Parece que ahora sí voy recuperando el ritmo, de a poco, pero ya voy bien encaminado. Hora de responder reviews antes de empezar el capítulo como se debe:

Gerendo01: Aquí la guarrería es la bandera, así no hay que extrañarse xD. Claro que no es que la historia entera va a llevar esto de manera absolutamente lineal, sino que voy a ofrecer algunos matices adicionales, pese a que poco o nada voy a variar la consigna. Ya verás a lo que me refiero. Y sí que indiqué en un inicio que llevaba gafas, o por lo menos que las necesitaba, y más que presentarla como "es" en la serie, estoy presentándola como "pretende ser", que no hay que olvidar que detrás de su aspecto duro, badass y hasta algo insensible (faceta que ciertamente llegó a asimilar bastante hasta caer en la locura por su obsesión con Madoka) todavía está esa chica insegura y que se siente superada por más que intenta cumplir con lo que le prometió a Madoka, no siendo capaz de concretar el deseo que había pedido a Kyubey, algo que también pretendo hacer salir con cierta frecuencia. Digamos que es una mezcla entre la Moemura y la Homura que durante la serie anda presumiendo paquete. Finalmente, la cosa es que sí, luego de haber terminado poco antes la serie de Shimoneta, se me hizo inevitable sacar la referencia, además que también tendrá cierta lógica... dentro de lo que pretendo hacer aquí.

Zaisoooh: Con respecto a Homura, sólo te digo que esperes a ver lo que ella tiene guardada. Puede que te deje algo catatónico el secreto que tiene, aunque todavía falta para que salga a la luz. Sabiendo que aquí entra en escena finalmente Kyousuke, puede que aquí consigas ver cuál será el problema que va a acarrear y que traiga eventualmente la subtrama de Sayaka, aunque todavía faltan piezas, por lo que no sabrás todavía cómo irá la cosa realmente. Creo que conozco esa serie de doujins (o al menos uno de ellos), aunque el nombre de la señora no lo recuerdo, e igual no tengo la oportunidad de ir a buscar esa serie, al menos de momento.

Ya no tengo miedo I

Empezamos el capítulo en una sala de hospital. En su cama, viendo el atardecer que se asomaba por la ventana, se encontraba un chico de una edad aproximada a la de Madoka y Sayaka. Se notaba triste, bastante triste, cuando en eso escucha que alguien abre la puerta de su habitación y al voltear se encuentra que precisamente Sayaka le estaba haciendo una visita.

─ Hola, pensé que necesitabas de algo de compañía.

─ Sayaka, también me alegro de verte.

─ Dime algo que no sepa ─ Sayaka se acerca despreocupadamente al chico hasta tomar asiento al lado de la cama ─. Mira lo que he traído. Al menos de este modo no olvidarás lo que son.

Sayaka saca una revista de su bolso. Era un doujin hentai, y en su portada se veía a varias chicas acariciando el torso de un solo chico (podría ser cualquier doujin xD). La chica le acerca el doujin al chico, y este lo acepta en silencio.

─ ¿Y bien? ¿Te gusta?

─ Sí, ya me está gustando desde sus primeras páginas. Gracias, Sayaka.

─ No pasa nada, Kyousuke-kun.

De pronto el chico gira la vista hacia la ventana, y Sayaka puede notar que empieza a llorar. Se queda con la boca ligeramente abierta, pero no le es difícil deducir la causa de la tristeza de Kyousuke. Mira hacia abajo, lo hace de manera disimulada, de modo que no llamase la atención de su amigo que sigue con la mirada en el infinito, y un suspiro sale de sus labios.

─ Y nada que resucita...


Algún tiempo después

Sayaka y Madoka contemplaban estupefactas otra victoria que se anotaba Mami en su cacería de brujas a lo largo y ancho de la ciudad. En apenas un par de noches habían perdido la cuenta de las veces que veían a Mami vencer a aquellas aberraciones de naturaleza desconocida, aunque en esta ocasión no vieron que cayese una semilla de sufrimiento, lo cual las confunde un poco.

─ ¿Are? ¿Y la semilla? ─ Madoka mira en todas direcciones, pero sigue sin encontrarla.

─ Eso fue un familiar, no una bruja de verdad, por lo que no tienen una semilla consigo ─ le aclara Kyubey, el cual recién aparecía y se subía a su hombro.

─ Parece que la bruja ya estaba lejos de todas maneras ─ Mami se destransforma y regresa de un salto con Madoka y Sayaka ─. De todos modos no es como que podamos ignorar a los familiares. Si dejamos que maduren lo suficiente pueden ser capaces de joder a la gente de la misma manera que una bruja, así que no he perdido realmente el tiempo ─ Mami ya emprende el camino de regreso a casa junto a Madoka y Sayaka, cuando en eso se acuerda de algo ─ ¿Y qué me cuentan? ¿Se han decidido a ser chicas mágicas, o todavía necesitan darle un par de vueltas más?

─ Pues no lo sé ─ le responde Madoka inflando cómicamente los cachetes ─. Sé que es necesario hacerle frente a las brujas y tal, pero los riesgos siguen siendo... bueno... arriesgados.

─ Te mamaste ─ susurra Sayaka tapándose la boca para no reírse.

─ Lo siento por hacerte sentir presionada, Kaname-san. Supongo que no siempre es cuestión de tomar una decisión rápida ni nada por el estilo.

─ ¿Y qué clase de deseo pediste tú, Mami-san? ─ Sayaka ladea su cabeza frente a Mami de modo que no pudiese evitar verla ─. Digo, algo tuviste que pedir para ser quien eres ahora.

─ Ah, pues no sé qué decirles... Pues verán...


Flashback

Mami se encontraba devastada, viendo al vacío y sintiendo que el alma se le partía en pedazos.

Ante ella yacían sus padres muertos. A juzgar por las pastillas y las cosas que estaban tiradas por todos lados, ambos habían abusado del consumo de afrodisíacos y otros estimulantes. Ahora la rubia estaba completamente sola, temblando de miedo ante la incertidumbre mientras esperaba a que los cuerpos médicos llegaran para hacerse cargo de los cuerpos.

Por la ventana se asoma Kyubey, y la llorosa Mami voltea a ver a la criatura. Era la primera vez que veía algo así.

─ Puedo convertirte en una chica mágica, y a cambio puedo hacer realidad cualquier deseo que me pidas.

─ No quiero estar sola. Deseo no estar sola...


Fin del flashback

─ La verdad es que no me dio tiempo a pensar nada. Mis padres se volvieron locos una noche por el exceso de bebida. Estaban deseosos por saldar el tiempo perdido debido a que trabajaban demasiado, y eso los hacía sentir frustrados en ocasiones. Incluso en sus trabajos no socializaban casi, y sobre la vida sexual mejor ni hablemos, haciendo que sus existencias estuvieran muy saturadas de frustración y ansiedad. Debido a eso me dejaron con la incertidumbre sobre qué pasaría conmigo, y justo cuando las cosas estaban mejor que nunca para mí en la escuela, pues fue algún tiempo después de mi participación en el certamen interescolar. Mi reacción al ver a Kyubey fue inmediata, y pedí mi deseo. Pero no es como que me arrepienta, pues creo que pedí un buen deseo. No me dejaron abandonada cuando estaba destrozada por el luto. Mis amigos en la escuela, mis vecinos... Todos estuvieron a mi lado para superar aquel evento, y gracias a ellos seguí adelante, y ahora las tengo a ustedes. De todos modos, ustedes tienen la oportunidad para pensar en el deseo que quieran, así que considérenlo adecuadamente antes de decidir nada.

─ Mami-san... ─ Sayaka sentía curiosidad por algunos detalles con respecto a pedir el deseo ─ ¿El deseo que pida debe ser estrictamente para mí, o puedo pedir algo que sea para alguien más? Digo, suponiendo que haya alguien que necesite ayuda, ¿es posible pedir un deseo para ayudarle?

─ ¿Lo dices por Kamijou-kun? ─ salta a decir Madoka, a lo que Sayaka ríe nerviosamente.

─ Por poner un ejemplo, sí.

─ No hay ninguna parte donde esté escrito que los deseos que pidan ustedes o cualquier otra chica deban seguir un parámetro específico, más allá de que ese deseo no rebase la magia que posea dicha chica mágica ─ aclara Kyubey tranquilamente ─. De hecho, no sería la primera vez que ocurre, aunque lo usual es que las chicas que se convierten en chicas mágicas pidan deseos para sí mismas.

─ También está el hecho de que no puedes pedir más deseos una vez que te has convertido en chica mágica ─ continúa Mami con un tono serio, mucho más que de costumbre ─. Es necesario que piensen bien el deseo que van a pedir, y también piensen el cómo. No es lo mismo desear que se cumpla el deseo de alguien más que desear ser capaz de cumplir el deseo de alguien más. Puede sonar algo críptico o duro, pero es importante entender el contexto para que luego no se arrepientan de lo que desean, chicas. Más que simplemente pedir el deseo correcto, el problema está en pedirlo de la manera correcta.

─ Supongo que no lo había visto de esa manera ─ Sayaka se muestra pensativa, pero pronto vuelve a ver a Mami a la cara ─. Lo siento si te incordié con esa duda, Mami-san.

─ No pidas disculpas. Es normal dudar si no entiendes algo, y también lo es que quieras hacer preguntas, que al fin y al cabo el chiste de hacerlas es obtener respuestas. Ahora vengan. Para compensarlas les prestaré varios de mis juguetes, para que así practiquen a gusto en caso de que haya alguno que no hayan usado antes.

─ No lo veo como una compensación, sino más bien como un favor de amiga, que igual estoy bastante satisfecha, Mami-san ─ Sayaka le da una sonrisa que denotaba confianza plena.

─ ¿Y qué estamos esperando? ─ Madoka alza ambos puños con alegría.


Horas más tarde, casa de Madoka

La habitación estaba apenas iluminada por una lámpara, y fuera de varios gemidos que se oían en la habitación de sus padres, el lugar estaba en un sepulcral silencio. Madoka estaba mirando al techo durante un rato, y Kyubey se la quedaba mirando.

─ Aquella señora que estuvo a punto de suicidarse parece que se le ha pasado completamente lo que tenía antes ─ Kyubey mira brevemente a la pared, la misma que separaba la habitación de Madoka de la habitación de sus padres.

─ Claro. Esa señora aprende rápido. Cuando entró por primera vez se sentía apenada al ver a mis padres teniendo sexo en la cocina, y ahora cuando volví a casa me recibió con las piernas abiertas para que usara mis dedos con ella. Y ahora está pasándolo muy bien con mis padres y gime como si no hubiese un mañana. Y Saotome-sensei también se divirtió en grande con sus "clases particulares".

─ No lo dudo. Es curioso que los humanos encuentren provecho en el apareamiento a pesar de que no siempre lo hagan con el expreso objeto de reproducirse. Nunca he entendido este tipo de lógica. La mayoría de los seres vivos con capacidad para aparearse lo hacen estrictamente con ese propósito, no buscando convertir ese acto en algo de mero contacto, mucho menos como una manera de socializar.

─ No creo que haga falta entenderlo, Kyubey. Se trata de sentirnos bien, de incentivar a las personas a través del placer que puede generar el contacto cercano y libre con quien queramos, aunque es posible que los de tu especie hayan evolucionado de manera diferente y por ende no estén familiarizados con esto. Incluso aquí es todavía posible encontrar personas que no pueden vivir de esa manera, y no sé qué hay más allá, donde las personas y sus estilos de vida sean probablemente diferentes. He escuchado que hay sitios donde las personas no deben follar con nadie antes del matrimonio, y esa perspectiva me genera escalofríos. Yo no querría cambiar jamás lo que tengo por un día a día tan restrictivo.

─ Tienes una visión especialmente llamativa, Madoka ─ Kyubey se acerca un poco más, pero sin posarse todavía en la cama de la pelirrosa ─. Con respecto a los deseos, es necesario que sepas que no estás obligada a pedir algo específico, aunque supongo que eso lo habrás entendido antes, cuando hablamos de ese tema con Sayaka y Mami. No me es permitido obligar a las chicas a pedir un determinado deseo. De hecho, ni siquiera puedo sugerir que pidas ese deseo, incluso si eso me fuese de beneficio. Son ustedes quienes deben decir lo que quieren, y yo debo estar ahí para dar cumplimiento al deseo mientras las convierto en chicas mágicas.

─ Ya veo. Personalmente creo que si tuviese que pedir un deseo ahora mismo, lo que querría es ser igual de genial que Mami-san.

─ Lo cierto es que si fueses una chica mágica serías más fuerte que Mami ─ las palabras de Kyubey desconciertan un poco a Madoka ─. No es broma. Te lo digo de veritas. Tienes un potencial enorme, gigantesco, tanto que no sabría en qué escala ponértelo, y aunque lo supiese no estoy seguro de si tu pudieses asimilar la explicación.

─ Bueno, con ser igual de genial me refería a tener un físico como el de Mami-san, pero creo que eso me vale. A lo mejor con ese poder tan grande que dices que puedo tener soy capaz de hacer que mis tetas alcancen un buen volumen cada vez que me interese...

─ Madoka ─ Junko abre de pronto la puerta ─, deja de estar hablando sola como si no estuviese pasando nada aquí al lado. Ven acá y únete a la diversión si no vas a dormir ahora mismo. Nuestra invitada se está portando mal y necesita que alguien la castigue de manera adecuada ─ remata lo que dice moviendo sus dedos de manera pervertida.

Madoka asiente inmediatamente y deja a Kyubey para irse a la habitación de al lado y unirse a lo que ya era una orgía en toda regla. Kyubey simplemente se queda ahí, donde estaba.

─ Los humanos sí que son raros. Sigo sin comprenderlos.


En otra parte

Mami estaba de lo más tranquila en una plaza, contemplando las desiertas calles a aquellas horas de la noche mientras estaba al constante acecho de alguna bruja desprevenida. No había ningún sonido cercano que surgiese de alguna actividad humana, solo algunos grillos y el viento meciendo las ramas de algunos árboles cercanos. En fin, era un lugar bastante tranquilo, tanto que podría sacar rienda a su imaginación y hacer lo que sea allí, que igual nadie la vería.

─ Supongo que puedes salir de tu escondite. No hay una sola persona cerca que nos esté viendo.

Sus palabras hicieron efecto de inmediato, y detrás de Mami aparece Homura. Intentaba hacerse ver fuerte, e incluso se acomoda los lentes con porte fuerte, pero Mami sabía perfectamente cómo hacer que esa fachada se viniese abajo.

─ Te noto algo tensa, Akemi-san. No me digas que ahora mismo tienes ganas.

─ No sé de qué me estás hablando ─ pese a la fluidez de sus palabras y su porte severo, la inseguridad en ella se hacía notar ─. Solo quiero preguntarte porqué estás animando a Kaname Madoka. Esto es peligroso, y lo sabes bien. No la involucres más.

─ Sí que lo sé. Pero tanto ella como Miki-san han sido elegidas por Kyubey. Es inevitable que estén involucradas en todo esto, y no es algo que yo pueda decidir. Incluso si nunca se convierten en chicas mágicas, fácilmente podrán vérselas frente a las brujas en cualquier momento, así que creo que este incentivo es necesario ─ Mami empieza a aflojar lentamente su ropa, poniendo más nerviosa a Homura y haciéndola dar un paso atrás ─. También puede ser que temas a la idea de que Madoka se vuelva demasiado fuerte. Tiene un potencial descomunal, y tal vez eso sea lo que temes. No quieres hacerle frente a una chica mágica a la que no puedes superar ¿Acaso me equivoco? Bueno, de todos modos ya conocemos de qué manera superarte sin problemas, pero supongo que buscas una oportunidad para impedir que eso pase.

Homura no responde y se queda mirando al suelo, tratando de mantener la compostura. Mami sigue a la expectativa de qué respuesta podría obtener al respecto, aunque igual seguía aflojando de a poco su ropa, esperando que de esa manera la pudiese ablandar un poco y que terminara por ceder.

─ Dime, Akemi-san, ¿no piensas que será divertido si hay más como nosotras por la ciudad? No tenemos que vernos como rivales, sino como compañeras que a la vez que protegemos esta ciudad podemos ser especialmente cercanas entre nosotras, y tanto el cuerpo de Kaname-san como el de Miki-san estarán disponibles para que así también compartas el tuyo.

─ N-no... Eso no debe pasar ─ Homura levanta la mirada, pero al encontrarse con el busto expuesto de Mami respira con cierta pesadez y retrocede nuevamente mientras da la impresión de que los lentes se le empañan ─. Kaname Madoka... no debe completar el contrato con Kyubey. No puedo permitirlo...

─ Es una lástima ─ Mami se da la media vuelta y se aleja un poco mientras deja que Homura se recupere un poco de la vista que había tenido ─. Tenía la idea de que pudiéramos divertirnos, pero tu respuesta me ha desilusionado. Para la próxima vez puede que tengamos que arreglar nuestras diferencias a trompadas, aunque prefiero que eso no ocurra. No quiero recurrir a la violencia contra otra chica mágica. Las diferencias se solucionan mejor y más fácilmente a tijerazos que partiéndonos la cara.

─ No puedes decir algo así ─ corta Homura mirando con severidad a Mami ─. Desde que te convertiste en chica mágica sólo has dado placer, pero nunca te has permitido recibirlo, ¿o acaso me equivoco? Tienes miedo de terminar pasando por lo mismo que tus padres luego de que los vistes.

Mami frunce el ceño, no comprendiendo de dónde había sacado esa información la pelinegra. Se la notaba muy segura de lo que estaba diciendo, dando a entender de que aquello no era algo que se acabara de inventar. No esperaba que Homura fuera capaz de desarmarla de esa manera.

─ ¿Y qué me dices tú, Akemi-san? ¿Acaso nunca has...?

─ Soy virgen, y no he tenido oportunidad para pasar por nada de esto, al menos no desde que soy una chica mágica ─ responde Homura cortante y apenada a la vez, volviendo a bajar la mirada y apretando los puños ─. No te imaginas cuánto me arrepiento de todo esto...

─ ¿A qué te refieres, Akemi-san? ─ Mami ya empezaba a preocuparse.

─ Es demasiado tarde ─ Homura simplemente se da la media vuelta y deja a Mami con la palabra en la boca ─. Mañana toca escuela, y creo que ya he merodeado suficiente.

Casi había soltado algo que no deseaba revelar. Homura aprieta también los dientes mientras pensaba en las dificultades que esperaban por ella si pretendía impedir que Madoka se convirtiese en una chica mágica.


Al día siguiente, en el hospital

Madoka estaba tranquilamente en la sala de espera del hospital, esperando que Sayaka terminase la visita que estaba haciéndole a Kyousuke. Para matar el tiempo estaba leyendo una de las tantas revistas eróticas que estaban a los lados de los distintos asientos. Kyubey estaba sobre su hombro, viendo lo mismo que Madoka.

─ No sabía que eras fan del horóscopo, Madoka.

─ Y no lo soy. Rara vez leo lo que tienen los artículos sobre mi signo zodiacal. Veo esto más por los modelos que posan desnudos para representar los signos y las posiciones que tienen que adoptar para ello. Se me hace entretenido el cómo emplean creativamente el kamasutra para hacer las interpretaciones.

─ Tenía que ser.

Sayaka regresa finalmente, y Madoka se pone rápidamente de pie para recibirla.

─ ¿Qué tal la visita, Sayaka-chan?

─ Pues regulín, Madoka. No están permitiendo visitas. Al parecer está en medio de unos exámenes.

─ Pues está genial, para no perder el ritmo en los estudios ─ dice Madoka con una amplia sonrisa.

─ Me refiero a exámenes médicos, Madoka.

─ Ah, bueno. Igual espero que le vaya bien en esos exámenes.

─ No lo sé. Noto a todo el mundo con cierto pesimismo. Kyousuke-kun el primero de todos, y eso me preocupa un poco.

─ No te preocupes, Sayaka-chan. Ya verás que eso tiene una solución. Kamijou-kun no estará internado por siempre aquí.

─ Espero que lo que dices se haga realidad, Madoka.

Ambas chicas empiezan a caminar a la salida del hospital mientras se ponen a charlar sobre varias cosas que tenían que ver con la escuela o con ellas mismas. En fin, charlaban de varios temas que harían bulto si los incluyo aquí al detalle.


Estacionamiento

Las dos amigas estaban de lo más tranquilas, y Kyubey estaba callado y mirando a los alrededores desde el hombro de Madoka. Daba toda la impresión de que nada rompería la calma en que ambas se encontraban, cosa que venía bien para echar un rapidito ahí mismo, en vista del tiempo que tenían todavía, pero pronto se encuentran con algo que sí rompe con esa paz.

─ ¿Qué es eso? ─ Madoka se acerca a ver lo que se había encontrado, desconcertando a Sayaka, pues ésta se había adelantado un poco por no darse cuenta.

─ ¿Qué está pasando, Madoka? Dime que es algo tonto, que esa cara que estás poniendo empieza a preocuparme.

─ Miki Sayaka, se trata de una semilla de sufrimiento ─ Kyubey señala con el morro a la columna, donde efectivamente había una semilla de sufrimiento incrustada ─. Oh, parece que tenemos un duro problema entre manos.

─ Yo quería ahora mismo tener algo duro entre manos, pero con eso no me refiero precisamente a un problema ─ se lamenta Sayaka mientras pone mala cara ─. En fin, supongo que es lo que tenemos ¿Qué hacemos ahora? ¿Llamamos a Mami-san?

─ Pero no tengo el número de Mami-san, y creo que tú tampoco ─ responde Madoka tratando de hacer memoria.

─ Tal parece que esta vez nos ha tocado bailar con la más fea.

─ Pero puede perfectamente una de ustedes ir a buscar a Mami, y ella vendría aquí rápido para que así se deshaga de la bruja, y yo estaré con la que se quede, pues de ese modo podré guiar a Mami hasta aquí mediante telepatía ─ sugiere Kyubey, haciendo de ambas chicas se lo queden mirando.

─ Pues eso realmente podría funcionar ─ Sayaka agarra a Kyubey y lo sube a su hombro ─. Yo me quedo aquí, Madoka. Ve y busca a Mami-san rápido.

Madoka no discute la decisión de Sayaka y se va a toda prisa. No es que estuviese segura de dónde encontrar exactamente a Mami, pero eso no iba a impedir que lo intente.

─ Y... ¿qué hacemos mientras vigilamos? ─ pregunta Sayaka sin apartar la mirada de la semilla de sufrimiento ─ Si las brujas son invisibles para las demás personas, les parecerá raro que esté simplemente mirando un pilar.

─ Supongo que puedes decir que te gusta su aspecto ─ le responde Kyubey sin dudar.

─ No creo que eso ayude mucho a impedir que me vean como una loca...

CONTINUARÁ...


Y bien, habrá más en el próximo capítulo ¿Qué ocurrirá con Kyubey y Sayaka? ¿Logrará Madoka llegar a tiempo con Mami? ¿Qué se esconde Homura? ¿Madoka se decidirá a convertirse en una chica mágica? Todo esto y mucho más en el próximo capítulo "Finalmente Madoka se convierte en chica mágica" xD.

Hasta otra