-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidades, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "Flares" de The Script para Sasuke, "Cold As Ice" de Ava Max para Sakura, "Vivir Mi Vida" de Marc Anthony para Kakashi, "Temple of the King" de Blackmore's Night que es la canción que canta Ino y que Sakura traduce, y "Brother" de Kodaline y "Before The Dawn" de Evanescence para el contexto del capítulo.
"Flares" de The Script para Sasuke, "I See You" de Leona Lewis para Sakura, "E.T." de Katy Perry. para todo el contexto de atracción y tensión romântica entre Sasuke y Sakura, y "The Storm" de Maisy Kay para el contexto del capítulo.
1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".
2-Dialogo normal para "español".
3-Breves textos en cursiva para pensamientos.
4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks
El entrenamiento del Uchiha continuaba avanzando rápidamente, Sakura simplemente ya no tenía que decirle las cosas de la misma manera en que hacía antes, podía confiar en que Sasuke la seguiría y eran contadas las ocasiones en que ella tenía que repetirle las cosas y solo cuando sentía que él no las entendería, lo que era algo breve, Tenten verdaderamente había hecho un gran trabajo sustituyéndola como maestra de Sasuke a tal punto que—interiormente y aunque no lo demostró—Sakura no pudo evitar albergar celos, no podía evitar preguntarse qué es lo que la Namiashi le había enseñado al Uchiha y de qué manera ya que ella no sentía haber conectado con él de la manera en que ella lo había hecho, mas si pudiera leer la mente de Sasuke habría entendido que en realidad todo lo que Sasuke había hecho mientras ella había estado inconsciente era profundizar en cada palabra o enseñanza que ella hubiera pronunciado e intentado mejorar para verla sonreír cuando volviera a ser su maestra, y ahora todo lo que Sasuke estaba haciendo era seguir el ejemplo de ella, esforzándose de nueva cuenta en estar a su nivel para ver más seguido esa sonrisa y tener tiempo que perder juntos. Esa mañana y como de costumbre—tras desayunar, despierto a la hora apropiada—, Sasuke siguió a Sakura llevando su arco en la espalda mientras bajaban por el entramado de la estructura del Árbol-Madre, saludando con la mirada a los miembros del clan que veía en su camino y con los que se podría decir que había trabado amistad, estando lo suficientemente alerta a lo que lo rodeaba para no chocar con Sakura, desconcertado cuando ella detuvo abruptamente sus pasos.
—Lo había olvidado por completo— masculló Sakura, reprendiéndose mientras terminaba de bajar por la estructura del Árbol-Madre.
—¿Qué sucede?— inquirió Sasuke cuando ella volteo a verlo con una ligera sonrisa de disculpa, esperando no importunarla con su pregunta.
—Ino cantara esta noche, es la mejor cantante del clan junto con su hermano Deidara— explicó la Haruno siguiendo con su camino. —Para los extranjeros las leyendas cuentan historias sobre el pasado, pero a ojos de nuestro pueblo esas historias se concentran en canciones— aclaró sabiendo que el termino aun podía significarle nuevo, así como confuso.
—Tiene mucho sentido— asintió el Uchiha, entendiendo lo que ella quería explicarle. —¿Es una ocasión especial?— inquirió ya que así podría interpretarlo él.
—Si, el día en que mi padre se convirtió en Olo'eyktan— asintió la pelirosa mientras ambos cruzaban la antesala del Árbol-Madre. —Ino siempre canta para conmemorar el día en que mi madre se convirtió en Tsahik y mi padre en Olo'eyktan. Hay dos formas de ser líder dentro del Clan; si se es el mejor guerrero, descendiendo además de un linaje que haya ayudado y resguardado al clan; o naciendo como tal, siendo hijo del Olo'eyktan y la Tsahik— explicó extensamente al Uchiha que asintió, agradecido por la aclaración e información que ella le estaba dando.
—¿Cómo saben el día exacto? No tienen ningún...— el azabache ni siquiera termino de decir aquello, deteniendo sus pasos y cerrando los ojos un momento. —Tienen calendario, ¿cierto?— asumió, reprendiéndose por pensar lo contrario.
—Por supuesto que lo tenemos, igual que un reloj— obvió ella sin desvanecer su sonrisa, siendo lo más natural del mundo.
Nada más decir eso y no entendiendo la extrañeza de Sasuke, Sakura señaló con la mano las inmediaciones de la antesala de reuniones y donde de hecho se encontraba un reloj como afirmaba, pero este no era lo que el Uchiha podría considerar un reloj según las bases del "mundo civilizado" sino que era de hecho un reloj de sol, lo que lo hizo cerrar los ojos un instante con una sonrisa ladina y asentir, intentando hacerse a la idea pese a que hasta ese momento no hubiera tenido necesidad de medir el paso del tiempo, esto simplemente había dejado de ser tan importante; la verdad es que, como Suigetsu le había dicho una vez hace muchísimo tiempo—producto de sus celos por la oportunidad que tenia de formar parte de la vida de los nativos, un auténtico sueño para cualquier miembro del Programa Avatar—, el mundo de nos nativos y su sociedad era mil veces más avanzada y mejor que el "mundo civilizado" que el resto de los humanos creían tener, disponían de grandes adelantos tecnológicos pero estos estaban basados o adaptaban elementos naturales con el fin de corromper lo menos posible el ambiente en que vivían, buscando adaptarse a este y no adaptar el mundo a lo que ellos creían necesitar que es lo que hacían los "extranjeros". Sintiendo un escalofrió cuando se dio cuenta de que había usado el término "extranjero" como hacían los nativos para referirse a su propia gente, a aquellos que provenían del mismo lugar que él, Sasuke se sorprendió enormemente y no supo encontrar una explicación a ello de buenas a primeras, pero finalmente eligió no buscar ninguna respuesta para ello y solo concentrarse en lo que Sakura le estaba diciendo.
—Y de cualquier forma Kami se lo recuerda a mi madre, como Tsahik que es— insistió Sakura mientras lo instaba a continuar con su camino hacia el exterior.
—¿Qué quieres decir con que él le dice?— inquirió Sasuke, no sabiendo como interpretar eso en palabras claras.
—Te he dicho una y otra vez que Kami es parte de nosotros— volvió a insistir la Haruno tan pronto como cruzaron el umbral del Árbol-Madre. —Mi madre y mi padre saben cuándo se convirtieron en Tsahik y Olo'eyktan por el vínculo que tienen con Kami, como todos los demás en la villa— el fujo de energía hacía que todos los seres vivientes creados por Kami supieran su lugar y lo que debían hacer.
Sasuke había profundizado muchísimo en sus estudios durante el tiempo que ella se había encontrado inconsciente o recuperándose, Tenten había sido una buena maestra sustituta a la par que Sasuke un alumno muy talentoso y dócil, mas no dejaba de tener ciertos manierismos o muletillas de la sociedad a la que pertenecía, le costaba entender la confianza que el clan o la sociedad de los nativos depositaba en los elementos naturales así como en el flujo de energía de Kami para con los seres vivientes, mas Sakura entendía todo eso y no le molestaba repetirle las cosas una, dos, tres, cuatro o las veces que fuera necesario, sabiendo que a la larga Sasuke acabaría entendiendo todo lo que ella quería enseñarle y ya lo estaba haciendo a un ritmo asombrosamente rápido. Si, estaba aprendiendo a sensibilizarse con lo que lo rodeaba, incluso Sakura lo estaba invitando a participar en jornadas de cacería después de que el sol se ocultaba, pero no para matar algún animal y contribuir en el orden del clan sino para poner a prueba sus habilidades de rastreo, y al final Sasuke terminaba tan satisfactoriamente cansado que no protestaba por todas las horas que su mente pasaba fuera de su cuerpo real, estaba tan concentrado en la vida y oportunidades que le ofrecía su cuerpo Avatar que concienzudamente estaba formando parte de otra vida, se estaba entregando a una realidad que sabía que no era la suya y que jamás lo seria, mas nada de eso le importaba, quería abrazar todo ello y quería llevar aquella vida, por lo que solo pudo sonreír ante las palabras de Sakura, siempre dejándose guiar por ella si de los conocimientos de los nativos y el clan se trataba.
—¿Cuál es la canción?— preguntó Sasuke esta vez, más interesado en ello aunque supiera que tendría lugar dentro de varias horas.
—Aún tenemos tiempo hasta esta noche, puedo enseñártela para que la entiendas— sugirió Sakura, viéndolo asentir entusiasmado, —pero sabes lo que eso significa; otra lección de idioma— el azabache entorno los ojos al oírla, lo que casi la hizo reír, pero no desistió por ello. —Y...tengo planeada una carrera para esta tarde— agregó, sabiendo como captar su interés, sosteniéndole osadamente la mirada y viceversa.
—Ya me convenciste— asintió el Uchiha quitándole un peso de encima, si es que lo había.
Aprender el idioma de los nativos era una parte importante de su enseñanza y Sasuke lo tenía muy presente en todo momento, tanto que en ocasiones y cuando se levantaba más temprano de lo usual, Suigetsu y él practicaban la pronunciación de las palabras en un intento por mejorar, no por las noches y al salir de la Cámara de Enlace ya que entonces todo lo que quería hacer era irse a dormir, por lo que—aunque no lo demostrara—Sasuke entendía la importancia de aprender el idioma pese a sus propias frustraciones personales ya que ello implicaba quedarse sentado demasiado tiempo y todo lo que deseaba hacer en su cuerpo de Avatar era moverse lo más posible, pues al volver a su verdadero cuerpo siempre lo esperaba una inmovilidad que últimamente comenzaba a detestar aún más ante el contraste de realidades y que desearía poder cambiar. Satisfecha con la respuesta de Sasuke a la par que esbozando una sonrisa ladina ante el desafío que podía representar para él estudiar y no moverse tanto como ambos quisieran, Sakura ya anticipo cual sería el desenlace de los acontecimientos y por lo que mentalmente planeó velozmente una rutina para compensar el tiempo que ambos pasarían estudiando así como por el hecho de que había muchas habilidades que deseaba enseñarle al Uchiha y a las que sabía que él no podría resistirse; indicándole a Sasuke que la siguiera y considerando que ya habían hablado demasiado, Sakura reanudó su caminar que agilizó para comenzar a correr, sintiendo los pasos de Sasuke imitar su ritmo sin que ella tuviera que voltearse para comprobarlo, sonriendo mientras trepaba las ramas de uno de los árboles para moverse gracias a estas.
No le haría fáciles las cosas.
—Hoy aprenderás algo nuevo— comentó Sakura alzando ligeramente la voz mientras corrían.
—¿El qué?— inquirió Sasuke, emocionalmente frenético así como habido de aprender.
—A frenar tu descenso si te enfrentas a una larga caída— explicó la Haruno vagamente, sonriendo al imaginar la expresión del Uchiha ante sus palabras. —Sígueme— instó únicamente, sabiendo que sería mejor si lo veía por sí mismo.
Cada día sube de intensidad en todo, los senderos a recorrer son más largos, no solo siento que me estoy haciendo más fuerte, también noto las huellas que el esfuerzo deja en mí, correr tras Sakura e intentando seguir su ritmo lo mejor posible era en definitiva una de las actividades favoritas de Sasuke, junto con practicar equitación con Sunburst y en lo que estaba volviendo cada vez más hábil—siendo un jinete innato en palabras de la misma Sakura—, por lo que el Uchiha siguió lo más velozmente posible a la Haruno en su recorrido por lo alto de las ramas de los árboles, usando esta para cruzar la distancia de árbol en árbol. El tiempo junto a Sakura le había hecho entender que ella era una mentora estricta que siempre lo hacía tomarse en serio las cosas, pero también mesurada, paciente, y muy atenta, que nunca establecía una nueva prueba a menos que supiera que Sasuke sería capaz de llevarla a cabo, mas este no pudo evitar congelarse en su lugar cuando la vio saltar en caída libre de la última rama que había pisado. El primer impulso del Uchiha fue temer por la pelirosa al verla arrojarse desde lo alto de la rama, sin embargo, Sakura no se inmuto al caer, usando las ramas debajo de ella para sujetarse y balancearse, chocando el costado de sus piernas y el roce de sus manos contra estas y las hojas de mayor tamaño para disminuir su velocidad, aterrizando elegantemente y en cuclillas sobre la hierba con la gracia de un felino, irguiéndose y bufando al apartar uno de sus cabellos con un suspiro antes de volver la mirada hacia él, instándolo a bajar también. Con Sakura todo es; aprende rápido o muere, y Sasuke no pudo evitar sonreír ladinamente al confirmarlo.
—Esto es una broma…— suspiró el Uchiha, nervioso y emocionado a partes iguales.
Aquello era una maldita locura y Sasuke no pudo evitar sonreír ladinamente al afirmarlo en su mente, pero una buena locura, de aquellas que él deseaba seguir de inmediato y por lo que—intercambiando una última mirada con Sakura quien había aterrizado perfectamente—el azabache acomodó su arco en su carcaj y sabiendo que, si Sakura había tenido éxito, él también podría, Sasuke dio un salto de fe a imagen de cómo había hecho su mentora instantes atrás...pero quizás era necesario señalar que—impulsivo como era—Sasuke dio varios tumbos en su descenso, haciendo que Sakura tuviera que disimular una sonrisa mientras lo escuchaba quejarse, haciéndose a un lado de la trayectoria de caída cuando lo primero en aterrizar fue su arco y un instante después el Uchiha sobre uno de los arbustos; Sakura podría haber dicho algo o hecho alguna crítica sobre el desempeño de Sasuke, mas no pudo evitar enternecerse ya que ella misma había fallado en su primer bajo la tutela de Izumi, y por lo que solo sonrió ligeramente mientras veía a Sasuke erguirse y salir del arbusto, quitándose restos de hojas o lianas de encima, intentando mantener su dignidad lo más intacta posible mientras Sakura lo observaba. Interiormente y aunque se esforzase por parecer estar en perfecto control de sí mismo—lo que era muy apreciado por los nativos—, Sasuke no pudo evitar sentirse avergonzado, si había algo que podía impedirle obtener la deseada atención de Sakura, ese algo sin duda eran sus propios errores y el que acabara haciendo el payaso, ya sea que quisiera hacerlo intencionalmente o no, mas orgulloso como era se negó a demostrarlo.
—Estoy bien, muy bien— comentó Sasuke por fin, carraspeando para aclararse la garganta.
—No diré nada— negó Sakura únicamente, esbozando una sonrisa carente de malas intenciones o cualquier tipo de burla. —Bien hecho, lo suficiente para que yo sea feliz— concluyó siendo que solo era su primer intento.
—¿Y ahora?— inquirió el Uchiha inclinándose para recoger su arco y devolverlo a su carcaj.
—Regresamos al Árbol-Madre y escuchamos la canción de Ino— contestó la Haruno, alzando la mirada e intentando concluir la hora por la posición del sol. —¿Tienes buen sentido de la orientación?— esperaba que llegaran a tiempo contando el tiempo de trayecto, para entonces ya sería el crepúsculo.
—Para mí está bien, pero no siento que tu pienses lo mismo— respondió el azabache, no queriendo concluir nada sin que ella lo hiciera primero.
—Ya lo veremos— asintió la pelirosa, aceptando el posible desafío. —Quiero que trates de llevarnos de regreso al Árbol-Madre— encomendó, desconcertando al azabache por su destinación. —Si deseas ser uno de nosotros, debes aprender del bosque, conocerlo y no solo seguirme todo el tiempo— ya era tiempo de que lo aprendiera.
Parte importante de ser parte del clan era matar en las cacerías para contribuir con el equilibrio y repartir las actividades que sucedían en casa—y que Sasuke ya había llevado a cabo con Sakura, colaborando durante la hora de la cena—, pero también debía saber cómo orientarse usando los elementos que lo rodeaban y que hacían del mundo de los nativos algo completamente diferente del mundo civilizado que Sasuke había conocido hasta antes de llegar allí, y si estaba tan habido de aprender como proclamaba estarlo, ese era un buen momento para nutriera su mente y sentidos con habilidades nuevas. Interiormente y aunque no lo dijo, Sakura esperaba que el tiempo que ella había pasado recuperándose hubiera permitido que Tenten le enseñase a Sasuke como orientarse usando los elementos naturales que lo rodeaban y que podían contribuir tanto a confundirlo como desorientarlo, porque de lo contrario su regreso al Árbol-Madre tomaría más de lo esperado y en ese momento sí que no estaban para perder el tiempo...mas, a la par y con contenidos celos que no era capaz de explicar, la pelirosa deseó que la Namiashi no le hubiera enseñado eso al Uchiha, deseaba ser ella quien personalmente se ocupara de eso y deseaba emplear en ello todo el tiempo que fuera necesario, indicándole a Sasuke que dirigiera el camino y estando ella un paso tras suyo, corrigiéndolo cada vez que fuera necesario. Asintiendo en silencio y confiando como siempre en que Sakura sabía lo que hacía y porque lo hacía, Sasuke observó el entorno que los rodeaba, perfectamente podía asemejarse a cualquier lugar del bosque, pero él intento recordar el camino de regreso al Árbol-Madre…
Lograr orientarse claramente sobre como regresar al Árbol-Madre no había sido algo tan fácil como Sasuke había creído inicialmente, no es que tuviera mal sentido de la orientación—siempre había sido perfectamente capaz de memorizar la ruta de las calles en su antigua vida, pero hacer lo mismo con el bosque cuyo abrumador parecido de árbol en árbol podía desorientarlo no tenía parecido alguno—, pero orientarse dentro del inmenso bosque era algo completamente diferente; los sonidos, la sensación de las hojas, las plantas y la hierba junto con los olores presentes en el aire se prestaban para confundirlo ya que aún estaba aprendiendo de lo que lo rodeaba, pero al mismo tiempo Sakura era asombrosamente tolerante con respecto a sus fallas. Ese era el mayor cambio de su relación para con la Haruno en relación al accidente que ella había sufrido hace días atrás, podía perder la paciencia de todas formas—él terminaba sacando de quicio a cualquiera—pero ahora ella llamaba a su propia paciencia las veces que fueran necesarias y tomaba sus errores con humor, lo que hacía todo mucho más fácil y comprensible para Sasuke, quien fue corregido por ella en su camino al Árbol-Madre en las oportunidades que la pelirosa considero apropiadas, disimulando su sonrisa cada vez que lo orientaba en el camino correcto. De esa forma fue asombrosamente fácil para Sakura perder la noción del tiempo, intentando no reír a la par que buscando mantenerse sería el mayor tiempo posible, cruzando finalmente el umbral del Árbol-Madre y sin extrañarse por el silencio y calma presente en la antesala mientras reía ante los errores del Uchiha a su lado.
—Oye, no lo hice tan mal, llegamos, ¿no?— protestó Sasuke intentando defender su actuar.
—Solo porque conozco el camino— discutió Sakura intentando no reír más de la cuenta.
—¡Sakura!, ¡Sasuke!— llamó Tenten presentándose en el ala de recepción donde ellos estaban. —Ino se está preparando, vengan rápido— apremió, o de lo contrario se perderían del espectáculo.
Regresando a la realidad con esa sola mención, ambos intercambiaron una mirada entre si antes de seguir velozmente a Tenten hacia una de las salas de la estructura baja del Árbol-Madre, a lo que podía considerarse una especie de anfiteatro y donde ya estaba reunidos los demás miembros del clan, haciendo que el Uchiha y la Haruno tomasen asiento un tanto más apartados de todos los demás como de costumbre, pero teniendo una visión clara de Ino quien finalmente hizo acto de aparición. Para los cánones tradicionales, Ino era una mujer muy hermosa indudablemente y parecía estar muy orgullosa de su apariencia, de rasgos muy seductores y que hacían destacar todavía más sus ojos azules, con su largo cabello rubio cayendo tras su espalda hasta la altura de las caderas y formando una especie de flequillo ladino que le cubría el lado derecho de su cara; vestía un top morado sin mangas que dejaba expuesto su vientre, con calentadores de redes en el espacio de los codos como las medias que cubrían sus piernas, expuestas por la falda doble que vestía; una superior abierta en A bajo el vientre y hasta casi los tobillos, y debajo una corta hasta los muslos, terminando su atuendo con botines de cuero negro que la hacían ver más alta. Tan pronto como se hizo el silencio general e Ino comenzó a cantar con su melodiosa voz, Sasuke trató de recordar las palabras que Sakura le había enseñado, pero estas parecieron confundirse o revolverse dentro de su cerebro y cada vez que creía recordar una palabra, Ino decía otra diferente, por lo que el Uchiha se resignó interiormente y se limitó a escuchar, reconociendo sin embargo que la bella rubia tenía una voz muy bella y dulce.
—Un día en el año del zorro, llegó un momento bien recordado; cuando el joven fuerte del sol naciente escuchó el sonido de la gran campana negra— escuchando una melodiosa voz cantar por lo bajo en español, el Uchiha volvió el rostro hacia Sakura sentada a su lado. —Un día en el año del zorro, cuando la campana comenzó a sonar, significaba que había llegado el momento para que uno vaya al templo del rey. Allí, en el medio del círculo, él está de pie, buscando y buscando con una mano temblorosa, y la respuesta encontrará— la voz de la pelirosa era muy diferente de la de Ino, mas angelical, más dulce a oídos de Sasuke. —La luz del día espera mientras el viejo canta, que Kami me ayude, y luego; como la prisa de mil alas, brilla sobre él y ve que el día acababa de empezar— simplemente no podía dejar de oírla ni verla.
A Sakura le gustaba cantar cuando está feliz, y en ese momento podía hacerlo en voz baja, traduciendo la letra de la canción para el Uchiha que se quedó prendado no solo de la dulce voz de la Haruno sino también de la hermosa sonrisa que adorno sus labios y el brillo en sus ojos, se veía tan relajada y tan diferente de la Sakura habitualmente seria que él conocía, que todo cuanto Sasuke deseó hacer fue mantener esa sonrisa, deseó verla así de feliz todo el tiempo y se dijo interiormente que no había forma en que ella pudiera ser más hermosa…pero pronto se reprochó a si mismo por pensar así, Sakura siempre le parecería más hermosa porque cada día se enamoraba más y más de ella. Fue muy fácil para Sasuke desentenderse de la realidad, ignorando olímpicamente la actuación de Ino a quien sin embargo seguía escuchando, pero solo porque inconscientemente quería intentar aprender más del lenguaje de los nativos asociando palabras nuevas por la traducción que Sakura estaba haciendo, exclusivamente para que él entendiera, lo que hizo latir más profundamente su corazón mientras la observaba. Debía reconocer que Ino era hermosa incluso para los estándares de la "sociedad civilizada", sensual incluso y lo que hacía que muchos de los hombres que asistían a su presentación la observaran con lujuria—muchos pretendiéndola, según Sasuke sabia—, pero él no se mostró afectado por ello, Ino sí que le resultaba hermosa pero no como para quedársele viendo boquiabierto como un idiota, no cuando tenía a quien consideraba como la mujer más hermosa del clan precisamente sentada a su lado, y que para él no tenía comparación.
—Lejos del círculo en el borde del mundo, él está esperando, preguntándose, pensando en las historias que ha escuchado y en lo que va a ver— si Sakura sentía o no la atenta mirada de Sasuke sobre ella, no lo demostró. —De vuelta con la gente en el círculo, se pone de pie; da, siente, con un solo toque de una mano derecha fuerte. Ellos conocen el templo y al rey— la pelirosa conocía perfectamente la letra, y era imposible para ella no cantarla a la par que Ino, solo para que Sasuke la escuchase. —Un día en el año del zorro, llegó un momento bien recordado; cuando el joven fuerte del sol naciente escuchó el sonido de la gran campana negra— su corazón comenzó a latir más rápido mientras la canción lentamente llegaba a su fin.
Tan pronto como la canción terminó y la melodiosa voz de Ino dejo de escucharse, el clan entero estalló en aplausos y vítores, Sasuke indudablemente se unió a ellos, pero no estaba vitoreando de la misma manera maniaca en que hacían los evidentes admiradores de la bella Ino y que incluso gritaban su nombre intentando llamar su atención, haciéndola sonrojar mientras reverenciaba respetuosamente a todos, y el Uchiha no le estaba aplaudiendo a ella sino a Sakura; indudablemente Ino era una mujer muy bella y una excelente cantante, mas en ese momento Sasuke solo tenía ojos para la belleza de Sakura quien le parecía hermosa como ninguna otra, y para sus oídos no había voz más dulce que la que lo había guiado en todo como el dulce cantar de una sirena por la que él se dejó seducir. Una parte de Sakura sintió un deje de vergüenza tan pronto como la canción termino, habiendo hecho aquello porque sabía que él no entendería la letra de la canción al pie de la letra, así como porque se sentía del suficiente buen ánimo como para cantar espontáneamente al conocer bien la canción y sintiéndose con ganas de exteriorizar lo feliz que se sentía, ruborizándose mientras se acomodaba el cabello detrás de la oreja y volvía la mirada hacia Sasuke quien para su sorpresa estaba aplaudiendo como todos los presentes, pero él no le estaba aplaudiendo a Ino como hacían todos los demás sino que le estaba aplaudiendo a ella, sin quitarle los ojos de encima, lo que hizo sonreír a Sakura que bajo la mirada con un deje de vergüenza, levantándose de su lugar y procediendo a aplaudir a Ino como todos, intentando no parecer demasiado afectada por la atención del Uchiha.
El corazón de ambos latió rápidamente esa noche.
La velada cortesía de Ino había sido verdaderamente maravillosa y todos los miembros del clan no podían dejar de comentarlo a su manera; como lo indicaba su apariencia y pese a ser una mujer de gran corazón, así como muy consciente de sus responsabilidades como la hija del Gran Cantante del Clan—el equivalente humano de un cronista—, Ino era alguien muy presumida, que cuidaba en extremo de su apariencia y que disfrutaba muchísimo de que la considerasen hermosa, a tal punto que tenía un gran número de candidatos por conquistar su corazón, al frente de quienes se encontraba Sai, uno de los cazadores más destacados del clan y parte del grupo de Gaara, y que en ese momento estaba charlando con ella. Pero, y era algo que Sasuke debería de tener presente pese a no haber preguntado al respecto a nadie del clan, si Ino tenia a tantos pretendientes no se debía únicamente a lo hermosa que era o a la respetable familia de la que provenía, sino al hecho de que la mejor candidata del clan no se encontraba disponible, y esa era Sakura; si su hermana Izumi no hubiera muerto hace tantos años, y como princesa del clan que era, Sakura habría sido cortejada por todos los solteros del clan en espera de formar una pareja digna de admiración...pero ella no tenía voz ni voto como futura Tsahik, ya habían decidido con habría de pasar su vida y resistirse no tenía caso. Ajenos a esa realidad que interiormente atormentaba los corazones de ambos, Sasuke y Sakura—tras la cena—cruzaron el ala de reuniones del clan hacia el entramado que obraba de escalera, el Uchiha deteniéndose a unos pasos de los ancianos o sabios del clan y que parecían estar relatando una historia, sin embargo, él no podía entender lo que decían.
—¿De qué están hablando?— preguntó Sasuke a la pelirosa en voz baja, ya que los sabios estaban hablando en el habitual dialecto de los nativos. —Si no molesta mi pregunta— agregó sin intención de sonar o parecer entrometido.
—No molesta— sosegó Sakura con una ligera sonrisa. —Hablan de los tiempos de paz, de alguien que viene al mundo para guiar, alguien que está dispuesto a sacrificarse por lo más poderoso que hay en la tierra; el amor. Con el tiempo la juventud se trasformó en experiencia, la inseguridad en serenidad y la desesperación en refugio, así los clanes se unieron entre sí— tradujo de forma literal, volviendo la mirada hacia el desconcertado Uchiha. —Es una vieja profecía de nuestro clan y que data desde hace siglos; dice que la hija de un líder se unirá de por vida con un guerrero enviado por Kami, y que debemos vivir y aguardar por ese día, por esa época de esperanza y gloría— el clan entero vivía por esa creencia desde hace siglos.
Era la primera vez que Sasuke escuchaba algo así y sin embargo no le extrañaba tanto, todas las culturas que había tenido ocasión de conocer—durante su tiempo como parte activo del servicio militar—tenían tradiciones muy antiguas y que tenían profundas raíces de superstición, no era algo en lo que pudieran elegir creer sino que esto siempre había formado parte de sus vidas, mas sintió una especie de escalofrío que no supo interpretar al escuchar la traducción de Sakura a la par que prestaba atención a lo que discutían los más sabios del clan, casi como si pudiera entender las palabras, mas interiormente se dijo que esto se debía a las lecciones del idioma que estaba teniendo con la pelirosa. El Uchiha fue regresado a la realidad por el ligero tacto de Sakura quien le sujetó el hombro, haciéndolo volver la mirada hacia ella que le indicó con la cabeza que continuasen con su camino hacia la planta alta, hacia sus respectivas habitaciones, porque ya era tarde y debían descansar o de lo contrario no serían capaz de rendir según lo esperado en su jornada ni las actividades que habrían de cumplir, y el Uchiha no tardó en seguirla por el entramado de la estructura del Árbol-Madre, volviendo una última mirada hacia los sabios que seguían hablando de aquella extraña profecía, pero él intento no prestar más atención de la debida a ello. A esa hora y luego de la presentación de Ino había un gran flujo de personas en la planta alta, por lo que Sasuke tuvo la necesidad de pedir permiso para pasar hacia su habitación mientras todos los miembros del clan iban y venían, siguiendo los pasos de Sakura y ambos deteniéndose ante sus respectivas habitaciones para despedirse.
—Descansa— deseó la Haruno con una sonrisa, habiendo disfrutado mucho de su día juntos.
—También tú, hasta mañana— correspondió el Uchiha de igual modo, ya deseando que llegara el día siguiente para volver a verla.
Viendo una sonrisa aun mayor adueñarse de los labios de Sakura mientras le sostenía la mirada, Sasuke permaneció en el umbral de su habitación hasta verla ingresar en la suya, y aun cuando él mismo la imitó unos segundos después, todo lo que hizo fue quitarse las botas y dejarlas junto a la cama, luego se quitó la camisa por encima de la cabeza y un momento después se metió bajo las sábanas y se sumió en la inconsciencia nada más poner la cabeza sobre la almohada. Cuando Sasuke finalmente volvió a abrir los ojos un instante después, ya se encontraba en el interior de la Cámara de Enlace y sintiendo una fatiga tan grande que apenas y tuvo deseos de salir de ahí, habría podido dormirse ahí mismo en espera de que llegase el día siguiente y así volviera a ver a Sakura, pero alguien se lo impidió, era Kakashi quien se encontraba finalizando el vinculo de enlace con el Avatar y a quien Sasuke pudo ver tan pronto como la tapa de la Cámara de Enlace se elevó, permitiéndole salir. Apenas y teniendo fuerzas, cansado mentalmente a niveles que no podía explicar, Sasuke lentamente se sentó al interior de la cámara de enlace con ayuda de sus brazos, mas desplomando la cabeza, completamente exhausto. Ocupado en terminar con el proceso de enlace mientras apagaba cada uno de los sensores, Kakashi no lo demostró pero sintió inevitable preocupación al ver a Sasuke, el chico estaba usando demasiadas horas de su día en el enlace con su Avatar y estaba descuidando su vida en el mundo real, a tal punto que—quizás los demás no se dieran cuenta al verlo todos los días, pero él si—estaba bajando de peso ya que apenas comía, solo dormía para volver a vincularse con su Avatar al día siguiente, mas Kakashi podía entenderlo mejor que nadie.
—Pareces muerto— comentó el Hatake con un tono carente de humor, preocupado por el semblante del azabache.
—Estoy rendido, necesito dormir— suspiró el Uchiha enterrando su rostro entre sus manos.
—Deberías comer algo— aconsejó Kakashi, recordándole que tenía otro cuerpo que alimentar, su verdadero cuerpo.
—No tengo hambre, solo quiero dormir— negó Sasuke, solo queriendo dormir y volver junto a Sakura al día siguiente.
—Bueno, al menos dime que hiciste hoy— invitó el doctor mientras apagaba la Cámara de Enlace.
No es como si Kakashi fuera insensible o algo así, mas regresando por el pasillo hacia el área de trabajo que Suigetsu y él ocupaban—que igualmente anexaba las literas en que dormían—, donde aguardaban todas las muestras a ser examinadas y todos los químicos naturales a ser estudiados, no pudo evitar bufar mientras Sasuke lo seguía en su silla de ruedas, queriendo entender todas las experiencias de su día y sabiendo que solo el Hatake podría darle respuestas, aunque este parecía entre fascinado y molesto con lo que le había contado; Kakashi era un hombre sumamente ocupado y que sin errar prefería a las plantas por encima de las personas justo como Shisui había dicho en su momento, haciendo todo un reto para el Uchiha intentar entenderlo. La vida que formaba el pueblo, los nativos, no tenía comparación alguna, no eran los salvajes incultos que la RDA creía o juzgaban que eran, de hecho sostenían una forma de vida muy compleja y que aun tras tantos años estudiándolos Kakashi no alcazaba a comprender del todo ya que cuando se creía que harían algo, empleaban una maniobra nueva, se habían adaptado a la forma de vida de generaciones pasadas en el plano humano general, pero manteniendo su propia esencia a pesar de todo y perpetuando un equilibrio tal con la madre naturaleza que absolutamente nadie más actualmente intentaba siquiera mantener y Sasuke tenía la incomparable oportunidad de ser testigo de todo eso, realmente era un idiota con muchísima suerte porque Kakashi llevaba años lamentando haber perdido su vínculo con el clan y la vida que tanto había disfrutado contemplar, deteniéndose tras llegar al comedor.
—Sabes que eres un bastardo con suerte, ¿verdad?— obvió Kakashi finalmente, volteando a ver al Uchiha. —Puedes pasar tiempo con los habitantes de esta tierra y vivir experiencias extraordinarias con ellos— señaló haciendo que el Uchiha se llevase una mano al mentón con expresión pensativa. —¿Qué?, ¿No dirás nada?— cuestionó, sorprendido de que el Uchiha no tuviese nada que decir.
—Estaba pensando que; los padres de Sakura me respetan, tal vez incluso puede que les agrade— comentó Sasuke, siendo consciente del trato amable y cordial que recibía por parte del clan tras haber salvado a Sakura. —Y quizás pueda convencerlos para que dejen que Suigetsu y tú entren en la villa— agregó, pensándolo en voz alta.
—¿Hablas en serio?— inquirió el Hatake casi sin aliento, apenas pudiendo creer lo que estaba escuchando.
—No te emociones demasiado, Kakashi— advirtió el Uchiha con voz seria. —Hablaré con ellos, pero no puedo garantizar que los dejen entrar— no era algo seguro.
—Lo sé, solo...gracias, de verdad— apreció el doctor genuinamente, superado por la declaración del Uchiha.
Lo que Sasuke estaba ofreciendo, tan siquiera intentar hablar por él ante los lideres del clan desde su recientemente privilegiada posición por haber salvado a la hija del Olo'eyktan y la Tsahik hizo que Kakashi sintiera como se le aceleraba el corazón, tenía muy presente que su relación con Sasuke no había sido fácil desde el principio debido a su pasado militar, mas la ayuda que sugería brindarle superaba todo lo que Kakashi pudiera haber esperado...no iba a llorar ni iba a abrazar al Uchiha, no era ese tipo de persona excepcionalmente sentimental, pero por primera vez desde que su escuela había cerrado, Kakashi volvió a tener esperanza, se dio cuenta de que había juzgado mal a Sasuke y que el Uchiha realmente podía tener lo necesario y más para hacer que volviera a primar el dialogo…realmente había juzgado mal a Sasuke, e interiormente el Hatake se decidió a resarcir su error cuidándole las espaldas, porque en su fuero interno sabía que los imbéciles de la RDA no estarían de acuerdo con su proceder. Sintiéndose enormemente privilegiado ante las palabras de Kakashi, quien por primera vez mostraba su rostro más humano y emotivo pese a intentar contener sus emociones como de costumbre, Sasuke únicamente esbozó una sonrisa ladina, encontrándose de un excelente humor y que llevo en su camino al salir de la cocina, dándole la espalda al Uchiha y moviéndose hacia el área de dormitorio donde Suigetsu y Karin ya se encontraba profundamente dormidos, y el Uchiha no tardo en imitarlos, recostándose sobre la cama bajo las sábanas y apoyando la cabeza sobre la almohada, deseando que el día siguiente llegase cuando antes y teniendo trabajo que hacer…
Como en todos los casos en que una persona sufría una lesión grave o inhabilitante, los encargados del hospital militar había contactado al único familiar disponible de Sasuke y le habían informado de lo que le había ocurrido, y solo fue necesario un día y medio para Itachi apareciera en el umbral de la habitación de su hermano menor, paralizado por lo que veían sus ojos, pero también preocupado por lo que veía en los ojos de su hermano menor, era como si toda la fuerza que siempre había admirado se hubiera desvanecido de él, no se parecía al arrogante hermano menor que había despedido hace meses, luego de que se hubiera enlistado, mas el mayor de los Uchiha se acercó de todas formas y lentamente a la cama, tomando asiento sobre la silla que se encontraba junto. El pronóstico medico era alentador teniendo en cuenta que podría haber muerto y Sasuke lo sabía, pero no le importaba, los médicos habían temido que no sobreviviera…pero lo había hecho, aunque su situación no fuera precisamente alentadora al no poder caminar, había superado cualquier obstáculo en la medida de lo humanamente posible a su entender, mas no bajo los criterios de ningún médico porque nunca los escuchaba, sin embargo en ese punto no creía poder hacer nada más, ni siquiera podía entender porque diablos seguía con vida, no entendía como estar en su situación era mejor que está muerto, y sin necesidad de pronunciar media palabra—recostado sobre la cama, apartando la mirada de su hermano mayor que tomó asiento en la silla a su lado—sabía que Itachi literalmente podía leer sus pensamientos por su "vinculo de hermanos" como siempre había llamado a su particular relación.
—Sasuke, sé que esto es difícil para ti, pero no voy a darme por vencido— inició Itachi pese a que su hermano menor entornase los ojos y soltase un suspiro por lo bajo. —Haré algunas llamadas con mis contactos y veré como conseguir el dinero para la operación, tienes mi palabra— su trabajo como científico le permitía una mayor fuente de ingresos después de todo. —Pero mientras tanto, y no importa si tienes que moverte en una silla de ruedas, haremos esto juntos, ¿sí?— determino sin apartar la mirada de su hermano menor, negándose a abandonarlo cuando más lo necesitaba.
—Itachi, esto no es tu responsabilidad— protestó Sasuke por fin volviendo la mirada en su dirección. —Yo no soy tu responsabilidad— aclaró alzando ligeramente la voz.
—Claro que no lo eres; eres mi hermano— insistió el Uchiha, siendo obvio para él. —Eso hacen los hermanos; se cuidan entre sí, mamá nos lo enseño, ¿Acaso lo olvidas?— increpó incapaz de olvidar el pasado ni mucho menos desentenderse de él. —Estoy aquí, me escuchas, y no iré a ningún lado, no sin ti— volvió insistir, inamovible.
Reflexionando con el paso de los días, Sasuke sabía que no habría sido capaz de volver a levantarse de la cama e intentar regresar a su vida de antes de no haber sido por la insistencia de Itachi, él simplemente no había contemplado que se rindiera y a su manera Sasuke no había tardado en seguirle la corriente, sintiendo que merecía la pena intentar cualquier cosa en lugar de solo quedarse sentado esperando que una solución llegase mágicamente, no es como si pudiera cambiar demasiado la situación desde una silla de ruedas, pero su hermano mayor lo estaba convenciendo de tener una perspectiva mucho más alentadora, le estaba recordando su creencia de que podía someterse al reto que fuera. Observando el exterior a través de los ventanales de la habitación del hospital pero no viendo nada que mereciera su atención, sentado en su silla de ruedas, Sasuke volvió la mirada hacia la puerta al escuchar los pasos de su hermano acercarse y quien ingresó ojeando unos documentos con suma atención; Itachi había ayudado mucho sin importar en que en más de una ocasión Sasuke hubiera deseado dejarlo caer por la azotea del algún edificio, no solo porque era la única familia que le quedaba, sino porque también era el tipo de persona a quien odiaba y amaba al mismo tiempo, estaba ahí aunque no quisiera y nunca lo dejaba solo, decía que ese era su rol como hermano mayor y que ambos debían apoyarse el uno al otro hasta el final, decía que él hubiera hecho eso en su lugar, pero resultaba poco realista para Sasuke imaginar el panorama opuesto, no porque no lo hubiera hecho, sino porque él no tenía la misma alma voluntariosa que su hermano, el científico.
—Está bien, creo que lo tengo todo listo— comentó el mayor de los Uchiha cerrando la puerta tras de sí. —Tus papeles de transferencia están aquí, y algunas investigaciones sobre el tipo de lesión que tienes. He leído algunos artículos interesantes sobre las nuevas técnicas que están probando— explicó acercándose para mostrarle los documentos. —Hay una clínica nueva en Ohio con implantes biosintéticos que suena prometedor— era una idea preliminar aun, pero que sería bueno considerar.
—Suena bien— asintió Sasuke, incapaz de decirle que no a su obsesivo hermano.
—Genial— sonrió Itachi, siendo interrumpido por el timbre de su teléfono. —¿Qué te parece si…?— preguntó mientras extraía su teléfono, lamentando que ello los interrumpiera.
—No te entretengas conmigo— sosegó el menor de los Uchiha, no queriendo que su hermano descuidase su propia vida.
—No es eso— negó el pelinegro revisando los mensajes en su teléfono. —Había estado postergando la noticia, pero…— no sabía como contárselo a su hermano.
—Ya, desembucha— apremió el azabache, no consintiendo que su hermano se diera tantas vueltas.
—Se trata del Programa Avatar— inició Itachi por fin y ante la insistencia de su hermano menor.
—Dijiste que habías hechos prueba para entrar— recordó Sasuke, aunque hacía tiempo de aquello.
—Si, dos años de entrenamiento y ya me aceptaron— confirmó el pelinegro, esforzándose por contener su emoción. —Iré a la jungla, a la de verdad. Pero eso será dentro de meses, incluso un año, por lo que aun tendrás que soportarme— por ahora nada lo apartaría de su hermano, y lo dejo en claro revolviéndole el cabello como cuando eran pequeños.
Ser parte del Programa Avatar era un sueño para Itachi desde que había sido lo suficientemente consciente para leer los artículos de las revistas, ser útil y hacer algo importante para los demás había sido el sueño de su vida y el Programa Avatar ofrecía un medio de lograrlo, por lo que el Uchiha no había dudado en inscribirse, no perdiendo las esperanzas pese a saber de la larga lista de espera que ello implicaría, algo en su interior le decía que sería posible, y él creía en ello. El Programa Avatar era un verdadero sueño para muchos "gremios" o grupos que integraban su sociedad, especialmente para los científicos, Itachi literalmente había crecido escuchando de todos los planes que se querían llevar a cabo y en las investigaciones sobre flora y fauna extinta en los "territorios civilizados" y naturalmente la había contagiado su entusiasmo a Sasuke pese a que los intereses de ambos no hubieran sido los mismos en su infancia ni mucho menos con el paso de los años, mas Sasuke de todas respetaba su trabajo y sabia lo comprometido que estaba Itachi con pensar en el bien común a través del proceso de investigación y experimentación, por lo que nunca podía decirle nada...sin embargo, en su interior no dejo de sentir un poco de nervios y miedo, temía que su hermano mayor—a quien siempre había visto como su héroe—se alejase demasiado de él y durante un tiempo muy prolongado, mas las solas palabras de Itachi eliminaron cualquier posible gota de incertidumbre en el corazón del Uchiha, y quien concluyó mentalmente que no iba a ser tan terrible vivir juntos por algún tiempo.
Su "vinculo de hermanos" era real después de todo.
Luego de recibir tantos elogios por parte de Kakashi y tras tener una reparadora noche de sueño en que de hecho había revivido uno de esos momentos que más echaba en falta ahora al no tener a su hermano Itachi para hablar de todo, Sasuke se despertó muy temprano y como de costumbre se preparó para entrar en la Cámara de Enlace, solo que asombrosamente el desayuno ya se encontraba esperándolo en la cocina, por lo que aún en medio de su premura Sasuke no pudo rechazarlo, devorándolo lo más velozmente que le fue posible y prefiriendo no preguntar quien lo había preparado para él en su camino a la Cámara de Enlace donde Shisui se hizo cargo de iniciar el proceso de vinculación como casi todas las mañanas, ambos intercambiando una mirada mientras el Uchiha ingresaba en esta hasta que un instante después la tapa se cerró sobre él, haciéndolo cerrar los ojos por inercia. Mucho más acostumbrado a una rutina estricta en su cuerpo Avatar, Sasuke se estiró sobre la cama y observando lo que lo rodeaba antes de levantarse, tendiendo las sábanas y esbozando una sonrisa al reparar en la pequeña bolsa de tela con su desayuno que reposaba sobre su mesa de noche, cortesía de Sakura, y por lo que Sasuke no perdió el tiempo, abriendo la bolsa y apresurándose en consumir su desayuno a la par que se colocaba la camisa por encima de la cabeza, así como sentándose sobre la cama para colocarse las botas, acercándose a su mesa de estudio para tomar su arco y carcaj que se colgó a la espalda, abandonando presuroso la habitación pero no en busca de Sakura—quien lo vio abandonar la habitación y no tardó en seugirlo—sino de su madre, la Tsahik.
—Disculpe, Tsahik— llamó Sasuke bajando por el entramado de la estructura del Árbol-Madre tras los pasos de la esposa del líder del clan, y que volteó a verlo, —si no es problema me gustaría pedirle un favor— solicitó, volviendo la mirada hacia Sakura que no tardó en situarse a su lado.
—¿Sí?, ¿De qué se trata?— consintió Tsunade, invitándolo a hablar para escuchar que necesitaba de ella.
—Conoció al doctor Kakashi Hatake, ¿verdad?— inició el Uchiha, viendo asentir a la rubia. —Bueno, él y mi amigo Suigetsu quisieran tener la oportunidad de venir y entrar en la villa. Están algo celosos de mí y de la oportunidad que tengo estando aquí— planteó, necesitando devolver todo lo que Kakashi y Suigetsu hacían diariamente por él. —Suigetsu es de confianza, créame, y Kakashi nunca le hizo daño a nadie, ¿cierto?— inquirió volviendo la mirada hacia Sakura que asintió de inmediato. —Le enseñó español a Sakura y sé que se preocupó por sus estudiantes— Kakashi era una buena persona al margen de lo irritante que podía resultar gran parte del tiempo
—Kakashi fue como un padre para todos quienes estudiamos con él, trato de protegernos cuando...— Sakura eligió no terminar la frase, intercambiando una mirada con su madre que sabía exactamente de lo que estaba hablando. —No creo que sea una mala idea— estaba de acuerdo con la solicitud de Sasuke.
—Muy bien, tu amigo y el doctor Hatake pueden venir a la villa— consintió la Senju finalmente, esbozando una perfectamente disimulada sonrisa. —Creo que hará felices a los niños ver a su antiguo Maestro— aunque ya no fuesen niños, como su hija.
—Gracias— asintió el azabache inclinando ligeramente la cabeza, profundamente agradecido.
Mordiéndose disimuladamente el labio inferior para tratar de minimizar su sonrisa, Sakura debía admitir que la actitud y personalidad de Sasuke Uchiha era continuamente inesperada y en un buen sentido, haciendo que su corazón latiese cada vez más rápido y fascinándose por ello a partes iguales, no sabiendo como agradecerle que volviera a acercar a Kakashi al clan y a quien ella guardaba un profundo afecto, mas no atreviéndose a manifestar esa solicitud por su cuenta, pero él si podía hacerlo y ella lo agradecía enormemente, felicitándolo con una sola mirada cuando el Uchiha volvió la mirada hacia ella como si pidiera su aprobación, y claro que la tenía. La jornada de entrenamiento de esa mañana fue interrumpida por decisión de Sakura y para que Sasuke pudiera entablar comunicación con Kakashi mediante el comunicador que mantenía consigo en caso de emergencia, y menos de una hora después el Uchiha tuvo que abandonar el Árbol-Madre para conducir al doctor Hatake y a Suigetsu desde una distancia prudente, ya que si Karin aterrizaba más cerca podría ser peligroso; Convencí a Tsunade para que dejara entrar a Kakashi y Suigetsu a la villa, ahora Kakashi hasta me prepara un café cada mañana antes de entrar en el enlace. Aunque había mucha sospecha latente en el aire por parte de los miembros del clan—ya que los nativos no confiaban en los "extranjeros", estos se mostraron muy respetuosos de la llegada del doctor Hatake a quien ya conocían y recibieron bien a Suigetsu quien manejaba el idioma y costumbres con una soltura admirable para la Tsahik Tsunade quien esbozo una sonrisa para el Hatake a modo de felicitación.
—Olo'eyktan, Tsahik— saludó Kakashi inclinando respetuosamente la cabeza y realizando el ceremonial gesto de "te veo". —Se los agradezco profundamente, es un honor volver a verlos— estaba realmente conmovido por la oportunidad.
—No hay nada que agradecer Kakashi, lamentamos no haberte dicho que siempre has sido y siempre serás bienvenido entre nosotros— habló Tsunade en representación de su esposo quien eligió guardar silencio.
—Y ustedes han crecido mucho desde la última vez que los vi— continuó el Hatake volviendo la mirada hacia Gaara y Sakura de pie a la diestra del Olo'eyktan. —Te has convertido en un valiente guerrero, Gaara— admiró con un orgullo casi paternal.
—Es bueno verte, Kakashi— asintió el Sabaku permitiéndose sonreír aunque muy ligeramente.
La última vez que Kakashi había visto a Gaara, este había sido un adolescente de quince años cargado de expectativas y con muchos deseos de libertad, pero por encima de todo con un gran compromiso por el bienestar de su clan ya desde antes de la muerte de su padre Rasa Sabaku, y aunque había dejado de asistir a sus clases casi al mismo tiempo que Izumi, su curiosidad intelectual era memorable para Kakashi quien sintió orgullo del hombre en que se había convertido, y el afecto era mutuo aunque Gaara no iba a demostrarlo o verbalizarlo—siempre en control de sus emociones como se esperaba de alguien de su rango—, inclinando la cabeza en señal de respeto y excusándose para volver a sus quehaceres diarios en la cacería junto a su grupo de amigos. Por fin la atención de Kakashi podía concentrarse en aquella persona a quien había extrañado durante todos estos años lejos, Sakura y quien sonrió deslumbrante con Sasuke de pie a su lado—siempre presente como su alumno—, tan diferente de la inocente niña de doce años que recordaba de los años en que la había visto infaltablemente en su pupitre en cada una de sus clases, con ese brillo de inocencia en sus ojos y que le hizo sentir a Kakashi que rejuvenecía, dando un paso más cerca de ella que se fingió arrogante mientras él la observaba de la cabeza a los pies solo para confirmar todos los cambios que ya veía de buenas a primeras entre la niña de doce años que había despedido y la ahora mujer de dieciocho años que estaba frente a él. Quizás y de haber prestado mayor atención, habría podido leer el brillo en los ojos de Sasuke quien no dejaba de ver a la pelirosa en todo momento.
—Y tú te has convertido en una hermosa mujer, Sakura— elogió el Hatake, admirando la mujer que ahora era su antigua alumna. —Me siento tan viejo— aunque era más joven en su cuerpo de Avatar que en su cuerpo real.
—Estás exactamente igual, Kakashi, no cambias— sonrió la Haruno alzando sus manos para apoyarse en los hombros del peligris a quien observó admirada.
—Desearía que me hubieran recibido tan cálidamente cuando llegué— comentó Sasuke con fingida indignación, cruzando ambos brazos sobre su pecho.
—Eso fue porque eras un skxawng— obvió Sakura apartándose del Hatake y volviendo la mirada hacia el Uchiha. —Aun lo eres, pero no tanto como entonces— diferenció al verlo arquear una ceja ante sus curiosas palabras.
—Así tengo que aguantarla todos los días— suspiró el Uchiha, pretendiendo lamentar su situación.
—Cuanto sufres— respaldó Kakashi, no pudiendo sonreír bajo su mascara. —Sasuke, muchas gracias por hacer esto, de verdad— apreció poniéndose serio y no sintiendo que alcanzaran las palabras para expresar su agradecimiento.
—¿Para qué están los amigos?— preguntó el azabache al aire como respuesta.
—¿Quién dijo que yo era tu amigo?— refutó el peligris por su parte y fingiéndose irritado.
—En ese caso, ¿Por qué diablos me molesté en hacerte un favor?— cuestionó Sasuke, no pudiendo evitar reír y como también hicieron Kakashi y Sakura.
Acostumbrada de sobra al sarcástico sentido del humor de Kakashi, Sakura fue la primera en reír con esa voz tan melodiosa y que resultó tanto cautivante como contagiosa para Sasuke quien no tardó en imitarla, no necesitando que el Hatake le diese las gracias realmente porque él mismo ya sentía la satisfacción de haber hecho algo bueno, o dos cosas, ya que al volver la mirada por sobre su hombro el Uchiha vio como Suigetsu hablaba con la Tsahik Tsunade con un envidiable manejo del idioma, entendiendo cada palabra proferida por la esposa del líder del clan, y Sasuke debía admitir que casi podía sentir celos...casi, sabía que dominaría el lenguaje eventualmente, ya llevaba grandes progresos para tener solo casi dos meses en aquel lugar y en palabras de Sakura estaba logrando más de lo que cualquiera hubiera logrado antes en lo referente a tiempo y calidad de entrenamiento, por lo que podía respirar tranquilo. Es la primera vez desde que cerraron su escuela, Sakura sujeto del brazo a Kakashi, guiándolo—con Sasuke siguiéndolos a dos o tres pasos de distancia, no queriendo hacer mal tercio—hacia el área en que normalmente jugaban los niños del clan siendo cuidados por otros miembros del clan y entre quienes se encontraban algunos de los alumnos de Kakashi, ya fueran los mas jóvenes o los mayores y que tenían la misma edad de Sakura, pero que no dudaron en recibir al Hatake con enormes sonrisas cargadas de nostalgia. Viendo a sus antiguos alumnos convertidos en hombres, mujeres o preadolescentes, Kakashi se sintió propenso a las lágrimas luego de que Sakura lo soltara, conteniendo lo más posible su emotividad.
—Mírense…cuanto han crecido todos— apreció Kakashi con la voz cargada de emoción. —Están hermosas— elogió centrando su mirada en sus alumnas.
—Y usted muy guapo, sempul— sonrió Amaya en representación de todos sus compañeros.
—Más viejo, dirán— difirió el Hatake, casi ruborizándose ante esos elogios. —Ahora, ¿recuerdan lo que les enseñe?— inquirió, queriendo recapitular contenidos.
—Orejas, nariz, ojos, boca— enumeraron todos al unísono y en español mientras su Maestro señalaba distintas partes de su rostro. —Uno, dos, tres, cuatro, cinco…seis— continuaron cuando este fue alzando sus dedos uno a uno para que contaran.
Como haría un verdadero Maestro de escuela, Kakashi señaló distintas partes de su rostro de forma lenta y esperando a que sus alumnos fueran capaces de reconocer como se pronunciaban en español, y luego representó los números con cada uno de sus dedos, pasando de uno en uno con lentitud mientras estos articulaban y pronunciaban las palabras, riendo por lo bajo ante la mirada de Kakashi quien no era en absoluto lo que podrían llamar un Maestro estricto sino uno carismático, gracioso y lleno de bondad, enternecedor de contemplar y muy nostálgico para Sakura que sintió como resurgían los felices recuerdos de sus días como alumna del peligris. Mucho más familiarizado con el Kakashi gruñón, permanentemente de mal humor y carente de amabilidad, ver al Hatake socializar y desenvolverse con aquellos chicos, chicas o cazadores del clan fue algo tanto sorprendente como extraño y que sin embargo lo hizo sonreír ladinamente, habiendo percibido desde el principio que en el fondo y bajo tan tosco exterior Kakashi era una buena persona, mas tener ocasión de verlo resultaba anecdótico y le hacía mucha gracia al Uchiha que sonrió ladinamente aunque trató de disimularlo lo más posible para no delatarse, encontrándose tan absorto como Sakura al contemplar aquella imagen, decidiendo que la mejor decisión que podría haber tomado había sido pedir la autorización de la Tsashik para que Kakashi y Suigetsu—quien estaba absolutamente embelesado por todo lo que lo rodeaba—pudieran entrar en los territorios del clan. Pero, indiscutiblemente lo mejor para Sasuke fue poder contemplar nuevamente la sonrisa de Sakura…
—Ven, soldado— susurró Kakashi con una ligera sonrisa, actuando como haría un padre con su hijo.
Tener que entregar tanta energía mejorando continuamente y esforzándose por convertirse en parte del clan a través de su entrenamiento consumía por completo a Sasuke, quien se hubo quedado dormido frente a la cámara y grabando su registro de video como casi todos los días, pero esta vez Kakashi no se hizo de la vista gorda sino que con cuidado movió la silla de ruedas del Uchiha hacia el área de los dormitorios, agradeciendo que Sasuke estuviera profundamente dormido, lo que hizo más fácil recostarlo sobre la cama y cubrirlo con la colcha para que pudiera dormir, revolviéndole distraídamente el cabello como haría un padre con su hijo, y a su manera estaba empezando a ver a Sasuke de esa forma...Abriendo la puerta y regresando las llaves a su bolsillo, Itachi ingresó en su apartamento revisando los mismos documentos que había examinado en el hospital y asombrosamente sin tropezar, perfectamente consciente de su entorno, volviendo la mirada hacia Sasuke quien por su parte ingresó cerrando la puerta tras de sí, observando todo lo que lo rodeaba y haciendo que el mayor de los Uchiha se ruborizara de inmediato, apresurándose en dejar los documentos sobre la mesa de la sala, intentando ordenar lo mejor posible los libros de texto sobre ciencias y biología, en particular el libro de Botánica Nativa del doctor Kakashi Hatake, quien habría de ser su superior ahora que había sido aceptado en el Programa Avatar, pero aún no se decidía la fecha en que sería convocado para viajar a la sede "civilizada" conocida como Hell's Gate, por lo que podía decirse relajado al respecto pese a que aparentase todo lo contrario.
—Perdón por el desorden— se disculpó Itachi, terminando de ordenar sus libros y que dejó sobre la mesa.
—¿Llamas a esto un desorden?— cuestionó Sasuke sonriendo ladinamente. —He vivido en campamentos del ejército, créeme si digo que no sabes lo que es un verdadero desorden— ese apartamento le parecía uno de los lugares más ordenados del mundo.
—Me halagas— sonrió el pelinegro mucho más tranquilo. —Te quedaras en mi habitación y yo dormiré aquí— decidió queriendo brindarle la mayor comodidad posible.
—¿Qué es esto, un festival benéfico?— inquirió el azabache disgustado con su lastima. —No voy a quitarte la cama, no vine aquí por eso— y no iba a discutirlo.
—Sasuke...— intentó protestar el mayor de los Uchiha, sintiendo que aquello era lo mínimo que podía hacer.
—Lo primero que debes hacer es dejar de tratarme como un maldito invalido— interrumpió el menor de los Uchiha, sin contemplar protesta alguna. —Si, lo soy, pero no necesito recordarlo, ¿okey?— espetó señalando lo obvio. —Yo dormiré en la sala, y ni se te ocurra discutir— estaba acostumbrado a dormir en todo tipo de superficies.
—¿Por qué jamás te gano en una discusión?— preguntó Itachi al aire y con una inevitable sonrisa.
—Porque mamá me enseño que decir, tú lo aprendiste de papá— contestó Sasuke, pudiendo enorgullecerse de ello.
—Cierto, me salte esa parte— asintió el pelinegro, reconociendo sus propias faltas.
Su madre Mikoto había sido indudablemente una mujer fuera de lo común y con un temperamento especial que le había enseñado grandes cosas a Sasuke; su padre Fugaku había sido parte de un instituto de investigación y que siempre había sentido el mayor de los orgullos porque Itachi siguiera sus pasos en el área científica y fuese básicamente un prodigio en todo lo que hiciera...no es que su padre hubiera creído que Sasuke no podría lograr grandes cosas a su propia manera, pero sabía que no destacaría en las mismas áreas y nunca lo había obligado a intentarlo, en si tanto Fugaku como Mikoto habían buscado criar a su hijo menor de un modo mucho más laxo, lo que había hecho muy abrupto el perder a sus padres a los siete años en un accidente de auto. Itachi había tenido que hacerse cargo de la crianza de los dos, siendo un adolescente lo suficientemente maduro para no tener que ir a un orfanato y ocuparse de él al mismo tiempo, recibiendo un subsidio del estado hasta ser lo suficientemente mayor para conseguir un trabajo, y ya para entonces Sasuke había sido un adolescente que se había arrojado a su propio estilo de vida, sin pedirle consejos o rendirle explicaciones a nadie. En cierto modo ello lo había empujado a enlistarse confiando en sus propios impulsos, pero las enseñanzas de su madre seguían ahí, esa mujer tan particular que nunca pedía la ayuda de nadie, que había aprendido a hacer las cosas por su cuenta y a quien Sasuke se parecía tanto, detestando tener que depender de otros como nada en el mundo, no quería la lastima de nadie ni mucho menos de quien lo conocía mejor que nadie, y su hermano no estaba exento.
—¿Qué?— preguntó Sasuke viendo el brillo de la duda en los ojos de su hermano.
—A veces me pregunto si realmente fue la decisión correcta, formar parte del Programa Avatar— admitió Itachi tomando asiento sobre uno de los sofás de la sala.
—¿Estás bromeando?— bufó el azabache, no pudiendo creer que realmente pensase eso. —Te habría pateado el trasero si no te hubieras inscrito, has soñado con esto desde que éramos niños— ambos, pero solo uno lo llevaría a cabo y estaba bien.
—Sí, pero eso fue hace más de una década, cuando papá y mamá estaban vivos, cuando tu...— enumero el pelinegro, reprendiéndose ante lo que casi salió de su boca.
—¿Podía caminar?— completó el menor de los Uchiha con una seca sonrisa ladina.
—No quise decir eso, solo...— el mayor de los Uchiha gruñó por lo bajo, no sabiendo que decir o hacer exactamente. —¿Qué se supone que debo pensar? Es lo que he soñado desde siempre, pero tengo miedo de equivocarme— no sabía como seria su vida luego de cumplir un sueño, a nadie le preparaban para ello.
—Oye, si alguien puede ir a esa jungla real y sobrevivir, ese eres tú— espetó Sasuke, confiando sin dudar en las capacidades de su hermano mayor. —Eres más fuerte de lo que piensas— lo había sido desde que habían sido niños.
—No tanto como tú— negó Itachi, no sintiendo merecer semejante reconocimiento y no pudiendo estar a su nivel.
—Claro, soy yo— simplificó el azabache, encogiéndose de hombros con naturalidad.
Puede que sintiera en su interior que su vida estaba acabada y que había muy poco que pudiera hacer ahora que no podía caminar, pero nuevamente y como siempre estaba presente el hecho de lo orgulloso que era, su negativa a pedir ayuda o consejos a los demás, y su arrogancia característica, por lo que primero preferiría morir antes que claudicar o mostrarse débil, incluso si ello involucrara engañar a su hermano mayor, la única familia que le quedaba en el mundo. Riendo por lo bajo, no pudiendo creer que sin importar los problemas que se encontrasen presentes su hermano menor siguiera siendo el mismo, Itachi únicamente observó a su hermano en silencio, sintiéndose mucho más tranquilo y confiando en que todo seguiría estando bien pasara lo que pasara, aunque mentalmente desease poder hacer algo para que Sasuke también pudiera compartir su sueño ya que, después de todo, era el de ambos desde su infancia…Tener esos recuerdos en la mente fue algo tanto dulce como melancólico a partes iguales en la mente del Uchiha, pero que no le impidió a Sasuke despertar al sentir la alarma de su reloj vibrar sobre su mesa de noche, alargando la mano para oprimir el botón y apagarla, ahogando un bostezo ante lo cansado que aún se sentía, pero sentándose sobre la litera de todas formas, observando como el lugar aún se veía oscuro ya que el sol apenas y estaba emergiendo en el horizonte, mas él tenía trabajo que hacer y cosas que aprender junto a Sakura en lugar de quedarse ensimismado reflexionando en sus propios recuerdos, por lo que apartó las sábanas y acerco su silla de ruedas para poder levantarse, no tenía caso quedarse atrapado en su mente.
No se podía cambiar el pasado.
Los días continuaran pasando y, antes de que Sasuke pudiera anticiparlo, se hubieron cumplido dos meses desde que se encontraba intentando formar parte de la vida del clan Konoha, ya no era un "extranjero" nada más, quería creer—por el trato que recibía—que los Konoha realmente lo habían aceptado y que estaba contribuyendo, pero eso no sería un hecho hasta que tuviera permitido matar en la cacerías, hasta que no tuviera su propio caballo, y hasta que no tuviera voz en las decisiones que se tomaban como parte activa del clan...mas Sasuke podía sentir y notar que no faltaba demasiado, no solo por el trato que recibía de quienes lo rodeaban sino por los cambios en su propio cuerpo como Avatar, pasar tanto tiempo llevando a cabo la rutina de los cazadores, practicando equitación y—en ese momento—arquería, había hecho que su cuerpo se adaptara al mundo en que vivía de formas que aún no creía estar entendiendo del todo. El Uchiha apuntó la flecha hacía el blanco, recordando—tras tantos intentos y practicas—como debía sostener la cola de la flecha, como debía tensar los músculos, como debía posicionarse, como debía respirar, como si el arma y la acción se volvieran parte de él, pero como siempre había un par de diminutos errores en su actuar y que Sakura—de pie a su lado—se apresuró a corregir, sin necesidad de decirle nada; aunque estuviera tan concentrada en guiarlo, en corregir los diminutos y casi imperceptible errores en su postura, Sakura no pudo evitar estremecerse ante la cercanía entre ambos y viceversa. Corrigiendo su postura en base a las silentes indicaciones de Sakura, Sasuke no pudo contener el irrefrenable deseo de girar su rostro hacía ella, no pudiendo apartar sus ojos de su rostro.
—¿Qué?— inquirió Sakura al reaccionar, esforzándose para no demostrar lo nerviosa que él la hacía sentir. —Solo corregía tu postura— se defendió marcando físicamente las distancias, haciendo acopio de su autocontrol para mantenerse impávida.
—Yo no dije nada— protestó Sasuke con una sonrisa ladina y sin deseos de jugarle una broma, su perfume lo embriagaba tanto que le resultaba imposible burlarse.
—Skxawng— regañó la pelirosa por lo bajo, disimulando una sonrisa ladina mientras le indicaba que disparase ya.
No siendo el momento para hacer bromas y habiendo perdido paulatinamente la costumbre de hacerlas, prefiriendo disfrutar de su tiempo con Sakura mediante competencias por estar a su nivel, aprovechando el silencio para pensar o bien solo estando uno junto al otro, Sasuke entornó los ojos y manteniendo su sonrisa ladina finalmente soltó la flecha que impactó certeramente en el blanco como en cada oportunidad, pudiendo percibir la sonrisa de satisfacción en el rostro de Sakura y que no pudo evitar quedarse observando al Uchiha más de la cuenta; mucho del aspecto general de Sasuke no había cambiado, seguía usando aquellos pantalones azul oscuro—y botas negras—, sobre los cuales colgaba una tela azul a modo de fajín desde el estómago a las rodillas, cerrada a su cuerpo por un cinturón violeta, solo que su anterior camisa negra se había desgastado por el entrenamiento, vistiendo ahora una camisa gris con cremallera, de cuello alto y mangas cortas, con muñequeras azules y el flequillo enmarcándole los lados del rostro. Aunque siempre estaba en control de sus emociones, en ese momento y orgullosa del Uchiha, Sakura estuvo a punto de sentir que se sonrojaba y que su corazón latía vertiginosamente observando de forma casi imperceptible los brazos de Sasuke, su pecho…negó mentalmente para sí misma, lo que estaba haciendo no estaba bien; lo estaba instruyendo, él era su alumno y ella su mentora, esa distancia no podía cruzarse, ella misma estaba prometida y él era un "extranjero", pero aunque intento convencerse de ello, su sola fragancia conseguía embriagarla y hacerle sentir que por instante podía olvidarse de todo.
—Perfecto, otra vez— alentó la Haruno, carraspeando para aclararse la garganta.
El aspecto general de Sakura había cambiado también, reemplazando su antiguo atuendo que se había desgastado por los entrenamientos con Sasuke, la pelirosa ahora vestía una chaqueta tipo qipao de color rojo sin mangas que llegaba hasta la parte superior de los muslos, con el blanco emblema circular de los Haruno en su espalda, y cerrado a su esbelta figura por un fajín negro, cortas mallas hasta los muslos, guantes negros, protectores rosas en los codos y cortos botines negros que hacían ver más largas sus piernas, con su largo cabello rosado recogido ahora en una trenza que caía sobre su hombro derecho y con dos mechones enmarcando su rostro, haciéndola ver aún más hermosa a ojos de Sasuke. No queriendo contradecir a su mentora ni provocar su mal humor, Sasuke preparó otra flecha y se apresuró en tensarla, pero ello no hizo que contemplar a Sakura fuera menos importante sino todo lo contrario, ella era demasiado hermosa, la existencia palidecía ante toda su belleza y él, obnubilado por sus encantos, se volvía prisionero de su presencia, se volvía vasallo y no paraba de enamorarse más y más de ella, quería tener su aprobación todo el tiempo, y por lo que no dudo en soltar la flecha que volvió a impactar en el blanco y esta vez sin que Sakura corrigiera su postura, por lo que ella sonrió satisfecha. Seria tonto de parte de Sakura decir que no había notado la forma en que Sasuke la mirada, y era muy difícil creer que estaba imaginando cosas cuando ella misma no podía evitarse quedada observándolo o despertando en medio de la noche por sueños en que él la tomaba por la nuca la besaba de una manera que hacía sonrojar a la inocente pelirosa. Lo quisieran o no, ambos se estaban acercando cada vez más...
PD: Saludos mis amores, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, esperando como siempre poder cumplir con lo que ustedes esperan de mi, agradeciendo su apoyo y deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado :3 las próximas actualizaciones serán "Lady Haruno: Flor de Cerezo", luego descansare una semana ya que lo necesito, y luego iniciare un nuevo fic sorpresa y de una temática y anime completamente diferente :3 Las próximas actualizaciones serán "Más Que Nada En El Mundo", luego "El Sentir de Un Uchiha" y finalmente "El Clan Uchiha" :3Esta historia esta dedicada a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 (por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas), a Jeyli05, La Esposa de Castiel, Raven Nevra, Vquesada0906, jorgejonathanrs, Yara Barrios, A.L.R5, gabi2801, Isabel Vazquez y yhevelbonilla (por seguir esta historia y lo que aprecio infinitamente dedicándoles este fic como agradecimiento), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besos, abrazos, bendiciones y hasta la próxima.
Personajes:
-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri
-Kakashi Hatake como Grace Augustine -Suigetsu Hozuki como Norm Spellman
-Karin Uzumaki como Trudy Chacón -Gaara Sabaku como Tsu'tey
-Tsunade Senju como Mo'at -Dan Haruno como Eytukan
-Itachi Uchiha como Tom Sully -Izumi Haruno como Sylwanin
-Sai Yamanaka como Taku -Ino Yamanaka como Ninat
-Tenten Namiashi como Peyral -Rasa Sabaku como Ateyo
Flashbacks, Romance & Problemas Inminentes: dos escenas significativas del capítulo y si bien son sueños en la mente de Sasuke, son flashbacks de su pasado con su hermano Itachi a quien busco presentar como personaje debido a la escasa participación de Tom Sully en el guion original de Avatar teniendo en cuenta su significativo rol en la trama, ya que, de no haber muerto, su hermano no habría ocupado su lugar y por ende no sucederían los eventos que me encuentro relatando. Por otro lado, tenemos el floreciente y platónico romance entre Sasuke y Sakura, recordando que ella está comprometida y por ende nada disponible, pero ello no representa un obstáculo para Sasuke quien continúa enamorándose de ella cada vez más, y a su manera Sakura comienza a devolver esos sentimientos, por lo que empiezo a aludir la química entre ambos y ya sea como equipo o íntimamente. Pero de fondo no podemos olvidar los problemas con la RDA, Homura y por supuesto Danzo, ya que la guerra continua en ciernes, Sasuke puede llevar dos meses de entrenamiento, mas recordemos que a los tres meses habrán de llegar las excavadoras, por lo que su tiempo de entrenamiento y por volverse parte del clan va contra reloj junto con lo que la RDA espera que haga, ¿Cambiara eso en algo debido a sus sentimientos por Sakura y su aprecio genuino por el clan y los nativos? Eso está por verse.
También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer), "El Siglo Magnifico; Indra & El Imperio Uchiha" (narrando la formación del Imperio a manos de Indra Otsutsuki en una adaptación de la serie "Diriliş Ertuğrul") :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia. También iniciare una nueva saga llamada "El Imperio de Cristal"-por muy infantil que suene-basada en los personajes de la Princesa Cadence y Shining Armor, como adaptación :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3
