Capítulo 3x07: "Mundo fantasma."

Pensión Salvatore

"¡No!" fue lo único que consiguio decir Elizabeth o más bien, gritar. Se quedó de piedra, incorporada en la cama, con los ojos abiertos como platos. Frunció el ceño, a sabiendas de que algo no andaba bien en la casa, lo presentia. Salió debajo de las sábanas, con el ceño fruncido antes de dirigírse a la habitación de Damon. Pero él no estaba. Entonces cuando comenzó a darse cuenta de que se estaba preocupando demasiado, y simplemente había salido temprano al pueblo, probablemente a hacer algo relacionado con el consejo un alarido proveniente del piso de abajo la sobresaltó. Era Damon.

Rápidamente bajó a velocidad vampírica, y lo que vió cuando llegó a la sala la sorprendió dejandola sin aliento. Damon se encontraba atado a una silla con cadenas, mientras uno de los hierros de la chimenea se encontraba atravesando su pecho. Pero eso no era todo. La peor parte era que las ventanas estaban abiertas, permitiéndole la entrada al sol y poniéndolo en contacto con su piel, mientras su anillo de Lapis Lazuli descansaba a unos cuantos metros en el suelo.

Se estaba quemando en el sol literalmente. Y sus gritos, fueron los que la hicieron volver al lugar en el que se encontraba. Corrió e inmediatamente cerro las cortinas, mientras tomaba el anillo del piso al mismo tiempo que los gritos de Damon cesaron y el comenzó a sanar.

"¿Estás bien?" preguntó preocupada, mientras tomaba el anillo del suelo. Pero antes de que pudiera colocarlo en su dedo, las cortinas se volvieron a abrir y los gritos de Damon reanudaron. Miró alrededor pero no había nadie. "¿Qué demonios es ésto?" murmuró, tras instantáneamente colocarle el anillo a Damon. "¿Estás bien?" preguntó de nuevo mientras sacaba el hierro de su pecho.

Damon gruñó, mientras su piel seguía sanando. "Sí, estoy bien."

Abruptamente Elizabeth volteó hacia la entrada, cuando sintió la presencia de alguien, era Stefan.

"¿Qué demonios le pasó?" preguntó Stefan, con una sonrisa petulante, mientras se recargaba en el marco de la entrada.

"No... ¿Qué le hiciste?" Elizabeth preguntó antes de alzar su mano sobre Stefan pegandolo contra la pared con magia. "Sea cual sea este jueguito de destripador que intentas jugar déjalo fuera de ésto o me veré obligada a arrancarte la garganta."

"No hice ésto." replicó Stefan mientras intentaba apartarse de la magia pero le era imposible.

"¡Deja de mentir!" Elizabeth apretó su mano empezando a apretarle la garganta. "¡Claro que lo hiciste!"

"¡No lo hice!" Stefan gritó como le fue posible.

"Elizabeth..." murmuró Damon, aún adolorido. "No fue él."

"¿Si? ¿Cómo lo sabes?" preguntó Elizabeth, sin soltar a Stefan.

"Porque sé exactamente quién lo hizo."

Elizabeth se detuvo en seco mirando a Damon de reojo. Después miró a Stefan a los ojos, y tras fulminarlo con la mirada, dejo ir su magia soltandolo. Este cayó al suelo, gruñendo como un animal rabioso, cuando se levantó. Intentó asestarle un golpe pero ella paralizó su mano a media trayectoria, apretándola hasta que sus nudillos comenzaron a crujir.

"Madura." ella le espetó antes de soltarlo, para después darse media vuelta y alejarse, dejándolo en el suelo sujetándose la mano... Se dedicó a quitarle las cadenas a Damon, mientras miraba como Stefan se alejaba hecho una furia y se iba de la casa. "¿Quién fue? ¿Rebekah?" preguntó enfadada, de solo imaginarlo. "¿Fue ella? Porque si fue, iré tras ella ahora mismo y la quemaré viva." una vez lo hubo liberado de las cadenas, lo ayudó a incorporarse llevándolo hacia el sofá.

"No, no fue ella." negó Damon mientras Elizabeth buscaba unas toallas húmedas. "Fue Mason Lockwood."

"¿Mason Lockwood?" Elizabeth se detuvo. "Pero tu lo mataste."

"Matt Donovan revivió a su hermana Vicki ayer." explicó Damon, mientras Elizabeth le limpiaba la herida con las toallas.

"¿Lo consiguió?" Elizabeth preguntó preocupada.

"No suenas sorprendida, ¿sabías que lo planeaba?" Damon preguntó confundido.

"Si." Elizabeth asintió inspeccionando la herida. "Pero no que lo había conseguido... Le dije a Jeremy que lo evitara a toda costa."

"¡Oh, Jeremy!" exclamó Damon molesto. "No puedes dejar nada en manos de tu noviecito... Es un idiota."

"Él no es idiota Damon, y no es mi noviecito." Elizabeth defendió a Jeremy enseguida.

"No lo defiendas, sabes que es un idiota." afirmó Damon rodando los ojos con fastidio.

"Continúa." Elizabeth lo urgió.

"Bonnie la envió de vuelta... Y creo, que arruinó algo en el proceso." Damon terminó de explicarse.

"¿Y que vamos a hacer ahora?" preguntó Elizabeth preocupada, sabiendo el peligro que aquello implicaba para ellos. "¿Lo viste?"

"Es un fantasma." dijo Damon. "¿Alguna vez has visto un fantasma?"

"Si lo he hecho." Elizabeth afirmó ganándose una mirada asombrada de su parte... Ella sonrió antes de terminar de limpiarle la herida. "¿Qué vamos a hacer?"

"Hablaré con Bonnie... Si echó a perder algo, mejor que lo arregle porque cuando mato a alguien es porque lo quiero muerto, y se supone que se queden así." dijo Damon mientras gradualmente la molestia iba aumentando en su voz.

"Relájate... Lo que sea que este mal ella sabrá cómo arreglarlo... Mientras tanto mantengámonos juntos." dijo Elizabeth incorporandose del suelo. "Un fantasma vengativo no puede ser bueno para nadie."

"Sabia decisión." Damon coincidió, antes de acordarse de algo. "¿Estás bien?"

"Fue a ti a quien le atravesaron un hierro en el pecho..." Elizabeth lo miró confundida. "¿Por qué no debería estar bien?"

"Gritaste, te escuché." Damon explicó.

"Solo tuve una pesadilla." dijo Elizabeth recordando el sueño.

"¿Sobre qué?" preguntó Damon con curiosidad.

"Mikael despertando." respondió Elizabeth con un suspiro. "¿Crees que Katherine ya lo haya despertado?"

"Es probable." murmuró Damon. "Deberíamos llamar para asegurar."

Elizabeth se limitó a sentir, mientras Damon sacaba su teléfono marcando un número desconocído. Pero nadie respondió. Después de cinco llamadas, finalmente contestaron.

"¿Katherine?" llamó Damon cuando nadie contestó.

"Mikael está vivo y libre." Katherine respondió sin mas lo que congeló el corazon de Elizabeth, su pesadilla se habia hecho realidad. "Pero antes tuvo la delicadeza de utilizarme como aperitivo. Elizabeth tenía razon, no se alimenta de humanos, solo vampiros y aparentemente yo era la única en un gran radio de distancia. Estoy bien gracias por preguntar. Y estaré mejor cuando desayune al guardia de la entrada." tras un momento de pausa volvió a hablar. "Sabe que Klaus es un hibrido y está vivo, irá tras él en cualquier momento."

"Genial." sonrió Damon. "Y eso es exactamente lo que queremos."

"Pero si no lo consigue... Matará a todos." Katherine hizo una pausa como si la idea la horrorizara. "Elizabeth debería irse tan lejos como sea posible, sabe que Mikael volverá por ella también."

"¿Por qué?" intervino Damon, tan pronto como Katherine hubo hablado frunciendo el ceño extrañado.

"Entre una de las cosas que dijo fue que mataría a todos los vampiros que habian logrado burlarlo... Y mi querida Elizabeth ha estado en esa lista por siglos." aclaró Katherine con ironía.

"Eso lo sé Katherine, muchas gracias por recordarme lo obvio." exclamó Elizabeth molesta. "No me iré hasta ver a Klaus muerto."

"Como quieran. No me importa... Buena suerte." fue lo último que Katherine dijo antes de colgar la llamada.

Elizabeth miró a Damon que guardaba su telefono. "Ya comenzó la pesadilla." ella fingió una sonrisa, tratando de ignorar el miedo de saber que Mikael estaba de regreso y posiblemente más cerca que nunca.

"Lo resolveremos, ¿bien?" aseguró Damon tratando de calmarla, ya que a leguas se le notaba el terror en los ojos aunque intentara ocultarlo.

"Bien." Elizabeth asintió aunque no muy segura de ello.


Mystic Grill

Elizabeth pensaba en lo complicada que era su vida, mientras observaba por la ventana. Hasta que el impertinente sonido de su teléfono llegó a ella; obligándola a volverse y atender la llamada. Irónicamente era Elena.

"¿Si?" respondió monótonamente.

"Elizabeth, hola." Elena saludó inmediatamente. "Anoche se me ocurrió una idea, y necesito tu ayuda para poder llevarla a cabo, ¿podrías ayudarme?"

'¿Otra vez?' pensó Elizabeth, pero de sus labios no salieron aquellas palabras. "Si, seguro... Dime."

"Preferiría hablarlo personalmente, es un poco difícil de explicar." dijo Elena un tanto apenada.

"¿En donde estás?" preguntó Elizabeth alejándose de la ventana, mientras agarraba una chaqueta de su cama.

"Estamos en el Grill, ¿vienes?" preguntó Elena tras una pausa.

"¿Estamos?" preguntó Elizabeth confundida.

"Sí, estoy con Jeremy y Alaric." Elena explicó.

"Oh, bueno bien... Voy en camino." dijo antes de colgar la llamada.

Al llegar al Grill se apresuró a traves de la multitud, hasta que vió a Alaric, Jeremy y Elena. "Hola, siento llegar tarde... ¿Qué me he perdido?"

"No te perdiste de nada." dijo Elena con una sonrisa como el jefe del departamento de historia, Tobias Fell, empezó a hablar. "Solo quería preguntarte algo."

"¿Que pasa?" preguntó Elizabeth.

"Quiero hablar con Lexi, ella podría ayudarnos a rehabilitar a Stefan... Ella lo ha hecho antes." soltó Elena repentinamente.

"Entonces, ¿dónde está ella ahora que la necesitamos?" preguntó Alaric.

"¿Estas bromeando, verdad?" preguntó Elizabeth confundida. "Lexi está muerta."

Jeremy miró a Elena enseguida. "Y quieres que trate de llegar a ella, ¿o no?"

"Si, exacto." Elena asintió.

"Parece una buena idea." dijo Elizabeth genuinamente, a pesar de que el tema la incomodaba. "¿Cómo puedo ayudar?"

Jeremy volteó hacia ella. "Nunca conocí a Lexi, ni siquiera la vi una vez... Veía a Vicki y a Anna, porque solía tener algún tipo de relación con ellas. Así que no tengo idea de cómo poder, llamémoslo contactar con Lexi... Ni siquiera sé si está en el otro lado."

"¿Así es que se llama?" preguntó Elena.

"Así es como Anna lo llama." dijo Jeremy. "No es propio de un folleto oficial ni nada."

"Entonces, ¿qué es eso, una especie de purgatorio sobrenatural?" preguntó Alaric.

"Bueno, Anna dijo que es como estar aquí con nosotros, sólo que no podemos ver o escucharla..." aclaró Jeremy. "Y no puede interactuar con cualquier persona... Está sola."

"Vicki podía interactuar... Ella explotó el auto de Alaric, y casi Elena, Stefan y yo salimos muertos." dijo Elizabeth con un poco de actitud.

"Vicki tuvo la ayuda de una bruja en el otro lado... Anna lo está haciendo todo por sí sola." respondió Jeremy.

"Tal vez hemos aprendido nuestra lección sobre la invocación a los muertos." dijo Alaric.

"¿Crees que es incluso posible ponerse en contacto con Lexi?" le preguntó Jeremy a la híbrida pensativa.

"No lo sé... Yo no tenía una conexión emocional con ella." respondió Elizabeth enseguida. "Ni siquiera la conocí, lo siento."

"¿Podemos dejarlo asi, por favor?" Ric preguntó molesto.

"No, no podemos simplemente dejarlo asi, Ric." negó Elena firmemente. "No se que más hacer."

"¿No les parece que tenemos demasiados vampiros muertos en nuestro pasado, para estar sentados pensando en que ellos nos miran?" preguntó Ric.

Jeremy giró la cabeza hacia la silla vacía en la mesa y pareció que está escuchando a alguien hablar.

"¿Anna esta aquí ahora cierto?" Elizabeth le preguntó en un susurro, ya sabiendo la respuesta.

"Si, ya regresó." Jeremy le susurró en voz baja también, antes de torpemente pararse y caminar fuera de la mesa.

En ese momento Stefan se acercó dejandose caer en el asiento entre Elena y Elizabeth.

"Hola chicos... ¿Se les olvidó invitarme a la cumbre de la familia?" preguntó antes de que sus ojos se arrastran al diario en la mano de Elena. Él lo tomó y empezó a pasar las páginas. "Guau, había olvidado todas estas palabras."

"Yo no." dijo Elena enseguida.

"Sabes Elena, probablemente sea mejor que no te tortures con recuerdos del pasado." dijo Stefan rotundamente. "Lo mejor es que ambos simplemente sigamos adelante y aceptar las cosas como son." sin que ninguno se diera cuenta su mirada se desvió brevemente hacia la híbrida a su lado que fingía ignorarlo.

"No deberías estar aquí, Stefan." Ric habló enseguida.

"¿Sabes qué, Alaric? Tienes razón... Pero Elena está aquí, y debo cuidarla. Además, no va a haber gente en todas partes esta noche. Por lo que no tendre de quien comer." respondió Stefan sonriendo cuando Alaric se tensó. "Estoy bromenando... Estoy bromenando... Relajate." con una última mirada a Elizabeth se levantó y se alejó de la mesa.

"No podemos dejarlo así." Elizabeth no vaciló para mirar a Alaric repitiendo lo que habia dicho Elena antes. "Elena tiene razón, hay que arreglar esto."


Elena se paseaba a través de la parrilla en busca de Jeremy antes de decidir comprobar en el baño. Cuando caminó, se detuvo enseguida al encontrarse a Jeremy besándose con Anna... Lo más impresionante de todo era que podía verla.

"¿Anna?" preguntó haciendo que Jeremy se alejara rápidamente de la chica con una expresión incrédula en su rostro.


Mystic Grill

"¿Cómo podemos hacer eso?" Elena le preguntó a Caroline en el teléfono más tarde... Tan pronto como vieron a Anna, supieron que algo estaba mal, así que había decidido llamar a Bonnie de inmediato.

Resultó ser que Bonnie había alterado el equilibrio de la naturaleza al traer a Jeremy de regreso a la vida. Ahora, la puerta estába abierta para que la gente en el otro lado pudiera venir al lado de los vivos... Todo debido a alguna vieja bruja en el otro lado que estába manteniendo la puerta abierta.

"Al parecer, la vieja bruja puede sacar energía de este lado debido a tu talismán." explicó Caroline.

"Talisman... ¿mi collar?" Elena le preguntó.

"Es una fuente de energía. Y sé que no te va a gustar esto, pero Bonnie lo necesita para destruirlo." dijo Caroline.

"Simplemente porque encontre a Jeremy besando a Anna es la unica razón por la que estoy completamente de acuerdo con eso." dijo Elena con dureza.

"¿Qué?" Caroline la miró con incredulidad. "¿Es una broma?"

"Ojalá fuera... Mira, no tengo el collar, Damon lo tiene en alguna parte... Vamos a hablar con él y trataremos de encontrarlo." con eso Elena colgó con Caroline.

"Elena..." Jeremy comenzó pero ella no le hizo caso.

"Es necesario que desaparezcas o te evapores o lo que sea que los fantasmas hagan." Elena le dijo a Anna quien se quedó por un momento sin palabras.

"Hey, no es su culpa." Jeremy defendió a Anna.

"Tienes razón, es tuya." Elena le dijo cuando Anna desapareció. "¿Cómo sucedió esto?"

"No lo se, ¿si? No lo sé..." Jeremy dijo enseguida. "Simplemente lo hizo... Elena, por favor, Elizabeth no puede saberlo."

"No te preocupes, dejaré que tu lo hagas... Justo después de que nos ayudes a enviar a los fantasmas de regreso... Tengo que ir a buscar a mi collar." con eso Elena irrumpió fuera del baño.


Mystic Grill

Mientras tanto Elizabeth saliendo del Grill se encontró con alguien... Lexi.

"Parece que hoy estas de suerte." dijo Lexi con una sonrisa. "Elena ha estado nombrándome mucho estos días."

"Eres Lexi." afirmó Elizabeth sonriedo levemente. "Es por Stefan... Perdió su humanidad."

"Lo se, he estado algo cerca." respondió Lexi con tono frustrado antes de agarrar el brazo de Elizabeth, obligandola a caminar con ella. "Ven conmigo."

"¿Dónde?" Elizabeth preguntó sin soltarse del agarre en su brazo.

"Desintoxicación destripador, curso intensivo... Este es el mejor trabajo de mejor amiga del que te has suscrito." Lexi le recordó sin dejar de caminar. "Necesitamos un lugar donde nadie lo pueda escuchar."

"Hay unas oficinas que están abandonadas desde hace un tiempo." Elizabeth respondió enseguida.

"Vamos entonces." Lexi respondió con una gran sonrisa.


Oficinas abandonadas

Así más tarde Elizabeth se encontró de pie con Lexi en la antigua celda de la cárcel, mientras que Stefan estába atado a la silla en el centro de la habitación.

"Klaus realmente hizo un numerito con él, ¿no?" Lexi preguntó.

"Él lo obligó a apagar su humanidad." asintió Elizabeth levemente sin apartar su atención del Salvatore.

"Bien, entonces solo tenemos que convencerlo de volverla a encender." dijo Lexi con una sonrisa torcida y determinada.

"¿Cómo vas a hacerlo?" preguntó Elizabeth con genuino interés.

"Mira y aprende." dijo Lexi antes de volverse hacia Stefan. "Tengo que advertirte que no sera bonito."

"Podre con ello." Elizabeth respondió encogiendose de hombros. "He visto y pasado por cosas peores."

Asintiendo Lexi comenzó con su tarea. "Despierta, dormilón." dijo con una sonrisa de oreja a oreja al tiempo que Stefan poco a poco levantó la cabeza, dejando ver sangre seca en un costado de su frente. Cuando estuvo completamente despierto, las miró a las dos por turnos confundido.

"¿Cómo te sientes?" preguntó Lexi, sin perder la sonrisa.

En ese momento Stefan pareció percatarse de que se encontraba en una celda, porque rápidamente bajó la vista hacia la silla y las cadenas, entonces fallidamente comenzó a debatirse, intentando zafarse. "¿Qué es esto? ¡Déjame salir de aquí!"

"¡Shh! Voces internas, por favor." susurró Lexi, cerrando los ojos como si sus gritos la perturbaran. "Intento entrar a tu cabeza."

"Elizabeth... Deshazte de ella, por favor." pidió Stefan, mirando a la híbrida.

"No." negó Elizabeth con firmeza.

"Elizabeth, por favor." Stefan suplicó, más que pedir. "Por favor, hazlo por mí... No dejes que me haga daño. Prometiste protegerme... Soy tú mejor amigo, ¿recuerdas?"

"Y por todo lo que acabas de decir, es que la dejo hacer ésto." Elizabeth contestó, sin dudar... No iba a permitir que la manipulara. No esa cosa que estaba alojada en el interior de su Stefan. Entonces transcurrieron unos segundos en los que él y ella se miraron fijamente a los ojos, hasta que Lexi intervino.

"Primer paso, secarlo." anunció. "Privar la sed de sangre, despojarlo de la tentación."

"No funcionará, Lexi." dijo Stefan con una sonrisa arrogante, mientras la miraba a la cara. "No puedes hacer esto."

Lexi no le hizo caso dandose vuelta hacia Elizabeth. "¿Escuchaste sobre la parte no linda?"

"Te oí." Elizabeth afirmó con una inclinación de cabeza.

Justo entonces, Lexi miró a Stefan a los ojos mientras un silencio sepulcral se cernió sobre ellos. Él también la miró, sin saber que aquello sería su perdición.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó Stefan, cuando comenzó a temblar y su rostro comenzó a palidecer. Salvajemente intento zafarse de las cadenas, pero sus brazos progresivamente se contraían, más y más. "¡¿Qué estás haciendo Lexi?!"

"Estoy haciendo lo que hago mejor, dulzura." contestó Lexi a su vez, con una sonrisa torcida. "Estoy salvando tu vida."

Elizabeth comprendió a que se refería ella al decir que aquello no sería bonito. Ella sonreia como Stefan siguió gritando.

Los brazos de Stefan parecían estar siendo succionados por alguna fuerza sobrenatural... Su cuerpo se estaba secando justo frente a sus ojos... A cada segundo su piel palidecía más y más, mientras fuertes temblores sacudían su cuerpo. Estaba fuera de sí mismo y no podía culparlo. Fuese lo que fuese que Lexi le estaba haciendo era horrible. Tras lo que parecieron cientos de años de horribles quejidos, pero en realidad fueron un par de minutos sujetó a Lexi, con sutileza del brazo. "¿Estás segura de que esto funcionará?"

"Por supuesto." Lexi asintió mirandola con una mezcla de dulzura y tristeza. "La duda ofende."

"No, Lexi... No es eso." Elizabeth hizo una pausa mirando a Stefan que inhalaba bocanadas de aire. "Es solo que-"

La mirada que Lexi le ofreció a Elizabeth, le hizo saber que estaba mostrando debilidad. Que le estaba mostrando debilidad al destripador, más específicamente.

"Elizabeth por favor..." gimió Stefan.

"¿Ves eso? Le muestras compasión, y tratará de quebrarte... De abrirse paso a través de ti, intentará manipularte hasta que lo liberes y entonces podrá volver a ser un asesino." explicó Lexi molesta, antes de sujetar el brazo de Elizabeth mirándola a los ojos. "Tienes que ser fuerte."

"¡Lo sé, Lexi!" dijo Elizabeth desesperada. "Pero-"

"¡Oye!" Lexi llamó la atencion de la híbrida obligandola a apartar sus ojos se Stefan, para enfocarlos en ella. "Sé que es difícil, créeme lo sé. Pero es la única forma de recuperarlo, de recuperar a nuestro Stefan."

Sin necesidad de decir nada más simplemente con una simple mirada, hubo un entendimiento inmediato. Elizabeth asintió sintiéndome avergonzada de su debilidad. Lexi simplemente sonrió volviendo a girarse hacia Stefan. "Funcionará... Todo lo que necesito es tiempo."


"¡Estoy hambriento! ¡Me muero de hambre!" dijo Stefan levantando la voz. "¡Déjame salir! ¡Déjame salir! ¡Por favor, déjame salir!"

"¿Qué está pasando?" preguntó Elizabeth.

"Está alucinando." explicó Lexi, con una sonrisa; mientras se agachaba hasta quedar cara a cara con Stefan. "Esos son tres meses sin nada de sangre."

"¡Déjenme salir!" volvió a gritar Stefan, mientras los temblores retornaban.

"Nueve-" continuó Lexi, y conforme iba adicionando tiempo Stefan iba empeorando. "Dos años... Cinco."

"¿Alguna vez te dije lo feliz que estoy de que estás muerta?" Stefan le preguntó con una sonrisa malévola.

"Oh, yo también te extrañé, amigo." Lexi respondió con ironia, Stefan ahora gruñia como animal herido.

Cuando el teléfono de Elizabeth empezó a sonar, se apartó para responder. Era Caroline.

"De modo que el collar no esta donde Damon dijo que estaría y ahora no puedo llegar a Damon."

"Escucha, necesito que intentes contactar a Bonnie espera a que logre enviar a los fantasmas de regreso." dijo Elizabeth después de un corto silencio.

"¿Qué? Pero Elena dijo que estabas en pleno apoyo de deshacerte de ellos también." dijo Caroline.

"Lo estaba... Lo estoy." Elizabeth se interrumpió con un profundo suspiro. "Mira, Lexi está aquí y está ayudandome con Stefan."

"Está bien, vamos a encontrar el collar primero y luego vamos a elegir entre el drama novio fantasma de Elena o Bonnie." Caroline terminó antes de colgar.

"Elizabeth, Elizabeth. Estoy herido. Por favor, ayúdame." Stefan llamó a la híbrida como ella deslizó su teléfono en el bolsillo.

"No escuches." dijo Lexi al verla titubear. "Ciérrate a él."

"Te estoy ayudando, Stefan." aclaró Elizabeth tratando de no mostrar emoción alguna.

"Haré lo que sea." aseguró Stefan, con rostro afligido. "Cambiaré... Lo prometo."

"Es mentira." dijo Lexi interponiéndose entre Elizabeth y Stefan. "Dirá lo que sea en estos momentos."

"Elizabeth, lo siento... Lo siento... Solo haz que pare... Por favor, haz que pare." Stefan suplicó.

"Tienes que separarte de tus emociones." insistió Lexi como si junto con Stefan estuvieran en una contienda y Elizabeth fuera el premio a ganar. "No dejes que juegue con ellas."

"Oye mirame... Mírame." dijo Stefan en voz suave hacia Elizabeth que cometió el error de mirarlo a los ojos. Ella pudo ver el dolor. Parecia el viejo Stefan. "Elizabeth, me preocupo por ti... Metí la pata, ¿de acuerdo? Amo a Elena y quiero estar con ustedes dos. Por favor... Lo siento mucho."

"Lo siento, Stefan." susurró Elizabeth. "Simplemente no te creo."

Tras eso Stefan retrocedió enderezándose, mientras veía como su única salida se le escapaba de las manos. La decepción apareció en su rostro, para después darle paso a una mueca orgullosa y ofensiva. "¿Sabes qué? De todas maneras no quiero tu ayuda... Ojalá nunca te hubiera conocido. Cada momento que he pasado con Elena ha sido una completa pérdida y yo... te odio."

"¿Viste eso? Ese es el destripador hablando." dijo Lexi al tiempo que desde el interior de su chaqueta extraía una estaca de madera, filosa. "Una vez que está lo suficientemente débil, tienes que causarle dolor... Hacer que sienta cosas. La ira, la rabia, cualquier cosa. Tienes que hacerle ver más allá de la sangre." dijo antes de conducir una estaca en el estómago de Stefan. "Piensa en ello como una rutina. Un día sí, un día no. Como correr en una caminadora. Como hacer café. Hasta que esté listo para ser salvado." levantó la estaca para una vez más, clavársela al Salvatore.

Stefan se inclinó gruñendole a la cara. "¡Voy a despedazarte, Lexi!"

"No puedes... Ya estoy muerta." se burló Lexi, con una gran sonrisa antes de volver a clavarle la estaca, esa vez en el brazo... Stefan soltó un alarido.

"No puedo..." susurró Elizabeth ganandose una mirada de Lexi mientras caminaba fuera de la célda.

Salio a respirar un poco de aire fresco cuando vió las luces intermitentes de la policía alrededor de la plaza de la ciudad. También vió paramédicos cargar un cuerpo en una ambulancia. ¿Que había ocurrido?


Ciudad

Se encontró con Jeremy, y al parecer, los vampiros de tumbas habían regresado de entre los muertos y planeaban matar a las familias fundadoras de nuevo. Comenzaron con Tobias Fell y toda la ciudad se encontraba en una situación de pánico.

Ellos todavía no podian encontrar el collar para hacer que los fantasmas se fueran y Elena pensaba que Anna habia tomado el collar. Elena estába enfadada con Jeremy, y por mucho que Elizabeth quisiera que los fantasmas desaparecieran, queria que Lexi ayudara a Stefan.

Así se apresuró a bajar a la bodega y Lexi se inclinó, de pie delante de Stefan. "Dejar de luchar contra mí, Stefan... Sé que estás ahí."

"Ya no es así, Lexi." gruñó éste con rabia.

"Sabes que decir que cada vez, hasta que te hacen sentir de nuevo." dijo Lexi apuñalandolo con otra estaca. "Desperdiciaste toda su vida cuidando de mí... Ahora estás muerta y todavía no tienes nada mejor que hacer." Stefan le escupió en la cara.

"Nos estamos quedando sin tiempo." intervino Elizabeth desde la puerta.

"Tienes que conseguirme más." pidió Lexi volviéndose hacia la híbrida.

"No puedo."

"¡No! No... no hasta que de un paso." replicó Lexi empezando a entrar en pánico.

"No puedo, Lexi... Una vez que tengan el collar, van a cerrar la puerta." Elizabeth explicó con pesar.

"El collar." susurró Lexi volviendose hacia Stefan. "Bueno, ese collar. Al menos dime que recuerdas cómo se sentía acerca de eso, lo encontraste durante tu época más oscura... Y djiste que ese collar representaba la esperanza."

"Irónico, entonces, que está a punto de ser soplado en pedazos." Stefan dijo riendose.

Lexi tomó una respiración profunda mientras se alejaba de Stefan para mirar a Elizabeth. "Él sigue ahí, Elizabeth... Tú y Elena sólo tienen que romperlo."

"Está bien, Lexi... Sé qué hacer ahora... Te hice una promesa a ti y a él. Voy a mantener esa promesa no importa qué. Puedes ser libre." Elizabeth le dijo a Lexi que sonrió antes de mirar a Stefan y desaparecer.

"Entonces, ¿qué vas a hacer, Elizabeth? ¿Solo estarás allí?" preguntó Stefan con veneno en su voz. "¿Esperando a que me seque?"

"No, voy a ir a casa, cuidaré de Elena y Jeremy." respondió Elizabeth con frialdad. "Seré amiga de Bonnie y todo lo que tenga que hacer."

"Eso es bueno para ti. Ya sabes, me preguntaba cuando ibas a darte por vencida." Stefan se burló. "Lexi lo hizo, basta con echar un vistazo a tu trágico futuro si te quedas siendo mi amiga."

"No renunciare, Stefan... Todavía tengo esperanza, pero no hay nada que pueda hacer hasta que tú la tengas de regreso." dijo Elizabeth dando un paso hacia Stefan de manera que estába buscando en sus ojos. "Oye, sé que puedes luchar a través de esto... Lucha por ello. Siente algo. Cualquier cosa, Stefan. Porque si no, perderás a Elena siempre y sé que no serás capaz de vivir contigo mismo si eso pasa." con eso se levantó antes de salir de la habitación, cerrando la puerta dejando a Stefan sin habla.


Pensión Salvatore

Elizabeth se fue caminando calle abajo, con la cabeza alta, inhalando profundamente e intentando disipar sus pensamientos; lo cual resultó más difícil de lo que creía. La parte buena, por irónico que sonara era que no tenía auto; así que eso le daría tiempo suficiente para despejar su mente de camino a casa.

La noche estaba clara, el cielo despejado y cubierto de estrellas. Pero el pueblo era un desastre. Siguio caminando hasta que puso un pie en las escaleras de la entrada de la casa Salvatore, acariciando su collar; y noto que lo había hecho durante todo el recorrido... Extrañaba tanto a Marcos y sus consejos.

Sus pensamientos se desviaron al encontrarse con Damon que estaba en la casa. De hecho, estaba abriendo la puerta así que también acababa de llegar. "Hola." saludó al tiempo que él se volteó hacía ella con una sonrisa cansina.

"Hola... Iba a buscarte pero no sabía donde estabas y no atendías tu teléfono." dijo Damon, frunciéndo el ceño cuando la vió tomar un profundo suspiro. "¿Qué pasa?"

"Estoy cansada." murmuró Elizabeth. "Emocional y mentalmente cansada."

"¿Dónde estuviste todo el día?" Damon preguntó con curiosidad.

"Es una larga historia." dijo Elizabeth mirándolo a los ojos. "Mejor entremos y te cuento."

"Yo también tengo mucho que contarte." dijo Damon al tiempo que abría la puerta.

Tan pronto entraron se encontraron con Rebekah, quien los observó con mala cara al tiempo que hacía una especie de puchero. "¿Dónde han estado ustedes dos?" preguntó con tono autoritario. Damon y Elizabeth intercambiaron una mirada de incredulidad.

"No creo que eso sea de tu incumbencia, Rebekah." le contestó Elizabeth, restándole importancia; pero cuando intentó seguir caminando seguida de Damon, la Original se interpuso acercándose a ella hasta que quedaron a centímetros de distancia.

"¿Dónde está Stefan?" Rebekah preguntó esa vez.

"¿No está aquí?" preguntó Damon extrañado.

"No." respondió Rebekah fulminando con la mirada a Damon al tiempo que se cruzaba de brazos y volvía a mirar a Elizabeth en espera de una respuesta. "Pero tengo el presentimiento de que ella sabe donde está."

"Confórmate con saber que Stefan no vendrá a casa esta noche." aclaró Elizabeth encogiéndose de hombros dedicandole una sonrisa hipócrita.

"¿Dónde está?" insistió Rebekah arrastrando las palabras al tiempo que sujetaba la muñeca de la híbrida con fuerza.

"Esta conversación se acabó." dijo Elizabeth molesta tras sujetar la mano de Rebekah removiendola de su muñeca, dejandole una marca. "No vuelvas a tocarme."

"Espero el momento de ver como mi hermano te destruya." Rebekah amenazó.

"Hasta entonces." Elizabeth le respondió al tiempo que Rebekah bufó de rabia.

"Mejor vámonos." intervino Damon enseguida agarrando a Elizabeth por el brazo obligándola así a que lo siguiera por las escaleras hacia las habitaciones.