-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidades, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "Fairytale" de Alexander Rybak para Sasuke, "I See You" de Leona Lewis para Sakura, "Daylight" de David Kushner para Kakashi, "Die With A Smile" de Bruno Mars & Lady Gaga para Sasuke & Sakura, y "Before The Dawn" de Evanescence para el contexto del capitulo.

1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".

2-Dialogo normal para "español".

3-Breves textos en cursiva para pensamientos.

4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks


Hell's Gate, Asentamiento Extranjero

El silencio al interior de la celda era demasiado para que cualquiera de ellos lo rompiera; la inmediata sentencia que se había cernido sobre ellos era la de criminales, eran los únicos dentro de Hell's Gate que abiertamente habían elegido proteger a los nativos, desafiando órdenes, malgastando recursos…y solo Dios sabía que cosas más, realmente no eran criminales, pero sí lo eran para la RDA. Suigetsu se mantuvo con la mirada perdida, semi hundido y sentado en la litera izquierda mientras que Kakashi paralelamente se encontraba sentado en la derecha, incapaz de pronunciar palabra y de luchar más de lo que ya lo habían hecho, resultándole inconcebible que los Konoha hubieran perdido su hogar tan cruelmente, todo por ser considerados una amenaza a los intereses de la RDA; en su silla de ruedas y con la mirada baja, Sasuke continuaba rebobinando segundo a segundo la frialdad que había visto en los ojos de Sakura la última vez en que había podido verla…recordar aquello lo mataba por dentro, sumiéndolo en el desconsuelo y la angustia, pero sabía que merecía sobradamente que ella lo odiara, él ya se odiaba a sí mismo. Las imágenes se repetían frente a sus ojos: el Árbol-Madre caído y en llamas, los Konoha asustados y heridos tambaleándose por el bosque, Sakura gritándole decepcionada, con la voz desgarrada…él no podía perdonarse, lo que había hecho había sido traición, contra ella y contra todo lo que había aprendido en aquel lugar y lo menos que podía hacer en ese momento era aceptar lo perdido y solo que se hallaba, pues no merecía otra cosa. Ajeno, como Kakashi y Suigetsu, al tiempo que llevaba en ese lugar, su único consuelo era que Sakura estaba viva, pero ¿Por cuánto tiempo?

Montando guardia frente a su escritorio, fuera de la celda, Sasori se moría de aburrimiento sin nada que hacer, relegado a esta obligación, pero como una señal de "los cielos", un suave eco de la suela de unas botas resonó del otro lado de la puerta de vidrio y cerradura de metal, permitiéndole ver a una bellísima soldado con un carrito de comida que le dirigió una amigable sonrisa, pidiéndole que la dejase pasar, algo ante lo que accedió de inmediato, abrumado por su belleza así como por la amabilidad que transmitía con una sola mirada. Sasori no recordaba haberla visto antes, aunque últimamente ahí como guardia, tenía poco—por no decir nada—tiempo para sí mismo. Lo más destacable de su apariencia eran sus brillantes ojos esmeralda que por cierto combinaban maravillosamente con su cabello castaño recogido en una coleta que caía sobre su hombro izquierdo; vestía el usual uniforme militar, holgados pantalones verde apagado—ceñidos a su cintura y caderas—y que continuaban en botines de cuero. Una simple blusa blanca de tirantes se ceñía superiormente a su cuerpo, de escote alto y redondo…no era el tipo de mujer a catalogar como voluptuosa ni nada parecido, pero tenía su propio encanto. Serenándose mentalmente, Sakura no dejó que el riesgo que estaba corriendo entorpeciera su actuar al cruzar el umbral de la prisión, esbozando su mejor sonrisa y repitiendo cada uno de los consejos que Karin—su nueva amiga, y que se hallaba en el Sansón, lista para despegar cuanto antes—, relajando los hombros, pareciendo estar en su elemento y apenas y dirigiendo una mirada a la celda en que sabía se hallaban Sasuke, Kakashi y Suigetsu; solo tenía una oportunidad y no podía fallar.

—Hola, hermano, que gusto verte— saludó Sakura con una fingida sonrisa.

—Hola— contestó Sasori, levantándose del escritorio tan pronto como pudo.

—La verdad no creo que estos traidores merezcan comer carne— desdeñó la Haruno falsamente intentando no concentrar su mirada en la celda y quienes ahí estaban.

—¿Traes carne?— repitió el Akatsuna ante lo que ello significaba. —No puedo creerlo, déjame ver eso— inevitablemente se inclinó junto al carrito, abriéndolo lateralmente para buscar en su interior. —¿Qué?— repentinamente sintió el cañón de un arma contra su nuca, un arma que ella sostenía.

—Ya sabes que hacer— mencionó Sakura, quitándose la peluca y exponiendo su brillante cabello rosado. —Al suelo— ordenó mientras veía al soldado palidecer al comprender que era ella y viendo su dedo sobre el gatillo del arma.

Sentado en su litera como Suigetsu, Kakashi apenas y dirigió una mirada hacia la soldado que acababa de ingresar en la prisión, frunciendo muy ligeramente el ceño al observarla, parpadeando con extrañeza y diciéndose que la había visto esos mismos rasgos antes, aunque no sabía exactamente en dónde y también sentía que su voz era familiar, dirigiendo una mirada hacia el Hozuki quien, sin embargo, no parecía sentir lo mismo que él; observando a la nada, concentrando únicamente en sus pensamientos pesimistas, Sasuke también frunció el ceño, extrañado, por un momento había creído oír la voz de Sakura, pero eso era imposible, ella no podía estar cerca, ¿Verdad? Por mera curiosidad, la primera emoción real que sentía en días desde que estaba en esa celda, Sasuke volvió la mirada por sobre su hombro, paralizándose a causa de la sorpresa al igual que Kakashi y Suigetsu cuando vieron a la soldado apuntar con su arma a la cabeza del guardia y quitarse con la mano libre la peluca castaña que reveló su distintivo cabello rosado, inconfundible para el Uchiha y no creía lo que sus ojos estaban viendo, realmente era ella, estaba ahí, pero ¿Cómo? Complacida cuando el guardia pareció obedecer a sus órdenes y arrodillarse lentamente sobre el suelo, Sakura casi entornó los ojos; no le había pedido que se arrodillara, sino que se recostara boca abajo, quería creer que este no era una amenaza, pero no tenía otra forma de confirmarlo que dejarlo inconsciente, por lo que lo golpeó con la empuñadura de la beretta que Karin le había entregado, corroborando su inconsciencia y soltando un suspiro de alivio antes de levantarse, volviendo a guardar el arma en su cinturón, volviendo la mirada hacia el grupo aún encerrado.

—¡Shisui!— llamó la Haruno, un instante antes de que el doctor ingresara en la prisión.

—Eso fue una locura, muy emocionante— celebró el Katon, acercándose al panel y presionando la tarjeta de acceso que la pelirosa quito al inconsciente guardia.

—Y aún no termina— recordó Sakura, inclinándose sobre el inconsciente guardia para esposarle las manos a la espalda. —Vamos, rápido, Karin está esperándonos— apremió, pasando su mirada los miembros del grupo y que abandonaron la celda.

Luego de que Sakura dijera esas palabras, el ascensor al final del pasillo—y que ella había usado para llegar ahí junto a Shisui—se abrió revelar a uno más de los militares de Hell's Gate, y hacía quien Sakura no dudó en abalanzarse lo más rápido posible, no le gustaba matar a otros innecesariamente, los nativos no mataban arbitrariamente, por lo que se reservó a golpearlo hasta dejarlo inconsciente, apenas y dejando pasar un instante para comprobar su inconsciencia antes de esposarlo de igual modo e indicándole con prontitud al grupo que la siguiera. Impresionado tras contemplar aquel despliegue por parte de Sakura, el Uchiha parpadeo para regresar a la realidad; aún había mucho que discutir, aún había mucho que resolver, y aunque todo lo que él quisiera interrogar a Sakura de mil y un formas en ese momento, partiendo por preguntarle si estaba bien, el momento no era ese y se lo dijo tan pronto como el grupo se decidió a abandonar la prisión, la Haruno liderando el avance y aun sosteniendo firmemente la beretta tanto como elemento disuasorio como para adquirir confianza. De serle posible, habría llevado su arco y no un arma "extranjera", aunque mentalmente podía entender porque estos las usaban, daba cierta confianza poder ir por ahí y llevando algo que servía como un arco sin necesidad de moverse tanto para disparar, aunque esperaba no tener que usarla en realidad. Moviéndose tan rápido como le era posible, Sasuke hizo una señal con la cabeza a Suigetsu para que se adelantara, quien pareció congelarse un instante antes de obedecer y apresurarse en correr a la misma velocidad que la pelirosa por el pasillo, deteniéndose en el umbral de la puerta que daba con la pista de despegue.

—Ten— Sakura le entregó otra beretta que colgaba de su cinturón para que el Hozuki pudiera defenderse. —Despejado, vamos— indicó mientras el Hozuki tomaba dos exmáscaras de la caja de almacenamiento junto a la puerta.

—Ten esto— correspondió Suigetsu por acto reflejo, antes de darse cuenta de su error.

—Tú lo necesitas, no yo— sosegó la pelirosa con una sonrisa, no teniendo problemas para respirar fuera como él. —¿Listo? Vamos— reiteró, intercambiando una mirada con él.

Activando la exomáscara y que colocó velozmente sobre su rostro—asegurándose de que esta estuviera bien, Suigetsu asintió y Sakura abrió la primera puerta o antesala para no dar la alarma y luego la segunda puerta, dándose prisa en correr por la pista de aterrizaje, tratando de no llamar demasiado la atención y únicamente encontrando su mirada con la de Karin, que asintió y procedió a encender el Sansón en cuya cabina se haya, necesitando ser veloces y sabiendo que Sasuke y Kakashi los alcanzarían en cosa de segundos. Al momento de regresar a Hell's Gate, Karin había hecho muy bien el papel de leal a la RDA o sus superiores, apagando el Sansón y simplemente quedándose ahí ya que nadie estaba vigilando, por lo que Sakura y Suigetsu tuvieron que descubrir los motores del helicóptero en tanto la Kanako lo encendía, esta última maldiciendo y contando los segundos en tanto los rotores comenzaban a moverse y el helicóptero volvía a funcionar para alivio suyo, así como el Hozuki y la Haruno. En tanto Kakashi tomaba dos de las exomáscaras de la caja de almacenamiento junto a la puerta, Sasuke se acercó a Shisui, que desearía más que este los acompañara en su huida, pero el Katon ya había hecho mucho, había protegido y guiado a Sakura para que los sacara de ahí, pero seguía siendo perfectamente inocente a ojos de la RDA—más que Kakashi, Suigetsu y él, claro—y lo necesitaban en Hell's Gate si el clan que el azabache comenzaba a barruntar en su mente daba frutos y se lo hizo saber al Katon, que asintió de inmediato, deseándoles lo mejor en tanto Sasuke y Kakashi se colocaron las exomáscaras, despidiéndose de estos y retirándose en tanto estos se dirigían al exterior, uniéndose lo más pronto posible a Sakura y Suigetsu.

Todos cumplirían su parte.


—Coronel, señor, tenemos una situación, es el Sansón 16, arranque no autorizado— comunicó una de las soldados que vigilaban las cámaras de seguridad.

Tan pronto como Danzo escuchó aquello, en el área burocrática de la RDA y acumulando gradualmente más y más poder y autoridad para tomar las decisiones pertinentes, el Shimura frunció el ceño con extremo disgusto y tomó una de las armas de repetición que sus subordinados presentes tenía, alertando a todos que se colocasen las exomáscaras y dirigiéndose hacia la puerta que daba con el balcón del área y una vista indiscutible de la pista de despegue, apuntando su arma y procediendo a disparar hacia el helicóptero sin importar la distancia. Con todos los miembros del equipo a bordo del Sansón 16, Karin comenzó a elevarse mientras Kakashi terminaba de subir, siendo halado hacia el interior del helicóptero por Sakura que lo tomó de la mano, todos escuchando las balas impactar contra el helicóptero muy cerca de ellos y por lo que se agacharon en sus lugares, Sasuke gritándole a Karin que se diera prisa, lo que la Kanako se esforzó por hacer; agotando la carga del arma, Danzo la arrojó al suelo descuidadamente, aguantando la respiración en todo momento, tomando la pistola que mantenía en su cinturón y apuntándola al helicóptero que dejaba Hell's Gate y se alejaba a gran velocidad, solo entonces dando por perdido su intento de detenerlos. En tanto todas las alarmas de Hell's Gate sonaban debido al ingreso de los peligrosos niveles de oxígeno, uno de los soldados bajo las órdenes del Coronel Shimura se presentó en el balcón y tendió una exomáscara—como la que cubría su rostro—a su superior, que se la colocó y volvió a respirar, observando con el ceño fruncido como el Sansón 16 desaparecía en el horizonte y regresando su pistola a su cinturón, ajeno al estado de júbilo dentro del helicóptero y que se permitieron gritar de alivio y sonreírse entre sí aunque fuera por un momento.

—¿Todos están bien ahí atrás?— consultó Karin, interrumpiendo las celebraciones.

—Si, como nunca— contestó Sasuke, recobrando el aliento. —¿Estás bien, Suigetsu?— inquirió, volviéndose hacia el científico sentado cerca suyo.

—Si— asintió el Hozuki, igualmente aliviado y emocionado por lo ocurrido.

—¿Kakashi?— preguntó Sakura, volviendo la mirada hacia el científico.

—Diablos…— masculló el Hatake, no pudiendo creer su mala suerte.

Debía de haber sido por una descarga de adrenalina o bien por lo mucho que se había concentrado en simplemente abordar el helicóptero, pero no fue hasta encontrarse en su asiento y con el cinturón abrochado que Kakashi finalmente comenzó a sentir dolor en el costado del abdomen, bajando la mirada hacía su abdomen y que palpó, alzándose ligeramente la camiseta bajo la camisa que tenía abierta, ahogando un gruñido y alzando tembloroso la mano manchada de sangre, había recibido uno de los impactos de los disparos y eso era motivo suficiente para ahogar la celebración. Sentándose junto a Kakashi mientras Sasuke y Suigetsu celebraban al igual que Karin, Sakura le dirigió una mirada preocupada al Hatake, que únicamente maldijo en voz baja mientras enfocaba su mirada en su abdomen y la pelirosa no entendió la razón hasta que vio su mano manchada de sangre, helándosele la sangre, recordando de golpe a su hermana Izumi y también a su padre Dan, ¿Cómo podía estar sucediendo frente a sus ojos otra vez? Su primer impulso fue temblar a la par que volver la mirada hacia Sasuke, no sabiendo qué hacer, paralizada de terror. Mientras que Shisui se movía por la parte de atrás del helicóptero, tratando de acercarse lo más posible a la cabina y hablar con Karin, una imagen entre enternecedora y divertida al mismo tiempo, Sasuke entornó los ojos y volvió finalmente la mirada por sobre su hombro hacia Kakashi y Sakura a su espalda, mas se congeló de golpe al ver la mancha de sangre en la camisa de Kakashi, lo que coincidió con que Sakura alzó la mirada en su dirección, una mirada que no tenía otra interpretación para el Uchiha y se arrastró lo mejor posible hacia el Hatake y la Haruno.

—Esto me va a arruinar el día— comentó Kakashi burlonamente al encontrar su mirada con la del Uchiha.

—¡Kakashi está herido!— anunció Sasuke, dejando helados a Suigetsu y Karin. —Trae el botiquín— apremió al Hozuki, que asintió, comenzando a buscar.

—Está en la parte de atrás— informó Karin, maldiciendo no poder ayudar desde su lugar.

—Haz presión aquí— instruyó Sakura con voz temblorosa, guiando las manos del Hatake.

—Resiste, Kakashi— secundó el Uchiha con igual preocupación y viéndolo atentamente.

—No importa, estaré bien— sosegó el Hatake, diciéndose que no podía ser tan grave.

Quizás no sirviera de mucho, pero de todas formas Sakura unió sus manos a las de Kakashi, presionando la herida sobre su vientre como su propia madre le había enseñado debía hacer para parar una hemorragia, desearía saber más en ese momento, pero solo era la Tsakerem del clan, cuando fuera Tsahik recibiría toda la educación necesaria para ayudar a quienes estuvieran heridos y más que nunca la pelirosa maldijo su propia inutilidad, pero—como si leyera sus pensamientos—Kakashi alzó la mirada para encontrarla con la suya, como diciéndole que todo estaría bien y ello casi la hizo romper en llanto, asustada por lo que podía pasar y que ya les había ocurrido a su hermana y a su padre, ver tanta sangre jamás era algo venturoso, mas la Haruno se esforzó por ser positiva y no perder la esperanza. Sasuke se dijo mentalmente que aquello era su culpa, Kakashi y Suigetsu ni siquiera deberían estar involucrados en la mitad de los problemas de los que formaban parte, si, lo habían hecho por su voluntad, pero también por protegerlo a él, él también los había persuadido para que pelearan por lo que consideraban correcto y fueran abiertamente hostiles o disidentes para con la RDA, si los hubiera convencido de lo contrario Kakashi no estaría herido…mas, el Uchiha no pudo concentrarse en ello, solo en el semblante del Hatake, que intentó presionar su herida para parar el sangrado, a la par que desviando su preocupada mirada hacia Sakura, sabiendo cuán doloroso debía ser ese momento para ella, y aunque todo lo que deseó fue alargar una de sus manos para entrelazarla con la suya, simplemente no pudo hacerlo, no tenía el valor y se dijo que al menos la mirada que intercambió con ella debería bastar…


Sector 26, Montañas Danxia

Como piloto, Karin intentó ser lo más veloz posible al sobrevolar el espacio aéreo hasta las montañas Danxia, en el sector 26, agradeciendo el saber exactamente a donde ir pese a que los instrumentos de su helicóptero fallaran debido al campo magnético que generaba el unobtanium bajo el suelo; al llegar al sitio, los pasajeros a bordo se apresuraron en entrar en el Enlace Móvil, en especial Suigetsu quien ingresó a la Cámara de Enlace, indicándole exactamente a Sasuke que botón debía oprimir, y vinculándose a su Avatar para ayudar a Karin con las operaciones, enganchando el arnés de carga a bordo del helicóptero al exterior del Enlace Móvil para que esta pudiera cargar con todo y volver a emprender el vuelo. Sakura, por otro lado, hizo lo mejor posible para ayudar a Kakashi a caminar, cruzando el pasillo hacia la otra Cámara de Enlace Disponible, aquella junto a la que siempre usaba el Uchiha, indicándole que se recostase y procediendo a vendar su herida lo mejor posible con los elementos que tenía el botiquín, agradeciendo que durante todo el trayecto hasta las montañas Danxia su presión y la de las manos del Hatake contra la herida hubiera servido lo suficiente para parar el sangrado, mas no sabía si ello era algo bueno; Kakashi estaba muy pálido mientras ella terminaba de vendar la herida, viendo la tela empaparse de sangre en los primeros instantes, presionando su mano contra la herida y viendo que el sangrado disminuía otra vez. Kakashi no era ningún médico profesional, lo suyo era la ciencia y la investigación, pero no necesitaba ser un genio para saber que su condición no era buena, se sentía muy mareado y débil, sentía que si se dormía probablemente no volvería a despertar y ello lo asustaba.

—¿Vas a llorar?— consultó Sakura como si leyera la preocupación en su mente.

—¿Me viste hacerlo alguna vez?— cuestionó Kakashi, fingiéndose fuerte.

—Una vez, pero fue hace mucho tiempo— rememoró la pelirosa, aludiendo sin necesidad de palabras a la muerte de su hermana Izumi.

—Eras una niña entonces— difirió el Hatake, intentando distraerse en vano.

—Y cuidaste de mí— recalcó la Haruno viéndolo a los ojos, —no te lo agradecí entonces, lo hago ahora— señaló, entrelazando una de sus manos contra la suya.

No era ninguna mentira ni palabras bonitas; Kakashi podría haber huido aquel día, podría haberla dejado a su suerte y simplemente preservado su vida, pero en su lugar se había enfrentado a los "extranjeros" y había buscado protegerla tanto a ella como a Izumi, no lo había conseguido, mas Sakura estaba segura que habría sacrificado su vida de ser preciso, un recuerdo que ella había llevado a fuego en su memoria, por lo que lo menos que podía hacer era proteger al Hatake con su vida y velar por su bienestar, siendo ahora la única figura paterna con que contaba desde la muerte de su padre, y no pudiendo imaginar que él no estuviera cerca, esforzándose por ser fuerte y no quebrarse o romper en llanto, algo a lo que sentía muy propensa. Como una inequívoca muestra de afecto, Sakura le indicó a Kakashi que esperase donde estaba—como si pudiera moverse, lo que hizo sonreír al Hatake—, corriendo hacia el pasillo y las literas, tomando una manta y cubriendo con esta al científico, que cerró los ojos un momento, inequívocamente aletargado a la par que conmovido por su gesto, en tanto la pelirosa se arrodillaba a su lado junto a la Cámara de Enlace, sin soltar su mano; observando todo desde su lugar, Sasuke esbozó una ligera sonrisa ladina, sabiendo que Kakashi estaba en las mejores manos posibles, mas orando en silencio—aunque no sabía a quién—porque el Hatake estuviera bien. Sasuke se aproximó a uno de los ventanales, observando el paisaje carente de la luz diurna para revelar detalles, pero la bioluminiscencia daba detalles igualmente buenos, permitiéndole reconocer el terreno y retrocedió para examinar la vista que una de las pantallas daba de Suigetsu al interior de la Cámara de Enlace, no pudiendo verlo de otra forma.

—Suigetsu, ¿Todo bien ahí?— consultó el Uchiha a través de su comunicador.

—Sí, sigo aquí— contestó el Hozuki con voz clara y fuerte para su alivio.

—Al menos aquí no pueden rastrearnos, no en el centro del vórtice— comentó Karin desde su lugar en el helicóptero y en la misma frecuencia.

—¿Es más fuerte en el Árbol de las Almas?— más bien supuso Sasuke por lógica.

—Si— confirmó el Kanako, perfectamente concentrada en volar y en hablar a la vez.

—Okey, porque es a dónde vamos— aclaró el azabache, queriendo que estuviera al tanto.

Era el único lugar remotamente seguro, no es que Danzo y sus matones no pudieran saber que estaban ahí, en concreto podrían saberlo, pero les resultaría muy difícil encontrarlos debido a la falla que los instrumentos de sus maquinarias sufrirían tan siquiera por acercarse al Árbol de las Almas, ellos no estaban acostumbrados a volar de otro modo que dependiendo de sus máquinas, mientras que Karin estaba acostumbrada a volar solo usando su vista y ningún otro elemento, algo que por ahora bastaría para hacerlos insondables. En medio del ajetreado vuelo, con Karin moviéndose lo más establemente que le fue posible pese al gran peso con el que cargaban, Sasuke sintió uno de los contenedores junto a la Cámara de Enlace caer, por lo que no tardó en regresarlo a su lugar, momento en el que Sakura volvió la mirada hacía él y su duda era evidente, ella estaba acostumbrada a tratar médicamente a otros en base a los recursos naturales que empleaba su clan, pero no con la medicina "extranjera", no la conocía lo suficiente y claramente no sabía qué más hacer para ayudar a Kakashi en su condición. El Uchiha la tranquilizó al encontrar su mirada la suya, indicándole que le tendiese el botiquín, lo que esta lo dudo en hacer, irguiéndose del suelo y dejando que el Uchiha preparase una inyección; Kakashi estaría mejor durmiendo por las próximas horas, las últimas horas eran una serie de constantes esfuerzos para él y lo que más necesitaba hacer era recuperarse, por lo que el Uchiha tendió el botiquín ahora cerrado a Sakura, que lo dejó junto a la Cámara de Enlace, y procedió a bajar uno de los hombros de la camisa del Hatake, inyectándolo con presteza, habiendo aprendiendo al menos eso de Itachi.

—Auch— se quejó Kakashi inevitablemente, abriendo los ojos con pereza.

—Pobre bebé— contestó Sasuke con fingida condescendencia.

—Nos movemos— notó el Hatake, aunque no tan aletargado para darse cuenta.

—Te pondrás bien, Kakashi— aseguró el Uchiha, levantando la manta y examinando el trabajo de Sakura, sabiendo que ella había hecho todo lo posible.

—Soy científico, no lo olvides, no creo en los cuentos de hadas— difirió el científico, siendo realista y no pudiendo aferrarse a ninguna esperanza.

—El pueblo puede ayudarte, lo sé— sosegó Sasuke, intentando convencerse de ello.

—¿Por qué nos ayudarían?— cuestionó Kakashi, no viendo sentir

—Porque si bien son traidores para los "extranjeros", son parte del clan y no les daremos la espalda— intervino Sakura, hasta entonces en silencio. —El pueblo te ayudará, Kakashi, tienes mi palabra, por eso estoy aquí— aseguró viendo a los ojos al Hatake.

Nadie había tocado el tema hasta entonces, habían muchas preguntas que Sasuke deseaba hacerle a Sakura desde que la había visto aparecer para rescatarlo, todo parecía demasiado inverosímil, como un sueño hecho realidad y que él no iba a desbaratar en ese momento, ya que se sentía enormemente aliviado por solo contar con la presencia de ella, no iba a pedir nada más; las palabras de Sakura, sin embargo, fueron una esperanza a la cual asirse, no se escuchaba en absoluto como la mujer furiosa y herida que Sasuke recordaba de días atrás, y aunque deseó voltear a verla y saber más, tan solo pudo volver la mirada por sobre su hombro hacia ella antes de regresarla a Kakashi. No era nadie para pedirle explicaciones, ella ya había dicho con anteriores que estaba muerto para ella, y sin embargo ella lo había salvado, toda una contradicción y que el Uchiha no iba a cuestionar en ese momento, no, Sakura debía ser quien quisiera hablar, él ya había trastocado mucho su vida, por lo que en su lugar se concentró en el Hatake; si el silencio o aparente falta de reacción del Uchiha fue una sorpresa para la Haruno, ella no lo demostró, cruzando las manos a la altura de su vientre. Sakura deseaba que, por primera vez en su vida—tras haber sido su mentora durante tres meses—, Sasuke la interrogará, que le hiciera preguntas, pero ya llegaría el momento, lo único en que ella se concentró fue en el Hatake y que lentamente pareció verse afectado por la inyección y cerró lentamente los ojos, no con mera fatiga como antes, ante lo que la Haruno rodeó la silla de ruedas del Uchiha y se acercó para acomodar la manta que cubría al peligris, acariciándole el rostro antes de erguirse y permanecer en vigilia de este, mientras Sasuke se retiraba por el pasillo.

Todos necesitaban hablar.


Las horas comenzaron a pasar paulatinamente, permitiendo el avance de la noche; el camino desde el Sector 26 del cual Karin los había recogido hasta las cercanías del Árbol de las Almas o Árbol-Sagrado era relativamente largo, y ahora lo era el doble debido al peso con que cargaba el helicóptero, por lo que el viaje prometía ser largo y más ahora que Kakashi se hallaba profundamente dormido debido a los sedantes que le habían administrado a fin de que no se sintiera aún peor debido a su pérdida de sangre, necesitando atención médica, una que Sakura no podía darle, pero estaba que su madre y los sanadores del clan si pudieran. Sasuke y Sakura no habían tenido ocasión de hablar hasta ese momento; el Uchiha cuidando de Kakashi y de que se durmiera, asegurándose de que no empeorase recostado al interior de la Cámara de Enlace contigua a la usaba él, y Sakura monitoreando el cuerpo inconsciente de Suigetsu al interior de la tercera Cámara de Enlace, en tanto viajaba sobre el Enlace Móvil, guiando las operaciones de Karin en su Avatar; mas, ahora el viaje prometía ser largo y estable, y Kakashi ya estaba dormido, por lo que el Uchiha y la Haruno no tuvieron excusa, dirigiéndose casi al mismo tiempo a la cocina y observando en uno al otro por varios segundos. Por primera vez en "calma" tras el escape de Hell's Gate y todo lo que ello había involucrado, Sakura observó a Sasuke, al verdadero Sasuke; al hombre cuya valentía la había enamorado desde el principio, quien se había convertido en parte del Clan Konoha...y que había desafiado a su propia gente por ella y los suyos; no era lo que había esperado, pero tampoco era menos, sino que mucho más y ella estaba aún más enamorada de él de ser posible.

—¿Está dormido?— preguntó Sakura para romper el silencio, así como para estar segura.

—Sí, el tranquilizante hizo efecto— asintió Sasuke, igualmente nervioso bajo su mirada y viéndola asentir únicamente. —Me salvaste— reconoció en voz alta, aun abrumado.

—Reconocí mi error, un error que desearía no haber cometido— señaló la pelirosa viéndolo a los ojos, habiendo postergado mucho esa conversación.

—¿Conocerme?— inquirió el azabache, diciéndose que solo merecía su odio.

—Abandonarte— corrigió la Haruno, sorprendiéndolo. —Quiero disculparme contigo, por darte la espalda y decir que nunca serías parte del clan. Me equivoque, tienes más derecho a ser uno de nosotros que nadie que haya conocido— ella no había tenido derecho de hablarle de la forma en que lo había hecho, no era Kami para juzgar.

—Hiciste lo correcto, Sakura, ni siquiera pienses en disculparte— difirió el Uchiha tras superar su sorpresa inicial. —Todo lo que dijiste era cierto, más cierto de lo que quizás quieras admitir, y no hay nada que pueda hacer para volver menos ciertas esas acusaciones, no puedo cambiar nada de lo que hice— eso quizás le pesaría para siempre. —Les dije dónde atacar el Árbol-Madre para derribarlo, durante más de dos meses les di información sobre el pueblo, pero a medida que pasaba el tiempo me di cuenta del error que estaba cometiendo— admitió, ya no queriendo guardarle más secretos.

—Lo sé, Karin me lo explico— sosegó ella, habiendo hablando con la piloto durante su viaje desde las montañas Danxia a Hell's Gate.

—Pero, aun así, solo deje de decirles los secretos del clan unas dos semanas antes de que me aceptaran como uno de ustedes— especificó él, no sintiendo que eso lo librase de culpa. —Te traicione, Sakura, y nada puede cambiar eso. Tú y los demás perdieron su hogar por mi culpa, casi la mitad de su gente...tu padre— nada podría arreglar eso.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?— cuestionó Sakura, deseando entenderlo.

—Porque era mi problema, porque fui yo quien acepto espiar al clan y lo último que quería era que fuera una carga para ti. Podía olvidarme de todo estando contigo, era nuestro mundo aparte y no quería que eso se arruinara— admitió Sasuke, pues si había querido decírselo…mas, algo siempre lo había detenido. —No quiero tu perdón, Sakura— pronunció por fin, no creyendo merecer aquello en absoluto.

—Entonces, ¿Qué quieres?— interrogó directamente ella y sin recibir una respuesta. —Una vez me dijiste quién eras; un soldado que había vivido por la creencia de luchar por algo que fuera valioso e importante, y al verte ahora…veo el espíritu de un guerrero— sus palabras sorprendieron al azabache, que bajo la mirada con anticipada decepción hacia sí mismo. —Te volviste como uno de nosotros, Sasuke, amaste el bosque, la vida y al clan— recordó, habiéndoselo enseñado y visto como ello nacía de él. —Tal vez eso es ser un traidor a ojos de los extranjeros, pero no a ojos de los nativos. Siempre serás uno de nosotros, no importa si es en este cuerpo o en otro— y eso era un hecho.

No por primera vez, Sasuke sintió que no se merecía a Sakura, ella era demasiado bondadosa, incluso en ese momento y pese al enorme daño que los "extranjeros" le habían causado, aún parecía ser capaz de ver lo mejor en los demás y ello estuvo a punto de hacerlo esbozar una sonrisa ladina, porque la admiraba y amaba aún más, pero también porque se sentía pleno de que ella estuviera a salvo, eso le permitía volver a respirar tranquilo, mas no acababa de sentir que en algún momento ella se decepcionaría y desenamoraría al ver cómo era realmente. Al verlo por primera vez en Hell's Gate, Sakura no iba a negar que se había sorprendido, pero no porque sintiera decepción; Sasuke y ella ya habían hablado de la lesión que él había sufrido por pelear en el ejército hacía alrededor de un año o dos cuando mucho, sabía que ello le imposibilitaba caminar, por ello es que Sasuke se exigía tanto físicamente cada vez que su Avatar, como si quisiera recuperar todo el tiempo y las experiencias que aquella maldita lesión le había quitado…también le había sorprendido la diferencia de edad entre ambos, Sasuke debía tener físicamente unos once o doce años más que ella, pero eso apenas había durado un instante. Lo que verdaderamente la sorprendía era su parecido con su Avatar, se había enamorado de él de esa forma, así lo había conocido, pero nunca había podido ver su verdadero cuerpo, el verdadero Sasuke y en ese momento la hizo sonreír que pese a su empecinamiento por hundirse y creer que ella lo veía con lástima, seguía siendo el mismo guerrero y ella se sentía mortificada a la par que culpable por haberlo ofendido tanto con sus palabras, cuando ahora no sentía nada de resentimiento, porque lo amaba.

—Se lo que piensas, crees que al verte siento compasión, quizás decepción o lastima, pero no lo hago— retomó Sakura como si le leyera el pensamiento. —Veo en esos ojos al mismo hombre que he visto estos tres meses; que fue mi alumno, que es un skxawng, al hombre que amo y que traicionó a los suyos en nombre de la bondad y la justicia, por un pueblo que no merecía ser agredido, pero del que ahora forma parte, y nadie esperaba que lo hicieras— justificó Sakura inclinándose ligeramente para acariciarle el contorno del rostro. —Solo un líder, una persona de corazón justo, haría todo lo que tú has hecho— sus sentimientos por él en nada habían cambiado al tenerlo realmente en frente ahora.

—De alguna manera este lugar, esta vida y tú se convirtieron en todo lo que me importa— admitió Sasuke, superando lo mejor posible su sorpresa por sus palabras. —Soy un guerrero, es lo único que siempre he sabido hacer, y ahora mismo tú, este lugar y todo el clan son todo lo que me importa, y voy a pelear por ellos hasta el final. No sé qué pensaban hacer con nosotros y honestamente no me importaba, no sabiendo que había perdido todo para siempre— si ella no hubiera aparecido, lo habría dado todo por perdido. —Pero esta vez no pienso quedarme sin hacer nada, esta vida, este pueblo, esta gente, este lugar…es todo por lo que vale la pena luchar. Intentaré remediar lo que hice, eso es todo lo que puedo hacer— mas no sabía si eso serviría de mucho.

—¿Crees que podamos hacer algo?, ¿Tenemos alguna posibilidad?— consultó ella, solo sabiendo de guerra por su experiencia personal, no habiéndola presenciado nunca.

—Sakura, quiero que pienses en todo lo que me enseñaste, en todas esas historias— pidió él únicamente, acunando el rostro de ella con una de sus manos, —en las tradiciones, en las leyendas, en las costumbres, quiero que pienses en el clan, en el bosque, los animales, en cada ser vivo, en Kami…en todo lo que está en juego— enumeró, queriendo que al menos ella se aferrara a la esperanza. —Sean cuales sean las probabilidades, no tenemos más opción que luchar— no había otra opción y ella debía comprenderlo.

—Saben del Árbol de las Almas— comprendió la pelirosa, apenas y pudiendo creerlo.

—Saben todo, porque yo les dije— confirmó el azabache, ante lo que ella suspiró y se alejó para darla la espalda. —Bueno, no les hablé de nosotros, pero creo que ya lo adivinaron— mencionó, recordando las palabras de Homura, y haciendo que la pelirosa volteara a verlo con culpa. —No, Sakura, no te arrepientas, no hiciste nada malo— advirtió sabiendo que ella seguía mortificada por haberse puesto en su contra. —Todo el tiempo que pasamos juntos era por ellos, literalmente solo tenían que oprimir un botón para imposibilitarme estar cerca de ti. Ladrón y traidor, creo que eso definitivamente me hace una horrible persona— bufó al decir eso último, pero le daba igual.

—No eres una mala persona, Sasuke— difirió ella de inmediato, pensando lo mejor de él.

—Lo soy— protestó él, teniendo una idea muy diferente con respecto a su persona.

—No lo eres; eres parte del clan— volvió a discutir Sakura, siendo esto lo importante.

—¡Eso no importa!— acalló Sasuke, alzando la voz. —Sé lo que significa ser parte del clan, y en cierto modo lo entiendo, me tomó tiempo y aunque me cueste creerlo he cambiado desde entonces, mi forma de ver y entender el mundo ha cambiado— aclaró ante la mirada preocupada que ella le dirigió. —Pero eso no cambia nada de lo que hice, eso no me hace menos escoria— puntualizó, aun sintiéndose culpable.

Nada podría cambiar nunca lo que había hecho y dudaba que ayudar a los Konoha a defenderse de los "extranjeros" fuera una forma de redención, porque él ni siquiera creía merecer semejante oportunidad para empezar y no le importaba, si debía afrontar un castigo o penitencia al final de todo, lo haría con gusto, pero por ahora lo único en lo que quería pensar era en una solución o estrategia para que los Konoha aceptaran su ayuda o asesoría cuando menos, porque de otro modo no podría enfrentarse a los "extranjeros", él ya lo había visto durante el ataque de estos al Árbol-Madre y no soportaría que sucediese una segunda vez, siendo un mero espectador. Además, necesitaba conseguir ayuda para Kakashi, debía haber algo que pudieran hacer para salvarlo y para proteger a Suigetsu, si luego los Konoha querían matarlo; sea, pero él primero necesitaba ayudarlos, mas honestamente no tenía ni idea de que hacer, su mente estaba en blanco en ese momento, apartando la mirada. Alejada de Sasuke por haber marcado las distancias, sintiéndose mortificada por no alcanzar a entender las decisiones que había tomado a la par que conmovida con su culpa, siendo más grande su perdón y amor por él que el dolor e ira que pudiera sentir hacia los "extranjeros", Sakura apartó la mirada de igual modo, intentando pensar en algo que pudieran hacer para evitar la guerra o librar esta, mas tampoco conseguía pensar en nada; sin embargo, paralelamente su mirada se desviaba hacia Sasuke, quien reflejaba una asombrosa contradicción entre lo que era, un "extranjero" con lo que parecía querer ser, un nativo como ella y eso la regreso a la prueba que había atravesado hacía un par de días; el sueño cazador, ¿Qué había visto? Quizás eso les diera una respuesta a la problemática que vivían.

—Sasuke— nombró la Haruno, haciendo que el azabache alzara la mirada hacia ella. —No te lo había preguntado hasta ahora, pero, ¿Cuál fue tu visión?— preguntó, ante lo que él frunció el ceño con extrañeza. —Durante la iniciación, ¿Qué viste?— específico esta vez.

—Un poco de todo lo que ocurrió, pero principalmente a Biju— contestó el Uchiha, no teniendo reparos en ser completamente transparente con ella.

—¿Biju?— repitió ella con sorpresa, viéndolo asentir. —Sasuke, ¿Sabes cuantos han soñado con Biju al momento de su iniciación, en la historia de nuestra gente?— inquirió únicamente, no pudiendo creer que hubiera visto eso en su visión.

—No lo sé, ¿muchos?— supuso él encogiéndose de hombros, sin comprender el punto.

—Ninguno, ni siquiera desde las primeras canciones o leyendas— contrarió la pelirosa, haciendo que se tensara de golpe al oírla.

—¿Qué? Pero dijiste que tu tatarabuelo fue Biju Makto— recordó el azabache, diciéndose que debía de haber algún error.

—Sí, pero ni mi tatarabuelo ni sus predecesores tuvieron tu visión. En su visión Kami le mostró a mi tatarabuelo su futuro como Olo'eyktan, como a todos los Olo'eyktan previos, incluido mi padre— aclaró Sakura, no sabiendo de nadie que hubiera tenido esa visión antes que él. —Sasuke, aun no entiendo del todo porque hiciste lo que hiciste ni cómo pudiste vivir entre nosotros escondiéndonos tanto sin que pudiéramos advertirlo, y quizás nunca lo entienda, pero ver a Biju no es algo que se pueda falsear, y solo quien mereciera ser parte del pueblo puede soñar con algo así. Solo Kami tiene potestad para juzgarte, nadie más— especificó sabiamente mientras él aprecia abrumado por su revelación.

—Entiendo— asintió Sasuke, anonadado ante lo que acababa de oír. —Pero aun así no quiero tu perdón— no podía perdérselo, ella ni siquiera debería querer volver a verlo.

—Bien, pero yo no quiero tu arrepentimiento— correspondió ella, poniéndose a su nivel. —Dices que no puede cambiarse lo que se hace; y no me importa lo que hayas hecho, te sigo amando— puntualizó esbozando una sonrisa y sosteniéndole la mirada.

—No deberías...— él hizo amague de discutir, intentando hacerla entrar en razón.

Todo lo que Sasuke había esperado desde que se habían reencontrado eran gritos, alegatos, insultos, maldiciones, lo que fuera, quizás una disculpa, pero no porque la mereciera—en absoluto—sino porque sabía que Sakura tendía a sentirse culpable aun por cosas de las que ni siquiera tenía por qué lamentarse, pero Sasuke se encontró con algo muy diferente y que le impidió seguir hablando, si es que Sakura no había ahogado sus palabras adrede de esa forma para dar por cerrado el asunto. Sakura no supo porqué lo hizo, quizás porque quería dejarle en claro a Sasuke que lo amaba incluso de esa forma, tal vez por todo el tiempo que había estado separada de él o simplemente porque quería, pero eliminó la distancia que los separaba, inclinando su rostro sobre el suyo y acunando este entre sus manos y acallándolo al presionar sus labios en un beso que claramente lo tomó por sorpresa, pero no a ella que cerró los ojo, no sintiendo nada diferente de cuando lo había besado en su cuerpo de Avatar, porque era él, porque lo amaba por quien era y no por lo que él creía ser; era suyo tanto como ella era suya. Sorprendido a más no poder por el beso de Sakura y que le quitó las palabras de la boca, Sasuke no pudo pensar en separarse de ella que se aferró a sus hombros, dependiendo por completo de él que en una fracción de segundo hubo correspondido al beso, rodeando la cintura de ella con sus brazos y aproximándolos aún más el uno al otro en tanto ella se sentaba sobre su regazo, ese beso se había vuelto el bálsamo definitivo para ambos que sentían como sanaban cada una de sus heridas, dejándolas en un punto muerto e inexistente que eligieron olvidar, perdidos el uno en el otro hasta que el beso los obligó a separarse.

—Nada de eso importa ahora, lo que me importa eres tú y que estés bien— impuso Sakura sosteniendo la mirada al Uchiha cuando el beso se rompió. —Tenía miedo, Sasuke, por mi clan…pero ya no más— aseguró, concentrada únicamente en él por ahora.

—No te merezco— protestó Sasuke, diciéndose que no merecía nada de eso ni a ella.

—Cállate, Sasuke— protestó la pelirosa, fundiéndose en un abrazo.

Por supuesto que el asunto no se cerraba ahí, Sakura no era alguien sosa ni pacífica para conformarse con la escasa explicación que él le había dado; quería más, quería comprender exactamente que habían hecho los nativos o Konoha para que los "extranjeros" se pusieran en su contra desde el principio, pero ya habría tiempo de comprenderlo, todo lo que ella quería saber en ese momento es que al menos algo—por efímero que fuera—se había solucionado, que algo era seguro y que todo estaba bien, al menos si de Sasuke se refería, esbozando su primera sonrisa real y envolviendo sus brazos alrededor del torso del Uchiha, cerrando los ojos y diciéndose que al menos su constante seguía ahí, Sasuke estaba a su lado y a su manera encontrarían cómo solucionar aquel problema, como fuera, pero ya habría tiempo, por ahora solo importaban ellos. La voz de la cordura y el pesimismo en su cabeza, muy constante debía añadir, le dijo que debía discutir más, que no merecía nada de lo que Sakura le estaba ofreciendo…pero el Uchiha no tuvo fuerza para pelear con ella y estaba tan desesperado por corresponder a su afecto que simplemente envolvió sus brazos alrededor de ella en un cálido abrazo, preferiría estar en su Avatar, pero ella estaba ahí a su lado y eso fue lo único importante, esbozando de igual modo una sonrisa ladina e inclinándose para besarla en la frente, aliviado temporalmente de la maraña de pensamientos de odio hacia sí mismo, arrullándola en sus brazos y no pudiendo hacer más que esperar, diciéndose que ya se enfrentarían a lo que sea que sucediera cuando el sol emergiera en el horizonte, cuando él pudiera regresar a su Avatar y pelear lado a lado. La guerra podía esperar un poco…


Mentalmente, Sasuke reflexionó en el único lugar que sabía podía encontrarse el clan Konoha ahora que el único hogar que estos habían conocido se hallaba completamente destruido y que su vida tal y como la conocían estaba más amenazada que nunca por los extranjeros; Vitraya Ramunong o el Árbol de las Almas, el elemento representativo más importante de su cultura, su vínculo visible con Kami—por decirlo de alguna forma, ya que estos jamás pensarían así—, mas así como este lugar era fuente de seguridad y de esperanza para los nativos, también lo sería de peligro, pues Sasuke había dado información sobre esto a Danzo y era solo cuestión de tiempo a que este se decidiera a atacar ese punto, si es que no lo tenía pensado ya. El pueblo dice que Kami proveerá, pero sin un hogar ni esperanza solo podían ir a un lugar, tras largas horas de vuelo, en que sobrevolaron el Árbol de las Almas—Sakura y él lo vieron por los ventanales de la cocina, así como al gran número de miembros del clan comenzar a llegar—, Karin finalmente hizo que el helicóptero aterrizara a una distancia prudente a la par que accesible dentro de todo, soltando primero el Enlace Móvil tan pronto como este estuvo perfectamente posado sobre el suelo, con Suigetsu desanudando el arnés para permitir que lo soltase y guiándola en sus operaciones. Ya era de día, el sol había emergido desde el horizonte hace alrededor de una hora, aún era temprano, pero también seguía habiendo mucho por hacer, Sasuke y Sakura se lo dijeron mentalmente, ella volviendo a sentarse ante la mesa de la cocina y Sasuke estando exactamente a su lado, ambos tomados de la mano e intentando pensar, preocupados por Kakashi y por lo que vendría.

—¿Crees que podamos derrotarlos, a los extranjeros?— preguntó la Haruno, verbalizando su temor e inseguridades.

—No lo sé— admitió el Uchiha, encontrando su mirada con la suya. —No creo que ni tu ni nadie del clan alcance a dimensionar lo poderosos que son; destruir el Árbol-Madre fue fácil para ellos, no perdieron a ninguno de sus hombres mientras que ustedes perdieron a casi la mitad de los suyos— comparó, siendo brutalmente honesto con ella. —Tenemos ventaja en número y conocimiento del territorio, pero ellos tienen una enorme ventaja si de potencia bruta se trata—no podían confiar en los números—No tienes que pelear esta guerra, Sakura, no ahora— aludió únicamente, sabiendo que no tendría caso disuadirla.

—Si crees que voy a quedarme rezagada y de brazos cruzados sin hacer nada mientras todos arriesgan su vida, estás equivocado— contrarió Sakura de inmediato. —No dejare que todos los demás peleen mientras yo me siento a esperar, no puedo— espetó sosteniéndole la mirada en todo momento.

—Lo sé, te conozco, pero necesitas saber a qué te enfrentas— aclaró Sasuke acercando su rostro al de ella. —Estuve en una guerra antes, Sakura y no es agradable; es horrible, es presenciar el infierno en la tierra, se muere a cada minuto, nunca hay una certeza de vencer, y aunque lo hagas nada garantiza tu seguridad— evidenció, deseando poder evitarle todo eso o ponerla sobre aviso en cierto modo. —Es aún peor cuando las personas que te importan mueren frente a tus ojos— y temía mucho por ella.

—¿Estás tratando de asustarme para evitar que pelee?— cuestionó la pelirosa arqueando una ceja con desafió ante su tono y palabras.

—No, sé que lucharás sin importar los riesgos, pero solo quiero que estés preparada— admitió el azabache con una sonrisa ladina. —Incluso si ganamos, hay una alta probabilidad de que muchos que son importantes para nosotros mueran. No puedo evitar que pelees, ni lo intentaré, pero solo te pido que tengas cuidado— puntualizó, ante lo que ella bajó la mirada un instante. —Te perdí una vez y no podría soportarlo una segunda— confesó, alzando una de sus manos para acariciar su rostro.

—No lo harás— sosegó ella, entrelazando su mano contra la suya. —Tendré cuidado, pero debes tenerlo tú también— condicionó con ese aire burlón que él tanto adoraba.

—Es un trato— asintió él, respetando sus condiciones y deseando lo mismo.

Desde el primer momento en que la había visto se había sentido maravillado no solo con su belleza, también con la inocencia que transmitía su corazón, pero más que nada con la gran fuerza que ella tenía en su interior aunque ni siquiera fuera consciente de ello, ella no había nacido para ser apartada de la lucha o de una guerra y Sasuke se lo dijo mentalmente, aunque todo lo que él deseara fuera protegerla—tomó nota de controlar sus impulsos sobreprotectores—, la mejor forma era dejar que ella aprendiera a hacerlo por sí misma, y debía confiar en que ella sabía dónde estaban los límites entre la vida y la muerte, él era aquel de los dos que tenía experiencia militar real, pero ella había vivido su propio infierno como para que él pensase siquiera en estar por encima de ella, estrechando su mano contra la suya y confiando en ella. Aliviada de que Sasuke no pensase menos de ella, pudiendo juzgarla como poco menos que una niña—siendo mayor que ella, ahora podía verlo—, Sakura correspondió al estrechar su mano contra la suya, observando atentamente su semblante, tan similar y a la vez tan diferente al hombre que llevaba viendo y conociendo durante estos tres meses, lo que la hacía embelesarse de nueva cuenta…pero, ello también le dio ocasión de apreciar sus diferencias, n en relación al hecho de que él—para bien o para mal—era un "extranjero" y ella una Konoha, sino porque él verdaderamente era diferente a los demás "extranjeros", ella lo había juzgado mal en su primer encuentro, había aprendido a ver, a sentir el bosque, a amar todo lo que lo rodeaba y no era un "extranjero", era verdaderamente parte del clan y ella estaba orgullosa de poder apreciarlo y de haberlo guiado en ello.

—Me alegra que no seas como ellos— apreció Sakura en voz alta, orgullosa de ello.

—Podría haberlo sido, me entrenaron para ser así— difirió Sasuke, sin sentirse especial.

—No, te lo dije cuando nos conocimos; tienes un corazón fuerte— protestó ella, levantándose de su asiento y rodeándolo. —No importa si te conocí o no, no importa si fui tu mentora o no; eres diferente, no eres como ellos— reafirmó, trazando el contorno de su rostro. —Creo que ya es hora de que me vaya, tenemos mucho que hacer juntos— meditó en voz alta, ya habiendo luz de día y sabiendo que Pepper debía estar cerca.

—Si— asintió él, no pudiendo demorarla más. —Por cierto, ¿Sabes dónde estoy ahora?— inquirió, no teniendo ni la menor idea de ello.

—No, pero sé dónde buscar— aclaró la pelirosa con una ligera sonrisa nerviosa, —nos veremos pronto— aseguró con voz queda y dulce.

—Te creo— asintió el azabache, sabiendo que su separación sería breve esta vez.

Apoyando sus manos sobre sus rodillas e inclinando su rostro a la altura del de Sasuke, Sakura acercó sus rostro hasta sentir su respiración, cerrando los ojos, pero no compartiendo ningún beso por lo que parecieron largos segundos, rondándolo, queriendo que él tomara la iniciativa esta vez, que estuviera seguro de lo que ella sentía por él y lo obtuvo, lo sintió sujetarla de la nuca y atraerla hacia sí en un beso al que ella no dudo en corresponder, separándose al sentir que le faltaba el aliento y encontrando sus miradas con una sonrisa antes de finalmente dirigirse hacia la puerta, haciéndole saber que se verían muy pronto. Su vínculo con Pepper era único, de alguna forma su amiga siempre sabía dónde es que ella se hallaba aunque la hubiera dejado en otro lugar—las Montañas Danxia—anteriormente, por lo que Sakura no dudo que la encontraría al salir del Enlace Móvil y así fue, esbozando una sonrisa genuina y golpeándole amistosamente el lomo así como acariciándole la cabeza antes de subir a su lomo, desabrochando su silla de montar y extrayendo su ropa, indicándole a Pepper que galopara en tanto ella comenzaba a cambiarse, no teniendo problema para mantenerse sobre el lomo de la Mustang sin necesidad de usar las manos. Siguiendo con la mirada a Sakura hasta perderla de vista, Sasuke perdió la cuenta a todo el tiempo que pasó observando a la nada, no tenía caso apurar las cosas, necesitaba darle tiempo de gracia para encontrarlo, tiempo que sintió se cumplió cuando la Cámara de Enlace de Suigetsu se abrió, revelando a este luego de que abandonara su Avatar, necesitándolo a él para prepararse, dirigiéndose sin más demora hacia la otra Cámara de Enlace disponible con el Hozuki muy cerca.

—Está listo— informó Suigetsu, terminando de preparar la Cámara de Enlace. —Bueno, Sasuke, ¿Cuál es el plan?— consultó mientras este subía sus piernas.

—No hay ningún plan— admitió el Uchiha acomodándose al interior de la Cámara de Enlace, diciéndose mentalmente que ya se le ocurriría algo.

—¿Qué?— decirse sorprendido era un eufemismo para el Hozuki. —No quiero infravalorar a Sakura ni su influencia, es la futura Tsahik— inició observando al Uchiha, —pero tras la muerte de Dan ahora Gaara es el Olo'eyktan y él no dejará que te acerques al árbol— obvió, temiendo los baches que este se encontraría en el camino.

—Lo intentaré de todas formas— insistió el azabache, tendría a Sakura cerca y sabía que así todo estaría bien.

—Ten cuidado, Sasuke— deseó Suigetsu, esperando que todo resultase bien.

Esbozando una sonrisa ladina ante las palabras del Hozuki, encontrando sus miradas, Sasuke se recostó lentamente al interior de la Cámara de Enlace, atrayendo los sensores hacia su pecho unos instantes antes de que la tapa de la Cámara de Enlace se cerniera lentamente sobre él, que respiro acompasadamente, no teniendo miedo o inseguridades esta vez; es decir, si, estaba asustado de que todo resultase terriblemente mal, pero Sakura lo había perdonado—aunque él sintiese no merecerlo—y estaba a su lado, lo que sea que ocurriera lo enfrentarían juntos y eso le daba más calma que nada que hubiera sentido en su vida, permitiéndole serenar su mente y cerrar los ojos para vincularse cuanto antes a su Avatar. Monitoreando cómo la mente de Sasuke se vinculaba a la de su Avatar, Suigetsu suspiró sonoramente, alejándose de la Cámara de Enlace y acercándose a la otra, la que Kakashi siempre solía usar y que si bien se hallaba abierta, no estaba funcionando sino que obraba como cama para el durmiente Hatake, ajeno a lo que sucedía debido a los tranquilizantes que le habían administrado y a quien el Hozuki se acercó a examinar, angustiado ante la gran cantidad de sangre que este había perdido, la hemorragia ya había parado, Sakura y él habían hecho todo lo posible, Sasuke también ayudado, pero la pérdida de sangre era grande y el Hozuki esperaba que cualquier ayuda que el Uchiha pudiera conseguir llegase a tiempo. Escuchando la puerta del Enlace Móvil cerrarse fuertemente, Suigetsu volvió la mirada por sobre su hombro, viendo a Karin cruzar el pasillo y encontrar su mirada con la suya, acercándose para ver a Kakashi, igualmente preocupada, entrelazando una de sus manos contra la suya.

Dependían de lo que Sasuke pudiera lograr.


Sasuke abrió los ojos tan pronto como se vinculó a su Avatar, y con ello inhaló aire profundamente, de lo que se arrepintió, sintiendo el aire lleno de humo y las cenizas a su alrededor, haciéndolo toser mientras se sentaba sobre en el suelo, observando a su alrededor y distinguiendo que estaba en el mismo lugar en que había estado antes de perder la inconsciencia. No se sentía mal por ser dejado a su suerte, sabía que se había merecido eso y más, Sakura ya he había disculpado por él y sabía que volvería a verla muy pronto—por eso ella se había despedido de él y prometido que lo encontraría—, lo que lo hizo sentir mal fue ver todo lo que recordaba reducido a cenizas; recordaba aquel claro al costado del Árbol-Madre, Sakura y él habían corrido por ahí muchas veces y montado a caballo, lo recordaba en llamas antes de perder la consciencia y ahora no era nada, solo destrucción y muerte. El Uchiha se levantó del suelo, sacudiéndose la ceniza de encima y lentamente comenzó a caminar, no pudiendo quedarse quieto, sintiendo la ceniza arremolinarse contra sus botas y flotando en el aire a su alrededor, contemplando los restos del Árbol-Madre caído y retorcido por el fuego, tanta destrucción no había servido para nada, y los "extranjeros" ni siquiera estaban extrayendo el unobtanium por el que habían atacado a los Konoha, ¿Para qué había sido tanta crueldad? Muchos habían muerto por nada y ello volvió a detonar su culpa. En medio de esa línea de pensamientos, escuchó el eco de los cascos de un caballo acercarse, haciéndolo detener sus pasos y volver la mirada con sobre su hombro, esbozando una sonrisa ladina al ver emerger a Sakura sobre el lomo de Pepper y a su lado estaba Chili, que relinchó emocionado nada más verlo, ambos equinos deteniéndose a un par de pasos de él.

—Esa sí que fue una carrera…aunque esté a punto de darme un infarto— jadeó Sakura, llevándose a una mano al centro del pecho, recostándose contra el lomo de Pepper.

—Recupera el aliento— sosegó Sasuke, acercándose para acariciar la cabeza de Chili. —¿Me extrañaste?— preguntó, recibiendo un relincho de su parte.

—¿Se lo dices a él o a mí?— cuestionó la pelirosa con aire burlón, encontrando su mirada con la suya fingidamente ofendida.

—Un poco a ambos, pero claro que en especial a ti— aclaró el azabache, alargando una de sus manos para entrelazarla con la suya. —Es broma, tú eres mi favorito— susurró a Chili, sabiendo cuán orgulloso era y haciendo que este intentara chocar su cabeza contra él. —Mira, amigo, tenemos algo que hacer y creo que no te va a gustar, pero tienes que confiar en mí— pidió viendo a los ojos al Mustang. —Ambos— agregó, concentrando su mirada en Sakura, que asintió de inmediato. —Vamos— instó, rodeando al equipo.

Acostumbrado a montar a caballo desde que había domado a Chili hacía alrededor de un mes, Sasuke subió al lomo del equino rápidamente, encontrando nuevamente su mirada con la de Sakura, que aguardó a que este le indicase al Mustang que se moviera y siguiéndolo muy de cerca, primero a trote lento mientras dejaban atrás el paisaje ceniciento y acelerado a galope tan pronto como el bosque estuvo a su alcance, Sasuke no tenía idea si el plan que se le había ocurrido era factible o no, pero era el único con que contaba en ese momento e iba a aferrarse a este. Exiliado, traidor, extranjero…estaba en un lugar perdido de la vista de Kami. Chili se había vuelto un amigo inseparable para él, inicialmente no había creído en las palabras de Sakura sobre que un jinete y su caballo compartían un vínculo único y que en ocasiones los hacían sentir como uno solo, pero ahora Sasuke dudaba poder volver a montar otro caballo que no fuera ese, se sentía próximo a volar sobre su lomo, era más veloz que cualquier otro caballo y más leal que ningún ser viviente salvo la mujer que se había adueñado de su corazón, y no fue hasta ese momento que Sasuke se hubo dado cuenta de lo importante que era para él y viceversa. Cuando estuvieron a una distancia prudente, Sasuke no pudo evitar volver la mirada por sobre su hombro para apreciar la destrucción de los "extranjeros", queriendo recordar ese toque venenoso, como es que la belleza del hogar de los Konoha se había convertido en un páramo y ello sirvió para infundirle coraje en lo que estaba por venir, volviendo a concentrarse en su camino. No solo necesitaba su ayuda, ellos también necesitaban la mía, pero antes de enfrentarme a ellos debía ser digno de volver a mostrar la cara y para ello tenía que llevar las cosas a un nuevo nivel


El viaje había resultado largo y puede que incluso tedioso, largos minutos de solo montar a caballo sin una dirección aparente o no una que Sakura conociera; ella había creído que el primer plan de Sasuke sería dirigirse al Árbol de las Almas, para encontrarse con los demás miembros del clan, pero no estaban haciendo eso en absoluto, casi parecía que estuvieran dando vueltas sin razón ni fundamento, buscando una especie de saliente en medio del paisaje, un lugar que les permitiera ver la actividad de gran parte del bosque desde la altura, y la pelirosa no entendió la razón aun cuando—tras varias vueltas—Sasuke finalmente se detuvo, observando al paisaje como si buscara algo, algo que ella no podía ver o entender, pero no iba a dudar de él en ese momento, viéndolo por el rabillo del ojo. A veces toda tu vida se reduce a un acto de locura; Sasuke enfocó su mirada en el valle que se veía desde aquella considerable altura, era una suerte que sus sentidos fueran más agudos en ese cuerpo o fallaría olímpicamente en encontrar a la criatura que buscaba; Biju, de acuerdo a lo que Sakura le había dicho, ninguno de los anteriores Jinete de Sombra habían visto a la criatura en su visión, solo aspectos de la vida que tendrían, sin embargo, él había visto al equino, se había visto montándolo y quería creer que ello le daría la ventaja para convertirse en su nuevo jinete, era lo único que le aseguraría el ser escuchado por los Konoha y otros clanes de ser preciso. Tras una larga espera, de entre la espesura del bosque emergió el equino frisón o Biju, con su pelaje oscuro y larga melena ondulada, abriéndose paso con el brusco choque de sus pezuñas y el eco de sus relinchos, todo lo que él debía hacer era bajar esa colina y tratar de subir a su lomo.

—Sasuke…— murmuró la pelirosa, siguiendo la trayectoria de su mirada.

—Según yo imagino, Biju es el rey del bosque y nada lo ataca— consideró el azabache en voz alta. —¿Por qué habría de voltear? Bueno, en teoría— planteó con una sonrisa ladina. —Ahora probaremos si mi visión era cierta o no— era un desafío en cierto modo.

—Si no mueres en el intento, no te salvaras de mí— advirtió Sakura con sincera preocupación y contenida furia porque no le hubiera contado su plan.

—Eres una bendición y una tortura— protestó Sasuke, alargando una de sus manos para estrechar la suya. —Quédate atrás, no quiero que te pase nada— instruyó en voz baja.

—Ten cuidado— correspondió ella, no deseando que su tiempo juntos terminará.

Decir que aquella idea era peligrosa sería un eufemismo, Sasuke era muy valiente y capaz, y aunque Sakura quisiera creer en la visión que el Uchiha había tenido, también sabía que Biju sería perfectamente capaz de matarlo, Biju ya había matado a muchos otros antes, pero él era diferente, lo había sido desde que se habían conocido y ella se aferró a aquella esperanza con todas sus fuerzas, viéndolo a los ojos y deseándole lo mejor, rogándole a Kami que escuchara sus oraciones y lo protegiera. Ya había corrido muchos riesgos desde antes de conocerla, y había llegado a su lado de todas formas, habían atravesado grandes peligros y sin embargo seguían juntos, Sasuke creía que ello de alguna forma era una señal y que siempre la tendría a su lado, alargando su mano para sujetarla de la nuca y estampar con labios contra los de ella, viéndola a los ojos y finalmente indicándole a Chili que se moviera, trotando ligeramente y con andar lento por la colina, siguiendo los pasos de Biju, no volteando ni una sola vez o sabía que desistiría ante la mirada de preocupación que ya sentía emanar de los hermosos ojos esmeralda de ella, concentrándose únicamente en la dirección ante él; adelante, halando la crin de su caballo. Puede que Chili y él llevaran apenas un mes como Mustang y jinete, no se conocían de toda la vida, pero de alguna forma podían entenderse, compenetrarse y sentir lo que sentía el otro, y el Uchiha sintió su inseguridad, temía a Biju como todos en el bosque, era enorme, pero ser el más grande no siempre era lo más inteligente y el Uchiha no dudo en alargar una de sus manos hacia el costado de su cuello para aliviar la preocupación que su veloz amigo sentía, su vínculo nunca cambiaría, Chili siempre sería su caballo y amigo, pero en ese momento necesitaba de Biju para convencer a otros de unirse a su causa.

—Tranquilo, solo acércate— instruyó Sasuke en voz baja a Chili, siguiendo a Biju que parecía ajeno a su presencia.

Lo que Chili tenía a su favor era que era veloz, más que cualquier otro Mustang al servicio del clan Konoha, solo Pepper estaba a su altura por su resistencia al correr, eso le concedió una gran ventaja a Sasuke, acercándolo galope a galope a Biju, quien únicamente se concentraba en ver hacia adelante, y mientras Chili lo alcanzaba, Sasuke se soltó de la crin de este y—con todo el equilibrio y agilidad que Sakura le había enseñado—se irguió sobre el lomo de su Mustang, saltando al lomo del frisón antes de que este tuviera tiempo de reaccionar. Tal y como había hecho al montar a Chili la primera vez, Sasuke afianzó el agarre de sus muslos a los costados del caballo y se sujetó de la crin en tanto el enorme equino protestaba, hacía cabriolas y luchaba por quitárselo de encima, no era de extrañar que solo hubieran existido cinco Jinetes de Sombra hasta entonces, el equino luchaba muchísimo y mantenerse sobre su lomo era un reto, pero increíblemente Chili se unió a sus esfuerzos, halando de la melena a Biju con sus dientes, mordiendo su piel y casi obligándolo a aceptarlo, lo que hizo sonreír al Uchiha, sintiendo como el frisón lentamente claudicaba y lo reconocía como jinete. Observando el intenso enfrentamiento desde su inició, Sakura haló de la crin de Pepper, indicándole que se acercara con lentitud, conteniendo el aliento mientras veía al Mustang de Sasuke confrontar a Biju, obligándolo a someterse o instándolo a ello, hasta que el enorme equino finalmente se quedó quieto en su lugar con un fuerte relincho, que no podía identificarse como furioso o contenida resistencia, y Sasuke finalmente pareció adquirir seguridad sobre su lomo, permitiéndole a ella acercarse junto a Pepper a lento galope, apenas y pudiendo creerlo.

—¡Lo lograste!— reconoció Sakura, abrumada a más no poder. —No puedo creerlo, eres el sexto Biju Makto— proclamó con orgullo e incredulidad.

—No lo hice con esa intención— obvió Sasuke, solo para aclarar las cosas, —pero si vamos a librar una guerra necesitamos toda la ayuda posible— y Biju era un elemento necesario.

—Lo sé— asintió la pelirosa, haciendo que Pepper se detuviera a cinco pasos del enorme equino. —Casi me da miedo acercarme— admitió, aún nerviosa al respecto.

—No te hará nada, ven— sosegó el azabache, indicándole que se acercara y ante lo que ella se aproximó más. —¿Ves?— señaló, alargando una de sus manos para entrelazarla con la suya y guiándola hacia el lomo de Biju.

—Es impresionante— sonrió ella obnubilada, sintiendo al animal bajo su tacto, era real.

Sasuke mantuvo su mano entrelazada contra la suya, presionada contra el cuello del equino conocido como Biju y que, en señal de reconocimiento, relinchó y movió la cabeza igual que hacían Pepper o Chili cuando estaban a gusto o de acuerdo con algo, una señal antes lo que Sasuke no dudó en halar a Sakura hacía sí, tomándola por sorpresa, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y trasladándola de su montura sobre Pepper al lomo de Biju, exactamente delante de ella, que si bien se mostró sorprendida, se dejó hacer, maravillada por la oportunidad de estar sobre una criatura mítica para su clan y su mundo. Esbozando una sonrisa ladina, viendo a Sakura volver el rostro por sobre su hombro, hacia él, Sasuke fue atraído por la pelirosa en un beso apasionado y que lo tomó por sorpresa, mas al que no pudo rehusarse, atrayendo más a la hermosa pelirosa hacia sí, correspondiéndole y envolviendo su lengua contra la suya; Sakura sabía que ese probablemente no era el mejor momento para sentir pasión por Sasuke, aún tenían mucho que hacer, y de verla probablemente su madre estaría muy preocupada, pero Sakura no dudó en entregarse al beso, sintiendo los brazos del Uchiha a su alrededor. El beso lentamente se rompió mientras ambos abrían los ojos y veían en los iris del otro, para Sakura aquello se sentía como una especie de extraño paisaje onírico, siendo el hombre ante ella alguien conocido pero a la vez extraño, su pareja, amigo y amante a la par que una leyenda con la que ella había crecido, parte de un legado único y maravilloso, una personificación de la historia y el futuro de su mundo colisionando en tiempo real, elevando su pasión por él a niveles que nunca hubiera creído posible.

—¿Listo para volver?— preguntó Sakura por fin, avergonzada ante su exabrupto.

—Listo— asintió Sasuke sin dejar de sonreír ladinamente y sin apartar la mirada de ella.

Pasando su mirada por la delicada a la par que grácil anatomía de la mujer entre sus brazos, Sasuke tuvo el arrebato de bajar de Biju, bajarla a ella y hacerle el amor ahí mismo, en el suelo del bosque, deseándola a cada momento y añorando tenerla en sus brazos…mas, ya habría tiempo, si, había pasado bastante desde que habían podido dedicarse íntimamente el uno al otro de esa forma, mas ya habría tiempo, y no podía imaginarse obligándola a algo que quizás ella no deseara o no en ese lugar, debía respetar sus reglas y no seguir las de los "extranjeros". Desde su posición tras Sakura, Sasuke haló de la crin de Biju, el cual relinchó y movió la cabeza antes de obedecer y comenzar a galopar, siguiendo sus instrucciones para incredulidad y maravilla del Uchiha así como de la Haruno entre sus brazos, siendo el equino seguido por Chili y Pepper, quienes o no lo veían tan intimidante como habían creído o confiaban lo suficiente en que este no los lastimaría en tanto estos lo seguían para permanecer junto a sus jinetes, primero a trote lento y luego a un galope veloz, internándose en el bosque, teniendo aún un lugar camino que atravesar para llegar al Árbol de las Almas, esperando que los miembros del clan Konoha—en especial Gaara, que ahora era el Olo'eyktan—pudiera creer en él y escucharlo, porque necesitaban unirse para enfrentar a los "extranjeros". Durante su viaje, cruzando el bosque, Sasuke recordó lo que Sakura, entre sus brazos, le había dicho; solo habían existido cinco individuos que habían conseguido montar a Biju, su tatarabuelo entre ellos, y había unido a los clanes nativos en tiempos de necesidad, el Uchiha no quería llegar a tanto, pero quizás fuera la única solución para protegerlos y cesar con esa guerra inclemente en que tantos habían muerto.

Era el único camino.


Árbol de las Almas, Clan Konoha

El clan Konoha había logrado llegar al imponente y tranquilizador Árbol de las Almas hacía alrededor de una hora, todos necesitaban descansar de tan larga travesía, pero lo primero que sentían debían hacer era dar gracias, por lo que todos alzaron sus voces en cantico siguiendo la voz de la Tsahik y a los grandes cantantes del clan entre cuyas voces se distinguía la melodiosa voz de Ino y su hermano Deidara, dignos sucesores de su padre Inoichi, debían agradecer a Kami por continuar vivos, debían continuar vinculados a él y pedir por quienes ya no estaban, qué fue lo que hicieron largamente, iluminados por la luz del sol que comenzaba a dirigirse hacia el horizonte para ocultarse en solo un par de horas, pero por ahora el sol continuaba iluminando y ellos les permitió olvidar las tinieblas. La aparente calma que todo el clan sintió se vio perturbada—al menos para aquellos en las últimas filas—por el eco de cascos aproximarse, pero no era como los demás caballos presentes y que de hecho relincharon, corriendo asustados, haciendo que todos detuvieran sus cantos y voltearan con extrañeza antes de sentir pavor ante la indiscutible sombra del enorme equino conocido como Biju y que relinchó fuertemente, alzándose en sus patas traseras antes de detenerse donde los caballos habían estado, imponiéndose con su sola presencia. Lo más sorprendente para los presentes no fue ver al equino, ni siquiera distinguieron si tenía un jinete en su lomo hasta varios segundos después; lo sorprendente fue los dos Mustang que lo seguían de cerca, uno era Pepper la yegua gris oscuro que montaba Sakura y el otro era Chili el Mustang gris claro cuyo a jinete conocían todos en el clan, y aquella realidad hizo que todos contuvieran el aliento, pero nadie como la Tsahik y el ahora joven Olo'eyktan.

Es Biju Makto— reconoció Tsunade con casi un hilo de voz, no pudiendo creerlo.

Imposible— contrarió Gaara con idéntica sorpresa, siendo algo inverosímil.

El primero en bajar del equino conocido como Biju fue Sasuke, el semental era enorme y el Uchiha tuvo que sujetarse de su cuello, tomando nota de modificar su postura sobre su lomo y al bajar alargó sus manos para sostener la cintura de Sakura y facilitarle el descenso, ambos encontrando sus miradas antes de volver hacia todos los presentes que los observaban, mas en caso de que alguno de los presentes tuviera alguna duda, el azabache se acercó a la cabeza del frisón para acariciarle la crin, recibiendo un ligero relinchó, encontrando sus miradas y golpeándole amistosamente el cuello como si fuera un equino cualquiera, ya no pareciendo ni remotamente tan atemorizante como todos habían creído que era. Volviéndose hacia Sakura, Sasuke alargó una de sus manos para entrelazarla con la suya, queriendo que estuviera a su lado a cada paso; la última vez que el clan los había visto, había cuestionado su relación, y Sasuke no podía restituirle su posición de futura Tsahik porque ella no se casaría con Gaara, pero esperaba que su ahora posición como Biju Makto la elevase a la posición que ella se merecía, ambos alejándose de Biju y avanzando lentamente por la planicie hacia donde estaban Gaara el ahora Olo'eyktan y la Tsahik Tsunade. Todos los miembros del clan no dudaron en abrir un camino y permitirle el paso a Sasuke, murmurando la palabra "Biju Makto"; Jinete de Sombra, ya fueran niños, hombres, mujeres o ancianos, presas de la admiración e incredulidad, tocándolo al pasar y también a Sakura como su pareja; Sasuke había regresado, pero no como un "extranjero" o un traidor, sino como una autentica leyenda encarnada, pero ello no afecto al Uchiha, él estaba ahí por todos los presentes, por los nativos, por el clan, al margen de lo que estos sintieran por él.

Sakura— saludó Tsunade tan pronto como la pareja se detuvo frente a Gaara y ella.

Madre— correspondió Sakura separándose del Uchiha y acercándose a su progenitora. —De pequeña me enseñaste que en ocasiones es difícil interpretar una señal y su significado, hasta no cambiar de punto de vista— mencionó únicamente, viendo asentir a su madre. —Ahora la entiendo— completó, viendo al Uchiha por el rabillo del ojo.

También yo— secundó la Senju con orgullo, atrayéndola en un abrazo. —Kami te iluminó y ahora a nosotros— felicitó, comprendiendo mejor la voluntad de Kami. Bienvenido, Sasuke— recibió al Uchiha, inclinando ligeramente la cabeza ante él.

—Gracias, Tsahik— asintió el Uchiha, aliviado con su amable bienvenida. —Olo'eyktan Gaara, hijo de Rasa Sabaku, he venido ante ti, estoy listo y dispuesto para servir al clan Konoha— se expresó formalmente, empleando el dialecto nativo tal y como Sakura se lo había enseñado, para que todos lo escucharan. —Eres Olo'eyktan y eres un gran guerrero; no puedo hacer esto sin ti— expuso, respetándolo y viéndolo como su igual. —Por favor— agregó en voz baja, por el bien de todo el clan.

Sasuke no estaba exagerando; realmente había llegado a respetar y apreciar a Gaara como cazador, como guerrero y como individuo, porque ambos tenían muchos en común y porque ahora más que nunca el Uchiha no podía culpar al Sabaku por su hostilidad para con los extranjeros en relación a su primer encuentro; además, él había ofendido de sobremanera al Sabaku según las tradiciones del clan y el Uchiha lo sabía, le había quitado a la mujer a la que había estado prometido por años antes de que él llegara, él había aparecido solo para trastocar las cosas y, si, amaba a Sakura y Sakura lo amaba a él, pero nadie iba a aceptar su relación solo porque si, debían ganárselo y el Uchiha estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario y seguir las reglas esta vez. Gaara observó al "extranjero" ante él, diciéndose que nada cambiaba su naturaleza, que seguía siendo alguien de quien debía desconfiar, mentalmente se recordó todo lo que había sucedido y la destrucción del Árbol-Madre…pero, tampoco podía olvidar que este había ayudado a salvar a muchos, a la misma Tsahik, también le había prometido a Sakura que intentaría recibirlo de forma digna, que no se dejaría llevar por su resentimiento, y como una nota discordante, en ese momento Biju eligió elevarse sobre sus patas traseras y relinchar fuertemente, exactamente detrás del hombro de Sasuke como una sombra; no podía cuestionarlo, Kami lo había elegido como emisario y él como Olo'eyktan debía respetar los deseos de Kami. Tras lo que el Sabaku sintió como una agónica deliberación, este avanzó un paso más cerca del Uchiha que se encontraba de pie frente a él, no como una amenaza o una molestia, realmente se veía y actuaba como su igual, un Konoha.

Biju Makto— nombró Gaara únicamente, alzando una mano para situarla sobre el pecho del azabache, —seguiré tu camino— reconoció, viéndolo como el guerrero que era.

—Gracias— susurró Sasuke, cerrando los ojos un momento, profundamente agradecido. —Necesito ayuda— solicitó finalmente, siendo lo más apremiante.

—Kakashi está herido, gravemente— informó Sakura la confusión de su madre y Gaara.

—Es posible que muera, imploro la ayuda de Kami— reafirmó con sincera angustia.

Kakashi era una figura muy querida para muchos de los miembros adultos del clan al margen de la desconfianza por los "extranjeros"; había ofrecido enseñar el español a los niños, siempre había sido amable y sus una vez alumnos hoy eran hombres y mujeres que integraban las diversas ramas del clan, ya fueran cantantes como Ino, cazadores como Tenten, guerreras como Sakura o líderes como el propio Gaara, por lo que el ahora Olo'eyktan no dudo en dar su consentimiento, intercambiando una mirada con la Tsahik Tsunade a la par que está volvía el rostro en su dirección, como para pedir su aprobación y que este no dudo en darle. Sasuke solo respiró de alivió cuando Tsunade le hizo una señal a los sanadores para que se acercaran y le indicó que lo llevara a donde estaba Kakashi, ante lo que el Uchiha no dudo en dar mentalmente las gracias, aunque no sabía exactamente a que, tomando de la mano a Sakura y dirigiéndose hacia el Enlace Móvil que no estaba muy lejos, y a imagen de su llegada, nuevamente todos los presentes no dudaron en abrirle camino a él y a Sakura, que estrechó su mano contra la suya en todo momento, igualmente angustiada por el Hatake, pero orando silenciosamente porque Kami decidiera obrar como fuera mejor y no quizás como ellos podían desear. Había visto las heridas de Kakashi, no era una experta sanadora ni nada, solo manejaba los conocimientos básicos para atender a alguien, no era la Tsahik, pero sus heridas tenían un aspecto terrible, como las que había sufrido su fallecida hermana Izumi y además había perdido demasiada sangre, mas Sakura se negó a darlo todo por perdido y a darle a Sasuke otra razón para culparse, porque ella sabía que eso sería lo que él haría. No, no podían perder la esperanza, debían ser perseverantes…


PD: Saludos queridos y queridas, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, esperando como siempre poder cumplir con lo que ustedes esperan de mi, agradeciendo su apoyo y deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado :3 Las siguientes actualizaciones serán "El Origen del Clan Uchiha", luego "Kóraka: El Desafío de Eros" y por último "El Clan Uchiha":3 Esta historia esta dedicada a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 (por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas),a ZoyeZest (agradeciendo sus hermosas palabras y dedicandole esta historia por lo mismo, esperando honrar su predilección), a Guest (agradeciendo su apoyo y dedicándole esta historia por lo mismo), a Jeyli05, La Esposa de Castiel, Raven Nevra, Vquesada0906, jorgejonathanrs, Yara Barrios, A.L.R5, gabi2801, Isabel Vazquez y yhevelbonilla (por seguir esta historia y lo que aprecio infinitamente dedicándoles este fic como agradecimiento), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besos, abrazos, bendiciones y hasta la próxima.

Personajes:

-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri

-Tsunade Senju como Mo'at -Dan "Katou" Haruno como Eytukan

-Kakashi Hatake como Grace Augustine -Suigetsu Hozuki como Norm Spellman

-Gaara Sabaku como Tsu'tey -Karin Kanako como Trudy Chacon -Shisui Katon como Max Patell

-Danzo Shimura como Miles Quarich -Homura Mitokado como Parker Selfridge

Cambios En La Trama & Inspiración: El cambio más importante en la trama es que Sakura se infiltra entre los "extranjeros" para liberar a Sasuke, Kakashi y Suigetsu, con ayuda de Shisui, algo inverosímil en el material original de Avatar para Neytiri, porque me parecía forzado el perdón del personaje, pero recuerden que adaptamos el guion de Avatar a una realidad posible en nuestro planeta, por lo que el guion no puede ser el mismo. Quise aprovechar este momento de la trama para hacer que Sasuke y Sakura se vieran realmente las caras el uno al otro, desarrollando sus sentimientos en esta situación, ya que vimos muy poco de ello en el material original de Avatar, tocando un tema tan crucial sobre comos e ven el uno al otro y que tan fuertes son sus sentimientos, siendo uno de mis momentos favoritos de la trama. Para muchas de las interacciones entre Sasuke y Sakura, llevando a cabo acciones en conjunto que no involucran a Jake y Neytiri en la trama de Avatar como pareja (pues estos se encuentran separados en este punto de la trama), me inspire en lo que representó Dyad_balance en su historia "Crossroads (The Choices We Make)", que recomiendo muchísimo. Fue emocionante escribir o representar la doma de Sasuke a Biju Makto, ya que esta escena no fue grabada en el material original de Avatar y ha sido motivo de debate para muchos que han seguido el lore de la obra, y fue lindo representar a Sakura montando sobre el lomo de Biju ya que, mas adelante en la trama de Avatar, Neytiri también lo hacia.

También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: un fic inspirado en un What If de la Dinastía Romanov, que aún no tiene título, "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer) :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3