-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidades, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "Flares" The Script para Sasuke, "Rise" de Katy Perry para Sakura, "What Was I Made For?" de Billie Eilish para Izumi, "Trainwreck" de James Arthur para Kakashi, y "I See You" de Leona Lewis para el contexto del capítulo.

1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".

2-Dialogo normal para "español".

3-Breves textos en cursiva para pensamientos.

4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks


Salir del Árbol-Madre durante la noche estaba comenzando a ser un hábito para Sasuke y Sakura, la Haruno buscaba alejarlos a ambos de todo el ajetreo que había en los terrenos del clan durante el día y que persistía durante la noche hasta la hora de dormir, pero no solo eso; también buscaba que a través de la quietud de la noche y deambulando por el bosque, el Uchiha—que se había vuelto muy bueno rastreando con el paso de los días y luego de que ella retomara su tutela—siendo el encargado por designio de Sakura de seguir el rastro dejado por alguno de los animales que veían o escuchaban durante el día, y la Haruno hubo de admitir que se encontraba más que satisfecha con el desempeño del azabache. No podía olvidar que Sasuke era un "extranjero", su mente debería estar cerrada al aprendizaje por todas las características personales adquiridas por el entorno en que había vivido hasta antes de conocerla, sin embargo y como él había dicho al clan al llegar la primera vez, su vaso estaba vacío, quería aprender y lo demostraba cada día. En su camino de regreso al Árbol-Madre y guiados por Sasuke quien ya era capaz de reconocer el camino casi sin equivocarse, el Uchiha no pudo evitar sobresaltarse cuando repentinamente una serie de luces aparecieron en el claro en que ambos transitaban, y no fue su presencia lo que lo sorprendió, sino reconocer lo que era y que lo hizo esbozar una torpe sonrisa así como congelarse en su lugar; eran luciérnagas, criaturas o insectos pequeños que tenían la cualidad de iluminarse y parecer luces danzantes en medio de la oscuridad, pero que se habían desvanecido del "mundo civilizado" de que él venía, recordaba haberlas visto brevemente en su infancia, pero de hecho hacía mucho tiempo.

—No puedo creerlo, son luciérnagas— Sasuke contuvo un jadeo por temor a espantarlas.

—¿Por qué te sorprende tanto?— inquirió Sakura extrañada por su reacción.

—De donde vengo solo las vi una vez cuando era niño— confesó el Uchiha sin desvanecer su expresión de sorpresa. —Es maravilloso— no dejaba de prendarse de todo aquello que el mundo de los nativos tenía que ofrecer.

—Lo es— asintió la Haruno comprendiendo su sentir. —Ven, sígueme— indicó señalando el claro en que estaban las luciérnagas.

Nada más decir aquello y volviendo brevemente la mirada hacia el Uchiha por sobre su hombro, Sakura corrió infantilmente por el claro plagado de luciérnagas y que se hicieron a un lado a su paso mientras reía como una niña pequeña, no siguiendo ninguna prueba o dándole indicación alguna al azabache, sino que permitiéndose jugar sencillamente, algo que resultó entre enternecedor—pues nunca la había visto así, mas le encantaba escuchar su melodiosa risa, así como contemplar el brillo de sus ojos—y contagioso para Sasuke, quien no tardó en seguirla, tratando de ser lo más rápido posible para alcanzarla o eso intento, pues no debía olvidar que Sakura era más ágil que él. Poder siquiera ver a Sakura tan relajada y casi brincando de la emoción dio a Sasuke un nuevo sentido de la palabra belleza y más cuando ella—que iba varios pasos por delante de él—se apoyó en un árbol y volteó a verlo con una sonrisa juguetona antes de volver a correr, desafiándolo y por lo que el Uchiha intentó alcanzarla lo más posible, solo para ser juguetonamente dejado atrás por la bella pelirosa, jugando a perseguirla precisamente, ella bien podría reducir la velocidad y él apremiar en ello para alcanzarla, pero el propósito del juego era precisamente disfrutar del momento y destensarse de los problemas de los mundos de que ambos formaban parte; sintiendo que ambos ya habían corrido lo suficiente, Sakura volteó a ver al Uchiha, estallando en melodiosas carcajadas y siendo observada por Sasuke quien se fingió serio, como si estuviera regañándola, acercándose entonces para abrazarla por la espalda justo cuando ella pretendía volver a correr.

Dando por terminado el juego, ambos regresaron al Árbol-Madre y se retiraron a dormir.


—Hoy estuviste dieciséis horas— regañó Kakashi con un tono severo y que ocultaba su preocupación.

Luego de despedirse de Sakura y desearle buenas noches, Sasuke se había recostado sobre su cama y quedado profundamente dormido o había caído en la inconsciencia más bien, regresando a su cuerpo real dentro de la cámara de enlace y que lo hizo soltar un sonoro suspiro, entre cansado y agobiado por esa realidad que ni siquiera quería recordar, y siendo recibido por Kakashi quien se encargó de apagar la Cámara de Enlace, así como siendo el único que permanecía despierto a esa hora. Tras salir de la Cámara de Enlace y sintiéndose torpe a la par que enormemente cansado, Sasuke empujó su silla de ruedas por el pasillo en dirección al área en que estaban las literas, solo deseando irse a dormir para volver a despertar en el Árbol-Madre y cerca de Sakura a la mañana siguiente, solo él sabía lo terrible que era estar atrapado en ese cuerpo inútil, en una realidad que cada día que pasaba se hacía más y más difícil de afrontar, ¿Es que no existía forma de escapar de ello y quedarse del otro lado? Daria lo que fuera por ello. Intuyendo los pensamientos que daban vuelta por la mente del Uchiha, pero no verbalizando lo mucho que lo entendía, Kakashi se encargó de sacar un burrito del microondas, deseando tener algo mejor para darle de cenar al Uchiha, pero Sasuke no hacía nada fácil las cosas al quedarse hasta tan tarde en el enlace de Avatar y sí que el Hatake se estaba esforzando, devolviendo o retribuyendo todo lo que el azabache hacia diariamente por el Programa Avatar…pero Sasuke hacia muy poco por sí mismo, apenas y desayunaba por las mañanas antes de entrar en la Cámara de Enlace y cenar ni se diga, y puede que hiciera mucho en su Avatar; pero su verdadero cuerpo no dejaba de bajar de peso y pagar el precio.

—Sigues bajando de peso— comentó Kakashi al cerrar el microondas y volverse hacia la mesa, viendo que el Uchiha pretendía abandonar la cocina e irse a dormir. —Ah, no, ni lo sueñes, comerás primero— frenó dejando el plato sobre la mesa y halando la silla de ruedas del azabache hacia esta.

—Tengo que dormir…— bufó Sasuke en un suspiro agotado por lo bajo, no queriendo perder el tiempo.

—No— insistió el Hatake situándose a su diestra para vigilarlo. —Ten, bon apetite— señaló, indicando el plato que había puesto frente a él.

—Hoy mataron algo, y lo comimos— comentó el Uchiha, no viendo con mucho apetito la comida frente a él, —al menos sé de dónde venía esa comida— obvió no teniendo mucha hambre con solo ver ese pobre sucedáneo.

—Ese es otro cuerpo; tienes que cuidar de este cuerpo, ¿Si?— diferenció Kakashi y ante lo que el azabache entornó los ojos. —¿Entiendes?— insistió, negándose a moverse de la cocina hasta que él comiera algo.

—Sí, sí, sí— asintió Sasuke sin otro remedio, dándole una mordida a su cena.

—Okey, a comer— animó el Hatake, viendo que el azabache hacia precisamente eso. —Te ves fatal, te estás excediendo— criticó encendiendo un cigarrillo.

—¿Si?— el Uchiha volvió la mirada hacia el doctor del Programa Avatar, quitándole el cigarrillo de la boca. —Deja esta basura y luego regáñame— discutió arrojando el cigarrillo al lavabo en el mueble tras él.

—Te lo estoy diciendo como tu jefe, y como alguien que tal vez considere ser tu amigo algún día, que tomes un descanso— aclaró Kakashi sin molestarse con la actitud del azabache y entendiendo su punto. —Come por favor— insistió y ante lo que el Uchiha no tardó en hacerle caso, aunque fuera para contentarlo. —Créeme, yo lo aprendí por las malas— agregó en voz baja, pero lo suficiente para que el Uchiha lo escuchara.

No sintiendo pesar ni ansiedad para fumar y siendo más bien una costumbre, desestimando el cigarrillo ahora apagado sobre el lavabo junto a él, Kakashi se concentró en servir el agua caliente en su taza de café, procediendo a agregar azúcar e intentando distraerse con aquel monótono ritual…pero no tenía caso, lo quisiera o no su mente seguía dirigiéndose hacia derroteros nada agradables, recordándole todas las pérdidas que había experimentado o que había tenido que afrontar, reviviendo los gritos en su mente aunque intentara evitarlo todo el tiempo, también la sangre y los sollozos desgarrados, la culpa reviviendo en su pecho y haciendo que sintiera las lágrimas en sus ojos, pero que contuvo, negándose a mostrar cualquier señal de debilidad como de costumbre. Concentrándose hasta ese momento en comer su cena lo más rápido posible y deseando irse a dormir, Sasuke no tardó en reparar en los libros de trabajo de Kakashi, pero más que nada en las fotografías que yacían sobre la mesa del comedor ante la que él estaba y que llamaron poderosamente su atención; eran fotografías de los días de Kakashi en su escuela ahora abandonada, rodeado de niños del clan Konoha en sus clases, niños que actualmente eran adultos y que él conocía como Shikamaru, Choji, Kankuro, Gaara...mas la completa atención del Uchiha se centró en una de las imágenes, en que Kakashi abrazaba a un grupo de niños en la entrada de la escuela; la mayor de las chicas era Izumi, ya la conocía por haber visto otras fotografías de ella antes, y abrazándola por la cintura estaba Sakura de doce años...Sasuke realmente deseaba conocer y entender las cosas, porque Sakura había cambiado tanto, que había complicado tanto las relaciones con los nativos, todo.

—¿Qué paso con la escuela, Kakashi?— preguntó Sasuke por fin y volviendo la mirada por sobre su hombro.

—La hermana mayor de Sakura, Izumi, no fue más a la escuela; estaba enojada por la tala— inició Kakashi agregando un poco de leche a su café y regresando esta al refrigerador. —Un día apareció con un grupo de jóvenes cazadores, todos pintados, y le prendieron fuego a un buldócer— prosiguió acercándose a la mesa y tomando asiento a la diestra de Sasuke. —Creyeron que yo podía protegerlos…


5 años antes

Las clases de Kakashi en su escuela no eran lo mismo que hacía semanas atrás, muchos de sus alumnos más antiguos no asistían a clases por la discrepancia de ideas entre el bando de los nativos—al que pertenecían—y el bando de los extranjeros—al que Kakashi pertenecía, mas apoyando incondicionalmente a los extranjeros—, pero aquellos alumnos que habían elegido continuar asistiendo a sus clases lo hacían con buen ánimo y una sonrisa en el rostro, siendo Sakura el caso más destacable para el Hatake quien se paseó por el aula analizando la sesión de estudio de todos, notando como la Haruno ayudaba a otros con su pronunciación o escritura del español. La pelirosa portaba su habitual vestido rojo oscuro de estilo kimono con el emblema circular de color blanco de los Haruno en los lados de los brazos en las cortas mangas por sobre los codos, en el frente de la falda hasta las rodillas—que se abría a los lados—y en la espalda, debajo del vestido lucía mallas verde oscuro a juego con un cintillo de tela coronando su largo cabello rosado que caía sobre sus hombros y tras su espalda, siempre con esa inocencia tan particular que la hacía ver etérea sumada a su juventud, y siempre sonriente para con sus amigos o compañeros de clase, enseñándoles aquello que ella entendía y ellos no, o animándolos a aprender más, algo absolutamente admirable para Kakashi quien la observó atentamente. Carraspeando para aclararse la garganta tras detenerse junto al escritorio de Sakura, y sin ánimo de asustarla ni interrumpirla, el Hatake sonrió bajo su máscara cuando la Haruno concentró su atención en su cuaderno y lo tendió al peligris para que este lo revisara, y el Hatake solo debió darle una ojeada para confirmar que todo estaba perfecto.

Excelente, Sakura, no veo ningún error en lo que escribiste— felicitó Kakashi revisando rápidamente el cuaderno y devolviéndoselo a la joven, —y tu pronunciación es la mejor de todas, como siempre— agregó elogiando su apoyo a otros de sus estudiantes, así como alabando su fluido manejo del idioma "extranjero".

No puedo llevarme todo el crédito, tengo un buen maestro— minimizó Sakura con una sonrisa avergonzada y sin creerse importante. —Todos los estudiantes somos afortunados de tenerlo— apreció, sabiendo que sus compañeros pensaban igual.

Hace tiempo deje de verte como una estudiante, Sakura, de hecho, estoy empezando a considerar volverte mi asistente— confesó el Hatake en voz baja y arrodillándose para estar a la altura de la sorprendida pelirosa. —Eres muy inteligente y talentosa, y tienes facilidad para aprender idiomas. Quiero que comiences ayudarme con los demás— pidió, sabiendo que aquello quizás era demasiado, pero él creía en ella.

Sera un honor para mí poder hacerlo— asintió la Haruno abrumada, mas no pudiendo negarse y siendo algo que apreciaba enormemente.

La sorprendía que el Maestro Hatake—así llamaba respetuosamente a Kakashi, no sintiendo que tutearlo fuese correcto—le pidiera o encomendara una responsabilidad como aquella, y Sakura inmediatamente se sintió abrumada por ello, tuvo hasta deseos de llorar por causa de la emoción, mas supo contenerse como había visto hacer tanto a su madre como a su hermana mayor y en quien no pudo evitar pensar, Izumi quien siempre parecía tener sus propias batallas que pelear, y justo en ese momento como una nota discordante es que se escuchó que alguien llamaba a la puerta trasera del salón, la que daba con la bodega y hacia donde Kakashi se dirigió, indicándole a Sakura que se encargara de mantener el orden en el salón y por lo que ella no dudo en obedecer. La puerta se abrió justo cuando Kakashi cruzaba el umbral del salón con la bodega, estando la puerta a un lado de la pizarra y viendo ingresar a un pequeño grupo de cazadores, todos parcialmente cubiertos por lo que podía identificarse como pintura de guerra de diferentes colores en cada caso, mas ni lo agitada que pareciera ni la pintura violeta que la cubría impidió que el Hatake reconociera a la joven líder al frente del grupo, era Izumi; vestía su habitual traje completo de cazadora, color negro con un faldón morado que se ataba en el frente a la altura del vientre y formaba una cola tras de sí, cerrando su atuendo con cortos botines negros y su largo cabello castaño caía tras su espalda hasta las caderas. Kakashi sintió un escalofrío de los pies a la cabeza al ver al joven y aguerrido grupo, pudiendo imaginar que no habían hecho nada precisamente positivo, ¿Pero el qué? Esa era la cuestión.

Izumi...— reconoció el Hatake observándola de arriba abajo, —¿Qué paso?, ¿Que hicieron?— cuestionó con temor e imaginándose el peor de los escenarios.

Atacamos una de sus máquinas, un buldócer— confesó la pelicastaña, haciendo que el peligris enterrase el rostro entre sus manos y jadeara entre molesto y asombrado. —No podíamos aguantarlo, Kakashi, lo que estaban haciendo era una monstruosidad contra el bosque y nuestra gente, no está bien y lo sabes— justificó la joven, no la violencia sino las acciones detrás de esta.

Pero tampoco está proceder con violencia, eso solo puede y empeorara las cosas—Kakashi alzó la voz a modo de reprimenda, haciendo que todos bajasen la mirada.

Lo entendemos, Kakashi— asintió Izumi, respetándolo demasiado como para confrontarlo y no queriendo hacerlo. —¿Puedes ayudarnos? Cometimos un error y estamos dispuestos a hablar y pedir perdón, pero por favor, déjanos quedarnos— pidió, no deseando desatar ningún tipo de guerra, sino todo lo contrario.

Bien sabes que no podría darles la espalda, a ninguno de ustedes— recordó el peligris pasando su mirada por todo el grupo de jóvenes. —Vengan, todos— indicó asomándose al aula de clases e indicándole a todos sus alumnos que ingresasen en la bodega y que no dudaron en obedecerlo, escuchando ruidos de vehículos afuera. —¿Qué hacen aquí?— cuestionó cuando un grupo de soldados apareció en el umbral de la escuela con sus armas.

Doctor Hatake, hágase a un lado— ordenó secamente el soldado, uno de tantos bajo las órdenes de Danzo Shimura.

Están en mi escuela, soldado, su jurisdicción no alcanza este lugar— discutió Kakashi de inmediato, bloqueando el paso hacia la bodega donde se encontraban sus alumnos.

Oh, yo creo que el coronel Shimura no pensaría igual— discutió el militar, defendiendo la autoridad que representaba en ese momento.

Aquí hay jóvenes y niños inocentes, no criminales para que hayan venido aquí con sus armas— insistió el peligris, dispuesto a defender a sus estudiantes a como diera lugar.

Lidiamos con salvajes, doctor, no sabemos de qué sean capaces— objetó el soldado con una idea muy fija en su mente.

Tienen razón— intervino Izumi aparecieron en el umbral de la bodega y volviéndose el centro de atención, —pero si quisiéramos matarlos ya lo habríamos hecho— evidenció, desarmada y manteniendo los brazos en alto en señal de paz.

Izumi, vuelve adentro— ordenó el Hatake, sintiendo que se aceleraban descomunalmente los latidos de su corazón por el miedo.

No dejare que mueras, no por mí, nadie tiene que— insistió la pelicastaña, agradeciendo su ayuda, mas no pudiendo ni queriendo ponerlo en peligro. —Sí, atacamos sus máquinas, pero no con malas intenciones ni para herirlos. ¿Por qué hacen esto?, ¿Creen que son más dignos que nosotros? No tenemos por qué ser enemigos— admitió, esperando convencerlos. —No somos tan diferentes, por favor, si lo intentamos y nos respetamos los unos a los otros, sé que podemos llegar a la paz y convivir sin necesidad de esto— no tenían que ser enemigos, debía haber otra solución.

¿Es ella?— preguntó el soldado únicamente, volviendo la mirada hacia quienes lo acompañaban.

Sí, señor, no hay duda— contestó uno de los escoltas militares de inmediato.

Disparen a mi señal— indicó el soldado sin titubeos y ante lo que su escolta no tardó en apuntar a la joven que les sostuvo la mirada.

No...¡No pueden hacer esto!— Kakashi intentó protestar, pero dos soldados le retuvieron los brazos tras la espalda, previendo que haría algo así.

¡Sujétenlo!— insistió el militar, cansado de palabrería inútil. —¡Fuego!— ordenó y ante lo que sus hombres no dudaron en disparar contra la joven.

¡No!

El grito vino de Sakura quien había observado todo desde el umbral del salón y que, igual de desconsolada que Kakashi, vio a Izumi desplomarse sin vida en el suelo; la reacción del grupo de jóvenes cazadores dentro del salón, fue precisamente salir de la escuela tanto para responder a la vida que habían tomado de su amiga y Tsakerem, como para generar una distracción y hacer que los demás jóvenes alumnos presentes pudieran escapar cuanto antes, y resultó lo suficientemente bien como que los soldados abandonasen la escuela cuanto antes, buscando defender su posición y a las maquinarias que hacían el trabajo que tanto necesitaban y por el que se encontraban ahí. Casi congelándose por un momento ante el desolador cuadro que acababa de contemplar, Kakashi logró salir de su estupor y moverse hacia el aula de clases e instar a todos los jóvenes niños a salir velozmente por el frente ya que los soldados estaban concentrados en bloquear o contener cualquier ataque proveniente de la puerta trasera; temblando de nervios y el shock de lo que había visto, Kakashi cargó en brazos a los niños más pequeños hasta bajar con ellos los escalones y evitar que perdieran tiempo, quedándose en la puerta que daba con el exterior hasta verlos desaparecer, queriendo confiar en que llegarían con bien a sus hogares. Entonces y aun escuchando el eco de las balas en el exterior, Kakashi regreso a la bodega, encontrándose con la imagen de Izumi inerte sobre el suelo, con un delgado hilo de sangre brotando de sus labios y deslizando por su mentón, mientras su hermana menor se hallaba arrodillada junto a ella, rodeándola con sus brazos y con las lágrimas resbalando desconsoladamente por sus mejillas, sin apartar la vista de su hermana.

Sakura...tienes que irte, es peligroso— dialogó Kakashi, intentando que ella entendiera.

No puedo dejarla— negó Sakura con la voz desgarrada de pesar y sin moverse.

Te ayudaré— irguiéndose velozmente, Kakashi tomó una lona de la bodega y la colocó sobre el suelo. —Así podrás llevarla contigo— alegó antes de cargar cuidadosamente a Izumi para colocarla sobre la lona, e indicándole a la pelirosa que sostuviera firmemente el final de esta para tirar de esta. —Ahora, aléjate lo más que puedas y no voltees, no importa que pase— instruyó señalando la puerta de la bodega, siendo la única salida a esas alturas.

Habiendo visto suficiente para reforzar la creencia de que los "extranjeros" eran el enemigo, Sakura observó a Kakashi con esperanza, aun creyendo en el fondo que había bondad en ellos, pero no tuvo tiempo para elegir alguna de las dos posturas ante la mirada seria y apremiante que el Hatake le dirigió, apresurándose en tirar de la lona y correr lo más rápido que le fue posible, dando la espalda al peligris y sintiendo tanto incomodidad como dolor en los músculos por el peso del cuerpo ahora inerte de su hermana y con el que debía cargar, así como un nudo que no dejaba de crecer en su garganta, queriendo llorar pero no pudiendo hacerlo, no mientras corría tan velozmente como se lo permitían sus piernas, corriendo sin voltear ni aún tras escuchar las balas revotando contra los árboles a su espalda. Detenerse implicaría morir, y su hermana había muerto intentando primar por el dialogo, un error que Sakura se repitió una y otra vez que no podía permitirse, corriendo incansablemente por el camino que conocía de regreso al Árbol-Madre, de regreso a casa y deseando regresar junto a sus padres, mas ni siquiera sabiendo cómo afrontarlos, y que finalmente la hizo sollozar mientras corría, quebrándosele la voz en un jadeo que no tardó en convertirse en un grito, aunque ni la misma Sakura estaba segura de porque gritaba; bien podía ser por el peso que se tornaba mayor a cada momento y haciendo que sus brazos se sintieran adoloridos, el esfuerzo por lo mismo, o bien el dolor por ver como mataban a su hermana delante de sus ojos sin poder hacer nada. Permaneciendo en la escuela y orando porque Sakura llegase bien a su hogar, Kakashi no pensó en protestar cuando los soldados se presentaron para llevarlo de regreso a Hell's Gate.

Su tortura había comenzado entonces.


—Los militares los persiguieron a la escuela, asesinaron a Izumi en la puerta, justo en frente de Sakura, y ejecutaron a los otros— Kakashi completó su relato, aunque su voz evidenciaba que no le era fácil hablar de ello. —Saqué a la mayoría de los niños, incluyendo a Sakura, pero nunca volvieron— agregó sin volver la mirada hacia el Uchiha.

—Lo siento— empatizó Sasuke, no pudiendo dimensionar lo que había significado todo aquello.

Escuchar aquella historia o esa parte de la historia fue más difícil de lo que Sasuke había imaginado; no conocía a Izumi, había escuchado de ella un par de veces desde que formaba parte del programa Avatar, pero oír el nombre de una persona y solo saber que había fallecido era una cosa, mas escuchar un relato en el que punto por punto se detallaba una muerte era algo completamente diferente, y más tratándose de una chica de menos de dieciocho años…un suspiro fue todo lo que abandonó los labios de Sasuke y quien desvió la mirada hacia una de las fotografías sobre la mesa, aquella en que una inocente y sonriente Sakura de doce años abrazaba a su hermana mayor que la abrazaba protectoramente de cara a la cámara; ya no le resultaba tan extraño que esa dulce sonrisa de Sakura estuviera tan oculta, cuan perdida debía de haberse sentido tras perder a su hermana, teniendo que verlo con sus propios ojos; él había perdido a Itachi cuando ambos ya eran adultos, pero Sakura había sido una niña entonces, solo había tenido trece años. Francamente, le sorprendía que Sakura le hubiera dado una oportunidad y no lo hubiera matado desde su primer encuentro. Kakashi sintió las lágrimas de la emoción y la tristeza más profunda picando en sus ojos, la imagen de Izumi desangrándose y sin vida en brazos de Sakura era tan abrumadoramente fresca en su mente como si hubiera sucedido en ese mismo instante, la herida no estaba sanada y probablemente jamás lo estaría, pero Kakashi se negó a permitirse exteriorizarlo en demasía, cerrando los ojos un momento y endureciendo ligeramente la mirada, haciendo un esfuerzo gigantesco para apartar aquellas imágenes de su mente, concentrándose en Sasuke.

—Un científico debe ser objetivo, no deben regirnos las emociones, pero invertí diez años de mi vida creando esa escuela— confesó Kakashi, sabiendo que podía ser honesto con el Uchiha. —Me llamaban sempul— agregó con una triste sonrisa ladina.

—Padre...— comprendió Sasuke apartando la mirada al comprender el peso de esa palabra.

—Padre— confirmó el Hatake, alargando una de sus manos y situándola sobre el pecho del Uchiha. —Ese sentimiento se queda clavado, en el alma— declaró con su mano brevemente sobre el corazón del Uchiha. —Por eso no estoy de acuerdo en lo que estás haciendo— mencionó, habiendo tocado la veta emocional del azabache.

—¿De qué hablas?— cuestionó el Uchiha extrañado, sin entender el sentido de la pregunta.

—No me pidas que sea más claro, Sasuke, y no finjas que no sabes— regañó Kakashi, mas de todas formas el azabache se mantuvo confundido. —Fui joven, como tú, y sentí atracción por muchas mujeres; ni Sakura es una más, ni quiero que la veas de esa forma. Está comprometida— recordó siendo más claro y haciendo entender al Uchiha.

—Sí, ella muy hermosa y pasamos todo el tiempo juntos, pero no más— difirió Sasuke, repitiendo esas palabras en su mente para sonar convincente. —Ella confía en mí y yo en ella, no quebrantaría esa confianza. No veo a Sakura como a una más, no como piensas— era brutalmente honesto al decir eso, Sakura nunca sería una más.

—Pero Gaara está celoso— comentó el Hatake, sorprendiendo al azabache o eso pareció. —¿Me dirás que no hay una razón para ello?— inquirió, esperando más información de su parte para descartar cualquier idea romántica.

—Sakura y yo solo somos amigos, tienes mi palabra— aseguró el Uchiha sosteniéndole la mirada, y no era del todo una mentira. —No puede haber nada entre nosotros, eso me quedo claro hace mucho— intentaba convencerse de ello día con día.

—Me alegra, porque no puedes olvidar que esto es un trabajo, solo eso puede ser, por lo que te recomiendo no encariñarte— señaló Kakashi con el tono de un padre protector y preocupado. —No es nuestra vida, Sasuke, y no hay nada que podamos hacer al respecto— también desearía formar parte de ese mundo, mas era imposible.

—¿Suficiente de la charla emocional?— preguntó Sasuke, solo deseando irse a dormir.

—Absolutamente, de hecho, fue demasiado para mí— asintió el Hatake con su habitual tono de voz despreocupado y cargado de pereza. —Tienes suerte de que este sobrio, ya puedes morir en paz, niño— despidió indicándole que se fuera a dormir. —Necesito un trago— comentó para sí mismo, pero no teniendo alcohol ahí.

—Y yo dormir, urgentemente— meditó el Uchiha en voz alta, moviendo su silla de ruedas para alejarse de la mesa. —Buenas noches— se despidió dándole la espalda y dirigiéndose hacia el área en que estaban las literas.

—Descansa, soldado— correspondió Kakashi únicamente y a modo de despedida.

El corazón de Sasuke no dejo de latir fuertemente dentro de su pecho cuando llegó a su litera, había tenido que morderse la lengua y no decir lo que realmente sentía por Sakura, después de estar ya dos meses pegado a ella, entrenando y aprendiendo sus costumbres, no había existido forma de no enamorarse de ella desde el principio, y no podía imaginarse estando un solo día lejos de ella, no tenía dudas; estaba enamorado de Sakura por completo, y el problema era que incluso si por alguna razón ella llegaba a sentir lo mismo por él, jamás podría corresponderle por su deber con su clan como princesa al estar prometida con Gaara, y él no osaría trastocar el orden de las cosas. No le mentí a Kakashi, Sakura era una amiga para mi…¿Pero cuánto de lo que dije era verdad y cuánto mentira? Los celos de Gaara tenían fundamento; yo no podía ni quería alejarme de Sakura. Kakashi estaba completamente equivocado, pero Sasuke no se atrevió a refutar sus palabras, porque Sakura no era un amor pasajero, cuanto más tiempo pasaba, más perdido se sentía al verla, pero ese era un error que no pensaba asumir frente a Kakashi, si lo hacía seguramente lo mataría allí mismo o le impediría volver a acercarse a Sakura, y ella no era en lo absoluto una brisa pasajera, mucho menos una conquista más entre aquellas que había tenido en el pasado. Haría lo que Kakashi me estaba pidiendo, pero estar lejos de ella sería el infierno para mí, Sakura era la única mujer en su corazón, pero reconocerlo lo condenaría, Kakashi intervendría en ese plano y si Gaara se enteraba lo degollaría a la primera oportunidad, por lo que, con ese pensamiento, Sasuke se metió bajo las sábanas y cerró los ojos, solo deseando dormir y poder regresar junto a Sakura a la mañana siguiente…


Ese día su recorrido los llevo bastante lejos del Árbol-Madre, algo cada vez más común, pues cuanto mayor fuera la distancia, mayor era el reto de reconocer el camino de regreso a casa, pero su recorrido los llevó muy cerca de la escuela de Kakashi, Sasuke lo notó, pero no dijo nada, mucho menos cuando Sakura los guio a ambos precisamente ahí y bajo un tenso silencio, el estado de ánimo se sentía demasiado pesado, cargado y él deseaba aligerarlo desesperadamente, mas no sabía cómo. En todo momento Sasuke estudió a Sakura por el rabillo del ojo, sin saber que decir o hacer, no porque tuviera miedo de que ella lo golpeara en la cabeza y lo llamara skxawng—lo que sucedía cada vez menos—, que de hecho sería la mejor de las posibilidades, sino temiendo decir algo erróneo y ofenderla de la peor de las formas pues en aquel lugar había muerto su hermana, ahora Sasuke podía entender tantas cosas que en su momento no, desviando la mirada—y como Sakura también hizo—hacia la habitación o bodega conectada con el costado de la pizarra y donde reposaban los orificios de bala que él había visto en su primera visita al lugar, entonces se había cuestionado como habían podido disparar en una escuela…pero ahora sabia como había ocurrido todo, mas nada justificaba lo ocurrido, en absoluto, y le enfermaba como nunca ser parte de los "extranjeros". En un pensamiento muy drástico, Sasuke deseó que los extranjeros nunca hubieran pisado ese lugar; si, él nunca habría conocido a Sakura, pero ella seguiría teniendo a su hermana y, ¿Por qué no? Quizás sería más feliz, porque era evidente que lo había sido antes, así su hogar también estaría a salvo y su estilo de vida no se vería amenazado por fuerzas externas.

—Fue aquí donde Kakashi, Suigetsu y yo vinimos por primera vez cuando buscábamos muestras. Tuve un encuentro bastante desagradable con un Ligre cerca de aquí— mencionó el Uchiha intentando aligerar las cosas, mas la tensión persistía de cualquier forma. —Sakura…— quería decirle tanto, pero no sabía si era correcto o como lo tomaría ella.

—No he estado aquí en mucho tiempo— comentó la Haruno con un tono de voz notoriamente cargado de tristeza.

—Kakashi me dijo lo que pasó aquí, lo que le paso a tu hermana— mentó Sasuke, haciendo que la pelirosa voltease a verlo. —No tienes que hablar de eso si no quieres— obvió, pudiendo entender lo que ella sentía.

—Debería poder hacerlo, pero...es difícil— suspiró Sakura apoyando la espalda en una de las mesas. —Izumi era una gran persona, muy sabia pese a lo joven que era y muy protectora tanto de mí como de los todos demás— elogió sinceramente, trazando la flor de cerezo que había hecho de niña sobre su antiguo escritorio. —Incluso se preocupaba por los extranjeros, decía que todos tienen algo bueno, incluyéndolos, y sin embargo...fueron ellos quienes la mataron, justo delante de mí— no había odio en su voz, pero si dolor y rencor. —Cuando Izumi vivió, seguí sus palabras, confié ciegamente en todo, pero no he sido capaz de volver a hacerlo, no desde que murió, por eso desconfiaba de ti, incluso de Kakashi— confesó a modo de disculpa.

—No sé si te consuele o sirva de algo, pero sé lo que sientes; también perdí a alguien que amaba; mi hermano Itachi— correspondió el azabache, queriendo hacerle saber que no juzgaba su dolor ni acciones, pues él también tenía sus propias cargas. —Él era un científico como Kakashi y Suigetsu. Se suponía que él estaría aquí en mi lugar, si no hubiera muerto...es por eso que estoy aquí, lo estoy sustituyendo en cierto modo— seguía sintiendo que era un reemplazo de su hermano, y no era un científico. —Fue asesinado, como tú hermana, solo que por un ladrón, una semana antes de venir aquí— ya hacían meses de ello, pero el dolor continuaba latente.

No podía comparar las cosas, sí que ambos habían experimentado perdidas en su vida y era algo que tenían en común, pero Sakura había sido una niña y había estado ahí para ver como mataban a su hermana, él no había visto morir ni a sus padres ni a su hermano, solo había tenido que lidiar con el dolor y las consecuencias; él era el idiota, el que tomaba riesgos solo por la adrenalina, el que no escuchaba a nadie y hacia lo que le daba la gana; Itachi siempre había sido el prudente, el inteligente, el que pensaba muy bien las cosas antes de actuar o tomar una decisión, después de todo él era el científico. Entonces, ¿Por qué Itachi había muerto y él estaba vivo? ¿Qué broma cruel era esa? Sasuke no tenía una razón de peso por la que vivir, no como Itachi, pero ahí estaba él, y no menospreciaba la muerte de su hermano en absoluto, pero si ello no hubiera ocurrido, no podría estar ahí con Sakura en ese momento e intentando consolarla en su dolor. Era la primera vez que Sakura escuchaba esas palabras de alguien; como Olo'eyktan y Tsahik, sus padres no habían tenido tiempo para consolarla, Gaara ni siquiera lo había intentado y los otros miembros del clan—fuera de Ino—ni se diga, era la primera vez que alguien ajeno a su tragedia personal intentaba animarla y le decía que estaba bien sentir dolor, sentirse herida y estar triste…y era la primera vez que Sakura escuchaba que alguien tuviera una historia de perdida parecida a la suya, lo que la reconfortó, pero también le hizo sentir empatía por Sasuke, entendía lo que era vivir con ese dolor en el día a día, porque cuando se amaba al hermano que se perdía, nada era capaz de mitigar el vacío que quedaba para quien sobrevivía, y no muchos podían entenderlo, pero ellos si el uno al otro.

—Incluso cuando vi su cuerpo, no podía comprender que hubiera muerto, y no fue hasta que lo vi ser quemado que realmente lo entendí— comentó Sasuke y aún en proceso de asimilarlo. —Éramos muy cercanos desde pequeños: él era el científico y yo el idiota que se metía en problemas, pero pese a nuestras diferencias éramos los mejores amigos— seguía pensado en Itachi como su mejor amigo, y estaba seguro de que la pelirosa pensaba lo mismo de su hermana. —Lo que quiero decir, Sakura, es que sé cómo te sientes. Siempre es difícil perder a alguien que amas— aclaró, pues por ello le había comentado aquello, porque quería hacerle saber que no estaba sola.

—Ambos estamos lastimados— comprendió Sakura esbozando una triste sonrisa.

Nunca había hablado de la muerte de Izumi con nadie, solo con Ino y ella la incitaba a ser rebelde de formas que no eran posibles o realistas, instando a Sakura a luchar por su libertad e individualismo de un modo que evidentemente resultaría condenatorio a ojos de sus padres, del clan y puede que por su mundo, y que quizás eran lo correcto, mas ella no se atrevía a luchar de esas formas desde que su hermana había muerto, como si todo lo que pudiera hacer para que otros lo aprobaran y estuvieran contentos fuera imitar a su hermana y ser lo que ella habría sido si no hubiera muerto…pero en ese momento no, Sasuke estaba frente a ella y le decía que estaba bien llorar, sufrir, gritar y expresar todo lo que sintiera, haciendo que por primera vez las lágrimas resbalaran por las mejillas de la pelirosa, pero no solo pro tristeza sino también de alegría al saberse comprendida, y por tenerlo a él a su lado. Puede que implicara cruzar una línea, pero Sasuke lentamente se acercó a Sakura y la atrajo en un abrazo, que puede que hubiera sorprendido a la pelirosa, pero de ser así no lo demostró, apoyando su frente contra su hombro mientras él envolvía sus brazos alrededor de ella y le acariciaba la espalda, haciéndole saber que estaba ahí para ella y que podía llorar todo lo que quisiera, porque nadie debería vivir conteniendo o guardando todos esos sentimientos ni mucho menos habiendo sido tan joven al momento de haber perdido tanto, ya lo sabía él por experiencia; Kakashi ya le había confesado una parte de la historia el día anterior, pero ahora había escuchado la parte que realmente contaba, la versión de Sakura y podía entender el sentimiento anti "extranjero" de los nativos así como las reservas de ella, pero él quería hacer resurgir esa sonrisa.

—¡Sakura!— la voz de Gaara los hizo separarse y volver la mirada hacia el pelirrojo de pie en el umbral. —¿Qué crees que estás haciendo?, ¿Has perdido la cabeza?— cuestionó acercándose y alejando a la pelirosa del Uchiha, sujetándola bruscamente del brazo, lo que no pasó inadvertido para el azabache.

—No la trates así, Gaara— protestó Sasuke, no gustándole su tono ni su actitud. —Solo estaba tratando de consolarla— agregó pese a no sentir necesitar darle una explicación.

—¿En serio?, ¿O la estabas seduciendo?— increpó el Sabaku acercándose amenazadoramente al azabache. —Puedes engañar a todos en el clan, pero a mí no. Veo a través de tus mentiras, eres un simple extranjero— acusó deseando que se marchase del clan y de sus vidas cuanto antes.

—Dile eso al Olo'eyktan, seguramente alabara tu desconfianza— desafió el Uchiha respondiendo a su dura mirada, no teniéndole miedo.

—¡Ya basta, los dos!— acalló la Haruno, harta de aquella discusión. —¿Por qué viniste, Gaara?— cuestionó por fin, encarando al Sabaku.

—El abuelo de Tenten murió— anunció el pelirrojo concentrando su atención en Sakura. —La Tsahik me envió a buscarte, debemos estar presentes en el funeral— se esperaba de ambos como sucesores del Olo'eyktan y la Tsahik.

—Entiendo— asintió la pelirosa, siendo muy consciente de su deber, y sintiendo tristeza por la pérdida de su compañera cazadora.

—Tsunade dijo que también debes asistir, porque eso mejoraría tu educación en nuestra forma de vida— agregó Gaara observando a Sasuke quien le sostuvo la mirada antes de asentir, no queriendo empezar ninguna pelea de ser posible evitarlo.

Dicho esto y envolviendo uno de sus brazos alrededor de la cintura de Sakura en un gesto posesivo, pues estaba destinado a marcar territorio en cierto modo, Gaara procedió a retirarse del lugar cuanto antes y llevando consigo a Sakura, quien evidentemente no estaba de acuerdo, pero que tuvo que seguirlo, volviendo la mirada por sobre su hombro hacia Sasuke tanto en señal de agradecimiento como lamentando tener que irse, mas no había mucho que pudiera hacer para desafiar a Gaara, ni como princesa del clan, ni siquiera podía elegir estar comprometida con él para empezar, y por lo que finalmente regresó la vista al frente, dirigiéndole una seria mirada al Sabaku y quien solo fingió hacerse el desentendido, pero ella pronto marcó las distancias haciéndole saber que podía caminar sola, y no gustándole su arrebato de celos. Suspirando por lo bajo, Sasuke recordó las palabras de Kakashi sobre que Gaara estaba celoso de todo el tiempo que él pasaba con Sakura, el Uchiha no era ciego ni tonto para no darse cuenta de que el Sabaku había marcado territorio de la forma más evidente y posesiva con Sakura, y no es que él estuviera celoso por su parte, pero al azabache no le gustó nada la forma en que el Sabaku se había comportado, la forma en que le había hablado a Sakura ni mucho menos actuando como si ella fuera su propiedad, porque ella no era de nadie, era una persona con voluntad propia. Aunque tuviera sus propias ideas y cosas que decir, Sasuke eligió callar pues no tenía el permiso de emitir una opinión propia al no ser aún parte del clan, siguiendo a Gaara y Sakura a una distancia prudente e intercambiando una mirada con la pelirosa quien ya se había separado del Sabaku y le dio las gracias gesticulando con los labios.

Sonriendo ladinamente, eso fue lo único que contó para Sasuke.


Sasuke se concentró más en observar todo el ritual que tenía lugar en vez de en entender mucho de lo que pasaba delante de sus ojos; la gran mayoría de los miembros del clan estaban presentes, sino todos, y gran parte de los niños, todos observando como la Tsahik Tsunade recitaba una oración sobre el cuerpo del fallecido y los cantantes del clan—Ino resaltando entre ellos por su magnética voz—expresaron su dolor por la muerte del abuelo de Tenten, una costumbre en que sus cantos estaban compuestos de desgarradores gritos de pesar y melancolía, algo muy emotivo y que Sasuke tuvo que admitir consiguió tocarle el corazón mientras observaba. Trato de entender esta fuerte conexión que tiene el pueblo con el bosque, Sakura dice que…toda la energía es prestada, y un día tienes que devolverla; de pie junto a su madre y orando en silencio con las manos extendidas delante suyo, Sakura abrió los ojos para ver una semilla del Árbol de las Almas aterrizar sobre sus manos, esbozando una sutil sonrisa en señal de agradecimiento a Kami por su presencia y acercándose al hueco en que reposaba el cuerpo para dejar la semilla sobre este, una señal de que Kami acompañaba a quien moría hasta el otro mundo, de regreso a él, una creencia a la que el clan Konoha—como todos los nativos—, se aferraba con toda su fe y esperanza. Sin buscar interrumpir el ritual, y acercándose lentamente hasta situarse a la diestra de Tenten, quien lloraba en silencio, Sasuke envolvió uno de sus brazos alrededor de ella en señal de apoyo, sorprendiendo evidentemente a la pelicastaña que volvió la mirada en su dirección; seguía sin entender ciertas cosas del clan, pero las respetaba, mas no creía que alguien debiera vivir solo el difícil trance del duelo.

—Lo siento mucho— susurró el Uchiha y solo para que la pelicastaña lo escuchase.

—Gracias, Sasuke— apreció la Namiashi con una ligera sonrisa, tanto como lo permitían las circunstancias.

Apreciaba su amistad con Tenten, puede que tuviera claro desde hace tiempo los sentimientos de interés o atracción que ella tenía por él—y que él no correspondía para nada, aunque ella fuera muy bella y ello lo hiciera sentir halagado—, ella era una de las primeras personas con quien había entablado un vínculo voluntario y positivo al llegar al clan, además de que Tenten siempre lo llamaba por su nombre y como amigo Sasuke sentía que lo mínimo que podía hacer era brindar su apoyo. Era el peor momento del mundo y, sin embargo, Sakura no pudo evitar sentir celos por la cercanía entre Sasuke y Tenten, e inmediatamente se reprochó por albergar ese sentimiento ya que ella no era dueña de Sasuke, ni era su pareja siquiera, mas...¿Qué era ese sentimiento que crecía en su interior y hacía latir erráticamente su corazón? Negando mentalmente y eligiendo no pensar en eso, Sakura desvió la mirada a una sollozante pequeña de no más de cinco años, prima de Tenten aunque no se parecieran, pues la pequeña tenía cabello negro, ojos almendra y piel blanca, permaneciendo cabizbaja mientras nadie de su entorno familiar parecía reparar en ella, y percibiendo eso, Sakura no dudo en acercarse a la pequeña niña a quien envolvió en un cálido abrazo y arrodillándose a su altura mientras la pequeña alzaba la mirada en su dirección, a la par que la pelirosa secaba sus lágrimas con sus manos; ella sabía lo que era estar hundida en el luto por la pena y pasar desapercibida o ser ignorada por ser joven, como si por ello no pudiera entender el dolor cuando era justo lo contrario, el dolor se sentía en mayor profundidad y Sakura lo entendía mejor que nadie.

Tranquila, vivió una larga vida, es feliz al estar con nuestro Gran Padre ahora— intentó consolar Sakura acariciando los cortos cabellos de la niña que se dejó abrazar por ella. —Un día volveremos a verlo, pero hasta entonces hay que ser pacientes y vivir por él. No se debe llorar por los muertos; esta vida es un camino, la verdadera vida nos espera— esa era una promesa en que se creía desde los albores de la civilización.

Era una promesa, y como todas las promesas estaba hecha para ser creída, recordada o bien ignorada dependiendo de las intenciones de la persona que la escuchase; los nativos elegían creer y recordarla todo el tiempo sin importar lo que pasara, mientras que los "extranjeros" la ignoraban o despreciaban como los cuentos infantiles o historias de sus ancestros, o casi todos, se dijo Sakura cargando en brazos a la pequeña niña que se abrazó de ella tanto para recibir consuelo como por sentirse a salvo brazos de la pelirosa, que volvió sutilmente la mirada por sobre su hombro hacia Sasuke, ignorando o acallando los extraños celos que sentía—pues no era correcto ni debía estar en ella sentir algo así—, concentrándose en lo importante y procediendo a retirarse del lugar ahora que el ritual del luto llegaba a su fin, cargando en brazos a la pequeña niña que se dedicaría a consolar como nadie había hecho con ella en su día. Aunque enfocado en consolar a Tenten, nada impidió que Sasuke entendiera que el ritual del luto había terminado y por lo que siguió los pasos del resto de los miembros del clan en dirección hacia el interior del Árbol-Madre pues ya estaban cerca de la hora de la cena y está iba a adelantarse para brindar presencia y apoyo a la familia doliente, en este caso la de Tenten a quien él mantuvo abrazada contra sí, pero nada de eso impidió que el Uchiha alzara su mirada hacia Sakura quien cargaba a una niña pequeña y que la abrazaba afectuosamente en respuesta, mas el azabache hubo de reconocer que le provocó un escalofrío el momento en que Gaara se acercó a la pelirosa para envolver su brazo alrededor de sus hombros, en un cuadro perfectamente plausible de una familia feliz y que le oprimió el centro del pecho por solo imaginarlo…


Entrenar y continuar preparándose, siguiendo el ritmo de Sakura lo mejor posible, fue una rutina que Sasuke continuó siguiendo, sin agotarse, fatigarse o extenuarse, solo seguir aquello que ella quisiera mostrarle le resultaba fascinante y ya eran varias las ocasiones en que se quedaban deambulando fuera del Árbol-Madre horas tras la puesta del sol pese a que con ello los peligros de la naturaleza los rodeasen—cuyo equilibrio y sentido Sasuke estaba aprendiendo a seguir y respetar—más amenazadoramente que en cualquier momento el día; no, nada de eso fue importante, explorando el entorno, familiarizándose más profundamente con los sonidos de la noche y tomando al mismo tiempo un descanso de sus actividades diurnas y que ya no proseguían en ese momento de la noche pues el ritmo de vida del clan ya había cesado y así sería hasta la mañana siguiente. Sabía que dormiría muy pocas horas esa noche y sin embargo nada aplacó sus deseos de estar cerca de Sakura, siguiendo sus pasos por la espesura del bosque, maravillándose con como cada planta iluminaba el bosque con su brillo y color mientras se acercaban al río próximo al Árbol-Madre y cuya superficie relucía como el mejor diamante ante las plantas bioluminiscentes en el fondo, ¿Y cómo era posible que, ante tanta belleza, Sakura siguiera siendo lo más sublime a sus ojos? Desconociendo los pensamientos del Uchiha, Sakura se detuvo ante el rio ante cuya orilla se arrodilló, tomando un poco de agua entre sus manos y limpiándose el sudor de los lados del cuello, como el Uchiha no tardó en hacer, sintiendo tanta paz y quietud, y que ambos querían a la par que merecían poder aprovechar.

—Fue un día muy ajetreado— suspiró Sakura levantándose y volviendo brevemente la mirada hacia el Uchiha.

—Sí, me encanta correr, pero esta vez estoy rendido— admitió Sasuke situándose a su lado e inclinándose para lavarse la cara con el agua del río.

—¿Qué te parece un chapuzón para refrescarnos?— sugirió la Haruno, ya que estaban solos y creían merecer la oportunidad de relajarse.

—Eso sería maravilloso— suspiró el Uchiha aliviado con la sola idea, mas no pudo evitar sorprenderse al volverse hacia Sakura. —¿Qué estás haciendo?— cuestionó mientras la veía desprenderse de sus ropas con naturalidad.

—No pretenderás que moje mi ropa— obvió la pelirosa con una sonrisa y dándole la espalda, dejando caer sus ropas ordenadamente sobre la hierba.

Intentando no dar a entender lo que implicaba que la mujer que era la dueña de sus suspiros se estuviera desnudando a unos pasos de él, y no olvidando sus modales, Sasuke le dio la espalda a Sakura y, pese a sus dudas, procedió a desvestirse también, dejando su ropa a un par de pasos de la de ella, tragando saliva nerviosamente e intentando no concentrar demasiado sus ojos por encima de su hombro en la satinada piel que deseaba contemplar...mas no era apropiado o posible y no podía olvidarlo, y fue un alegría el momento en que escuchó un ligero chapoteo en el agua, de Sakura al ingresar, y él mismo no tardo en seguirla. Aunque se suscitó cierta tensión en el ambiente, ninguno de los propició que fuese así, con el agua hasta la altura de los hombros y relajándose con la agradable temperatura—nada fría pese a la hora—, la misma tensión no tardó en ser aliviada por parte de Sakura quien le salpicó al Uchiha parte del agua próxima a ella, y nadando para alejarse con una sonrisa descarada; Sasuke no podía dejar que ella se fuese luego de aquella provocación, siguiéndola y logrando salpicarle aún más, con ella respondiendo de forma más agresiva e intentando sumergirlo, pero él consiguiendo alejarse justo a tiempo y haciendo que las risas de ambos retumbasen en el claro, ambos nadando en círculos, persiguiéndose. Consiguiendo cansarse lo suficiente como para guardar prudentes distancias en el uno con el otro tras su persecución, apoyando sus espaldas en las rocas junto a la orilla, Sasuke y Sakura se observaron en silencio el uno al otro, sintiéndose mucho más relajados en esa oportunidad, era imposible para Sasuke no hacerlo al contemplar tan hermosa sonrisa, ni para Sakura no sentirse feliz de estar junto a él.

—Muchos vienen aquí con amigos, es un área muy transitada— comentó Sakura rompiendo con la tensión del ambiente, —pero no a esta hora— agregó ante la ligera mirada de preocupación que el Uchiha le dirigió.

—Es fácil entender porque, es un lugar muy hermoso y tranquilo— asintió Sasuke, admirando la belleza del lugar. —Me alegra que seamos amigos— obvió viendo crecer la sonrisa en el rostro de Sakura, —y es bueno saber que hay personas en el clan a quienes les agrado— había hecho amigos más fácilmente de lo que había creído.

—Le agradas a muchos— aclaró la Haruno en caso de que él no lo tuviera presente. —Gaara es una excepción obvia, pero hay muchos que quieren que seas parte del clan, consideran que lo mereces— puntualizó, sabiendo de la mala relación entre ambos. —Gaara solo esta celoso, guarda rencor con demasiada frecuencia y en raras ocasiones se abre a nuevas ideas. Pero es un gran guerrero y estoy segura de que será un gran líder en el futuro— comentó, recordando las tradiciones y lo que se esperaba de ella.

Aquel era un tema tan delicado e incómodo para Sakura, quien fue azorada por las preocupaciones por solo aludirlo, dividiendo su mente entre lo que quería y lo que se esperaba de ella; Gaara era todo lo que cualquier mujer querría, fuerte, veloz, un gran guerrero, un magnífico cazador, alguien que era incapaz de sentir miedo, mas, aunque fuera un hombre perfecto a ojos de todos, ella no podía sentir nada salvo amistad por él y sí que lo había intentado; había crecido viéndolo como a un hermano mayor y seguía pensando igual con respecto de él, ¿Cómo verlo como un hombre con el que algún día habría de casarse, compartir la cama y tener hijos? No podía, no sentía nada por él, sin embargo, esas eran las tradiciones y existían por una razón, no era su deber cuestionar las cosas. Sabía que aquel no era un tema fácil de tratar, ni siquiera debería hacerlo pues formaba parte de la jerarquía del clan y no era su asunto, eso y que las diferencias irreconciliables entre su mundo y el mundo de Sakura era lo que le impedía decirle siquiera lo que sentía por ella, quizás no cambiaría nada…pero Sasuke deseaba saber de corazón que es lo que Sakura sentía por Gaara, ambos estaban comprometidos porque eso era lo apropiado, ¿Pero es lo que ella quería?, ¿Ella estaba de acuerdo? El tiempo transcurrido y las pobres o escasas interacciones entre Gaara y Sakura—muy incomodas, cabe añadir—no le habían dado entender que se llevasen precisamente bien, eran demasiado diferentes y tenían muy poco en común, y no es como si Sasuke quisiera interponerse y buscar una instancia de conquistar a Sakura, nada de eso, pero no consentía que ella pudiera estar destinada a ser infeliz.

—No lo amas, ¿verdad?— más bien afirmó Sasuke, siendo muy honesto con su pregunta.

—No— confesó Sakura con un suspiró, volviendo la mirada hacia él. —Ambos crecimos juntos y es mi amigo, me preocupó por él profundamente...pero no siento nada romántico por él y sí que lo he intentado— admitió, sintiendo que podía contarle todas sus inseguridades y preocupaciones. —Me comprometieron con él después de que murió mi hermana y sin pedir mi opinión. Pero es nuestro deber, es lo que se esperaba de ambos— se contradijo a sí misma, mas era su deber defender sus tradiciones.

—¿Y qué es lo que tú quieres?— preguntó el Uchiha, queriendo conocer su opinión.

—Ser libre, libre de vivir la vida que yo quiera, libre de poder elegir a quien amar o que hacer— confesó la Haruno, sonriendo genuinamente por solo pensarlo. —Pero soy la princesa del Clan y debo hacer lo mejor para los míos. No espero que lo entiendas— él estaba aprendiendo a ver, pero aún no era reconocido como parte del clan.

—Aun soy nuevo en todo esto y hay mucho que sigo sin entender del todo, pero si entiendo lo suficiente para saber que, si pasas el resto de tu vida con alguien solo por deber, no podrás ser feliz— diferenció el azabache, preocupado por ella y lo que le esperaba de seguir ese camino. —Eres un espíritu libre, Sakura y si vives pensando en lo que otros querrán de ti; una parte de ti desaparecerá, vivirás en una prisión— y él no podría ver eso, no solo por los sentimientos que tenía por ella, sino porque nadie debería vivir así. —Gaara suena más como un hermano sobreprotector, y créeme, sé de eso— agregó con una seca sonrisa ladina, pensando en su fallecido hermano.

Al momento de conocerse, la sonrisa de Sakura había sido inexistente, y aunque ella siempre trataba de mantenerse seria y centrada cada vez que estaban dentro de los terrenos del clan o ante sus padres, o cualquiera que pudiera juzgarla, su sonrisa había comenzado a estar cada vez más presente, cuando menos una vez al día y era lo que permitía que Sasuke se sintiera afortunado al final de este...imaginar que un día esa sonrisa pudiera desaparecer por un matrimonio impuesto, por decisión de sus padres y las tradiciones de su clan, le pareció insostenible, realmente deseó poder hacer algo para preservar esa sonrisa...pero no podía, no era su deber ni tenía facultad alguna, únicamente podía tocar el tema en ese momento y esperar que ella confiase en sus palabras. Sorprendida por la franqueza de Sasuke, quien no condenaba su respeto y obediencia por las tradiciones del clan como otros podrían, sino que solo se preocupaba por ella, Sakura no pudo evitar pensar en su vínculo con el Sabaku; Gaara y ella se llevaban bien, pero Sakura siempre lo había visto como un hermano mayor protector para con ella, nunca había existido tan siquiera una chispa de química entre ambos y dudaba que eso fuera cambiar, ¿Mas, la preocupación de Sasuke indicaba que él quizás si sentía algo? Tonta seria si no hubiera contemplado los confusos sentimientos que estaba teniendo por el Uchiha en las últimas semanas, y tan siquiera estar tan cerca de él la ponía nerviosa, pero buen nerviosa, haciéndola redirigir sus pensamientos en otra dirección, cavilando en un vínculo que no había contemplado hasta entonces; Sasuke le había comentado sobre su hermano antes.

—¿Cómo era contigo? Tu hermano— preguntó Sakura, esperando no ofenderlo con su curiosidad.

—Itachi era sobreprotector y casi al extremo, era seis años mayor que yo y para él siempre fui su hermanito, sentía que debía protegerme. Ni aun cuando cumplí dieciocho dejó de perseguirme, poniendo excesiva atención a con quien estaba y lo que hacía— relató Sasuke sonriendo ladinamente ante el recuerdo de ello. —En cierto punto tenía razón; él era más maduro, por lo que siempre trataba de evitar que yo cometiera alguna tontería— Itachi había sido el sensato de los dos y él un impertinente de primera. —Estaba molesto cuando me uní al ejército, pero siempre mantuvimos el contacto. Fue el primero en visitarme cuando estaba en el hospital militar, y vivíamos juntos mientras él entrenaba para el Programa Avatar— explicó extensamente y ante lo que la pelirosa frunció el ceño, extrañada por aquella información.

—¿Hospital militar?, ¿Resultaste herido?— inquirió la Haruno, no teniendo conocimiento de ello, no habían tocado el tema.

—Paralizado más bien— puntualizó el Uchiha, desconcertando y sorprendiendo a la pelirosa todavía más. —Participe en una guerra y salí gravemente herido en mi última batalla; no podía caminar, y he tenido que usar una silla de ruedas desde entonces— solo mencionar aquello hizo que la expresión de sorpresa de Sakura diera paso a una inmediata sensibilidad y que la hizo expresar culpa. —Oye, tranquila— sosegó acercándose a la Haruno, situando una de sus manos sobre su hombro.

—Lo lamento, no debí ser tan dura contigo, no lo hubiera sido si lo hubiera sabido— se disculpó la pelirosa con la voz matizada de emoción, arrepintiéndose de mucho ahora.

—Fue duro, pero no es tu culpa, no podías saberlo— difirió el azabache, no culpándola de nada. —Por eso me encanta cuando corremos, poder moverme de nuevo es un sueño para mí— confesó, pudiendo ser igualmente transparente con ella.

—Lo tendré en cuenta la próxima vez— prometió Sakura por su parte, pues lo tendría presente siempre a partir de ahora.

—Deberíamos volver— comentó Sasuke pese a no querer eso, mas era una obligación, —Kakashi debe estar esperando a que salga del enlace— necesitaba dormir en su verdadero cuerpo, aunque quisiera permanecer en el que se encontraba.

—Golpéalo por mí y dile que yo no me meto en su departamento, por lo que él no debe hacerlo en el mío— aconsejó ella con tono fingidamente autoritario.

Intercambiando una sonrisa y una última mirada, ambos procedieron a salir del agua por lados opuestos del río y dándose la espalda al mismo tiempo, manteniendo el espacio entre ambos y sin voltear a verse mientras procedían a vestirse cuanto antes para regresar al Árbol-Madre; todo era demasiado para que Sakura lo procesara en ese momento, pero sí pudo tomarle el peso en su mente y agradeció esta nueva información, pues saber las dificultades que el Uchiha había enfrentado en el pasado y en su verdadero cuerpo como "extranjero" solo hacía que ella lo admirase más, el hombre que siempre estaba con ella era un "extranjero" en espíritu, pero estaba en el cuerpo de un nativo como ella y que se esforzaba día con día en aprender a ver y ser parte del clan Konoha, superando todo cuanto estos hubieran esperado de él, y Sakura se enorgullecía profundamente por tener la oportunidad de entrenarlo y pasar tanto tiempo con él. Tan pronto como estuvieron vestidos y listos, ambos regresaron sobre sus pasos al Árbol-Madre, siendo recibidos por el silencio y la quietud de todos los otros habitantes profundamente dormidos, y por lo que ambos no tardaron en dirigirse a sus habitaciones, diciéndose buenas noches y retirándose a dormir, mas una idea no dejo de hacer ruido a Sakura que se llevó una mano al centro del pecho mientras se sentaba sobre su cama; se estaba enamorando de Sasuke, enamorarse de un "extranjero" era la peor idea del mundo, pero ya hacía semanas que se daba cuenta de sus sentimientos, no podía dejar de sonreír cuando estaban juntos y se sentía obnubilada por todo lo que descubría de él, era tan valiente, tan generoso, noble y fuerte…Sakura realmente quería decirle cómo se sentía, pero no era posible.

Eligiendo callar, la Haruno se fue a dormir sin más.


Días después

Luego de ya dos meses de preparación y contando, Sakura le había dicho esa mañana a Sasuke que finalmente Kami le había dado permiso de matar un criatura del bosque—lo que sea que eso significara y que sin embargo él estaba comenzado a entender—, y por lo que tras desayunar juntos y calmadamente, en comparación con cualquiera de sus días anteriores, ambos procedieron a internarse en el bosque y siguiendo el rastro dejado por lo que parecía ser un ciervo, o Sasuke fue quien abrió el camino en este caso y Sakura lo siguió en silencio para observarlo y evaluar su desempeño. Sasuke se hallaba oculto tras unos espesos arbustos, tensando el arco y no perdiendo de vista su objetivo por nada del mundo, aprovechando la distracción del ciervo y que se encontraba entretenido comiendo la hierba del claro en que estaba; recordando las palabras de Sakura y manteniendo una respiración uniforme, Sasuke soltó la flecha cuando estuvo seguro de que no fallaría y así fue, la flecha dio de lleno en la tráquea del ciervo que se desplomó sobre la hierba mortalmente herido, y el Uchiha no tardó en salir de su escondite y acercarse a este para terminar cuanto antes con su sufrimiento de acuerdo a los ritos del clan, extrayendo primero la flecha y desenvainando la daga que permanencia en su cinturón. Sakura observó todo lo que sucedía con ojos muy críticos, propios de una verdadera mentora en su situación puesto que, de otro modo, Sasuke no tendría éxito en lo que se esperaba que hiciera, mas ella confiaba en cada uno de sus movimientos ya que se los había enseñado y asistió a tan importante momento para admirar lo que había aprendido, murmurando en su interior una aprobación cada vez que lo veía hacer lo correcto.

Te veo, hermano, y te doy las gracias— pronunció Sasuke en el idioma de los nativos y que tanto se había esforzado por aprender. —Tu espíritu va con Kami, pero tu cuerpo queda aquí para formar parte del pueblo— apreció cortando la yugular del ciervo y terminando así con su sufrimiento.

—Una muerte limpia— celebró Sakura solemnemente y con contenida emoción, haciendo que Sasuke volviera la mirada hacia ella. —Estás listo— pronunció orgullosa y esforzándose por no mostrarse conmovida en demasía.

Ese momento le brindó a Sakura el mayor orgullo que creía poder haber experimentado hasta ese momento, observando al Uchiha con una profunda admiración y teniendo que contenerse para no expresar demasiada de su emoción, pues no era correcto ni podía permitírselo, el camino de Sasuke no había terminado aún y ella no podía mostrarse más dócil solo por culminar esta primera gran prueba; mas, si debía reconocer que Sasuke había tenido éxito al primer intento cuando muchos de los miembros del clan debían intentarlo dos o puede que tres veces hasta lograrlo, realmente se había equivocado con él en un principio y se alegraba que así hubiera sido, él era capaz de ver y más que nunca estaba claro que podía ser parte del clan, si quería pues ahora la puerta estaba disponible para él junto con todo lo que quisiera hacer, y ella lo apoyaría a cada paso. Procesando lentamente aquellas palabras por parte de Sakura y procediendo a cargar el ciervo ahora muerto en su espalda, sintiendo un deje de orgullo personal por finalmente contribuir a la vida del clan con su propio grano de arena, Sasuke comenzó a tomar peso a la situación, lentamente estaba comenzando a despegarse de la tutela de Sakura, algo que por supuesto no quería, pero ello también implicaba poder verla como su igual si seguía aquel camino, poder caminar a su lado en lugar de detrás de ella, hizo crecer en su corazón la remota esperanza de un día poder decirle a Sakura lo que sentía por ella, por muy iluso que fuera, mas por ahora todo lo que deseaba era enorgullecer y enaltecer lo más posible sus enseñanzas, volviendo la mirada por sobre su hombro hacia ella que camino a su lado, sonriendo como solo ellos podían entenderse…


PD: Saludos mis amores, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, esperando como siempre poder cumplir con lo que ustedes esperan de mi, agradeciendo su apoyo y deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado :3 las próximas actualizaciones serán "Kóraka: El Desafío de Eros" luego "Más Que Nada En El Mundo" y por último "El Rey de Konoha" :3 Las próximas actualizaciones serán "Más Que Nada En El Mundo", luego "El Sentir de Un Uchiha" y finalmente "El Clan Uchiha" :3 Esta historia esta dedicada a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 (por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas), a Guest (agradeciendo su apoyo y dedicándole esta historia por lo mismo), a Jeyli05, La Esposa de Castiel, Raven Nevra, Vquesada0906, jorgejonathanrs, Yara Barrios, A.L.R5, gabi2801, Isabel Vazquez y yhevelbonilla (por seguir esta historia y lo que aprecio infinitamente dedicándoles este fic como agradecimiento), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besos, abrazos, bendiciones y hasta la próxima.

Personajes:

-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri

-Kakashi Hatake como Grace Augustine -Gaara Sabaku como Tsu'tey

-Tsunade Senju como Mo'at -Dan Haruno como Eytukan

-Itachi Uchiha como Tom Sully -Izumi Haruno como Sylwanin

-Sai Yamanaka como Taku -Ino Yamanaka como Ninat -Tenten Namiashi como Peyral

Escenas Extendidas, Sentimientos & Pruebas: profundizo en algunas escenas extendidas pertenecientes al guion original de Avatar de 2009, como aquella en que Grace Augustine habla de cómo se cerró su escuela, con la muerte de Sylwanin—hermana mayor de Neytiri—, agregando una escena que no estaba en el material original, pero guiándome en base a todos los comentarios o información "canónica" que se dio al respecto, también profundizo en la relación entre Sasuke y Sakura, quienes tienen en común las pérdidas de sus respectivos hermanos y el ser espíritus libres así como afines en un mundo que los restringe, lo que comienza a acercarlos cada vez más; Sasuke por un lado tiene muy claro lo que siente, pero Sakura por otro lado comienza a entender sus sentimientos y a corresponder a su manera, pese a saber que ello está prohibido y que puede que no los lleve a ningún lado. De hecho y por ello, también incluí una escena de celos de Gaara, ya que en la versión original Tsutey no era precisamente protector o romántico con Neytiri, y que yo decidí desarrollar por lo que involucra un vínculo de pareja. Al final del capítulo por fin tenemos la primera prueba que Sasuke debe afrontar para volverse parte del clan Konoha, que es tomar la vida de un ciervo y con ello contribuir a la rutina de supervivencia dentro del mismo, pero esta es solo la primera prueba que deberá enfrentar, pues todas aquellas que comiencen a presentarse a partir de ahora serán mayores y cada vez más desafiantes, pero Sakura estará a su lado a cada paso.

También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer), "El Siglo Magnifico; Indra & El Imperio Uchiha" (narrando la formación del Imperio a manos de Indra Otsutsuki en una adaptación de la serie "Diriliş Ertuğrul") :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia. También iniciare una nueva saga llamada "El Imperio de Cristal"-por muy infantil que suene-basada en los personajes de la Princesa Cadence y Shining Armor, como adaptación :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3