El final del sheriff de Nottingham
Robin Hood: Prince of Thieves fue dirigida por Kevin Reynolds y distribuida por Warner Bross Pictures
Este fic participa en el Reto "Multifandom 2025" del Foro "Hogwarts a través de los años"
Prompt 29: Escribir sobre un personaje que está disfrazado
Este fic contiene fragmentos del doblaje en castellano de la película
Cuando salió el alba, nadie perdió el tiempo.
Desayunaron y cada uno se puso a trabajar. Azeem se encargó del barril de pólvora. Tuck quiso ayudarle, aunque al ver el humo negro incendiario se cayó para atrás asustado.
Todo el mundo empezó a colectar las armas y a preparar los carros para ir al castillo del sheriff.
Había algunos que irían a cara descubierta; como Fanny, John Little, Tuck o Bull.
El sheriff había visto la cara de Will, así que, se la cubrió con una capucha.
En cambio, Robin y Azeem se disfrazaron.
Robin cubrió su rostro con una capucha y para evitar que alguien se acercara a él, cubrió parte de su rostro con heces de caballo.
Azeem cubrió su cuerpo con una tela blanca para cubrir su piel oscura.
Se dividieron por grupos.
Robin entró solo. Fingió ser un pobre vagabundo ciego y con el olor a heces ningún soldado del sheriff se acercó a él ni sospecharon su verdadera identidad.
Bull y Will entraron a pie por separado junto al resto de ciudadanos.
Fanny también subió, escalando, la muralla. Ella era la encargada de dar las armas a sus compañeros; el sheriff las había prohibido para entrar al castillo. John entraría por el mismo lugar, más tarde.
Tuck y Azeem entraron por la puerta principal con un carro y el barril lleno de pólvora.
Ellos eran los que llamaban más la atención. Pero los soldados del sheriff no sospecharían de un fraile y un enfermo.
Dentro del recinto, Tuck y Azeem bajaron el barril con cuidado hasta ponerla al lado de la plataforma de ejecución y otros muchos alrededor de los muros.
— ¿Qué hacéis? — preguntó un soldado.
— Oh, un poco de licor para el sheriff el día de su boda. — sonrió Tuck
El hombre no pareció darle más importancia.
Tuck ocupó su posición entre los ciudadanos y Azeem subió hasta arriba de las murallas.
Robin también ocupó sus posiciones allí.
Fanny, haciéndose la despistada, tiró dos espadas que recogieron Bull y Will.
— Oye, ¿qué estás haciendo? — preguntó un soldado haciendo guardia.
— Ah, aquí… Disfrutando las vistas… — disimuló ella.
En ese momento, John escaló la muralla y se peleó con el guardia, tirándolo al vacío. Después se puso a su lado.
— Hola, amor mío. — le saludó ella con una enorme sonrisa, como si tuvieran veinte años y fuera su novio y no su marido con el que había tenido ocho hijos.
En ese momento, apareció el sheriff con lady Marian vestida de novia y sus aliados.
También sonaron los tambores y salieron los diez hombres que serían ahorcados en la plaza mayor.
Cuando salió Wulf Little, Fanny se señó.
Para desgracia del plan, Will estaba muy cerca del pasillo que habían dejado los ciudadanos entre el acceso a la cárcel y la plataforma de ejecución. Wulf lo vio. Él no sabía que Will y Robin eran hermanos, solo sabía que Will había odiado a Robin desde el primer momento que lo vio y quiso traicionarle ante el sheriff, por eso lo liberaron, para que matara a Robin.
Y si Will estaba aquí… significaba que Robin…
Wulf consiguió zafarse del guardia que lo llevaba y se lanzó sobre Will para pegarle.
Eso llamó la atención de todos y los guardias capturaron a Will ante la mirada de sorpresa del sheriff por esa breve interrupción.
— Traedlo aquí. — ordenó.
Los soldados obedecieron.
— Oh, el traidor… — susurró el sheriff divertido. — ¿Mataste a Robin Hood?
— No, pero vi su tumba. — Will contestó con lo primero en lo que pensó, pero se arrepintió al instante.
"Su tumba, Will. ¿En serio? No puedes ser más imbécil a veces".
— Ahorcadle también. — ordenó el sheriff.
Mientras tanto, Wulf fue arrastrado a la plataforma de ejecución. Lo subieron al taburete y pusieron la soga en su cuello.
— ¡Cerdos! ¡Solo es un muchacho! —el anciano a su lado insultó a los guardias en cuanto lo vio. — Se fuerte. — le susurró en cuanto se fueron.
A Robin se le paró el corazón en cuanto vio como su hermano era arrastrado ante sheriff y como este ordenaba que le ahorcaran.
Will fue llevado a la plataforma de ejecución, pero…
— No quedan cuerdas, sheriff. — gritó Will. — Tendremos que dejarlo para otro día.
El verdugo lo cogió y puso encima del barril lleno de pólvora atando sus manos alrededor para que no pudiera escapar.
— Siempre hay sitio para uno más. — sonrió maléficamente y le escupió en la cara.
Will tenía la mente en blanco. Iba a ser ejecutado. Iba a ser decapitado. Ahora que empezaba a llevarse bien con su hermano, con toda la vida que tenía por delante. Y el plan se había ido al garete.
Robin estaba en blanco. Iban a decapitar a su hermano pequeño recién encontrado. Llevaba sabiendo su existencia veinticuatro horas y lo iban a matar. Iba a perder a su única familia. Miró a Azeem sin saber que hacer.
Empezaron las ejecuciones.
El primer taburete que tiraron al suelo fue el de Wulf.
El cuerpo del chico cayó, sus piernas se movían queriendo tocar el suelo y se llevó sus manos, atadas, al cuello intentando respirar.
Robin no perdió el tiempo. Tiró una flecha que dio en la cuerda que le ataba el cuello, pero no consiguió romperla del todo.
— ¡MI HIIIIJO! — gritó John bajando a toda velocidad a la plataforma de ejecución para intentar salvarlo.
Robin también se movió y bajó unos peldaños. Cogió otra flecha, la lamió y disparó. Azeem se encargó del guardia que iba hacia él.
Esa vez sí, la flecha rompió la cuerda y Wulf cayó al suelo.
Sin embargo, Robin había delatado su posición al salvarle.
— Locksley. — masculló Nottingham.
— ¡ROBIIN! — gritó Marian.
Los guardias empezaron a tirar los taburetes del resto de convictos. Sus cuerpos se vieron suspendidos en el aire solo sujetos por una soga alrededor del cuello y las piernas balanceándose. Wulf se puso debajo del hombre que fue amable con él intentando sujetarle las piernas para que pudiera respirar.
Will podía ver a Robin desde su posición. Ya se veía en las últimas. Estuvo feliz de ver a su hermano por última vez antes de morir. El plan no se había ido al carajo después de todo. Notaba la presencia del verdugo detrás de él con el hacha en mano. Cerró los ojos esperando que lo ejecutaran, pero justo en ese momento, Robin tiró una flecha con fuego, del incendio que Azeem había provocado disparando a los barriles a su lado y dio en el estómago de su verdugo matándolo al instante. Corrió hacia él y le cortó las cuerdas que ataban sus manos. También apartó su cabeza cuando otro guardia intentó acabar con su vida queriendo cortándole su cabeza con un hacha. Lo pateó y miró a su hermano feliz de que estuviera a salvo y con la cabeza pegada al cuello.
Mientras tanto, el sheriff ya se había retirado con lady Marian para casarse con ella, convertirse en miembro de la familia real y usurpar el trono.
Por otra parte, John Little empujó la plataforma hasta tirarla abajo salvando la vida de todos sus aliados. Corrió hasta su hijo, quien estaba de espaldas, y le tocó, cuando Wulf se giró, exclamó:
— ¡Padre!
Y se abrazaron.
Fanny suspiró aliviada.
Azeem también reveló su ubicación y exclamó:
— ¡Ingleses! ¡Escuchadme! ¡Soy Azeem Edin Bashir Al Bakir! ¡No soy uno de vosotros! ¡Pero lucho! ¡Lucho junto a Robin Hood! — señaló al actual lord Locksley. — ¡Lucho contra un tirano que os tiene esclavizados! ¡Si queréis ser hombres libres, luchad! ¡Uníos a nosotros! ¡Uníos a Robin Hood!
Se enzarzaron en una batalla y Will, Bull y John consiguieron mover una catapulta.
Robin se subió a la catapulta y Azeem le siguió.
— A donde tú vayas, yo voy.
Robin le asintió a su hermano menor, quien movió la manivela y ambos amigos salieron disparados aterrizando encima de un montón de paja.
— ¡Jódeme, lo ha conseguido! — exclamó Will feliz.
…
Robin y Azeem corrieron entre el edificio cargándose a todo guardia que se les cruzaba por delante con un único objetivo: matar al sheriff de Nottingham.
Mientras tanto, el obispo estaba casando a George y a lady Marian. El sheriff mientras tanto se desnudaba y decía que sí a todos los juramentos que les ordenaba el obispo. La prima de Ricardo Corazón de León seguía en silencio.
— George, ¿aceptáis a esta mujer como legítima esposa en el amor, la enfermedad y la adversidad hasta que la muerte os separe?
— Acepto.
— Y vos, lady Marian, ¿aceptáis a este hombre como legítimo esposo en el amor, la enfermedad y la adversidad hasta que la muerte os separe?
Marian iba a protestar, pero el sheriff le tapó la boca y dijo:
— Acepta.
— Yo os declaro marido y mujer. Podéis besar a la novia.
El sheriff la besó y la llevó a otra sala donde le quitó el vestido de novia y la dejó en camisón, mientras se ponía encima de ella para penetrarla.
…
Mientras tanto, el pueblo llano luchaba abajo contra los guardias para abrir la puerta de la muralla y que pudieran entrar. Lo consiguieron y algunos se adentraron mientras otros eran retenidos por los soldados.
Uno de los que consiguió entrar fue el fraile Tuck, quien se encontró al obispo de Hereford en uno de los aposentos vaciando todas las monedas que tenía en los cofres en sacos.
— Vaya, veo que habéis vendido vuestra alma a Satanás, eminencia. — le saludó Tuck con rabia. — Habéis acusado de brujería a hombres inocentes y les habéis dejado morir. — se dirigía a él muy serio.
— Hermano fraile, — le saludó el obispo con voz temblorosa viéndose acorralado entre la ventana y el hombre. — No irás a matar a un superior del clero, ¿verdad?
— ¡No! ¡No! ¡No lo haré! — respondió Tuck con voz jocosa, mientras el hombre seguía riendo con voz temblorosa. — De hecho, os ayudaré a prepararos para el viaje. Creo que vais a necesitar un poco de esto, señor. — Tuck le puso encima uno de los sacos que había en la estancia. — Veo que sois un hombre muy rico, señor. — le puso otro saco encima. — Y aquí tenéis treinta monedas de plata para pagar al diablo en vuestro viaje al infierno. — Tuck empujó al hombre por la ventana y miró desde arriba como la población se acercaba al cuerpo del obispo para recoger las monedas.
Azeem y Robin se separaron; en un momento dado Azeem se cruzó con Mortiana.
— ¡La bruja!
— ¡El hombre pintado! ¡Pasad, pasad, señor! ¡No quería importunaros en vuestro camino! — Mortiana temía a Azeem por la predicción que hizo sobre que un hombre pintado la mataría.
El árabe siguió su camino.
Robin cogió una cortina y la usó para entrar en la habitación de al lado, donde el sheriff estaba intentado forzar a lady Marian.
— Locksley. — masculló, desenvainó una espada y se la mostró. — ¿La reconoces?
Robin abrió los ojos sorprendido al ver la espada de su padre.
— Que coincidencia que sea la espada de tu padre la que acabe con tu vida, ¿verdad?
Ambos empezaron a batirse en duelo, con lady Marian en una esquina viéndolo todo y rezando para que ganara Robin.
Finalmente, el sheriff consiguió desarmar a Robin, tirarlo al suelo y apuntarlo con el arma al cuello. George de Nottingham empezó a reírse, confiado. Robin lo aprovechó para sacarse un puñal y clavárselo en el corazón. El sheriff se sacó el puñal y escupió sangre. Reconoció el puñal que le regaló a lady Marian en la iglesia del obispo. Lo tiró al suelo y se acercó a la ventana para que le diera el aire. Murió. Robin cogió la espada de su padre y apoyó la frente en ella. Era como si el hombre que le dio la vida estuviera allí para consolarlo.
De repente, Mortiana atacó a Robin para matarlo, por haber asesinado a su hijo y echado a perder su plan sobre convertir a su descendencia en reyes de Inglaterra, pero Azeem se precipitó en la habitación y le lanzó su espada cimitarra que le dio de lleno y mandó su cuerpo a la otra punta de la habitación al lado de su hijo.
— Al fin, he cumplido mi promesa, shaliq. — le dijo Azeem a Robin. Acto seguido, se fue de la habitación, tambaleándose.
Robin y Marian corrieron a abrazarse y besarse apasionadamente, fruto de la adrenalina y el miedo a perder al otro.
El capítulo iba a estar dividido en dos capítulos. Finalmente, quedó en uno. Pido disculpas si no ha quedado muy bien. No suelo escribir una escena de acción.
Ya tenía ganas de volver a este fandom y a escribir sobre este momento en el que Will casi muere.
Creo que al final, esta recopilación de one-shots se convertirá en un fic, ya que los capítulos que se ocurren sobre interacciones entre estos dos siguen un orden cronológico.
Hasta la próxima
