Cap27.- Engaños.

El lugar se quedó en silencio por un momento, los instintos y el orgullo de Harry no estaban contentos con dejar ganar a Patil, especialmente con la forma en que actuaba desde que lo conocieron, de hecho lo único que quería era ver con su cuerpo se volvía crujiente al envolverlo con una corriente eléctrica rápida pero más caliente que el sol.

Sin embargo por suerte, Sapphira podía ser muchas cosas, pero fue de bastante ayuda para que pudiera controlarse un poco más y no… reaccionar tanto como el Dragón que era sino como un humano.

Además de que su familia estaba demasiado cerca como para que pudiera hacer un movimiento sin lastimarlos, eso sin contar con la magia que podía sentir en la mansión, acumulada por cientos de años, las protecciones ciertamente lo atacarían incluso antes de que pudiera en verdad pensar en moverse agresivamente contra el Lord.

No sabía qué tipo de protecciones tenían los Patil y aunque tenía fe en que podría sobrevivir su familia e incluso Sapphira podrían no hacerlo.

Con una mirada más al Lord simplemente asintió de acuerdo con el último comentario de Manjit – bien Lord Patil, de todos modos venimos aquí sabiendo que tendría que pasar una especie de prueba que me permitiría… ser parte de su familia.

La sonrisa de Manjit solamente se hizo más pronunciada, Harry y Sapphira pudieron olfatear el placer del Lord así como sus malas intenciones.

– Los rituales se usan para probar que se es digno de pertenecer a nuestra Familia tanto como para unirnos mágicamente, si pasas la prueba mi magia Familiar y yo como Lord Manjit Patil te aceptaremos como el esposo de mis hijas y como parte de la Casa Patil – la vehemencia y el disgusto de Manjit no solo demostraron la importancia de estos ritos en la cultura sino también del desagrado que parecía sentir hacia ellos.

Claramente no estaba a gusto con la idea de que tendría que aceptar su unión con las gemelas si llegara a pasar la prueba.

Sin embargo había algo extraño viniendo de él, un olor singular que se aprecia demasiado al odio, no podía diferenciarlo muy bien con tantos malos sentimientos juntos y dirigiéndose hacia ellos.

– Entonces ¿qué tendrá que hacer? – preguntó Sirius frunciendo el ceño, tampoco le gustaba como actuaba el Patil, se parecía demasiado a cómo solía actuar Snivellus frente a Lily.

– Es bastante simple en verdad – comentó Manjit antes de tomar una especie de tela amarillenta y ponerla sobre el escritorio – en esta prueba necesitarás demostrar valor, inteligencia y poder – abrió la tela y las gemelas jadearon ante la extraña flor que parecía estar en perfecto estado de preservación en el centro – tendrás que traerme una de estas.

Harry miró a las gemelas algo confundido, pero como estaban en una reunión importante lo dejó para más tarde – tengo que traer una flor – murmuró Harry desconcertado.

– Exacto, solo tienes que traer una flor – la voz de Manjit salió extremadamente empalagosa – estoy seguro de que esto será sencillo para el tan alabado Niño-que-Vivió.

Querían lavarse por lo melosa que era la voz de Manjit, pero alcanzó nuevos niveles de desprecio por ese odioso título cuando era dicho por el hombre en frente – e imagino que no le dirás nada más sobre esta… prueba – comentó Remus, sus sentidos no eran tan buenos como los de Sapphira y mucho menos como los de Harry, pero aún podía detectar un poco viniendo de Manjit.

El hombre claramente intentaba hacer de eso lo más difícil posible – como dije es una prueba para demostrar valor, inteligencia y poder.

Como si eso significará algo para ellos, por lo que entendían de estos rituales, cada Familia los configuraba a su placer, el valor, inteligencia y poder podía significar una cosa completamente diferente para personas como Manjit.

Demostrar el poder mágico podía ser suficiente, pero los Sangre Pura en Inglaterra pensarían en la riqueza y poder político como una muestra de poder.

Cualquier cosa que buscará Manjit con ese comentario podría ser diferente a lo que ellos pensaban y por lo tanto la prueba resultaría en fracaso sea cual sea el resultado – para dejar en claro, si Harry trae esa flor será aceptado en la Familia Patil – dijo Sapphira dando una mirada entre Harry y Manjit.

El hombre se enojó al ser abordado por una mujer, el que dicha mujer no fuera de la India, con su piel blanca y rasgos europeos lo hacía aún peor.

– Exactamente, si me trae la flor es aceptado – no se dio cuenta y no lo hubiera sabido de todos modos ya que nunca había tratado con alguien como Harry.

Sin embargo darle su palabra a un Rey de esa manera era como formar un contrato vinculante. Sapphira sonrió algo divertida cuando sintió la magia sellando el trato – ¿cuándo tiene que hacerlo y cuánto tiempo tiene? – cuestionó la Vampiresa.

– Debe comenzar mañana por la mañana y solo tiene una semana para completar el pedido – respondió Manjit algo más relajado que antes, Sapphira y Harry podían olfatear la satisfacción del hombre aunque no sabían en qué contexto, estaba claro que no sentía aprecio por ellos, pero no estaba actuando como esperaban tampoco.

– ¿Puede recibir alguna ayuda? – preguntó Sirius.

Manjit negó con la cabeza, aunque sonreía divertido – permitiré que lo ayuden, le den consejos o lo que sea que quieran hacer hasta mañana en la mañana cuando comience la prueba, sin embargo la misma tiene que hacerla él solo, es una prueba para demostrar lo que puede aportar a esta Casa al unírsenos.

Luego se inclinó sobre el escritorio y miró algunos de los papeles, les hizo un gesto bastante brusco con la mano y miró a las gemelas – muéstrenles sus habitaciones.

Harry sintió una repentina agresividad que por poco lo hace matar al hombre, sus instintos saliendo a la superficie con violencia cuando otra persona trataba de esa manera a dos de sus chicas, hubiera sido un poco más fácil controlarse si no estuviera entrando justamente en la época en la que más difícil se volvía.

En esa época llegaban tan rápido y fuertes que incluso sus novias estaban comenzando a tener problemas para poder evitarlas.

Todo ese cóctel de sentimientos aumentados lo hacía más propenso a la violencia, contra alguien como Manjit que sabía era su enemigo, y contra alguien que trataba mal a sus parejas, bueno eso aumentaba aún más.

Estaban trabajando en eso, Sapphira tenía algo de experiencia al ser una Vampiresa, pero considerando que Harry era un adolescente, las cosas entraban por un oído y salían por el otro por lo general, ahora un Rey adolescente que no tuvo oportunidad de crecer correctamente con todo lo que eso representaba, receta para el desastre.

Sabiendo lo que ocurriría si lo dejaba, Sapphira lanzó una patada bastante fuerte a la espalda de Harry.

El dolor en su columna vertebral cambió el enfoque… dracónico de Harry, lo que en retrospectiva salvo la situación, las gemelas tomaron las manos de su novio y lo levantaron rápidamente mientras Manjit los regresaba a ver después del sonido que produjo el golpe.

Sapphira, Sirius y Remus lo ignoraron, sin dignarse en darle una despedida cortés, siguieron a las gemelas que tiraban de un azabache bastante molesto y adolorido.

Se había vuelto bastante más… duro, por decirlo de algún modo, los Magos y Brujas ya eran más duros que la persona común, por genética, por raza, por magia, conforme crecieran y pasaba el tiempo se volvían un poco más duraderos, la cuestión es que él era incluso más duro y se volvía más duradero más rápido, estaba seguro que los golpes de su tío ahora ni siquiera los sentiría, antes le rompieron huesos, ahora ni siquiera dejaría un moretón.

No quería decir que no podía recibir daño de alguien que fuera más duro, más fuerte, llegaría el momento, si vivía lo suficiente, en que incluso Sapphira podría no llegar a hacerle daño, pero ahora la Vampiresa era muy capaz de causarle dolor.

Era lo que habían estado usando a su favor para entrenarlo y ayudarlo a controlar sus instintos, sus emociones e incluso quizá un poco el deseo de la temporada.

Salieron del despacho dejando atrás a un Manjit algo confundido, recorrieron los pasillos del palacio, porque era la única descripción que podían darle a un lugar tan opulento como ese, hasta que llegaron a sus habitaciones donde ya se encontraba su equipaje – ¿aquí también tienen Elfos Domésticos? – preguntó Sapphira bastante interesada mientras inspeccionaba la habitación amplia que claramente perteneció en su momento a las gemelas juntas.

Había dos camas aunque estaban una junto a la otra para aparentar una más grande, dos escritorios, dos armarios, aunque un arco de mármol daba paso a un baño bastante grande.

Otro arco más abría el camino a un balcón con una vista hermosa hacia un lago y jardines bien cuidados – no, los Elfos Domésticos son nativos del este del continente, en Asia las Familias mágicas se unen a diferentes razas mágicas muy similares – explicó Padma sentándose en su cama – en la India es muy común unirse mágicamente a los Iaksa que son conocidos por ser muy protectores con lo que consideran su tesoro en este caso su hogar.

Existen varias leyendas Muggles sobre ellos aquí, muchas veces tergiversadas o acertando en muy poco de su verdadera naturaleza, sin embargo debes tener cuidado con ellos porque son bastante agresivos si consideran que eres un peligro para su hogar.

Parvati se sentó junto a su hermana y negó con la cabeza – la clase de historia está bien y todo, pero creo que tenemos preocupaciones más apremiantes.

Sirius y Remus asintieron – de hecho no me gustó nada la forma de actuar de Lord Patil con relación a esto, por lo que nos dio a entender, encontrar esa flor debería ser increíblemente sencillo – dijo el Hombre Lobo, aún estaba algo… incómodo alrededor de Sapphira así que se sentó lo más lejos posible ahora que podía.

– No me da confianza, había algo en su tono, en su postura, nos estaba engañando con algo – secundó Sirius.

– Cumplir esto podría no ser suficiente para el hombre – continuó Remus.

Sapphira se rio suavemente – eso es imposible, Patil hizo un trato con un Rey – comentó bastante divertida con todo, el resto la miró sin comprender – darle su palabra a un Rey es como firmar un contrato de sangre o dar un juramento, Patil le dio su palabra de que conseguir esa flor sería suficiente, si no la cumple… bueno, digamos que la muerte podría ser mejor que faltar a la palabra que se le dio a un Rey.

Harry abrió los ojos asombrado, claramente aún estaban descubriendo cosas y estaba seguro que incluso Sapphira no sabría algunas cosas sobre ellos, por ahora lo mejor era simplemente ir con la corriente y tener en cuenta que todo era posible.

– Bien, aunque esa era solo una posibilidad – dijo Sirius asintiendo para sí mismo – el engaño podría ser cualquier otra cosa, pero me siento más tranquilo, aun así conseguir una flor… parece demasiado sencillo si de verdad estamos hablando de una prueba para demostrar lo que Harry podría ofrecer a la Familia Patil.

– Esa no es solo una flor – murmuró Padma removiéndose un poco sobre su cama, el resto la regreso a ver curiosos – la Flor de Surya es posiblemente uno de los bienes más valiosos de la India.

Parvati a su lado asintió – la historia cuenta que la Flor fue entregada por el propio Surya.

– Dejando las historias de lado, la Flor es muy extraña, solo crece en ciertos sectores y solo se da cuando el sol, Mercurio y la Tierra están alineados, Mercurio actúa de lupa para que la luz solar caiga con fuerza en dichos sectores y hace germinar y florecer la Flor – explicó Padma – no se necesitan semillas y no se da en ningún otro lugar, por lo que no se puede producir en masa.

La Flor contiene el fuego de la vida dentro de ella, puede estar fresca por años y si la tienes cerca podría ayudar a mejorar plantíos o producir más, cerca de ella incluso los animales se reproducirán mejor y en mayor cantidad.

– Cuando se procesa solo da unas cinco gotas de una sustancia dorada que parece fuego líquido – murmuró Parvati – una sola gota puede mejorar las propiedades de cualquier ingrediente para pociones o incluso mejorar una poción ya preparada.

Sirius y Remus se regresaron a ver bastante impresionados con las propiedades de la Flor, entendieron enseguida porque no era algo que se exportará, entendieron porque no sabían de dicha Flor en Inglaterra – eso es impresionante, definitivamente sería extremadamente valiosa – dijo el Hombre Lobo teniendo conocimiento sobre ingredientes mágicos, más que nada porque se especializó en animales mágicos y por su problema peludo.

– ¿Sabemos dónde florece? – preguntó Harry interesado por conseguir la mayor cantidad de información posible antes de tener que hacer esto.

Aunque estaba algo nervioso, desde que descubrió lo que era cada vez las cosas seguían… subiendo de nivel, primero fue Su y las Amazonas, luego fue Sapphira y los Clanes Vampíricos, y ahora ya estaban metiéndose con cosas de Dioses, esperaba que solo sean historias porque no sabía cómo repercutía el que él fuera un Rey con todo eso.

Padma asintió y se acercó a una pequeña biblioteca junto a su escritorio, tomó un libro y regresó mientras lo abría buscando rápidamente.

Una vez encontró lo que buscaba le paso el libro a Harry – el sector más conocido donde se la puede encontrar es en ese cañón, es relativamente peligroso como el Bosque Prohibido, el problema es que podría no haber más Flores, florecen pocas y como dije son muy preciadas, no sabemos si ya se llevaran todas las Flores.

– ¿Qué tan lejos estamos? – preguntó Sapphira viendo el libro por encima del hombro de Harry.

Parvati movió su mano sin darle mucha importancia – podemos pedirle a nuestra abuela que haga un Traslador que lo dejara cerca, es un área protegida para que los Muggles no entren así que es la mejor manera de llegar.

Justo en ese momento Harry y Sapphira sintieron un pequeño escalofrío recorrerles la espalda cuando un pequeño ser, más pequeño que un Elfo Doméstico, apareció por debajo de la puerta como si pudiera modificarse físicamente o modificara el espacio mientras avanzaba.

Tenía una similitud con los Duendecillos, pero también poseía características animalísticas, como por ejemplo pelaje u ojos de gato.

Se paraba en dos piernas pequeñas pero musculosas y poseía dos pequeños cuernos – la Señora Patil solicita su presencia, la cena está servida – comentó mirando en todo momento a Harry e incluso inclinándose ligeramente, Harry y Sapphira podían olfatear su miedo, pero también su respeto.

Desapareció enseguida – vaya, eso fue… un poco más formal de lo que se suele comportar – dijo Parvati.

– Sabe lo que soy – murmuró Harry con el ceño fruncido – sentí… algo viniendo de él, su energía, lo que lo conformaba, fue un poco extraño, pero también muy personal, y dio algo de miedo…

– ¿Miedo? – cuestionó Sirius.

Asintió intentando entender correctamente lo que sintió – sentí que si presionaba demasiado lo destrozaría.

– Hay que trabajar más en controlar tu Aura – comentó Sapphira atrayendo la atención – lo que sentiste es… el espíritu de un ser… menos complejo por decirlo de alguna forma, aun no puedes sentirlo o darte cuenta, pero tu presencia es cada vez más pesada, más fuerte, más física, has mejorado en controlarla de ahí que Manjit no sintiera más que algo de incomodidad posiblemente.

Pero incluso ahora tu espíritu llena la habitación presionando la del resto, las gemelas por supuesto están intrínsecamente unidas a ti, así que tu espíritu las rodea instintivamente, pero para cualquier extraño se sentirá como si la atmósfera fuera más pesada, para seres como los Elfos Domésticos o estos Iaksa se sentirá peor – le dio una mirada intensa y cruzó sus brazos – por suerte el entrenamiento está funcionando y te estás comenzando a dar cuenta de cómo influyes en todo a tú alrededor, aun debes tener cuidado porque un descuido y tu espíritu efectivamente podría aplastar un espíritu menor como el de ese pequeño.

Esta vez fue el turno de tragar saliva a Harry y sus dos novias presentes, cada vez más conscientes que tenían que comenzar a pisar el mundo mismo con cuidado.

Con esa declaración algo preocupante por parte de la Vampiresa, se levantaron, Padma y Parvati les indicaron rápidamente las otras habitaciones para que supieran en donde dormirían, Harry se uniría a ellas por supuesto.

Bajaron hacia un comedor elegante, aunque difería de occidente ya que bajaban un par de gradas para sentarse en los almohadones y cojines frente a una mesa más cercana al suelo pero amplia repleta de comida tradicional, Manjit, sus tres esposas y su madre ya estaban sentados esperando.

Anali estaba junto a su madre, pero Devdan estaba junto a Manjit a pesar de ser aún un bebe, al menos a su otro lado su madre se encargaba de que el pequeño heredero se comportara y se alimentara.

Se sentaron junto a la familia con las gemelas a cada lado de Harry, comenzaron a comer y enseguida los extranjeros comenzaron a sufrir.

Con excepción de Harry, incluso Sapphira podía y estaba sufriendo la comida picante, después de todo nada podía estar más caliente que un rayo, y como un Dragón de hecho disfruto bastante de la comida típica de la India.

Las gemelas también la disfrutaron después de un largo año escolar con un único tipo de comida inglesa, no fuera tan cansina si al menos permitieran que los Elfos Domésticos cocinaran más de un solo tipo de plato, ambas regresaron a ver a su novio con la misma idea en mente.

Ya que Harry era el dueño de Hogwarts podía hacer que Dobby aprendiera incluso la cocina de la India para que después el transmitiera ese conocimiento a los Elfos en el castillo y así ampliar sus opciones.

La familia Patil se divirtió viendo a Sirius, Remus y Sapphira probar todo lo que pudieran aunque les picara y les pusiera el rostro completamente rojo.

Por supuesto tenían una gran variedad de bebidas para que intenten mitigar el picor, especialmente leche, el único que no participó fue Lord Patil, aunque sorprendentemente no se quejó de que el resto si lo hiciera.

Simplemente miró todo desde la cabecera de la mesa dándoles una sonrisa… francamente inquietante.

Una vez la cena terminó y los dos niños menores cabeceaban, Madam Alia les dijo a las gemelas que llevaran a sus invitados a las habitaciones para que descansaran, todo el tiempo sonriendo conocedora y divertida.

Padma y Parvati sonrojadas tomaron las manos de su novio y una vez más llevaron a todos de regreso hacia la sección del palacio donde dormirían.

Antes de que entraran a la habitación Sapphira se detuvo mirando al trío por un momento, analizándolos – creo que debería quedarme con ustedes – comentó, Remus metió a Sirius en su habitación rápidamente y la cerró con magia, antes de entrar a la suya propia.

– ¿Por qué? – preguntó Parvati curiosa.

Sapphira continúo mirando a Harry – ¿cómo nos estamos sintiendo después de tratar con Patil? – preguntó.

Harry frunció el ceño por un momento y se miró las manos – algo… incomodo supongo que podríamos decirlo – respondió de mala gana, claramente de mal genio – me siento extraño, como si mi piel no fuera mi piel o algo así.

La Vampiresa asintió con el ceño aun fruncido – ya que nos encontramos en esta situación lo mejor es prevenir, ya que el resto de chicas no están aquí me preocupa el que estemos tan cerca de tu cumpleaños y entremos en situación de alta tensión, evitaremos el sexo por ahora, pero estaré allí por si tus instintos te sobrepasan.

El trío asintió aunque sinceramente no planeaban hacer nada, el viaje fue bastante rápido, pero aun así atravesaron la mitad del planeta, así que el cansancio del cuerpo les pedía dormir.

Eso sin contar con el nerviosismo por el inicio de este ritual – está bien – dijo Harry algo más a gusto con la idea, pensando en seguridad.

La morena asintió y los cuatro entraron en la habitación, los tres que iban a dormir se prepararon rápidamente, mientras Sapphira saltó al techo y se quedó colgada de él para vigilarlo todo desde la altura.

Por cómo estaban sucediendo las cosas el único posible problema podría ser justamente que Harry no pudiera controlar sus instintos, su calentura.

Ya había tenido que detener al pervertido cuando veía y sentía que sus chicas empezaban a flaquear, tanto física como por la sobre exposición a los orgasmos, ahora que no estaban todas todo eso recaería sobre las gemelas… o sobre ella, algo que aun la ponía algo nerviosa por si incluso un contrato mágicamente vinculante no la protegía de la magia de un Rey.

Por suerte la noche pasó rápidamente solamente con algunas quejas de Harry y algunos apretones a las gemelas.

Sapphira saltó del techo y los despertó relativamente temprano, aunque Harry era un madrugador, Parvati especialmente se quejó pero siguió a su hermana y su novio, se dieron una ducha rápida con un Harry apretando la mandíbula ante la tentación al ver a las gemelas bajo el agua, su piel oscura mojada y esas sonrisas tentadoras.

Sirius y Remus salieron casi al mismo tiempo de sus cuartos, bajaron todos juntos al primer piso donde el resto de los Patil los esperaban.

Parecían estar vestidos de manera ceremonial, Alia como la mayor fue la encargada de acercarse, con una palabras en Hindi antiguo pinto lo que parecían runas en su frente, Neeja fue la siguiente en acercarse para entregarle un Traslador, algo de comida, no lo suficiente como para comer bien durante toda la posible semana, pero lo suficiente si se racionaba.

Algo de agua, una muda de ropa y un mapa que claramente no estaba actualizado y no sería preciso de ninguna manera – estoy encantada de que mis hijas te hayan encontrado, regresa con bien – murmuró suavemente, solo para que él lo escuche.

Harry asintió y le dio una pequeña sonrisa, tomó las cosas que le ofrecieron y se dio la vuelta para despedirse de sus acompañantes, Sirius y Remus le dieron abrazos, Sapphira le dio un golpe en el hombro, lo bastante fuerte para que lo sintiera, sin embargo las gemelas estaban algo preocupadas.

Lo abrazaron con fuerza y le dieron besos profundos, en parte fue su manera de vengarse de su padre, sabían que eso lo molestaría.

Pero en su mayoría era para evitar pensar que Harry podría sufrir algún daño, estaban siendo algo paranoicas, pero el valle al que iría su novio era considerado un lugar peligroso, muy peligroso.

Quizá no deberían preocuparse, después de todo su novio era un ser extremadamente poderoso, de hecho en poder en bruto Harry podía superar a adultos completamente desarrollados, no debería haber nada en ese cañón lo suficientemente peligroso como para dañarlo.

Eso no evitaba que se preocuparan, así que lo besaron con fuerza para ignorar sus propias preocupaciones más que nada.

Sirius golpeó el hombro de Harry unos segundos después para que se separaran, lo cual hicieron con algo de molestia. Manjit los miraba con una mueca de desagrado, Anali se reía suavemente detrás de sus manos y los veía como si fueran un programa de televisión.

Neeja, Kamala y Sarisha les sonreían maternalmente pero también le daban miradas preocupadas a su señor esposo.

– Es hora de irse galán, ya te despediste lo suficiente – se burló Sirius.

Harry rumio por un momento, pero le hizo caso a su padrino, apretó las manos de las gemelas y se separó – ¿cómo activo el Traslador? – preguntó levantando el extraño tótem que le habían dado.

– Sakriy – dijo Alia y enseguida fue absorbido por el vórtice de magia del Traslador.

Incluso ahora los viajes mágicos eran un asco para Harry, así que un momento después cuando apareció en las faldas de un par de montañas cortadas por la mitad fue recibido por el suelo en el rostro.

Se quejó e insultó al aire mientras se levantaba – odio los malditos Trasladores – rumió levantándose y mirando a su alrededor.

Inmediatamente comenzó a sentir todo a su alrededor, Tonks y Sirius le habían hecho practicar eso prácticamente todos los días haciéndolo sufrir en sus entrenamientos prácticos, mejoró a pasos agigantados pero tenía un rango relativamente corto, aunque mayor al de Sirius que apenas empezaba recuperar algo de poder después de años en Azkaban.

No sintió nada que representara un peligro inminente, sin embargo el canal que se abría paso por entre la montaña era otro cantar, desprendía una sensación inquietante, lo mismo que sucedía en el Bosque Prohibido.

Pero aquí era mucho más marcado, posiblemente porque ese lugar no estaba cerca de una escuela donde se aseguraban que nada demasiado peligroso viviera.

En este cañón las criaturas mágicas se acumulaban y se mataban entre si constantemente, se enconaron, hicieron sus nidos allí. Se lamió los labios pensando en el tipo de cosas que encontraría allí dentro.

Movió la cabeza de un lado a otro haciendo que sus huesos truenen, luego los hombros, recogió sus provisiones y comenzó a caminar hacia el cañón oscuro, sus instintos rugieron a la vida cuando paso protecciones que evitarían que muchos mágicos se adentraran en el cañón, la sensación de inquietud aumentó exponencialmente.

Sus sentidos aumentaron y un rayo tronó desde su cuerpo casi como una advertencia a cualquier cosa que estuviera cerca.

Continúo caminando ahora con sus ojos convertidos en los de su forma dracónica, ahora podía ver a través de la oscuridad del cañón como si el sol diera directamente en sus paredes, no vio nada cerca, lo que era lógico, ninguna criatura que viviera en ese lugar dejaría de aprovechar el cañón.

Continuó con paso seguro adentrándose en el cañón propiamente dicho y asegurándose de ver hacia arriba constantemente para no llevarse ninguna sorpresa.

Por supuesto el cañón se abría como raíces de un árbol mientras se adentraba, después de dar algunas vueltas mirando todo a su alrededor para ver si encontraba la flor que buscaba, al entrar en una especie de claro con varios caminos, decidió sentarse y revisar el mapa.

Levantó la cabeza cuando sus oídos escucharon piedras cayendo en uno de los caminos, podía escuchar el susurro del viento, sentía que era acechado por algo, pero era lo suficientemente sigiloso para no poder escucharlo directamente.

Sea lo que sea que lo acechaba estaba claro que conocía el terreno y sabía aprovecharlo al máximo.

Se encogió de hombros y volvió a prestar atención al mapa, si lo atacaban sus sentidos podían reconocer dicho ataque antes de que llegara, su única preocupación sería que tan peligroso era en verdad lo que intentaba cazarlo.

El mapa no era muy preciso, pero tenía más o menos una dirección general de donde podría estar la flor. Posiblemente hicieron el mapa con la poca información que la gente que se arriesgaba a entrar allí les daba, y ya que era territorio mágico, protegido por magia para que los Muggles no entren, tanto como distorsionado por la propia magia natural del lugar, bueno el terreno podía y cambiaria con el tiempo.

Eso era algo que Sirius y Nym le explicaron la primera vez que salieron al bosque detrás del Grimmauld para entrenar.

Los Magos y Brujas tenían magia de expansión espacial para agrandar lugares, como se podía ver en el Callejón Diagon que no debería poder caber entre dos edificios separados uno del otro por 5 cm.

Pero por lo general el Maná ambiental iba un paso más allá después de un tiempo, lugares cargados con la suficiente magia como el Bosque Prohibido crecían por cuenta propia. Ese cañón debería ser igual, expandiéndose un poco día a día, e incluso cambiando el paisaje conforme las criaturas mágicas hacían sus hogares.

Volvió a guardar el mapa y comenzó a caminar hacia donde parecía más probable que se diera la flor, supuestamente era la flor de un Dios del Sol así que imaginaba que tenía que darse en un lugar con mucha luz solar.

En ese cañón había demasiados cambios en las paredes que producían sombras, así que dudaba se diera en este tipo de ambiente.

Sin embargo notó un cambio en el ambiente ni bien comenzó a adentrarse en su camino elegido, el viento también pareció aullar cuando recorría lo que claramente eran cuevas y túneles que se formaban desde los acantilados.

Ya esperaba el ataque, aun así se sorprendió cuando una especie de hilo pegajoso muy parecido a telaraña salió disparada desde arriba intentando apresarlo, levantó la mano rápidamente, más rápido de lo que cualquier Muggle podría haberse movido, atrapó el hilo e hizo una mueca cuando sus dedos quedaron apresados en la pegajosidad.

Volvió a levantar la cabeza cuando escucho los chirridos y vio a una especie de… hormiga mezclada con araña que salía de una de esas cuevas, tenía el tamaño de un rinoceronte, su exoesqueleto era de un naranja brillante, ocho patas y un abdomen bulboso que terminaba en un aguijón del que salía el hilo, dos antenas sobre esos enormes ojos negros y dos pinzas viciosas que se abrían hacia los lados antes de dejar ver la boca como tal que se abría de arriba hacia abajo.

Saltó desde el acantilado casi frenéticamente, como si se muriera de hambre, más de esas cosas seguían saliendo desde los acantilados repletos de orificios que parecían usar como nidos, con un poco de concentración la electricidad se desprendió de su mano quemando el hilo pegajoso incluso babeado como estaba.

La llama que se creó en el borde se apagó enseguida, no tuvo tiempo de pensarlo más cuando tuvo que apartarse del camino de la extraña hormiga.

Enseguida tuvo que apartarse del camino del hilo que le lanzó y terminó apresando a su… compañera que lo atacaba por la espalda, dio un paso adelante y pateó a la hormiga apresada con toda su fuerza. Se sorprendió cuando el exoesqueleto de la cosa soportó su fuerza bastante bien.

No fue así para la carne que cubría, la extraña hormiga chilló de dolor antes de salir volando llevándose con ella a la primera.

Se sorprendió cuando ambas chirriaron al salir de las sombras y ser alcanzadas por el sol, posiblemente porque vivían en las cuevas eran demasiado susceptibles a la luz, con una sonrisa divertida lanzó una corriente de electricidad que hizo retroceder al enjambre de enormes hormigas.

El rayo golpeó a una que bajaba rápidamente por la pared del acantilado, el exoesqueleto no la protegió y ni siquiera tuvo tiempo de chillar.

El cuerpo cayó a su lado humeando e incluso el fuerte exoesqueleto se hizo pedazos una vez quemado por la energía que lo recorrió, miró hacia arriba una vez más y sonrió algo emocionado por poder soltarse sin preocuparse por lastimar a nadie.

Cuando sus instintos lo rebasaron la primera vez que vio a Sapphira no podía recordar todo lo que sucedió, era más como ver fotografías en lugar de haberlo vivido.

Sin embargo su magia parecía recordar lo que hizo casi perfectamente, hacer cosas por instinto era diferente a hacerlo conscientemente, aun así tenía los principios por decirlo de alguna forma, entonces sabía más o menos algunas de las cosas que podía hacer con su elemento.

Aun así primero quería ver que tan resistentes eran a la magia misma, tomó su varita que había tenido un uso bastante fuerte este último tiempo y con un movimiento de muñeca lanzó un hechizo cortante a la hormiga más cercana.

Siempre regulando el poder que le aplicaba a sus hechizos para que su varita no explotara en su mano.

Por la poca información que recopilaron sin querer ir directamente con Ollivander, las varitas al unirse a la Bruja o Mago crecían al mismo ritmo, sin embargo su magia ahora había crecido demasiado rápido dejando atrás a su varita lo que lo obligaba a ser más consciente de cuánto poder ponía en sus hechizos.

El hechizo cortante no le hizo nada a la enorme hormiga, una combinación de la dureza de su exoesqueleto y algo de resistencia a la magia.

Lanzó un Depulso a otra que se acercaba saltando de una pared del acantilado a otra, incluso con la fuerza de su magia una vez más lo único que logró fue retrasar ligeramente la carga del animal.

– Ignis Flagellum – murmuró para ver que tal respondían ante los elementos.

El rayo parecía funcionar pero no sabía si eso era porque era su elemento natural como Rey, con un movimiento de cuerpo entero un látigo de fuego se creó desde la punta de su varita para agarrar una hormiga que chillo ligeramente al ser quemada, con otro movimiento la uso de ariete contra las que se le venían encima una vez más.

Las derribó y a la que tenía apresada tenía quemaduras que en cualquier otra cosa serían bastante graves, ya que el exoesqueleto era una coraza y no piel, entonces el fuego no les hacía tanto daño, de nueva cuenta, posiblemente porque tenía la suficiente resistencia a la magia, aunque la luz producida por el fuego las hizo chillar.

Volvió a guardar su varita y movía la cabeza para que su cuello tronara, aún no era lo suficientemente hábil con la magia como para vencer al enjambre con ella, solo ahora había comenzado en verdad a entrenar con ella.

Entonces el camino definitivamente eran sus habilidades naturales como Rey, aunque tendría que considerar seriamente continuar practicando su magia, había sido demasiado complaciente con eso desde que aprendió sobre ese mundo, tenía que compensar seriamente su flojera de dos años y medio.

Casi sin esfuerzo su cuerpo desprendió una corriente eléctrica a su alrededor carbonizando una hormiga que se acercó lo suficiente, entonces se lanzó hacia delante prácticamente bailando entre la horda de hormigas carnívoras.

La práctica para esquivar que Dora y Sirius planearon demostraba su efectividad, aunque las hormigas no eran demasiado rápidas lo compensaban con sus números.

Pateó y golpeó a cualquiera que lograra seguir su ritmo rápido literalmente partiéndolas a la mitad con su fuerza física, el rayo potenciaba sus capacidad naturales permitiéndole acabar con grupos en un solo ataque.

Aunque fue un poco decepcionante cuando las hormigas retrocedían ante el brillo que producía su rayo, ya que pronto dejaron de aparecer y volvieron a sumergirse en las profundidades de sus nidos, no parecían tener ningún instinto de supervivencia ya que siguieron atacándolo sin importar cuantos matara, pero escapaban despavoridos ante cualquier luz.

Se quedó en medio de lo que parecía un campo de guerra con cientos de cuerpo de hormigas muertas, sangre verde regada por todos lados y los destrozos que causaban su fuerza y su rayo.

Con un encogimiento de hombros continuó su camino lanzando pequeños rayos al suelo cada tanto para mantener a las molestas hormigas lejos.

Por suerte las enormes paredes escarpadas desaparecieron antes de que la noche lo alcanzara, de esa manera no tendría que pelear contra una horda de hormigas gigantes en medio de la noche aunque podía ver tan bien como en el día.

Las paredes dieron paso a olas de roca y arena, se imaginó que el desierto sería más o menos parecido solo que aquí pisaba piedra directamente.

Estaba a unos 500 metros lejos de las paredes cuando el sol se escondió detrás del planeta mismo y comenzó a escuchar los chillidos de las hormigas saliendo de sus madrigueras, el estar atento al peligro fue lo que le permitió sentir la aproximación de algo que claramente no eran las hormigas.

Primero fue su instinto y enseguida sintió una ligera briza que llevaba arena y un ligero aroma a cadáver.

Se agachó rápidamente y sus ojos se abrieron cuando vio que una enorme cabeza de chacal se formaba a partir de un remolino de arena, tenía los ojos rojos, estaba desnutrido, aunque quizá decir que parecía muerto era más preciso, literalmente tenía secciones donde la piel se desprendía de sus huesos.

El chacal se formó completamente por un momento mostrando su impresionante estatura igual a la de un caballo y luego volvió a desaparecer una vez más en arena.

– Incendio – murmuró rápidamente.

Su varita apuntó hacia el pequeño tornado de arena y las llamas comenzaron a lamer la arena, escuchó con claridad el aullido de dolor. El animal se alejó rápidamente al darse cuenta que no conseguiría comida fácil.

Dio media vuelta y miró hacia las paredes a lo lejos, medio curioso por la razón de que las hormigas no lo persiguieran, con sus números habría pocas cosas de las que preocuparse, sin embargo no parecían ni siquiera acercarse a la salida, contentas con atrapar lo que entrara en su territorio aunque sea mínimo.

Se encogió de hombros y comenzó a buscar donde descansar, recorrió fácilmente un kilómetro solo viendo esas dunas de roca, algunos chacales fueron alejados con relativa facilidad.

Hasta que se encontró con otro horro del lugar, diría que era la versión de un escorpión mágico para ese sector, cuatro ojos negros, una mandíbula móvil en forma de x en el centro de dos bulbos con aguijones para inyectar veneno, seis patas segmentadas largas y dos brazos con pinzas, su cuerpo era más largo y delgado que el de un alacrán común, parecía poder retorcerse algo similar a una serpiente.

Sin embargo el exoesqueleto de la espalda era blindado con púas que se disparaban hacia el cielo posiblemente para evitar que lo atacaran por arriba.

Su cola parecía mezclarse con el resto del cuerpo en lugar de parecer una extremidad diferente, terminaba en más púas aunque se cerraban de manera curiosa. El extraño animal chilló con fiereza y se sorprendió cuando las púas de la cola se abrieron para dejar salir una segunda que terminaba en una mano de cuatro dedos que se flexionaban para agarrar y al abrirse un aguijón venenoso se disparaba hacia delante.

La maldita cosa estaba hecha de pesadillas, saltó lejos cuando la segunda cola se movió hacia él con velocidades comparables a las suyas, el aguijón se incrustó en la roca sin dificultad mientras los cuatros dedos se aferraban a ella con suficiente fuerza para convertirla en polvo.

Esquivó las pinzas hacia un lado y una vez más se sorprendió cuando el animal se adelantó a una velocidad sorprendente para intentar atraparlo, la segunda cola se retrajo completamente antes de volver a dispararla como una bala.

Un escudo se formó frente a él evitando la fuerza de la cola, pero la fuerza del golpe aun lo mandó hacia atrás unos cuantos metros.

Saltó hacia un lado al sentir algo detrás de él, un segundo escorpión apareció a su espalda siseando, abriendo su grotesca boca y supurando veneno de los dos bulbos. Disparó un potente hechizo de destierro a la primera y se alejó de las pinzas del segundo.

Gruñó cuando su percepción extrasensorial le advirtió de un tercer escorpión saliendo de un hueco en el suelo de piedra, parecían formar mágicamente una especie de puerta que se abría y cerraba como si fuera una concha. Disparó un potente rayo hacia el escorpión que salía de su hogar y con un movimiento de su varita creó una cúpula de viento que por suerte fue efectiva en alejar los dos aguijones que se le venían encima.

Volvió a ver hacia el tercer escorpión y se sorprendió un poco de que pareciera completamente imperturbable después de recibir uno de sus rayos, no le puso mucho poder pero se imaginó que resultaría igual que con las hormigas.

Cargó un nuevo rayo rápidamente para experimentar un poco, este fue algo más fuerte, trono con fuerza contra la dura coraza del escorpión que siseo y retrocedió pero por lo demás no sufrió mucho, Harry inclinó la cabeza hacia un lado algo curioso, esquivó a otro de los escorpiones y se lanzó hacia el frente.

Esquivó las pinzas y lanzó un puñetazo bastante descuidado, hasta ahora el entrenamiento físico se había concentrado más en el cardio y la resistencia que en pelear con las manos, aunque Tonks planeaba entrenarlos como lo hacían los Aurores, no era mucho pero algo era algo, después de todo no se esperaba que los Aurores entrarán en peleas a puños.

Sirius también estaba investigando el entrenamiento militar, eso les enseñaría más sobre las peleas con las manos, pero su principal interés era que aprendieran a controlar su fuerza que parecía aumentar un poco día con día.

Aun con lo descuidado del movimiento, su puño conectó en la cabeza del escorpión con una fuerza tremenda.

La bestia chilló de dolor y salió volando hacia atrás, su resistencia a la magia era enorme pero era más susceptible a la fuerza bruta, el escorpión intentó mantenerse pegado al suelo pero solo terminó dándose la vuelta y terminando de espalda.

Los enormes picos en el exoesqueleto le jugaron en contra cuando terminó clavado al suelo de piedra, se preparó para los otros dos escorpiones, pero no necesito hacer nada, los dos escorpiones parecieron oler la debilidad y corrieron ante la bestia indefensa para comenzar a atacarla como pirañas.

El escorpión de espaldas intentó defenderse pero de espaldas y sin poder maniobrar bien terminó siendo devorado poco a poco.

Las mandíbulas dobles arrancaron pedazos enteros de carne, incluso el exoesqueleto duro como acero fue destrozado y devorado. Hary se quedó un momento viendo como el escorpión que chillaba y se retorcía era devorado por sus compatriotas.

Negó con la cabeza y comenzó a alejarse aprovechando que ya no lo atacaban, claramente en ese lugar era la ley del más fuerte y todo se comía a todo.

Una vez estaba a una buena distancia agitó su varita para eliminar su olor y volverse invisible, ya era de noche y quería descansar. Escuchó a los dos extraños escorpiones moviéndose una vez más así que se dio media vuelta por si aún podían detectarlo y aun buscaban más comida.

Por suerte parecían estar regresando a sus madrigueras para esperar que otra presa caminara cerca a ellos.

Del cadáver no quedaba más que un caparazón y algunos huesos medio derretidos, la coraza dura de la espalda parecía ser demasiado sólida para que incluso ellos mismos se la comieran, sin embargo parecía que podría servirle como un refugio improvisado.

Volvió sobre sus pasos rápidamente y levantó la coraza para darle la vuelta, las púas se llevaron unos buenos trozos de piedra, pero no fue difícil eliminarlos, golpeó el exoesqueleto un par de veces para comprobar que tan resistente era, asegurándose de prestar atención a su alrededor por si los escorpiones lo volvían a atacar por el sonido.

Cuando no sucedió nada sonrió ligeramente y se alejó una vez más ahora cargando un enorme caparazón de unos cuatro metros de largo, más o menos un metro de ancho y poco más de profundidad.

Ahora que estaba cubierto por su magia para no volver a ser atacado busco con más tranquilidad un lugar donde poder descansar.

Sin embargo, al igual que los riscos del principio, esas dunas de piedra parecían extenderse eternamente, sin rastro alguno de un solo árbol al menos. La temperatura no era un problema para él, muy pocos animales mágicos tenían problemas con el clima, él como un Dragón y como un Rey podía soportar temperaturas que incluso animales nativos no podrían soportar, Sapphira incluso se había burlado diciéndole que con el tiempo podría sobrevivir atravesando el sol, si eso era cierto no tenía idea.

El que el frío del desierto no le molestara no quería decir que estuviera dispuesto a simplemente recostarse sobre la roca y dormir, con algo de desgana dejo el caparazón a un lado y con un poco de magia comenzó a cavar un pequeño pozo sobre el que pondría la coraza.

Por suerte para él, para su entrenamiento Sirius había comprado libros sobre cualquier cosa que pudiera ayudarlos en las siguientes luchas por más mínimo que sea.

Como Sangre Pura y como noble ni siquiera tenía idea de lo que significaba la supervivencia en territorios salvajes y hostiles, pero como ex prófugo reconocía que el saber cómo defenderse en un territorio así podía salvarles la vida. Por ahora Harry agradecía de todas las maneras posibles el que su padrino hubiera comprado esos libros y se lanzaba cumplidos a sí mismo por haberlos leído.

Además de eso sus instintos también ayudaban mucho a guiarlo por caminos y darle ideas que serían beneficiosas, tanto por los libros leídos como por dichos instintos sabía que al cavar podría conseguir algo más de calor, al poner la coraza sobre él concentraría ese calor, ya que el caparazón era duro y con púas al embonarlo haría imposible o al más difícil que otros depredadores lo atacaran, con algo de magia podía hacer su guarida cómoda, aunque le hubiera encantado saber hechizos de expansión espacial.

Dentro de poco tenía una pequeña… tumba lo suficientemente profunda, se aseguró que la coraza cupiera dentro pero que no cayera demasiado profundo.

Cuando estuvo seguro que su techo estaba en su lugar lo levantó una vez más para amortiguar el fondo, luego bajó él mismo y colocó el caparazón por sobre su cabeza y de regreso en su lugar.

Hizo el lugar lo suficientemente profundo para que pudiera caber de pie gracias a la forma cóncava del caparazón, de esa manera también sería sencillo salir de allí. Se recostó en su cama improvisada y por fin pudo cerrar sus ojos y descansar un poco, aunque gracias a su poderosa magia eso era más un capricho que una necesidad como antes.

De hecho el ser un Dragón lo hacía biológicamente menos necesario, supuestamente mientras más crecía el Dragón menos tiempo de sueño tenía o necesitaba.

Se despertó cuando el sol recién comenzaba a levantarse desde el este, por un momento pensó en llevarse la coraza con él, sin embargo aunque liviana era lo suficientemente grande para estorbarle si necesitaba pelear así que decidió dejarla allí.

Salió de su guarida y observó sus alrededores, el viento aullaba bastante fuerte pero estaba lo suficientemente lejos de los cañones de hormigas para que pudiera escuchar otras cosas, más al noreste podía escuchar y olfatear agua corriendo, quizá un río lo suficientemente grande.

Cuando enfocó su vista hacia allí pudo ver una franja de verde en todo ese marrón, podía ser una selva, estaba a unos cuantos kilómetros y sin un rumbo mejor corrió hacia allí.

Como esperaba era una selva, aunque el parecido con la que vio al llegar al país eso se quedaba solo en el nombre, esta selva era mucho más antigua, los árboles se elevaban como rascacielos de una ciudad, sus enormes raíces sobresalían del suelo y bien se podían usar como casas.

El ambiente era mucho más húmedo y se sentía como algo primitivo, estaba claro que el humano, o el mago no había vivido allí nunca, quizá también tenía que ver con esta flor que lo mandaron a buscar, si en verdad podía alimentar la flora y fauna era de esperarse, aunque esto le parecía excesivo.

Sonrió de todas maneras porque parecía estar cerca de completar su búsqueda, se adentró rápidamente en la espesura de la selva, saltando por sobre raíces enormes o caminando debajo de ellas.

Encontró el río a media mañana, se metió en él no solo para refrescarse sino también para beber a su gusto.

Se quedó quieto cuando vio aparecer un tigre desde el otro lado, solo que este tigre era enorme y tenía dos colmillos viciosos sobresaliendo de su labio superior, exceptuando esas dos cosas el tigre parecía ser prácticamente igual al Muggle, si este tigre gigante era en verdad la mega bestia estaba claro que esa flor hacia su trabajo demasiado bien.

Esta enorme bestia frente a él debía pesar al menos unas 3 toneladas en lugar de los 300 kg que supuestamente pesaban en verdad.

Por suerte en este caso el gigantesco felino simplemente bebió agua y se marchó sin importarle el mago en el río – este lugar bien podría ser más peligroso que el Bosque Prohibido, aunque no tengo idea de que más podría estar viviendo allí – se dijo Harry mientras salía del río nuevamente y se secaba con un movimiento de varita.

Antes de continuar se comió lo que le quedaba de comida, aunque su hambre estaba comenzando a levantar la cabeza con fuerza.

Siempre disfruto de la carne en Hogwarts, ahora era más depredador que nunca y como un chico en crecimiento se moría de hambre todo el tiempo, así que necesitaría encontrar algo que comer porque por todo un día había comido cecina y nada más.

Encontró algo de fruta, aunque preferiría carne, mientras comía siguió caminando, encontró varias flores pero ninguna que se pareciera a la que buscaba.

Una intentó comérselo, así que decidió no acercarse a menos que fuera completamente necesario. Cuando pasaba por debajo de una raíz fue atacado por un Ankheg, los estudiaron con Hagrid, especialmente porque vivían en muchos bosques y selvas del mundo mágico.

Por suerte eran más conocidos por atacar en la noche o por sorpresa, así que una vez lo esquivo cuando salió de su agujero, volvió a meterse y esperar.

Después de eso se encontró con un claro repleto de enormes flores, sabía que había visto estas flores antes aunque no sabía dónde, aunque estas eran más grandes de lo que creía que deberían, tenían una especie de pétalos abiertos enormes de color rojo aunque parecían más… carnosos.

En el centro tenían… bocas que desprendían un fétido olor a carne podrida, pero por sobre todo ese fétido olor podía captar algo más.

Era… difícil de explicar pero casi podía decir que así olerían los rayos del sol, si tuvieran un olor es decir, lanzó una risotada sabiendo que la flor estaba a su alcance, ahora solo tenía que averiguar cómo pasar este campo de flores que no le daban muy buena espina, estaba revisando si podía cruzar gateando cuando sintió una especie de magia que no reconoció pero que resonó con su Dragón interno.

Gruñó con fiereza cuando la magia pareció aumentar un poco con cada segundo que pasaba, aumentando al mismo tiempo su temperamento, sed de sangre y ganas de luchar.

Si hubiera sido en cualquier otro momento la magia no le hubiera afectado, pero la temporada de apareamiento y la primera además de eso.

La conciencia del Zkrill estaba dormida mientras Harry pasaba por esta etapa tan caótica, especialmente porque esa conciencia era la representación de los atributos más animales y salvajes del Dragón, mientras que la de Harry representaba la parte humana y tranquila.

Sin embargo, sea lo que sea que tenía en su mochila se activó en las cercanías de la flor, justo cuando estaba por cumplir el objetivo, no solo no era natural sino que claramente estaba pensado en insuflar los instintos depredadores posiblemente de cualquier animal peligroso en las cercanías, quizá incluso de la flora.

Saltó a un lado cuando su instinto le advirtió del peligro, se dio la vuelta para ver que lo atacó y tuvo que comenzar a levantar la cabeza, el cuerpo era similar al de un lagarto quizá, aunque sus patas tenían más garras y parecían más ágiles que las de un lagarto.

Su cola sin embargo era muy parecida a la de un cocodrilo, nada de eso fue tan preocupante como los cinco cuellos largos y sinuosos que terminaban en cinco cabezas algo serpentinas, una de las cuales se había estirado a toda velocidad para atacarlo e intentar comerlo de un solo bocado, las otras cuatro rugieron con sus ojos amarillos brillantes y siniestro sobre él.

La Hydra estaba sufriendo exactamente lo mismo que él, la magia la estaba volviendo más agresiva y eso era decir mucho para una criatura violenta por naturaleza.

Volvió a saltar cuando otra cabeza lo atacó más rápido de lo que esperaba, literalmente se estiró más largo de lo que era en verdad. No tuvo tiempo de nada cuando la siguiente apareció por sobre la que lo atacó e intentó tragarlo.

Pudo reposicionar su cuerpo para no ser tragado, pero la cabeza aun lo embistió con suficiente fuerza como para sentir y escuchar sus huesos tronando.

Quedó pegado a la nariz de la Hydra hasta que lo estamparon contra el suelo como si fuera un meteorito, escupió sangre y tuvo que tomarse un momento para reorganizarse, sus instintos continuaron empeorando, se rio con la boca repleta de sangre y sus ojos brillaron con energía, sus pupilas en forma de rendija se dilataron, puso sus manos sobre la gigantesca nariz que lo mantenía preso, sus músculos se abultaron y entonces comenzó a empujar.

La Hydra intentó mantenerlo apresado sin lograrlo, entonces retrocedió y una segunda cabeza apareció por un lado y escupió ácido.

Harry estaba desequilibrado cuando la Hydra retrocedió igual de rápido a cómo atacaba, aun así logró apartarse del camino, mayormente, una enorme gota de ácido le cayó en el hombro derecho, lo suficientemente grande para que su brazo, cuello y rostro fueran alcanzados.

Su ropa y piel chispearon y comenzaron a derretirse, lanzó un rugido de dolor que sacudió la tierra, pero a su piel no le fue tan mal como a la tierra, árboles y flores que se desintegraron en segundos.

Se sacudió casi como un perro lanzando el líquido corrosivo lejos de él, pero también desprendió un aura de electricidad que tronó con fuerza.

El olor del ozono se hizo presente, ahora estaba muy molesto, cuando una nueva cabeza intentó dispararle otro chorro de ácido respondió con un enorme cañón de rayo que quemó el líquido, chocó contra la cabeza y peleó por unos momentos, la piel de la Hidra era una de las más resistentes tanto mágicamente como físicamente.

Sin embargo ante el elemento de un Rey resistió por solo unos segundos antes de ser superada, el cañón de electricidad engulló completamente la cabeza quemándola hasta ser irreconocible, luego se volvió cenizas.

Las otras cuatro cabezas rugieron por el dolor y comenzaron a lanzarle chorros de ácido de manera continúa dándole poco tiempo para reaccionar. Rugió de disgusto cuando vio el muñón de la cabeza que eliminó comenzando a burbujear y soltar un líquido extraño.

El largo cuello comenzó a dividirse al mismo tiempo que el muñón y ese líquido burbujeante generaban otras dos cabezas, dentro de un minuto la Hydra ya tenía una cabeza más que antes.

Creó una barrera frente a él que soportó el aluvión de ácido pero lo arrastró hacia atrás, chocó contra una de esas extrañas flores que de repente se movieron soltando algo parecido al polen, a la primera le siguió otra y pronto todas las flores soltaban ese extraño polvo que le picaba en la nariz.

Sintió su fuerza mágica disminuir como si el polvo estuviera comiéndose la magia a su alrededor o algo parecido, quizá minando su resistencia mágica para que sea más vulnerable a otras magias sería más preciso.

Estornudo, movió su cabeza y pronto sintió algo que solo sintió en esa playa de Francia, algo intentaba controlarlo.

Gruñó una vez más y como esa vez en Francia su mente fue completamente envuelta por la ira, vio rojo, sin embargo ahora esa magia que parecía también enojar a la Hydra lo estaba afectando. Sapphira dijo que lo mejor sería que su primera transformación sea bajo estricta observación y control ya que con su poder las cosas podían volverse bastante violentas.

Este era el peor escenario para hacerlo aunque no hubiera ocurrido nada si Manjit no estuviera claramente implicado en hacer algo para enojar y atraer a la Hydra pero también a él.

Harry sintió el rugido en su mente, sintió los ojos del enorme Dragón abriéndose, como si siempre hubiera estado dormido en verdad para dejar a Harry tranquilo y ahora quería salir a jugar.

Todo el lugar mágico se detuvo cuando sintieron la presencia del Rey apareciendo, Voldemort en Bulgaria siseo su enojo cuando sintió la presencia, Vlad a su lado se tensó cuando la magia del niño que ahora parecía tener ocho años hizo temblar su ciudad.

Otros dos reaccionaron también ante otro Rey, uno más calmado que el otro, un titánico Kraken abrió sus ojos en las profundidades del Océano Pacifico cerca al mar de Bering, el también rugió y salió disparado hacia la superficie con brutalidad, a pesar de la profundidad a la que dormía por lo general no le tomo mucho llegar a la superficie.

Rugió al aire cuando estuvo fuera del agua, el movimiento de sus tentáculos causaba enormes remolinos y la ruptura de la superficie por su enorme masa crearon tsunamis que se esparcieron hacia todas direcciones.

Japón estaba relativamente acostumbrado a ser receptor de terremotos y tsunamis, aunque el tamaño de estas olas sería un enorme problema.

Hawái, Alaska, la costa sur este de Rusia e incluso Filipinas y Papúa Nueva Guinea no estaban tan acostumbrados a ello, pero aun así recibirían el enojo de un Kraken más grande que una isla.

Nemuedini reacciono mucho menos violento aunque se tensó, de todos era el más viejo y el que mejor control tenía, además de tensarse no cambió su actitud y ciertamente no cambió su forma, continuó levantando la ciudad que fundó hace tanto como estaba planeado, evitar que el Sahara se tragara su ciudad y sus habitantes era un trabajo delicado y necesitaba concentración.

Por supuesto no eran los únicos, varias razas mágicas alrededor del globo lo sintieron, las grandes potencias que sentían los cambios en las energías del mundo igual, incluso los habitantes del Núcleo lo sintieron.

Lo primero que sucedió en la selva fue el aullido del viento que sacudió los gigantescos árboles que tocaban el cielo, le siguió una descarga eléctrica que ionizo la atmósfera y obligó a las nubes a formarse para causar una tormenta sobre el norte de la India, Nepal, Bután y el sur de China.

Luego Harry abrió sus propios ojos ahora blancos y con un rugido su cuerpo comenzó a cambiar, por primera vez adoptando su forma de Dragón.

En la cercanía una flor naranja no muy grande comenzó a brillar soltando magia de fuego, pero principalmente actuando como un faro para el ser que la creó, a partir de ella dicho ser pudo ver algo de lo que sucedía, aunque sabía que a algunos no les gustaría lo que tendría que decir después de esto, las cosas ya estaban tensas tal como estaban y ahora estaba seguro que lados tendrían que tomarse.

La piel de Harry fue reemplazada por escamas poco a poco, su cuerpo comenzó a crecer, garras crecieron en sus dedos, mientras tanto rugidos y gruñidos salían de su garganta, sus huesos se rompieron y reformaron, su estructura cambió completamente, cuando sus ojos ya se encontraban a cinco metros de altura tuvo que caer en cuatro patas.

Entonces tres extremidades más salieron de su cuerpo en un explosión de sangre y tejido muscular, dos alas y una cola, cuernos y púas se formaron desde su cráneo, la transformación continuó cuando aparecieron placas óseas por todo el cuerpo desde su cuello hasta la punta de la cola donde se formaron cuatro viciosos huesos con forma de hacha e incluso más filosas. En todo ese tiempo continúo creciendo y creciendo, sobrepaso rápidamente el ya masivo tamaño de la Hydra que parecía congelada en el tiempo todo el tiempo, aunque sus muchos ojos lo seguían sin despegarse un momento.

Su enorme cola se movió de un lado a otro desgarrando la tierra, las flores que aún soltaban ese extraño polen y destrozó una raíz gigante como si no hubiera estado allí.

En cuestión de segundos su transformación se completó, aunque para todo lo que lo rodeaba, incluso el ser que veía todo gracias a la flor, pareció que duró horas o días mientras veían a la bestia cambiar y crecer, en verdad solo pasaron unos segundos.

Cuando todo se detuvo la tierra misma pareció tomar un respiro, el Dragón se alzaba cien metros en el aire aunque estaba en cuatro patas, él simplemente cambiar su peso hizo temblar todo, estiró sus gigantescas alas golpeando un árbol que se inclinó hacia un lado y su madera sonó por el esfuerzo de mantenerse erguido y no partirse.

Cuando el enorme Dragón aspiró aire fue como si el vacío se formará, entonces rugió, el aire mismo vibró con violencia, la lluvia que caía se detuvo y se alejó del sonido e incluso la tierra tembló por el sonido atronador que se esparcía por cientos de kilómetros y producía miedo en todo y en todos los que llamaban hogar a ese sector mágico.

Cualquier magia que hubiera usado Manjit ya no servía pero la Hydra que tenía la mitad del tamaño del Dragón estaba completamente quieta intentando no llamar la atención del depredador mayor.

No sirvió de nada, el Rey era consciente de todo a su alrededor, con una velocidad que desmentía su tamaño, atacó, sus patas delantera aplastaron las cabezas contra el suelo y sus enormes fauces fueron directo al cuerpo, sus diente como cierras desgarraron la piel impenetrable para muchos, cortaron la carne debajo y aplastaron los huesos, la Hydra no tuvo tiempo de chillar, ya estaba muerta y siendo devorada.

Su boca era tan grande que en un par de mordiscos se comió la mayor parte del cuerpo, una vez satisfecha su hambre y el enojo dio media vuelta pisoteando las flores sin preocupación.

Los Reyes tenían un espacio mental dedicado exclusivamente a sus parejas, lo que lo impulsó a buscar la flor, el ser que miraba a través de ella huyó rápidamente.

Harry usó una pequeña descarga de magia para tomarla y llevársela, ni siquiera necesito verla en verdad para saber cuál necesitaba, una vez hecho eso y con un rugido ligero de repente su atención estaba en el aire, el cielo lo llamaba, desplegó sus alas que crearon una gigantesca sombra en el bosque al mostrar su inmensa envergadura, y con un batir despegó sin dificultad, incluso con su tamaño por la forma de sus alas pareciera que no deberían tener la fuerza para cargar su masa, los Dragones menores por lo general usaban magia para ello en lugar de solo sus alas como tales.

Él no lo necesitaba, su forma desmentía la verdadera fuerza detrás de cada una de sus extremidades, sus alas en verdad si eran lo suficientemente fuertes para cargarlo.

Salió disparado creando embudos de aire que derribaron esos árboles milenarios más altos incluso que él, un sonido de huracán se escuchaba cada que batía sus alas y su velocidad en el aire arrastraba la atmósfera misma consigo.

Mientras se movía no era consciente de lo que esto desencadenaría, el mundo estaba a punto de cambiar para siempre y ninguno de los dos mundos separados en el planeta era consciente de ello, si lo supieran todos y cada uno de ellos buscaría a Manjit Patil y lo harían sufrir.

Porque de repente los antiguos y verdaderos dueños de esa tierra estaban allí para recuperarla.