[La noche transcurrió con suma tranquilidad en la residencia Loud. Finalmente, las niñas habían sido instaladas en sus respectivas habitaciones, lo que puso fin a las discusiones por tener que dormir todas juntas y amontonadas en la sala. Para Lincoln, aquello supuso un alivio, pues ya no tendría que intervenir en esos conflictos.
Con todas sus hijas acomodadas y asegurándose de que no hubieran tenido problemas al organizar sus muebles y pertenencias, el peliblanco se retiró a su habitación para descansar. De paso, comenzó a reflexionar sobre el desafío que enfrentaría al llevar a sus hijas a un parque de atracciones, un lugar caótico por naturaleza. Era consciente de que las personalidades de sus hijas eran tan distintas que los conflictos eran prácticamente inevitables. Mantener el orden no sería una tarea sencilla.]
- Habitación de Lincoln [11:35 P.M.] -
*Luego de asegurarse de que todas sus hijas estaban en sus habitaciones, Lincoln cerró con llave la puerta de la suya para evitar interrupciones. Cambió a ropa más cómoda y, finalmente, se recostó en la cama, mirando fijamente al techo mientras sus pensamientos lo invadían*
— "¿Podré manejar a nueve niñas en un lugar donde el caos está garantizado? ¿O sería mejor llevar a Nathalie para que me ayude a mantenerlas tranquilas? Meh, confío en mí mismo. Será como cualquier salida familiar de mi infancia... aunque, bueno, casi nunca terminaban bien." -Soltó un suspiro - "Eso no es una buena señal. Pero creo que puedo evitarlo si ellas ven que me interesa pasar tiempo con ellas. Así no solo Lyra y Panther se abstendrán de hacer sus comentarios, sino que las demás serán un poco menos insoportables. ¡Sí, es el plan perfecto! Solo tengo que fingir una buena actitud y mantener la calma en todo momento." - Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro al imaginarse cumpliendo con éxito su plan -.
*Lincoln continuó reflexionando un rato más antes de quedarse profundamente dormido. Entre sus pensamientos predominaba la idea de demostrar que su labor como padre no era tan complicada como sus hermanas creían. Además, necesitaba evidencias de que estaba logrando formar lazos con sus hijas, tal y como Sid le había aconsejado. Para ello, era crucial ganarse su confianza. Si ellas confiaban en él, sería menos probable que lo "crucificaran" cuando la asiática decidiera interrogarlas, y todos sus esfuerzos no serían en vano*
— "Demonios... me tomé un montón de pastillas para el dolor de cabeza, y aun así no mejora. En verdad necesito dormir." - Murmuró mientras trataba de encontrar una posición cómoda en la cama -"Será mejor que deje de pensar en lo de mañana o no voy a descansar en absoluto." -Finalmente, cerró los ojos con fuerza y se cubrió con las sábanas, dispuesto a dejar de lado sus preocupaciones -.
~Mientras Tanto~
- Habitación de Lupa/Gloom -
*La peliblanca se encontraba recostada sobre su cama improvisada (esto debido a que aún faltaba que Lincoln comprara las camas para cada una de sus hijas), escuchando música mientras veía de reojo a Gloom, a la cual notaba algo inquieta sobre su cama y sin poder conciliar el sueño. Obviamente Lupa no le tomó importancia y prefirió seguir con lo suyo, siendo hasta que vio como pelinegra se acurrucó junto a ella, cosa que le molestó y terminó por sacarla de la cama inmediatamente*
— Hey, ¿se puede saber qué demonios estás haciendo? - Preguntó Lupa a la pelinegra, visiblemente molesta, mientras se separaba de ella -.
— Es que tengo algo de miedo y no puedo dormir, así que pensé en pedirte si podía quedarme contigo... - Respondió Gloom con un tono dulce y temeroso -.
— Ajá... ¿Y se puede saber a qué le tienes miedo? - Preguntó Lupa con indiferencia -.
— A la oscuridad...
— Patético.
— Pero...
— Es la verdad. Ese es uno de los temores más ordinarios y comunes que hay. - Rodó los ojos - Además, tienes una lámpara de noche, así que no estás a oscuras.
— Sí, pero... tus cosas en las paredes y el techo me incomodan...
— Eso no hará que deje de pensar que tu miedo es patético.
— Oh... - Gloom bajó la mirada, decepcionada - ¿Tú le tienes miedo a algo?
— ¿Es en serio tu pregunta? - Lupa soltó una pequeña risa - Niña, yo no le tengo miedo a nada. Solo las personas perdedoras y patéticas tienen miedos, porque al final todo es mental, nada se hará real o es muy poco probable que suceda. Claro, excluyendo los traumas, porque eso ya es otro tema. - Explicó Lupa con evidente confianza en sí misma, sin perder la oportunidad de burlarse de su inocente hermana menor -.
— Mmm... ¿Y entonces por qué tuviste miedo de mostrar tu regalo a nuestras hermanas? - Cuestionó Gloom, confundida -.
— Eh, porque yo... - Lupa comenzó a sudar frío y a repetir la frase incompleta como si tratara de ganar tiempo para encontrar una respuesta a su comentario ciertamente incongruente - No confundas las cosas. Eso no fue miedo, simplemente no quería mostrárselos. A mí no me importan sus asuntos, y los míos tampoco deberían importarles a ellas.
— Oh, entiendo... - soltó un leve suspiro - ¿Crees que algún día podríamos jugar con tu regalo? Yo te dejaría jugar con el mío.
— No, y no me interesa.
— Oww...
— Ahora, por favor, vuelve a tu cama y déjame descansar.
— P-pero... P-pero... T-tengo miedo - Dijo Gloom con nerviosismo, sujetando con fuerza el brazo de Lupa, tratando de persuadirla.
— Gloom, ya te dije que... - Con frustración, desvió su mirada hacia el otro lado de la habitación. Sin embargo, los grandes ojos llorosos de su hermana menor que vio de reojo la hicieron reconsiderar - "Ah, mierda..." - suspiró con molestia - Bien, dormiremos juntas, pero en cuanto vea que estás dormida volveré a mi cama, ¿de acuerdo?
— ¡Sí, sí, sí! - Asintió emocionada mientras sacudía a la albina con efusividad - ¡Gracias, hermana!
— Ni lo menciones... - Suspiró frustrada - Solo recuéstate y trata de dormir lo más rápido que puedas, ¿quieres? - Recomendó Lupa con cierto desprecio -.
— ¡Oki doki! - Gloom se apresuró a subirse a la cama de su hermana y se recostó cómodamente - Pero... ¿podrías contarme un cuento antes de dormir? ¿Por favor?
— Solo te aviso que mi paciencia se agota muy rápido...
— Oww... Vamos, que sea uno corto. Te prometo que me dormiré enseguida. Por favooooor... O si quieres, podrías decirme la razón por la que te gustan los...
— Está bien, está bien, el cuento será... - Lupa la interrumpió con un suspiro - Bien, pero será de lo que yo quiera, ¿eh?
— ¡Okey!
— "Maldición, detesto su positivismo... Como sea, prefiero contarle un estúpido cuento antes que hablarle de algo personal..." - Volvió a suspirar con molestia mientras se acomodaba al lado de su hermana menor - Bien, supongo que empezaré a contar la maldita historia...
— ¡Sí, sí, sí! Por favor...
— Había una vez un chico que tuvo que ir a la guerra por su país. Aunque su novia no quería, él debía cumplir con su misión y no defraudar a su nación. Así que fue a pelear a tierras alemanas... - suspiró - Días después, mientras combatía junto a sus compañeros, el chico decidió descansar en el campo de batalla. Pero ese fue su peor error, porque un soldado enemigo aprovechó para lanzar una granada activa justo donde ellos estaban. Para evitar más bajas de las que ya habían sufrido, el chico, en un acto heroico, decidió usar su cuerpo para detener la granada. Obviamente, no terminó bien para él.
— Lupa, me está dando escalofríos la historia...
— Hey, yo te dije que la historia sería de mi elección, así que... ni modo. - Sonrió con malicia mientras observaba cómo Gloom encogía su cuerpo con miedo -.
[Lupa continuó narrando la historia con brevedad pero añadiendo detalles que la hacían más aterradora. Aunque deseaba terminar rápido para dormir, también disfrutaba intimidar a su hermana menor, quien en ese momento lamentaba haber pedido un cuento. Finalmente, Gloom se quedó profundamente dormida, aunque fuera por temor.
Cuando Lupa intentó regresar a su cama, sintió cómo Gloom la abrazaba con fuerza por la cintura. A pesar de sus intentos por zafarse, parecía que la niña de nueve años le superaba en fuerza. Resignada, Lupa decidió echarse a descansar.
Con los ojos entrecerrados, comenzó a reflexionar sobre si debía o no ocultarles a sus hermanas el regalo que había recibido —un gusto culposo, sin duda. Finalmente, el pensamiento que más rondó por su cabeza fue: "Qué se jodan. No es como si yo les importara mucho, ni ellas a mí."]
~Al Día Siguiente~
- Comedor Familiar [10:20 A.M.] -
*El peliblanco se encontraba sentado enfrente de la gran mesa vacía mientras hablaba por teléfono con la única de sus hermanas que aún mantenía contacto y la cual había dado la cara por él a pesar de todo. Si, claramente nos referimos a su hermana mayor Lori, la cual a pesar de no ser su problema, se tomaba la molestia de ayudarle*
— Por cierto, ¿A las niñas les gustaron los regalos que les diste?
— Bueno, no podría confirmarlo, pero al menos dejaron de molestarme el resto de la noche así que... Supondré que si.
— Qué bien.
— Gracias por cierto, no debió ser fácil sacarles información a las demás o al menos eso pienso...
— No realmente, digo, todas nuestras hermanas están bastante relajadas descansando que ni siquiera me cuestionaron cuándo les pregunté casualmente por los gustos de sus hijas. Y pues los del resto de las niñas lo supe porque en el par de veces en que me reuní con las madres de estas para que no hicieran algún movimiento en tu contra antes de que nos sentáramos a hablarlo y posteriormente en el viaje que hice para llevártelas a Royal Woods, me puse a observarlas de reojo. Así que bueno, agradece el hecho de que soy bastante observadora.
— Y entrometida, que es lo mismo. - Dijo soltando una leve risa -.
— Ja si, bueno... Mejor dime, ¿Qué tienes planeado hacer hoy? ¿Seguirás haciendo lo que te recomendó Sid sólo porque estás obsesionado con ella? - Preguntó Lori con cierta intriga -.
— ¿Qué pasa Lori, tienes celos? - Preguntó entre risas -.
— ¿En serio me preguntas eso después de que sé que no he sido la única mujer de tu corazón? Lo siento Lincoln, pero la palabra celos no va contigo desde hace mucho tiempo.
— Si, si, cómo sea. ¿Por qué tu interés en saber eso?
— Porque te conozco y sé que harás todo lo posible para que Sid se enamoré de ti, así que te pido que seas consciente y precavido, porque si ella se toma a mal tu insistencia mientras se supone que estás cumpliendo tu contrato paternal, puede perjudicarte. Así que te lo vuelvo a repetir, NO LO ARRUINES.
— Tranquila Lori, yo sé lo que hago, pareces mamá cuándo me decía que me quedara con Stella... - Sintió un escalofrío al recordar ello - Agh...
— De hecho, me sorprende el hecho de que no hayas logrado establecer un lazo más fuerte con alguna de las dos después del noviazgo y con ese "lazo", me refiero a tener un hija con ellas cómo acostumbras... - Comentó Lori con ironía -.
— Ni lo menciones, ni de broma yo me habría comprometido de esa forma con Stella... Ella es... - Se detuvo unos segundos a recordar un par de momentos incómodos que compartió con ella - Extraña y obsesiva... Y mira que te lo digo yo, alguien peor.
— Ah, eso explica porque ella no está involucrada en el caso, remotamente llegué a creer que Darna era tu hija.
— Me lo han dicho, pero no, el padre de Darna les abandonó a ambas apenas esta nació.
— Qué curioso, me recordó a un peliblanco que hizo lo mismo y ahora está metido en un problema.
— Bueno comparación, pero yo tengo limites y Stella no estaba dentro de ellos.
— Lincoln, ¿Me estás diciendo que le tuviste miedo a una mujer extraña cómo aparentemente lo es Stella, pero no se lo tuviste temor a meterte en un problema cómo en el que estás ahora?
— Sinceramente... Si. Pensar que Stella podría entrar a mi casa algún día por la noche me quitaba más el sueño que las consecuencias que pudieran traer mis noviazgos.
— ¿No te cansas de que te digan cínico, verdad?
— Bueno, depende de...
"¡Maldita sea Terry, apaga esa porquería!"
"¡Terry quita éso, no me obligues a levantarme de la cama!"
"¿¡Quieren callarse!?"
"¡Hey, ya cálmense, sólo es música!"
*Al verse interrumpido por una aparente discusión de sus hijas es que el peliblanco decidió terminar su llamada con Lori para ir a terminar dicha discusión y de paso, recordarles de que su ida a la fiera iba en serio puesto que parecía que se lo habían tomado a broma, ya que casi era medio día y ninguna se había alistado para ello. Obviamente el albino podría dejarlo pasar y al final no llevarles a ningún lado, pero estaba convencido en que si quería tener chances con Sid, tenía que obedecer su petición. Al menos una de las tantas que habría ignorado en el pasado*
— ¿Lo ves Terry? Te dije que no era buena idea que te pusieras a practicar con el bajo a esta hora.
— Ah vamos Panther, creí que sería una forma agradable de empezar el día... - Respondió con una sonrisa nerviosa -.
— Si bueno, y de paso despertaste a todas...
— Ah si... Bueno, pero se podría decir que fui cómo una alarma con estilo. - Dijo mientras que improvisaba una canción con su bajo -.
"¡NO ME OBLIGUES A TENER QUE SALIR DE LA HABITACIÓN A ROMPERTE EL CUELLO!"
"¡Aaaagh Terry! ¿¡De nuevo!?"
"¡Alguien destrúyale el maldito bajo!"
"¿¡Podrían dejar de pelear tan temprano!? ¡Algunas personas intentan dormir!"
"Emmm Lupa... Ya casi es medio día jijiji..."
"Bueno, temprano en mi caso Gloom..."
— Lo siento hermanas, me queda claro que ustedes no saben apreciar la buena música... - Dijo después de escuchar los distintos comentarios por parte de sus hermanas, las cuales se encontraban en la entrada de sus habitaciones aún somnolientas y molestas -.
— No, pero si sé destruir bajos... - Comentó Loth irónicamente después de arrebatarle el instrumento de sus manos -.
— ¡No, no, piedad! ¡Si la conoces me devolverás el bajo a cambio de darme una paliza o ser tu esclava por un día, sin remordimiento de mi parte!
— Mmm... Me tientas, porque de hecho es una buena oferta que...
— Veo que ya despertaron, ¿Alguna podría decirme porque tanto alboroto? - Preguntó Lincoln recién llegando al pasillo -.
— Terry despertó a todas con el ruido de su bajo, estas se molestaron y por eso Loth quiere destruírselo. - Explicó Panther recargada sobre el marco de la puerta de su habitación -.
— ¿¡Qué!? ¡Ni se te ocurra hacer eso Loth, pagué más de 500 dólares por ese bajo! - Reclamó Lincoln con enojo -.
— Tranquilízate, ya estábamos haciendo un trato... - Suspiró - Además, ¿Qué no somos ricos? - Preguntó Loth con ironía -.
— Básicamente si... - Se acercó hacia la peliplateada para arrebatarle el bajo de las manos y luego se le devolvió a Terry - Pero el dinero es mío y ustedes se benefician de él, igual no me quejaré, es lo menos que puedo hacer para complacerles... "O eso espero..."
— Comprensible, supongo...
— Cómo sea, olvidemos esto y mejor bajen a desayunar, recuerden que en unas horas iremos al parque de diversiones y no quiero que lleguemos cuándo esté por cerrar y todo porque ustedes aún no se habían alistado. ¿De acuerdo? - Le asintieron la mayoría de sus hijas que estaban ahí presentes - Bien, entonces despierten al resto de sus hermanas y bajen al comedor, ahí les estaré esperando. - Dijo antes de bajar por las escaleras -.
— Vaya, si va en serio, yo pensé que lo terminaría dejando de lado... - Comentó Panther algo incrédula -.
— Yo también pensaba que ayer papá sólo lo decía para emocionarnos, ¡Pero que bien que si iremos! - Dijo Gloom alegremente mientras sacudía la humanidad de una somnolienta Lupa -.
— Ja, menos mal que yo no iré... - Dijo Loth con una sonrisa -.
— Oh... Entonces creo que te perderás de una gran experiencia en el parque de diversiones... - Mencionó Gloom con decepción -.
— Tranquila Gloom, realmente no es cómo que me importe, prefiero mil veces quedarme aquí que ir a un estúpido lugar en el que gente tonta va a gastar su dinero a lo idiota para "divertirse" y...
— Si Loth, ya quedó claro tu punto... - Negó varias veces con la cabeza - Y te recuerdo que aquí hay niñas presentes, así que cuida tu vocabulario tan expresivo.
— Ah sí... Perdón Lyra o mejor dicho, madre. - Respondió en tono burlón mientras pasaba de largo para bajar las escaleras -.
— Bien, cómo sea... - Soltó un suspiro - Hay que bajar a desayunar, aunque alguna de nosotras debería decirle a Laike que salga de...
— Ya bajaron, hasta Loan que recién había sido despertada por Sonette. - Comentó Panther palmeando la espalda de la castaña al mismo tiempo -.
— Oh bueno, igual ya sabía que terminaría haciéndolo yo misma...
— ¿Segura que quieres hacerlo tú sola? Puedo quedarme aquí contigo por si ya sabes, se pone intenso el asunto...
— Dudo que eso pase, creo que ya debió de habérsele pasado el enojo.
— Bueno, si tú lo dices, está bien... - Avanzó hasta la escalera, en dónde bajó unos cuántos escalones - Nos vemos allá abajo. Y no insistas si ella no quiere salir, eh. - Comentó antes de bajar definitivamente a la planta baja de la casa -.
— "Bien Lyra, sé rápida y evita dar detalles de más, no quieres hacerla enojar..." - Se dijo así misma mientras se colocaba enfrente de la habitación de la pelirroja -.
~Mientras Tanto~
- Comedor Familiar -
*Con la mayoría de sus hijas sentadas enfrente de la mesa y con el almuerzo sobre esta, es que el peliblanco se dispuso a hablar con ellas detenidamente sobre lo que les aguardaba ese día, recalcándoles al mismo tiempo que tratasen de comportarse para que su salida fuera lo más tranquila y placentera posible. Aunque bueno, el peliblanco ya sabía que estaba de más decirles porque terminarían haciendo lo contrario, así que de todas formas les advirtió que no fueran a reclamarle si la salida familiar terminaba siendo un desastre y que por ende, ellas terminaran castigadas*
— Papá, ¿Tú no comerás?
— Ya lo hice, me tuve que despertar temprano para atender un par de pendientes y pues aproveché para desayunar en ese momento. Igual agradezco tu preocupación Gloom.
— ¡Okey!
— Cambiando de tema, espero que todas cooperen conmigo y se comporten para que esta salida funcione y podamos convivir un poco mejor, ¿Entienden?
— Creo que estás pidiendo demasiado... - Comentó Panther -.
— Déjame ver... NO. En verdad les voy a pedir de favor que se comporten, no quiero verme en la penosa necesidad de castigarlas a todas.
— Bueno, tampoco es cómo que haya muchas cosas por hacer aquí... - Murmuró Terry mientras codeaba a Sonette -.
— Además de confiscarles sus regalos, claro.
"¡NOOOOOO!" - Gritaron casi todas las niñas presentes -.
— Bien, entonces espero que se comporten.
— ¿Y tú? ¿También te comportarás?
— ¿A que te refieres? - Alzó la ceja mientras enfocaba su mirada sobre la castaña de anteojos -.
— Tú sabes, a evitar tratar de ligar a cualquier mujer atractiva que se cruce en tu vista.
— ¿En serio? Yo sé comportarme y controlarme en ese aspecto.
— ¿Ah sí? ¿Porqué mejor no das un vistazo por allá y me dices que ves además de anticonceptivos fallidos con piernas y brazos?
— ¿Qué son "anticonceptivos"? - Preguntó Gloom inocentemente a sus hermanas, viendo cómo estás evadían la respuesta, unas más apenadas que otras -.
— Bueno mi querida Gloom... - Se acomodó plácidamente en su asiento - Verás, un anti...
"¡Cállate Loth!" - Le silenciaron sus hermanas mayores al unísono -.
— Es biología por Dios, hay que leer. - Dijo Loth cruzándose de brazos -.
— ¡Bien, dejemos de lado ese tema! - Soltó un suspiro lleno de enojo - Eso era innecesario de mencionar enfrente de tus hermanas menores, Panther. Pero está bien, haré lo mejor que pueda, pero igual no prometo nada. - Dijo el peliblanco con molestia mientras observaba a la castaña, la cual le sonreía burlonamente -.
— Eso espero. De todas formas, creo que puede ser una salida relativamente tranquila, considerando que ni Loth ni Laika estarán presentes. - Comentó Panther -.
— Y para nada es queja, así todo será más genial. - Agregó Terry -.
— Qué triste estoy por eso, creo que me dará depresión... - Respondió la peliplateada mientras fingía dicha emoción -.
— Bueno, hablando de Laika... ¿Dónde está? Creí haberles dicho que le llamarán.
— Eso está haciendo Lyra, pero creo que ya se...
— Papá... - Suspiró molesta - ¿Hay alguna bolsa de hielo en la nevera? - Preguntó mientras se tomaba la mejilla derecha con dolor -.
— Creo que sí, déjame ir a ver... - Se movilizó rápidamente al ver que la mejilla de la castaña estaba totalmente roja -.
— ¿Qué te pasó? - Preguntó Panther con preocupación -.
— Laika le dio los buenos días, ¿Qué no es obvio? - Dijo entre risas -.
— Sí... Agh... - Se quejó mientras se tomaba la mejilla -.
— Te dije que no le insistieras, en este momento está molesta con todos, en especial con papá.
— Sí, pero dudo que vaya a hablar con ella...
— Ten Lyra... - Le entregó la bolsa de hielo - Lamento eso, debí saber que eso pasaría.
— Si bueno, tú lo provocaste, mínimo deberías ir a tratar de hablar con ella.
— No te preocupes Panther, ya se le pasará, sólo dale tiempo... - Respondió con desinterés -.
— Vaya, que forma de huir de los problemas, yo en tu caso haría...
— Precisamente a eso iba, cómo tú decidiste no acompañarnos al parque, te encomendaré la tarea de pasar el día con Laika mientras nosotros no estemos.
— ¿¡Qué!? ¿¡Porque yo!?
— Bueno, si te vas a quedar aquí, que sea para algo de provecho.
— Pero yo quería tener la casa para mi sola, ¡Eso no era parte del plan!
— Eh, ¿Si sabes que aún así se quedarían Nathalie y el demás personal vigilándote, no?
— Odio mi vida...
— Si lo haces, te compraré un par de libros de brujería más.
— Mmm... - Soltó un largo suspiro de enojo - Bien, pero si alguna de las dos termina muerta, será bajo tu responsabilidad.
— Hecho. - Asintió acercándose hacia ella para palmearle la espalda -.
~Más Tarde~
[Las horas transcurrieron rápidamente sin mayores inconvenientes. Con la mayoría de sus hijas listas y acomodadas en la camioneta, el peliblanco finalmente emprendió su trayecto hacia el parque de diversiones. Antes de partir, dejó claras indicaciones a su asistente respecto a Laika y Loth, asegurándose de que no causaran ningún desastre en su ausencia.
Durante el trayecto, las quejas y discusiones sobre el poco espacio en el vehículo se convirtieron en el principal obstáculo. Lincoln tuvo que detenerse varias veces para calmarlas, pero, a pesar de los contratiempos, logró llegar al lugar prometido. Sin embargo, sabía que el verdadero reto apenas comenzaba: mantener a todas bajo control y evitar, como era costumbre, ser vetados de otro lugar público.]
- Parque de Diversiones -
*Después de encontrar un lugar en el abarrotado estacionamiento, Lincoln pidió a casi todas sus hijas que bajaran del vehículo de manera ordenada y lo esperaran en la entrada del parque. Él necesitaba hablar con Loan antes de exponerla al bullicio y las multitudes. Aunque aceptaron sin objeciones, algunas no pudieron evitar sentir celos del trato especial que su hermana recibía, siendo evidente la diferencia en el afecto que Lincoln mostraba hacia Loan y, en menor medida, hacia Gloom*
— P-Papá, p-por favor, déjame quedarme d-dentro del a-auto - Suplicó Loan con voz temblorosa -.
— Loan, sé que no querías venir y que prácticamente te obligué, pero no eres la única con ese sentimiento. Créeme, yo también preferiría estar en casa.
— P-Pero...
— Escucha, no voy a dejarte sola. Estaré a tu lado en todo momento. Si no quieres subirte a los juegos, está bien, pero necesito que nos acompañes. No te hará daño, te lo prometo - Dijo mientras colocaba una mano firme en el hombro de la rubia y le ofrecía la otra para ayudarla a salir del vehículo -.
— ¿E-Estás seguro d-de eso?
— Muy seguro. Olvídate de todo lo que tu madre te dijo sobre lo que puede pasarte afuera. Conmigo estás a salvo.
— E-Está bien...
— Y si algo llega a pasar, tendrás tiempo de huir mientras yo sirvo de escudo humano - añadió con una sonrisa irónica antes de suspirar - Vamos, Loan, eres mi esperanza para que esta salida familiar no sea un completo desastre.
*Las palabras de Lincoln, aunque sinceras, resultaron más emotivas de lo que él mismo esperaba. Loan, conmovida, salió del vehículo y lo abrazó. Aunque incómodo con el gesto, Lincoln no pudo evitar sentirse bien al recibir esa muestra de confianza. Mientras tanto, las demás hijas observaron la escena con incomodidad y celos evidentes, dirigidos tanto hacia Loan como hacia su padre*
— ¿Por qué tardan tanto? - Se quejó Gloom, impaciente por entrar al parque -.
— Seguramente Loan está haciendo una escena porque no quiere salir de la camioneta - Comentó Lupa, rodando los ojos -.
— Hubiera sido mejor que se quedara en casa. Lo único que logra es avergonzarnos cada vez que alguien la mira por sus ataques de pánico - Dijo Terry con desdén -.
— No sean tan duras con ella. Ni siquiera saben por lo que ha pasado - Replicó Lyra, molesta -.
— Eso es cierto, pero aun así, habría sido mejor no exponerla - Admitió Terry -.
— Al menos está intentándolo. Si nunca lo intenta, jamás podrá superarlo - Intervino Lyra -.
— Hablando de eso, ahí vienen... - Señaló Lupa, cruzando los brazos con molestia - Parece que ahora no se separará de papá en todo el día.
— ¿Por qué a mí no me puede llevar así, tomada de la mano? - Preguntó Gloom con un puchero -.
— Porque Loan lo necesita más. Está enferma - Respondió Lacy, molesta -.
— Y porque es su consentida. Haría cualquier cosa por ella - Agregó Terry, frunciendo el ceño -.
— Tranquilas, no se sientan menos. Estoy segura de que también haría lo mismo por nosotras si lo necesitáramos —dijo Sonette, incómoda.
— Lo dudo... - Murmuró Liby con un suspiro -.
— Bueno, al menos mientras esté con ella, no estará coqueteando con cualquier mujer que le parezca atractiva - Comentó Panther con ironía mientras veía como Loan y su padre se acercaban a su posición -.
— Bueno, niñas, ya estamos aquí. ¿Ya pensaron a qué atracciones quieren ir primero?
— ¿No se supone que tienes que comprar los boletos primero?
— Sí, pero quiero saber a cuántas personas tendré que sobornar para evitar hacer filas.
— ¿¡Se puede hacer eso!?
— Estoy casi segura de que es ilegal.
— Bueno, ya lo averiguaremos. Después de todo, es la primera vez que lo intento - Dijo Lincoln, despreocupado, antes de encaminarse al parque junto a sus hijas -.
[...]
*Mientras tanto en la casa Loud, Loth se quejaba y maldecía internamente a su padre por haberle dejado a cargo el pasar el día con Laika, asunto bastante complicado considerando que la pelirroja aún estaba molesta y sin intenciones de salir de su habitación, pero bueno, la chica de cabellos plateados lo intentaría al menos una vez*
— "Maldición, ahora tengo que fingir que me importa la idiota cabeza de fósforo... - Soltó un suspiro de frustración - Cómo sea, trataré de ser lo más amable posible..." - Se decía a sí misma mientras caminaba hacia la habitación de la pelirroja - ¡Laika, Laika, Laika, de una maldita vez sal de ahí!
— ¡No, vete!
— Ah vamos, sólo sal...
— ¡No saldré, así que lo mejor será que te largues o para lo único que saldré será para dejarte invalida!
— Agh... ¿Sabes? No voy a estar rogándote todo el día sólo porque el anciano me pidió que pasara el día contigo, así que no creas que es por gusto.
— Me da igual porque lo hagas, aún así seguiré firme en no salir de aquí.
— Está bien, cómo quieras, me retiro... - Se dio media vuelta para luego volver a suspirar - "Bueno, tal vez no saldrás, pero yo si puedo entrar..."
~Unos Minutos Después~
- Habitación de Laika (Interior) -
*La pelirroja se encontraba recostada sobre su cama pacíficamente mientras rebotaba una pequeña pelota de tenis contra la pared, sin dudas no parecía tener intenciones de salir y prueba de ello era que prefería de la soledad antes que pasar tiempo con su hermana Loth, la cual por cierto, terminara colándose a su habitación de una manera poco convencional*
— "Bueno, parece que finalmente me libre de esa idiota perezosa... - Soltó un suspiro de alivio - Finalmente otra vez pa..."
*La pelirroja fue sacada abruptamente de sus pensamientos al ver cómo su hermana de cabellos grises caía del ducto de aire acondicionado que poseía su habitación para finalmente aterrizar frente a su cama de forma algo dolorosa, pero la peliplateada ni se quejó, sólo se limpió el polvo para después saludarle y disponer a hablar con ella*
— ¡Maldición Loth! ¿¡Por qué hiciste eso!?
— Dijiste que no saldrías, pero no que yo no podía entrar.
— ¡Pero entraste de la nada! - Negó con la cabeza varias veces - Cómo sea, ¿Estás bien? - Preguntó con cierta preocupación -.
— Oh sí, sólo fue una simple caída, nada que no pueda soportar.
— Ah, que bue... - Se retractó de lo que estaba por decir, así que tosió para tratar de disimularlo - Bueno, ahora puedes retirarte, de todos modos por ningún motivo harás que salga. - Dijo cruzándose de brazos -.
— ¿Estás segura de eso? - También se cruzó de brazo y alzó la ceja de forma que retara a la pelirroja -.
[...]
*De regreso en el parque, el peliblanco después de comprar los boletos para ingresar se encontraba junto a sus hijas dirigiéndose hacía la primer atracción que habían elegido estas mismas, siendo la clásica y peligrosa montaña rusa la primera de sus elecciones*
— ¿Lo ven? Les dije que no habría ningún problema si pagaba para que nos dejaran pasar hasta el inicio de la fila.
— Sin mencionar que también nos ganamos los insultos de las personas que estaban esperando su turno de forma legal... - Comentó Panther algo incómoda mientras a lo lejos escuchaba los insultos de las personas aún formadas -.
— ¿Y? ¡Ya vamos a subir! - Dijo Gloom emocionada -.
— ¡Oh sí! - Asintió Lacy -.
— Buen ejemplo, eh...
— Tranquila Lyra, eso sólo fue un pequeño privilegio. - Respondió el peliblanco cínicamente -.
— Si claro.
— En fin... ¿Quiénes de ustedes van a subirse? - Miró a sus hijas una por una, siendo Loan y Liby aquellas que no asintieron - ¿Están seguras?
— S-Sí, y-yo le t-tengo miedo a las a-alturas... - Respondió la rubia con nerviosismo mientras tomaba con fuerza el brazo de su padre -.
— Está bien, vamos paso a paso... ¿Y tú? - Dirigiéndose a Liby -.
— Yo no le tengo miedo, pero creo que terminaré teniendo nauseas y causaré un alboroto... - Explicó Liby con vergüenza -.
— Oh bueno, no puedo obligarles y por eso, supongo que me quedaré aquí con ustedes mientras las demás suben.
— ¡No papá, por favor acompáñanos!
— ¡Si papá, por favor sube con nosotras!
— Lo lamento niñas, pero no lo haré. - Dijo manteniéndose firme ante las súplicas de Gloom y Lacy -.
— ¿Qué pasa papá? ¿Miedo? Creo recordar que mencionaste que esta salida era para pasar el tiempo.
— No es eso Panther, sólo que...
— ¿Tú no te retractarías de algo que prometiste o si? - Cuestionó Lyra con ironía -.
— Por supuesto que no, yo siempre hago lo que cumplo. - Afirmó con orgullo -.
— ¿Ah sí? Pues compruébalo. - Volvió a cuestionar con ironía la castaña mientras Panther se le sumaba a la insistencia -.
— Si papá, hazlo.
— Agh... Está bien, pero sólo porque no me gusta que duden de mi palabra... - Dejó de lado a Loan para ir a tomar de la mano a Gloom y a Lacy con la disposición de subirse a la atracción junto a ellas - ¿Te puedes hacer cargo de tu hermana? - Le peguntó a Liby antes de subir a la montaña rusa -.
— Claro que si papá, no hay...
— Gracias "Piby". - Dio unos cuántos pasos para luego volver a detenerse - ¡Enseguida vuelvo Loan! - Le dijo a la distancia, a lo cual la rubia le asintió con una sonrisa nerviosa -.
— "Es Liby... - Suspiró frustrada - No importa..."
Loan y Liby se quedaron observando cómo su padre con algo de nerviosismo en su rostro se subía a la atracción mientras que el resto de sus hermanas hacían alboroto, lo cual provocaba que el peliblanco se sintiera tenso por lo que estaba por experimentar*
— Vaya papá, estás más ansioso que yo, ¿Qué acaso nunca te habías subido a una? - Preguntó Terry con algo de sorpresa -.
— Si lo hice un par de veces cuando era niño, pero ahora es... - Se vio interrumpido por el descenso tan brusco de los vagones en dónde iban - ¡AAAAAAAAAGH!
— ¡WOOOOO!
— ¡YEEEY!
— ¡GENIAL!
[...]
*Laika y Loth se encontraban juntas sentadas en la sala de estar, al parecer la peliplateada sorpresivamente había logrado hacer salir a la pelirroja de su habitación y con ello, trataría de pasar el tiempo con ella*
— Bueno, ¿Y ahora que quieres hacer?
— Nada. Volver a mi habitación quizá.
— Ah no, me costó bastante trabajo convencerte de salir de ella.
— Tampoco fue para tanto, sólo me convenciste con unas cuantas botellas de cerveza...
— Nunca dije cómo hice para conseguírtelas...
— ¿Qué? ¿Descubriste que el anciano guarda algunas cajas en el sótano?
— Eh... Bueno, ¿¡Te las beberás o no!? - Preguntó con fastidio -.
— Ah sí, sí, tranquila... - Asintió algo nerviosa para después beber un poco - Por otra parte, ¿Qué no se supone que Nathalie debería estar vigilándonos?
— Tú lo dijiste, "se supone"... - Le mostró las llaves de la casa con las cuales estaba jugueteando con sus dedos - La dejé afuera, la muy tonta se creyó lo que le dije.
— ¿Puedo saber que le dijiste?
— Qué papá me había llamado por teléfono para decirme que le avisara que pasaría por ella para que le ayudara a controlar a nuestras hermanas.
— Ja, que idiota... - Le dio un último trago a la botella de cerveza para luego pasar con la siguiente - Sabes, creo que no eres tan detestable después de todo...
— Eh... ¿Lo dices en serio? ¿O el alcohol te hizo efecto muy rápido?
— Lo digo en serio, digo, aún me caes mal, pero creo que eres soportable...
— Bueno, supongo que lo mismo digo. - Le sonrió por unos segundos hasta que la pelirroja le interrumpió -.
— ¿Quieres una botella? No diré nada. - Preguntó Laika con cierta amabilidad -.
— Eh no, agradezco tu gesto, pero creo que mejor te acompaño brindando con un vaso de agua jeje...
— Está bien, no iba a decir nada de todos modos... - Terminó de beber su 3er botella - ¿O acaso estás en una especie de dieta o algo por...?
— ¿¡Acaso se me nota demasiado!?
— ¿Qué? No, no, no me refería a eso, yo sólo...
— ¡Sabia que no debía comer de ese postre que había en el almuerzo!
— Loth cálmate...
— ¿¡Cómo quieres que me calme si estoy aumentando de peso excesivamente!? ¡Dios, ha este paso voy terminar siendo una obesa vaca gorda!
— Eh... - Observó de pies a cabeza a su hermana dándose cuenta de que probablemente era la persona más delgada que había visto - Si, se nota... - Dijo irónicamente sintiéndose incómoda -.
— ¿¡Lo ves!? ¡AAAAAAGH! - Gritó de frustración mientras lágrimas salían de sus ojos -.
— "Creo que mejor si hubiera preferido ir al parque de atracciones..." - Pensó la pelirroja mientras bebía de su botella -.
[...]
*Después de bajar de la montaña rusa y de pasar un momento poco agradable en esta, el peliblanco se dirigía junto a sus hijos hacía la siguiente atracción en la lista, la cual serían los autos chocones. Ante esto, el peliblanco decidió tomar un respiro antes de subir a dicho juego, pues había quedado considerablemente mareado por el viaje frenético en la montaña rusa*
— ¡Vamos papi, vamos!
— Espera Lacy... Al menos deja que las nauseas se pasen un poco...
— Ah vamos, ¿En serio no puedes resistir un simple viaje en la montaña rusa?
— No, pensé que lo haría, pero me equivoqué... - Le respondió a Panther con una expresión enfermiza en su rostro mientras vomitaba en un bote basura que había por ahí -.
— No lo decía por ti Terry, lo decía por nuestro padre...
— Lo siento Panther, a la próxima le digo a los ingenieros del parque que no construyan las montañas tan inclinadas para así evitar marearme... - Comentó Lincoln tratando de ocultar su fastidio lo mejor posible -.
— Tampoco es para que te enojes, sólo lo digo porque me pareció muy curioso que estuvieras gritando en casi todo el recorrido...
— Yo no estuve gritando todo el recorrido...
— Sip, si lo hiciste papá. - Dijo Lacy -.
— Oh si papi, yo estaba a tu lado y te oí gritar. - Agregó Gloom -.
— Bueno, eran gritos de emoción...
— Mmm... No parecían de emoción... - Mencionó Sonette dudosa -.
— De hecho no, no eran de emoción, eran más de pánico. - También agregó Lyra -.
— Ah gracias, ahora sé que no podría confiarles nada porque me terminarían delatando...
— ¿Entonces eso significa que tienes secretos que nos estás ocultando? - Cuestionó Panther clavando una mirada seria sobre él -.
— No. Y aunque así fuera, ni loco se los diría, tengo claro que ustedes serían pésimas guardando secretos. ¿O no?
*La mayoría de las niñas no asintieron pero tampoco se negaron al cuestionamiento de su padre, por lo cual solamente se quedaron calladas. Por su parte, Panther sólo suspiro frustrada y se volteó hacía Lyra para hablar con ella sobre las intenciones que tenían con respecto a los secretos de su padre*
— No te esfuerces tanto Pan, probablemente no lo aceptará ni tampoco tiene intención alguna de decírnoslo.
— Ya sé, pero míralo, tan despreocupado, tan egocéntrico, tan... - Soltó un quejido -.
— Tranquila, no hay porque apresurarse, tarde o temprano todo sale a luz, ¿No es cierto?
— Supongo...
— Entonces relájate un poco y trata de disfrutar lo que resta del día, ¿Ok?
— Está bien...
— Bien, ¿Quieres ir a algún otro puesto de juegos o quieres subir a los autos chocones?
— Vayamos a otro puesto, dejemos que él se quede al cuidado de las menores y veamos si termina conservando su buena actitud.
— Me parece bien, vamos.
[...]
*Laika tuvo que lidiar con un momento incómodo tratando de calmar a Loth, quien experimentaba un cambio repentino de humor debido a un aparente trastorno que la peliplateada padecía. Movida por la curiosidad, la pelirroja se atrevió a preguntar al respecto y luego a entablar una conversación. A pesar de estar bebiendo, Laika aún conservaba plena consciencia de sus acciones, por lo que más que actuar bajo los efectos del alcohol, sentía una genuina necesidad de entender mejor a Loth y su comportamiento*
— Oye, creo que estás exagerando, todo el mundo le tiene miedo a algo.
— Tú no. Y ahora que sabes esto de mí, lo usarás cuando te convenga. - Respondió Loth con un tono de enfado, aunque su postura adormilada restaba fuerza a sus palabras -.
— ¿Qué te hace pensar que lo haré? - Replicó Laika, levantando una mano para silenciar cualquier respuesta apresurada - Y sí, entiendo que no di una buena primera impresión, pero créeme, no soy mala porque sí.
— ¿Ah, no?
— No. Siempre hay un motivo detrás de cómo somos.
— ¿Y cuál es tu motivo?
— Bueno, no me gusta hablar de eso, pero haré una excepción contigo. Sólo espero que guardes el secreto.
— Está bien. ¿Pero estás segura de que el alcohol aún no te afecta? No quiero que mañana recuerdes esta conversación, me odies y empecemos una pelea interminable.
— No, Loth, estoy bien. Además, si quisiera golpearte por hacerme reflexionar, lo haría ahora mismo.
— Oh, sí, definitivamente no te afecta nada...
— En fin, volviendo a lo que iba a decir... - Laika suspiró antes de continuar - No actúo así porque sí. Todo empezó cuando iba a la escuela primaria. Para entonces, ya sabía que el hombre que me engendró nos había abandonado. Admito que me sentía triste al escuchar a mis compañeros hablar de sus vacaciones familiares, mientras yo apenas sabía que tenía un padre. Ver a mi madre tan ocupada con su trabajo tampoco ayudaba. - La pelirroja hizo una pausa, bebiendo un sorbo antes de continuar -.
— Como mi madre casi no estaba en casa, me quedaba con mi tía. Fue entonces cuando mi madre empezó a salir con un tipo millonario que, al principio, se mostró muy amable. Todo iba bien hasta que, después de un par de años, empezó a comportarse de forma horrible.
— ¿En qué sentido? - Preguntó Loth con genuina curiosidad -.
— Nos maltrataba psicológicamente. Si mi tía no nos hubiera ayudado, mi madre probablemente habría terminado casándose con él bajo amenazas.
— ¿Crees que algo lo llevó a comportarse así?
— Siempre he pensado que fue porque mi madre no estaba completamente segura de casarse. Llevaban cinco años de compromiso y no daban el siguiente paso. Además, él era celoso y posesivo, o al menos así empezó a comportarse el último año en que todo parecía normal.
— Eso suena plausible. Pero... ¿es eso lo que realmente te marcó?
— A eso voy. - Laika suspiró de nuevo, esta vez más profundamente - Antes, tenía la esperanza de encontrarme con mi padre y pedirle perdón, por si acaso yo había sido la razón por la que se separó de mi madre. No le tenía resentimiento, sólo quería verlo. Cuando mi madre presentó a ese hombre, le di la oportunidad de ocupar el lugar de mi padre, y al principio, se lo ganó. Pero cuando empezó a maltratarnos, deseaba todos los días que mi verdadero padre apareciera para defendernos... pero nunca llegó. - Con un trago largo terminó su botella antes de añadir - Supongo que ni siquiera está enterado de lo que tuvimos que pasar.
— Oh... - murmuró Loth mientras rascaba su nuca, visiblemente incómoda - Lamento escuchar eso. Ahora siento que no debí preguntar...
— Meh, creo que me hace bien contarlo al menos una vez.
— Sí, supongo...
— Pero oye, no creas que sólo yo voy a hablar de mis problemas. Ahora te toca a ti.
— Pero lo mío te parecerá una tontería...
— Tal vez, pero igual quiero oírlo.
— Bueno, pues ya qué...
[...]
[Tras dividirse en parejas para subir a los autos chocones, los equipos quedaron conformados por Lincoln y Loan, Sonette y Terry, Liby y Lacy, y Lupa con Gloom. Sin embargo, las cosas pronto se salieron un poco de control. Mientras Lincoln trataba de animar a Loan para que disfrutara tanto como sus demás hermanas, estas aprovecharon la pasividad del peliblanco para empezar a chocar repetidamente contra el auto que compartía con la rubia de suéter.
Al principio, Lincoln no se lo tomaba en serio, especialmente porque veía cómo Loan comenzaba a participar tímidamente. Sin embargo, al notar que sus hijas parecían hacerlo con la intención de distraerlo de su atención hacia Loan, decidió cambiar de estrategia. Con una sonrisa competitiva, le pidió a Loan que se sujetara fuerte, ya que planeaba tomarse el juego en serio.
Lo que inició como un momento caótico terminó convirtiéndose en una experiencia divertida y frenética para Lincoln y sus hijas. A pesar de la aparente agresividad de algunas de ellas y la competitividad que despertó en Lincoln, la actividad se convirtió en una experiencia memorable. Por primera vez en mucho tiempo, el peliblanco sonrió de manera genuina, no para aparentar superioridad, sino simplemente porque estaba disfrutando junto a sus hijas. Aunque, por supuesto, no estaba dispuesto a admitirlo abiertamente.
Mientras tanto, Panther y Lyra, buscando despejar sus mentes, se dirigieron a los puestos de juegos para intentar ganar algún premio. Sin embargo, tras numerosos intentos en casi todos los puestos, no lograron llevarse nada. La frustración comenzaba a notarse en sus rostros, pero el ánimo no decayó del todo, pues el ambiente festivo y su mutua compañía lograron aliviar el desánimo.]
— Maldición, no hemos ganado nada y he gastado casi la mitad de mi dinero...
— Tranquila, estoy segura de que el quinto juego es el vencido. - Animó Lyra -.
— Y yo estoy segura de que es como el décimo juego en el que vamos a gastar nuestro dinero.
— ¿Ah sí? - Soltó una risa nerviosa - Bueno, creo que ya debemos de ganar uno al menos. De hecho, este parece ser bastante sencillo.
— Lo dudo, he escuchado que este tipo de juegos estén arreglados...
— ¿Eso lo dices por los demás juegos que hemos perdido?
— No, en este juego en especial es dónde uno pierde porque el aro nunca entra en la botella y si lo hace, se sale de maneras estúpidamente raras.
— Tranquila, este es nuestro juego. - Dijo Lyra confiada -.
— Si tú lo dices...
— ¡Qué tal! ¿Están listas para participar en este maravilloso juego? ¡Participen y ganen un premio! ¡Diversión asegurada, aquí nadie pierde! - Mencionó el encargado del juego al ver como el par de castañas se acercaban a participar -.
— Si, si queremos participar.
— Bueno, entonces adelante. - Mencionó mientras le entregaba un par de aros a Lyra y esta a su vez pagaba el costo por participar - Las reglas son fáciles, traten de hacer que el aro entre en alguna de todas esas botellas y si lo hacen, podrán elegir cualquiera de los premios que hay aquí.
— Oh si, si. Como sea, sólo déjenos empezar. - Dijo Panther preparándose para hacer su lanzamiento y fallándolo posteriormente -.
— Oh, sigo yo. - Imitó el lanzamiento de su hermana e igualmente falló -.
*El par de castañas pagaron unos cuantos intentos más y siguieron fallando, en algunas ocasiones estuvieron cerca de conseguirlo y el aro extrañamente se salía de la botella. Esto claramente molestó a las hermanas, las cual reclamaron que el juego prácticamente estaba arreglado, cosa que poco o nada le importó al encargado, pues sólo les retó a seguir intentándolo*
— ¡AAAAAGH! ¡Ya me cansé de perder!
— Tranquila Panther, aún nos queda un as bajo la manga, no quería usarlo, pero no hay otra opción.
— ¿Tienes un arma para dispararle al encargado del puesto? Me conformo con que mi premio sea verlo con una bala en la cabeza y no burlándose de nosotras cada vez que fallamos.
— Eh... Diría que concuerdo, pero esa no era mi idea...
— ¿Y entonces?
— Usaremos... - Reviso entre las cosas de su bolso para finalmente sacar un pequeño cuaderno - ¡Las matemáticas!
— ¿Qué?
— Tranquila, solo debemos de calcular la altura, la fuerza de gravedad, la masa del aro y ver a qué velocidad y dirección es en la que debemos de lanzar el aro.
— Ah... Digo, si sé a qué te refieres, sólo me tomaste desprevenida.
— No te preocupes, solo deja que tenga los cálculos exactos y tendremos ese premio en nuestras manos.
— Bien, te espero.
[...]
*Después de escuchar lo que Laika tenía que contarle y de que esta le advirtiera que estarían a mano solo si ella también revelaba el motivo de su miedo a subir de peso, Laika comenzó a compartir una parte de su historia que apenas había revelado antes*
— Bueno, te escucho... - Dijo Loth con curiosidad -.
— Está bien, pero no es una gran historia que digamos... - Suspiró Laika -.
— La mía tampoco lo fue, ¿eh?
— Bien... - suspiró nuevamente antes de comenzar - Esa ansiedad la adquirí cuando estuve en un internado.
— ¿Qué? ¿Estuviste en uno? - Preguntó Loth, sorprendida -.
— Sí... Mi madre no quería lidiar conmigo después de que mi querido padre la dejó, así que me envió a un internado por varios años... once, para ser exactos.
— ¿Y te sacó tu madre o te escapaste?
— Afortunadamente, mi madre me sacó.
— Oh, bueno, supongo...
— Supones bien, porque cuando salí de ese lugar descubrí que tenía una hermana menor y que mi padre solo había regresado para dejarla.
— Eso solo hace que lo deteste aún más... - bufó Loth, visiblemente molesta - Pero dejando eso de lado, ¿qué pasó en el internado para que desarrollaras ese trastorno?
— A esa edad eres insegura, tímida, frágil... una presa fácil para un montón de lobos. ¿Hace falta más explicación?
— Uh... además de acoso, burlas, insultos y amenazas, ¿qué más te hicieron?
— Pues eso. Solo faltaría añadir que en ese tiempo tenía una complexión robusta. Me sentía insegura al ver cómo las demás niñas usaban lindos vestidos mientras yo solo podía ponerme suéteres feos. Mi ansiedad por el peso comenzó cuando las niñas mayores me decían que nunca sería querida por nadie si seguía así... - suspiró una vez más - Mi madre y Lupa ya saben esto, y aunque no lo tomo como algo serio, a veces no puedo evitar sentirme afectada, como viste hoy.
— Entiendo... - respondió Loth, sintiéndose incómoda al recordar su propio pasado como bravucona en la escuela - Creo que definitivamente no te di una buena primera impresión. Más bien, te hice recordar algo similar. Lo siento.
— Descuida. Creo que yo también tengo parte de la culpa por ser rencorosa. Pero ahora sabes por qué.
— Sí... y ahora ambas sabemos que no somos tan diferentes entre sí.
— Además, ahora también tenemos un motivo para pensar antes de abrir la boca para molestar a la otra. ¿No lo crees? - Dijo Laika con una leve risa -.
— Oh, sí... - respondió Loth, chocando su puño con el de Laika - Y ahora que terminamos de hablar, ¿puedes poner algo en la televisión? Llevo casi tres horas viendo un estúpido juego de golf.
[...]
*Luego de compartir un momento frenético en los autos chocones, Lincoln y sus hijas se dirigieron a la casa del horror. Esta sería la última atracción del día, a pesar de que el peliblanco había prometido una más. Sin embargo, un incidente en la casa del horror los obligó a marcharse antes de tiempo. Mientras tanto, Lyra y Panther seguían intentando ganar algún premio en los puestos de juegos, aunque sin éxito. Fue hasta que Lacy llegó buscándolas para irse que ambas le pidieron ayuda*
— ¡AAAAAAAGH, MI DINERO!
— ¡Ya casi tengo el cálculo exacto, tranquila, Panther! - Dijo Lyra mientras hacía cálculos apresuradamente -.
— Tranquilas, señoritas, aún pueden ganar. No se desesperen - Mencionó el vendedor mientras contaba su dinero -.
— ¡Cierre la maldita boca y deme otro intento! - Recriminó Panther mientras tomaba los aros con frustración - ¡Vamos, Lyra, atina por favor!
— Sí, sí... - Lyra visualizó sus cálculos y lanzó los aros, fallando horriblemente de nuevo - ¡NOOOOOO!
— ¡Esto es una porquería! ¡Estoy a punto de mandar todo a la...!
— ¡Hey, hermanas! Qué bueno que las encuentro. Es hora de irnos. Papá y las demás nos están esperando en la camioneta - Dijo Lacy al encontrarlas -.
— ¿Por qué? ¿Pasó algo? - Preguntó Panther -.
— Papá se lastimó la mano, y necesitamos que alguien maneje. Loan, Sonette ni Terry saben conducir...
— ¿¡Qué!? - Gritaron alarmadas antes de toser para disimular su preocupación -.
— Ya sabrán por qué, pero hay que irnos.
— Sí, sí, ya vamos. Pero antes, ¿podrías ayudarnos con algo? - Preguntó Lyra con una sonrisa cómplice -.
~Más Tarde~
- En la Carretera -
*Después de que Lacy encontrara a Panther y Lyra para reunir a todos y emprender el regreso, Lincoln delegó la responsabilidad de conducir a una de sus hijas mayores debido al estado de su mano. Fue Panther quien se ofreció, ante la negativa y el temor de las demás. Así, con el peliblanco asumiendo las consecuencias de cualquier posible percance, iniciaron el viaje de vuelta a casa*
— Gracias por esto, Panther.
— Sí, bueno, que conste que solo lo hago por mis hermanas y porque quiero llegar a descansar.
— Como sea, te lo agradezco... - Respondió Lincoln, rodando los ojos -.
— Por cierto, nos debes una explicación de por qué tu mano terminó así - Reclamó Lyra -.
— Bueno, digamos que fue por instinto... - suspiró - o por idiota, ambas son válidas.
— Ajá, ¿y?
— Pasó que, de cierta forma, defendí a Loan. Sé que el personal de la casa del terror tiene experiencia, pero cuando vi que asustaban cada vez más a Loan, me molesté y terminé golpeando a uno de los empleados. Al menos él tampoco salió ileso.
— ¡Oh, sí! Papá le rompió la nariz y le dejó un ojo morado. Fue increíble - Intervino Sonette, emocionada como una niña pequeña -.
— Lo que ya no fue tan divertido fue cuando nos dijeron que estábamos vetados del parque... - Añadió Terry, decepcionada -.
— Ah, sí...
— Ja, como si no pudiera comprar el parque - Dijo Lincoln entre risas -.
— Sin duda eres todo un caso... - Murmuró Panther, manteniendo la vista al frente -.
— ¿Qué? ¿Acaso no es cierto? - Preguntó Lincoln con cierto orgullo, al que la mayoría de sus hijas respondió asintiendo -.
— Aún así, no es un buen ejemplo de tu parte enseñarnos que todo se resuelve con dinero.
— Sabes, si eso fuera cierto, ustedes estarían en un internado. Sin embargo, aquí estoy, tratando de convivir con ustedes, aunque algunas piensen lo contrario, como Lyra y tú lo han demostrado casi todo el día - Recriminó mientras se cruzaba de brazos -.
— Teníamos nuestros motivos, no lo niego.
— En fin, fuera de eso, creo que fue un gran día... - Dijo Lincoln, cerrando los ojos y sonriendo al escuchar comentarios positivos de sus hijas -.
— Creo que no del todo...
— ¿Qué? ¿Por qué? - Preguntó Lincoln, algo alarmado por el comentario de Lacy -.
— Es que me hubiera gustado que Panther y Loth me ayudaran. Probablemente habría ganado todos los premios por ustedes - Mencionó Lacy, algo decepcionada -.
— Ah, ya veo... - suspiró aliviado - Tranquila, Lacy. Lo que hiciste fue más que suficiente. Gracias.
— ¿Y siquiera valió la pena todo el dinero que invirtieron? - Preguntó Lupa, mirando cómo Lyra sostenía apenas un par de premios -.
— Eh, bueno... ya era más una cuestión de honor - Respondió Lyra, apenada -.
— Y se supone que el orgulloso aquí soy yo.
— "Y sí, lo eres" - Dijeron Lyra y Panther al unísono -.
— Entonces ustedes lo heredaron de mí - Respondió Lincoln, esbozando una sonrisa -.
[Así terminó el largo día de convivencia familiar para Lincoln, quien sintió que había estrechado los lazos con sus hijas, aunque también estaba un paso más cerca de alcanzar su propio objetivo: estar con Sid.
Sin embargo, estas acciones podrían no terminar bien para el peliblanco. Aunque consciente de ello, continuará con este camino hasta que algo o alguien lo detenga, y eso no parece augurar nada positivo. Pero el destino aguarda a este albino egocéntrico y orgulloso, ocupado en todo menos en lo más importante: sus hijas.]
