-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidades, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "We Are Here" de The White Noises para Sasuke, "The Wolf" de Fever Ray para Sakura, "Desolation" de Tommee Profitt para Kakashi, "Where Is Your God Now" de Rok Nardin para Tobirama, "Bloody Mary" de Lady Gaga para Kurotsuchi, y "I See You" de Leona Lewis para el contexto de la historia.

1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".

2-Dialogo normal para "español".

3-Breves textos en cursiva para pensamientos.

4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks


Luego de que Gaara hubiera dado su permiso para que el clan extendiera su ayuda a Kakashi, Sasuke y Sakura habían guiado a Tsunade hasta el punto en que se hallaba el Enlace Móvil para que pudiera examinar al Hatake y ver qué tan comprometida estaba su vida debido a la herida, y en cualquier caso qué podían hacer al respecto, ayudada por Suigetsu quien la recibió en el lugar, en tanto el Uchiha y la Haruno aguardaban en el exterior, como la misma Karin y que permaneció en la cabina de su helicóptero. Sasuke y Sakura se sentaron sobre el tronco de un gran árbol caído, a varios metros del Enlace Móvil, lo suficientemente cerca en caso de que Tsunade los requiriera a la par que lo suficientemente lejos para tener un espacio propio, algo que Kami sabía les había faltado en demasía; era egoísta, pero Sasuke no pudo evitar sentirse como la peor pareja del mundo, durante sus largos meses de entrenamiento, Sakura le había explicado que era una costumbre que tras emparejarse, dos individuos del clan se alejaran del mismo para poder vincularse mejor, para conocerse mejor, y si, Sakura y él se conocían muy bien, pero al observarla, no pudo evitar sentirse frustrado por todos los momentos que el conflicto con los "extranjeros" les estaba robando. Ajena a los pensamientos de Sasuke, Sakura se apretó nerviosamente las manos, temiendo por la vida de Kakashi, jamás lo había visto débil pese a conocerlo desde hace tantos años, pero ahora…había visto su verdadero cuerpo y la seriedad de sus heridas no pudo evitar angustiarla, Kami no se lo llevaría, ¿verdad? Si, el estado de sus heridas era serio, pero el Hatake era una buena persona y necesario en extremo para vencer a los "extranjeros".

—Espero que puedan ayudar a Kakashi— suspiró Sakura, tratando de confiar en Kami.

—Es un hombre fuerte, más que muchos que he conocido. Luchara, lo sé— sosegó Sasuke, alargando una de sus manos y entrelazándola con la suya. —Sakura, sé que ya hablamos de esto, pero quizá este es el único momento que tendré para explicarte el por qué hice lo que hice y te mantuve al margen de todo— planteó, solo deseando ser honesto con ella.

—No tienes que hacerlo— negó ella, no queriendo obligarlo a nada. —Ya no estoy enojada contigo, aunque sí que en el fondo me gustaría intentar entender porque llegamos a esto— admitió, en caso de que pudieran hacer algo para evitar la guerra.

—Y mereces respuestas— asintió él, reafirmando su punto y recibiendo su consentimiento para hablar. —Como sabrás, no puedo caminar en mi cuerpo real por la herida que sufrí años atrás cuando era militar; inicialmente vine aquí para cumplir el sueño de mi hermano Itachi, que era parte del Programa Avatar, pero luego el coronel Danzo Shimura me ofreció la posibilidad de interceder para lograr que me operaran y recuperara la movilidad en mis piernas...— observó los ojos de Sakura, encontrando solo comprensión. —Si me infiltraba entre ustedes, me ganaba su confianza y los hacía moverse del Árbol-Madre sin que tuvieran que forzarlos como ocurrió— relató, sintetizando todo lo mejor posible.

—¿Por qué?, ¿Qué mal les provocábamos que tenían que quitarnos nuestro hogar?— inquirió la Haruno, sin conseguir entender la causa de todo.

—Eso se debió a que bajo el Árbol-Madre se encontraba un gran depósito de unobtanium, un mineral muy valioso para los extranjeros que modera la crisis energética en el mundo "civilizado"— contestó el Uchiha, imaginando su reacción.

—¿Provocaron toda esa destrucción por una roca?— mas bien afirmó la pelirosa, entre incrédula y molesta. —Por Kami...si nos lo hubieran pedido se los habríamos dado, ¿Qué más nos costaba entregar algo que no es vital para nosotros?— obvió, sin entenderlo.

—Lo sé, y pienso igual que tú, pero cuando todo comenzó, simplemente y estando en el lado de los extranjeros, pensé que estaba haciendo lo correcto, al principio les envié especificaciones e información de la estructura interna del Árbol-Madre— continuó explicando el azabache, entrelazando sus manos con las suyas, —luego me di cuenta del error que estaba cometiendo y envié información errónea a propósito, pero ya era tarde— quizás no sirviera de mucho, pero quería que ella supiera todo.

—Estabas comenzando a aprender del clan entonces, no puedo culparte por obrar así, solo eras leal a los principios de los tuyos, no tenías vínculos con nosotros— exculpó Sakura, incapaz de pensar mal de él.

—Pero ya estaba enamorándome de ti, y fue eso lo que me hizo entender el mal que iba a causar, tanto al clan como al bosque— contrarió Sasuke, aun sintiéndose culpable. —Solo lamento no haber podido impedirlo— se disculpó, deseando haber podido hacer más.

Quizás no había querido hacerlo, quizás se había dado cuenta de lo erradas que habían sido sus acciones desde el principio—pese a tratar de ignorarlo—, pero no había podido hacer nada más que ser un mero testigo de lo que ocurría, sintiendo que la traicionaba a ella que desde el principio se había metido en su corazón y ahora todo en cuanto Sasuke podía pensar era en protegerla, alzando una de sus manos y acariciando su dulce rostro de facciones angelicales que lo hacía sentirse obnubilado cada vez que contemplaba sus ojos esmeralda. No pudiendo culpar a Sasuke no pudiendo enfadarse con él, porque no era el mayor culpable de todo en cualquier caso, Sakura inclinó su rostro contra el suyo para pegar sus respectivas frentes, cerrando los ojos y disfrutando la cercanía, así como la forma en que sus respiración se sentían una contra la otra, rozando sus narices y viéndolo cerrar los ojos por inercia…era un skxawng, siempre lo sería para ella, pero era mil veces más puro de corazón que los "extranjeros" que ahora hacían la guerra a su clan y probablemente a cada forma de vida libre, de otro modo Kami no lo habría puesto en su camino en primer lugar. Recordando la primera vez que había visto a Sasuke, vagando solo por el bosque aun antes de su primer encuentro, tan diferente de cómo era ahora y ella misma dispuesta a matarlo, Sakura no pudo evitar morderse el labio inferior, sintió vergüenza de su propia forma de pensar para haber pensado en tomar su vida, mas Kami con buen juicio no lo había permitido, pero ella misma quiso ser tan honesta como Sasuke lo estaba siendo en ese momento y la mejor forma era contándole sobre eso, aunque quizás no fuera tan importante o relevante.

—Nunca hemos hablado de la primera vez que te vi— inició Sakura, viéndolo a los ojos.

—No creo que sea necesario, siempre recordaré la forma en que apareciste para salvarme esa noche— contestó Sasuke, rozando su nariz contra la suya.

—No, así fue como nos conocimos, pero esa no fue la primera vez que te vi— aclaró ella, regresándolo a la realidad y entrelazando su mano contra la suya. —Estabas perdido en el bosque y completamente ajeno a mi presencia en lo alto de una de las ramas de los árboles. Prepare una de mis flechas, la coloque en mi arco y me prepare para dispararte directamente al corazón— relató, viendo la sorpresa en sus ojos mientras la oía.

—¿Por qué no lo hiciste?— cuestionó él tras terminar de escucharla. —Era un extranjero, un enemigo, tenías razones de sobra para matarme y ninguna para perdonarme— había aprendido eso de ella, —¿Por qué no disparaste?— inquirió, viéndola a los ojos y dejándole en claro que no estaba molesto en absoluto.

—Kami no lo permitió, me envió una señal— sonrió la pelirosa, aliviada de que no pensara mal de ella. —Tensé mi arco y estuve a punto de soltar la flecha…cuando una semilla del Árbol Sagrado voló hasta la punta de está, impidiéndome disparar. Kami no me dejo matarte y si bien acepté su deseo a regañadientes, eso detonó mi curiosidad por lo que te seguí y fue así como nos conocimos esa noche— prosiguió, siendo eso último un recuerdo mucho más feliz, —cuando tu actitud infantil atrajo a los coyotes, Skxawng— añadió con una sonrisa al recordarlo.

—Pero soy tu Skxawng— recordó el azabache, sin dejar de verla a los ojos. —¿Qué significó lo que le dijiste a Tsunade?, ¿Qué cada señal necesita tiempo?— preguntó, siendo algo que deseaba comprender.

—Manejas mejor el idioma— celebró la Haruno, sintiendo que no tenía que enseñarle más. —Me refería a la profecía de la que te hable; antes de morir el primer Biju Makto profetizó que la hija de un Olo'eyktan lideraría al clan junto a un guerrero elegido por Kami, Gaara creía que la profecía se refería a él, pero creo que en realidad se refiere a ti— aclaró, viendo al azabache fruncir el ceño con extrañeza. —Mi visión dijo que sería Tsahik y no puedo serlo si no soy la esposa del Olo'eyktan. Pero tal vez si, si soy la mujer del Jinete de Sombra— dirigió, intentando encontrarle sentido. —Tu propósito aquí es más grande, Sasuke, Kami nunca centró su atención en un extranjero como hizo contigo, ni siquiera con un miembro del pueblo— aseguró, sosteniendo las manos de Sasuke entre las suyas. —El futuro nos dará la respuesta— concluyó, no pudiendo creer en otra cosa.

—Recuérdame agradecer a Kami el indulto— consideró el Uchiha en voz alta, haciéndola reír, —y ponerte en mi camino, ángel sin alas— elogió, no pudiendo verla de otra forma.

—Los dos tenemos mucho que agradecer— coincidió ella sin dejar de sonreír.

No sintiendo esta vez que quedase algo pendiente que decir, y viéndose a los ojos en todo momento como prueba, Sasuke fue el primero en inclinar su rostro más cerca del de Sakura, reclamando sus labios en un beso al que la Haruno no dudo en corresponder, alzando sus brazos para envolverlo alrededor de su cuello mientras él entrelazaba los suyos alrededor de su estrecha cintura, queriendo sentirla lo más cerca suyo posible, profundizando el beso al hallar solo aceptación de su parte, mordisqueando sus labios y recibiendo permiso para reclamar el interior de su boca con su lengua. No era la primera vez que Sasuke la besaba, de hecho, ambos se habían vuelto bastante asiduos a demostrar el afecto y deseo que sentían el uno por el otro de esa forma, pero de cualquier forma Sakura no pudo temblar en brazos de Sasuke, arqueándose contra él en medio del beso y deseando más que un beso aunque fuera motivo de reproche, mas esa idea se descartó de inmediato mientras sentía el tacto de Sasuke alzar de su cintura a sus costillas y sus pechos, amasándolos a través de la ropa…El beso se rompió para que ambos pudieran recuperar el aire, pero Sasuke descendió sus labios por su mentón y cuello, lamiendo su piel y haciéndola desear más y sentir su cuerpo envolviéndola, todo era nuevo para ella, pero deseaba explorar todo lo que él deseara. Concentrados como estaba la pareja el uno en el otro, no cayeron en cuenta de cuánto se habían distraído hasta escuchar el eco de pasos acercarse entre la hierba, separándose y tratando de calmarse lo más posible antes de desviar la mirada hacía Tsunade, quien finalmente se detuvo frente a ellos, con una expresión para nada alentadora en su serio semblante.

—¿Cómo está?— interrogó Sasuke, tan preocupado como Sakura a su lado.

—Debemos proceder rápido, no hay mucho tiempo— contestó Tsunade, entre sería y preocupada. —Debemos preparar sus dos cuerpos; su verdadero cuerpo y su cuerpo de Avatar, para presentarlo ante Kami— instruyó, observando a su hija en especial.

—Así lo haremos— asintió Sakura, conociendo bien el procedimiento.

Teniendo aún tanto por aprender del clan Konoha y de la vida de los nativos, en nada extrañaba que Sasuke se mostrará perdido e incluso desconcertado ante las palabras de Tsunade, no teniendo del todo claro que deberían hacer con los cuerpos humano y avatar de Kakashi, pero para su alegría Sakura si estaba al tanto de todo y asintió bajo la mirada de su madre, quien asintió y procedió a retirarse, seguramente para preparar todo para recibir los cuerpos del doctor Hatake en el Árbol de las Almas. Los nativos normalmente no hacían un ritual como el que su madre estaba proponiendo, simplemente se depositaba el cuerpo de una persona moribunda—de ser posible—en la base del Árbol de las Almas y se entregaba a la voluntad de Kami, si su Gran Padre elegía salvar a esa persona, una Tsahik hacía bien su trabajo y en este caso se haría lo mismo, solo que para mayor seguridad dejarían que Kami eligiera si mantener la consciencia de Kakashi en su cuerpo humano—si este soportaba vivir hasta el proceso—o bien pasarla a su Avatar. Claramente sin entender demasiado lo que sucedía, Sasuke simplemente siguió a Sakura tras la partida de Tsunade, ingresando en el Enlace Móvil y siendo recibidos por Suigetsu; Sasuke no dijo una palabra, dejó que Sakura hablara, lo que la pelirosa agradeció, indicándole exactamente a Shisui que hacer y asegurándole que pronto un cazador del clan acudiría para ayudarlo a llevar el cuerpo avatar de Kakashi al Árbol de las Almas, intercambiando una mirada con Sasuke y haciéndole saber que ambos deberían ocuparse de su cuerpo humano, repartiendo el cambiar de ropa al Hatake por algo más ligero para la transición ante la que se enfrentaría.

Kami mediante, todo resultaría.


—Mira dónde estás, Kakashi— indicó el Uchiha, haciendo que el doctor del Programa Avatar abriera sus ojos.

—Necesito tomar algunas muestras— murmuró el Hatake, claramente ilusionado.

Alrededor de una hora después de la partida de Tsunade, uno de los cazadores del clan—Kankuro, hermano de Gaara—, acudió para ayudar a cargar el cuerpo Avatar del Hatake ayudando a Suigetsu, quien se había conectado a su Avatar, en tanto Sasuke y Sakura cargaban el cuerpo del aletargado Hatake, quien si bien se había dejado hacer y permitido que ambos lo ayudarán a cambiarse de ropa y lo cargaran, parecía apenas consciente o así fue hasta que Sasuke le habló y los ojos del Hatake se enfocaron en las ramas del enorme Árbol de las Almas al cual se acercaba el pequeño grupo, haciendo sonreír tanto al Uchiha como a la Haruno debido a su innegable sentido del humor. Tratándose de Kakashi, un "extranjero" que había abandonado a los suyos y que siempre había velado por ellos, encima de todo un amigo para su Sexto Biju Makto, por lo que cada uno de los integrantes del clan, sin importar cual fuera su edad, se sentó de rodillas sobre el suelo formando una especie de red desde el Árbol de las Almas hasta el final del gran pozo, orando en silencio y en espera a cualquier indicación por parte de su Tsahik, que aguardó hasta que ambos grupos por separado depositaron los respectivos cuerpos del doctor Hatake en la base del Árbol de las Almas, ambos de costado y con las cabezas casi rozándose. Primero, Suigetsu y Kankuro depositaron el cuerpo del Avatar a la izquierda, el Hozuki permaneciendo en su lugar mientras el Sabaku ocupaba su lugar junto a su hermana, en oración como todos los presentes; y luego Sasuke y Sakura depositaron el cuerpo humano de Kakashi a la derecha, ambos teniendo sumo cuidado en el proceso, y Sakura se negó a separarse del lado de su mentor y amigo por los primeros minutos.

—Que nuestro Gran Padre decida salvar todo lo que él es, en este cuerpo— oró Tsunade, arrodillándose ante ambos cuerpos del Hatake.

—¿Eso es posible?— cuestionó Sasuke, sintiendo un hormigueo de emoción ante la idea.

—Él debe pasar por el ojo de Kami y regresar— explicó la Senju, lo más claramente posible, —pero Sasuke...está muy débil— advirtió con un suspiro preocupado.

—Resiste, Kakashi, te van a salvar— aseguró Sakura, inclinándose para besar en la mejilla al Hatake e intercambiando una mirada con Sasuke a su lado.

Escúchanos por favor, Gran Padre— oró la Tsahik con voz fuerte y clara.

Escúchanos, Kami— contestaron todos al unísono, en permanente estado de oración.

Toma este espíritu, ve en él y devuélvelo a nosotros. Deja que él camine entre nosotros como uno más del clan.

Aunque deseara unirse en oración a los demás miembros de su clan, Sakura permaneció donde estaba, arrodillada junto al cuerpo real de Kakashi y observando cada respiración que elevaba su pecho y hacía que sus hombros se movieran, estrechando una de sus manos contra la de Sasuke, quien hacía lo mismo, solo que intercalando su mirada del cuerpo de Kakashi a su Avatar, como si quisiera comprobar que el proceso mentado por la Tsahik daría resultado, tan atento como el mismo Suigetsu de pie junto a ambos, prestando atención a la condición de Kakashi a la par que a las oraciones de Tsunade y el clan entero…Recordando la visión del Árbol de las Almas, Kakashi se sintió permanentemente a la deriva, como si estuviera flotando sobre el agua, no sintiendo nada lo suficientemente cerca como para aferrarse, pero, de pronto solo hubo paz y quietud, como si ya no se encontrase a la deriva, como si ya hubiera atracado y de pronto todo el dolor que sentía debido a la herida en su abdomen también desapareció para extrañeza suya, abriendo lentamente los ojos y encontrándose en el Árbol de las Almas, que observó con fascinación, palpando las raíces sobre las que se encontraba recostado y sentándose con idéntica lentitud. Aunque extrañado por encontrarse solo, recordando haber tenido a Sasuke y Sakura muy cerca suyo, el Hatake se levantó del suelo sin sentir siquiera un ápice de molestia por sus heridas, acercando sus pasos hacia el fascinante Árbol de las Almas y palpando la corteza de su tronco, peinando con su mirada las enormes ramas, las hojas brillando a la luz de la luna y distinguiendo a lo lejos los enormes arcos de roca…aunque en apariencia solo con sus pensamientos, el Hatake se sintió acompañado.

¿Quién eres?— preguntó Kakashi, no sintiéndose solo…mas no esperando respuesta.

¿Quién crees que soy, niño mío?— cuestionó una voz seria a la par que paternal. —Se podría pensar que sabes suficiente de mí por tus investigaciones, Kakashi Hatake— obvió con un tono afable y burlón.

¿Eres...Kami?— el Hatake casi tartamudeo, no pudiendo creerlo o no del todo.

Es uno de los nombres por el que me conoces, hijo— confirmó la voz, sin que el peligris supiera de dónde venía o hacia donde iba. —Estoy aquí contigo porque tienes una decisión que tomar; ¿Es realmente tu deseo que tu espíritu pase al cuerpo de eso que ustedes llaman avatar?, ¿Es lo que quieres?— planteó, queriendo conocer su deseo sincero.

¿No es así como debe ser?— inquirió el peligris, no teniendo idea de que contestar.

Es lo que otros quieren, ¿pero y tú?— consultó la voz, sin recibir respuesta de él. —He seguido tu vida, logros y presiones, Kakashi— aseguró, como si le dijera que conocía todo de él. —Tus amigos, mis hijos estarán tristes site vas, pero no debes sufrir pensando solo en complacer a otros, si lo que quieres es descansar puedo entenderlo. La elección es tuya— confió, sabiendo que decidiría lo mejor.

Entonces te dejaré decidir mi destino— contestó Kakashi, tras meditarlo un instante. —Si eso significa que viviré, dedicaré todo lo que tengo en luchar para mantener a este mundo a salvo, pero de lo contrario; te entrego mi mente y conocimientos si pueden serte útiles— ofreció, imaginando la gran problemática que continuaba latente.

Lo agradezco, Kakashi— aprobó la voz paternal de Kami. —Puedes despedirte de tus amigos, si es lo quieres— consintió, no queriendo obligarlo a nada.

Gracias— apreció el Hatake, feliz de poder despedirse de Sasuke y Sakura.

¡Alto!— habló Tsunade, alzando sus brazos para que cada miembro del clan entendiera.

Ajena a aquel encuentro entre el doctor Hatake con el Gran Padre, enfocada únicamente en dirigir las oraciones de todos los presentes, esperando que Kami los escuchara y salvará la vida del Hatake, la Tsahik jadeó ante la abrumadora emoción que pareció sacudirla desde dentro de forma repentina, necesitando tomarse un instante para bajar la mirada hacía los dos cuerpos del Hatake y alzando sus brazos al aire para instruirle a todos los miembros del clan que detuvieran su oración, arrodillándose a la altura de ambos cuerpos y haciendo que tanto Sasuke como Sakura se acercaran a los cuerpos del Hatake, no sabiendo si el proceso esperado había resultado. Cuando Kakashi volvió a abrir los ojos, lo hizo de regreso en su cuerpo y lo supo de inmediato, sentía el dolor abrumarlo en el vientre otra vez debido a su herida, pero el Hatake no pudo concentrarse en nada de ello sino en Sasuke y Sakura, necesitaba despedirse de ellos, y aunque se le atoró la voz en la garganta, intentó formar las sílabas de sus nombres, alzando torpe y lentamente una de sus manos con intención de tenerlos cerca, no deseando perder el tiempo, pues este sin duda era escaso. La primera en moverse fue Sakura, evadiendo con cuidado el cuerpo Avatar del Hatake, no sabiendo qué pensar de que su mente no se hubiera pasado aún a ese otro cuerpo, pero por inercia la Haruno alargó una de sus manos para entrelazarla con la suya, negándose a darlo todo por perdido, mismo sentir de Sasuke quien se sentó en las raíces del Árbol de las Almas, sosteniendo la otra mano de Kakashi y observándolo atentamente, pudiendo sentir a Suigetsu acercarse un paso tras suyo, ¿Ese era parte del proceso?, ¿Qué se suponía que debía pasar ahora?

—Sasuke, Sakura...— nombró Kakashi, encontrando su mirada con la de ambos.

—Kakashi— nombró la Haruno, observando a Sasuke, quien estaba igual de preocupado.

—Me uní a él, es real— informó el Hatake con una distraída sonrisa.

—Kakashi, ¿Kakashi?— nombró el Uchiha, sintiendo sus nervios aumentar mientras el Hatake cerraba los ojos, —¿Qué pasa?, ¿Funcionó?— preguntó a la Tsahik que se acercó a examinar al inconsciente "extranjero" o eso parecía.

—Sus heridas eran graves, no hubo mucho tiempo— suspiró la Senju con profundo pesar.—Ahora está con Kami— dejó en claro, mordiéndose el labio inferior para ahogar un sollozo.

Enfrentar esta muerte fue dolorosísimo para Tsunade; ya había perdido a su esposo en fechas recientes y ahora a Kakashi, quien había sido en muchos aspectos una figura paterna no solo para Sakura, sino también para su fallecida hija Izumi y a para muchos de los grandes guerreros jóvenes o cazadores del clan, todos lo habían amado y respetado, ¿Cómo no lamentar su muerte? Sakura bajó la mirada, mordiéndose el labio inferior para ahogar un sollozo, sintiendo que de nada servirían sus lágrimas, alargando cuidadosamente una de sus manos para retirar la exomáscara del rostro de Kakashi, él ya no la necesitaría de cualquier forma, y en su lugar se inclinó para besarlo en la mejilla, acariciando su cabello, prometiendo llevarlo siempre en su memoria y no permitir que muriera, una persona solo moría si era olvidada después de todo. Demasiado abrumado por la noticia, Sasuke no prestó atención a si Suigetsu estaba llorando de pie a su espalda, o el mismo Gaara quien se acercó…nadie dijo nada, las palabras sobraban y pronto se escucharon sollozos entre los presentes cuando se asumió la muerte del doctor Hatake…Sasuke bajó la cabeza pesadamente, sintió las lágrimas en sus ojos, pero se negó a llorar, ¿Qué propósito tenía?, ¿Cambiaría eso algo? Todo en lo que Sasuke podía pensar era en el dolor, pero sabía que eso no era bueno, necesitaba pensar en una solución, el problema de la guerra continuaba tan presente como antes y era incluso peor que antes, porque no tenía la aguda mente de Kakashi cerca para ayudar, ¿Por qué Kami había elegido ese momento de entre todos para alejarlo de ellos?, ¿No quería que vencieran? Negándose a rendirse, Sasuke se irguió lentamente, observando a Sakura que lo imitó, ambos encontrando su mirada con la del Sabaku, necesitando su apoyo:

—Con tu permiso, quisiera hablar a todos, sería un honor para mí si traduces— solicitó Sasuke respetuosamente, viendo asentir a Gaara, quien se hizo a un lado, permitiéndole dar un paso al frente. —Los extranjeros nos enviaron un mensaje, que pueden tomar lo que quieran y nadie los detendrá— inició, pasando su mirada por los presentes. —Pero les daremos una respuesta; cabalguen tan rápido como puedan, llamen a los demás clanes, díganles que Biju Makto los convoca a todos. Ahora les pido a todos que me sigan; hermanos, hermanas. Les demostraremos a esos despreciables extranjeros que no pueden tomar lo que quieran, y que esta…¡Es nuestra tierra!— planteó, recibiendo inmediatos gritos de aprobación provenientes de todos los presentes. —Ven— pidió a Sakura, volteando a verla y tomándola de la mano.

¡Todos a sus caballos!— ordenó Gaara, mostrando su respaldo al Uchiha.

Sasuke ni siquiera tuvo que pedírselo, Sakura de inmediato entrelazó su mano a la suya y siguió sus pasos, alejándose de las raíces del Árbol de las Almas y cruzando el amplio pozo—con los miembros de su clan haciéndose a un lado, permitiéndoles el paso a Sasuke y ella—, cruzando el breve espacio en que se hallaban reunidos los caballos de todos los miembros del clan, hasta la entrada del bosque, donde Biju aguardaba y quien se dejó hacer, permitiendo que Sasuke subiera primero a su lomo y quien tendió la mano a Sakura, permitiéndole subir tras él, sintiendo sus brazos envolviéndose a su cintura, muy cerca suyo. Sabiendo lo que ocurría o no, Biju se alzó en sus patas traseras y abandonó el campamento del clan Konoha, galopando en la espesura del bosque, una travesía a la que no tardaron en unirse los demás jinetes, comandados por Gaara, quien dio instrucciones claras a los cazadores y guerreros—mientras Sakura indicaba a Sasuke a donde ir—, quienes se dividieron hacia los cuatro puntos cardinales, unos siguiendo al Biju Makto, otros a su Olo'eyktan, y otros separándose, sabiendo que necesitaban cubrir terreno y convocar al mayor número de clanes posibles o verdaderamente no tendrían nada que hacer contra los "extranjeros". Siguiendo con la mirada a Sasuke y a su hija, Tsunade no pudo evitar esbozar una sonrisa, no solo por lo trascendental que era el momento que estaban viviendo, sino por el hombre en que Sasuke se estaba convirtiendo, ya no parecía un "extranjero" en absoluto, ¿Era acaso una señal de Kami?, ¿La profecía sobre el guerrero elegido por Kami se veía realizada en Sasuke? Una cosa sí era segura, era momento de enviar un mensaje a los "extranjeros", uno que no olvidarían…


Nos separamos hacia los cuatro vientos; desde los clanes de caballos de las llanuras…Puede que Sasuke fuera el Sexto Biju Makto, pero tenía muy poca idea de la geografía de los Territorios Libres, por lo que Sakura fue su guía en ello, indicándole a donde ir y aun enseñándole sobre todo lo que lo rodeaba; el clan más próximo a ellos era el clan Kenyu, también conocido como el clan de Caballos de las Llanuras, conocidos por su habilidad si de montar a caballo se trataba y vivían en amplias llanuras, sin bosques cerca, en tiendas de gran tamaño, como un pueblo nómada. La reacción del clan entero a la llegada de Biju Makto fue inmediata, tanto que Sasuke afortunadamente tuvo a Sakura a su lado o habría creído que se trataba de un sueño, pero era real, igual que había ocurrido con el clan Konoha, en este caso todos se hicieron a un lado y permitieron el paso y lo escoltaron hasta el centro se su asentamiento, donde el Olo'eyktan aguardaba, observándolo con incredulidad y al enorme equino, quien se irguió sobre sus patas traseras, como reafirmando su autoridad. El Olo'eyktan, que Sakura le hizo saber se llamaba Tobirama, era un hombre de la edad de la Tsahik Tsunade, tenía una expresión seria en su rostro a la par que intimidante— parecía el tipo de hombre que sería escéptico—, de cabello albino y ojos rojizos como las rayas rojas que adornaban su rostro, dos debajo de los ojos y una sobre la barbilla, vestía un traje negro de cuerpo completo, oculto en su mayoría por una vistosa armadura azul que cubría casi todo su cuerpo, botas negras y una especie de tocado o casco que enmarcaba los lados de su rostro únicamente, y una especie de bufanda peluda color blanco alrededor de su cuello.

Jinete de Sombra— saludó Tobirama con voz seria, siendo el primero en hablar.

Olo'eyktan Tobirama— correspondió Sasuke, tratando de no parecer nervioso.

Nuestro hermano, Sasuke Uchiha, no conoce totalmente nuestro idioma, por lo que yo traduciré lo que él diga— medió Sakura, tomando la palabra y recibiendo un asentimiento de parte del Olo'eyktan, quien dio permiso a Sasuke de hablar. —Los extranjeros nos han atacado sin provocación, quieren arrebatarnos nuestra tierra, quieren eliminarnos a todos; hombres, mujeres, niños— la Haruno tradujo cada palabra de Sasuke, —Ellos creen que no estamos dispuestos a defendernos, creen que bajaremos la cabeza y entregaremos nuestras vidas sin luchar. Y yo les digo que les hagamos ver que esta tierra es nuestra, que ellos tienen que irse, ¡Nosotros los haremos correr!— intentó sosegar su propia emoción ante la idea de terminar con aquel conflicto, —¿Están dispuestos a luchar por mantener su libertad o se rendirán a la opresión?— cuestionó, conteniendo el aliento igual que él.

¡Lucharemos!— contestó el Olo'eyktan al instante, no teniendo que pensarlo siquiera y siendo inmediatamente respaldado por su clan, que se alzó en gritos de júbilo. —Biju Makto, es tarde y su gente ha hecho un largo viaje— señaló, volteando a ver al Uchiha, que asintió al entenderlo, —¿Me harían el honor de aceptar nuestra hospitalidad?— planteó, ya siendo de noche básicamente para continuar su marcha.

El honor será nuestro, Olo'eyktan, es muy amable por permitirnos descansar esta noche— aceptó el Uchiha, aliviado de no necesitar la traducción de Sakura al decir eso. —Gracias— añadió, temporalmente más tranquilo por ello.

Tan pronto como escuchó el inmediato respaldo y aprobación por parte del Olo'eyktan Tobirama, Sasuke sintió como un enorme peso se desvanecía de su espíritu—mismo sentir de Sakura, quien disimuló la sonrisa de emoción en su rostro—, no solo ya había un clan entero que apoyaba su lucha contra los "extranjeros", sino que encima de todo tanto él como Sakura y la escolta de cazadores que los acompañaban tendrían donde dormir, para poder continuar a la mañana siguiente, todos sintiendo que ya habían pasado por mucho hasta ese punto del día. El Olo'eyktan Tobirama instruyó a sus Consejeros y aliados más confiables que llevaran a sus huéspedes a sus respectivas tiendas, pero el líder del clan se ocupó personalmente de escoltar tanto al Biju Makto como a su pareja—suponiendo que eso eran, debido a su cercanía—a la que considera la mejor tienda para ambos, él mismo teniendo que ocuparse de mucho tras asegurarse de que ambos estarían cómodamente alojados por aquella noche, ordenando que sus Consejeros se reunieran lo antes posible y queriendo hablar con el mejor de sus guerreros, así como con el comandante de sus escuadrones de caza, teniendo mucho que destinar para poder partir al Árbol de las Almas, el sagrado lugar donde los Konoha se estaba quedando tras la destrucción de su hogar. Puede que, hasta ahora, su clan no se hubiera visto tan afectado por la invasión de los "extranjeros" como sucedía con los Konoha, pero era solo cuestión de tiempo para que eso ocurriera y lo mejor que todos los nativos podían hacer era unirse y defenderse de ellos para defender su forma de vida y su libertad, y el único camino para hacerlo era siguiendo al ahora Sexto Biju Makto, como sus ancestros antes que ellos.

Él era su única esperanza.


Afortunadamente el clan Kenyu del Olo'eyktan Tobirama era un asentamiento amplio y no faltó espacio para alojar a todo el grupo de cazadores provenientes del clan Konoha, aunque estos no fueran todos, otros habían tomado rumbo a los clanes más lejanos, aquello que involucrarían días de viaje, pero la sola noticia de que había un sexto Biju Makto ya unificaría a muchos en torno a su causa. Tan pronto como ambos ingresaron en la tienda que habrían de compartir—el Uchiha un paso tras la Haruno—, Sasuke envolvió sus brazos alrededor de Sakura y la atrajo hacia sí, besándola ferozmente, envolviendo con hambre su lengua alrededor de la suya y demostrándole cuanto la deseaba, gruñendo contra sus labios al sentir los suyos moverse en respuesta, recibiendo dócilmente su lengua al interior de su boca, encontrando sus miradas al romper el beso para recuperar el aliento, ambos teniendo los ojos oscurecidos de lujuria, observando el cuerpo del otro y deseando devorarse por completo tras tanto tiempo empleado en otras cosas, cuando todo en lo que podían pensar era en el otro. Sasuke deslizó sus labios por el mentón y cuello de Sakura, percibiendo su dulce perfume, exótico y seductor, lamiendo su piel y bajando el cierre de la camiseta para exponer su exquisita desnudez, amasando sus pechos a través de las vendas que los envolvían y que luchó por desanudar, escuchándola gemir y sintiéndola arquearse contra él. La Haruno gimió ante el tacto de Sasuke contra su piel, sintiéndolo quitarle el peine que mantenía su cabello recogido, soltando sus rizos rosados que cayeron sobre sus hombros y con los que él jugó, mientras ella palpaba los músculos de su pecho y abdominales.

—Deberíamos descansar…— sugirió Sakura, intentando ser sensata, —para continuar mañana— completó con la voz temblorosa, mordiéndose el labio inferior para no gemir.

—Ya habrá tiempo para eso— negó Sasuke, regresando a su altura y atrayéndola en un nuevo besó en que recorrió su boca con su lengua. —Me alejare de ti toda la noche— recordó lamiendo sus labios con su lengua. —Por ahora déjame tenerte al menos una vez— rogó, deseándola con todo su ser.

Encontrando su mirada con la de Sasuke, atormentada ante la sola idea de que volvieran a separarse, Sakura continuó el beso, acunando el rostro de Sasuke entre sus manos y besando sus labios, dejándolo tomar posesión de su boca con su lengua y perdiéndose en su ardiente beso, desvistiéndolo y dejando que él la desvistiera, gimiendo al sentir las manos de Sasuke trazar cada una de sus curvas, enardeciendo su piel mientras la despojaba de cada prenda. No queriendo quedarse atrás, la Haruno haló de la camiseta del Uchiha para quitársela por encima de la cabeza, tocando sus músculos y arañando sus abdominales en medio de aquel beso al que ninguno quería poner fin; esto no fue como su primera noche bajo los Árboles de Voces, aprendiendo del cuerpo y placer del otro, compartiendo besos y marcando la piel del otro con sus roces, tampoco era como los besos fugaces y necesitados que habían compartido mientras esperaban que Kakashi fuera examinado por Tsunade; no, esto fue insistente y contundente. Era muy morboso y lujurioso por su parte, pero Sakura podía respirar tranquila al saber a Sasuke vivo y a salvo, en el fondo y aunque su pudor intentara disuadirla deseaba ser suya para demostrarle cuánto lo amaba y como no dejaría que nada volviera a separarlos, a la par que para sosegar el dolor en sus corazones por la muerte de Kakashi. Siendo el primero en separarse para recuperar el aliento, Sasuke descendió sus labios por el mentón y cuello de Sakura tras desanudar las vendas que envolvían sus pechos, amasando estos con deseo antes de darle la vuelta para que estuviera de espaldas contra su pecho y bajó con un solo movimiento su falda y mallas, encontrando total sumisión.

Nada enardeció más el deseo de Sasuke la docilidad de Sakura, como se entregaba tanto a sus deseos pese a su inexperiencia, permitiéndole llegar a la cama e inclinarla de rodillas, tras desvestirla por completo, sus caderas como una ofrenda para él, que presionó entre sus omóplatos para indicarle como esperar a que él la tomara y ella obedeció, esperando a que él la hiciera suya. Quedándose en donde estaba, ansiosa y deseosa por lo que sabía vendría, Sakura fue la imagen más tentadora sobre la tierra para Sasuke, quien sin duda desabrochó la cuerda de sus pantalones y que dejó caer al suelo, desabrochando y bajándose estos, inclinándose sobre Sakura y penetrando en su interior hasta la empuñadura, gruñendo contra el cuello de la pelirosa ante la inigualable sensación de hacerla suya. Sintiendo al Uchiha penetrar de golpe en su interior, Sakura tembló y gimió profundamente de placer a causa de la sorpresa—necesitando un instante para acostumbrarse a su tamaño—, moviendo sus caderas hacia las suyas y deseando más de lo que él le estaba dando, cubriéndose distraídamente los labios con una de sus manos en un intento fútil por ahogar sus gemidos que pronto se tornaron en gritos de placer y éxtasis. Notando esta acción, Sasuke la tomó del mentón y guio sus labios hacia los suyos en un nuevo beso, disfrutando del placer de escuchar su nombre entre los dulces gemidos de ella, que envolvió torpemente su lengua contra la suya, mas él no deseando que se contuviera mientras la penetraba más profundamente. El Uchiha no dejó pasar un instante para que Sakura se acostumbrara a estar llena, ni siquiera se movió lentamente, retirándose y volviendo a embestir rápida y profundamente.

Sakura ya no era una virgen inocente como en su primera noche, pero nada podía compararse con el placer que Sasuke sentía al estar en su interior, enterrando su rostro contra su espalda desnuda mientras la hacía suya…mentalmente se dijo que debería haber sido mucho más suave, Sakura estaba aprendiendo de todo en contraste con él, que tenía una larga lista de todas las mujeres con las que había estado, pero cada vez que estaban juntos, Sasuke sentía como si fuera su primera vez, nada se comparaba al sentir que Sakura le provocaba, lo volvía loco tan solo por compartir el mismo aire. La Haruno no pudo hacer otra cosa que gemir entregada ante cada nueva embestida por parte del Uchiha, sujetando firmemente las sábanas con sus manos, casi sin aliento mientras intentaba lidiar con el inmenso placer que sentía, no tenía nada con que comparar lo que estaba sintiendo y no iba a hace preguntas a otras féminas del clan, mas estaba segura de que Sasuke era un amante muy generoso y muy bien dotado, no conseguía acostumbrarse a lo maravilloso que se sentía en su interior, sintiendo dolor y placer entremezclados ante su tamaño en su interior, gimiendo mientras sentía sus manos guiar sus caderas contra las suyas, llenándola tan fuerte y profundamente. Mas, definitivamente el placer eclipsó por completo al dolor ante cada embestida implacable por parte de Sasuke, mientras ella gemía su nombre, deseando la cúspide, haciéndole sentir el familiar cosquilleo del orgasmo tornándose inminente, ante lo que Sakura gimió con mayor volumen, gritando su nombre y mordiéndose el labio inferior cada vez que alguna palabra soez o impropia amenazaba con salir de sus labios.

Sasuke claramente se dio cuenta de ello y sonrió ladinamente, inclinándose para susurrar al oído de la hermosa Haruno cuanto la deseaba, lamiendo la piel de su espalda y jugando con sus rizos rosados, anhelando que aquella fachada de pudor y perfecta conducta—tan propia de ella y comprendía por que—se desvaneciera, deseando ver a la mujer de espíritu fuerte e indómito que había debajo, la misma que lo había enamorado desde su primer encuentro y que ella consciente o inconscientemente sublimaba, mas con él nunca tendría que hacerlo, con él podía ser ella misma siempre; enardecido por la sensibilidad con que Sakura reaccionaba ante su toque, Sasuke también se sintió a punto de alcanzar el clímax por el placer que podía proporcionarle a ella, gruñendo roncamente y aumentando la velocidad de sus embestidas, persiguiendo la liberación con ferocidad y sabiendo que Sakura también la obtendría. Reteniendo las caderas de Sakura entre sus manos, el Uchiha se hundió aún más profundamente en su interior, gruñendo contra el cuello de ella que gemía extasiada, abrumada por aquel placer tanto como él, por lo que pronto el ritmo de las embestidas de ambos se tornó errático y, con un gemido áspero, Sasuke enfundó dentro de ella por última vez, derramándose al mismo tiempo en que Sakura gemía su nombre al alcanzar el orgasmo. No pudiendo creer sentir un placer mayor que el que había experimentado en su primera vez, Sakura desplomó su cabeza sobre el colchón, sintiendo a Sasuke tumbarse pesadamente a su lado, ambos encontrando sus miradas y acercándose para compartir un tierno beso antes que el sueño lentamente los hiciera cerrar los ojos, y los separara otra vez…


La noche anterior…Sasuke no pudo evitar abrir los ojos con una sonrisa, aún continuaba de luto por la muerte de Kakashi y sabía que Sakura también lo hacía, pero lo que ambos habían experimentado la noche anterior no se parecía a nada que hubieran sentido antes y en muchos aspectos Sasuke sentía que volvía a ser un adolescente sin experiencia, descubriendo todo nuevamente junto a Sakura, una experiencia como no había otra y que la noche anterior lo había hecho salir de la Cámara de Enlace solo para irse a la cama. Había ignorado olímpicamente a Karin y Suigetsu, y si es que estos habían vuelto a tener sexo, el Uchiha lo ignoró esa mañana, levantándose de la cama y cambiándose de ropa, y no molestándose en desayunar siquiera, habría ido directamente a la Cámara de Enlace, tan solo deseaba conectarse a su Avatar y regresar junto a Sakura, pero ver una de las computadoras encendidas lo hizo detenerse y ver la pantalla, se trataba de un mensaje que acababa de llegar, de Naruto y por temor a que se tratase de algo malo, Sasuke no dudo en abrirlo. Encontramos esto, supusimos que querrías saberlo; el contenido del mensaje hizo que a Sasuke se le helara la sangre, básicamente eran pruebas que Naruto había logrado copiar o robar de los archivos de la RDA, eran documentos oficiales en que se ordenaba no solo la muerte de su hermano, sino que se detallaba el plan de hacerlo pasar como un accidente—lo que él había creído que había sido—, todo para que él, considerado mucho menos problemático al ser un ex militar, ocupara su lugar en el Programa Avatar…Era demasiado para que cualquiera lo creyera, y lo peor fue el nombre al pie de cada documento, no el de Homura, sino el de Danzo.

—Hijo de perra...— maldijo Sasuke, sintiéndose como en una maldita pesadilla.

—¿Qué tal va todo?— saludó Suigetsu, quien claramente acababa de levantarse, —¿Qué pasa, Sasuke?— inquirió, acercándose a la computadora y leyendo el mensaje, —¿Esto es real?— inquirió, volviendo la mirada hacia el azabache.

—No parece una mentira— obvió el Uchiha con la voz cargada de ira.

Durante toda su vida, Sasuke había soñado con conocer los Territorios Libres, aquellos lugares que el ser humano no había conseguido destruir ni contaminar con su influencia, pero su sueño había sido insignificante con la pasión que su hermano había tenido por aquel mundo, ambos habían deseado pisar ese lugar desde niños, por las historias con que habían crecido, pero más que un sueño, para Itachi había sido una meta en la vida al convertirse en científico, mientras que en la mente de Sasuke solo había sido eso, un sueño, por ello había admirado en silencio la forma en que su hermano estudiaba la flora y fauna de aquellos territorios y las cultura de los nativos. Suigetsu sabía que había sido demasiado ingenuo, sabía que debería haber esperado algo así de la política de la RDA, las agendas ocultas, pero ni el mismo Kakashi podría haberlo hecho, nadie podría haberlo hecho; todas las personas en los Territorios Civilizados sabían que se suponía que el unobtanium obtenido de los Territorios Libres estaba solucionando la crisis energética del planeta, entonces, ¿por qué no habían podido sumar dos y dos, y darse cuenta de que aquellos que promovían la amistad con los nativos se mezclarían con la RDA tan bien como el aceite y el agua? Suigetsu se dio cuenta, y claramente Sasuke también, de que ese había sido el propósito de Danzo desde el principio, los había usado para iniciar una guerra en que él venciera, y era tarde para retractarse; primero había sido los Árboles de Voces, luego el Árbol-Madre, luego los científicos del Programa Avatar habían sido aislados y ahora los bandos estaban definidos, la verdadera pregunta en cuestión era ¿Podían hacer algo al respecto?, ¿No era ya demasiado tarde?

—No puedo creerlo, todo este tiempo...todo fue idea de Danzo— Suigetsu jadeó, apenas y pudiendo creerlo.

—Pero no dejaremos que esto se haga como él quiere— decidió Sasuke, determinado a hacer algo al respecto.

Existían dos opciones en ese caso; quedarse mansamente donde estaban y dejar que Danzo ganara una guerra que había concebido desde el principio, o hacer algo al respecto, y Sasuke en definitiva era partidario de hacer lo segundo, razón por la que dirigió su silla de ruedas por el pasillo hacía la Cámara de Enlace que siempre usaba, seguido por un entre sorprendido y desconcertado Suigetsu, que claramente intentaba meterse en su cabeza para entender en qué estaba pensando, y Sasuke quería que lo hiciera. Puede que Danzo ya tuviera planeada esa guerra desde hace tiempo, pero al involucrarlo a él como un mal menor, se había condenado, había creído poder usarlo como un peón más en su juego, pero Sasuke jugaba solo y tenía a su favor su mente imprevisible, ni siquiera Itachi pese a crecer con él había podido anticiparse jamás a su forma de pensar y eso en nada había cambiado, el Uchiha casi sonrió ladinamente por ello, oprimiendo el botón que encendía la Cámara de Enlace y cuya tapa se elevó, permitiéndole a él pasar de su silla de ruedas a esta, recostándose de inmediato y colocándose los sensores en el pecho, en tanto Suigetsu preparaba el enlace. No, se dijo Sasuke, a su favor tenía no solo su mente impredecible sino los clanes que se irían reuniendo paulatinamente y por sobre todo tenía a Biju, ese poderoso equino sería lo que le permitiría ganar la guerra, intentó convencerse de ello pese a no considerarse un hombre de pie, inspirando aire y tratando de serenar su mente cuando la tapa de la Cámara de Enlace finalmente se movió y comenzó a cernirse sobre él, encontrando su mirada con la de Suigetsu, no pudiendo prometerle solucionarlo todo, pero sí prometiendo no defraudar a Kakashi.

Eso sí podía hacerlo.


Tan pronto como su mente se traspasó a su Avatar, Sasuke abrió los ojos, y al principio se sintió desconcertado por no reconocer donde estaba, pero tras parpadear varias veces reconoció el espacio como la tienda destinada a Sakura y él por el Olo'eyktan Tobirama, tras su llegada al clan Kenyu o de Caballos de las Llanuras; tras reconocer donde estaba, Sasuke bajó la mirada hacía la tierna fuente de calor que sentía contra su pecho, encontrando a Sakura recostada sobre su pecho, ambos aún completamente desnudos como al irse a dormir la noche anterior tras amarse. La bella pelirosa se hallaba recostada a medias contra su pecho, recargando su cabeza contra su hombro y entrelazando una de sus manos contra las suyas en un abrazo, haciendo hormiguear su piel con su respiración y con sus largos rizos rosados sueltos, cayendo desordenadamente sobre sus hombros, pero sin ocultar su bello rostro…toda ella era la vista más hermosa sobre la Tierra para Sasuke, quien lentamente alzó una de sus manos para acariciar el rostro de Sakura, una oportunidad que habría deseado tener tras su primera noche en los Árboles de Voces, pero esta les había sido quitada, por lo que ahora el Uchiha acarició sus mejillas y delineo sus labios con uno de sus dedos. Gimiendo al sentir el placentero tacto de Sasuke, Sakura abrió lentamente los ojos, sonriendo tan pronto como sus ojos enfocaron el rostro de Sasuke, cuyos preciosos ojos negros como ónix estaban completamente volcados hacía ella, haciéndola estremecer tanto como su cálido aliento en el lado de su cuello, estirándose sutilmente entre sus brazos y sintiendo a Sasuke volver su cuerpo hacia el de ella, ambos frente a frente, ¿No era un sueño?

—Buen día— deseó Sasuke perezosamente, disfrutando cada momento junto a ella.

—Buen día— correspondió Sakura con voz dulce, rozando su nariz contra la suya.

—Así debió ser nuestra primera mañana juntos— lamentó el Uchiha en voz baja.

—Desee lo mismo— asintió la Haruno, con igual deseo, —pero nuestra primera noche ya fue lo suficientemente perfecta para pedir más— sosegó, entrelazando sus manos.

Sería maravilloso reescribir sus primeros días como pareja, tanto los había pasado, ambos habían sufrido tanto…pero, Sakura se negó a pensar en eso, todo sucedía por un propósito y ella trató de aferrarse a ello, manteniendo la sonrisa ladina en su rostro mientras Sasuke acercaba su rostro al suyo, besando su labios, no con hambre, sino con ternura y que la pelirosa no tardó en imitar, ambos moviendo sus labios contra los del otro, pero fue cuestión de segundos y el roce de los labios para que ambos envolvieran sus brazos contra el otro, acercando sus cuerpos y profundizando el beso, encontrando sus lenguas y deseando más del otro. Apoyando uno de sus brazos contra el colchón, Sasuke se tumbó sobre Sakura sin romper el beso, usando su mano libre para trazar las curvas de la hermosa pelirosa que por inercia abrió sus piernas y las situó a cada lado de su cuerpo mientras se besaban con entusiasmo, ambos meciendo sus caderas contra las del otro pese a no estar unidos, deseando todo el uno del otro; Sasuke no tenía que pensarlo siquiera, ya estaba duro y deseaba hacerla suya, pero esta vez su autocontrol le permitía estar más lúcido y no proceder si ella no lo deseaba también. Los labios de ambos apenas se separaron para recuperar el aire, besándose profundamente y envolviendo sus lenguas contra la boca del otro, la anticipación y el deseo que sentían era inmenso, y más pronto que tarde, Sasuke comenzó a acariciar más seriamente el cuerpo de Sakura, amasando sus perfectos pechos que chocaban a medias contra su torso, rompiendo el beso para poder respirar y lamiendo el costado de su cuello mientras la pelirosa jadeaba su nombre, pero no por más, sino para marcar distancia, sujetándolo de los hombros:

—No podemos quedarnos— recordó Sakura, acunando su rostro entre sus manos y viéndolo a los ojos, —la idea de seguir en esta cama por el resto de la mañana es maravillosa, pero tenemos un deber que cumplir— aclaró, no queriendo ofenderlo.

—Lo sé, y pienso igual— asintió Sasuke, pegando su frente a la suya y llamando su mente a la calma. —Pronto tendremos días para nosotros si así lo deseamos, cuando regresemos al Árbol de las Almas— intentó animar, tanto a ella como a sí mismo. —Nos iremos a algún lugar donde podamos estar solos y nadie pueda interrumpirnos— prometió, sonriendo ladinamente mientras pasaba sus manos por su exquisito cuerpo.

—Y seré tuya el tiempo que quieras— correspondió la pelirosa, sonrojándose al decirlo.

—No me tientes— pidió el azabache con voz ronca, —que estoy empezando a arrepentirme de ser Biju Makto— suspiró, frustrado por las responsabilidades.

Riendo ante las palabras de Sasuke y su tono, que sonaba como el de un niño exigente, Sakura pronto gimió cuando el Uchiha inclinó su rostro contra el suyo para reclamar sus labios con hambre, recorriendo su boca con su lengua hasta dificultarle seguir el beso, amasando sus pechos y recorriendo su cuerpo con sus manos...para separarse, haciéndole sentir la misma frustración que él seguramente sentía, sentándose sobre el colchón sosteniéndole la mirada y finalmente levantándose para recuperar su ropa del suelo bajo la atenta mirada de ella. Siguiendo con la mirada a Sasuke, Sakura permaneció sobre la cama, no era su intención resultar tentadora, desnuda como estaba, es más, tuvo el impulso de tratar de cubrirse de alguna forma, pero imaginó que Sasuke le diría que no lo hiciera, por lo que eligió permanecer tal y como estaba, tratando de mostrar más seguridad de la que sentía, pero también porque desde la posición en que estaba podía ver cada detalle de Sasuke mientras se vestía, sonriendo al estar cada vez más convencida de que era un espécimen masculino extraordinario. Sintiendo la mirada de Sakura sobre él en todo momento, pretendiendo ignorarla o no darse cuenta—por temor a que ella pensara que él pensaba mal de ella—mientras terminaba de cerrarse los pantalones, volviendo a anudar la cuerda y fajín alrededor de su cintura, Sasuke volvió a sentarse sobre el colchón para ceñirse las botas...incapaz de olvidar la noticia de que acababa de enterarse esa mañana, pensando en su hermano fallecido, maldiciendo a Danzo, deseando tener la certeza de que vencerían a los "extranjeros", pero ¿Lo harían? El Uchiha no pudo evitar cuestionárselo, para extrañeza de la Haruno.

—¿Qué pasa, Sasuke?— inquirió la pelirosa, sentándose sobre el colchón y acercándose para abrazar al Uchiha por la espalda.

—Me enteré de algo esta mañana, Shisui me envió una copia de un archivo que los científicos del Programa Avatar encontraron— inició el azabache, volviéndose ligeramente para encontrar su mirada con la de ella. —Era la orden de asesinato de mi hermano, firmada por el propio Danzo— reveló, no queriendo guardarle ningún secreto.

—Kami...— jadeó la Haruno, incrédula ante la noticia. —Sasuke lo siento muchísimo— empatizó, sabiendo cuán sensible era para él la muerte de su hermano.

—Ni siquiera tengo claro si es verdad o no, pero pensar que ese maldito fue el responsable de la muerte de mi hermano, de que yo esté aquí…— el Uchiha se sintió entre aliviado y conmovido por poder exponer su vulnerabilidad a ella. —Es ahora cuanto más me arrepiento de ser un "extranjero", fue por nosotros por quienes perdiste a tu padre, a tu hermana y tu hogar— añadió, sintiéndose en conflicto por quien era.

—Sí, eres un "extranjero", pero no eres como ellos— protestó Sakura, acercando su rostro al suyo y viéndolo a los ojos. —Eres un Konoha, parte del clan, parte de mí y de todos nosotros. Somos uno solo, Sasuke, nada ni nadie puede cambiar eso— obvió, entrelazando sus manos como prueba. —Podremos con esto, sé que sí, no podemos rendirnos ahora— aseguró, tratando de animarlo y convenciéndose de ello.

—No pienso hacerlo— asintió Sasuke, completamente de acuerdo con ello. —Pero te necesito a mi lado, de otro modo...no sé qué haría— pidió, pegando su frente a la suya.

—Siempre estaré contigo, skxawng— prometió ella, cerrando los ojos, disfrutando el presente y concentrándose en él.

Aunque Kakashi la hubiera instruido en la cultura de los extranjeros tanto como en el mismo idioma, Sakura seguía sin poder entender cómo es que pese a ser de la misma especie, los "extranjeros" se habían distanciado tanto de Kami como para perpetrar crímenes semejantes como el homicidio de inocentes, contra su propia gente; los Konoha ni ningún clan nativo que se preciara de seguir a Kami—existían leyendas de nativos que habían abandonado a Kami, pero eran meras leyendas—mataría a uno de sus hermanos, ello involucraba el pecado de tomar una vida, algo que solo Kami podía hacer. Es cierto que los nativos mataban a sus hermanos animales, pero solo para sobrevivir e incluso entonces lo hacían respetando el ciclo de vida que Kami había diseñado para cada criatura, midiendo incluso su ingesta de carne para no ofender a su Gran Padre, y más que nunca Sakura se sintió aliviada de que Sasuke fuera diferente de cualquier "extranjero" que hubiera conocido, aunque para ella siempre sería su skxawng. Disfrutando del abrazo, Sasuke cerró los ojos, envolviendo uno de sus brazos alrededor de la espalda baja de Sakura, inhalando profundamente su dulce perfume y enterrando su rostro contra el costado de su cuello; había mostrado su mejor faceta ante Suigetsu, había tratado de ser fuerte, pero en ese momento no necesitaba hacer nada de eso, podía ser vulnerable y llorar, sollozando contra el hombro de su dulce ángel que le susurró que estaría bien mientras le acariciaba los hombros y espalda, ¿Realmente todo estaría bien? Sasuke no lo sabía, solo sabía que, si Sakura decía algo, él siempre le creería, ella era lo que más amaba y solo quería que ella estuviera a salvo. Necesitaba protegerla...


Hasta el clan de guerreros del mar del este…El viaje continuó a la mañana siguiente, pero aunque Sasuke quisiera viajar hasta perder el sentido y empaparse de todas las maravillas tanto de los Territorios Libres como de los clanes tan variados y desconocidos que había en medio de la naturaleza, no disponían de tanto tiempo como quisieran, con suerte tenían una semana, por lo que en su lugar Sasuke pidió a Sakura que le indicara el camino a seguir para llegar lo más lejos posible, queriendo que los demás cazadores y guerreros se ocuparan de convocar a los otros clanes y así fue como llegaron a orillas del mar. El clan que residía en aquel punto en concreto de la costa se hacía llamar Guerreros del Mar del Este o Iwa, tenían equinos a su disposición igual que el clan Kenyu, pero vivían de la caza de animales marinos, como los Konoha se alimentaban de seres del bosque, ¿Qué tanto contacto habían tenido estos clanes entre sí hasta antes de su llegada? En palabras de Sakura, los clanes tendían a comerciar entre ellos, cada clan tenía algo que aportaba su sello personal; los Konoha tenemos las telas, los Iwa las armas…etc, ¿Cuántos clanes había? Era difícil saberlo, pero casi todos los clanes manejaban un listado de los clanes existentes sin importar su distancia, otros habían desaparecido con el tiempo, cediendo a pasadas invasiones extranjeras y otros llevaban una vida tal que pasaban desapercibidos. Haciéndose anunciar a través del eco de los cascos de Biju, Sasuke hizo que el equino se detuviera, bajando del lomo de este y teniendo la mano a Sakura mientras ambos enfocaban su mirada en el clan, cuyos integrantes los observaban a ellos mientras avanzaba lentamente hacia su asentamiento.

—¿Quién es el Olo'eyktan?— preguntó Sasuke en voz baja, no sabiendo a donde mirar.

—Ella lo es— contestó Sakura, señalando a la mujer en el centro del asentamiento al cual se acercaron. —Diferentes clanes, diferentes costumbres— mencionó únicamente ante la mirada de sorpresa en el rostro del azabache.

—Y que lo digas— asintió el Uchiha, esbozando una sonrisa ladina. —Te necesito cerca— murmuró, alargando una de sus manos hacia ella.

—Siempre— correspondió la Haruno, estrechando su mano contra la suya. —Repetiremos la estrategia, yo traduzco— añadió a modo de pregunta, viéndolo asentir.

No estaba mal que le hiciera esa pregunta hasta ese momento, el mismo Sasuke le había pedido que fuera su vínculo con cada clan que visitaban si él sentía que no podía expresarse con la suficiente fluidez; Sasuke ya no era su alumno, era su igual, pero habían estado preparándose para ser parte de su clan por apenas tres meses, se necesitaba más tiempo que eso para manejar el idioma y siendo honesta, Sasuke hacía un trabajo más que competente y encima de todo ahora tenía que lidiar con una guerra, pero la tranquilizaba saber que él la necesitaba en el fondo, siempre le transmitía cuanto la necesitaba a su lado de todas las formas posibles. Al llegar al asentamiento del clan Iwa, y a imagen de como había ocurrido hasta ahora, todos se hicieron a un lado para permitir el paso del Biju Makto y su pareja, y en respuesta la Olo'eyktan Kurotsuchi acercó sus pasos hasta ambos, no sabiendo qué pensar ante el inesperado honor de que existiera un Sexto Biju Makto y que encima de todo este visitara su clan, ¿Qué peligro había ahora no solo para su clan sino para todos los nativos?, ¿Podían enfrentar ese peligro? Porque Biju Makto no volvería a aparecer tras tantas décadas y décadas si el peligro en ciernes no fuera real, por lo que Kurotsuchi recorrió con la mirada al desconocido individuo, genuinamente interesada en saber lo más posible de él. La Olo'eyktan era una mujer que debía ser ligeramente mayor que Sakura, de piel blanca, corto cabello negro y ojos violeta oscuro—parecían negros, casi—, de físico esbelto, vestía una camisa roja de cuello alto y cerrado, una sola manga que cubría su brazo izquierdo y dejaba expuesto el derecho, encima un chaleco de cuero marrón claro, medias de red bajo un faldón rojo y pantalones cortos.

Jinete de Sombra, nos honra con su presencia— saludó Kurotsuchi inclinando ligeramente la cabeza, complacida con su presencia.

Hermana, hemos venido aquí a pedir ayuda— anunció Sasuke de inmediato, viendo la sorpresa en sus ojos. —Pido su permiso para hablar— desvió sutilmente la mirada hacía Sakura para que estuviera lista, aunque ya lo sabía.

Por supuesto— consintió la Olo'eyktan, invitando a todos a hacer silencio y escucharlo.

—Ha llegado la hora de proteger nuestra forma de vida de un grave peligro, los extranjeros nos están amenazando, pretenden eliminarnos, se trata de nuestra supervivencia y nuestro honor, pretenden avasallarnos y sacrificarnos— inició el Uchiha para desconcierto de la Olo'eyktan, hasta que escuchó a la Haruno traducir sus palabras. —Ahora el futuro depende solo de nuestro valor, solo hay un camino que seguir si queremos sobrevivir. He venido aquí con el propósito de morir entre ustedes o vivir y celebrar la ansiada victoria, por Kami y nuestra gente, y me llena de ira pensar que esos extranjeros crean que pueden arrebatarnos nuestras raíces o el futuro de nuestros hijos y los hijos de sus hijos— contuvo la pregunta, final, volteando a ver a la Olo'eyktan, —¿Dejaremos que hagan lo que les plazca, o lucharemos por nuestra libertad?— cuestionó esperando su respuesta.

¡Lucharemos!— contestó Kurotsuchi, encontrando su mirada con la del Uchiha.

Cuando Biju Makto los llamaba; ellos acudían, Sakura ya había dicho esas palabras cuando le había explicado quién era Biju Makto y lo profundamente respetado que era por cada clan de nativos, no había un solo clan—aparentemente—que no contestase al llamado del emisario de Kami, se podía cuestionar a un Olo'eyktan, pero jamás a un Biju Makto y Sasuke lo presenció en ese momento, vio a la Olo'eyktan Kurotsuchi volver la mirada hacía su clan, como si exigiera saber que pensaban y de inmediato todos se unieron a su decisión para su alivio, ninguno se negó. No teniendo tiempo que perder, Sasuke volvió la mirada hacía Sakura, que le sonrió mientras lo observaba con admiración, mas era él quien sentían admiración por ella, porque no sería capaz de hacer nada de eso y no fuera por ella, por su entrenamiento, por su apoyo, por su inquebrantable fe en él y más que nada por su amor, inclinando su rostro sobre el suyo para unir sus frente, ambos tomándose un momento antes de finalmente dirigir sus pasos hacía Biju, teniendo un lado camino para regresar al Árbol de las Almas y siendo imitados por todos los jinetes del clan, que se acercaron a preparar sus caballos, en tanto el resto empacaba con premura. Al subir al lomo de Biju nuevamente, entrelazando su mano con la de Sakura para ayudarla a subir tras él, Sasuke no pudo evitar sentir humildad, él no quería nada de eso, no quería una guerra, pero las situaciones lo habían empujado a ello para proteger no solo a quien amaba, sino aquel rincón del mundo y todo lo que le importaba, porque no podía quedarse mansamente como un espectador y no era el único que pensaba así, regresando a la realidad y halando de la crin del equino, que relincho antes de moverse.

Era momento de regresar.


El viaje de regreso fue más sencillo de lo que había sido el viaje de ida, ya no se trataba de incursiones tratando de convocar al mayor número de clanes posible, todos ya habían hecho su parte y el tiempo era escaso, por lo que Sasuke pudo decirse temporalmente tranquilo, inhalando aire profundamente mientras sacaba la cabeza del cuenco de agua frente a él, terminando de quitarse el sudor de tantos días de encima, aliviado, extendiendo su mano hacia la toalla junto al cuenco y con la que se secó el sudor, envolviéndose el cabello y revolviendo este, esbozando una distraída sonrisa ladina al imaginar lo despeinado que debía verse, aplacando esto tanto como pudo. Abandonando su habitación tras terminar de asearse, Sakura cargó con cuidado una prenda entre sus brazos, sonriendo a sus demás hermanos del clan mientras cruzaba la distancia que separaba su habitación de la de Sasuke, abriendo los pétalos que parecían obrar de puerta y en cuyo umbral se detuvo, sonriendo para sí y ruborizándose mientras observaba a Sasuke terminar de secarse el cabello, no estaba usando su camiseta y la Haruno inevitablemente se quedó observando cada detalle de sus músculos, casi olvidando por completo la razón por la que estaba ahí en primer lugar. Sasuke mantuvo su sonrisa ladina, pero no por cualquier razón al azar, se sentía observado y no necesitaba ser ningún genio para saber de quién se trataba, cualquier otra persona del clan—en particular Gaara o Tsunade—se anunciaría nada más entrar, pero solo una lo observaría de forma tan contemplativa, mas él fue bueno pretendiendo que no sucedía nada, debiendo admitir que se sentía bien ser el centro de atención si de la bella Haruno se trataba.

—¿Se puede?— habló Sakura por fin, como si leyera la mente del azabache.

—Adelante— consintió Sasuke volteando a verla. —Ya te extrañaba— admitió, dejando la toalla junto al cuenco.

—Por favor, apenas me fui un momento— desestimó ella, acercando sus pasos tanto como hacía él, ambos encontrándose. —Me encanta este aroma, eres tú, pero limpio— apreció, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello e inhalando su aroma.

—¿No te gustaba antes?— cuestionó él, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura.

—¿Quién dijo esa mentira?— reprochó la pelirosa con una pícara sonrisa. —Te traje esto, la anterior se había arruinado— presentó, rompiendo el abrazó y extendiéndole una camisa nueva.

—Sí, viajamos mucho— asintió el azabache, desdoblando la prenda de color blanco. —Gracias— apreció, encontrando su mirada con la de la Haruno. —Este símbolo…— le sorprendió ver un abanico rojo y blanco bordado en la espalda.

—Es una costumbre que, en tiempos de conflicto, nuestros guerreros luzcan el emblema de su familia— explicó Sakura, mordiéndose labio inferior, —cuando me dijiste lo que significaba "Uchiha", pensé en hacerlo para ti— aclaró, atenta a su expresión, —¿Te gusta?— consultó, habiéndolo hecho con una buena intención.

—Es perfecto— confirmó Sasuke, apreciando cada nuevo presente de su parte.

Aquel regalo significaba más para él que cualquier otra cosa, no muchos sabían lo que significaba Uchiha, por lo que él que Sakura dedicase tiempo y esfuerzo a hacerle un regalo le resultó muy conmovedor a Sasuke, quien mantuvo sus brazos alrededor de la Haruno, acercándose a su mesa de trabajo donde dejó la camisa y retrocediendo sus pasos hacia la cama, tratando de no apartar la mirada de Sakura, quien se sonrojó ante el fuego que veía en los ojos de él. Habiendo hecho aquel bordado en la parte posterior de la camisa únicamente con intención de agradar a Sasuke, Sakura fue sorprendida por un demandante beso por parte del Uchiha, haciéndole sentir aquella llama de deseo y pasión, separando sus labios con su lengua y exigiendo entrada, una que ella no pudo negarle, envolviendo su lengua contra la suya mientras ella mantenía sus brazos alrededor de su cuello, pegando sus caderas contra las suyas y solo rompiendo el beso al sentir que necesitaba respirar. Sonriendo ladinamente al romper el beso, encontrando su mirada con la de Sakura, Sasuke bajó lentamente el cierre de la camiseta de ella, deslizando sus labios para seguir el valle entre sus pechos y su exquisita curvatura hasta llegar a su vientre. Sin embargo y en lugar de guiarla directamente a la cama como en veces anteriores, Sasuke se arrodilló frente a ella y envolvió uno de sus brazos alrededor de su cintura para mantenerla en su lugar, desanudándole la falda con su mano libre para bajarla con un solo movimiento al igual que sus mallas, haciéndola temblar de anticipación; suspirando contra la piel de su hermosa pelirosa, Sasuke le separó las piernas y las acomodó sobre sus hombros antes de que ella pudiera protestar siquiera.

—Sasuke, ¿Qué…?— preguntó la Haruno, temblando de anticipación y nervios.

—Tranquila, confía en mí— sosegó el Uchiha, encontrando su mirada con la suya.

De inmediato, cualquier nerviosismo o temor se desvaneció de la mente de Sakura, sabía que siempre podía confiar en Sasuke, no solo en una pelea o en la intimidad que compartían, siempre podía confiar en él…y las veces que Sasuke le enseñaba algo nuevo, siempre acababa temblando y experimentando un placer como ningún otro, por lo que finalmente asintió mientras entrelazaba su mirada con la suya. Esperando por aprobación en la expresión confundida y desconcertada de ella, Sasuke regresó su atención a la feminidad de su aguerrida pelirosa, acercando sus labios para probar su dulce elixir con su lengua, delineando por completo su perfección; sorprendida por esta acción, Sakura dejó libre un gemido de placer y sorpresa entremezclados, mas gozando ser sumergida en aquel nuevo estado de excitación y lujuria, tan similar a todo lo que él ya le había mostrado y a la vez tan diferente. Sin poder evitarlo, Sakura echó la cabeza hacia atrás, respirando entrecortadamente mientras sentía a Sasuke amasar sus pechos con ambas manos y devorar fogosamente su feminidad, haciéndola arquearse más y más de placer a cada momento…nunca había sentido algo así en su vida, cada centímetro de su cuerpo zumbaba como si la electricidad fluyera a través de ella. Su respiración contra su sexo era rápida y caliente, y Sakura cerró los ojos con fuerza, sintiendo cada movimiento de su lengua devorarla, moviendo sus manos por sus costillas y amasando sus pechos mientras bebía de ella, penetrándola con su lengua, haciéndola suspirar y gemir, descendiendo torpemente sus manos para revolver sus rebeldes cabellos azabache.

Amasando los pechos de su hermosa guerrera, Sasuke gruñó contra la feminidad de Sakura al sentir como ella revolvía su cabello y lo acercaba más a ella, marcando el ritmo que a ella le placía disfrutar, era egoísta, pero deseaba hacerla gemir fuerte, quería que cualquiera la escuchara y pudiera entender lo hermosa, seductora e irresistible que era mientras la hacía suya, era un deleite para él ser testigo de su pudor, pero también de lo abnegada que se mostraba al placer que él le estaba dando. Escuchando los gemidos de la pelirosa cambiar de tono y tornarse cada vez más descontrolados, realmente desesperados, Sasuke se alejó de la feminidad de Sakura quien pareció decepcionada por no alcanzar el clímax y ante lo que él la sosegó dulcemente, irguiéndose mientras se relamía los labios, encontrando su mirada con la suya y sujetándola de la nuca, estampando sus labios contra los suyos, reclamando su boca con su lengua, sintiendo sus perfectos pechos aplastarse contra su pecho mientras le quitaba la camiseta y la arroja al suelo, tumbándola sobre la cama. Dejándose hacer dócilmente, Sakura descendió sus manos hacía el cinturón de Sasuke, desanudándolo y haciendo a un lado la tela, encontrando su mirada con la del Uchiha, que se levantó para quitarse los pantalones y las botas, quitándoselas a ella también; al volver a tumbarse sobre ella, Sasuke alineó su miembro contra su sexo y lentamente penetró en su interior hasta tocar fondo, dejando pasar un instante para disfrutar el momento y acostumbrarse. La inmediata y primera embestida tomó a Sakura por sorpresa, haciéndola gemir y casi gritar, pero no de dolor, era de deseo puro por más del placer que él le estaba proporcionando.

La Haruno apenas tuvo tiempo de acostumbrarse cuando el Uchiha comenzó a penetrar acompasada y profundamente en su interior, y a lo que ella respondió arañándole la espalda y envolviendo sus piernas alrededor de sus caderas para brindarle libertad de acción y para permitirse sentir cada una de sus embestidas, sintiéndolo llegar más profundo y ella tomando tanto como podía de él, deslizando sus manos de sus hombros a su pecho, descendiendo por su pecho y abdominales, disfrutando de la sensación de placer combinado de Sasuke y ella invadirla. Manteniendo abiertas las piernas de Sakura, Sasuke penetró profundamente en su interior, queriendo mantenerla lo más cerca posible de él, disfrutando de la sensación de su piel rozándose contra la suya…no había ninguna sensación más cruda y placentera que ser uno solo, viendo a los ojos del otro, era casi demasiado para soportarlo, sintiendo cada nueva embestida acercándolos a ambos más al clímax, que se sentía inminente; el primero en alcanzarlo fue Sasuke, quien se tensó tras la última embestida, con un gruñido masculino entrelazado con el nombre de Sakura. Sintiendo a Sasuke enterrado tan profundamente en su interior, Sakura gritó al alcanzar el clímax en ese momento, envolviendo sus brazos alrededor de los hombros y espalda del Uchiha, suspirando su nombre mientras permanecían abrazados; Sasuke nunca se había considerado adicto a nada, quizás a la adrenalina, pero ahora eso había sido reemplazado por su deseo de hacerle el amor a Sakura, acababa de hacerla suya y, sin embargo, su único deseo en ese momento era volver a enterrarse profundamente en su interior. El Uchiha sonrió para sí, besando el hombro desnudo de su ángel…


PD: Saludos queridos y queridas, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, esperando como siempre poder cumplir con lo que ustedes esperan de mi, agradeciendo su apoyo y deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado :3 Las siguientes actualizaciones serán "El Sentir de un Uchiha" luego "Kóraka: El Desafío de Eros" y por último "El Origen del Clan Uchiha" :3 Esta historia esta dedicada a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 (por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas),a ZoyeZest (agradeciendo sus hermosas palabras y dedicandole esta historia por lo mismo, esperando honrar su predilección), a Guest (agradeciendo su apoyo y dedicándole esta historia por lo mismo), a Jeyli05, La Esposa de Castiel, Raven Nevra, Vquesada0906, jorgejonathanrs, Yara Barrios, A.L.R5, gabi2801, Isabel Vazquez y yhevelbonilla (por seguir esta historia y lo que aprecio infinitamente dedicándoles este fic como agradecimiento), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besos, abrazos, bendiciones y hasta la próxima.

Personajes:

-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri

-Tsunade Senju como Mo'at-Dan "Katou" Haruno como Eytukan

-Kakashi Hatake como Grace Augustine -Suigetsu Hozuki como Norm Spellman

-Gaara Sabaku como Tsu'tey -Karin Kanako como Trudy Chacon

-Shisui Katon como Max Patell -Itachi Uchiha como Tom Sully

-Tobirama Senju como Akwey -Kurotsuchi Iwagakure como Ikeyni

-Danzo Shimura como Miles Quarich -Homura Mitokado como Parker Selfridge

Trama, Guerra y Costumbres: La historia continua moviéndose y enfrentamos ahora no solo la muerte de Kakashi, sino el inicio de una guerra, aunque no ha comenzado formalmente, pero todos se preparan para ello; por un lado tenemos al clan Kenyu y al clan Iwa, que Sasuke se encarga de reclutar personalmente, teniendo a Sakura siempre a su lado y que sirve de interprete así como guía, mismo papel que cumple Neytiri al lado de Jake en Avatar, solo que nunca se ha profundizado debidamente en ello, lo que yo cambio. Un tema que siento jamás se ha tocado en Avatar es lo "conveniente" que resulta la muerte del hermano de Jake en la trama, literalmente y si la brújula mural de Jake no hubiera estado en la dirección correcta, no habría sido posible que él se enfrentara a su propia raza y defendiera a los Navi, por lo que elegí plantar la idea—mía, por cierto—, de que la RDA decidió acabar con la vida de Itachi para que Sasuke les diera la oportunidad de erradicar a los Konoha, solo que al descubrirlo esto cataliza las acciones de Sasuke para defender por completo a los nativos en general, abrazando así su responsabilidad como Biju Makto y su nueva vida, o la vida que quiere. Se lo que algunos se preguntan; ¿Dónde esta Naruto en todo esto? No se preocupen, el personaje tendrá una importancia trascendental en esta historia, pero no aún, pues lo que le tengo preparado lo pone al nivel de Sasuke y la historia necesita avanzar primero antes de que podamos presentarlo a futuro y ello también involucra a Hinata. En cierto modo, mientras transcurre la historia de Sasuke y Sakura, Hinata y Naruto viven su propia historia.

También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: un fic inspirado en un What If de la Dinastía Romanov, que aún no tiene título, "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer) :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3