Disclaimer: todos los personajes que reconozcan y el mundo donde viven pertenecen a JK Rowling. El resto es producto de mi imaginación.

Escribo esto solo por diversión. No ha sido sometido a revisión beta ni profesional por parte de un editor.


10.- Conversaciones nocturnas y entendimiento

Severus estaba despierto desde las tres de la mañana, su mente trabajando a mil por hora; por más que lo pensaba, no podía entender cómo se encontraba en esta situación. Había sido salvado de una muerte segura por nada más y nada menos que el "Niño de Oro", el "Elegido"; lo había curado, atendido, consolado, alimentado, y solo se había preocupado por su bienestar.

Y ahora, después de varias semanas de difícil recuperación, estaba siendo ayudado por el trío de oro en el arduo proceso de rehabilitación al que tenía que someterse para poder volver a llevar una vida lo más cercano a lo normal. No sabía aún si su núcleo mágico sería capaz de recuperarse totalmente, o si volvería a recuperar todas sus habilidades físicas, pero debía reconocer que los jóvenes realmente se estaban esforzando por él.

La culpabilidad lo asaltaba cada día, nunca había sido justo con ellos, en más de una ocasión les había dificultado aún más la de por si accidentada vida a la que se habían visto sometidos. Pero eso no impedía que su nobleza y buen corazón se impusiera, incluso perdonando todas las atrocidades que él había cometido a lo largo de su vida.

Cierto que muchos habían sido errores de juicio en su juventud, pero si él no era capaz de perdonarse, no entendía como los jóvenes habían tenido esa capacidad, e incluso no solo no lo juzgaban, sino que estaban empecinados en hacer que él dejara de recriminarse por algo que había sucedido más de veinte años atrás y que con sacrificio personal debería sentir estaba redimido más allá de toda duda.

Suspiró audiblemente, estaba cansado, física y mentalmente, pero, una noche de sueño completa nunca había sido una opción para él. Mientras continuaba pensando en su situación actual, le pareció oír unos pasos en el pasillo. Los pasos se detuvieron ante la puerta de su cuarto. Unos suaves golpes se oyeron, pidiendo permiso para entrar. Severus murmuró un suave "adelante".

Nunca imaginó que lo que asomaría por la puerta sería una cabeza cubierta de una espesa cabellera pelirroja. Ron entró tranquilamente en la habitación y se sentó en la silla aún lado de la cama de Snape.

"Parece que los dos tenemos problemas para dormir", dijo Ron en un murmullo. "Las noches nunca han sido amables conmigo", dijo Snape en el mismo tono de voz.

Ron sacó su varita y murmuró un hechizo para insonorizar la habitación para que pudieran conversar sin hacer ruido, tratando de no despertar a Mione y Harry.

"Espero mi compañía no sea un problema, cuando bajé a la cocina por un poco de té oí movimientos en el cuarto, y al pasar de regreso me di cuenta que no había sido mi imaginación, no quería despertar a Harry o a Mione, tiene meses que no consigo dormir toda la noche, tal vez por la costumbre de estar siempre alerta durante la guerra, y por las pesadillas que inundan mi mente cada día", dijo Ron con cierta mortificación.

"Entiendo la situación, aunque no lo creas Weas… Ron", se obligó Snape a decir tratando de ser cortés, "durante años he vivido con el peso de las pesadillas producto de mis más bajas acciones, y con la alerta constante por ser un espía que siempre tenía que estar disponible para responder a mis dos amos", lo último salió con cierta ironía de su boca, "sé por experiencia que solo se puede aprender a vivir con ello, y más cuando mucho del insomnio es producto del arrepentimiento", terminó Severus con un suspiro.

"Bueno, eso no es del todo cierto profesor", dijo Ron con una suave sonrisa en su rostro, "he aprendido que hablarlo con alguien en la misma situación ayuda a disipar en parte el problema, no lo elimina, pero hace menos pesada la carga, realmente lo hace, y en su mayoría, una vez hablado en voz alta, creo que me ayuda a dormir mejor, incluso en algunas ocasiones llegando a tener una buena noche, pero hoy no tenía ganas de despertar a Mione y tampoco a Harry, ambos han tenido suficiente en sus platos, por así decirlo, y no me cuesta nada sacrificar una noche de sueño si ellos pueden descansar mejor".

"Durante los meses previos a la batalla, me comporté como un verdadero imbécil, fui egoísta, e incluso los abandoné a su suerte, porque, la verdad, no me sentía a la altura de las circunstancias, me arrepentí en cuanto los dejé, pero no tuve la fuerza necesaria en ese momento para regresar y pedir perdón, había dicho muchas cosas fuera de lugar, y los había lastimado, lo sabía, vagué por muchos días avergonzado, antes de buscar refugio con Bill, y él me hizo ver lo errado que estaba, no me juzgó, pero me guió en mi camino de vuelta a ser yo mismo", dijo Ron con una media sonrisa.

"Cuando por fin los encontré, en realidad gracias a usted y su patronus, Harry me perdonó casi al instante, a Mione le costó un poco más, estaba realmente herida, y me dolió enormemente ser la causa de ese dolor. Para tratar de compensar la situación comencé a hacer las guardias nocturnas diariamente, sin que Harry o Mione pudieran persuadirme, aunque Harry regularmente me relevaba antes del amanecer para que durmiera un poco", Ron tenía una mirada nostálgica.

"Pero, cuando fuimos capturados y llevados a la mansión Malfoy, cuando Bellatrix torturó a Mione, sus gritos llegando hasta nosotros, encerrados en las mazmorras, fue tan crudo, me sentía impotente, frustrado, enojado, saber que Mione estaba siendo herida nuevamente por nuestra culpa, la verdad es que aún puedo oír sus gritos en mis sueños, es eso lo que me despierta la mayoría de las noches, el temor a perderla, a que sea dañada y no pueda hacer nada más que escuchar en la distancia". Ron bajó la cabeza lentamente mientras confesaba en voz alta sus temores a Snape.

"Sabes de qué van la mayoría de mis pesadillas cada noche", dijo Snape. "Recuerdos de mi infancia, de los maltrataos de mi padre hacia mi madre y hacia mí, pero, la pesadilla constante, la que me ha perseguido los últimos veinte años, es la de cómo alejé a la única verdadera amiga que tuve de mi lado por mi egoísmo, cada noche sueño el día en que la agredí por culpa de mi mal juicio, y luego revivo el día en que Harry llegó a Hogwarts, la primera mirada que me dirigió, y contrario a lo que él cree, no fue a James al primero que vi en su cara, fue a Lily, su mirada de reproche, y dolió como no tienes idea, porque cada día que tuve que cruzar mi mirada con Harry era una puñalada constante, un recuerdo de que yo era culpable de la muerte y sufrimiento de mi amiga, y que Harry era huérfano por mis errores de juicio, así que los últimos siete años prácticamente dejé de dormir por la culpa", dijo Snape con cruda sinceridad.

"Vaya, creo que ambos estamos muy dañados, nuestro egoísmo lastimó a quien más queríamos, mi ventaja es que aún los tengo a mi lado, y puedo tratar cada día de compensar mis errores y velar por su bienestar, pero creo que usted ha hecho lo mismo profesor, ha velado desde las sombras por la seguridad de Harry cada día de los últimos siete años buscando redención, y tal vez, si se permitiera ver que hay más en Harry que ser el protagonista de una profecía, se daría cuenta que ha logrado saldar toda deuda que cree tener desde hace mucho tiempo", Ron le dirigió una sonrisa.

"A demás me atrevo a decir, que, ahora que ha expresado parte de lo que atormenta su alma en voz alta, se siente un poco más libre, como si algo del peso de la culpa se hubiera retirado de sus hombros, al menos eso me pasa a mí cuando Mione o Harry están ahí para escucharme, calmarme y comprenderme", dijo Ron, "no pretendo ser un sustituto de Lily o Dumbledore para usted, pero creo que bien podríamos hacernos compañía el uno al otro y escucharnos para tratar de ganar un poco de paz, y así tal vez tener unas horas de sueño de calidad al final del día, confieso que es más fácil contarle lo sucedido a alguien imparcial que no ha sido víctima directa de las malas decisiones que uno ha tomado en el camino", dijo Ron un poco apenado.

"En honor a la verdad, confieso que tienes razón Ron, ha sido calmante poder platicar lo que te he dicho en voz alta, eso le quita un poco de peso al temor al rechazo y al dolor de saber que estás solo por todas las malas decisiones tomadas, pero debo decir que es reconfortante saber que no soy el único que se siente así, me atrevo a decir que incluso desde que iniciamos nuestra conversación puedo respirar un poco mejor, más tranquilo, como si un peso que no sabía estaba ahí se hubiera retirado de mi pecho".

"Es grato darme cuenta de que eres mucho más maduro y sensato de lo que alguna vez imagine", dijo Snape con lo que podría ser casi una sonrisa. "Para ser honestos, usted a resultado también ser más agradable de lo que pudiera haber imaginado, tomando en cuenta que para nosotros siempre fue el odioso murciélago de las mazmorras" dijo Ron con una amplia sonrisa.

"Gracias por escucharme profesor, creo bien podré dormir un par de horas antes de que amanezca", dijo Ron ahogando un bostezo con su mano.

"Yo soy quien debería agradecer, creo también podré descansar un par de horas antes de que amanezca gracias a nuestra charla, y eso tal vez ayude a que afronte con mejor humor la tortura a la que están a punto de someterme", Snape esnifó.

Ron se levantó lentamente de la silla, dio un firme apretón al hombro de Snape como despedida, retiró el encanto para insonorizar y se dirigió a su habitación, para dormir un rato más.

Por su parte Severus aún tenía mucho en que pensar, pero se dio cuenta que por esta noche sentía la suficiente tranquilidad para intentar dormir un poco más, se acomodó lo mejor que pudo en la cama y cerró lentamente los ojos, y por primera vez en mucho tiempo no tardó en lograr conciliar el sueño.