Capítulo 3x01: "El cumpleaños."
Casa de Tennesse
"¡Rudy!" gritó una mujer saliendo de la casa por la puerta de la cocina. "Rudy. ¡Vamos! Hace demasiado calor para hacerme ir a buscarte." inclinándose recogió el juguete del suelo. Dándose la vuelta se sobresalto cuando se topó con un hombre frente a ella de repente.
"Lo siento mucho, no quise asustarte." se disculpó Klaus con una fingida expresión de vergüenza.
"¿Puedo ayudarte?" preguntó la mujer mirándolo con desconfianza.
"Sí, mi auto hmm, mi auto se quedó sin gasolina hace un par de millas. Eh, siento que he estado caminando desde siempre." dijo Klaus. "La tuya es la primera casa a la que llego, así que esperaba poder usar tu teléfono."
La mujer alzó una ceja. "¿No tienes celular?"
"Eh, sí..." respondió Klaus sacando el teléfono de su bolsillo. "La batería se agotó. Mira, te prometo que no soy un asesino en serie... Sólo quiero usar tu teléfono."
"Claro." dijo la mujer con un suspiro.
Asintiendo Klaus hizo un gesto hacia la casa. "Entonces, ¿puedo entrar?"
"No." negó la mujer. "Buscaré el teléfono y te lo traeré."
La expresión luminosa de Klaus se transformó enseguida en una molesta. "Pensé que se suponía que ustedes los campesinos, debían ser más confiados."
Ante eso la mujer lo miró con más desconfianza aún. "Soy de Florida."
Ante su respuesta Klaus rodó los ojos. "Bueno, eso lo explica." dijo antes de agarrandola por la garganta comenzó a obligarla. "Ahora muéstrame un poco de hospitalidad sureña... Guisante dulce."
Dentro de la casa otra mujer se encontraba friendo la comida. Acercándose al mostrador con la sartén en su mano escuchó los pasos acercándose.
"Te apuesto cien dólares a que el perro se escapó a una casa con aire acondicionado." bromeó dándose la vuelta. Se tensó cuando vió a su amiga ser retenida de su nuca por la mano de Klaus. "¿Qué está pasando?"
"Por favor no te alarmes." pidió Klaus mirando alrededor. "Me dijeron que Ray Sutton vive aquí."
"Casi nunca está aquí." dijo la mujer con voz temblorosa mientras veía a la otra sollozar asustada. "Está de viaje la mayor parte del tiempo."
"Pero supongo que volverá a casa una vez al mes... Es lo que pensaba." murmuró Klaus pensativo. "¿Dónde está ahora?" su falta de respuesta hizo que su expresión cambiara a una de enojo enseguida. "Si tengo que obligarte a que me lo digas, será infinitamente más doloroso para ti." una sonrisa apareció en su rostro. "Mmm."
Asustada la mujer rápidamente salió corriendo de la cocina hacia la puerta principal, pero al abrirla se topó con un Stefan está parado en la puerta. Con un grito saltó hacia atrás.
"¡Me encanta cuando corren!" dijo Klaus acercándose detrás de ella junto con la primera mujer.
"¡Está en peaje, cerca de la frontera!" dijo la otra mujer rindiendose. "¡En un bar llamado Southern Comfort! ¡Está en la autopista 41!"
"Gracias mi amor." dijo Klaus tocando el cabello de la primera mujer. "Ahora, ¿puede entrar mi amigo?"
"Sí..." asintió la mujer llorando.
La segunda mujer abrió los ojos aterrizada cuando Stefan entró y Klaus empujó a su amiga hacia éste.
"Mata a ésta rápidamente." ordenó Klaus hacia Stefan, antes de mirar java la otra mujer. "Y a ésta hazla sufrir. Estaré en el auto." con una sonrisa se marchó con el llanto de las mujeres haciendo eco detrás de él.
"¡Por favor no lo hagas!" pidió la mujer en los brazos de Stefan, quien simplemente se quedó mirándola antes de transformar su rostro vampirico y morderla fuertemente en el cuello.
Afuera de la casa Klaus caminando hacia el auto, sonrió más grandemente cuando los gritos de ambas mujeres se hicieron más fuertes.
Mystic Grill
Un par de meses después, Damon que salía del Mystic Grill, no se dió cuenta que Elizabeth lo estába esperando reclinada con sus brazos cruzados contra la pared del restaurante.
"¿Mal día?"
Damon volteó sobresaltado hacia la voz. Cuando vió que era Elizabeth, no pudo evitar sonreír un poco.
Mirando su rostro, ella vió alivio y felicidad reflejada en su rasgos. "¿Me estrañaste?" preguntó riendo aunque sarcásticamente. No pudo evitar que su corazón se acelerara, pero luchó con las emociones. Separándose de la pared en que estaba apoyada se acercó un poco aunque manteniendo distancia. "Como si eso fuese posible, ¿no?"
"¿Donde estuviste todo este tiempo?" preguntó Damon omitiendo su sarcasmo, dando un paso en su dirección. "Te buscamos por todos lados. Pensamos que Klaus te había llevado."
Elizabeth lo observó en silencio seriamente. "Casi lo hizo Damon... Pero escape, huí de él de nuevo, y es lo que he estado haciendo desde entonces. Así que descuida, no pierdas el tiempo preocupándote por mí, mejor ocúpate de tu queridísima Elena... De lo que ví la última vez, tal vez tengas una oportunidad con ella ahora que Stefan está lejos."
Notando el claro sarcasmo en su voz, Damon cruzó los brazos. "Tengo cosas mas importantes de las que preocuparme."
"¿Oh en serio?" preguntó Elizabeth con diversión. "Pues mira, yo creí que estando lejos Stefan, aprovecharias la oportunidad para quitarle a su novia... Tienes el camino libre-"
"Ya basta Elizabeth." interrumpió Damon, molesto con ella ahora.
"Jum, como sea." dijo Elizabeth rodando sus ojos con fastidio. "Solo vine a ver si aún estabas vivo, y para decirte que Klaus está mas cerca de ustedes de lo que se imaginan y con él está Stefan, así que esten pendientes." sin decir más se volteó para irse pero la voz de Damon la detuvo.
"Espera, ¿te vas?" preguntó confundido al mismo tiempo que buscaba la solución para que no se fuera otra vez. "Creí que te quedarías."
"Solo estoy de paso." confirmó Elizabeth. "Klaus aún me persigue así que no puedo quedarme... Solo vine a decirte que estes alerta." los dos se miraron largo rato hasta que ella rompió el silencio. "Que bueno que estes bien Damon." con eso se volteó desapareciendo dejándolo solo, mirando donde ella estuvo antes.
Damon no pudo evitar sonreír al notar que había mostrado preocupación, no sólo por él, sino por sus amigos, eso quería decir que tal vez ella regresaría con el tiempo.
Memphis
Días después, Damon y Alaric se detuvieron en una casa rural en Memphis.
Escuchando que su teléfono sonaba Damon lo sacó. Seguramente, el identificador de llamadas de Elena fue claramente visible en la pantalla porque Alaric suspiró.
"¿Elena?" él incitó hacia Damon que le dirigió una mirada que indicaba que sí, efectivamente, era ella. "No sé por qué no le dices dónde estamos."
"Porque Andie dijo que esto era una media ventaja y no quiero hacer ilusiones." explicó Damon. "Porque si pone sus esperanzas y no encontramos a Stefan y Klaus, estará decepcionada y tendremos a una cumpleañera triste en nuestras manos."
Alaric miró hacia la casa. "Todas las pistas que hemos obtenido son a medias... Y yo soy tu cómplice." miró a su alrededor. "¿Qué quieres que diga? Quiero decir... prácticamente estoy viviendo allí."
Damon lo miró divertido. "¿Todavía estás durmiendo en el sofá?"
"Sigo esperando que me echen, pero no lo hacen." asintió Alaric encogiéndose de hombros. "No sé por qué. No estoy ayudando ni nada."
Damon hizo un zumbido de acuerdo mientras seguían mirando alrededor.
"Está tranquilo." notó Alaric después de un segundo.
"Sí." asintió Damon. "Muy silencioso." lentamente, comenzó a moverse hacia la casa. Cuando abrió la puerta, buscó a los propietarios de viviendas no deseados. Pero cuando cruzó el umbral, pasó libre con facilidad. "Oh sí."
Alaric cerró la puerta con un crujido detrás de él.
Mientras miraba a su alrededor, Damon captó la vista y el olor a sangre. En todos lados. En las paredes, en los pisos, en las puertas... el olor de la sangre seca y fría... Siguió el rastro de sangre que lo condujo directamente a un pequeño pasillo cuadrado y a la derecha estaba la sala de estar.
No se sorprendió al encontrar dos cuerpos adentro, con sangre empapada alrededor de ellos, sus miembros fríos y muertos. "Uh oh."
"Vampiro seguro." comentó Alaric.
"Stefan seguro." corrigió Damon.
"¿Cómo lo sabes?"
"Es su firma." explicó Damon mientras entraba en la habitación para ver los dos cuerpos en el sofá. Cada una de las partes de su cuerpo estaba unida, con líneas de sangre alrededor de sus extremidades pálidas. "Hay una razón por la que lo llaman el Destripador. Se alimenta tan fuerte que los desgarra, pero luego cuando termina, siente remordimiento. Eso es lo más grave." levantando la pierna la meció hacia adelante y hacia atrás en una de las rodillas del cadáver, sacudiéndola. La cabeza rodó al suelo al instante. "Lo es porque une nuevamente los cuerpos."
"¿Los une?" preguntó Alaric con su tono lleno de disgusto.
"Definitivamente Stefan." murmuró Damon.
"¿Qué estás haciendo?" preguntó Alaric cuando Damon entró en la sala de estar de la casa de Memphis con un gran tanque de gasolina.
"Cubriendo sus huellas." le informó él. "Claramente, no tienen interés en quedarse oculto, pero yo sí." enseguida empapó los dos cuerpos cubiertos de láminas en la gasolina mientras Alaric paseaba por la habitación. De repente, hubo un fuerte crujido del suelo que lo obligó a dejar de verter la gasolina. "Espera." murmuró dejando el tanque. Se acercó a Alaric y ambos miraron al suelo. Con determinación echó hacia atrás la alfombra de la alfombra para encontrar una escotilla debajo.
Murmurando por lo bajo Alaric abrió la escotilla, revelando un sótano secreto con cadenas que parecían lo suficientemente fuerte como para sostener a un hombre lobo.
"¿Bueno, qué crees?" dijo Damon con una sonrisa. "Hombres lobo."
Alaric lo miró por un momento antes de cerrar la puerta de la escotilla y trasladarse luego al umbral de la sala de estar, mientras Damon buscaba en su bolsillo una cerilla que encendió gracias al roce en un gabinete. Con el fuego brillando en su mano lo dejó caer en el camino de la gasolina, y el fuego se extendió violentamente hasta los cuerpos.
Así ambos dejaron la casa antes de que se quemara, no dejando rastro alguno del ataque de vampiros de su hermano.
Residencia Gilbert
El suspiro de Alaric liberó toneladas de dióxido de carbono de vuelta a la atmósfera. "Soy la peor pesadilla de todos los padres. Soy la chaperona-maestra del infierno."
"Me encantan las fiestas de la escuela secundaria." respondió Damon.
"¿No se supone que Andie vendrá?" preguntó Alaric.
"Transmitia hasta las diez en punto, estará aquí en un momento." dijo Damon, acercándose el vaso de bourbon a los labios mientras Elena se acercaba a él. "Hola, cumpleañera."
"Bebe." exigió ella, extendiendo su mano hacia el vaso de bourbon. Damon la miró con preocupación mientras la tomaba de su mano y le explicaba por qué estaba ansiosa.
"Jeremy está fumando." les dijo Elena. "Sé que no es la primera vez, pero intenté comunicarme con él, pero no creo que lo haya hecho. ¿Hice algo mal?"
"Ugh." Damon gimió cuando ella tomó su bebida. "¿Le contaste la historia de tu vida sobre cómo eras una drogadicta imposible?"
Elena solo le lanzó una mirada molesta antes de mirar a Alaric. "Hablale, por favor... Él te admira y siento que he estado presionándolo. Él necesita que un chico le hable." sin esperar respuesta, le entregó el vaso de bourbon vacío a Damon y se alejó.
El Salvatore le sonrió a su amigo y vertió otro trago de bourbon dentro del vaso que Elena le dio. "Estás perdido."
Un par de minutos más tarde, Damon recibió un mensaje de texto de Andie, que ganó un gemido de su parte. "Andie quiere que la recoja."
Alaric enarcó las cejas. "¿Tu novia falsa y obligada quiere que seas un novio caballeroso?"
"Bueno, es una dinámica complicada." dijo Damon ganándose un zumbido en sospecha de Alaric. "Mantén el fuerte abajo, ¿quieres?"
"¿Te refieres al fuerte lleno de mis borrachos estudiantes de historia?" Alaric aclaró.
Damon hizo un gesto hacia la botella de bourbon. "Bebe más." sugirió. "Se sentirá menos raro."
"¿Andie?" Damon llamó a la oficina de noticias vacía. De repente, su teléfono comenzó a sonar. Vio el nombre de Elena y decidió responderlo para que no pensara que se había ido de la fiesta sin decírselo.
"Fiesta central."
"¿Dónde estás?" Elena se metió en el teléfono.
"Fui... por el... ponche." mintió Damon.
En la casa de los Salvatore, Elena bajó las escaleras hacia la sala de estar y silbó a través de su teléfono. "No hagas eso, Damon. No me mientas." le advirtió. "Ví tu armario."
"Oh, oh, tengo que irme a romper..." sin terminar Damon cerró su teléfono, terminando la llamada con Elena.
"Espera, Damon..." pero ya era demasiado tarde, ya le había colgado. Elena dió un suspiro de exasperación.
Mirando alrededor de la oficina del noticiero, Damon trató de encontrar a Andie, pero no podía verla por ninguna parte. Sus ojos captaron una puerta que conducía al escenario, y decidió intentarlo. Entró en el escenario y se detuvo cuando vio un bolso tirado en el suelo... Y en el rabillo de su ojo, vio una figura. "Stefan."
"Hola, hermano." saludó un Stefan sin emociones, con las manos cruzadas detrás de la espalda.
"No escribes." bromeó Damon. "No llamas."
Pero Stefan no estaba jugando. "Necesito que dejes de seguirme... Estás causando algunos... problemas."
"¿Con quien?" Damon resopló. "¿Klaus? ¿Se supone que me importa lo que piense?"
"Lo que se supone que debes hacer... es dejarme ir." explicó Stefan.
Damon se acercó a su hermano. "Vi tu última obra de arte en Tennessee... Sigue así y no podrás salvarte."
Ésto hizo que Stefan riera fuertemente, agachando la cabeza. "Mira, la cosa es, uh, no necesito ninguna ayuda... Sólo quiero que me dejes ir."
"Tengo una cumpleañera en casa que no me dejará hacer eso." informó Damon.
"Solo, manténgase lejos de nosotros, Damon." Stefan se encogió de hombros.
Damon chasqueó la lengua. "Mira, no creo que me entiendas, Stefan-"
"No, ahí es donde te equivocas." interrumpió Stefan. "Creo que no he hecho mi punto, ese es el problema." cuando su hermano enarcó las cejas sonrió. "Oye, ¿Andie?" preguntó, volviendo la cabeza. "¿Todavía estás ahí?"
"¿Andie?" Damon retransmitió, confundido.
"¿Damon?" Andie lloró enseguida con voz temblorosa.
Mirando a lo alto del escenario, Damon la vió de pie en una cornisa, muy por encima del suelo.
"No puedo moverme, Damon." gimió ella. "Me dijo que no puedo moverme."
"No, no, no, está bien, Andie, ¡mantén la calma!" Damon le gritó antes de mirar a Stefan. "No está bien, hermano."
"Oh, vamos." Stefan le pidió. "Es un poco genial. ¿No?" cuando Damon se acercó más fijó su atención en la mujer. "¡Oye, Andie! ¡Puedes moverte ahora!"
"¡No!" gritó Damon al final de la frase de su hermano. "¡No! NNN-No, no, no!" pero Andie se movió de la cornisa, cayendo al suelo con un golpe seco.
Stefan que había sujetado a su hermano a la pared más cercana para que no pudiera salvar a la pobre humana lo miró con sequedad. "Dije que me dejes ir." gruñó antes de soltar a su hermano.
Inmediatamente Damon se acercó a Andie, para ver si todavía estaba viva, pero como esperaba no era el caso. Sacudiendo la cabeza con incredulidad volteó para mirar a Stefan, pero éste se había ido y estaba solo, además del cadáver de su novia que yacía a su lado. Y dolió peor de lo que había pensado que haría.
Nota: Amigos lectores estoy de regreso con ésta actualización... ha comenzado la temporada tres y quisiera saber qué opinan hasta ahora de la historia... ¿Les gusta? ¿Mucho o poquito? ¿Qué odian? ¿Que cambiarían? Me interesan sus opiniones...
