Antes de leer, Naruto y sus personajes no me pertenecen
La historia es completamente mía
Advertencia, Lemon y lenguaje vulgar.
Habían pasado dos días y dos noches desde la última vez que mantuvo esa conversación con sasori en su habitación, estába muy confundida y desconcertada, la actitud del pelirrojo había cambiado a 360 grados, ya no era frío y despota, al contrario, se mostraba amigable y atento. Lo reconocía, lo hacía para guardar las apariencias con sus papás.
No podía creer la magnitud de sus engaños, él no era un hombre comprensivo, atento y bondadoso, al contrario era frío, malvado, manipulador y calculador. Odiaba que por su farsa había tenido que mentirle a su madre, tuvo que hacerlo para no mirar la decepción en los ojos de mekubi.
—¡Es maravilloso!...Tu padre en cualquier momento se levanta y camina como antes, era cuestión de tiempo —dijo mekubi con felicidad. El tratamiento había sido todo un éxito, y el señor haruno ya estaba fuera de peligro.
—Mi padre es fuerte, él no caerá... logrará superar su enfermedad —dijo Sakura con emoción.
—Fue un verdadero milagro que sasori nos ayudará, sin él...no puedo imaginar que pasaría —dijo la mujer agradecida.
—Mi padre también no dió su brazo a torcer, él es el verdadero héroe —dijo Sakura decidida.
—Sakura, ¿eres feliz con él?—le preguntó mekubi.
—Yo...si, Estoy muy feliz ahora —dijo Sakura con una sonrisa fingida.
—Sabes, apesar de todo esto, no quiero que te sientas comprometida, él no puede obligarte a nada...lo entiendes—le dijo la mujer seria.
—¡cómo si alguien pudiera obligarme!...me conoces mamá, yo no me dejaría —dijo Sakura levantandose del comedor.
—Se que eres muy fuerte... pero cuando se está enamorada a veces nos volvemos vulnerables—le dijo la mujer.
Sakura abrió los ojos, lo último que pasaría por su mente sería enamorarse de sasori, él era cruel, no podía, no debía... simplemente no.
—Ire a ordeñar las vacas... Falta leche —dijo Sakura caminando a la salida.
Mekubi miró a su hija y notó cierta incomodidad.
—Sakura—dijo la mujer preocupada.
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Sakura se encontraba en el pasto, a decir verdad sólo tenían dos vaquitas pero muy bien portadas, había conseguido ya más de 10 litros y pensaba en realizar un poco de queso. Con mucha habilidad llevó las cubetas a la cocina, ella era muy fuerte y no necesitaba de ayuda.
Después de hacer sus labores aún quedaba un tiempo para distraer su mente, así que caminó al establo a buscar a su yegua favorita llamada estrella. Al mirar al semental sonrió, era una yegua hermosa de pelaje blanco y hocico largo.
—¿Con que aquí estabas?—dijo sasori tomándola desprevenida.
—¿Qué?...me asustaste —dijo Sakura tomando su corazón.
Sakura miró al pelirrojo, vestía un pantalón negro y una camisa blanca con las mangas dobladas, el cabello rebelde y unos zapatos de cuero.
—En dos días regresamos a la ciudad—le dijo sasori con serenidad.
—Vaya...Me alegro, ya no quiero que estés más aquí en mi pueblo —le dijo sakura.
—¿por qué lo dices?—dijo sasori con el ceño fruncido.
—porque todo lo que he hecho desde que llegué aquí fué mentir y mentir...No quiero más mentiras —le dijo sakura encarándolo.
—A veces es mejor una mentira que una verdad —dijo sasori observando cómo ella sacaba la yegua de su corral.
—¿ah sí?...Sabes, tu no eres amigable, bondadoso, caritativo...eso es una infame mentira, agradezco conocer tu verdadero ser, de lo contrario también me engañarías...eres un buen actor —le dijo saliendo de las caballerizas.
Sasori la siguió y la tomó del hombro con fuerza.
—Lo que he hecho no es una mentira Sakura, lo hice por ti..—le dijo sin remordimiento.
Sakura se giró y lo miró sorprendida, no lo creía, él era cruel, malévolo, frío, lo único que le importaba era su propio beneficio.
—¡No mientas!...A mí no, yo sé cuál es tu verdadera cara —le dijo con molestia.
—¡No lo sabés!...Tu no me conoces del todo Sakura, lo que has visto de mi es solo el 10%—le dijo sasori con el rostro serio.
—¿multifacético?...¡no!..Yo diría bipolar, Sasori ya basta...No me vengas a escupir en la cara que no es actuación, porque yo sé muy bien que lo único que te importa es ese maldito contrato —le dijo y comenzó a ensillar su yegua.
—No te confundas Sakura, el hecho de qué te ayudará con tus padres no significa que ha terminado el contrato —le dijo él con voz áspera.
—¡ja!...Lo sé, nunca en ningún instante deje de pensar que lo único que te importa es TU beneficio...¡bravo!...¡bravo!...Si tuviera un premio te lo daría por GRAN actor—le dijo sakura subiéndose en la espalda de la yegua, comenzó a cabalgar y se perdió entre los senderos.
Sasori la miró con el ceño fruncido, Sakura estaba muy molesta con él, pero está vez no había hecho nada malo, al contrario...Solo pensó en devolverle a su padre.
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Había cabalgado lo suficiente para perderse de su casa, había cabalgado tanto que estaba en los límites del rancho vecino, no se había percatado hasta que miró la gran finca con diversos huertos y un gran establo.
—¿Aún viven los Yamada aquí?—dijo sakura curiosa. Los Yamada eran una familia de rancheros, personas mayores con un gran legado en el pueblo.
Se bajó de su yegua y caminó para observar mejor el lugar.
—Todo ha cambiado —dijo observando aquella estructura.
—¿Quién eres?—dijo una voz proveniente de los huertos.
—¿Qué?...¿quién está ahí?—dijo sakura impactada.
—Soy el dueño...Este es mi rancho—dijo el hombre saliendo entre los arbustos.
Sakura miró cómo un hombre de ojos profundos salió del lugar para enfrentarla.
—Yo soy su vecina, Soy Sakura Haruno —dijo un poco intimidada, ya que su aspecto era muy varonil y atrayente. Tenía un pantalón oscuro y una camisa negra, un pequeño sombrero y unas botas de vaquero.
—Ah—fue lo único que dijo el hombre ya que sus ojos no dejaban de examinar su cuerpo.
—¿Y los Yamada?—dijo Sakura con interés, intentando desviar su atención.
—Ya no están, hace una semana que compre esté rancho...Soy Gaara Sabakuno, un placer —le dijo dándole la mano.
No sabía porque sentía que detrás de su mirada había algo oscuro y siniestro.
—Un gusto —dijo sakura tomando aquella mano y sintiendo ligeros escalofríos.
—¿Te gustaría ver el rancho?—le invitó con doble intención.
—No..Yo ya me tengo que ir—dijo Sakura internado subir a su yegua, pero por estar tan desconcentrada, no se fijó en una pequeña zanja (hueco) que estaba en el suelo, metiendo su pie de lleno.
—AHHHH—gritó con fuerza cuando escuchó el sonido de su hueso.
—¡Cielos!...—dijo Gaara tomándola en brazos y llevándola a dentro.
—¡Espera mi yegua!—dijo Sakura.
—Tsk.. mandaré por ella a un peón (empleado), no te preocupes —le dijo llevándola a dentro de la gran casa.
Ya a dentro sakura observó el lugar, el piso de madera pulido, las paredes de piedra y granito, chimeneas, grandes escaleras, estatuas, cuadros y hasta la cabeza de un alce ( venado) en la pared.
—¿eres cazador?—le dijo ella con el rostro fruncido por el dolor.
—Mmm si, me gusta cazar —le dijo divertido, colocó a Sakura en el sofá y de inmediato comenzó con la inspección.
El tobillo estaba inflamado, morado y sensible, con mucho cuidado colocó un poco de hielo y una crema antiinflamatoria. Lo vendó y poco a poco Sakura pudo sentir como el dolor cedía.
—G-gracias...soy una molestia —le dijo avergonzada.
—Eres un peligro, así de hermosa como eres no puedes estar sola—le dijo y de inmediato le guiñó el ojo.
—V-volvere... Tengo que regresar—dijo sakura con las mejillas sonrojadas.
—Quedate un poco más...¿quieres un té, un café?—le dijo sonriendo. Sakura lo observó y no supo que responder, ese hombre la desconcertaba.
—Ehmmm... Sabakuno, lo siento pero mi mamá me está esperando —dijo poniéndose de pie.
—Es una verdadera lastima, eres una mujer muy preciosa, ven te llevo —le dijo también poniéndose de pie. Él de nuevo la cargó y la llevó hasta su yegua.
—Sube...Iré a tu lado —le dijo Gaara con una sonrisa.
—No es necesario, puedo cabalgar —le dijo ella apenada. Subió a su caballo con dificultad por el vendaje.
—Sin peros, era una mujer demasiado testaruda —le dijo gaara con diversión.
Sakura escuchó atentamente como se dirigió a ella, era obvio que ese hombre si la consideraba una mujer y no una niña.
—Ya te hice perder mucho tiempo —le dijo al sentir como el hombre se subía al caballo y tomaba las riendas, abrazando el cuerpo de ella a su paso.
—Al contrario, he ganado un tiempo muy valioso —le dijo en susurro.
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Sasori se encontraba sentado en un banco a fuera de la casa, hace aproximadamente una hora que Sakura se fué de la finca, había pensado en ir detrás de ella pero necesitaba pensar. Esa niña se estába volviendo parte importante en su vida, quería ayudarla, protegerla pero ella simplemente lo odiaba, y con mucha razón.
Después de unos segundos de meditar el golpeteo de un caballo llamó su atención, frunció el ceño al mirar como sakura entraba en su campo visual acompañada de un hombre.
—Es aquí —dijo la chica.
—¡Oh..oh...oh!—dijo gaara para que el caballo se detuviera.
Sasori sin pensarlo dos veces caminó hasta ellos y empuñó sus manos.
—Sakura—dijo sasori con la mirada siniestra.
Gaara miró con interés al hombre también pelirrojo y hubo algo que llamó su atención, sin embargo calló porque no era el mejor momento. Gaara bajó de un salto y ayudó a la chica tomándola de la cintura con familiaridad y la dejó en el suelo.
—Gracias Sabakuno —dijo la pelirrosa.
Sasori alzó una ceja y meditó en dónde había escuchado ese apellido, sin embargo olvidó el asunto cuando observó cómo el hombre intentaba de nuevo tomar la cintura de ella.
—¿Que paso aquí?—dijo sasori haciéndose notar, sus ojos mostraban mucha molestia.
—Tuve un accidente, y Sabakuno me ayudó —dijo sakura con frialdad.
Sasori comenzó a examinarla y se detuvo en su tobillo vendado.
—hun, bueno supongo que gracias por la ayuda pero ya estoy aquí...me puedo ocupar de MI mujer—dijo sasori recalcando las palabras, tomó a Sakura de la cintura y la atrajó a su cuerpo.
—Que curioso, no sabía que te gustaran los pelirrojos...—dijo gaara a Sakura, con un aire pícaro.
Sasori frunció el ceño y de inmediato lo fulminó (desintegró) con la mirada.
—Shino... Acompaña al Señorito a su rancho —dijo sasori llamando a su guardaespaldas.
—¡No te preocupes!... Conozco el camino de regreso... Supongo que nos veremos luego —le dijo está vez a sasori. El hombre se alejó y se perdió entre el camino.
Sasori apretó la mandíbula y deseó con todas sus fuerzas romperle la cara a ese maldito.
—¡¿CÓMO TE HAS HECHO ÉSTO?!—le dijo sasori con fuerza a Sakura.
—¡Auch!... Estoy cerca de ti..No me grites—le dijo sakura con el ceño fruncido.
—Ese sujeto no me gusta...¿cómo lo has conocido?...—le dijo ahora con seriedad.
—¡Vaya! ni que te tuviera que gustar —dijo sakura.
—Sakura...no me hagas perder la paciencia —le dijo sasori serio.
—Es vecino, sin querer me caí en un hueco y me ayudó...es todo —le dijo la pelirrosa.
Sasori suspiró pero no podía dejar de estar tranquilo. Un mal presentimiento se apoderó de su pecho.
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—¿que pasó?—dijo mekubi al ver a su hija en brazos de sasori.
—Me caí mamá no es nada...Ya bájame sasori, puedo caminar —le dijo sakura resoplando.
—Sin embargo cuando el tipo ese te tocó no dijiste nada —le dijo sasori en susurro para que solo ella escuchará.
—¿Que?—dijo sakura desconcertada.
—La llevaré a su habitación... necesita descansar —le dijo sasori a la madre de Sakura.
—Te prepararé un té para que puedas dormir —le dijo mekubi.
—No te molestes mamá —le dijo sakura.
—No es molestia —le dijo mekubi cuando la chica entró en el cuarto con la ayuda de sasori.
Después de unos segundos sasori llegó a la cocina y le solicitó que fuera a descansar, que él prepararía el té. Mekubi que a duras penas habia cruzado un par de palabras con él, consideró que era su oportunidad de hablar de Sakura.
—Sasori...¿puedo hablar contigo?—le dijo la mujer seria.
Sasori se giró y la miró fijamente, esperando a que hablará.
—Sakura...¿Que fue lo que te enamoró de ella?...¿no creés que es Muy joven?..—le dijo mekubi ansiosa por su respuesta.
Sasori se sorprendió, no esperó esa pregunta. Recordó porque Sakura quería irse del pueblo, le molestaba mirar a su madre y tener que mentir.
—Su determinación, Sakura es joven pero muy inteligente y decidida, la verdad la edad no importa cuando se tiene valentía y confianza —dijo sasori sin inmutarse.
—Sakura siempre ha sido fuerte, capaz, arriesgada. Lo único que su padre y yo queríamos es que ella fuera alguien, que estudiará, se esforzará..Que tuviera una vida mejor que en el pueblo, por eso es que la dejamos ir, ella no quería irse pero la obligamos...Ella es... yo no quiero que sus sueños se detengan, que la lastimen...Ella es fuerte pero también tiene un gran corazón que está dispuesto amar —le dijo mekubi con sinceridad.
Sasori quedó sin palabras, Sakura era una mujer que tenía derecho amar, tener un amor digno, un amor que no la lastimara.
—Hazla felíz, es lo único que te pediré —dijo la mujer dejándolo solo.
De nuevo un sentimiento de culpa invadió su cerebro, si su padre, su madre y la abuela Chiyo descubrieran lo que le hizo con Sakura no dudarían en acabar con él... pero eso ya no importaba, no importaba porque Sakura era la mejor testigo y no quería saber nada de él.
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Sakura en su habitación había logrado ponerse cómoda, quitó su ropa y se colocó una bata, estaba acostada con la mirada perdida en el techo cuando sasori ingresó en el cuarto con un té caliente.
—Toma...te ayudará —le dijo colocándole el té en la mesa de noche. Sakura lo miró y lo notó extraño, estaba distante y serio. Se metió en el baño y después de unos minutos salió con un shorts y el torso descubierto.
La chica quedó sin aliento al ver su musculatura, sus brazos gruesos y su abdomen bien trabajado.
—Buenas noches sakura —dijo entrando en la cama y dándole la espalda.
Sakura frunció el ceño, ¿y ahora que le pasaba?... estaba considerando que en verdad era bipolar, desde que habían llegado no le había tocado ni un pelo, no es que fuera malo, le agradaba que la dejará tranquila, sin embargo no lo entendía y eso le preocupaba.
—hun...cómo sea —dijo Sakura tomando el té y durmiendo también.
Cuando los rayos del sol entraron por su ventana, Sakura abrió los ojos y se levantó de prisa, era un nuevo día y le gustaba. Se alistó y aunque le dolía el pie aún podía hacer algunas quehaceres, miró por la ventana llevándose una gran sorpresa, se fijó en aquel jinete impresionante.
Su estilo era único y elegante, tomaba las riendas del caballo con mucha destreza, el viento mecía su cabello y lo mostraba de manera sensual y con cierto toque salvaje.
—No sabía que le gustará montar —se dijo sakura al mirar a sasori.
Con mucha curiosidad salió a su encuentro, Salió de la casa y se dirigió a las pequeñas caballerizas, sasori vestía unos jeans oscuros y una camisa negra. Al percibir su presencia el hombre la miró fijamente y él no pudo evitar sonreírle.
—Es Rayo...No se deja con cualquiera...¿cómo has conseguido montarlo?—le dijo sakura refiriéndose al caballo negro.
Aún le dolía el tobillo pero no por eso iba a dejar las cosas de lado.
—Soy un domador de bestias —le dijo divertido. Sakura frunció el ceño, él alguna vez le dijo que ella era una bestia.
Sasori percibió el cambio de humor y de inmediato se corrigió.
—Tengo un rancho en California...He tratado con caballos difíciles...¿cómo está tu tobillo?—le dijo bajandose del caballo.
—Bien...Soy una bestia, no es nada que no pueda soportar —le dijo intentando irse pero sasori la detuvo.
—olvida eso...yo no quise decirte que eres una bestia, eres lo contrario a eso, eres un ángel —le dijo sin pensarlo.
Sakura abrió los ojos y lo miró asombrada.
—¿un ángel?—le dijo ella sin creerlo.
—Si...eres un ángel —dijo sasori por primera vez con el rostro sonrojado. Sakura no lo podía creer, ¿era un sueño?
—¡Sakura!...¡tu padre despertó!...¡quiere verte!—dijo mekubi desde la entrada.
Sakura tomó su corazón y corrió sin importarle el dolor, deseaba ver a su padre. No le importaba que le doliera a horrores, ella lo soportaría..Sasori miró con atención a la chica, cada día más se sorprendía por la voluntad de ella, Sakura era una chica extraordinaria.
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—¡Papá!... despertaste —dijo Sakura con lágrimas en los ojos.
—Hija... Este viejo es un testarudo, no es fácil que me muera —dijo Riazhi Haruno.
—No digas eso... sabés, estás en tu mejor momento, la hacienda prospera y todo saldrá bien —le dijo sakura.
—Estas hermosa sakura, la cuidad te ha caído (resultado) bien —dijo Riazhi.
Después de unos minutos de conversar Riazhi volvió a dormir, estaba cansado.
—Esta bien, lo está —dijo Sakura con lágrimas en los ojos. Abrazó a su mamá y no pudo evitar sentirse satisfecha, él lo había traído de vuelta...y aunque lo negará, sasori le devolvió a su padre. Salió de la habitación con lágrimas en los ojos, necesitaba verlo, necesitaba ver a sasori.
Al llegar al comedor lo encontró sentado tomando un café, estaba serio con la mirada perdida. Sakura caminó con paso lento, su corazón se aceleró con cada paso, cuando estuvo enfrente de él lo abrazó del cuello y le dió un fuerte abrazo.
—¿Sakura?—dijo sasori impresionado.
—Gracias por traerlo...yo, apesar de todo, admito que sin tí él estaría muerto... Gracias —dijo sakura con lágrimas en los ojos.
—Shuuu, él estará bien —dijo sasori tomando a Sakura de la cintura y atrayendola a su cuerpo.
Mekubi quién había decidido ir a la cocina al mirar la escena se conmovió, tenía algunas dudas con respecto a Sasori pero ahora estába un poco más tranquila.
—Mi hija encontró el amor —dijo la mujer con lágrimas.
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—Se ve bien...ya no está inflamado —dijo sasori en la habitación de Sakura, examinando su tobillo.
—Ya no tengo dolor —dijo sakura con el corazón acelerado, el tacto de sasori en su piel era divino.
—Voy a traer a mí capataz del rancho de California, vendrá mañana —le dijo sasori sentandose a su lado.
—¿por qué?—dijo Sakura.
—Ayudara aquí en el casa, tu padre no puede hacer esfuerzos, ni tu madre...El se encargará del pastoreo, los caballos y todo lo demás —dijo sasori con simpleza.
—pero...—
—No están en condiciones, sabes que lo necesitan—dijo sasori.
Sakura mordió su labio inferior, otro favor que le debía al pelirrojo.
—No te preocupes, no pienso aumentarte los días del contrato, no pienso cobrarte—le dijo levantandose de la cama.
—Sasori...—dijo sakura mirándolo.
—Dime—dijo el hombre serio.
—Yo...es decir...tu que sient...—dijo Sakura indecisa.
De pronto el teléfono del sasori comenzó a sonar y al ver la pantalla su frente se tornó negra.
—Debo contestar Sakura, ya regreso —dijo sasori saliendo de la habitación.
Sakura tomó con fuerza su pecho, ¡se había vuelto loca!, estába a punto de preguntarle a sasori que sentía por ella, ¡que tonta era!, sasori no sentía nada, para él ella solo significaba una cosa, un maldito contrato.
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—¿por qué?...¿por qué cambiaste de opinión?—dijo sasori alterado. Caminado de un lado a otro, a fuera de la casa.
—Hubo un cambio de planes...No te preocupes, no saldras perjudicado... siempre y cuando te pongas de mi lado —dijo una voz detrás del teléfono.
—¡no puedo hacerle eso!..me lo ganaré de enemigo, a él y a su socios —dijo sasori frustrado.
—Te conviene mejor que no seamos nosotros tus enemigos, sabes Muy bien que pudo destruirte Sasori—dijo el hombre.
—¡lo haré!.. quitaré a Pain de presidente y te podré a ti Orochimaru—dijo sasori derrotado.
—Eso espero, se Muy bien que andas en ese horrendo pueblo con tu nueva amante, por cierto...que linda es...—dijo Orochimaru divertido.
Sasori frunció el ceño, sakura podía estar en peligro.
—Ya te dije que lo haré... No hace falta que me amenaces...Y dile a tu sobrino, que no le vuelva a poner un dedo a MI MUJER porque soy capaz de todo —dijo cortando la llamada.
Sasori arrojó el teléfono celular en la primera pared que encontró, convirtiendolo en añicos, no quedando absolutamente nada del aparato, sabía que el maldito Sabukano se le hacía familiar de alguna parte. Y resultó ser el maldito sobrino de Orochimaru.
—Shino, que contraten más guardias, quiero guardias aquí en la casa de Sakura vigilando cuando nos vayamos, y quiero guardias en la mansión, en todas partes...¡muevete!—le dijo serio.
—¡Si señor!—dijo Shino.
Sasori miró el cuarto de Sakura desde su posición, no soportaría, definitivamente no soportaría que alguien le tocará un pelo.
—Sakura...te protegeré con mi Vida —dijo con firmeza.
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La pelirrosa se acostó en su cama a meditar, cuando sasori regresará le diría un par de cosas, de pronto el hombre entró y se abalanzó contra ella, embriagandola con su aroma en un sobreprotector abrazo.
—¿que... te pasa?—le dijo sakura.
—Sakura, confía en mí...por favor, yo nunca dejaría que algo te pasará ni a tí ni a tu familia —le dijo sasori con desesperación.
—Yo...—dijo sakura impactada.
—Sakura tú me importas... mucho más de lo que creés —le dijo y sin avisó, la tomó del mentón y besó sus labios.
El beso se tornó apasionado, sasori en ningún momento dejó de saborear sus labios, disfrutar su sabor y calidez. Tomó con fuerza la parte trasera de su cuello, impulsando más sus movimientos para aferrarse más a sus labios.
—Mmm—dijo Sakura con el corazón acelerado.
Sasori abandonó su boca y besó su frente en un sutil gesto de cariño, la protegería, sakura estaría bien siempre y cuando se mantenga a su lado.
—¿Que... ocurre?—dijo sakura sonrojada. Ese beso la había descolocado por completo.
—Nada...Yo, venía a decir que mañana nos vamos, después de que venga el capataz nos iremos así que si quieres mandó a Shino a qué te ayude a empacar —le dijo el hombre levantandose de la cama.
Sasori sentía un vacío gigantesco cuando se separó de ella, sin embargo, tenía que hacer algunas cosas antes de volver a la ciudad. Hacer llamadas, programar reuniones.
—Pense que... bueno, ¿mañana?—dijo sakura aún confundida.
—Mañana—dijo saliendo y dejándola de nuevo sola.
Sakura soltó el aliento que había estado conteniendo, se levantó y caminó a su armario, sacó su ropa y comenzó a aguardarla en su maleta. Un ligero mareo la atacó, no sabía que le ocurría un momento estába bien y al otro estaba mal.
—Debe ser por el calor —dijo sentandose en el borde de la cama.
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En la hora de la cena Sakura se encontraba ayudando a su madre en la cocina, prepararían un delicioso estofado de cerdo con patatas y ensaladas. La pelirrosa había notado que sasori se mantuvo distante desde la última vez que lo vió en la tarde, con sus guardaespaldas fuera de la casa, siempre hablando por teléfono.
Al terminar la cena Sakura preparó la mesa y esperó por él, su madre se había retirado a la habitación de su padre para hacerle compañía, así que solo estaba ella y la soledad como su única compañía.
Se mantuvo esperando una horas más y ya eran las 11 de la noche. No entendía porque quería esperarlo, sin embargo allí estába sentada con hambre y malhumorada.
—¿pensé que dormías?—le dijo sasori ingresando en el comedor.
—Te esperaba... Para cenar —le dijo poniéndose de pie la chica.
—No hace falta, no tengo hambre —dijo sasori con seriedad. Estába cansado y solo quería dormir.
—¡Vaya!...¡Y yo aquí esperando para comer!... Hubiera Sido bueno saber eso hace unas horas —dijo sakura levantandose para ir a la cocina.
—Yo no te pedí que lo hicieras —dijo sasori estresado. Con tono de molestia.
Sakura se detuvo en su caminar, era cierto, él no se lo pidió... pero no entendía lo que sucedía, ella estaba comenzando a sentirse extraña ante su presencia.
—¡Claro!...—dijo Sakura con una mueca.
—¡Espero que ya tengas todo listo!...Partimos antes del mediodía día —le dijo sasori con seriedad. En esos momentos era mejor pensar astutamente, por su bien y el de ella.
—Si señor perfecto...¡cómo ordené!—le dijo sakura arisca. Fue a la cocina a buscar su comida.
De nuevo sintió un ligero mareo que está vez si la dejó caer, el ruido alertó a sasori y cuando entró en la cocina la encontró en el suelo con el rostro agachado.
—¿Que ocurrió?—le dijo sasori intentando tomarla.
—¡DÉJAME!...¡NO ME TOQUES!—le gritó sakura frunciendo el ceño.
—¿Que?... Sakura déjame ayudarte, deja de ser una Maldita testaruda —le dijo el hombre con firmeza.
—¡Todo es por tu culpa!...¡tu me haces sentir mal!...—dijo Sakura quitándose su agarre.
—Sakura...No digas...—pero se detuvo al mirar sus lágrimas.
—Sabes, yo creía...más bien anhelaba que no fueras tan maldito... pero es obvio que todo esté tiempo has estado jugando conmigo, de pronto eres dulce y amable y al siguiente momento frío y cortante...¡Si tienes malditos problemas de personalidad a mi déjame fuera de ellos!, ¡no soy tu Maldito juguete!—le dijo poniéndose de pie.
Sasori la dejó que se fuera, no intentaba convertir ese momento en un desagradable incidente en casa de sus padres, la comprendía él era un maldito...que había desgraciado su vida.
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A la mañana siguiente sakura despertó y encontró el lugar vacío del lado opuesto de su cama, quizás sasori no había dormido allí, no se percató de ello, en cuanto tocó las sábanas se durmió porque sentía mucho cansancio.
—Es un infeliz...Solo está tratando de volverme loca—dijo frunciendo el ceño. Se levantó y caminó hasta el baño, dónde se nuevo sintió un poco de mareo.
—Esto es un desastre —Se dijo ella y comenzó a vestirse. Salió de la habitación y encontró a su madre con su padre en una silla de ruedas.
—¿de dónde ha salido eso?—dijo sakura impresionada. Su padre estaba en el comedor disfrutando de un buen caldo.
—Sasori lo ha traído, ha venido en el helicóptero —dijo mekubi con seriedad.
—Hija...¿estás casada?—le dijo Riazhi.
—Ah papá... Sasori es mi novio, nos conocimos en la ciudad —dijo caminado hasta llegar a su lado.
—Acabo de mantener unas palabras con él...Me aseguró que cuidaría de tí con su propia vida, me parece un hombre muy responsable —dijo el padre con serenidad.
Y no podía estar más equivocado, sasori no era bueno, no era atento, y mucho menos se preocupaba por ella. Sakura resopló y comenzó a desayunar, no importandole que sasori estuviera o no. Al poco tiempo ingresó sasori acompañado de un hombre de cabello erizado, parecido a una piña.
—Buenos días... Él es Shikamaru, es el mejor capataz —dijo sasori serio.
—Es un placer —dijo un hombre de aspecto ranchero, botas puntiagudas y un sombrero negro.
—¿Cómo?—dijo mekubi.
Sakura Resopló, otra mentira que se añadía a su lista.
—Mamá sasori nos prestará su capataz, por ahora no lo necesita en su rancho y como aquí hay mucho trabajo ha decidido que puede ayudarnos con muchas cosas, papá no está en condiciones—dijo Sakura con frialdad.
—¿Tienes un rancho?—dijo Riazhi asombrado.
—Es un gran rancho en California, se encarga de la producción del mejor vinotinto —dijo está vez Shikamaru.
—Eso es magnífico, nosotros también queríamos hacer una cosecha de uvas —dijo Riazhi emocionado.
—Estoy seguro que Shikamaru será el indicado para ese trabajo —dijo sasori.
Sakura percibió la impaciencia de Sasori, aún era temprano pero imaginaba que deseaba marcharse. Ella también lo quería, no podía arriesgarse a que se descubriera sus secretos, con el dolor de separarse de sus padres tomó impulso para hablar.
—Mamá tengo que regresar a la universidad, tengo muchos exámenes...—dijo Sakura abrazando a su madre.
—Lo entiendo hija, tu padre está Muy bien ahora, no hace falta que te quedes cuando tienes muchos compromisos pendientes—dijo mekubi también abrazandola.
—No te preocupes por mi Sakura, este viejo aún no se va a morir —dijo Riazhi.
—Eres tan testarudo—le dijo sakura con lágrimas en los ojos.
Después de unos minutos Shino y hidan sacaron sus cosas y la llevaron al helicóptero, sasori intercambio varías palabras con los padres de sakura.. Después de un tiempo y cuando todo estuvo listo la pelirrosa y él ya se encontraban de vuelta en aquel helicóptero.
—¿Estás bien?—le dijo sasori al mirar sus rostro.
—Bien.. aunque no creo que te importe—le dijo sakura arisca.
—Hun, Debes estarlo...Hoy en la noche hay un gran evento en la mansión, no puedes faltar—dijo sasori con el ceño fruncido.
—¿Cómo?—dijo sakura abriendo los ojos.
—Hay un gran evento...¿estás sorda?—le dijo sasori divertido.
Sakura sintió náuseas, su estómago estaba realmente enfermo.
—Toma esté balde...—le dijo sasori al percibir su estado, sujetó su cabello y lo hizo hacia atrás para ella pudiera evacuar.
—¡Estás pálida!—le dijo sasori preocupado.
—Es el viaje, me ha mareado —dijo Sakura con pésimo estado.
—Espero que estés bien para esta noche —dijo sasori sin pensarlo.
—No te preocupes...¡no seré un maldito estorbo!—le dijo sakura furiosa.
Después de que el helicóptero aterrizó un auto los llevó a casa, Sakura percibió que el lugar contaba con más seguridad, incluso había perros guardianes.
—¿Has traído un tesoro que no quieres que te roben?—dijo Sakura irónica.
—Asi es...no puedo permitir que me lo quiten—dijo mirándola fijamente.
Sakura se puso nerviosa por su intensa mirada, de nuevo una extraña sensación se alojó en su cuerpo.
—Ire a ver a Chiyo...ella me debe estár extrañando—dijo sakura literalmente corriendo de su presencia.
_¿por qué cada vez que me mira con esos ojos mis piernas tiemblan?_se dijo sakura sobresaltada.
Sasori miró correr a su niña, estába inquieta porque sus dulces ojos lo demostraban, Sakura se había convertido en alguien Muy importante...Y no estaba dispuesto a dejarla ir.
—Hun, maldito Orochimaru. Te estás aprovechando de mi debilidad... Pensar que alguien pueda tocarte un pelo Sakura me enloquece, me enfurece como no tienes idea, solo de pensarlo hace que la bestia que llevo en mi Interior salga y acabe con todos esos malditos —dijo sasori ingresando en la casa.
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—¿Así que fuiste a tu pueblo?—dijo Chiyo en el jardín tejiendo.
—Si...mi padre está mejor —dijo Sakura con confort.
—Me alegro hija...¿Sasori te acompañó en todo momento?—le dijo la anciana.
—Si...no me dejó sola ni un momento —dijo sakura resoplando.
—Que bueno hija...Sabes, nunca pensé que sasori se enamoraría —dijo Chiyo.
—¿por su carácter?—le dijo sakura frunciendo el ceño.
—No, el juro cuando era niño que jamás se enamoraría —le dijo la anciana.
—¿Y eso por qué?...—dijo Sakura curiosa.
—La muerte de sus padres le dejó un gran vacío en su corazón —dijo Chiyo.
—eso es de cobardes, no puede simplemente aislar su corazón —dijo sakura molesta.
—tienes razón, pero yo entiendo que no le gustaría perder a esa persona a quien ama...Es un dolor muy grande Sakura, uno que nunca se irá —dijo Chiyo con mucha tristeza.
Sakura tragó grueso, de inmediato pensó que si su padre hubiera muerto una parte de ella también. No lo imaginó, era un dolor insoportable.
—Solo es cuestión de encontrar a esa persona...eso fue lo que sucedió, sasori se ha enamorado de ti —dijo con seguridad Chiyo.
—¿cómo está segura de ello?—dijo Sakura sonrojada.
—Porque lo sé hija... Sasori está enamorada de ti —dijo Chiyo muy segura.
Sakura estuvo por objetar pero la presencia de Karin en el jardín la alertó.
—¡así que regresó la pelo de chicle!—dijo Karin con un parche en la nariz.
—Dime quién te golpeó en mi ausencia, lo felicitaré —dijo Sakura satisfecha.
—¿Que?..es un retoque, para la fiesta de hoy... tengo que lucir fenomenal —dijo Karin.
—Bueno...lo que vale es el intento —dijo sakura divertida.
—¡Maldita...!—dijo Karin furiosa.
—Me vale Karin...No me importa lo que pienses—le dijo sakura despreocupada.
—Eso ya lo veremos niña —dijo Karin entrando en la casa.
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La noche había caído, nunca había visto tanta organización y empeño para decorar aquél lugar, las sirvientas corrían de un lado al otro con adornos, manteles, mesas y demás. Los cocineros preparaban un gran festín digno de admirar. Casi todo estaba listo y lo único que faltaba era la presencia de los invitados. Sakura se encontraba en su habitación, sasori había ordenado arreglarla y dejar todo igual o mejor que antes. Observó que había un nuevo guardarropa en su armario, con vestido elegantes y zapatos altos.
—¿por qué demonios tengo que asistir a esa reunión?...—se dijo ella. Ya había tomado un baño y se encontraba en debate de escoger un vestido.
De inmediato tocaron a su puerta y ella frunció el ceño, de inmediato fue a abrir y se encontró con una de las sirvientas. Vestidas con un traje nuevo de falda blanca con azul y camisa blanca, pequeñas zapatillas y el cabello recogido.
—Soy May...vine a ayudarla arreglarse—dijo la chica con la cabeza baja.
—Supongo que el malnacido de sasori te ha enviado...—dijo sakura resoplando. La chica abrió los ojos, no pensaba que la señorita se dirigiera al pelirrojo de aquella forma.
—Pasa...justo ahora decidía que ponerme —Dijo sakura cruzandose de brazos.
La chica se adentró en la Habitación y acompañó a la pelirrosa a su armario, inmediatamente hubo un hermoso vestido rosado que captó su atención.
—¿Puedo tomarlo?...creo que esté le quedará muy bien —dijo la jóven con amabilidad.
—adelante...no lo había visto, seguro Don perfecto lo mando a comprar —dijo Sakura frunciendo el ceño.
—Es precioso, es en forma de corazón y tiene una abertura en la pierna, largo y sedoso con incrustaciones de diamantes en forma de corazón en el corpiño, en forma de degradados —dijo la Jóven encanta.
—Si es lindo —dijo Sakura impresionada, de verdad que era muy lindo. Después de unos minutos, decidió ponérselo, se colocó unos zapatos plateados y soltó su cabello.
—Venga. Le arreglaré el cabello y la maquillare...soy Muy buena —dijo May.
—Eres muy gentil...nada que ver con la otra chica —dijo Sakura recordando, sentada en una silla.
—Jena, ella era muy atrevida. Yo no puedo darme el lujo de perder este trabajo, estoy ahorrando para la universidad —dijo May terminando de maquillar sus ojos de colores rosado fuerte con un delineado, colocó rubor y un labial nute.
—¿Cuántos años tienes?—dijo Sakura abriendo sus ojos. Dejando ver su aspecto, su cabello rizado en las puntas y un maquillaje hermoso.
—18, ya está lista —dijo la chica complacida.
—Me veo diferente —dijo sakura poniéndose de pie.
—Dejara a más de uno con la mandíbula desencajada—dijo la chica.
Sakura miró a la joven, reconocía que también era muy valiente y dedicada.
—Sabes may, me encantaría ser tu amiga...¿a ti también?—le dijo sakura con una sonrisa.
—¿Yo?...¿usted amiga de una sirvienta?—dijo la chica sorprendida.
—¿Y por qué no?...Oye, es un trabajo honrado y no tiene nada de malo—dijo sakura.
—Me encantaría, señorita —dijo la jóven sonriente.
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Sasori se encontraba en la sala de su casa, habían llegado distintas personalidades y la casa estába llena. La urgencia de esa fiesta había sido anunciar el retiró de Pain cómo presidente de Akatsukis, la más importante sociedad que había fundado, no solo eran prestamistas, había de todo, yacuzas, millonarios y personajes importantes. Sasori por supuesto era el principal, poseía no solo la mayor fortuna sino también la más responsable reputación.
Pero a él no le gustaba estar al frente de la asociación, por tal motivo había designado un delegado que se encargará de todo cómo el presidente. Pain era el indicado, hasta que Orochimaru decidiera intervenir.
—¡Maldito!...Solo espero que nada ocurra está noche —dijo el hombre impaciente.
—Sasori—dijo pain llegando a su lado.
—hun—dijo sasori con seriedad.
Al lado de Pain estába su mujer, konan. Una joven de cabello azul y de figura envidiable.
Al poco tiempo llegó Orochimaru, y en lugar de estar acompañado de su mujer venía con su despreciable sobrino.
—¿Que hace este hombre aquí?—dijo sasori prendiendo los estribos.
—Vine a la fiesta...Y a ver a una belleza —dijo gaara con firmeza.
Sasori sintió su sangre hervir, necesitaba a Sakura a su lado pará demostrarle a Orochimaru que no le tenía miedo, que Sakura era una mujer valiente que no le temía a nadie, además, se aseguró de que hubiera guardias en todos lados, nada le pasaría... Pero no contaba con la llegada de cierto pelirrojo insolente.
—¿que paso sasori?..¿no te agrada mi sobrino?—dijo está vez Orochimaru con voz ácida.
Cuando estuvo a punto de ir a la habitación de Sakura para impedir que saliera de ella, (no quería que Gaara la viera, que la mirara, no quería que ese pelirrojo estuviera a 10 metros cerca de ella) se detuvo, Sakura venía bajando por las escaleras cómo todo una reina. Con un andar maravilloso y una espléndida presencia.
—Es exquisita —dijo gaara relamiéndose los labios. Saboreando su figura desde la distancia.
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ok!.. Díganme... siento que le faltó algo pero no sé que, quiero ponerle más acción así que déjenme un REVIEWS de que les pareció.
