El último héroe ninja.
Parte 2.
VI
Otro día en el domo, todo transcurría con tranquilidad en el departamento del matrimonio denominado por votación como Uchiha-Uzumaki, sus tres integrantes se preparaban para la hora del almuerzo, dos de ellos cocinando, el tercero sólo observando.
Sentado en el pequeño comedor, Naruto observaba a su familia, poniendo especial atención a su esposa, la cual notó más recuperada después de aquella batalla en donde había tenido que darle parte de su vida.
Todo parecía indicar que ya había dejado ese episodio en el pasado y su única preocupación por el momento es que estuviera bien sazonada la comida, misma que le estaba dando a probar a Sasuke, quien cuidando que el arroz no se le quemara comió de lo que ella le daba y posteriormente asintió, confirmando que le había gustado la preparación, algo que le sacó a su esposa aquella bella sonrisa que tanto les gustaba a ambos.
—¿Quieres probar Naruto?
Se sobresaltó despertando de sus pensamientos, al momento que vio como su esposa se acercaba llevando cuidadosamente una porción de lo que había preparado en una cuchara. Por supuesto que él se levantó para alcanzarla y probar aquella exquisitez que le ofrecía.
—Delicioso, Sakura-chan. Has mejorado mucho.
—Sí, ajá… ¿y tú para cuándo? —se burló ella, regresando a cuidar la preparación que seguía a fuego bajo en la estufa.
Naruto se quedó helado ante aquel comentario y no pudo evitar rememorar que la razón por la cual tenía prohibido acercarse a la cocina, era porque cocinaba espantoso, lo único que le salía bien era el ramen instantáneo, y por supuesto cuando tocaba comer eso, se lo preparaba gustoso a su familia.
Sin embargo, miró picaronamente a su amigo también, pues, aunque ayudaba a cocinar, lo cierto era que Sasuke sólo sabía hacer arroz.
El Teme (como cariñosamente lo llamaba a veces) le salía tan bien que siempre le adjudicaban esa tarea ya fuera en sus diferentes derivados: arroz blanco, bolas de arroz, arroz frito, arroz con verduritas… etc; así que para el burlón Naruto ambos estaban en el mismo nivel de cocina; ¿o no?, reflexionó apoyándose sobre su brazo en la mesa, viendo de reojo a su amigo mientras evocaba el pasado, un pasado en donde Sakura y él se hubieran muerto de hambre de no haber sido por Sasuke y su arroz.
VII
Después del rapto, lo siguiente para los nuevos integrantes del domo fue que tuvieron que ser sometidos a minuciosas pruebas médicas donde además de pruebas de sangre y físicas, les implantaron mediante cirugías cierta tecnología que se requería para jugar el juego, entre otras cosas.
Para un montón de preadolescentes fue doloroso y vergonzoso ese momento, pues dichas pruebas los hizo sentirse profanados de todas las maneras posibles y humillantes, en especial para las niñas, las cuales fueron sometidas a un procedimiento extra para inhabilitarles su función para procrear otra vida, mismas que les dijeron serían devueltas si ganaban el juego, si es que así lo querían.
Después de las pruebas, tal cual como si fuera un espectáculo en donde no se consideraba para nada los sentimientos, fueron obligados a prepararse para la presentación ante el público que desde el exterior los apoyaría o destruiría si así se les daba la gana.
Naruto estaba asustado, ganas no le faltaban para echarse a llorar como muchos ya lo hacían. Su cabeza no hacía más que reproducir una y otra vez la escena de cuando su padre intentó protegerlo de la autoridad al igual que su madre, quien hasta el último momento se aferró inútilmente a él, gritando que no se lo llevaran.
¿Y todo para qué?
Para entretener a un montón de desconocidos que gozaban de ver como unos extraños peleaban entre ellos y hacían todo lo posible por ganar un premio el cual parecía no tener alcance, pues era precisamente la libertad lo que se daba.
El último héroe ninja era un juego que se transmitía para todos los habitantes, e incluso se podría decir que era obligatorio verlo en ciertas ocasiones, pues con los destinos de los habitantes a manos de la autoridad nunca se sabía si sería de utilidad saber qué pasaba en dicho juego.
Así que Naruto, como la gran mayoría de los jóvenes que lo acompañaban, ya estaban atenidos a lo que seguía después de las exhaustivas pruebas médicas: La presentación y selección de equipos.
VIII
La presentación individual de cada nuevo integrante del domo se había llevado a cabo y como parte de aquel horrible espectáculo ahora tocaba hacer el anuncio de la selección de equipos.
Para esto, cada joven fue obligado a pararse sobre una especie de pedestal el cual se elevaría al momento en que el anunciador (un hombre mostrado como un holograma virtual) nombrara el nombre del equipo. Para aquella ocasión y sin nada de originalidad sólo indicaron que serían equipos numéricos.
"Equipo 1, equipo 2, equipo 3"
Anunciaba con gran ánimo el presentador virtual, mofándose de los participantes que casi se caían de su pedestal o se aferraban a él al momento que se elevaban.
En uno de los pedestales, un nervioso Naruto, parecía estar a punto de colapsar ante la ansiedad que le provocaba todo aquel espectáculo. Lo único que deseaba era que ya esa parte se terminara y le dijeran en que equipo había quedado.
" Equipo 4, Equipo 5…"
— "Nada, aun, nada aún… ya por favor".
"Equipo 6"
—¡Ya!
"Equipo 7"
—¡AHHHHH!
Entonces el pedestal se elevó, y el grito del infante Naruto resonó brutalmente, provocando risas en los espectadores desconocidos, el cual aumentó más al ver al niño aferrado a su pedestal mientras soltaba lágrimas del susto.
Más humillado no pudo sentirse el menor, y lleno de coraje se posicionó bien en su pedestal tratando de superar rápidamente lo ocurrido para mitigar las burlas, que en efecto se calmaron una vez que dejó de llorar (externamente), eso le dio la oportunidad a Naruto de enfocarse en las personas que formarían parte de su equipo.
Un chico de cabello negro que, aparentemente muy "cool", pareció no haberse visto afectado por tremenda presentación, mientras que, en el otro pedestal, estaba una niña de peculiar cabello rosa que aferrada al pedestal lloraba incluso más que él.
Ellos dos serían aparentemente su nueva familia.
El equipo 7.
IX
Ahora, llegaba la parte más interesante del espectáculo, la entrega de las "habilidades especiales"
Para esto, el recién formado equipo 7, alejado ya de los demás participantes, se vio en una nueva habitación donde el presentador hizo la exhibición tanto a ellos como al público lejano de la máquina que les otorgaría sus habilidades, la cual no era más que una especie de ruleta virtual la cual se activaba con sólo tocar un botón.
Dentro de las habilidades, se encontraban desde las más básicas como la de saber manejar armas, hasta las más complejas como manipular elementos, y una tercera categoría que se denominaba como misteriosa, y las cuales muy pocas veces salían.
—Bien, niños… empecemos. Que pase primero el chico rudo, para ver si después de adquirir su habilidad se le quita ese semblante amargado ¡ja!
Como si hubiera dicho un súper chiste, el presentador comenzó a reír a carcajadas mientras que el serio y malhumorado Sasuke sólo se limitó a ir a la máquina donde en lugar de sólo oprimir el botón le dio un puñetazo.
—¡Cuidado mocoso, lo rompes!
Sasuke, ignorando al holograma, se limitó a ver sólo la pantalla donde la ruleta giraba, esperando poder ver ya cuales serían sus habilidades.
—¡WOW! ¡que afortunado! Sasuke Uchiha, de un sólo golpe has adquirido dos habilidades elementales: fuego (Katon) y rayo (técnica: chidori) … ¡espectacular! ¡Que suerte!
—Hmm…—fue lo único que manifestó el menor, y se alejó de la máquina para darle la oportunidad al siguiente miembro de su equipo.
—Diría que las damas primero, pero ya que empezamos por los chicos, sigues tú, niño…
Ante el llamado del presentador, Naruto tragó saliva con nerviosismo, y con paso lento se acercó a la máquina y apretó rendido el botón que le definiría parte de su destino en ese juego.
—¡Wow! ¡Habilidad misteriosa! ¡ EL ZORRO…! ¡que cool, me pregunto qué será eso! —gritoneó el entretenedor sorprendido. —Y como segunda habilidad, el elemento viento, ¡Wow! Parece que este equipo es de la suerte.
Sasuke, hasta ese momento no había prestado atención del todo a su equipo, sin embargo, se intrigó con la extraña habilidad que había adquirido aquel niño rubio, pues en lo que llevaba viendo los juegos jamás había visto que a otro participante le hubiera tocado eso del zorro.
—Bien, veamos si este es el equipo afortunado, adelante pequeña dama.
Entonces la única chica del equipo dio un paso.
Sakura, aun entristecida y marcada de la cara con las huellas de sus lágrimas, cayó en cuenta de que una vez que presionara el botón lo peor comenzaría, y como no había de otra no le quedó otro remedio más que oprimirlo con temor, rezando porque también le tocara una habilidad excepcional que la ayudara a sobrellevar el juego; sin embargo…
—Ay, que aburrido… chakra de curación, para que sólo puedas curar a los miembros de tu equipo. —mencionó el presentador dando un bostezo. —pero bueno niña, tu habilidad extra por lo menos es el genjutsu… a ver cómo lidias con eso.
La niña quedó devastada al ver los resultados, pues el chakra curativo sólo significaba una cosa: estaba destinada a ser sólo un soporte para darle su habilidad a esos dos chicos, en pocas palabras un comodín.
X
El espectáculo terminó, ya fuera de cámaras los participantes fueron escoltados a lo que sería sus nuevos hogares, que era en sí un pequeño apartamento en donde muy apenas podrían vivir tres personas.
Antes de que los encerraran por esa noche (como periodo de adaptación) se les informó que un asesor los visitaría por la mañana para darles un pequeño tutorial de como funcionaban las cosas en el domo.
Sin más remedio que esperar a que el amanecer llegara de nuevo al domo, el equipo 7 se instaló o trató de instalarse en su nuevo hogar, pues realmente no había mucho en ese apartamento, sólo había una pequeña cocina con estufa, fregador y alacena, un pequeño baño con regadera, y una cama lo suficientemente grande para que los tres durmieran, ni una ventana había.
—Ah… señorita, usted puede dormir en la cama. —ofreció tímidamente Naruto a la entristecida Sakura.
—No digas tonterías. —replicó Sasuke. —Mañana de seguro será nuestro primer combate, si no dormimos bien nos derrotarán fácilmente.
—¡Arggg! ¡tú, Teme!
—Si tanta pena les da, duerman ustedes en el suelo… no dormiré incómodo, y también de una vez les digo que nos vamos a tener que acostumbrar a esto —sentenció el Uchiha con rudeza.
—Ustedes hagan lo que quieran, me da igual… yo tomaré este lado de la cama si no les importa —musitó Sakura acostándose en la orilla de la cama, dándoles a ambos chicos la espalda. —Después de todo lo que me hicieron todas esas personas, ya todo me da igual…
Al escuchar eso, Sasuke gruñó furioso al rememorar tan vergonzoso día, en especial las pruebas médicas, y si a él le había parecido humillante ya se imaginaba lo que había sido para aquella niña, a quien vio que se cubrió avergonzada con la sábana.
No supo que decir, ni tampoco quería involucrarse demasiado pues tenía un objetivo claro: utilizaría a su equipo hasta que encontrara a su hermano, con quien pretendía hacer equipo para posteriormente salir ambos de ese sitio.
Mientras tanto, Naruto también observó con tristeza la situación sin saber del todo como abordarlo, sin embargo, aquel desencantador momento desentonó por completo cuando su estómago rugió como si tuviera un animal por dentro.
—¡Ay! Perdón… tengo hambre… —rio tímidamente, sintiéndose algo tonto.
No obstante, aquella reacción pareció contagiarse en los demás miembros del equipo, puesto que sus estómagos también gruñeron casi al mismo tiempo.
—Ay… creo que estamos igual… ¿Habrá algo para comer? —comenzó a husmear Naruto en la pequeña cocineta.
Sasuke entonces le siguió, y Sakura, levantándose de la cama también.
—¡No inventes que nos dejaron sin comer!
—eso parece, a partir de mañana supongo que tenemos que comenzar a ganar dinero para subsistir. —concluyó Sasuke al encontrarse sólo con gavetas vacías al igual que Naruto que sólo encontró una cacerola.
—¡Chicos, miren encontré algo!
Ambos varones entonces se acercaron a Sakura, viendo que esta había encontrado una bolsa de arroz que no pasaba del kilo.
—Pues algo es algo. ¿no lo creen? —comentó Naruto desanimado. — pero ¿cómo se cocina? ¿Usted sabe señorita?
—Ay, no me digas así, sólo dime Sakura. —gruñó esta avergonzada. —No sé… eh… ¿tú sabes… Uchiha-san? —preguntó con precaución.
—Hmm… sólo díganme, Sasuke. — resopló este con cansancio y le pidió que le diera la bolsa de arroz.
Acto seguido, se puso a cocinarlo y para sorpresa de Naruto y deleite de Sakura le había quedado bastante bien.
XI
Aportando con lavar los platos, (ya que no participó haciendo la comida) Naruto recordó con una sonrisita como la primera noche en el domo tuvieron que comer el arroz en forma de bolas, porque tampoco tenían platos o palillos; sin embargo, de poco a poco el equipo 7 comenzó a construir su hogar, y parte de ello se lo ameritaba a Sasuke que realmente fue de apoyo en sus inicios como jugadores.
Le dolía admitirlo, pero pensaba que por eso Sakura se había enamorado primero de Sasuke, y le dio sus primeros todos a él, pero no la culpaba, si consideraba a su amigo un gran partido, aunque pareciera que era alguien muy frío.
Pero él tampoco se había quedado atrás, y aportó con lo suyo y ahora eran considerados los mejores jugadores además de una popular y polémica pareja de 3, cuya principal meta era ganar ese estúpido juego y cumplir sus más anhelados sueños.
— Sí, algún día saldremos los tres de aquí. —pensó decidido.
Terminó de lavar los platos, y se dirigió a la habitación que compartía con su esposa y amigo, en donde encontró a ambos, Sakura dormida en la cama y Sasuke arropándola con cuidado.
—Dice que le cayó pesada la comida. —informó el Uchiha con seriedad.
Naruto por supuesto no le creyó y supuso que Sasuke estaba igual al juzgar por su expresión molesta. Apretó los puños con furia, encontrándose con la realidad. Sakura aún no se recuperaba del todo, pero fingía a la perfección estar bien.
—Dejémosla descansar unos días más. —pidió Sasuke, colocando una mano sobre su hombro. —Vamos a planificar bien nuestro siguiente movimiento.
Naruto sólo alcanzó a asentir ensombrecido, aunque no quisiera, tenían que seguir peleando o de una forma u otra la autoridad los obligaría a seguir en cualquier momento, pero no sólo eso, necesitaba seguir peleando para cumplir su sueño, el mismo que compartía con su amada Sakura y su estimado Sasuke el cual era construir un hogar propio fuera del domo.
Continuará.
Notas de autora: la que dijo que haría una historia corta XD, pero espero terminar con esto en sólo dos o tres partes más, la siguiente estará un poco más enfocada desde la perspectiva de Sasuke.
31 de agosto de 2024
