El hijo de Andre estaba muy atento a la historia mientras abrazaba su osito de peluche, preocupado por la situación en la que se encontraba el principito de la historia.
Andre Gabriel: Mami, Papi, ¿Qué pasó con el principito?
Oscar: Mañana te contaremos el final de la historia. Por ahora a dormir. (Le da el beso de buenas noches)
En unos minutos el niño se quedó dormido, su mamá lo tapó bien con las cobijas, pagaron la luz de la lámpara y salieron del cuarto. Una hora después se alistaron para dormir. Antes de acostarse Andre notó que Oscar estaba actuando extraño.
Andre: Oscar, mi amor, ¿Qué tienes?
Oscar: Ughh.. sintió náuseas.
Andre: Tranquia Oscar, respira.
La rubia respiró una y otra vez para evitar un accidente. Finalmente lo había logrado.
Oscar: (Suspiró) Ya se me pasó.
Andre: Porque no bajamos a la cocina, para que tomes un té, eso te quitará las náuseas.
Oscar: Gracias Andre, pero ahora no tengo ganas de nada.
Oscar se sentó en una silla.
Andre: Amor, ¿será que estás embarazada?
Dijo Andre con una linda sonrisa.
Oscar: Creo que sí, mi amor. Me siento igual que cuando estaba embarazada de Gabriel.
Andre: Y si te haces una prueba de embarazo para estar seguros.
Oscar: Tienes razón Andre. La haré de una vez.
La esposa de Andre fue al baño para realizar una prueba, la cual duró cinco minutos. Al saber la respuesta Oscar no lo podía creer, ya cuando regresó a la habitación, llevaba la prueba escondida para darle la noticia a Andre.
Andre: Entonces, fue positivo o negativo? Por Favor dímelo Oscar.
Caminó hacia Andre y le enseñó que la prueba era positiva. Este se puso muy alegre que cargo a Oscar por la cintura dando una vuelta.
Andre: ¡Seremos padres por segunda vez! Lo hemos conseguido, mi hermosa rosa.
Oscar: Si, mi amor!
Después de un rato de felicidad, ambos apagaron las luces y se acostaron en su cama, quedando dormidos. A la mañana siguiente, se despertaron de muy buen humor, más bien estaban más cariñosos que de costumbre. En la hora del desayuno Andre la abrazó de espaldas rodeando su cintura con sus brazos de una manera dulce mientras ella terminaba de servir el jugo. Sintió un cosquilleo al recibir un beso en la mejilla.
Oscar: (Susurros) Amor! Gabriel nos está mirando.
Andre: Está bien, Oscar. No estamos haciendo nada malo.
Andre miró de reojo a su hijo, su mirada era inocente y confusa. Terminando de coquetear con su esposa, sirvieron el desayuno en la mesa, huevos revueltos, tocino y pan tostado.
Oscar: Andre no se te olvide que en la tarde iremos al zoológico.
Andre: Si, mi amor. Gracias por recordármelo.
Oscar: Hijo, ya le diste de comer a Kiwi?
Andre Gabriel: Sí mamá.
Oscar: Bueno.
Horas después a la una de la tarde se prepararon para salir. Andre había llamado a un taxi. Sabiendo que la tarde sería larga, Andre le preparó su mochila a Andre Gabriel, poniendo un jugo de manzana y un toper con frutas. También le puso su sombrero para el sol, de color blanco.
Andre: Amor. Ya estás lista?
Oscar: Si Andre, nadamas estaba buscando mis lentes de sol.
Andre: Ok, amor. Tenemos que salir afuera a esperar el taxi.
Oscar: Vamos entonces.
La rubia tomó su bolso y bajó la escalera. Nadamas faltaba su hijo quien se encontraba en su habitación jugando con su mascota.
Oscar: Gabriel, hijo, ya nos tenemos que ir.
Andre Gabriel: Voy mami.
(Deja a su mascota en suelo y se despide)
Andre Gabriel: Adiós kiwi!
Momentos después llegaron al zoológico, Gabriel estaba emocionado, casi corre a la entrada, su papá lo cargó con calma mientras él y su mamá compraban los boletos. Ya adentro estaban los letreros que decían en donde se encontraban los animales de tierra y los animales acuáticos.
Andre: ¿Por dónde vamos?
Oscar: Si quieren, vayamos a ver a los Elefantes.
Dijo Oscar, mientras se ponía sus lentes de sol.
Andre: Ok, vamos.
(Andre llevó a su hijo de la mano)
Cuando vieron a los Elefantes, Gabriel se emocionó mucho. Trato de verlos mejor parándose de puntitas, para que el tuviera una mejor vista su mamá lo cargo.
Andre Gabriel: ¡Wow! Mira mamá hay cuatro elefantes grandes.
Los grandes elefantes alzaron sus trompas para alcanzar hojas de un árbol.
Oscar: Parece que están agarrando su comida.
Andre Gabriel: También usan sus trompas para tomar agua.
Andre: Exactamente hijo. Aparte de ser la nariz del elefante, la trompa es una herramienta muy útil para ellos.
Un momento después de ver unos cuantos animales llegaron al área donde se encontraban unos osos negros. Al parecer era una familia porque habían dos osos pequeños.
Andre: Mira amor, hay ositos.
Oscar: Se ven adorables.
Andre: Se parecen a nosotros. Porque tendremos un osito más en la familia.
Oscar: Jejeje.. que gracioso eres Andre.
Andre Gabriel: ¿De qué osito habla mi papá? Mami.
Oscar y Andre se miraron, uno de ellos sonrió. Lo cual significa que se pusieron de acuerdo.
Andre: Luego te lo explicaremos hijo. Por ahora vamos a comer algo.
Oscar: No es mala idea Andre, hay un pequeño parque aquí cerca, podemos sentarnos en las mesas de picnic.
Andre: Me parece bien, mi amor.
La familia camino hacia las mesas de madera, Andre sacó de la mochila la comida de su hijo, después fue a pedir comida para él y Oscar.
En el pequeño puesto de comida cercano Andre compró dos Hamburguesas con papas y dos sodas. Regresando a la mesa la familia empezó a comer. Mientras comían Oscar compartió las papas con su hijo, porque a él también le gustaban. Cuando terminaron de comer, fueron a ver los últimos animales que quedaban, vieron a los leones, las cebras, las jirafas y los flamencos. Una hora después terminaron de ver a todos los animales, antes de irse, Gabriel pidió ir a la tienda de regalos, terminaron comprándole un elefante de peluche.
Afortunadamente hubo un taxi disponible, lo tomaron y regresaron a casa. Horas después al caer la noche, luego de tomar un baño todos se alistaron para dormir. Pero antes Oscar y Andre hicieron lo acordado, decirle a Gabriel que va a tener un hermanito. Se encontraban jugando con su hijo en su habitación. Andre jugaba con el oso de peluche y Gabriel con su nuevo juguete, en un momento Andre interrumpió el juego.
Andre: Hijo, tu mamá y yo, tenemos algo que contarte.
(Oscar se agacha)
Oscar: Gabriel, Vas a tener un hermanito.
Dijo su mamá con una linda sonrisa.
Andre Gabriel: ¿Enserio voy a tener un hermanito mami?
Oscar: Si, Gabriel, O quizá vayas a tener una hermanita.
Andre Gabriel: ¿Dónde está ahora?
(Oscar puso su mano en su estomago)
Oscar: Tu hermanito está aquí dentro.
Andre Gabriel: Donde mami?
Preguntó el niño, confundido.
Oscar: Está dentro de mi vientre, Gabriel.
La madre agarró la mano de su hijo, y la colocó en su estómago.
Oscar: Mira hijo, aquí dentro, tu hermanito irá creciendo, y en unos meses va a estar con nosotros.
Andre Gabriel: Ooh ok.
(Sonrió el niño)
Andre: Entonces si te gustaría tener un hermanito, Gabriel?
Andre Gabriel: Si papá! Cuando venga mi hermanito voy a prestarle mis libros y mis juguetes.
Oscar: Te queremos mucho hijo, eres un buen niño.
Andre: Bueno, ya es hora de ir a dormir.
Andre Gabriel: Buenas noches papá. Buenas noches mamá.
Oscar: Descansa hijo.
Todos se fueron a descansar, después de esa noche los próximos días fueron tranquilos, la familia Grandier era una familia muy feliz, no había día en que Andre le demostrara su amor a Oscar. Con el paso de los días el embarazo de Oscar iba bien, aunque los antojos eran algo frecuentes. Comía fruta y verduras la mayoría del tiempo, pero de vez en cuando ella le pedía helado y postres a Andre, y él se los traía con mucho gusto. Luego de dos semanas Oscar y Andre ya se iban de viaje por su aniversario de bodas, una tarde antes de empezar el viaje la pareja terminaba de empacar sus maletas.
Oscar: Mi amor, llevas todo? ¿No nos falta nada?
Andre: No te preocupes amor, no nos falta nada, ya está todo listo.
Oscar: Gracias Andre.
Andre: Algo te pasa, verdad?
Oscar: Estoy un poco preocupada por Gabriel, no lo veremos en dos días. Es la primera vez que lo vamos a dejar al cuidado de alguien.
Andre: Va a estar, Oscar. Estoy seguro que Alan lo cuidará bien.
Oscar: Tienes razón, Andre. Mejor llamo a Alan para saber si ya llegó.
Andre: Adelante, mientras yo voy a ver que hace el niño.
Gabriel se encuentra en la sala jugando con kiwi, después de un tiempo el niño se había encariñado mucho con su mascota. No había día en el que no jugara con él. Dentro de dos horas Alan, el padrino de Andre Gabriel llegó a la casa de la familia Grandier. Al tocar el timbre, la puerta fue abierta por Oscar quien recibió a Alan con un abrazo de bienvenida.
Oscar: Hola Alan, ¿cómo estás?
Alan: Bien Oscar.
Andre: Alan!
Los amigos se dieron un saludo de manos, después Andre llamó a su hijo para que viera que su padrino llegó. Cuando el niño entró a la sala vio a Alan y corrió a abrazarlo.
Andre Gabriel: Padrino!
El niño lo abrazó con fuerza.
Alan: Hola, campeón. ¿Cómo estás?
Andre Gabriel: Estoy contento porque estás aquí padrino.
Alan: Jeje.. Yo también estoy contento por estar aquí, Gabriel.
Continuará…
