Will conoce a lady Marian
Robin Hood: Prince of Thieves fue dirigida por Kevin Reynolds y distribuida por Warner Bross Pictures
Este fic participa en el Reto "Multifandom 2025" del Foro "Hogwarts a través de los años"
Prompt 19: Escribe un fic con dos puntos de vista
Robin y Marian rompieron su beso y Marian le dijo:
— Me gustaría cambiarme de ropa y buscar a Sarah, mi dama de compañía.
— Claro. Lo entiendo. Yo tengo que buscar algo que el sheriff le quitó a un ser querido.
— ¿Tu padre?
— No. Mi hermano.
— ¡Tú no tienes hermanos! — exclamó ella sorprendida.
— Tengo un medio hermano, en realidad. No lo sabía desde ayer. — aclaró mientras ambos salían de la habitación. — ¿Recuerdas que mi padre tuvo una relación con una campesina?
— Sí, recuerdo que te enfadaste mucho.
— Mi padre tuvo un hijo con esa mujer. Lo supe ayer. Él mismo me lo dijo.
— ¿Quién es? — preguntó ella con curiosidad.
— Will Scarlet. — Marian hizo cara de confusión de no saber quién era. — El chico rubio que en la fogata te invitó a bailar, pero lo rechazaste por mí.
— Ah. Ahora lo ubico.
— Mi padre le regaló a su madre un cuchillo. Cuando ella murió, él se lo quedó y el sheriff se lo quitó cuando lo hizo prisionero.
…
Mientras tanto, los plebeyos seguían luchando contra los hombres del sheriff. Cada vez se unían más prisioneros liberados y los soldados tenían la esperanza mermada. Habían visto al cardenal, uno de los aliados de su líder, caer por una ventana.
¿Habría matado el sheriff a Robin Hood? ¿O Robin Hood habría matado al sheriff?
Algunos de los soldados habían desertado y estaban huyendo.
En un momento dado, Will se encorvó de dolor y se escondió detrás de un barril.
— ¿Will? ¿Estás bien? — Bull se acercó a él preocupado. — Si te pasa algo, Robin nos mata.
Will se levantó la camisa. Algunas heridas de los azotes estaban abiertas.
Bull se puso enfrente para protegerlo y Tuck, que había vuelto a bajar al patio, se unió a él.
….
Robin y Marian iban bajando las escaleras y buscando la daga de Will en las diferentes estancias cuando se encontraron de cara con Sarah. Habían liberado a los prisioneros de las cárceles. Unos fueron a luchar. Ella fue a salvar a su señora.
— ¡Oh, milady! ¡Menos mal que estáis bien!
— Tú también, Sarah.
Ambas mujeres se abrazaron.
— Sarah, ¿puedes ayudarnos a buscar una daga y un vestido nuevo para Marian?
— Claro, milord.
Emprendieron su marcha.
— En las mazmorras del sheriff he oído a los guardias hablar de una estancia del sheriff donde deja sus trofeos, objetos de sus víctimas, pero no sé dónde está. — explicó Sarah.
Todos abrían las habitaciones hasta que encontraron una que encajaba con lo que decía la doncella.
Robin se acercó directo a la parte de las dagas y buscó la que era idéntica al dibujo que hizo la madre de Will en el diario.
— ¡Aquí está! — Robin desenvaina la daga para cerciorarse de que era esa, la volvió a envainar y la guardó.
Marian y Sarah buscaban vestidos que ponerse. Cuando les encontraron, pidieron a Robin que saliera.
Robin iba a hacerle una broma a Marian, pero desistió y salió. Habían pasado por mucho y Marian casi había sido abusada del sheriff. No había tiempo para bromas.
Justo en ese momento, llegó Azeem.
— Los hombres de Nottingham ya se han enterado de su muerte. Están abandonando el castillo. — le informó.
….
Will estaba escondido detrás de los barriles, todavía débil por las heridas abiertas.
Las noticias de la muerte del sheriff habían llegado y los soldados corrían para salvar su vida. Aun así, Bull y Tuck seguían flanqueando su ubicación protegiéndole; Fanny se había reunido con su marido e hijo para abrazarse los tres en una estampa muy bonita.
En ese momento, salieron Robin, Azeem, Marian y Sarah.
Los soldados empezaron a correr más rápido huyendo y los ciudadanos lo vitorearon.
— ¡EL SHERIFF HA MUERTO! ¡LA TIRANÍA DE NOTTINGHAM HA TERMINADO! — exclamó Robin.
— ¡VIVA ROBIN HOOD! — vitoreó Azeem.
— ¡Viva!
Acto seguido, Robin buscó con la mirada a Will. Preocupado.
— ¡Estamos aquí, Robin! — gritó Bull.
Robin sonrió y se acercó a ellos.
— A Will se le han abierto algunas heridas de los azotes. — explicó fraile Tuck.
— Puedo atenderlo. — se ofreció Azeem examinando las heridas de Will. — Pero mejor en otro sitio. Aquí hay mucho polvo y podrían infectarse.
— ¿Puedes levantarte? — preguntó Azeem a Will. Este asintió y se levantó despacio.
Robin lo abrazó con cuidado.
Wulf seguía entre los brazos de sus padres, que se habían reunido con los demás.
— ¿Ahora os lleváis bien? — preguntó.
— Es mi hermano. Es una larga historia. Después te lo contamos. — le sonrió Robin. — ¿Estás bien, Wulf? — el chico asintió. — ¡Me alegro! — le sonrió Robin de vuelta. Después se acercó a lady Marian con Will cogido del brazo. — Will, te presento a lady Marian, mi… — ambos se miraron y Marian alzó las cejas. — Prometida. Marian, te presento a Will Scarlet, mi hermano por parte de padre.
— Un placer, Will. — le sonrió Marian.
— Milady. — respondió Will algo cohibido. No sabía cómo tratar a una mujer noble. ¿Debería hacerle una reverencia? ¿Darle la mano? ¿Besarle la mano?
— Bésale el dorso de la mano. — le susurró Robin al oído.
Will obedeció, pero hizo un beso con mucha rapidez y no despacio como lo hacían el resto de nobles. Robin y Marian se miraron divertidos y Robin volvió a abrazar a su hermano.
— ¡Volvamos a Sherwood! — exclamaron buscando un carro de caballos para poner los heridos.
— He encontrado la daga de tu madre. — le dijo Robin a Will y palpó la parte de la ropa donde la había guardado. Will sonrió.
— Gracias.
Prepararon un carro y los caballos; ayudaron a subir a los heridos. Unos aldeanos les dieron mantas, aguardiente, agua y comida, que el fraile agradeció.
Marian se ofreció a llevar las riendas. Decía que necesitaba estar sola para hablar con su doncella.
Partieron.
Este capítulo no estaba previsto. La presentación de Will y lady Marian iba a durar poco, al igual que la búsqueda de la daga de Will.
He visto que nadie ha escrito de Marian conociendo a Will como hermano de Robin. Me hacía gracia hacerlo.
¿Opiniones?
Hasta la próxima
