[Finalmente. Después de tantos años de malas decisiones, responsabilidades ignoradas, acciones cuestionables y una acumulación constante de sentimientos negativos, el peliblanco comenzaba a aceptar su culpa. Este reconocimiento, aunque tardío, representaba un paso crucial en su proceso de "redención". La conversación telefónica con Lisa marcó un punto de quiebre, un momento que cambiaría el curso de su vida. Resultaba curioso que un simple intercambio de palabras con su hermana menor pudiera tener tal impacto, pero la científica, perspicaz como siempre, percibió lo afligido que estaba su hermano en ese instante y no dudó en aprovechar la oportunidad para hablar con franqueza, algo que no había podido hacer antes.

Lisa, con su característico enfoque directo y analítico, no dudó en hacer que su hermano confrontara el trauma más profundo de su vida, ese que lo había transformado drásticamente y que seguía vivo en su mente. También le recordó cómo sus decisiones habían tenido consecuencias devastadoras, como la evidente pérdida de comunicación con la mayoría de sus hermanas, un reflejo claro de lo fracturada y deteriorada que estaba su relación familiar. Era un hecho innegable que las personas cambian con el tiempo; nada permanece estático. Sin embargo, en el caso de Lincoln, el cambio había sido para peor en todos los sentidos. Cegado por un profundo complejo de inferioridad y consumido por la envidia hacia sus hermanas, había causado un daño que parecía irreparable, uno que tanto él como ellas aún cargaban como una pesada losa.]

- Sala de Estar [Residencia L.L. - 11:30 P.M.] -

[El albino regresó a casa con la mente hecha un completo desastre después de todas las reflexiones que lo habían atormentado a lo largo del día. Sus hijas, siempre atentas, notaron el cambio en su actitud cuando, sorpresivamente, les ofreció disculpas. Aunque no sabía si sería capaz de cumplir lo que, con optimismo ingenuo, le había prometido a su hermana menor, una parte de él anhelaba desesperadamente aliviar su conciencia. Si bien siempre aparentaba tranquilidad, la verdad era que su mente nunca le daba tregua, atormentándolo constantemente con el recuerdo de la muerte de sus padres.

Lisa, consciente de la naturaleza de su hermano y de su complicada relación con las demás hermanas, percibió en su petición no solo un deseo de reconciliación, sino también una lucha interna por cambiar. Ella, siendo quien mejor conocía a sus hermanos después de Lori, optó por darle una pequeña motivación disfrazada de reprimenda. Sabía que las probabilidades de éxito eran escasas debido al rechazo evidente que las demás hermanas sentían hacia él. Sin embargo, también entendía que, en lo más profundo, Lincoln deseaba cambiar para liberarse del peso de aquel hecho que lo perseguía desde siempre. Por eso, aunque implicara maquillar la verdad, le ofreció palabras que pudieran inspirarlo a dar un giro a su vida. Después de todo, era su hermano, y ella aún albergaba esperanza en él.

Por otro lado, las hijas del albino, intrigadas por la breve pero extraña escena que acababan de presenciar, decidieron quedarse en la sala de estar, conversando hasta altas horas de la noche. Finalmente, resolvieron pasar la noche allí, pero no sin antes analizar detalladamente lo ocurrido. Era evidente que lo sucedido las había dejado con más preguntas que respuestas.]

— Definitivamente, eso fue extraño... -Mencionó Lupa alzando una ceja -.

— ¿Creen que realmente está arrepentido? - Preguntó Lacy en un tono que denotaba tener esperanza en que su padre cambiara para bien -.

— Parece que estuvo bebiendo toda la tarde, así que no puedo asegurarte nada, lo más probable es que no sea cierto lo que dijo. - Respondió Loth con indiferencia -.

— No puedes confiar en los hombres, mucho menos en los que son parecidos a él... - Mencionó Panther -.

— Eso es cierto, aunque las mujeres no se quedan atrás, tampoco puedes confiar en ellas, son cómo arpías venenosas. - Agregó Terry -.

— Yo sólo diré que... - le dio un sorbo a su bebida - No puedes confiar en nadie. - Dijo Laika mientras saboreaba el trago de vodka que había bebido -.

— ¿No puedo confiar en ustedes? - Preguntó Gloom con unos ojos saltones y llorosos que conmovieron el corazón de Laika, la cual ya había cedido al efecto del alcohol -.

— Eh... S-Si, pero eso depende de ti. - Gloom la miró confundida - Lo q-que quiero decir es que, para que tú estés segura de que puedes confiar en nosotras es sólo si cada una se gana tu confianza. ¿Me entiendes?

— Oh si, si, te entiendo. Aunque pase lo que pase yo siempre confiaré en ustedes, son las diez mejores hermanas que pude tener. - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja -.

— G-Gracias... Pero creo que no me entendiste, decir eso es algo precipitado, ¿No cre...?

— Laika... Deja que Gloom confíe en quién quiera, además, claro que puede confiar en nosotras, a pesar de que no tenemos mucho de conocernos, somos hermanas después de todo. - Dijo Lyra interrumpiendo a la pelirroja -.

— Bueno, pero lo que dijo Laika no es ninguna mentira, incluso hasta podría aplicarse para cualquier tipo de persona, no sólo a nosotras. - Mencionó Loth en desacuerdo -.

— Lo sé, pero yo tampoco estoy mintiendo, Gloom puede confiar en nosotras. - Dijo Lyra con seguridad -.

— Cómo sea, sólo no confíes en cualquier persona que te trata bien o te habla bonito, las personas tienden a decepcionarte, créeme Gloom. - Advirtió Laika mientras le daba un trago a su bebida -.

— ¡Oki, anotado! - Asintió Gloom con inocencia -.

— Eso espero... - volvió a darle un trago a su bebida - Por cierto, ya que vamos a quedarnos a dormir aquí, ¿por qué no hacemos algo divertido? Estoy de buen humor, aprovéchenlo. - Mencionó sonriente mientras alzaba las cejas -.

— Oh, oh, ¿podemos jugar al escondite? - preguntaría Sonette mientras daba unos pequeños aplausos con entusiasmo, ganándose con ello las miradas de sus hermanas extrañadas - Eh, sólo bromeaba jeje...

— P-Podríamos jugar v-videojuegos... - entraría en pánico al no recibir aprobación por parte de ninguna de sus hermanas, a excepción de Sonette - E-Eh, si q-quieren... Só-Sólo olvídenlo...

— Oh, ¿Qué tal un juego de mesa? ¡Me encanta jugar serpientes y escalaras! Aunque mi amiga imaginaria siempre me gana. - Mencionó Gloom entre risas -.

— ¡Olviden eso! ¿¡Por qué no hacemos una noche de karaoke!? Me gustaría ver sus habilidades de canto, aunque dudo que...

— ABURRIDO. ¿En verdad no les gustaría vivir nuevas experiencias? ¿O es que acaso sus capacidades mentales son tan limitadas que no están dispuestas a realizar algo diferente a lo acostumbrado? - Les cuestionó Loth con cierto enojo -.

— Si claro, ¿Por qué mejor no nos dices cuál es esa gran "experiencia" de la que nos estamos perdiendo? - Dijo Panther devolviendo el cuestionamiento -.

— Bien... - aclaró la garganta - ¿Les apetecería llevar a cabo una sesión de ouija? - Preguntó con las cejas alzadas, esperando una respuesta positiva por parte de sus hermanas, siendo Lupa la única que se mostró interesada -.

— Eh... ¿P-Por qué no hacemos algo que no involucre poner en peligro n-nuestra integridad? - mencionó Lyra con cierto nerviosismo - ¿Qué tal cartas?

— ¡Al fin! Estuve esperando que dijeran eso desde el principio.- Diría Laika para acto seguido apresurarse en buscar la baraja de cartas -.

— Saben, deberíamos dejarla beber más seguido, es bastante agradable cuando está así... - Comentó Terry entre risas -.

— Sé que está mal, pero es fascinante presenciar el efecto que el alcohol tiene sobre alguien como Laika. Esperaría que tuviese conductas aún más violentas, pero no ha tenido ni una sola - Agregó Loth mientras realizaba algunas anotaciones en una pequeña libreta -.

— Si, es agradable ver a Laika comportarse de manera agradable, pero creo que no se han puesto a pensar en cuán dañados deben de estar sus riñones... Ella misma dijo que tiene algunos años bebiendo. - Exclamó Lyra con preocupación -.

— Y si es así, ¿Por qué no le has ayudado? - Cuestionó Loth alzando una ceja -.

— ¿Acaso no es obvio? Quiere que todas sus extremidades y órganos permanezcan en su lugar, lo cual se entiende perfectamente. - Comentó Sonette -.

— Bueno, en defensa de Lyra y con todo respeto, no es cómo que Laika quiera o permita que alguien le ayude, apenas si habla con nosotras. - Opinó Liby algo apenada -.

— Estoy de acuerdo con Liby. Aunque... ¿por qué necesariamente Lyra tiene que ser quién hable con Laika? Digo, yo podría hacerlo... - Dijo Lacy con una sonrisa -.

— Cierto Loth, ¿Por qué tú no has ayudado a Laika? - Cuestionó Lupa devolviéndole la pregunta -.

— Genial, ahora a las únicas que soporto de todas ustedes también están en mi contra. - Dijo Loth soltando un suspiro -.

— Si bueno, no evadas la pregunta. - Mencionó Terry en tono burlón -.

— Cállate, no evadí la respuesta, a diferencia de ti que cualquier pregunta te evade debido a lo limitado que es tu cerebro para responder. - Contrarrestó el comentario de su hermana amante a la música -.

— Hey, qué utilices un vocabulario más refinado y filosófico que el mío, no significa que sea más inteligente que yo, posser.

— Y el hecho de que conozcas de memorias todas y cada una de las canciones de los discos de Metallic, MegaDeath o la basura de banda que sea que escuchas no hará que esta sepa de tu existencia.

— ¡Hey, podrás insultar mi intelecto pero jamás a mí banda favorita! - Mencionó Terry con enojo pretendiendo lanzarse contra la peliplateada, pero fallando al ser detenida por su demás hermanas -.

— Dejen de pelear, no es necesario. - Dijo Panther cruzada de brazos -.

— Creí que había quedado claro que no debíamos de discutir ni pelear entre nosotras... - Mencionó Lyra algo decepcionada -.

— Bueno, fue un nuevo récord. - Dijo Sonette con optimismo -.

— Cómo sea, de no ser porque no respondiste mi pregunta no habríamos comenzado a discutir. - Recriminó Loth hacía Lyra -.

— Discúlpame Loth, pero tú sabes perfectamente que he tratado de ayudar a Laika lo mejor que he podido, pero simplemente no me lo permite ni siquiera esta dispuesta a escucharme. - Explicó Lyra con pesar -.

— Bueno, pues parece que no has intentando lo suficientemente bien... - Dijo Loth burlonamente -.

— ¿Y cómo se supone que haré eso si Laika...?

— "Si yo..." ¿Qué? - Preguntó con duda mientras pasaba de mano a mano la baraja de cartas -.

— Si tú... Eh... - volteó hacia los lados un par de veces tratando de buscar ayuda en sus hermanas, por lo cual tuvo que pensar en una mentira rápida - SI TÚ no permites ser tu compañera de equipo entonces no podré ganar en las cartas jeje.

— Oh, ya veo... ¿Y sabes jugarlo?

— B-Bueno, llegué a jugarlo un p-par de veces con mi mamá, su novia Sam y sus compañeros de b-banda, no soy lo que se consideraría una experta, pero sé cómo ganar. - Respondió Lyra con cierto nerviosismo -.

— Está bien, sólo por esta ocasión te daré el privilegio y el honor de formar equipo conmigo. En cuanto a las demás, hagan parejas, no me interesa con quién, sólo me interesa que apostarán y perderán ante mi. - Pronunció con orgullo -.

— Eso no pasó la última vez... - Murmuró Lupa -.

— Si bueno, esta vez no tendrás tanta suerte.

*Luego de haber recibido la orden de Laika sobre formar parejas es que el resto de hermanas accedería a realizar dicha acción para así comenzar a jugar. Loan haría equipo con Sonette, lo mismo que Terry con Panther, Loth con Liby, Lupa con Gloom y Lacy quedándose sin equipo, pero siendo encomendada por Laika a ser quién repartiría las cartas, pues no quería que esta se quedase sin participar*

— Y bien, ¿Qué apostarán? Nosotras apostaremos el violín de Lyra. - Mencionó Laika -.

— ¿¡Qué!?

— Descuida, estaba bromeando. ¿Tienes dinero?

— Eh... Si, creo que sí... ¿Por qué? - Preguntó a la par que revisaba su monedero -.

— Bien señoritas, 5 dólares por cada equipo o si son pobres, apuesten algo que iguale ese valor. - Dijo Laika mientras ayudaba a Lacy con el acomodo de las cartas -.

— Genial, voy a quedarme sin dinero, definitivamente no debí comprar esos mangas 18 por internet... Nah, si tenía que hacerlo. - Pensó Sonette en voz alta -.

— ¿P-Puedo verlos algún día? - Le preguntó Loan en voz baja -.

— Cuando quieras. Créeme, será lo más extremo que verás en tu...

— Hey, par de pervertidas, ¿Podrían dejar de hablar de eso? Estamos en medio de algo. - Recriminó Loth mientras dejaba en el centro de la mesa el efectivo pedido por Laika -.

"P-PERDÓN..." - Se disculparon ambas al unísono -.

— Muy bien Terry, no olvides que lo más importante en este juego es concentrarse y saber cómo mover las piezas... - Explicó Panther mientras acomodaba su lentes -.

— ¿Cómo en el ajedrez? Espera... ¿¡Qué no íbamos a jugar cartas!? - Terry preguntó asustada -.

— Si Terry, pero... Sólo haz lo que yo te diga y ganaremos, ¿está bien? - También dejó la cuota de efectivo en el centro de la mesa -.

— Let's go sis, it's time to rock! - Le asintió con efusividad a Panther -.

— Recuerda Gloom, serás mis ojos, tendrás que estar atenta a cualquier movimiento o expresión que ellas hagan, esa será la clave para ganar. - Le recalcó con insistencia a Gloom para acto seguido dejar su dinero en el centro de la mesa -.

— ¡Oki dokie, seré una cuatro ojos para ti! - Le asintió a Lupa con suma felicidad -.

— Espero que tengas experiencia Liby, no me gusta gastar el dinero en vano. - Dijo Loth con una mirada de fastidio -.

— Descuida querida Loth, si algo me enseñaron las clases de magia que tomé, es que siempre debes de estar atenta a la carta correcta. - Respondió Liby con seguridad -.

— Eso espero. - Mencionó con seriedad mientras se acomodaba en su asiento -.

— Bueno, ahora que todas apostaron lo acordado, ¡Podemos empezar! - Pronunció Lacy con entusiasmo -.

[Después de haber jugando una serie de extensas y tediosas partidas de cartas en las que a pesar de la gran competitividad que hubo entre las parejas de hermanas para quedarse con lo apostado a lo largo del juego, estas terminarían divirtiéndose a su manera, resultando en una convivencia ruidosa y entretenida que culminaría cuando Liby, Lupa, Lacy y Gloom decidirían retirarse del juego debido a lo exhaustas que estaban, además de que la hora que marcaba el reloj estaba algo alejada de la hora en la que acostumbraban irse a dormir. Ante esto, es que Lyra y Laika resultarían ganadoras sobre sus demás hermanas, pues fueron la pareja de hermanas que obtuvo más ganancias que pérdidas.

Posteriormente, las hermanas restantes retomarían el juego por petición de Lyra, la cual aprovecharía el hecho de que únicamente se encontraban despiertas aquellas que poseían una edad adecuada para conversar sobre ciertos temas, pues necesitaba externarles una preocupación que a lo largo del día había estado dando vueltas por su cabeza. Asumió que estarían dispuesta a escucharla, ya que era algo que le concernía a todas y que ciertamente no podía seguir esperando; dicho pensamiento por parte de la castaña de prendas violetas sería acertado cuando únicamente Loth se mostraría indiferente a lo que esta expondría.]

— Qué aburrido es jugar sin apostar... - Suspiró Laika con decepción -.

— Acabas de ganar 55 dólares... ¿¡Y todavía quieres más!? La avaricia no es buena, sabes. - Mencionó Terry con molestia -.

— Para tu información, me tocó la mitad de ese dinero y además, no es mi problema que no sepas como invertir el dinero.

— Si bueno, díselo a papá. Estás hablando cómo él lo haría. - Diría Panther a la distancia mientras tenía fija la mirada sobre su mazo de cartas -.

— Qué horror, iré a buscar un cuchillo, no puedo vivir con eso en mente... - Mencionó consternada mientras seguía bebiendo alcohol -.

— Oigan, ¿pueden guardar silencio? Lyra tiene algo muy importante que decirnos. - Panther alzó la voz -.

— Qué extraño, siempre es ella quién tiene algo importante que decir. - Murmuró Loth con los brazos cruzados -.

— Oh disculpa, ¿Tienes algo que decir? - la peliplateada sólo se encogió de hombros - Eso creí.

— Bueno, sé que es algo tarde para hablar de esto y que algunas de ustedes ya quisieran irse a dormir, pero... - Diría Lyra antes de ser interrumpida -.

— Bueno, ahora que lo mencionas... - Dijo Sonette soltando un pequeños bostezo -.

— No trates de engañarnos Sonette, sé perfectamente que Loan y tú se quedan despiertas hasta tarde viendo animes eróticos.

— ¿¡Qué!? E-Eso no es... ¿¡Cómo sabes e-eso!? - Preguntó Sonette alarmada -.

— Les dije que padezco insomnio y me gusta merodear por los pasillos cuando no puedo dormir. A veces para escuchar asuntos ajenos a mi o para ahuyentar a los malos espíritus que suelen seguirme de vez en cuando. - Respondería Loth con indiferencia -.

— Entonces, a veces, cuando dejamos las puertas abiertas por las noches, tú...

— No, a diferencia de Lupa no me gusta espiar, sólo escuchar... - Respondió Loth al comentario de Terry -.

— ¿Entonces Lupa nos espía? - su hermana de cabellos plateados le asintió - ¿¡Y cómo lo hace sin que nos demos cuenta!? - Terry preguntó alarmada -.

— Le gusta meterse por los ductos de ventilación. - Respondió Loth -.

— E-Eso no es b-bueno... - Murmuró Loan -.

— ¡Lo sabía! Sabía que no eran ratas lo que se escuchaban por las noches. - Comentó Laika -.

— Bueno, pero no digan que yo les dije.

— Ya hablaremos con Lupa después y en cuánto a ustedes, Loan y Sonette, más les vale controlar sus hormonas o me veré obligada a hacer un intercambio de compañera. - les amenazó con insistencia, a lo cual éstas asintieron - Cómo sea, ¿Ya podemos dejar de desviarnos del tema? Ni siquiera hemos dejado que Lyra comience a hablar... - Preguntó Panther de manera retórica -.

— Bien, que hable...

— Bueno, como les decía... - aclaró la garganta - Supongo que, después de todo lo que hablamos a lo largo del día, ya habrán sacado sus conclusiones. - Sus demás hermanas asintieron, aunque con cierta duda - Considero que debemos hacer un esfuerzo por ayudar a nuestras hermanas menores.

— ¿En qué sentido? - Preguntó Loth -.

— Bueno, sé que cada una de nosotras ha intentado, a su manera, hacer razonar a papá, pero sin ningún éxito. Entonces, dejando de lado lo que nos dijo hace unas horas, está claro que no ha hecho mucho por cambiar. Por eso, pienso que deberíamos ser nosotras quienes tomemos acción para cambiar el... - La interrumpieron antes de terminar -.

— Dejando de lado tus palabras inspiradoras que casi me dan sueño, a TODAS nos queda claro que Lincoln es un pésimo padre. También sabemos que, si alguien debe hacer algo, somos nosotras. Pero déjame decirte algo: mejorar nuestra relación fraternal, conocernos mejor, tener confianza y demás cursilerías no hará que alguien como Lincoln cambie. Por favor, lleva más de 20 años comportándose así. ¿Qué te hace pensar que nuestra unión contra él lo hará cambiar? Tú misma lo dijiste, no hemos tenido éxito y probablemente no lo tendremos. Admito que me gustaría que fuera diferente, pero no podemos seguir engañándonos... - Recriminó Loth, cruzándose de brazos -.

— Estoy totalmente de acuerdo contigo - respondió Lyra, suspirando largo y pesado - Créeme, también estoy cansada de intentar que papá cambie sin conseguir nada. Es frustrante, porque no se trata de un simple capricho para molestarlo. - Hizo una pausa y miró al suelo antes de continuar - Pero no puedo dejar de pensar en lo que dijo Liby: ¿Qué pasará cuando tengamos que separarnos nuevamente?

— Descuida. Estaremos bien. Hemos sabido cuidarnos y sobrellevar la adversidad desde hace años. - La animó Laika -.

— Además, no tienes por qué cargar con ese peso en tu conciencia. - Agregó Panther, apoyando sus manos en los hombros de Lyra -.

— Lo sé, pero no podemos seguir viviendo así... - Lyra dirigió una mirada preocupada hacia Liby, Lupa, Lacy y Gloom, que dormían plácidamente - Me duele pensar que, a su corta edad, hayan tenido que pasar por tanto. Sé que nosotras también hemos sufrido mucho, pero justamente por eso deberíamos buscar una solución para evitar que ellas vivan algo aún más grave.

— De acuerdo, pero... ¿Qué propondrías tú? - Preguntó Loth -.

— Creo que deberíamos insistirle a papá para que, incluso después de que se cumpla el año establecido por la ley, no se olvide de ellas. Son quienes más lo necesitarán. Aún está a tiempo de enmendar sus errores, al menos con ellas. Aunque... - suspiró, abatida - Ya no sé qué esperar de él. Quizá le tengo demasiadas esperanzas, a pesar de que siempre nos ha decepcionado.

— Seré sincera: suena como una pésima idea y una pérdida de tiempo, pero... - soltó un leve bufido - Está bien. Lo haré, solo porque no quiero que pasen por lo que yo viví a esa edad - Accedió Loth.

— Concuerdo con Loth. Tal vez parezca que solo me preocupo por mis propios asuntos, y en parte tienen razón. Pero también creo en apoyar las buenas causas. - dijo Laika, entrecerrando los ojos mientras sostenía su botella de alcohol - Mi infancia fue horrible. Ya lo saben: soporté el maltrato de muchos padrastros, vi a mi madre sobreexplotarse laboralmente sin apenas tiempo para convivir conmigo, y pasé la mayoría de mis cumpleaños y días festivos sola. Nunca tuve amigos porque siempre nos mudábamos, y terminé encontrando a mi "mejor amigo" en la soledad... - sonrió amargamente antes de continuar - Así que, obviamente, no quiero que Liby, Lacy, Lupa o Gloom pasen por algo similar.

— Entonces, ¿todas estamos de acuerdo? - Preguntó Lyra con una sonrisa conmovida al ver la emotividad de sus hermanas. Loan, Sonette, Panther y Terry asintieron - Muy bien, haremos lo posible por hablar con papá.

— Propongo que una de nosotras hable con él mañana por la mañana. Será mejor que ir todas juntas, para que no piense que vamos a confrontarlo — Sugirió Panther -.

— Suena bien, pero ¿Quién de nosotras lo hará? - Preguntó Terry -.

— Creo que debería ser alguien que aún no haya tenido una discusión con él recientemente. - Opinó Panther -.

— Entonces eso nos deja a Loan, Sonette y a mí. - Dijo Terry, mirando a las otras dos con una sonrisa nerviosa -.

— Tendremos que decidirlo de la forma más justa posible: piedra, papel o tijera. - Propuso Sonette -.

— Pero ese juego es para dos, y somos tres... — Respondió Terry, decepcionada -.

— Maldición, era lo más justo...

— Descuida, y-yo hablaré con p-papá. - Mencionó Loan con cierto nerviosismo -.

— ¿¡Tú!? —Preguntaron sorprendidas al unísono -.

— B-Bueno, nunca me ha gustado tomar el protagonismo en situaciones así, pero creo que es un buen momento para asumir mi rol de hermana mayor y serles útil en esto... - bajó la mirada, avergonzada - Espero n-no fallarles.

— No tienes por qué dudar de ti. Te agradecemos mucho que quieras ayudarnos. Seguro lo harás bien —la animó Lyra.

— Gra-gracias... - Dijo Loan, un poco más animada -.

— Entonces, ¿todas están de acuerdo con que Loan sea quien hable con papá? - Preguntó Panther. Todas asintieron, confiando en que Loan asumiría el desafío con valentía -.

— Bien. ¿Algo más de lo que tengamos que hablar? Llevo queriendo ir al baño desde hace dos horas y no he podido moverme de aquí por tener que escuchar a Lyra. - Comentó Loth con un notorio fastidio en su rostro -.

— Eh, pues no realmente... Pero si así lo desean, podríamos seguir hablando entre nosotras sobre otras cosas, claro, si es que aún no planean dormirse... - Respondió Lyra -.

— Cómo sea, iré al baño, cuando regrese me dicen que decidieron. - Dijo Loth antes de darse media vuelta y proceder a realizar la acción que mencionó -.

— ¿Y bueno? ¿Qué quieren hacer? - Preguntó Lyra -.

— No sé ustedes, pero yo iré por algo más para beber... - Mencionó Laika mientras se encaminaba hacia la cocina -.

— Hey Laika... - diría tratando de llamar la atención de la pelirroja, pero esta ya se le había adelantado - Vuelvo en un segundos, mientras pónganse de acuerdo. - Lyra Iría detrás de Laika, la cual ya había entrado a la cocina -.

— Descuida. - le asintió con el pulgar - Emm... ¿Hay algún videojuego divertido que podamos jugar en multijugador? - Preguntó Panther -.

— Si, hay algunos... ¿Quieres que v-vaya a mi habitación p-por ellos? - Preguntó Loan con cierto entusiasmo, a lo cual su hermana de anteojos le asintió - ¡Okey! Vuelvo en cinco minutos. - Loan correría a su habitación con prisa, pues realmente le emocionaba que una de sus hermanas, además de Sonette, le gustaran los videojuegos -.

— Maldición, ¿Cuándo seré yo quién decida qué haremos? Yo solo quería hablarles sobre la iniciativa formar "una banda que ayude al heavy metal a seguir vivo". De hecho, ya hasta tengo el nombre, "The Sin Kids". - Diría Terry con orgullo -.

— ¿Eh? ¿Los hijos del pecado? - Preguntó Panther confundida -.

— Oh si, es algo complejo, conceptual y artístico que seguramente ustedes no lograrán ent... - Sonette y Panther le mirarían extrañadas - Ah, está bien, se me ocurrió ésta mañana después de que papá nos contó el motivo del porqué fuimos engendradas.

— No suena mal, pero... Tengo entendido que, de todas nosotras, sólo Lyra y tú saben tocar un instrumento, ¿no?

— Panther también, ella sabe tocar la guitarra, hace tiempo encontramos una vieja guitarra eléctrica en el sótano y me sorprendió que pudiese ejecutar un solo. Además, sospecho que Liby sabe tocar el teclado, de vez en cuando me pongo a escuchar lo que habla con Lupa. - Respondió Terry -.

— Bueno, ¿y qué no se supone que una banda está conformada por cuatro miembros? Y otra cosa, ¿Sabes si ellas querrán participar? - Sonette volvió a cuestionarla -.

— No necesariamente, pero sí. Y no, no lo sé. - Dijo cabizbaja -.

— Sabes que estoy dentro, no seré la mejor tocando la guitarra, pero sé como seguirte el paso. - Le ánimo Panther -.

— Genial, eso significa que sólo me falta conseguir un vocalista y un baterista. Digo, podemos aprovechar el talento de Lyra y Liby para que sea una banda de metal sinfónico.

— No es por presumir, pero en la secundaria estuve en el coro de la escuela y en la preparatoria participé en recitales. Así qué, si te interesa, podría ser la vocalista.

— Contratada. Oh si, cada vez más cerca de firmar con un sello discográfico. - diría mientras se frotaba las manos de forma ambiciosa - Habría que ver si podemos hacer que Laika transfiera todo su odio y furia hacía la batería... - Pensó Terry en voz alta -.

— Buena suerte con su audición. - Dijo Sonette entre risas, a lo cual Panther se le uniría -.

[...]

*Después de ir tras su hermana de cabellos rojizos y encontrarse con ésta en la cocina, la castaña de larga cabellera bien peinada se armaría de valor para hablar de frente con esta, pues aunque sabía que Laika no se encontraba consciente del todo, ciertamente tenía que aprovecharlo*

— Emmm... Laika...

— Si, dime. - Dijo mientras revisaba el interior del refrigerador -.

— Puedo... Yo... No quisiera molestarte, pero p-puedo...

— Un segundo, estoy en medio de algo... - Continuó husmeando el refrigerador -.

— "Maldita sea Lyra, ¿por qué le tienes tanto miedo? Es tu hermana, no una bestia que quiere desmembrarte... Sólo habla con ella, después de todo, lo que buscas es ayudarle..." - Pensó Lyra tratando de calmarse -.

— Listo. - en un movimiento rápido abrió la botella de cerveza que había encontrado - ¿Decías?

— Yo... - tragó saliva - Yo quería decirte algo, pero... Considero que no es el momento adecuado...

— De hecho, creo que lo es. Mañana probablemente tendré resaca y no estaré de buen humor, así que si tienes algo que decir, dilo ahora.

— ¿Pero no te enojaras conmigo?

— Depende. Cómo sea, habla ya.

— Bueno... - soltó un largo suspiro tratando de expulsar su nerviosismo - Sé los motivos de porqué lo haces y aunque ciertamente está justificado, el hecho de que lo hagas con frecuencia me parece sumamente dañino para ti.

— Ajá... ¿Y se puede saber de qué hablas?

— De tu dependencia al alcohol...

— ¿Dependencia? Yo no dependo del alcohol, sólo lo consumo cuando me siento extraña o frustrada... No soy una alcohólica.

— Y lo niegas, si... Es peor de lo que pensaba...

— ¿Eh? No sabía que eras experta detectando enfermedades.

— No es eso, yo...

— Tenias razón, iba a terminar enojada contigo...

— Sólo escúchame, ya dije que no quiero molestarte.

— Pues parece lo contrario...

— Por favor, escúchame...

— ¡NO, TÚ ESCÚCHAME...!

— ¡MALDITA SEA, SOLO QUIERO AYUDARTE PORQUE ME PREOCUPO POR TI!

— ¿Qué?

— Ya lo dije, me preocupo por ti más de lo que puedas imaginar... No es mi culpa que nadie se haya preocupado por ti antes... - menciono con cierta frialdad, pero arrepintiéndose al instante - Espera no, tú madre es la excep...

— Cállate y mantente firme con lo que dijiste.

— Está bien, lo haré. ¿Por qué no me dejas ayudarte?

— No es fácil responder esa pregunta...

— ¿Ah no? Tal vez sólo estás evitando mi ayuda a toda costa.

— No es éso...

— ¡Ya sé que me odias, no tienes que ocultarlo, es muy obvio!

— Eso no es cierto...

— ¡Claro que sí, de todas, yo soy la que recibe el peor trato!

— ¡No es por ti tonta!

— ¿Qué?

— No es por ti, simplemente me generan desconfianza personas cómo tú, sé que eres honesta y que tus intenciones no son malas, pero... - suspiró - Me cuesta confiar en las personas.

— Oh...

— No creo que seas mala persona ni mucho menos mala hermana, sólo es eso...

— Gracias Laika, yo tampoco creo que seas mala persona ni mala hermana, al contrario, simplemente eres incomprendida...

— Mmm... Linda forma de llamarme insoportable.

— No Laika, lo digo en serio, creo que no nos hemos tomado la molestia para comprenderte, simplemente te señalamos de violenta y solitaria, y me disculpo por ello.

— Gracias por tu sinceridad.

— No hay de qué... - apoyó su mano temerosamente sobre el hombro de la pelirroja - Aunque, realmente me gustaría poder ayudarte...

— Mira, te diré algo que no dije enfrente de las demás... - suspiró - Uno de lo tantos padrastros que tuve, tenía hijos, es decir, llegué a tener hermanastros y aunque al inicio no me sentía cómoda, con el tiempo les tuve la suficiente confianza como para contarles ciertas cosas de mi vida, grave error de mi parte, pues con esto me chantajearon y me humillaron en público. Así qué, como ves, además de no confiar en la gente, no puedo confiar en personas cercanas a mí.

— Lo entiendo...

— No te sientas mal, aprecio que te preocupes por mi, pero necesitaba aclarar eso.

— Descuida, trataré de ser más precavida al momento de brindar mi ayuda. Aunque, sigo firme, quiero ayudarte.

— Supongo que nos parecemos en lo testarudas... - Soltó una pequeña risa, la cual compartiría con Lyra -.

— Si jeje... - se quedó pensando por unos segundos - Pero en serio, desearía poder hacer algo... ¿Realmente no hay alguna forma en la que yo podría apoyarte?

— Mmm... Te propondré algo... ¿Estarías dispuesta a dejar de preocuparte por todo a cambio de que yo deje el alcohol? - Preguntó Laika alzando la ceja -.

— Sin problemas.

— Ja, ¿estás tan segura?

— Estoy dispuesta a hacer sacrificios.

— De acuerdo, pero no puedes preocuparte por nada que no valga mala pena.

— Y tú no podrás beber ni una sola gota de alcohol.

— Me parece bien. - Aceptaría al mismo tiempo en que estrechaba la mano de Lyra, cerrando el trato -.

~Unos Días Después~

[Después de aquella noche de convivencia productiva, las dinámicas entre las hermanas comenzaron a cambiar, aunque fuese de manera sutil. Por ejemplo, Lyra, pese a tener aún muchas preocupaciones rondando su mente, decidió respetar el acuerdo que había hecho con Laika. Buscando una forma de distraerse, aceptó la sugerencia de Terry de tocar el violín. Así, Lyra se unió a Terry y Panther, quienes practicaban con sus respectivos instrumentos en el sótano de la casa. Varias de sus hermanas se sumaron también, ya fuera como público o para audicionar ante Terry, quien disfrutaba siendo "el centro de atención".

Loan, en cambio, se mantuvo alejada del grupo. Los ruidos fuertes de los instrumentos no eran de su agrado, y además necesitaba tiempo para armarse de valor y enfrentar a su padre. Para ello, recurrió a Laika, quien accedió a ayudarla, aprovechando que su abstinencia del alcohol la mantenía más tranquila de lo habitual. Sin embargo, el horario errático de su padre complicaba las cosas, ya que este salía temprano y no regresaba hasta altas horas de la noche, prácticamente evitando cualquier contacto con ellas.

Por su parte, Loth había decidido comenzar una investigación personal que involucraba a sus hermanas. Sus primeras "sujetos de estudio" serían Loan y Laika, aunque no había compartido los detalles de su proyecto con nadie todavía.

Mientras tanto, Lincoln, el padre de las once chicas, parecía haberse sumido en una rutina autodestructiva desde su última conversación con una de sus hermanas menores. Se ausentaba del hogar durante largas horas, y aunque tenía la intención de seguir el consejo de Lisa para cambiar, la frustración y el desánimo lo llevaban a evadir sus responsabilidades. En el fondo, reflexionaba sobre si sus intentos de cambio eran realmente genuinos o solo un intento de demostrar a los demás que estaban equivocados sobre él. Una parte de él, oculta bajo capas de orgullo y arrepentimiento, se resistía a aceptar sus errores, como si estos, de alguna forma, le proporcionaran un retorcido sentido de identidad.

Sin embargo, en medio de su desesperación, encontró inesperadamente un motivo para tomar una decisión definitiva. Este último empujón provino de la única persona que había permanecido a su lado durante los últimos años: su asistente. Aunque su relación era estrictamente profesional, ella siempre había mostrado una preocupación genuina por su bienestar, ofreciéndole consejos honestos y sutiles. A pesar de su tendencia a ignorar sus comentarios, Lincoln no podía negar que sus palabras tenían un efecto en él, quizás porque, después de tanto tiempo, alguien finalmente parecía preocuparse por él de verdad.]

- Afueras de Detroit, Michigan -

*Ahí se encontraba una vez más, rodeado de personas que no conocía y que probablemente no eran tan diferentes a él como pensaba, ahogando sus penas en alcohol mientras en su mente se repetían una y otra vez las palabras que Lisa le había dicho. Se había dado cuenta de que sus errores y malas decisiones del pasado no lo dejarían en paz, finalmente fue alcanzado por todas esas consecuencias que él mismo provocó debido a su profunda necesidad de aprobación personal, así como por la gran envidia que siempre le quemó por dentro, había transformado todos esos sentimientos negativos en motivación, en un deseo por dejar de ser la oveja negra de su familia, algo que irónicamente él mismo ratificaría, siendo una enfermiza obsesión que lo llevaría a volverse un hombre rencoroso, solitario, ermitaño y egoísta que al final del día se cuestionaba si el costo que tuvo que pagar habría valido la pena*

— "Maldición... Debería dejar de hacer esto, pero es... Tranquilizante..." - pensó mientras disociaba de su entorno observando el líquido que aún restaba en su vaso - "Aunque esto no es normal, la cabeza me está matando, apesto y no he dormido bien en días..." - comenzó a sentirse abrumado por las diversas conversaciones que estaban teniendo las demás personas a su alrededor - "Pero a nadie parece importarle... Probablemente esas niñas ni siquiera se han molestado en preguntarse por mi... Supongo que ya están acostumbradas, así que lo merezco..." - Rio con amargura -.

*El peliblanco estaría tan ocupado hablando consigo mismo que no se daría cuenta de la llegada de una mujer adulta, alta y delgada, con ojos azules y de cabello negro con un mechón de pelo rojo en el lado derecho y atado en un rodete. También se encontraba usando unos anteojos y un conjunto de prendas formal, el cual le hacía llevarse las miradas de las demás personas presentes, pues su código de vestimenta no encajaba con el normalizado en dicho bar. Posterior a su entrada, la mujer tendría que pasar entre tantas personas para poder tomar un asiento, sentándose al lado del albino a propósito y mostrando una postura correcta al momento de pedir cordialmente algo para beber. Es así que, después de estar un cuantos minutos mirando de reojo al albino, el cual se encontraba encogido de hombros y cabizbajo con la mirada perdida, dicha mujer trataría de entablar conversación con él, aunque en un inicio habría un malentendido que le molestaría*

— Buenas noches, perdón por el atrevimiento, pero... ¿Vienes muy seguido a este lugar? - fingió mostrar interés, pero el albino pareció ignorarla - Digo, me parece curioso que alguien como tú se encuentre en un lugar así... - Seguiría tratando de llamar su atención sin mucho éxito -.

— Perdón que te lo diga querida, pero eso no es de tu incumbencia... - Murmuró sin prestarle atención -.

— ¿Y por qué no? Sólo es una simple pregunta para comenzar a conversar...

— No te ofendas, pero no responderé nada de lo que digas, así que te recomiendo que busques a alguien más a quién ofrecerle tus servicios...

— ¿Disculpe?

— No tienes que fingir, sé como trabajan las de tu tipo y aunque no estoy en contra de su profesión, nunca he estado interesado en solicitar sus servicios.

— Hey, yo no soy una mujer así.

— Ajá si... No trates de ocultar lo obvio.

— No debería juzgar sin saber, ¿sabe? Eso ya le trajo algunos problemas en el pasado.

— ¿Eh? ¿A qué te...? - finalmente se dignó a levantar la mirada y girarse hacía la mujer que estaba hablándole - ¿Natalie? ¿Qué... Qué haces aquí? ¿Por qué viniste?

— Por usted, he estado bastante preocupada. - se mostró avergonzada al ver la mirada sorprendida del albino ante su respuesta - Llevaba varios días sin verlo y sin poder establecer comunicación con usted, así que tuve que llamar a su secretaria y hacerle unas cuantas preguntas, eso me ayudó a encontrarlo.

— Agradezco tu preocupación, en serio... - le sonrió levemente - Pero no deberías estar aquí...

— ¿Y por qué no? Soy su asistente después de todo.

— No es eso, simplemente no quiero que me veas así... Doy vergüenza.

— No diga eso señor, son cosas que suelen pasar. Además, usted sabe que lo menos que yo podría hacer sería criticarlo.

— Lo sé... y es precisamente por eso que creo que sólo me dices lo que quiero escuchar.

— ¿Está seguro que siempre le digo lo que quiere escuchar?

— No...

— Bueno, entonces dígame... ¿Exactamente porqué está aquí?

— Es una estupidez... - soltó un largo suspiro - Una estupidez que me está consumiendo...

— Ya veo...

— No puedo dejar de pensar en que arruine mi relación familiar...

— Creo que usted siempre ha sido consciente de eso y aún así ha podido vivir con ello.

— No me digas... - Frunció el ceño -.

— A lo que me refiero es que, a pesar de sentirse culpable por todo lo que pasó, siempre se ha mostrado firme y enfocado en su presente.

— ¿Y de que me sirvió eso? Actualmente estoy a una visita de Sid para irme a prisión y perder todo por lo que trabajé años... Así que mi futuro también está en peligro.

— Si me lo permite señor, usted siempre ha tenido la oportunidad de cambiar eso, sólo que siempre ha preferido dejarlo de lado debido a su orgullo. Sé que ya lo ha escuchado antes, pero no le servirá de nada ser consciente y lamentarse de ello si seguirá haciendo caso omiso.

— Es fácil para ti decirlo, para todos es fácil decirlo... Pero ninguno está en mi lugar.

— No es necesario estarlo, lo único que se le pide es que, si realmente está arrepentido y se siente culpable, demuéstrelo con hecho y no sólo con lamentos. Sé que no es fácil cambiar el pasado, pero quiero que sepa que estoy con usted y lo apoyaré en lo que sea necesario.

— Gracias Natalie... - puso su mano sobre el hombro de la mujer - Aprecio tu ayuda, creo que eres la única que genuinamente quiere ayudarme.

— No hay de qué señor.

— Bueno... - de un trago terminaría el líquido restante de su vaso - Es momento de irnos, ya es tarde. No me gustaría que algún tipo te falte el respeto, ya lo hice yo y me disculpo por ello... - Mencionó con cierta vergüenza -.

— No se preocupe señor.

*Después de terminar su conversación, el peliblanco y su asistente saldrían del lugar para dirigirse hacía el auto del peliblanco, el cual se encontraba estacionado a escasos metros del bar. Una vez arriba, Lincoln se dispondría a conducir de regreso a su hogar, no sin antes dejar a Natalie en la suya, la cual se encontraba a un par de cuadras de distancia*

— ¿Aquí está bien? ¿O quieres que te deje justo enfrente? - Le preguntó Lincoln con amabilidad -.

— Descuide, aquí está bien.

— Bueno... - estacionaría temporalmente su auto en el lado contrario de la calle - Por cierto, antes de que te vayas, te agradezco por haber cuidado a las niñas en mi ausencia, sé que no debió ser nada fácil y que en algún momento terminaste exhausta, así que muchas gracias.

— Técnicamente ellas se ha estado cuidando solas, yo sólo las he estado vigilando, pero está bien, acepto su agradecimiento. - estrechó su mano antes de proceder a bajarse del auto - Por cierto, Loan llevaba varios días queriendo hablar con usted, no sé si aún siga siendo así.

— Gracias por avisarme.

— No hay de qué. Nos vemos mañana señor, descanse.

— Gracias, igualmente.

[...]

[Al regresar a su hogar, el peliblanco esperaba encontrarse con un gran desorden a su paso y sobre todo, a sus hijas causando alboroto ante la ausencia de Natalie y la suya, por lo que grande sería su sorpresa al ver que todo se encontraba medianamente en orden y en completo silencio, el ambiente era extrañamente desolador y al mismo tiempo le resultaba familiar, pues le recordaba aquellos días en los que se encontraba... solo. Preferiría no darle tantas vueltas al asunto y mejor pasaría de largo para proceder a dirigirse hacía su habitación, teniendo que atravesar el largo pasillo que conducía a las habitaciones de sus hijas antes de llegar a la propia. Al entrar, este buscaría un cambio de ropa para luego proceder a darse una refrescante ducha, pues la necesitaba.

Posterior a esto, el peliblanco se sentiría lo suficientemente relajado como para disponerse a dormir plácidamente después de un largo día, sin embargo, tenía un asunto pendiente que no podía seguir prologándose.]

~Más Tarde~

*Ahí se encontraba él, tomando la iniciativa por voluntad propia, sintiéndose sumamente tenso y avergonzado de tener que recurrir a algo así, sin embargo, tenía que hacerlo, sus opciones se habían agotado y aunque le hubiese gustando seguir utilizando sus métodos, tendría que doblegarse por primera vez en mucho tiempo, pues sabía que sólo así podría salir del ataúd que él mismo había construido con el paso del tiempo y con las desgracias de otros. Es por ello que recurriría a una persona que, al igual que su asistente personal, le había sido insistente al momento de querer brindarle una solución que pudiese ayudarlo, contrario a lo que él llegó a asegurar con respecto a que nadie se preocupaba por él. Irónicamente, ahora sería él quién tendría que buscar la atención de dicha persona, lo cual le apenaba enormemente al hacerlo sentir como alguien débil, alguien que había perdido su "poder" y que ahora no le quedaba más remedio que implorar para que esa ayuda que anteriormente le había sido ofrecida buena fe, no hubiese expirado*

— "Debería hacer esto mañana, ya pasa de medianoche..." - pensó mientras se encontraba frente a la puerta de la habitación - "Cómo sea, ahora mismo no tengo nada que perder..." - soltaría un largo suspiro con el cual trataría de darse el valor suficiente para entrar en la habitación. Dentro de esta, el peliblanco avanzaría lenta y sigilosamente hasta la cama de una de sus hijas, pues no quería despertarlas abruptamente y arruinar lo que estaba por hacer - "Hey, hey, hija despierta, hi..." - se arrepentiría por unos segundos del hecho de estar irrumpiendo en los sueños de su hija, pero dejaría de lado eso para continuar tratando de despertarle - Lyra, Lyra, por favor despierta...

— Mmm... - soltó un quejido mientras se movía levemente en su cama - "No mamá, no quiero ir a ese convento..."

— ¡Lyra! - Pronunciaría en voz alta tratando de no despertar a su otra hija presente -.

— ¿QUÉ? ¿QUÉ PASÓ? - se despertaría al instante mostrándose alarmada - Eh... ¿Papá? ¿Q-Qué haces a-aquí? - Preguntaría confundida y aún somnolienta -.

— Eh si, soy yo... - rascaría su nuca con cierta incomodidad - Lamento haberte despertado, pero... Necesito hablar contigo... Sólo trata de hablar en voz baja, no quiero despertar a Loth..

— No está aquí...

— ¿Qué? Pero si hay bultos en su cama.

— No, ella se fue a dormir con Laika, esos bultos en su cama son almohadas, le gusta simular que está en un ataúd.

— Oh...

— Espera... ¿¡eso quiere decir que estamos a solas!? - Preguntó alarmada mientras su corazón comenzaba a agitarse -.

— Eh... si... ¿Hay algo malo con eso?

— No te ofendas, pero desde los diez años no me gusta estar a solas con un hombre adulto... Me causa demasiada ansiedad e incomodidad pensar en lo que me puede pasar...

— Si te refieres a que yo... - se quedó callados unos segundos - ¿Sabes que yo sería incapaz de hacer algo así, verdad?

— Mmm...

— ¿Cómo es que...? ¿Cómo es posible que Luna nunca me haya contado sobre eso?

— Tal vez si no estuvieras tan ocupado en tus propios asuntos podrías haberme preguntado... Oh cierto, olvidaba que nunca te tomarías esa molestia.

— Me queda claro que soy un pésimo padre, pero... ¿Qué te hace pensar que yo haría algo tan despreciable cómo abusar de alguna de ustedes? - ambos se quedaron callados por unos segundos - Está bien, esa es una mala pregunta, pero créeme que nunca haría algo así con mis propias hijas, podré ser muchas cosas pero jamás un pederasta.

— Cómo dije, no quiero ofenderte, simplemente he tenido tantas malas experiencias que me es difícil olvidar algo así, pero está bien, te creeré ciegamente, espero que al menos tengas esa decencia.

— Descuida, si en algo puedes estar segura, es en eso...

— B-Bueno... ¿Y se puede saber p-porque vienes a esta hora? - Preguntó con una notoria incomodidad mientras se acomodaba en cama -.

— No sé si lo has notado, pero he estado ausente varios días.

— Si, lo sé, pero... - Sería interrumpida abruptamente -.

— En esos días estuve reflexionando y por más extraño que suene, me di cuenta de algo...

— ¿Y e-ese "algo" es?

— Necesito tu ayuda... - Diría cabizbajo -.

— ¿Eh? ¿Es una broma, verdad? - miraría a su padre a los ojos tratando de hacerlo decir la verdad, pero al este mantenerse firme, se daría cuenta de que realmente lo estaba haciendo - No te ofendas, p-pero tengo todo el derecho para dudar de eso...

— Si, lo sé. Culpa mía. - suspiró - En fin, sólo quiero que sepas que voy en serio cuando digo que necesito tu ayuda.

— ¿Y por qué yo? No hace mucho Panther y yo t-tratamos de ayudarte... ¿Y qué fue lo que hiciste? Ignorarnos.

— Mira, sé que mis disculpas están de más con ustedes, pero en verdad quiero cambiar.

— ¿Y por qué de p-pronto cambiaste de mentalidad?

— Porqué... Porqué...

— ¿Quieres manipularme para obligarme a convencer a mis hermanas de que crean tu discurso de la otra noche?

— No Lyra, yo...

— ¿Tienes miedo de lo que te pueda llegar a pasar en prisión y vienes a tratar de darme lástima?

— Si, si tengo miedo, pero no quiero hacerme la víctima, yo sólo quiero...

— ¿Tener otra oportunidad con la señorita Chang? Si claro, buena suerte int...

— ¿¡Podrías dejarme hablar!? - la castaña se encogería de hombros - Yo no quiero nada de eso.

— ¿Y entonces? - Preguntó volviendo a sentirse incomoda -.

— Mira Lyra, no sé si ya lo hayas notado, pero... Arruiné la vida de muchas personas a costa de mi beneficio personal y finalmente, de alguna u otra forma, estoy pagando por ello. Ya es tarde para pedirle disculpas a todas ellas, así que lo único que me quedé es tratar de redimirme con actos y no con disculpas...

— ¿Y v-vienes conmigo p-para?

— Para que me ayudes a acercarme a tus hermanas, necesito hacer méritos con cada una.

— Lo entiendo... ¿Pero porqué no lo haces por cuenta propia? Te tomarían más en cuenta si ven t-tu intención.

— Porque varias veces traté de ganarme su consideración y no logré nada. Las lleve de paseo, les di regalos, las lleve a los lugares que quisieron, les doy libertad y aún así sigo teniendo la misma estima que cuando llegaron, ¡CERO!

— ¿Lo ves? Ése es tu problema. Todo aquello que puede ser considerado cómo una buena acción de tu parte pierde su valor al momento en que nos lo echas en cara, se supone que deberías haberlo hecho de corazón, pero siempre lo haces por obligación.

— Lo siento...

— No haces buenas acciones para tener aprobación, haces buenas acciones porque es lo correcto, pero eso no lo has entendido. - soltó un suspiro - T-Te seré sincera, no te mereces una p-pizca de consideración por todo lo que has hecho, sin embargo, nosotras nos merecemos toda tu consideración después de todo aquello por lo que hemos pasado. No me gusta hacerme la victima, pero por dios papá, abre los ojos de una vez, ¿Qué acaso no te das cuenta de todos los traumas, miedos e inseguridades que tenemos? Si, sé que no eres el único responsable de eso, nuestras madres también tienen parte de la culpa, pero al menos ellas no nos dejaron de lado a la primera oportunidad que tuvieron. - su padre siguió manteniendo la mirada baja sin decir respuesta alguna - Te lo pediré de la manera más atenta y amable posible, habla y convive con cada una, te sorprenderá saber lo que ocultan. Estás a tiempo... - volvió a suspirar - O al menos con las menores... Enfócate en ellas, no es justo que sufran lo que nosotras la mayores sufrimos. Esa es la ayuda que yo puedo darte. - Mencionó decaída -.

— Muy bien, gracias... - palmeó el hombro de la castaña - Consideraré a todas, no habrá excepción.

— Eso espero...

— No soy bueno disculpándome, pero aún así... Perdóname Lyra, no deberías cargar con ese peso en tu mente ni deberías haber sufrido cómo lo hiciste. Más adelante hablaremos sobre eso, pero por ahora sólo me queda disculparme. - Mencionó antes de encaminarse hacía la salida la habitación -.

— Está bien, gracias.


[...]

— Eh... ¿Hola? ¿Cuánto tiempo sin vernos, eh?

— Si, ha pasado bastante tiempo.

— ¿Qué tal Paris, es lindo?

— No es la gran maravilla que nos contó Lola, pero... Meh, no me quejo, después de todo, ella invita.

— Estoy seguro de que no reparará en gastos...

— Oh no, no lo hará...

*Ambos compartieron una pequeña risa*

— Emm... Lamento interrumpir tus vacaciones, pero...

— ¿Pasó algo? Si Loth o Lupa te están dando problemas no me quejaré si las dejas en un internado.

— Oh, no es eso...

— ¿Y entonces?

— Necesito un pequeño favor...

— ¿Y cual sería ese favor?

— ¿Podrías darme la dirección del cementerio en dónde descansan mis padres?

— ¿No la recuerdas? Pero si...

— YO... Yo no fui al funeral de ninguno de los dos.

— Ah si... Lo olvidaba...

— Cómo sea, ¿puedes dármela?

— Claro, te le enviaré.

— Gracias...

— Por cierto, si me permites preguntar... ¿Por qué ahora quieres visitarlos?

— Les debo una disculpa... Una disculpa que ha esperado un largo tiempo...


[Poder, que palabra tan tentadora, compleja y peligrosa. El poder es en sí mismo un enigma, por momentos es difícil ubicar donde se puede encontrar. ¿Por qué digo esto? Puedes ostentar que lo tienes todo y no tener capacidad para aplicarlo a tu favor; a lo mejor crees que no lo tienes pero estas moviendo tu entorno con una fuerza descomunal; o en tus manos puede estar la llave que desencadene la mayor explosión de energía, y sin embargo necesitas contar con las suficientes habilidades para usarla adecuadamente.

La desesperación y la inutilidad de perseguir tus sueños y luchar por el éxito sólo para quedarte con las manos vacías te carcome. Puedes desear fama, fortuna y reconocimiento solo para que te des cuenta de que al final, todo está perdido y no tienes nada. A pesar de tu esfuerzo y ambición, no tienes nada que mostrar y solo te queda un nombre.]