- Residencia Loud [7:45 P.M] -

[Tras haber mentido descaradamente para evitar problemas, tanto con la organizadora del evento como con sus propias hijas, el peliblanco se encontraba en una situación delicada. Sabía que debía mantener las apariencias hasta que pasara el día de la fiesta, cuidando de no hacer nada que pudiera molestarlas o levantar sospechas sobre sus verdaderas intenciones.

El albino era consciente de que su plan avanzaba exitosamente, pero también sabía que el éxito final dependía completamente de él. Sin embargo, no todo sería sencillo. Ahora debía sacrificar parte de su tiempo para cumplir con la condición impuesta por Lyra y Panther: hablar con ellas.

Esto no le hacía ninguna gracia. Fingir interés en lo que sus hijas tuvieran que decirle le resultaba tedioso, pero no tenía alternativa. Aunque detestaba esta obligación, sabía que debía mantener su papel, a pesar de que "escuchar a sus hijas" no formara parte de su agenda real, y mucho menos de sus prioridades, aunque técnicamente sí lo era según el contrato que había aceptado, el cual no dudaba en saltarse en algunos puntos menores.]

- Comedor Familiar -

*Tras dejar a sus hijas en casa, Lincoln se dirigió rápidamente a su supuesto "trabajo" para cubrir la urgencia que había sido "notificado". Mientras tanto, Loan decidió ir a la sala para ver televisión, aprovechando que Sonette y Terry se habían unido al juego de cartas que jugaban sus hermanas menores. Por otro lado, Lyra y Panther optaron por subir a su habitación. Allí esperarían pacientemente el regreso de su padre para hablar con él y cumplir con lo acordado*

— ¡Maldición, ya es la cuarta vez que perdemos! ¡Haz algo Loth o terminaré perdiendo hasta las viejas argollas que mi madre me regaló!

— ¡Hey, yo no tengo la culpa Laika! ¡No habríamos perdido 3 de esas 4 veces si ciertas personas hubiesen sido honestas!

— Sin llorar, ustedes se confiaron y nosotras lo aprovechamos.

— ¡Pero si ustedes dijeron que no sabían jugar!

— Y es verdad, bueno, de cierta forma. Gloom no sabe jugar, pero sabe leer expresiones faciales mientras que yo me ayudo de eso, no soy experta jugando, pero de algo me sirvió asistir a las reuniones que mi madre organizaba con sus amigas.

— De acuerdo... Esa información hubiese sido útil antes de comenzar a jugar. - Mencionó Loth soltando un suspiro de enojo -.

— Si, lo mejor será que devuelvan el dinero que nos ganaron. - Agregó Laika cruzada de brazos -.

— Eso no se puede, y te lo digo yo que hasta en esta última partida seguía creyendo que estábamos jugando la versión barata y americana del Karuta japonés.

— ¿Qué? ¿Cómo es posible que no hayas distinguido la caligrafía japonesa de la occidental?

— Bueno... Eso me pasa por no usar mis anteojos... Porque sino lo sabían, los necesito aunque pueda disimularlo la mayoría del tiempo. - Respondió Sonette algo apenada -.

— Oh, tiene sentido. - palmeó la espalda de su hermana pelinegra - Y volviendo con lo del juego, lo realmente justo es que Lupa y Gloom se queden con sus ganancias.

— Cierra la boca Terry, tú no sabrías distinguir lo que es justo o no aunque tu vida dependiera de ello. Es más, estoy casi segura que ni siquiera recuerdas tu nombre completo. - Dijo Laika en tono de burla -.

— Y es por eso es que tenemos a nuestras notarias oficiales Liby y Lacy.

— ¡Oh si! - Chocó su mano con la de Liby, la cual se mantenía tranquila en su asiento -.

— Y para tu información, si lo recuerdo, es Terry Merry Cherry Loud Mars. - Mencionó orgullosa -.

— Si bueno, ¿Seguiremos jugando o tendré que seguir fingiendo que me importa lo que están diciendo?

— Sigamos, por favor. - Respondió Sonette -.

— Sólo que ahora no tendré piedad con ustedes dos. - Amenazó a Lupa y Gloom sin dejar de mirarlas -.

— Muy bien, entonces seguiremos apostando fuerte para seguir destruyéndolas. - Contrarrestó la albina mientras movía hacía el centro de la mesa uno de los montones de fichas que había conseguido junto a Gloom -.

— De acuerdo, sólo no llores cuando se queden sin nada. - Agregó a la vez que imitaba la acción de la albina -.

— Eh... Oigan, ¿Y que se supone que nosotras apostemos? Nos quedamos sin nada. - Mencionó Sonette apenada -.

— ¿Podemos apostar unos cupones para hacer favores y un reloj de muñeca? - preguntó Terry, a lo cual le asintieron - Genial, que bueno que nos estemos entendiendo.

~Más Tarde~

- Habitación de Terry Panther -

[Habían transcurrido un par de horas antes de que el peliblanco finalmente regresara a su residencia. Como se mencionó anteriormente, debía mantener firme su mentira para evitar revelar el verdadero motivo por el cual se habían retirado apresuradamente del centro de convenciones.

Al llegar, pasó por el comedor y, con un gesto breve, saludó a la mayoría de sus hijas que seguían entretenidas jugando a las cartas. Sin detenerse demasiado, se dirigió a la sala de estar, donde encontró a Loan sentada viendo televisión. Sin dudarlo, se sentó junto a ella, aparentando interés en el programa, mientras internamente esperaba que Lyra y Panther cambiaran de opinión y prefirieran hablar en otro momento.

Sin embargo, aquello resultó ser un deseo demasiado optimista. La rubia de suéter, Loan, fue la encargada de informarle que el par de adolescentes lo esperaba en la planta alta para la conversación pendiente. El peliblanco no tuvo más remedio que levantarse y dirigirse hacia las escaleras, maldiciendo internamente su situación y anticipando con disgusto lo que estaba por suceder.]

— Eh... Hola, niñas... - dijo el peliblanco tras tocar la puerta antes de entrar - Ya volví. ¿Están ocupadas? No quisiera interrumpirlas en...

— Descuida, no estamos haciendo nada importante. - Respondió Lyra con tranquilidad -.

— De hecho, estábamos esperando que llegaras para finalmente poder hablar contigo - Añadió Panther -.

— "Maldición, si hubiera usado protección cuando estuve con Luna y Polly, no tendría que estar lidiando con esto ahora". - El albino suspiró, ocultando su irritación mientras pensaba en ello. Posteriormente, y con un esfuerzo por mantener la compostura, murmuraría lo siguiente -Supongo que tomaré asiento. - Dicho esto, se acomodó en una silla cercana, dejando escapar un pequeño suspiro - ¿Y bien? ¿De qué hablaremos?

— Antes que nada, esperamos que tomes esto en serio y hables con la verdad - comenzó Lyra, con un tono firme - Si te pedimos esto es porque queremos ayudarte, no molestarte.

— Está bien, lo comprendo. - El albino asintió con cierta resignación -.

— Primero me gustaría preguntar... ¿Qué te hizo ser así? - Inquirió Panther directamente -.

— Bueno, claramente no fue algo de ayer, pero para resumir... - suspiró profundamente - Las experiencias de la vida me enseñaron que debía preocuparme sólo por mis asuntos y dejar de lado todo aquello y aquellos que me hacían retroceder en mi crecimiento personal.

— ¿Entonces decidiste dejar a tu familia por ti?

— Admito que fue una decisión muy difícil en su momento, pero de la cual no me arrepiento.

— ¿Cómo puedes decir eso? - Lyra alzó la voz, visiblemente molesta -.

— Sé que suena cruel, pero no siempre se recibe el apoyo familiar que uno necesita. Ahí es cuando te das cuenta de que debes empezar a pensar en ti mismo y en tu futuro.

— Y si fue así, ¿en qué te ayudaba procrear? - Lyra no pudo contener su molestia - No sólo con tus amigas, sino incluso con tus propias hermanas. Dicho comentario haría que el peliblanco se riera levemente -.

— Pensé que no lo sabías. Digo, considerando que ya pasaron bastantes años, era imposible que no se los contaran, pero, en fin... Discúlpenme si lo que voy a decir las ofende, pero, siendo sincero, siempre tuve una tendencia a elegir mujeres que, en aspecto y personalidad, fueran similares a mis hermanas. Eso me ayudaba a mantener mi mente tranquila porque, aunque me cuestionaba constantemente el haberme relacionado íntimamente con ellas —no al mismo tiempo, claro—, era algo que no podía evitar. Como habrán notado, eso se salió de control con los embarazos, pero en su momento sólo reconocí los de mis hermanas... al menos hasta que sus abuelos murieron. Después, llegamos a un acuerdo. - El albino dejó escapar otro suspiro - Palabras más, palabras menos, esa es la historia. Claro, puede que me haya saltado algunos detalles, pero así es como fue. Aunque, si soy honesto, probablemente no lo entenderían.

*El silencio que siguió fue abrumador. Las palabras del peliblanco cayeron como un balde de agua fría para las hermanas. Aunque él mismo había advertido que sus palabras podrían ofenderlas, no esperaban algo tan crudo. Desde la planta baja, las risas y voces de las demás chicas Loud contrastaban con la tensión en la habitación. Lyra, llena de rabia, fue la primera en reaccionar, mientras Panther optó por darle vía libre para expresar su enojo*

— Eres un maldito egoísta en toda la extensión de la palabra y lo sabes. Ya sólo falta que aceptes que nos odias para confirmar lo que ya intuíamos - Declaró Panther con una mezcla de decepción y enfado -.

— No, yo no...

— ¡Adelante, admítelo! - interrumpió Lyra con furia - ¡Di que para ti sólo somos un estorbo! ¡Que si algo nos pasara después de este año sería para tu beneficio, porque todo lo haces sólo para evitar ir a la cárcel, no porque realmente quieras cambiar!

— Espera, ni...

— ¡Dilo de una maldita vez!

— ¿¡Podrías darme cinco minutos para hablar!? - respondió él con irritación - Además, si aceptara lo que dices, sólo haría que lloraras más, pero prefiero quedarme callado.

— ¡Oh, sí, como siempre lo haces!

— Ajá, y me da igual, Lyra. - El tono indiferente del albino sólo intensificó la rabia de la castaña -.

— Tranquila, Lyra, ahora es mi turno de hablar... - Intervino Panther, intentando calmar a su hermana -.

— Me parece bien, siempre y cuando no te dediques a llorar como tu querida hermana.

— Mala elección de palabras, pero está bien. - Una pequeña sonrisa retadora se dibujó en el rostro de Panther - ¿Te consideras afortunado en la vida, verdad?

— Actualmente no... por razones obvias. Pero sí, lo fui bastante.

— ¿Y disfrutaste de sus "maravillas"?

— Creo que está claro. He disfrutado tanto de la vida como un político al llegar a la presidencia, sólo que yo no tengo que rendir cuentas a nadie...

— Te estás contradiciendo, pero está bien.

— O bueno, hasta hace unas semanas... - suspiró - Déjame terminar.

— Sabía que te justificarías.

— Claro, lo que digas. - Rodó los ojos con desgano -.

— Como sea, antes de terminar, quiero hacerte unas preguntas. No necesitas responder, sólo escúchalas.

— Me parece bien.

— Has disfrutado de la vida gracias a tu esfuerzo, pero... ¿alguna vez has pensado en todo lo que hemos tenido que soportar por tu ausencia? Mientras tus otras hijas al menos sabían algo de ti y recibían apoyo económico, nosotras tuvimos que mentir sobre tu paradero, soportar burlas por ser diferentes y pasar incontables horas de soledad porque nuestras madres trabajaban todo el tiempo. ¿Crees que todo eso desapareció con el tiempo? Sólo piensa: Laika tiene problemas con el alcohol, Loan es antisocial y Loth muestra tendencias sociópatas. Todas tenemos algún problema, aunque no lo parezca. Pero claro, eso no te importa porque no son tus asuntos.

*El albino permaneció en silencio, incapaz de encontrar un argumento válido. Sabía que cualquier intento de defenderse sólo empeoraría la situación*

— No llegaremos a ningún lado si seguimos enfrentándonos a ti - concluyó Panther - Así que, por favor, usa esta conversación para reflexionar y cambiar.

— No te odiamos, papá. Sólo odiamos tus acciones y tu actitud - Añadió Lyra antes de salir de la habitación junto a su hermana -.

— Aquí están mejor de lo que estaban con sus madres, ¿y aún así yo soy el que debe cambiar? -pensó con ironía, dejando escapar una leve risa - Si claro, voy a cambiar de un día para otro... ojalá fuera así de fácil. - El albino soltaría un largo suspiro una vez que se quedó solo -.

~Mientras Tanto~

*Intercambiando opiniones sobre lo que habían hablado con su padre instantes atrás mientras caminaban a la par, Lyra y Panther decidieron integrarse al resto de sus hermanas, las cuales continuaban jugando a las cartas*

— Vaya noche que estamos teniendo, eh Liby. Quién diría que después de 20 partidas emocionantes nos encontraríamos con la misma cantidad de victorias para el dúo de Laika-Loth y el dúo de Lupa-Gloom mientras que el de Sonette y Terry aún sigue sin ganar nada y por ello decidieron retirarse. - Dijo fingiendo la voz -.

— Eh Lacy... Somos notarias, no comentaristas.

— Oh... Bueno, yo ejerzo ambas profesiones.

— ¿Qué? Pero... Olvídalo, está bien. - Asintió extrañada -.

— De acuerdo, el que gané la siguiente partida se lleva todo y no habrá nada que se pueda hacer. - Mencionó Laika a la par que Loth empujaba todo lo que habían acumulado al centro de la mesa -.

— De acuerdo. - Aceptó la albina mientras imitaba lo hecho por la pelirroja -.

— ¡Espera, espera Lupa, te estás jugando el manga que aposté por idiota! - Mencionó Sonette aterrada -.

— Descuida, les devolveremos sus cosas en cuanto ganemos. - Respondió Gloom con serenidad y mostrando una gran sonrisa -.

— Gracias... - Agradeció mientras soltaba una pequeña lágrima -.

— Vamos Lupa y Gloom, yo confío en ustedes. Es más, si ganan, las compensaré tocando el solo de bajo de "Orion" cómo agradecimiento. - Mencionó Terry -.

— Si, ya veremos. - Asintió la albina con cierto fastidio -.

— Bueno, bueno, ¿Vamos a jugar o qué? No tenemos toda la noche. - Dijo Laika con enojo -.

— Cierto, cierto, empecemos.

"¿Qué? ¿Aún están jugando?" - Preguntó Lyra mientras ingresaba a la sala de estar junto con Panther -.

— Si, y por lo que veo ustedes ya terminaron de hablar, pero díganme, ¿Consiguieron lo que querían?

— Eso espero. Ojalá que por una vez nos escuche.

— Pues no quiero sonar negativa, pero obedecía más la tarántula que tenía por mascota que él... - Opinó Terry -.

— Al menos tenemos que intentarlo de alguna manera o no sé hasta que punto sería capaz de llegar... Bueno, si lo sé, pero prefiero no pensar en ello. - Comentó Lyra con desánimo -.

— Cállense y déjennos jugar, ¿Quieren? Esto es más importante que lo que están hablando. - Dijo en voz alta pero sin dejar de mantener su atención en el juego de cartas -.

— Está bien, pero cuándo terminemos volviendo por donde vinimos no digan que no se los dijimos.

— Si, si, de todos modos eso no nos va a afectar, al menos no más. - Agregó Loth con indiferencia -.

— Saldré un momento al patio, no puedo con este par... - murmuró en voz baja - ¿Quieres venir?

— Oh no, dejaré que te despejes a sola; yo iré con Loan por mientras. - Respondió Panther -.

— Gracias, vuelvo en unos minutos... - Mencionó antes de retirarse -.

*El resto de la noche transcurriría con normalidad ante el aparente "reflexivo y arrepentido" albino que sólo bajaría de su habitación para desearle buenas noches a sus hijas y acto seguido regresar a esta para no volver a salir hasta la mañana del día siguiente. Por su parte, la mayoría de las niñas se quedarían jugando hasta tarde otros juegos además de las cartas por lo que fue hasta que sintieron la necesidad de dormir que se fueron a sus respectivas habitaciones*

[...]

[Para el día posterior a ese no ocurriría nada excepcional en la residencia Loud, sólo sería aprovechado por Lincoln, quien, ayudado por Nathalie, se aseguraría de que todo estuviese en orden y, de paso, conseguiría todo aquello que necesitarían para la fiesta del sábado, tanto sus invitados como él y sus hijas. A su vez, el peliblanco también le pediría a su ama de llaves, Berta, que se encargara de llevar a sus hijas a comprar ropa formal para así estar presentables ese día, del cual ya estaban conscientes de que era de suma importancia para su padre.

Luego de ese día ordinario y sin mucho que contar, llegaría aquel que el peliblanco había estado esperando ansioso. Aunque sus intenciones sólo eran mostrar una buena imagen personal y familiar ante Sid, una parte de él también quería restregarles a sus viejos "amigos" los éxitos que había alcanzado en todo el tiempo que dejaron de verse, minimizando al mismo tiempo los logros de ellos. Por su parte, las niñas Loud tratarían de mantenerse al margen lo mejor posible (aunque con contadas excepciones), o al menos mientras estuviesen frente a las visitas, ya que así lo habían acordado mutuamente con su padre. No obstante, el factor sorpresa que representaría Darna rondando por ahí sería suficiente para tener a la mayoría de las niñas ocupadas, mientras su padre podría alardear sin tanto problema.]

~ Residencia Loud [2:30 P.M.] ~

- Sala de Estar -

*Como ya era costumbre, las once niñas se encontraban pasando su "tiempo de convivencia grupal", que se resumía en ver televisión y comentar entre sí lo que sucediera en el programa que estuviesen viendo. Sin embargo, esta vez no estaban prestando atención, ya que la mayoría de ellas estaban somnolientas por haberse dormido tarde y, por ende, ni siquiera se habían quitado la pijama. Por ello, cuando su padre regresó de comprar las últimas cosas que le faltaban para estar completamente listo antes de que llegaran sus invitados, se molestó al ver que ellas aún no se habían alistado, faltando unas horas para la llegada de las visitas. Aunque pudiera sonar exagerado, el peliblanco ya tenía experiencia en tales situaciones debido a lo que sus hermanas le hacían pasar. Al ser sus hijas una representación de ellas, sabía que también tenían el mal hábito de tardarse excesivamente en arreglarse*

— Maldición niñas, ¿Qué acaso no saben que hora es?

— Mmm... Según ese reloj... ¡Son las 2 y media! Y ahora ya lo sabes papá. - Respondió Lacy con una sonrisa -.

— No era necesario que respondieras, pero está bien, gracias. Es bueno saber que al menos una si sabe ver la hora.

— Si, ahora dale un regalo, es lo mejor que sabes hacer. - Murmuró Laika con fastidio -.

— No te pongas celosa Laika, si tú fueras igual de amable que Lacy también te ganarías un regalo, pero bueno, tampoco puedo cambiarte porque te... - tosió un poco - Acepto tal y cómo eres. - Al decir esto se maldijo internamente mientras veía cómo la mayoría de sus hijas lo veían confundidas, hasta dejaron de estar somnolientas por ello -.

— Es bueno saberlo, pero no es mutuo.

— Cómo sea, yo... ¿Pueden dejar de verme así? - Preguntó haciendo una mueca -.

— Si, pero primero dime, ¿Tomaste de algo que estaba debajo del lado izquierdo de mi cama, dentro de una caja de madera, envuelto minuciosamente con un par de telas y cubierto con revistas de contenido que no puedo mencionar? - Sonette pensaba que su padre se encontraba intoxicado y, por ende, lo cuestionaría -.

— No, ni tampoco preguntaré porque tanta "seguridad", creo que deberías de dedicarte a ser oficial de policía. - Dijl Lincoln con sarcasmo -.

— Sinceramente prefiero dedicarme al arte, pero gracias por la recomendación. - Respondió Sonette con ingenuidad -.

— Bueno, pero volviendo a lo que estaba por decirles... - aclaró su garganta - Necesito que vayan a darse un baño y se arreglen antes de que lleguen los invitados, así que cómo no quiero entrar en discusiones ni tampoco quiero que sigan retrasándose, harán lo siguiente...

— ¿Y por qué no mejor nos dejas encerradas en nuestras habitaciones?

— Si lo tuve en mente, pero cómo vendrá la supervisora necesito que estén ahí por unos momentos, pero gracias por tus ideas Laika.

— Si, si... "Te detesto..." - Pensó la pelirroja mientras se cruzaba de brazos -.

— Bueno, pero ahora volviendo por enésima vez a lo que estaba por decirles; necesito que todas vayan inmediatamente a bañarse, cinco irán al baño que está por sus habitaciones y el resto irán al baño que está casi al lado del sótano.

— ¿¡Qué!? ¿Hay dos baños? - preguntó Panther extrañada, a lo cual su padre le asintió - ¿Y por qué hasta ahora nos dices? ¿Sabes cuánto tiempo pierdo en las mañanas por esperarlas a ellas? - Cuestionó con molestia -.

— Admito que lo hice a propósito debido a una vieja costumbre, así que es grato saber que ya entraron al club. - rio cínicamente ante el enfado de Panther que solo se limitó a rodar los ojos - Pero bien, dejen de perder el tiempo y vayan a hacer lo que les dije, yo estaré afuera terminando de acomodar algunas cosas.

"Está bien" - Le asintieron al unísono, pero con distintos tipos de ánimo -.

— Genial. Y ah, por favor dense prisa. - Mencionó antes de darse media vuelta y retirarse lentamente -.

"Ahora, ¿Quiénes irán arriba y quiénes abajo?" - Preguntaría Lyra, lo cual provocó que una discusión entre hermanas se hiciera presente por no poder ponerse de acuerdo ante algo tan simple cómo dividirse en grupo. Por ello es que Lincoln no se alejo tanto de ahí y rápidamente intervendría al escucharlas discutiendo -.

— ¿¡Van a seguir perdiendo el tiempo!? No, no, es increíble con ustedes... - soltó un suspiro de frustración mientras ponía una mano en su frente - Laika, Loth, Liby, Lupa y Gloom irán al baño de abajo y las demás al de arriba, ¿Está claro? No me respondan, sólo váyanse. - Mencionó en un tono molesto, al cual sus hijas finalmente obedecerían y se retirarían a hacer lo encomendado -.

— ¿En verdad tienes bajo tu cama revistas hent...? - No pudo terminar de cuestionar a Sonette debido a que Laika le empujó interrumpiéndola cómo tal -.

— Eh... ¿Puedo preguntarte algo, rara?

— Supongo que sí... ¿Qué necesitas Laika?

— ¿Qué es exactamente aquello que tienes resguardado bajo tu cama?

— Bueno, no es que yo quiera tenerlo ahí pero... - suspiró - Sirve para alejar cualquier tipo de vibra negativa y hasta las pesadillas...

— ¿Y se puede beber?

— ¿Qué? ¡No, para nada! Qué tu mente alcohólica no te afecte, esa cosa es tan fuerte que te dará resaca por 3 días.

— ¿Ah sí? ¿Y tú cómo lo sabes?

— Porque no comprendí del todo las instrucciones que me dio mi madre, lo bebí cuando en realidad sólo tenía que rociarlo alrededor de mi cama. Aunque bueno, la razón por la que lo tengo es debido a que mi madre lo elaboró cuándo se dio cuenta que constantemente tenía pesadillas y cómo eso es sinónimo de mala suerte en nuestra cultura esa fue la mejor solución que encontró para ayudarme a superarlo; sólo tenía que rociar un poco de ese brebaje alrededor de la cama y listo, la sensación de temor desaparecía.

— Oh genial, ¿Eso significa que te perseguía un demonio o algo así? - Preguntó Laika con asombro -.

— Eh... Tal vez, en algún punto... Digo, mi madre es fanática de las cosas espirituales y ocultistas, así que probablemente si haya tenido a alguien viéndome por las noches... - Respondió sintiendo un fuerte escalofrío recorriendo su espalda -.

— Si... Suena convincente, pero aún así quiero probar esa cosa, porque nada es más fuerte que el Vodka ruso.

— Pues buena suerte pidiéndoselo a mi madre porque el mío no está a la "venta".

— ¿Pero las revistas si? - Intervino Terry mientras mostraba un par de billetes en su mano -.

— No Terry, esas son de colección.

— Agh...

~Más Tarde~

[Tras demorarse alrededor de dos horas en arreglarse completamente —un tiempo que Lincoln había presupuestado con precisión—, las once hermanas se dirigieron a la sala, donde su padre ya las esperaba desde hacía un buen rato, habiendo terminado todos los preparativos. Sin embargo, para su frustración, aunque tanto él como sus hijas estaban listos, todavía debían esperar un rato más antes de que llegaran los invitados. Para matar el tiempo, optaron por ver televisión.

No fue, ni de lejos, la media hora más incómoda que Lincoln había experimentado en su vida, pero sí una de las más tranquilas en compañía de sus hijas como grupo. Este tipo de momentos solían ser raros, generalmente limitados a los trayectos en auto o las contadas ocasiones en que compartían una comida juntos. Sin embargo, fiel a su estilo, Lincoln no dejaría pasar la oportunidad de lanzarles un par de "dardos envenenados" a sus hijas.]

— ¿Tendremos que usar estos ridículos vestidos hasta que los idiotas de tus amigos se larguen? - Preguntó Laika, visiblemente molesta -.

— Creo que no te has dado cuenta, pero por fin están vestidas decentemente. Es más, la mayoría de ustedes hasta dejaron de parecer vagabundas.

— ¡¡¡HEY!!!

— No diré nombres. - Lincoln comentó con una sonrisa cínica -.

— Tal vez no nos vestiríamos así si tuviéramos a alguien que nos comprara más ropa. - Replicó Lyra con disgusto -.

— Sí, bueno, ya consideraré en la semana si llamo a su tía Lola para que me venda la ropa que ya no use, o a su tía Leni para que haga lo mismo con sus confecciones. - Dijo Lincoln con evidente sarcasmo -.

— ¿Qué no se supone que estabas hablando en serio...?

— Sí, por eso mencioné que lo consideraría. Hay que saber escuchar.

— Bueno, de todos modos, creo que cada una de nosotras está cómoda con su estilo. - Mencionó Panther -.

— ¿Desde cuándo usar prendas tipo orientales o gorros de invierno es un estilo? Créeme, sé lo que es tener estilo, y solo lo sé porque fui "modelo". No por gusto, sino por ayudar a mi hermana diseñadora.

— ¿Tampoco vas a decir nombres, verdad, anciano? - Preguntó Laika en tono sarcástico -.

— No, eso haría que perdiera la gracia.

— Ja, ja, qué gracioso.

— No, lo verdaderamente gracioso es que nosotros estemos puntuales y que aún no haya llegado ni un solo invitado. Sinceramente, pensé que sería al revés, pero no. Bien ahí.

— Yo solo espero que sea una tarde tranquila... - Dijo Liby, soltando un suspiro -.

— Igual yo. Por cierto, ¿será necesario que estemos acompañándote allá afuera todo el tiempo? - Preguntó Lupa -.

— No, solo se presentan, responden algunas cuantas preguntas y listo. - Lincoln respondió, pero al notar cómo Loan comenzaba a temblar tras escuchar su respuesta, añadió - Tranquila, Loan, no es una exposición escolar, y si se burlan de ti, yo mismo me encargaré de ellos.

— G-Gracias...

— ¿Y a mí también me vas a apoyar? - Preguntó Terry -.

— No, si se burlan de ti, me uniré a ellos.

— Oh... - Terry bajó la mirada, derrotada -.

*Después de esperar unos minutos más, Nathalie llamó a Lincoln para avisarle que todos los invitados habían llegado juntos, formando una fila de autos esperando el acceso desde el exterior de la mansión. Para no hacerlos esperar más, Lincoln decidió ir personalmente a recibirlos. Antes de salir, advirtió por última vez a sus hijas que se comportaran y les pidió que salieran al patio, donde debían esperar hasta que él llegara con los invitados*

- Patio Trasero/Jardín -

[Después de recibir a sus viejos amigos en su hogar y darles la bienvenida, aunque al final Ronnie Anne y Chandler no pudieron asistir por distintos asuntos, el peliblanco los guió por el interior de la casa hasta llegar al patio exterior, donde las niñas Loud permanecían sentadas alrededor de una de las mesas que él había rentado para la ocasión.

La idea de una tarde tranquila para la mayoría de las hermanas se desvaneció cuando vieron cómo cierta niña, aparentemente hiperactiva, atravesaba la puerta que conducía al patio y luego se sentaba junto a ellas, saludándolas enérgicamente.]

— ¿Creen que pueda poner mi música? - Preguntó Terry, entusiasta -.

— Probablemente ahuyentes a los invitados... - sonrió levemente - Espera... eso puede ayudarnos... Bueno, ya veremos. - Respondió Lupa, mientras meditaba en su mente -.

— Genial.

— Como sea, yo espero que el anciano se descuide para robarme esa botella. Tiene mi nombre por todas partes. - Mencionó, observando con deseo una botella de whiskey que su padre había comprado -.

— Definitivamente tienes un problema, Laika, pero si no quieres nuestra ayuda, nunca vas a mejorar. - Comentó Lyra, preocupada -.

— ¿Tengo problemas? Yo no soy la que no puede parar de temblar en su silla. - Se justificó, observando fríamente y de reojo a Loan -.

— ¿Ahora qué te pasa, Loan? ¿Quieres entrar a la casa? Creo que papá va a entenderte y no habrá ningún problema.

— E-Estoy b-bien, sólo estoy h-haciendo u-un esfuerzo p-por m-mantenerme tranquila...

— Pues no se nota. - Mencionó Laika con irreverencia, ganándose la mirada juzgadora de Lyra -.

— ¡Pero n-no p-puedo! ¡No p-puedo dejar de p-pensar que mi p-peinado e-estúpido, q-que me veo gorda con e-esta cosa y que a-además m-i cuerpo está expuesto a ser ju-juzgado p-por los amigos de p-papá! - Exclamó, con un notable pánico en su rostro mientras señalaba despectivamente lo mencionado -.

— Mmm... Ya veo...

— Oh, oh, oh. - levantó la mano para que Lyra le diera la palabra - ¿Puedo hacer un comentario que probablemente suene raro porque somos hermanas, pero que tal vez le suba el ánimo? - Preguntó Sonette, a lo cual la mayoría de sus hermanas la miraron extrañadas -.

— Eh... Después, Sonette... - Dijo Lyra, incómoda -.

— Oh...

— Pero volviendo a lo que dices, Loan... - se levantó de su asiento para ir a reconfortarla - Realmente no tienes por qué temer ni sentirte señalada por todos. Debes tener confianza en ti misma o siempre te sentirás así. No digo que esté mal tener miedo, ni tampoco que debas tener confianza excesiva, porque de ahí nacen los errores. Pero sí te recomendaría que trates poco a poco de ser menos desconfiada con tus cualidades. - le sonrió cálidamente mientras la abrazaba un poco más fuerte - Es más, y se los diré ahora que estamos todas juntas; si tienen algún problema o inseguridad y ven el momento adecuado para hablarlo con papá, pueden acercarse a mí y con gusto trataré de ayudarlas lo mejor que pueda. - Dijo con emotividad, y la mayoría de sus hermanas le agradecieron. Sin embargo, tres se mantuvieron en silencio -.

— ¿Alguien más se aburrió? - bostezó falsamente para molestar a la castaña - ¿No? Bueno, "gracias" Lyra. ¿Crees que puedas agendarme una cita? - Peguntó burlonamente, a lo cual se unió Loth -.

— No sabía que eras psicóloga, Lyra, pero debí suponerlo, viendo que te gusta entrometerte en la vida de los demás.

— ¿Qué? ¡Pero si yo sólo...!

— Sí, sí, nada de lo que digas va a hacer que...

"¡¡¡Hola de nuevo, mis queridas casi hermanas!!! ¿¡Me extrañaron!?" - Preguntó en voz alta, llamando la atención de las once presentes -.

— ¡Hola, Darna! ¡Qué gusto verte! - Saludó Lacy con entusiasmo -.

— ¡Sí, Darna! No sabía que vendrías, pero qué bueno que estás aquí. - dijo emocionada, mientras se acercaba a abrazarla - ¿¡No es esto increíble, hermanas!? - Les preguntó con una gran sonrisa, a lo cual la mayoría de ellas se quedaron "reflexionando" y otras simplemente la saludaron -.

"¿¡Y ella qué hace aquí!?"

"¡Oh, carajo! ¿Quién dejó abierta la puerta del infierno?"

"Ah, no... no de nuevo..."

"Genial, otra idiota infantil que soportar..."

"Sí, algo me decía que este día no podía ser perfecto..."

"Esos viejos idiotas ni siquiera nos avisaron que esa cosa vendría, lo odio..."

— Claro que sí, Gloom, todas estamos MUY felices de que Darna esté aquí. - Respondió Panther por sus hermanas, las cuales asintieron con incomodidad -.

— ¡A mí también me da mucho gusto estar aquí, espero que sea una gran tarde! - Mencionó Darna con efusividad, para el desagrado de las hermanas Loud -.

[...]

[Luego de que Darna se adelantara a su madre para llegar donde se encontraban las niñas Loud y saludarlas, fue el turno de los amigos del peliblanco para presentarse a ellas y viceversa. No obstante, Lincoln mencionó algunos detalles adicionales sobre sus hijas mientras ellas se presentaban una por una, detalles que ellas hubieran preferido que no dijera por motivos de confidencialidad.

Eventualmente, la reunión comenzó, y Lincoln fue el encargado de seguir paso a paso el programa que había planeado para la ocasión. Lo primero que hizo fue encender la parrilla para comenzar a cocinar los alimentos que había comprado junto a sus amigos. Además, pidió unas cuantas pizzas para las niñas, ahorrándose de paso la discusión que seguramente tendrían sobre qué comer. Luego, comenzaría a ganar puntos con Sid mientras todos hablaban sobre sus vidas y degustaban la comida. Por último, intentaría persuadir a Sid contándole todo lo bueno que había estado haciendo por sus hijas, con la esperanza de convencerla para que le diera esa tan ansiada segunda oportunidad de estar con ella.]

— Y bueno, ¿Cómo los ha tratado la vida? - Preguntó con curiosidad mientras se mantenía al frente de la parrilla -.

— Pues yo afortunadamente heredé la granja de mis padres y desde entonces he hecho todo lo posible para expandirla, cosa que he logrado gracias a la ayuda de mi esposa. Sin ella no hubiese logrado gran parte de las cosas; unos años después de casarnos tuvimos un maravilloso hijo y al cual esperamos poder darle una buena crianza. - Menciono Liam -.

— Yo por mi parte, después de terminar los estudios necesarios para convertirme en un ufólogo profesional y de reunir los recursos necesarios, pude abrir mi propio negocio sobre ovnis y extraterrestres, la cual de a poco ha ganado reconocimiento. Entre otras cosas, también me casé después de unos años de noviazgo con una linda amiga que hice mientras cursaba la universidad, tuvimos dos hijos y ahora ellos son mis "socios" atendiendo la tienda.

— "Conmovedoras" historias. - mencionó sarcásticamente, pero ocultándolo para que no se dieran cuenta de que en realidad no le importaba - ¿Y ustedes? ¿Rusty? ¿Clyde?

— Me ha ido bien trabajando cómo comediante... Aunque no puedo decir lo mismo buscando pareja. - Respondió entre suspiros de frustración -.

— Concuerdo con Rusty, tampoco me ha ido muy bien encontrando mi pareja ideal, pero fuera de eso mi trabajo cómo psicólogo va de maravilla y me alegra poder ayudar a las personas.

— Me alegro por ustedes y por sus familias, Liam, Zach, espero algún día tener la oportunidad para conocerlas. "Realmente espero que no..." - mencionó con una sonrisa falsa mientras estos le asentían - Y por otra parte, Clyde, Rusty. Estoy seguro de que algún día encontrarán el amor, probablemente no mañana o pasado mañana, pero son buenas personas y creo que cuándo menos se den cuenta habrán encontrado a esa persona que los acompañará por el resto de sus vidas y los aceptara tal y cómo son. - Dijo con emotividad tratando de impresionar a Sid -.

— Si, yo también sigo buscando a esa persona que nos acompañe a mi hija y a mi... - Mencionó Stella mientras soltaba un suspiro -.

— Agradezco que nos des ánimos Lincoln, pero siento que es fácil para ti decirlo, ya sabes porque.

— Cierto, no por nada en el pueblo eres recordado por eso.

— Bueno si, pero eso ha quedado en el pasado, no puedes mantener los mismos hábitos por tanto tiempo...

"¿Seguro?" - Preguntaron al unísono Sid y Stella con extrañeza -.

— De acuerdo, admito que suena mal viniendo de mi, pero últimamente he estado tratando de cambiar por las niñas para darles un buen ejemplo y así vayan por un buen camino, ya que si les soy sincero, no me gustaría que ellas en un futuro tengan por pareja a alguien cómo yo. Ustedes saben a qué me refiero. - Se criticó a si mismo para así seguir ganando puntos con Sid -.

— Stella ya nos había contado tu historia hace tiempo, así que me alegra escucharte decir eso porque significa que realmente estás cambiando.

— Bien por ti amigo.

— Es genial que reconozcas tus errores, estoy seguro de que aprovecharas esta oportunidad y harás un gran trabajo cómo papá.

— Eh sí... Estoy tratando de dar mi mejor esfuerzo. Agradezco sus palabras chicos... - Dijo con cierta incomodidad -.

— Por cierto Linc, creo que no te lo había dicho antes pero te felicito, tienes unas hijas muy lindas y educadas. Son la viva imagen de sus madres y hasta me atrevo a decir que te deben de traer muchos recuerdos de tu infancia. - Comentó Stella desde su asiento -.

— Por supuesto, ellas son especiales... "Son las que me quitan años de vida". - Pensó internamente el peliblanco -.

— ¿Te han mantenido suficientemente ocupado estas últimas semanas, no es así? - Preguntó Sid para persuadirle -.

— Bastante, no he descansado cómo acostumbro y hasta he descuidado mi trabajo por estar pasando tiempo con ellas.

— Suena a que estás exagerando, pero te lo daré por válido sólo por lo que habíamos acordado que harías.

— Descuida, lo he cumplido al pie de la letra. - Respondió mientras le sonreía cínicamente -.

— Y dinos Lincoln, ¿Qué harás cuándo tengas once yernos aquí contigo? - Preguntó Rusty burlonamente -.

— Bueno, no lo había considerado pero...

— ¿O qué? ¿Acaso serás un papá celoso? Jiji. - También cuestionó Stella -.

— No, sólo estaré atento de que no tengan por novio a un vándalo o que simplemente tenga méritos para ser novio de una de ellas.- Respondió con seriedad -.

— Oh, entonces eso es un si, vas a ponerte celoso cuando tus hijas tengan novio jeje.

— Precavido, no celoso.

— Es lo mismo, el punto es que serás sobreprotector en ese aspecto.

— Si bueno, cómo sea... - Dijo con fastidio -.

~Mientras Tanto~

*Las doce niñas se encontraban reunidas en el comedor terminando de degustar las pizzas que el albino se había encargado de comprarles, a la par, estas también conversaban entre sí sobre diferentes temas, sólo que al hacerlo Darna se encargaba de interrumpir dicha conversación para hacerles diversas preguntas a la mayoría de ellas*

— ¿Lo ven? Les dije que no era obligatorio usar estos estúpidos vestidos, pero claro, siempre tienen que obedecer a la tonta perfeccionista. - Dijo Laika soltando un suspiro de enojo -.

— Te tomarían en cuenta sino les hablaras cómo si fuesen soldados.

— Entonces discúlpame por no hablar cómo orador motivacional.

— Hey, yo no...

— Yo creo que tú tienes una voz angelical Lyra.

— Oh... ¿En serio? - asintieron a su pregunta - Oh, pues gracias Darna.

— ¡De nada! ¿No has considerado hacer una audición para uno de esos programas de talentos?

— Mmm... La verdad es que no, lo único que he considerado es ser violinista profesional, pero...

— Afinas peor que Terry y eso es mucho que decir.

— Al menos hago el intento, dudo que tú siquiera puedas tocar algún instrumento. - Comentó Lyra con cierta molestia -.

— Sé tocar la armónica bastante bien, pero a diferencia de ustedes, no necesito mencionarlo. - Se justificó la pelirroja -.

— Oye, oye, no son los mismo instrumentos, así que técnicamente no puedes hacer una comparación. - Dijo Terry metiéndose a la discusión -.

— Ya lo sé "cerebro de nuez", pero yo dije que no necesito mostrarle a nadie que sé hacerlo bien. También hay que saber escuchar y comprender, ¿O qué, ni siquiera terminaste la primaria?

— Liby, Pan, Lyra; ustedes que son las más inteligentes de nosotras, ¿Por cuál delito me darían más tiempo en la cárcel? ¿Asesinato u Homicidio?

— ¿Y para qué quieres saber eso? - Preguntó Panther -.

— Eh...

— P-Podría responder, p-pero espero que no tenga que ver con Laika...

— Oh no, sólo quiero tener el dato.

— Bueno, está bien... Aunque las dos cosas parecen lo mismo, por...

— Hey Terry, ¿Por qué mejor no traes tu bajo y nos muestras lo que has practicado? Es más, iré contigo. - Intervino Panther para liberar a Liby de presión -.

— ¡Oh si, buena idea! Vuelvo enseguida. - Accedió para acto seguido dirigirse rápidamente hacía su habitación -.

— Creo que se me bajó la presión... Iré por agua a la cocina, vuelvo enseguida. - Dijo Liby sintiéndose hiperventilada -.

— Si, yo también... - Tomándose del pecho, se levantó de su asiento para ir detrás de su hermana -.

— Eh Laika... - se acercó hacía ella para poder susurrarle en el oído - No sé si sea prudente, pero... ¿Podrías tocar un poco la armónica para mí? - Preguntó Darna con una notable inquietud y mostrando ternura en su mirada -.

— No.

— Por favorrrrr...

— No.

— Por favorrrrrrrrrrr...

— No.

—¿Si, si? Por favorrrrr...

— Mmm... No, pero puedo recitarte el abecedario con groserías.

— ¡Oh sí, me parece genial! - Accedió Darna -.

— ¿Vas a recitar? Vaya, eso si quiero escucharlo. - Mencionó Sonette -.

— No sabía de la existencia de esa versión, pero por supuesto que quiero escucharla. - Dijo Loth mostrándose expectante -.

— "Interesante..." - Pensó Lupa mientras se acercaba a escuchar -.

— ¡Oh sí, un momento educativo! - Dijo Lacy emocionada, a la cual se le sumaría Gloom -.

— Oigan, pero Lyra nos ha dicho que... - Trató de alzar la voz para imponer autoridad, pero el pánico terminó por apoderarse de ella y prefirió quedarse callada - "No sé para que lo intento, si ni siquiera van a notar que estoy hablando..." - Pensó con frustración -.

[...]

- Patio Trasero/Jardín -

*Con el atardecer tiñendo el horizonte, el grupo de amigos terminaba de comer lo cocinado por el peliblanco, quien, aunque mostraba cierto fastidio, trataba de ocultarlo lo mejor posible para demostrarle a su amiga asiática que estaba equivocada. A pesar de sus esfuerzos, Lincoln no podía evitar sentirse molesto por ciertos comentarios de sus amigos, quienes, a modo de broma, le recordaban pasajes de su vida. Además, Stella ya estaba pasada de copas y, "inconscientemente", comenzaba a insinuársele*

— Por cierto, Lincoln, ¿Qué ha pasado con tus hermanas? Digo, si se puede preguntar.

— Bueno, Zach, usualmente diría que no, pero qué más da... - soltó un suspiro - Sólo aclaro que sé el paradero de todas, aunque con algunas he perdido el contacto en los últimos años por diversas razones.

— ¿Son a las que no...? hip A las que no... hip ¿Pudiste conquistar, verdad? Jejeje hip Yo aún estoy esperando que me conquistes, jeje.

— Sí, claro, lo consideraré... - rodó los ojos - Como decía, por diversas razones no puedo darles muchos detalles, así que... Bueno, como ya saben, y especialmente Clyde por ser su acosador número uno; Lori trabaja en un gran buffet de abogados y aún reside en Royal Woods, aunque a veces tiene que viajar a otros estados por asuntos relacionados con los casos. No está casada ni comprometida. Luna reside en Los Ángeles, pero siempre está de gira con su banda, así que, evidentemente, Lyra se queda sola en esa residencia casi todo el tiempo. Según recuerdo, Luna se comprometió con Sam. Luan siguió el camino de la comedia y, después de graduarse, mi padre le ayudó a conseguir lugares para presentarse. Ahora ya tiene sus propias giras por todo el país, aunque, a diferencia de Luna, ella sí tiene su casa en Royal Woods. Ella tampoco está comprometida, al menos que yo sepa. Lynn sigue siendo Lynn; ha ganado todo lo posible con la selección femenina y con los equipos con los que ha estado. Si no recuerdo mal, Lacy me dijo que ahora vive en Royal Woods porque Lynn volvió al equipo donde debutó, ya que su retiro se aproxima. Además, me comentó que no tiene pareja. Lucy es un misterio, literalmente. Ni mis hermanas saben cómo está del todo. Solo sé, por Lori y recientemente por Lupa y Loth, que abrió una especie de librería y tienda de artículos supersticiosos. Así que, como es ella, probablemente no ha intentado conseguir pareja.

— Debes estar feliz de saber que aún no tienen pareja, ¿eh? - Dijo Rusty entre risas, tratando de molestar al peliblanco sobre su pasado -.

— Sí, claro, "feliz". - soltó otro suspiro - Y bueno, sobre el resto... Tengo entendido que Leni reside en Francia, donde abrió sus tiendas de ropa. Lola también vive en Francia, pero ella tomó el camino de las pasarelas. Lana sigue viviendo en Royal Woods, donde abrió un par de veterinarias. Lisa no recuerdo dónde vive, pero creo que sigue en una expedición de la NASA o algo así. Y por último, creo que Lily trabaja de productora... ¿O actriz? No recuerdo bien, pero está relacionada con el cine.

— Suena que les va bien. ¿Ellas tienen pareja? - Preguntó Sid -.

— A excepción de Lisa, sí. Creo que hasta tienen hijas.

— ¿En serio? ¿Y cómo están ellas?

— No tengo ni la menor idea, pero por eso mismo no me las confiaron. Lo cual agradezco porque apenas puedo con mis hijas. - Respondió Lincoln, aliviado -.

— Cierto, es comprensible.

— Es curioso... - sonrió levemente - Varias veces mencionaste lo difícil que era vivir con tus diez hermanas en una casa que no era lo suficientemente grande para ustedes. También decías sentir cierta pena, pero al mismo tiempo orgullo por tu padre, ya que él y tu madre hacían todo lo posible por ustedes. Así que, según recuerdo, también dijiste que ellos eran tu ejemplo y que siempre tratarías de mantenerlos orgullosos para pagarles de alguna manera. Y bueno, prácticamente estás haciendo que la historia se repita, no de la misma forma, pero tú me entiendes.

— Eh, sí, Liam... Gracias. - le sonrió levemente - No sé si ellos me estén mirando orgullosos desde allá arriba, pero gracias por tus palabras. —dijo visiblemente incómodo.

— De nada, mi amigo; yo estoy seguro de que sí.

— No puedo hablar por ellos, pero si te sirve de algo, creo que se sentirían tranquilos al saber que te estás haciendo responsable de tus actos. - Agregó Sid -.

— Tal vez...

— Deberías sentirte orgulloso... hip Tienes diez hijas muy lindas y hasta educadas... hip Y estoy segura de que eso lo sacaron de ti... hip

— Sí, en eso tienes razón. - Sid lo miró extrañada - Bueno, está bien, sus madres fueron quienes les enseñaron buenos modales, yo solo les di el don de ser lindas. - Mencionó con orgullo, lo que provocó la risa de sus amigos -.

— Tranquilo, modelo, jaja.

— "Básicamente sí lo fui, así que no encuentro la gracia..." - Pensó, fastidiado, mientras se cruzaba de brazos -.

*Lincoln siguió manteniendo la calma ante los comentarios de sus amigos, aunque ya empezaba a cansarse. Si no fuera por Sid, ya los habría encaminado hasta la puerta para que salieran de su casa. A pesar de esto, se dio cuenta de que el resto de sus amigos estaban distraídos y comenzó a persuadir a Sid, con la intención de coquetearle. Sin embargo, no contaba con la presencia de Laika y Loth, quienes, aburridas de estar con sus hermanas, salieron al exterior. Para fastidio de su padre, Laika no tuvo la prudencia de esconder su problema con el alcohol*

— Oye, Sid, creo que necesito decirte algo y espero que me permitas decírtelo.

— Nada que tenga que ver entre nosotros como pareja, ¿eh?

— Maldición, eso solo hace que quiera decírselo aún más... - pensó, algo frustrado - No, lo que te diré es con todo el respeto del mundo.

— Está bien. ¿Y qué sería eso?

— Bueno, como has visto, yo he...

— Mira, ahí vienen Laika y Loth. ¿Por qué no les dices que vengan acá? - Preguntó Sid, interrumpiendo la pregunta del albino -.

— No creo que quieran, ellas son introvertidas y no les gusta estar con...

— ¡Hey, Laika, Loth, vengan! - Les llamó mientras movía sus manos para llamar su atención -.

— "Si claro, trae al par de hienas contra mí..." - Pensó el peliblanco con fastidio mientras veía como sus hijas se acercaban hacía él -.

— Aquí estamos, señorita Chang, ¿Qué se le ofrece? - Preguntó Loth en un tono educado, lo que sorprendió a Lincoln -.

— Bueno, solo quería preguntarles si querían tomar un asiento al lado de nosotros. No habría ningún problema.

— Oh, sí, claro que nos gustaría. ¿Verdad, Laika? - La pelirroja asintió -.

— Adelante entonces, tomen asiento...

— ¡Gracias! También tomaré un poco de esta bebida, si no les molesta. Gracias. - Dijo Laika con plena confianza mientras tomaba la botella de alcohol que estaba sobre la mesa -.

— ¿Qué?

— ¡Hey, Laika! - alarmado por la reacción de Sid, Lincoln se levantó de su asiento para intentar arrebatarle la botella a la pelirroja, pero falló en su intento - No es momento.

— ¿Qué? ¿Y cuándo sí lo es?

— Digo, deja esa botella ahí, Laika, aún no puedes beber.

— Pfff... Claro que puedo, solo que no tengo la edad. Además, tú mismo mencionaste que me aceptabas tal y como era. - Dijo, a punto de darle un trago a la botella -.

— ¡Aún así voy a castigarte si no dejas esa botella en su lugar! Hablo en...

¡PAPAAAAAAAÁ LINCOLN!!! —un grito resonó por todo el patio.

— Cálmate, cálmate... - meditaba mientras respiraba agitado - ¿Qué pasa, Darna?

— Bueno, primero... Tengo muchos apuntes sobre mis queridas casi hermanas...

— ¿Ah, sí? ¿Cómo qué?

— Mmm... Pues verás, Loan tartamudea cada cuatro palabras y si le dices un cumplido, terminará diciendo lo contrario. Sonette tiene una gran colección de mangas, pero no ha terminado de leer la mayoría porque tiene problemas de la vista, aunque no le gusta usar lentes. Terry tiene un par de tatuajes y su tono de cabello no es completamente natural. Loth conserva los cadáveres de sus mascotas muertas. CREO que Lupa fuma en secreto. Liby tiene muchos trajes y disfraces, pero no los utiliza por vergüenza. Panther tiene una prótesis en su pierna derecha. Laika no me dijo nada. Lyra siempre se pellizca a sí misma cuando se siente bajo mucha presión o tiene un ataque de ansiedad. Y por último, Gloom y Lacy son mis mejores amigas, aunque no son muy buenas cocinando, ¿Sabes?

— De acuerdo, absolutamente no necesitaba saber nada de eso pero está bien... - soltó un suspiro - ¿Y se puede saber cómo conseguiste esa información?

— Oh, es que yo misma se los pregunté y otras las deduje observándolas.

— "Si claro, eres más molesta que una pulga, por supuesto que te iban a responder..." - pensó con fastidio - Genial, ahora podrías...

[Un ruidoso solo de bajo retumbó en todos los rincones de la residencia, resonando a través del amplificador conectado al instrumento, lo que provocó que el sonido se intensificara hasta aturdir al peliblanco y a sus acompañantes. A este estruendo se le sumaban unos gritos que se entremezclaban con el sonido del bajo, mientras que, a través del aire, un humo negro comenzaba a filtrarse levemente desde el interior.

Preocupado, el peliblanco decidió ingresar rápidamente a asegurarse de que sus hijas estuvieran bien. Mientras tanto, Sid y el resto de los amigos de Lincoln se quedaron donde estaban, como este les había pedido, pues no les serían de mucha ayuda en su estado actual. Mejor les encomendó estar atentos por si alguna de sus hijas resultaba herida o algo similar.]

[...]

- Sala de Estar -

*Al llegar apresuradamente al lugar de donde provenía el humo, el peliblanco se alarmó al ver que un par de sartenes estaban incendiándose sobre la estufa. Sus hijas mayores trataban de apagar el fuego, pero no obtenían buenos resultados. Ante esto, Lincoln reaccionó rápidamente y salió a buscar un viejo extintor que guardaba en el sótano. Mientras tanto, sus hijas evacuaban el área y se dirigían a la sala de estar. No tardó más de diez minutos en apagar el fuego moderado, y lo primero que hizo al terminar fue revisar a sus hijas para asegurarse de que no tuviesen quemaduras ni heridas. Afortunadamente, no había ocurrido nada grave y todo quedó en un susto. Sin embargo, ese susto pronto se transformó en enojo, ya que sus hijas no habían seguido las instrucciones previamente acordadas*

— ¿Todas están bien, cierto?

"Sí." – Asintieron al unísono.

— Ah, gracias al cielo... – Soltó un suspiro de alivio – ¿Y me pueden decir por qué se estaba incendiando la cocina?

— Oh...

— Bueno, verás...

— Ya sé que fueron ustedes dos. Lacy, Gloom. Ahora respondan a mi pregunta.

— Intentamos preparar la cena. – Respondió Lacy con cierta timidez -.

— Solo... e-estábamos jugando con Darna, pero las cosas se salieron de control. Ella quería encender la estufa, pero nosotras no. Ella insistió y nosotras... – Contestó Gloom, visiblemente asustada -.

— Entonces, si ella les dijera que se lancen a las vías del tren, ¿lo harían, verdad?

"No..." – Negaron, cabizbajas, las dos niñas -.

— Claro... – Volvió a suspirar, exasperado -.

— Lo importante es que todas estamos bien, ¿no? – Dijo Terry con optimismo -.

— Sí, al menos...

— Además, creo que si tienes sentimientos después de todo. – Añadió Sonette, codeando a su padre, sin pensar que podría molestarle.

— No confundas las cosas. ¿¡Qué habíamos acordado!? ¿¡Dónde estaban ustedes las mayores cuando este par estuvo a punto de quemarse!? – Les reprochó con evidente molestia, pero ninguna de ellas respondió – De Loan entiendo perfectamente que ni siquiera se haya dado cuenta, ella nunca nota nada porque siempre está pensando que todos la observan; a Terry se lo perdonaría, ya que siempre actúa como una niña pequeña. ¿¡Pero, y ustedes!? – Preguntó con enojo a Lyra, Panther y Sonette -.

— Fuimos las primeras en darnos cuenta. Además, tú conoces mejor a Darna; pudiste habernos advertido sobre ella. – Respondió Lyra, sin titubeos -.

— Cállate, Lyra. Esto me pasa por confiar en ustedes.

— Sí, ahora resulta que nosotras tenemos toda la culpa. – Dijo Panther con fastidio -.

— Por supuesto, Lyra y tú se jactan de ser las más responsables de todas, pero al final son igual de distraídas. – Golpeó con enojo la pared más cercana a él – ¡Pasé casi todo el día afuera cumpliendo con mis responsabilidades, y en tan solo cinco minutos hacen que todo se venga abajo, dejándome como un idiota por no poder controlarlas! ¿¡Tanto les cuesta obedecerme, aunque sea una maldita vez!?

— Tú mismo te lo has buscado, ¿no crees? – Cuestionó Lupa con una sonrisa irónica -.

— No, no, no. No es mi culpa que se comporten de esa manera. Aunque estuve ausente durante tanto tiempo, se supone que sus madres debieron enseñarles al menos un poco de respeto. Pero claro, es más fácil culparme a mí de todo.

— No se trata de culparte de todo, simplemente tú...

— ¡¡No necesito explicaciones, estoy harto de ustedes, de sus actitudes y de que no me tengan ni un poco de respeto, a pesar de que trato de ganarme su cariño!! Sé que no es la mejor manera, pero ustedes abusan de ese privilegio.

"Eso quería escuchar, Lincoln..." – Dijo una voz femenina al entrar en la sala -.

— ¿Qué? Sid, no, espera...

— ¿Estás harto de cumplir con tus responsabilidades? De acuerdo. Niñas, vayan a ponerse sus pijamas, las llevaré a un hotel y mañana por la mañana regresaremos a recoger sus pertenencias. No es justo que tengan que soportar este trato.

— Espera, Sid, no puedes llevártelas así como si nada. Hay un contrato de por medio.

— Sí, y tú has incumplido con él.

— ¿Qué? ¡Eso no es cierto!

— Claro que sí. Además, tengo como testigo a Laika. Ella ya me ha contado todo lo que ha sucedido en los últimos días.

— "Esa pequeña... juré que..." – Lincoln se detuvo, reflexionando antes de continuar – Espera, Sid, no necesitas tomar esas medidas. Solo fue un simple arranque de enojo de mi parte, eso es todo.

— Sí, claro. ¿Acaso crees que no te conozco? La razón por la que mencionaste que comenzabas a llevarte bien con ellas, y por la cual le pediste a Stella que la fiesta fuera aquí, fue por mí. ¿De verdad crees que no noto cómo tratas de convencerme y coquetear conmigo cada vez que tienes la oportunidad? Yo también estoy harta de ti, pero no te lo digo por empatía.

— Pero creí que...

— No, Lincoln. Ya no hay, ni habrá, nada entre nosotros. – Suspiró, visiblemente decepcionada – Ahora, niñas, por favor vayan a sus habitaciones y hagan lo que les he pedido. Mientras tanto, iré por Laika y Loth, ya que casi es medianoche y no sé si aún encontraremos un hotel abierto por aquí.

[El grupo de niñas se encontraba en un dilema, sin saber si era más conveniente obedecer a Sid o a su padre. Mientras que Loan, Sonette, Terry, Gloom y Lacy defendían la idea de quedarse en la casa, agradecidas por la atención de su padre, Lyra, Panther, Laika, Loth, Lupa y Liby intentaban convencerlas de que era mejor irse con la asiática, pues su padre las aceptaba solo superficialmente, ya que él no cambiaría. La discusión se prolongó por unos minutos hasta que Lyra, actuando como voz de la razón, reveló a todas lo que Panther y ella habían hablado con Lincoln, lo que terminó por decepcionarlas aún más, pero también las convenció de seguir a Sid.

El albino, por su parte, no mostraba ninguna expresión. Estaba en shock, no escuchó nada de lo que Sid dijo en los minutos siguientes, ni se inmutó ante el llanto de Gloom, quien fue llevada a la fuerza, ni mucho menos ante la disculpa de Loan por haberlo decepcionado una vez más. Lo último que alcanzó a escuchar fue el "Te lo dijimos, pero nos ignoraste" de Lyra, seguido por el sonido de la puerta principal cerrándose tras ella.]


[...]

*El crepúsculo ya había comenzado a atravesar su ventana, pero el silencio en el interior del lugar no le permitió conciliar el sueño. Sentía que estaba muerto en vida, con la mente atrapada en pensamientos oscuros. Lucifer le susurraba al oído, proponiéndole una salida fácil del infierno que tocaba a su puerta en forma de jaula. Después de todo, el destino sería el mismo. Lo meditó por un largo rato; no saldría de su refugio hasta tener una respuesta definitiva. Quería escapar, no ser absorbido por el agujero negro que él mismo había creado con sus acciones, pero no deseaba perder todo lo que había logrado en los últimos años. Sus hijas. Ellas fueron las que finalmente le dieron el golpe de gracia y le devolvieron una pizca de realidad. Aún estaba molesto con ellas por haberle recriminado sus errores y por haber obedecido a Sid de inmediato. Obviamente, se lo había buscado, pero su orgullo era tan alto que no reconocería su culpa... ¿O acaso lo haría por fin?*

"Maldita sea, me duele la cabeza..." – Se quejó, llevándose las manos a la cabeza mientras se retorcía en la cama, incapaz de conciliar el sueño. – "No debe faltar mucho para que lleguen..." – Pensó, mirando la hora en su celular, el cual curiosamente estaba lleno de llamadas perdidas de Sid. Probablemente, ella también iba a reclamarle por la manera tan descarada en que había expulsado a sus amigos de la casa, debido a lo frustrado que se sentía. – "Esto es un desastre..."