mediodía, aún tendría que conducir durante la noche, por lo que un descanso era esencial.
Tras llenar el tanque de gasolina para evitar problemas más tarde, el peliblanco llegó a una cafetería. No era el lugar más "popular" ni el más "atractivo" de la ciudad, pero cumplía con lo básico, y eso era lo único que le importaba en ese momento. Su objetivo principal era despejarse un poco y alimentar a sus hijas, ya que no quería que estas comenzaran a quejarse de hambre y lo presionaran mientras conducía.]
- Cafetería "Sweet Amber" (8:15 p.m.) -
Al entrar, el peliblanco se sentó en una mesa distinta a la de sus hijas, ya que estas habían entrado antes que él y no quería molestarlas, principalmente a Laika, la cual estaba aún más de malhumorada porque le habían despertado*
— Aaaaaaaaaagh, ¿Por qué no le dijeron al anciano que me dejara dormir? - Preguntó Laika con malhumor mientras tomaba asiento al lado de sus hermanas -.
— Porque no íbamos a dejar que te quedaras muriendo de calor en el auto con esa ropa usas, así que de nada. - Respondió Terry -.
— Además de que te ahorramos una vergüenza personal, alguien te pudo ver babeando mientras dormías. - Agregó Gloom con una leve sonrisa -.
— ¿Y eso qué? Lo hubiera preferido. - Respondió Laika con odio -.
— Cómo sea, ya estamos aquí, pide algo y cierra la boca. - Comentó Panther con fastidio mientras revisaba la carta de la cafetería -.
— Oh sí, como si eso fuera a devolverme el maravilloso sueño que estaba teniendo.
— Ooooooh vaya, ¿Y que clase de sueño estabas teniendo? - Preguntó Gloom con curiosidad -.
— Pues soñé que me encontraba batallando en una guerra, fue hermoso... - Respondió Laika mientras recordaba el sueño que estaba teniendo unos minutos atrás -.
— Ah sí, un sueño poco ordinario jeje...
— Qué curioso, estaba escuchando una canción de Metal Mania titulada "One" que habla sobre la guerra y según la letra, ese evento es todo menos hermoso... - Comentó Terry -.
— Oh si... No pedí tu opinión. - Contestó la pelirroja tajantemente -.
— Lo sé, pero quería ironizar y brindarles el dato. - Contestó Terry con una sonrisa de orgullo -.
— Mmm... Al parecer no hay ninguna comida que me agrade... - Dijo Sonette con una mirada de preocupación -.
— ¿En serio no hay nada? ¿Pues que te gusta comer? - Preguntó Panther extrañada -.
— Eh, pues yo diría que comidas simples como... - Se quedó pensando unos segundos - Sushi, Sashimi, Teriyaki, Yakitori, Ramen, Okonomiyaki o cualquier platillo típico de Japón. - Contestó Sonette con una sonrisa algo tierna -.
— No pues sí, ya me quedó claro porque no hay nada que te guste... - Dijo Panther con una sonrisa algo incomoda -.
— ¿Y tú madre siquiera sabe cómo prepararlos? - Preguntó Terry algo confundida -.
— Obvio, la cultura japonesa corre por nuestra venas. - Dijo Sonette con un gesto de suma felicidad -.
— Oh, genial. - Asintió Terry -.
— Bueno niñas, pidan de comer lo que más le guste de comer porque no tengo ni la menor idea de que le agrade, así que ni crean que conduciré hasta otro restaurante sólo por sus caprichos... - Explicó con algo de fastidio mientras recibía las miradas molestas de 4 de sus hijas - Y por cierto, yo las estaré viendo en la mesa de por allá. Así que cuando terminen de comer, vayan hacía mi para pagar la cuenta e irnos. - Finalizó el peliblanco con un tono extrañamente amable, lo cual fue notado por sus hijas -.
— ¿Qué? ¿Entonces no comerás con nosotras? - Preguntó Gloom con decepción -.
— Eh... No, pero no se lo tomen a mal, sólo no quiero molestarles. - Respondió con una sonrisa falsa, ya que claramente ese no era el motivo del porque no quería estar con ellas -.
— Oh... Pero no nos molestas, sólo... - Gloom sería interrumpida por Laika, la cual le tomó el hombro y le hizo un gesto para que le dejase hablar -.
— ¿Ah sí? ¿Por qué tan amable? - Cuestionó Laika -.
— No está siendo amable, lo que pasa es que no quiere ser visto junto a nosotras porque quiere seguir manteniendo su patético título de "soltero codiciado". - Explicó Panther de manera perspicaz mientras se cruzaba de brazos -.
— Eh no, no, no, no... - Movió las manos de forma negativa mientras avanzaba de reversa - Como sea, si necesitan algo, sólo llámenme. - Mencionó el peliblanco con una sonrisa nerviosa para después apresurar el paso hacía la mesa que les había indicado -.
— Vaya, parece que acertaste Pan... - Dijo Terry algo decepcionada -.
— Es un imbécil... - Murmuró Laika -.
— Hey, no porque se comporte de esa manera significa que debas insultarle. - Dijo Gloom regañando a la pelirroja -.
— Eso es cierto, aunque viendo que no hace méritos para ganarse nuestro respeto, nos da la razón.. - Agregó Panther mientras soltaba un suspiro de cansancio -.
— No se preocupen, no podrá negarnos todo el tiempo... - Comentó Laika con una sonrisa maliciosa sobre su rostro -.
"¿Eh?" - Las demás levantaron las cejas con confusión -.
~Unos Minutos Después~
Luego de ver qué sus hijas ya estaban comiendo con tranquilidad los platillos que habían ordenado, el peliblanco finalmente pudo descansar un momento, el cual aprovecharía para ordenar algo y de paso, usar sus "encantos" para convencer a la mesera que le atendió a qué trabajara con él, por el simple hecho de que se había interesado en ella. Ésta acción se le había hecho costumbre después de enterarse de los embarazos de sus hermanas y exnovias, pues a pesar de haber dejado a las implicadas a su suerte, él quería mantenerse "activo", ya sabemos de qué forma*
— Buenas noches señor, ¿Ya eligió algo para cenar? - Preguntó la mesera al peliblanco mientras se acercaba hacía su mesa -.
— Eh sí... Esto. - Le señaló un platillo a la mesera, la cual anotó dicha orden -.
— Okey, enseguida se lo traeré.
— Gracias, lo esperaré pacientemente. - Asintió el peliblanco con gratitud -.
Luego de tomarle la orden al peliblanco, la mesera se dirigió hacía la cocina para traerle dicha orden y por ende, dejando al peliblanco a solas*
— "Demonios... Esto va a ser demasiado jodido, dudo mucho que pueda tomarme un descanso con estas niñas, son demasiado diferente una de otra... - Soltó un suspiro - Aunque, pensándolo bien, creo que podría estar peor, digo, mi padre tenía que lidiar con 11 niños y yo sólo tengo que hacerme cargo de la mitad, pero al menos el tenía a mamá para ayudarlo, yo en cambio, me tengo que hacer cargo de todo... Por todo un maldito año tendré que soportar todos los problemas que éstas mocosas me causen... - Golpeó levemente la mesa en la que estaba sentado - Pero bueno, podría estar peor, así que por el momento trataré de resistir lo mejor posible, no tengo otra opción..." - Volvió a suspirar otra vez -.
El peliblanco siguió reflexionando por unos cuántos minutos más hasta que la mesera lo sacó de sus pensamientos, pues ésta le llevaba la comida que había pedido anteriormente*
— ¡Listo señor! Aquí está su comida. - Dijo la mesera mientras dejaba el plato de comida sobre la mesa -.
— Muchas gracias... ¿Emily? - Agradeció el peliblanco mientras veía el pequeño gafete que la mesera poseía en su camisa - Bonito nombre.
— Eh... G-Gracias señor. - Sonrió algo apenada -.
— ¿Trabajas aquí por convicción o porque lo necesitas? - Preguntó el peliblanco mostrando cierto interés -.
— Mmm... Pues estoy acabando de pagar la universidad, pero... ¿Puedo tomar asiento? - El albino le asintió - Gracias. Como decía, estoy tratando de pagar los gastos que implican estudiar la universidad y aquí me pagan lo necesario para poder cumplir con ella; obviamente no siempre me quedaré con este empleo, pero por el momento estay bien.
— Oh, ya veo... - Asintió un par de veces - ¿Y no te interesaría estar en un empleo en donde tengas un buen sueldo y que además, puedas conservarlo aún después de que termines la universidad?
— ¿Eh? No estoy se segura de eso... - Hizo una mueca de inseguridad -.
— Sí, que si te gustaría trabajar en una empresa de la cual soy dueño. Te daría un puesto considerable para que puedas pagar tu universidad y ya después, es tu decisión si te quedas o te vas.
— Oh, ya entiendo... ¿Pero porque tanto interés en mí? No es como que sea muy común que un sujeto extraño que nunca he visto por aquí, venga y me ofrezca trabajo.
— Sé que parecerá raro, pero estamos algo cortos de personal en algunos departamentos de la empresa y por lo que veo, eres la más joven de las personas que trabajan aquí, por eso mi interés.
— Oh, buen punto, pero aún así me sigue pareciendo extraño.
— No me creas sino quieres, pero aquí está la prueba... - Le entregó una pequeña tarjeta de presentación -.
— Así sí, así si... - Dijo la mesera mientras revisaba la tarjeta de presentación -.
— Te dije que...
"¡Deja de lanzarme la comida!"
"¡Tú deja de estar gritándole a todos!"
"¡Deja de golpearme!"
"¡Ya cálmense, esto es patético!"
"¡Quítate!"
"¡Cierren la boca de una maldita vez!"
— Oh cielos, no otra vez... - Murmuró el peliblanco con frustración -.
— ¿Son sus hijas?
— ¿Quiénes? ¿Esas niñas problemáticas de por allá? No, para nada.
— Okey... ¿Y entonces porque no deja de ver cómo pelean?
— Oh, sólo por diversión, no es como qué...
— ¡Papá, Laika ensució mi vestido y no deja de molestar a mis hermanas, por favor haz algo! - Dijo Gloom con los ojos llorosos -.
— ¿Y bien...?
— ¿Podrías ponerme la comida para llevar y traerme la cuenta? - Preguntó el peliblanco con fastidio -.
— Eh sí, claro... - Asintió la mesera con incomodidad, ya que claramente el peliblanco le había mentido -.
*El peliblanco bastante frustrado se dirigió hacía la mesa en donde su hijas estaban cenando, o bueno, ya habían terminado desde hace unos minutos y después se pusieron a discutir entre sí*
— ¿En serio? ¿De nuevo? - Preguntó el peliblanco en un tono molesto, pero sin gritar, ya que no quería llama tanto la atención -.
— Te dije que era mejor que me quedara arriba del auto. - Respondió Laika con indiferencia -.
— Sino querías problemas pudiste haberte sentado con nosotras. - Agregó Panther -.
— ¿Saben que? Todo el camino he escuchado sus comentarios sarcásticos, así que mejor guárdense sus explicaciones y mejor vayan a subirse al auto. - Dijo en un tono amenazante, lo cual hizo ganarse la mirada de los demás presentes -.
— Sí, sí, lo que digas. - Dijo Laika mientras se levantaba de su asiento y se iba detrás de sus hermanas -.
*Después de reprender a sus hijas y de darles la orden de que se fueran al auto, el peliblanco se quedó sumamente molesto esperando la cuenta y la comida que no pudo siquiera probar debido a la pelea de sus hijas. Espero por unos minutos, pero esa espera fue demasiado tediosa para él, pues las personas no dejaban de verlo y de murmurar a sus espaldas, cosa que claramente le molestó y provocó que a varias de estas personas les hiciera un "cumplido" nada amigable*
— Listo señor, aquí está su comida y la cuenta. - Le entregó la bolsa con comida y el ticket con la cuenta al peliblanco -.
— Ok, gracias... - Tomó la bolsa con comida, vio la cuenta y finalmente le entregó el dinero a la mesera -.
— De nada... - Sonrió levemente - Oh, y sobre lo de trabajar con usted, creo que ya decidí que...
— Ya no me importa, la oferta expiró. - Le dijo fríamente el peliblanco para después salir molesto de la cafetería -.
~Minutos Después~
*Después de tomar su comida y de salir de la cafetería, el peliblanco junto a sus hijas procedieron a subirse al auto para seguir con su viaje a Detroit, el cual se había retrasado un poco*
— ¿Lo ven? Les dije que funcionaría. - Dijo Laika entre risas -.
— Admito que fue algo inmaduro, pero meh, lo que sea con tal de hacerlo enfadar. - Agregó Panther mientras se dirigía hacía el auto junto a sus hermanas -.
— Pero no era necesario que ensuciaran mi vestido... - Dijo Gloom haciendo un puchero -.
— Sí, ni tampoco era necesario lanzar por los aires mi manga de edición limitada deluxe con textura ultra suave y bordes finos. - Dijo Sonette mostrando algo de inconformidad al igual que su hermana menor Gloom -.
— Mmm... Puede ser, aunque a veces es necesario hacer pequeños sacrificios. - Respondió Laika con algo de indiferencia -.
— Lo único negativo de esto es que muy probablemente estará molesto con nosotras por todo el camino... - Comentó Terry mientras abría la puerta del auto para proceder a subirse -.
— ¿Bromeas? Es perfecto, así no tendremos que estar escuchándolo. - Respondió Laika con una leve pizca de felicidad -.
— Meh, creo que da lo mismo eso. - Dijo Panther con indiferencia -.
*Terry, Panther, Sonette, Gloom y Laika subieron al auto y cada una tomó su asiento correspondiente, aún a la espera de que su padre las alcanzara, pues este apenas estaba saliendo del local*
- Carretera hacía Detroit -
[Después de haberse retirado de la cafetería y de subirse al auto junto a sus hijas, las cuales se reían a sus espaldas; el peliblanco retomó el camino con suma molestia, pues se encontraba considerablemente irritado por los problemas que su descendencia le había causado dentro del establecimiento, claramente sin saber que fue a propósito para molestarlo. Aunque bueno, todo se debía a su tan "agradable" y "amorosa" actitud.
Luego de esto, tuvieron que pasar varias horas para que el peliblanco se detuviera a tomar un descanso, ya que fue tal su enojo con sus hijas que poco o nada le importó que el tanque de gasolina se agotara cada vez más, él sólo quería llegar a su hogar y comenzar de una vez por todas con su "maldición". Es por ello, que el peliblanco se tendría que detener si o si en la gasolinera que se encontrara en el camino que llevaba, pues de no ser así, tendría que dejar a sus hijas en prácticamente un lugar desconocido para ir a conseguir un poco de esta. Aunque, según los pensamientos del peliblanco, el abandonar a sus verdugos/hijas no serían tan malo después de todo...]
— Papá... ¿Y-Ya casi llegamos...? - Preguntó Gloom desde el asiento trasero, con un notable tono somnoliento -.
— No Gloom, aún faltan unas cuántas horas más, prácticamente llegaremos al amanecer, así que puedes seguir durmiendo... - Contestó Lincoln con cierto fastidio -.
— Okey... - Asintió Gloom mientras sus ojos se cerraban lentamente -.
— Hey, ¿Ya te diste cuenta de que el tanque de gasolina está por agotarse, cierto? Voy a suponerlo... - Dijo Laika desde el asiento de copiloto con un semblante bastante serio -.
— ¿En serio? No me había dado cuenta de eso, yo pensaba que ese sonido que hace el auto cuando el combustible está bajo aparece sólo porque si, pero gracias por tu GRAN observación Laika. - Contestó Lincoln de forma arrogante -.
— "Púdrete anciano decrepito". - Pensó Laika con odio mientras disimuladamente le hacía una seña obscena a su padre, el cual no se percató de ello -.
— ¿Siempre eres así con las personas? - Preguntó Panther con algo de molestia mientras alzaba las cejas -.
— No, sólo con aquellas que se lo merecen o que simplemente no me agradan... - Respondió Lincoln mientras veía de reojo a Laika, la cual se había cubierto la cabeza con su gorro mientras permanecía con los brazos cruzados -.
— Es decir, con casi todos.
— Mmm... Sí, se podría decir que sí. Aunque después de un tiempo empieza a perder la gracia y aún más cuando las personas son tan ingenuas que no se dan cuenta de ello.
— Sí, definitivamente eres todo un caso, porque aún dejando de lado el que no te hayas hecho responsable de nosotras en mucho tiempo, tienes muchos "hábitos" que sólo hacen más pesada esa losa... - Sonrió con incredulidad - "Lo malo de eso es que a veces esos hábitos son hereditarios..." - Pensó con ironía la castaña con gafas -.
— ¿Terminaste? Porque de ser así estaría agradecido con el cielo, ya que llevo prácticamente TODO el maldito viaje escuchando lo MISMO saliendo de tu boca. - Dijo el albino con notable enojo y sin dejar de ver al frente -.
— Si termine; y tienes razón, debe ser tedioso que alguien te trate de ayudar y tú sólo hagas como que no escuchas nada. - Finalizó Panther antes de ponerse a leer un cómic -.
— Cómo sea... - Soltó un suspiro mientras rodaba los ojos con fastidio - "Es básicamente como me he sentido en todo este viaje, he tratado de ser amable y sólo me he encontrado a un montón de muros con mucho remordimiento y odio, pero bueno, ya veremos que pasa cuando estemos en mi territorio, bajo mis reglas y mis ordenes..." - Pensó el peliblanco ante lo dicho por su hija Panther -.
*Luego de conducir unos cuántos metros más por la carretera y de afortunadamente encontrarse una gasolinera en su trayecto, el peliblanco pudo detenerse a recargar el tanque del automóvil y de paso, entrar a la tienda de autoservicio que se encontraba al lado de ésta para recalentar la comida que no se había podido comer debido a la interrupción de sus hijas. Sin duda éste sería el momento más tranquilo del peliblanco después de que recogió a sus hijas, ya que estas se encontraban durmiendo debido al agotamiento, claramente era incómodo dormir así por el momento espacio reducidos que poseía en auto, pero que a final de cuentas eso le importaba poco al albino, el cual sólo quería un momento de paz*
- Gasolinería (Afueras de Detroit, Michigan) -
*El peliblanco estacionó el auto con cuidado, echando un vistazo al asiento trasero para confirmar que sus hijas seguían profundamente dormidas. No quería despertarlas ni lidiar con sus quejas si llegaba a demorarse. Después, se dirigió a la gasolinera para llenar el tanque hasta el tope, asegurándose de que no hubiera problemas en el trayecto restante. Con todo en orden, se encaminó hacia la tienda de autoservicio cercana, decidido a comer algo de comida, aunque a esas altas horas de la madrugada, más que una cena, aquello se sentía como una ligera merienda improvisada*
— "Agh... Podría quejarme por la posición en la que estoy, pero que más da, ya lo he he hecho... - Soltó un suspiro - Aunque si detesto tener que comerme ésto luego de que estuvo recién hecho... Y todo por culpa de esas niñas... - Bufó con cierta molestia - Preferiría que todas estuviesen calladas y sin querer hacer nada que discutiendo entre sí y haciéndome la vida difícil..."
Mientras reflexionaba, el peliblanco comía lentamente sus alimentos recalentados, los cuales eran algo difíciles de digerir, pero que, al menos le servían para no tener el estómago vacío*
— "Aunque... Extrañamente me hacen recordar a mis hermanas y a esos tiempos en casa de mis padres de cierta manera, sólo que definitivamente éstas niñas las superan en lo caótico... ¡Y eso que sólo son 5! No quiero imaginar cómo sería con 11 niñas Loud al mismo tiempo, definitivamente es un desafío del cual no saldría vivo..." - Le dio un gran trago a su café mientras seguía pensando con un notable estrés -.
*El albino siguió y siguió reflexionando sobre las situaciones que había vivido junto a sus hijas a lo largo del día, cosa que era notablemente nueva y difícil para él, pero sin percatarse que apenas comenzaba, su principio del fin*
— "En fin... Creo que me ayudaría el contratar a una niñera o pedirle a Nathalie que se haga cargo de las niñas, porque ni loco me pasaré todo el día conviviendo con ellas... - Soltó un suspiro mientras revisaba la hora en su reloj - Oh rayos, casi son las 3 de la mañana y no estoy ni cerca de llegar a la casa... Tendré que seguir conduciendo para llegar al amanecer y poder recibir a Lori..."
Después de unos bocados y tragos apresurados, el peliblanco se retiró del lugar para acto seguido irse a subir al auto en dónde sus hijas seguían durmiendo profundamente y finalmente, proceder con su viaje*
— "Ah... Maravilloso, aún están durmiendo... - Soltó un suspiro de alivio mientras subía al auto para luego ponerse frente al volante - Así será menos tedioso y podré seguir con total tranquilidad..." - Pensó el peliblanco mientras el auto comenzaba a avanzar unos cuántos metros -.
~En la Mañana...~
[Luego de haber estado conduciendo por toda la madrugada y de que no se le presentara algo que le causara problema, más que el estar tratando de que el sueño no lo venciera, Lincoln finalmente pudo llegar a su residencia, pero solamente pudo llegar avanzar hasta la entrada, en dónde se estacionó antes de que cayera totalmente exhausto por la falta de sueño.
Es por ello, que el peliblanco siguió durmiendo de largo hasta que llegó el mediodía, pues fue un incesante golpeteo sobre su puerta del auto y una constante mención de su nombre el que lo terminó por sacar de sus sueños. Sólo para querer volver inmediatamente a ello, pues ni en sus más retorcidos pensamientos se podría haber imaginado lo que su hermana Lori le estaba "guardando".]
— Lincoln... Lincoln... Lincoln...
— Mmm... - Se quejó levemente mientras se volteaba de lado para seguir durmiendo - Mmm... [Ronquidos]
— Oh cielos... - Soltó un suspiro - Lincoln, Lincoln, Lincoln... ¡Lincoln, despierta!
— AHHH... - Gritó con fastidio mientras se cubría de la luz del sol que entraba por la ventanilla del auto - ¿¡Qué demonios quieres!? - Preguntó con enojo mientras se limpiaba los ojos, ya que estaba viendo borroso -.
— ¿Olvidaste lo que acordamos, cierto? - Preguntó Lori con los ojos entrecerrados -.
— No Lori, no lo olvide... - Se quejó mientras bajaba del auto - ¿Realmente era necesario que vinieras tan temprano? Dijimos que al mediodía...
— Lincoln, ya es mediodía... - Soltó un suspiro mientras se frotaba la frente con decepción -.
— ¿¡Qué!?
— Cálmate... ¿Estuviste conduciendo toda la madrugada, verdad?
— Sí, pero yo recuerdo que... Oh... - Se palmeo la frente - Llegué tan cansado que ni siquiera pude programar la alarma o siquiera entrar a la casa. - Contestó Lincoln con frustración -.
— Bueno, no te preocupes, lo importante es que ya despertaste.
— Si, si... - Estiró sus brazos - ¿Te recibió Nathalie? ¿O cómo entraste?
— Si, ella me recibió. De hecho, no llevamos mucho tiempo aquí, llegamos hace como 20 minutos, pero no te preocupes, sólo estuve bajando las maletas de las niñas.
— Ah, está bien... - Mientras cerraba la puerta del auto, el peliblanco se quedó pensando unos segundos, ya que al parecer no había terminando de procesar del todo la frase que su hermana había dicho - ¿Dijiste "las cosas de las niñas"? ¿Qué no sólo traerías a Loan? - Preguntó Lincoln extrañado -.
— Si, sobre eso... - Soltó una risa nerviosa - Sabíamos que te pondrías así...
— ¿¡Qué!? ¿¡Quiénes!?
— Nuestras hermanas y yo...
— Si bueno, ya lo comprobaste, ¿¡Ahora vas a decirme por qué!?
— Bien, ¿recuerdas que te mencioné que Lola nos había invitado a todas a unas vacaciones en Francia y que yo quería ir, pero no tenía con quién dejar a Loan?
— Lo recuerdo perfectamente, y también recuerdo que únicamente accedí a cuidar a Loan...
— Sí... ¿Pues qué crees? - preguntó con una sonrisa nerviosa - Indirectamente les mencioné que tú cuidarías de Loan, ya que me debías un favor, y bueno... ya sabes cómo son ellas.
— ¿Y eso qué tiene que ver?
— Pues se molestaron y empezaron a quejarse de que yo tengo "cierto favoritismo" contigo.
— ¿Y no les explicaste el motivo?
— Claro que sí, pero eso solo las enfureció más.
— Ah, ¿y no pudiste mentirles? - Preguntó el peliblanco con evidente molestia -.
— Ay, Lincoln... ¡Ya sabes que no es tan fácil engañarlas!
— ¿Entonces? ¿Ya me dirás qué acordaron ustedes?
— Acordamos pedirte que cuidaras a nuestras hijas... o mejor dicho, tus hijas.
— ¿Qué? ¡No puedo! Si tanto quieren irse de vacaciones, que se hagan cargo ellas mismas.
— ¡Ahí vas otra vez, evadiendo tu responsabilidad! - exclamó Lori, visiblemente irritada - Por todos los cielos, Lincoln, ya no eres un adolescente rebelde. Tienes responsabilidades, y no siempre se trata de ti. ¿O tengo que recordarte que en todo este tiempo ni siquiera te has molestado en llamarnos? Estás tan ocupado creyéndote "intocable" que ignoras lo que verdaderamente importa.
— No necesito tus sermones, Lori. Solo logras ser irritante.
— Di lo que quieras, pero tengo razón.
— Como sea... - bufó Lincoln mientras rodaba los ojos - Aun así, no pueden obligarme a cuidar a las niñas de Luna, Luan, Lynn o Lucy. Además, eso sería incumplir lo establecido en el acuerdo legal.
— Lincoln... ¿olvidas que soy abogada y que revisé en su totalidad el contrato que firmaste?
— Ay no... - suspiró - ¿Ah, sí? ¿Y qué exactamente "revisaste"? - Preguntó con un tono que intentaba ocultar su preocupación.
— En el contrato hay una cláusula específica que indica que: "El demandado deberá asumir un rol activo como padre durante un año para fomentar la convivencia y fortalecer su relación con sus hijas."
— ¿Y qué significa eso?
— Que estás legalmente obligado a hacerte responsable de todas tus hijas durante ese período. Esto incluye tanto a las niñas de las madres demandantes como a las de nuestras hermanas, ya que el tribunal estableció que la responsabilidad es indivisible y se aplica a todas tus hijas con las que compartes parentesco.
— ¡No, no, no! ¡Eso no puede ser! ¿Y si me rehúso?
— Si te rehúsas, estarías incumpliendo una orden judicial, lo que podría traerte serias consecuencias legales, incluyendo la posibilidad de sanciones económicas o incluso prisión por desacato.
— Ah, maravilloso. ¿Entonces debo encargarme de 10 niñas durante todo un año?
— No necesariamente. Nosotras solo queremos que las cuides mientras estemos de vacaciones.
— ¿Y cuánto tiempo planean estar de vacaciones?
— No lo sé, ¿tal vez lo que dure el contrato? - Respondió Lori con sarcasmo -.
— ¡Están completamente locas!
— Y tú eres un completo irresponsable. ¿Sabes? Yo no vine aquí para pelear contigo, pero siempre terminas provocándome. Por favor, Lincoln, intenta entenderlo. No se trata de fastidiarte, sino de hacer lo correcto.
— Pues no lo parece.
— ¿Ah, no? ¿Y te parece justo que nosotras hayamos tenido que asumir solas las responsabilidades de tus hijas todo este tiempo mientras tú te desentendías? ¡Esto es solo por un año, Lincoln! Un maldito año. No te estamos pidiendo que te hagas cargo para siempre.
— Está bien, Lori, lo entendí. No hace falta que sigas gritando... Claro que puedo hacerlo.
— ¡Perfecto! Entonces deja de quejarte.
— Muy bien, lo haré. Si esta es la única forma de que dejes de recordarme cada cinco malditos minutos que yo decidí ignorarlas, lo haré. Les demostraré que puedo encargarme de esto y que ustedes estaban equivocadas. ¿Cuidar a 10 mocosas fastidiosas? ¡Eso no es nada para mí!
— Bien, te deseo suerte entonces. Llámame si necesitas ayuda o si surge algo.
— Ja, no necesito tu suerte. Pero claro que te llamaré... después de todo, estoy obligado a rendir cuentas, ¿no?
— Muy bien. Entonces me retiro, "señor lo puedo todo." Veremos si tus acciones respaldan tus palabras. - Lori comenzó a alejarse mientras lo miraba de reojo -.
— Oh, ya lo verás. ¡Les cerraré la boca a todas ustedes mientras disfrutan de sus maravillosas vacaciones! Porque nada detiene a Lincoln Loud... ¡nada!
[Y así, entre comentarios egocéntricos y orgullosos llenos de ira que salían de la boca del peliblanco, Lori se retiró. Sabía que al comunicarle la decisión tomada en conjunto con sus demás hermanas (las directamente involucradas), provocaría exactamente esa reacción en su hermano. Sin embargo, también sabía que era la única forma de lograr que accediera a cuidar de toda su descendencia. No lo hacía para perjudicarlo, sino con la intención de obtener un beneficio mutuo.
La rubia, quien ya rondaba los 50 años, había seguido al pie de la letra lo acordado en privado con sus hermanas días atrás. Llegaron a la conclusión de que, si realmente querían ayudar a Lincoln a recuperar los valores que había perdido, debían retarlo, seguirle el juego y, poco a poco, ablandar su endurecido corazón.
No era un secreto dentro de la familia Loud que, desde que Lincoln comenzó a cosechar los frutos de su arduo trabajo y sus ingresos alcanzaron cifras casi exorbitantes, su comportamiento y moral habían cambiado drásticamente. Nadie estaba sorprendido por ello: con tanto dinero y la fama que había conseguido, era inevitable que en algún momento perdiera contacto con su esencia y comenzara a desarrollar un aire de grandeza que no hacía más que perjudicarlo en diversos aspectos de su vida.
El daño emocional y psicológico que esto le había causado era evidente. Cualquier provocación, por más mínima que fuera, lo tomaba como un ataque personal y sentía la necesidad de demostrar que podía superar cualquier desafío. Esta actitud quedó en evidencia en la interacción reciente entre Lori y él, donde la estrategia de ella logró exactamente lo que se proponía. La decisión, sin embargo, ya estaba tomada, y no había marcha atrás. Los cambios que Lincoln pudiera experimentar en su vida dependerían tanto del contrato que le habían impuesto sus exnovias como de las "inesperadas" vacaciones de sus hermanas. Ambas medidas buscaban ser reforzadas por sus hijas, quienes no solo estarían ahí para acompañarlo, sino también para criticarlo, ayudarlo y hacerle ver las cosas desde perspectivas que él jamás aceptaría debido a su orgullo.
Pero bueno, aún quedaba un largo camino por recorrer, y solo el tiempo diría si el peliblanco lograría redimirse y reencontrarse con los valores que un día lo definieron.]
- Entrada de la Residencia -
— "¿Te das cuenta de que tú solo agregaste más peso a tu espalda y todo por tu ego, verdad? - Se preguntó a si mismo el peliblanco en su conciencia - "Si, pero tranquilo, yo puedo con esto, lo tenías medianamente bajo control con 5, así que con otras 5 no será la excepción. ¿Si papá lo pudo, por qué yo no?" - Pensaba el peliblanco mientras se dirigía hacía la entrada principal de su residencia, en la cual le estaban esperando sus hijas -.
*Mientras el peliblanco se acercaba hacía la entrada, la discusión con gritos e insultos que estaban teniendo sus hijas entre si se escuchaban cada vez más fuerte; cosa que provocaba que comenzara a debatirse mentalmente y severamente por la decisión tan precipitada que acaba de tomar. Y todo por no ceder ante la "subestimación" de sus hermanas*
— Hey, hey, ya dejen de estar pelando y discutiendo, ¿¡Se puede saber que demonios está pasando!? -Preguntó el peliblanco con molestia -.
— Oh nada, tal vez te parezca fácil entérate que... ¡Tienes más de 4 hermanas! - Respondió Laika con la total intención de soltarle un golpe en el rostro, pero era detenida por Terry y Panther -.
— ¿Qué clase de enfermo eres? - Preguntó Panther mientras trataba de mantener tranquila a Laika -.
— Uno compulsivo, pero no es momento de decir cosas obvias... - Dijo mientras ponía una mano en su frente -.
— Eso es tan cínico... - Murmuró una chica de cabello castaño largo que usaba prendas violetas y que portaba el estuche de un violín consigo -.
— ¿Verdad que sí? Ya se lo había dicho. - Dijo Panther, compartiendo la opinión de su hermanastra -.
— ¿Tú también? - Alzó la ceja mientras veía a la castaña de prendas violetas, la cual se encogía de brazos - Como sea, al menos están de acuerdo en algo. - Soltó un suspiro - Pero bueno, creo que ya deberíamos entrar, ¿Y sus maletas?
— Tu "asistente" nos ayudó a meterlas, pero te estábamos esperando aquí afuera, ya que ella dijo que tú no le habías dado alguna indicaciones sobre dejarnos pasar... - Soltó un suspiro - Se ve que la tienes bien controlada, ¿No será que también tienes una hija con ella? Digo, ya sabes, por compulsivo... - Preguntó otra de las niñas que Lori se había encargado de llevar; esta era albina como Lincoln, portadora de una sudadera negra y una falda con rayas amarillas/negras, la cual no se veía para nada feliz -.
— Ja, Ja, Ja, muy graciosa... - Sonrió falsamente - Pero NO.
— "Meh, tarde o temprano algo pasará..." - Murmuró la peliblanca mientras se cruzaba de brazos -.
— Bueno, entonces entren, yo las alcanzaré en unos instantes, tengo que ir por algo que olvidé en el auto... - Dijo el peliblanco mientras se dirigía hacía el lugar mencionado -.
~Unos Minutos Después~
- Sala de la Residencia L.L -
*Luego de ir rápidamente a su auto para tomar aquello que se le había olvidado, el peliblanco finalmente ingresó a su hogar, el cual desde ahora en adelante, albergaría a 10 retoños que habían estado rondando por ahí. Pero antes de ello, el peliblanco haría un pequeña "dinámica familiar", con la cual cada una de sus hijas se presentaría de forma personal a las demás para posteriormente decidir como irían repartidas en las habitaciones*
— Bien, ¿Entonces quién quiere empezar con su presentación? - Preguntó el peliblanco mientras tomaba asiento, pero como era de esperarse, nadie tomó la iniciativa y tuvo que intervenir - Bien, si nadie va a querer hablar, entonces yo decidirá quien lo haga.
— ¿Qué, estamos en la escuela? - Rio levemente - No seas ridículo. Además, nosotras 5 ya nos presentamos, así que no es nuestro problema que no te sepas el nombre de ellas... - Dijo Laika de forma tajante -.
— Claro que sí... Loan, ¿Puedes venir a presentarte?
— ¿¡E-Eh q-que!? ¿¡Y-Yo!? ¿P-P-Por q-qué!? - Preguntó la rubia de suéter azul y pantalonera gris, la cual estaba totalmente asustada y tensa -.
— Está bien, está bien, no lo hagas sino quieres... - Se levantó de su asiento para dirigirse hacía donde estaba la rubia y calmarla acariciándole el cabello - ¿Si trajiste tu medicina, cierto?
— S-Si p-papá...
— De acuerdo... - Le palmeo la espalda un par de veces - ¿Te parece si yo te presento a tus hermanas? - Loan le asintió levemente - De acuerdo.
— Ah vamos, ¿A ella si la conoce? - Preguntó Laika con molestia -.
— Al parecer sí, y creo que es a la única... - Respondió Panther mientras veía a Loan con fastidio -.
— Bueno niñas... - Aclaró la garganta un poco antes de proceder a presentar a la rubia, la cual le había dicho unas cuantas cosas que decir - Ella es Loan, tiene 19 años, le gustan los videojuegos, los... Eh, ¿Mangas? Si, los mangas y el anime. Y actualmente aún no sabe si quiere estudiar la universidad.
*Entre el grupo de niñas, sólo unas cuantas saludaron y se interesaron por los gustos de Loan, la cual estaba totalmente apenada, pues aunque su padre fue el encargado de decirlo, le era difícil externar sus gustos y/o pasatiempos*
— ¿Ven cómo no es complicado, quién es la siguiente?
"¡Oh yo, yo!"
— De acuerdo, ¿Y tú eres? - Preguntó el peliblanco tratando de recordar el nombre de la niña, acción que provoco las miradas molestas de Laika y Panther -.
— Ay papá, si que eres malo para recordar... - Soltó un par de risitas - ¡Yo soy Lacy! Me gusta cualquier tipo de actividad gimnastica o artística, diría que deportiva también, pero eso es más un pasatiempo... - Se quedó pensando unos segundos - Oh, también me gusta ayudar a las personas y soy algo mala para la escuela...
— Muy bien Lacy, es un "gusto" conocerte de forma directa. - Dijo Lincoln con una sonrisa nerviosa en su rostros -.
— ¡Lo mismo digo papá!
— Bueno, siguiendo con las demás...
— Agh... ¿Esto va a tardar mucho? Porque estoy segura de que podemos ahorrarnos todo esto. - Comentó la peliblanca, la cual seguía cruzada de brazos -.
— Oh, si eso quieres. ¡Bien! Tú serás la siguiente en presentarte.
— ¿¡Qué!? ¡No!
— ¿Ah, no querías acabar con esto? Bueno, comienza rápido...
— "Carajo..." - Soltó un suspiro para después levantarse de su asintió y hacer lo ordenado por su padre - Bien, yo soy... - Volvió a suspirar - Lupa Loud... Y... Bah, púdranse, a nadie le interesa lo que a mi me guste. - Dijo la albina mientras volvía a su asiento -.
— Si te sirve de consuelo, a mi si me hubiera interesado... - Murmuró Lacy a la molesta peliblanca -.
— Oh si, a mi también. - Agregó Gloom -.
— "Gracias" Lupa... - Le sonrió falsamente - En fin, ¿Quién será la siguiente?
— Eh, yo... - Levantó la mano otra niña castaña, la cual usaba una camisa blanca con una corbata amarilla en el cuello así como una falda cuadrada de color naranja; esta también tenía un aparato de ortodoncia bastante notable -.
— Bien, adelante...
— Yo soy Liby... - Soltó un suspiro - Me gustan los libros de misterios así como los comics, me gusta idear unas cuantas bromas y chistes, pero lo que más me fascina es trabajar de detective en mi tiempo libre. - Finalizó Liby con mucho orgullo, el cual se perdió cuando escuchó como algunas de sus hermanastras se reían a sus espaldas -.
— Hey, hey, no es para que se rían... - Mencionó mientras veía de reojo a Laika, Lupa y a Terry, pues era ellas quiénes se estaban riendo - Gracias Liby, ve a sentarte.
— Sí... - Asintió la castaña mientras volvía a su lugar con desánimo -.
— Bien, ¿Alguien más?
— Mmm... Pues supongo que yo... - Dijo la castaña de prendas violetas mientras se levantaba de su asiento para pasar a presentarse -.
— Bien, entonces adelante... - Soltó un suspiro de cansancio -.
— Eh, pues... Yo soy Lyra Loud...- Saludó levemente a la todas sus hermanastras - Me gusta la música clásica, sé tocar el violín, soy demasiado intensa cuando se trata de mis estudios y tengo un cierto problema con la limpieza y la organización. - Finalizó Lyra con seriedad para después volver a su asiento -.
— Bien niñas, ya se presentaron sus demás hermanas, ahora siguen ustedes que ya se conocen un poco entre sí... - Dijo Lincoln dirigiéndose a Sonette, Laika, Panther, Terry y Gloom -.
— Agh vamos, esto es vergonzoso... - Dijo Terry mientras se deslizaba lentamente de su asiento -.
— Es innecesario... - Comentó Panther cruzada de brazos -.
— Será lo que sea, pero lo harán. - Respondió Lincoln tajantemente -.
— AAAAGH... - Se quejó Laika mientras pisoteaba el suelo con molestia -.
~Unos Minutos Después~
*Después de que Sonette, Laika, Panther, Terry y Gloom obedecieran a regañadientes la orden de su padre y se presentaran a sus demás hermanastras, Loan, Lyra, Liby, Lupa y Lacy; el peliblanco finalmente pudo continuar, siendo ahora la organización de las habitaciones lo siguiente a discutir*
— Bien, ahora que todas ustedes ya se presentaron entre sí, lo siguiente será...
— ¿Qué te presentes tú también? Ridículo. - Soltó una risa - Además, ya tenemos una imagen clara de tí, como un mujeriego. - Finalizó Laika, a la cual se le unirían los comentarios de sus hermanas -.
"Un egocéntrico"
"Un orgulloso"
"Detestable"
"Abandona cunas"
"Olvidadizo e indiferente"
"Sinvergüenza"
— Si, si, ya entendí su punto, no sigan... - Suspiró con cansancio - En fin, eso no era el punto que quería hablar.
— ¿Y entonces? - Pregunto Liby -.
— Cómo se dividirán en las habitaciones de la casa...
— ¿Cómo? ¿No hay una habitación para cada una de nosotras, y se supone que esto es una mansión? - Preguntó Lupa con molestia -.
— Lo siento, de haber sabido que el número de ustedes se elevaría hasta diez, me habría preparado. Y si lo es, pero como dije, no sabía que ustedes serían tantas. - Explicó el peliblanco con fastidio -.
— Tal vez no seríamos tantas, si alguien hubiera tenido un poco de autocontrol. - Mencionó Laika con ironía -.
— Hey, dije que ya me había quedado claro...
— Lo sé, pero es divertido mencionártelo.
— Cómo sea... - Rodó los ojos con fastidio - En fin, son 5 habitaciones las que tengo disponibles y en las que ustedes van a estar repartidas, así que les pido que...
— ¡Necesito tener una habitación para mi sola, no sería capaz de compartir la misma habitación con una de estas fenómenos! - Interrumpió Laika para imponer su opinión -.
— ¿Me dejas terminar Laika? - Suspiró - En todo caso, Loan sería la única de ustedes en tener habitación propia, por ciertos problemas personales y circunstancias que me abstendré de contar en este momento.
— ¿¡Qué!? ¿En serio la loca que no puede parar de temblar tendrá ese trato preferencial? - Preguntó Laika con incredulidad -.
— Bueno, tal vez ella no dejará de temblar, pero al menos mantiene la boca cerrada. - Dijo Lyra refiriéndose a la pelirroja -.
— Cierra la boca o te organizaré la ideas para ver si así dejas de tener "problemas". - Respondió Laika mientras encaraba a la castaña -.
— Te estoy mirando, pero no te veo hacerlo.
*Y así, de un momento a otro Lyra y Laika comenzaron a discutir entre sí para luego irse directamente a los golpes, en dónde sus demás hermanas también se verían involucradas, pues aunque algunas trataban de separar al furioso par de adolescentes, otras preferían unirse a la pelea para "ayudar" o provocar aún más el conflicto. Ante esto, Lincoln sólo tomó asiento, suspiró frustrado y vio junto a su preocupada asistente Nathalie, como las diez niñas demostraban ser fieles a su apellido*
— ¿En serio no va intervenir? - Preguntó Nathalie con preocupación mientras veía como una gran nube de caos envolvía a las 10 hijas del albino -.
— Nathalie, cuando ya has pasado por una situación así, sabes que lo mejor que puedes hacer es dejar que arreglen sus diferencias entre ellas para al final intervenir poder intervenir. - Respondió el peliblanco mientras ponía una mano en su frente -.
— ¿Y si se matan?
— Lo dudo, mis hermanas nunca llegaron a ese punto... - Se quedó pensando unos segundos - "Pero definitivamente estas niñas son aún peores, son el doble de detestables, pesadas, caóticas y probablemente también sean aún más destructivas..." Oh no... - Dijo el peliblanco saliendo de sus pensamientos -.
— ¿¡Qué!? ¿¡Qué pasa!?
— Analizándolo de forma más fría, creo que... - Tragó saliva - Apropósito he hecho que este lugar, se convierta en la casa de mi infancia...
— ¿Eh? ¿O sea cómo?
— Si, me refiero a que esto es una Casa Loud, segunda generación... - Respondió Lincoln con los ojos abiertos de forma exagerada y con la mirada perdida mientras extrañamente una melodía muy singular se podía escuchar a lo lejos-.
