Mientras tanto Gabriel se encontraba en su cuarto jugando con su mascota. El niño estaba agachado de rodillas con las manos en el suelo, pretendiendo ser un conejito.

Andre Gabriel: Ahora es mi turno de saltar.

(Se puso de pie y dio un salto)

Cuando terminó de jugar el niño bajó a la cocina por una zanahoria para su conejo y una manzana para él, regresó a la habitación y ambos comieron muy a gusto.

Andre Gabriel: Que hacemos ahora conejito? Creo que debería ponerte un nombre. Hace tres semanas que vives con nosotros, y aún no tienes un nombre… ¡Ya se, te vas a llamar Kiwi!

El niño subió al conejo a su cama, y para que estuviera cómodo Gabriel lo puso en una almohada. Después agarró uno de sus libros de la repisa, y se acomodó boca abajo y empezó a leer.

Mientras tanto en la habitación de Oscar y Andre.

Oscar: Amor, cuando nos vayamos de viaje por nuestro aniversario, quién va a cuidar a Gabriel.?

Andre: Pensaba en dejarlo con sus abuelas, pero se me ocurrió que tal vez Alan pueda cuidarlo.

Oscar: Alan?

Andre: Si, creo que sería una buena idea que Gabriel pase tiempo con él mientras nos vamos de viaje.

Oscar: Claro después de todo, Alan es su padrino. Además Gabriel lo quiere mucho.

Ella abrazó a Andre de espaldas acomodando la mejilla en su hombro.

Oscar: Dime Andre, que tienes planeado hacer durante el viaje.

Andre: Es una sorpresa, mi cielo. Lo único que puedo decir es que me dedicaré a hacerte la mujer más feliz del mundo.

Oscar: Siempre lo has hecho. Desde el día que me casé contigo , he sido muy feliz.

Andre: Lo sé mi amor. Todos los días me lo demuestras.

Oscar: Y lo seguiré haciendo, mi cielo.

Unas horas después Oscar bajó a la cocina a preparar la comida. Todos se sentaron en la mesa a comer.

Andre: La comida quedó rica, Oscar.

Oscar: Gracias amor. Nanny me enseñó la receta.

(Guiño el ojo)

Andre le beso la mejilla.

Andre Gabriel: Papa, ¿Me sirves más puré de papa por favor?

Andre: Si, hijo.

Después de la comida Andre salió un momento, se sentó en el columpio que estaba en el porche de la casa. El notó que el jardín de rosas se encontraba en buen estado a pesar de haber estado ausente de casa por unos días.

Andre: Le llevaré la rosa más bonita a mi esposa.

Tomó una de las rosas y se metió a la casa. Cuando entró vio a Oscar sentada en el sofá, al parecer se sentía mal.

Andre: ¿Qué tienes mi amor? ¿Te duele algo?

Oscar: Me siento más o menos, mi cielo. Sentí un mareo ahorita mientras estaba limpiando la sala.

(Andre se sienta junto a ella)

Andre: Quieres que te traiga una pastilla?

Oscar: Si, Andre, por favor.

Andre: Iré al cuarto, te traeré una pastilla del cajón de medicinas.

Oscar: Gracias amor.

Subió arriba y rápidamente bajó con la pastilla para su esposa. En un rato Oscar se sintió mejor.

Andre: Está rosa es para ti, Oscar. La traje del jardín.

Oscar: Es muy bonita Andre, gracias.

Andre extendió su brazo para abrazarla y ella se recostó en su hombro.

Andre: ¿Dónde está Gabriel?

Oscar: Él está en su habitación jugando con Kiwi. Se ha encariñado mucho con su mascota, lo ha estado cuidando bien.

Andre: A Gabriel gustan mucho los animales. Imagina que dentro de veinte años termine trabajando cómo cuidador de animales en un Zoológico.

Oscar: O podría ser veterinario.

Andre & Oscar: Jejejeje

Oscar: A propósito, tengo que ir a ver cómo está, lleva mucho tiempo jugando.

Andre: Bueno.

Oscar tomó a Andre de la mejilla y le dio un dulce beso en los labios susurrando, te amo. En el cuarto de Gabriel, él se encontraba sentado en su cama leyendo un libro sobre plantas, kiwi el conejo estaba dormido en una almohada.

Oscar:¿Qué haces mi niño?

Andre Gabriel: Estoy leyendo mi libro, mami.

Oscar: Mmn.. es tu libro sobre plantas, hace un año que tu papá te lo regaló.

La mamá acarició la cabeza de su hijo y le habló cariñosamente.

Oscar: Mi amor, ¿Quieres que te llevemos al zoológico mañana?

Andre Gabriel: Sii.!

Oscar: Ok hijo. Iremos mañana por la tarde.

Andre Gabriel: Mami crees que haya Osos chiquitos en el zoológico?

Oscar: Si. Quizá haya algunos. Pero tú eres mi osito bebé favorito.

Le dio besitos pequeños haciéndole cosquillas , haciendo al niño reír.

Oscar: Sabes hijo te tengo una sorpresa.

Andre Gabriel: ¿Que es mami?

Oscar: Unas galletas que tu abuela Marion hizo para ti. Ella me las dio antes de irnos de su casa.

Andre Gabriel: Yay! Las galletas de mi abuelita son las mejores.

Oscar: En un rato te traeré unas galletas. Pero por ahora ve a lavarte las manos.

Andre Gabriel: Sí mamá.

Oscar: Te quiero mucho mi niño hermoso.

Andre Gabriel: Yo también te quiero mucho mamá.

Mientras tanto en la sala.

Andre estaba en una llamada con Alan para avisarle sobre el viaje que tenía pendiente con Oscar.

Andre: Como te decía, Oscar y yo nos iremos de viaje por dos días. Precisamente por eso te quería pedir un favor.

Alan: Claro Andre. ¿De qué se trata?

Andre: Podrías cuidar a Gabriel por nosotros mientras estamos de viaje.

Alan: Si, con gusto lo haré. Solo dime para cuando quieres que vaya a Caen.

Andre: En dos semanas.

Alan: Ok, entonces ahí estaré.

Estaba apunto de despedirse pero en ese momento Andre Gabriel apareció, él le mencionó que estaba en llamada con su padrino Alan. Gabriel se emocionó y pidió hablar con él. Andre lo sentó en el sofá dándole el teléfono para que pudiera hablar.

Andre Gabriel: Hola padrino!

Alan: Hey, campeón. ¿Cómo estás?

Andre Gabriel: Bien padrino. Te extraño mucho.

Alan: Yo también te extraño campeón. Pero qué crees quizá vaya a visitarte.

Andre Gabriel: ¿Enserio?

Alan: Si! Y quién sabe, a lo mejor podré contarte historias sobre mis misiones en Paris.

Andre Gabriel: Wow, sería genial padrino. Pero adivina que. Tengo un conejo de mascota, se llama Kiwi.

Alan: Ah, qué lindo, un conejito. Y lo cuidas bien?

Andre Gabriel: Si, padrino todos los días le doy de comer, y siempre se duerme conmigo.

Alan: Jejeje… ya veo. Por lo que me dices, se ve que cuidas mucho a tu mascota.

Andre Gabriel: Si jijiji.

Ambos terminaron de conversar después Andre tomó el teléfono para despedirse de Alan.

Andre: Bueno Alan, que tengas una buena noche, nos vemos en dos semanas.

Alan: Vale, Adiós Andre. Cuídate.

Tres horas después la familia cenó y se arreglaron para ir a dormir. Pero antes de eso, Andre Gabriel comió unas galletas, por haber cenado bien.

Oscar: Hijo ven la lavarte los dientes es hora de ir a dormir.

Andre Gabriel: Aww.. Sí mamá.

Cuando fueron a la habitación del niño, Andre lo arropó en la cama. También dejó a Kiwi en la cama.

Andre: Hijo quieres que te cuente un cuento para dormir?

Andre Gabriel: Sí papá.

Andre: ¿Qué cuento quieres oír?

Andre Gabriel: Umm.. no lo sé.

Andre miró el estante de libros en donde estaban la mayoría de los libros de Gabriel. Se dio cuenta que ya le habían leído todos los cuentos.

Oscar: Mi amor, ¿por qué no le contamos la historia del principito? Recuerdas que inventaste esa historia cuando era un bebé.

Andre: Es verdad, hace mucho tiempo que no se la cuento.

Los padres del niño se sentaron en las orillas de la cama y comenzaron a contar la historia.

Andre: Había una vez, un pequeño principito al que le encantaba jugar en el bosque cerca de su castillo.

Oscar: Los animalitos del bosque lo adoraban. Cada vez que el principito salía a jugar los animalitos lo recibían alegremente.

Andre: A veces pasaban muchas horas jugando que no notaba la noción del tiempo, y entonces el rey y la reina debían ir por el principito para llevarlo al castillo.

Oscar: Eso lo ponía triste, pero un día sus padres le dieron una tortuga cómo regalo. Para que no se sintiera solo, cuando no podía ir a jugar con sus amiguitos del bosque.

Andre: Pero un día mientras jugaba con su nuevo amigo en el castillo, quiso llevarlo al estanque para que se divirtiera en él agua.

Andre Gabriel: Y luego qué pasó?

Andre: El principito se quedó pensando, creyendo que él también podía ser como los animalitos. Así que comenzó a imitar a los animales que encontraba a su alrededor. Y al ver unos pájaros volar él quería ser como ellos, extendió sus brazos moviendo los arriba y hacia abajo pretendiendo que tenía alas.

Andre Gabriel: Jejeje.

Oscar: Siguió a los pájaros imaginando que volaba junto a ellos, se dejó llevar tanto por su imaginación que no notó que se había alejado de su castillo. Cuando no pudo seguirlos más se dio cuenta que estaba muy lejos de todo.

Andre Gabriel: Oh noo..

Continuará…