Saludos, lectores/as. Luego de una serie de dificultades y retrasos que me tuvieron incapacitado para escribir es que esta actualización termina llegando justamente este primero de enero. Más vale tarde que nunca, se suele decir, aunque igual no me gusta dejar a los lectores en vilo tanto tiempo. Bueno, ahora a responder reviews:
Saizohhh: Lo sé. A Kyousuke le hice sufrir lo peor que le puede pasar a un hombre xD. Cosas vienen, y sí es verdad que Kyouko va a entrar oficialmente en escena bastante pronto. Pero de momento a disfrutar de este capítulo.
Gerendo01: El sexo sí vuelve, cuenta con ello xD. Con respecto a Kazuko, pues era algo que tenía que pasar, que al menos así sí logro dejar de ella una mayor participación de la que le procuró el anime, que aunque es verdad que no es que tenía mucho que aportar al argumento por su papel secundario, igual habría estado entretenido ver más de sus locuras y resentimientos, además de contemplar su manera de ejercer el oficio. Y sí, ya es 2023, faltó ese poco de suerte. Siéntete Nostradamus xD.
La magia y los milagros existen II
Madoka iba paseando tranquilamente por la calle. No es que tuviera algo que hacer, sino que simplemente quería matar el tiempo en lo que esperaba encontrar algo de interés. Las cosas iban de lo más normales cuando de pronto Hitomi se aparece en su camino.
─ ¿Are? ¿Qué ocurre, Hitomi-chan?
─ Ma-do-ka-san… Es increíble… ─ Hitomi tenía una cara bastante extraña, llegando a asustar a la pelirrosa.
─ Tienes algo mal, Hitomi-chan…
─ ¿De qué estás hablando, Madoka-san? ─ Hitomi ensancha su sonrisa de manera perturbadora, haciéndola ver como una yandere ─ Me encuentro perfectamente, ¿que acaso no me ves?
─ Pues de verte sí te veo, pero te digo que no me gusta nada tu cara, Hitomi-chan.
─ Estamos a mano. Verás, cada vez que me acuesto contigo prefiero mirar a otro lado porque tus ojos en la oscuridad me asustan un poco y me cortan la experiencia ─ la respuesta de Hitomi deja boquiabierta a Madoka ─. Pero ven conmigo, Madoka. Vamos a divertirnos mucho.
─ No te logro entender… ─ Madoka de pronto nota que en el cuello de Hitomi había una marca bastante sospechosa ─ ¿Qué es eso, Hitomi-chan?
─ ¡Es el beso de la bruja! ─ le responde Kyubey desde la distancia ─ Tienes que alejarte, Madoka. Tu amiga te va terminar arrastrando hasta la trampa de la bruja.
─ Ven conmigo, Madoka. Lo vamos a pasar de maravilla ─ Hitomi agarra a Madoka por las muñecas con fuerza, llegando a lastimarla un poco.
─ Hitomi-chan, esa no eres tú. Despierta, por favor…
─ Allá a donde vamos tendremos una orgía. Ven conmigo.
─ ¿Una orgía? ¿Y por qué no empezaste por ahí? ─ Madoka se suelta del agarre de golpe, como si aquello no fuera nada ─ Dime dónde es, Hitomi-chan.
─ ¿Qué estás haciendo, Madoka? Eso es una trampa ─ le dice Kyubey con apuro.
─ Hitomi-chan jamás bromearía con algo como una orgía, incluso estando poseída. Y de todos modos puedo pedirte un deseo al último segundo para librarme de la bruja ─ le responde Madoka mientras esboza una sonrisa ansiosa.
─ Realmente me cuesta entenderte, Kaname Madoka.
Madoka se va con Hitomi sin hacer más cuestionamientos, y Kyubey sólo puede quedarse donde estaba, viendo lo que estaba pasando desde una distancia prudente, aunque no cualquiera pudiese verlo si simplemente se aparecía a mitad de la calle.
Más adelante
No había sido mucho lo que Hitomi y Madoka tuvieron que caminar para así llegar al lugar indicado. Se trataba de un enorme almacén que parecía estar medio vacío, claro, ignorando a la veintena de personas que ya se encontraban allí, todas mirando a la nada como si estuviesen hipnotizados, o como si se les hubiera secado el cerebro de golpe. Lo que más convenza al lector.
─ ¿Este montón de deslumbrados zombificados son las demás personas que se suman a la orgía? No sé. Los noto un poco lelos ─ Madoka se muestra bastante desconfiada y un poco decepcionada ante el grupo que estaba viendo.
─ No es que estén lelos. Lo que pasa es que… bueno, sí están un poco alelados ─ Hitomi no veía de qué manera excusar a los presentes ─. Pero el hecho es que aquí nos divertiremos todos juntos, Madoka-san. Es una lástima que Sayaka-san no esté aquí para unirse también.
─ En eso te doy toda la razón.
Hitomi y Madoka se acercan al grupo, que seguían parados donde estaban sin hacer absolutamente nada. Era una actitud un poco rara la que tenían, pero Madoka elige creer en su amiga, así que allí se queda, a la espera de que la función empezara.
Mira la hora. Nada. Madoka se estaba impacientando a los pocos minutos de haber llegado, y seriamente se cuestiona si es que todo se trataba de una muy mala broma de parte de la bruja. De ser así la cosa se las tendría que ver con ella, incluso sin ser una chica mágica. Nadie le ofrece a Madoka una orgía y la deja luego con las ganas.
Pero antes de poder quejarse empieza a sentir que el ambiente se estaba enrareciendo. Nadie hace nada en respuesta a ese cambio tan repentino, aunque a Madoka eso no le extrañaba, tomando en cuenta lo raro que se comportaban todos ya desde el comienzo. Nota la llegada de un aura bastante intimidante, y entonces Madoka finalmente identifica lo que puede ser.
─ Es la bruja…
Era más fea que las demás brujas que había visto (que ya era decir), y entre sus garras llevaba algo que aterra completamente a la pelirrosa. Jamás creyó ver algo tan abominable en toda su vida, por lo que empieza a retroceder intimidada.
─ Esa cosa…. ¿Es un cinturón de castidad? ¿Qué piensas hacer con eso? ¡Aleja esa cosa de mí! ¡Monstruo!
De pronto siente que varias manos la detienen, pero no era para manosearla, sino que estaban frenándola de su afán por mantener la distancia. Madoka siente que bajaba bruscamente la temperatura de su cuerpo mientras luchaba desesperadamente por soltarse.
─ ¡Déjenme ir! ¡No me hagan esta cosa tan horrible!
─ No grites tanto, Madoka-san ─ Hitomi sujeta fuertemente las piernas de Madoka para que así no las pudiese mover ─. Relájate. Ya vas a ver que te va a sentar muy bien y no vas a querer quitártelo.
─ ¿De qué estás hablando, Hitomi-chan? Esta no eres tú ─ Madoka ve cómo estaban por ponerle el cinturón de castidad, y más que intentara retorcerse para impedirlo nada funcionaba ─ ¡AUXILIO! ¡QUE ALGUIEN ME AYUDEEEEEEEEE!
─ Nadie te oye, Madoka-san ─ Hitomi reafirma su agarre a las piernas de Madoka mientras empezaban a ponerle el cinturón de castidad ─. Ya verás lo bien que te vas a sentir, y de esta manera te vas a quedar para siempre ¿No te hace ilusión?
Madoka sentía que perdía las esperanzas. Pasaría el resto de su vida con un cinturón de castidad, y esa perspectiva era demasiado horrible. Rogaba que aquello fuera simplemente una pesadilla, cuando de pronto un destello en forma de tajo golpea a la bruja y la hace retroceder. Fue algo que tomó por sorpresa a todos los presentes, aunque a Madoka le significó un alivio porque no terminaron de ponerle aquel cinturón de castidad. La bruja mira en todas direcciones para detectar a su agresor, pero no encuentra nada. Otro destello, y la bruja cae en el suelo por el nuevo golpe que recibe.
─ Oye, tú ─ se escucha una voz que se hace bastante familiar para Madoka ─ ¿Qué clase de manera es esa de actuar frente a una chica que sólo quiere disfrutar del momento? Esa fechoría no te la voy a dejar pasar fácilmente ¿Está claro?
Tanto la bruja como Madoka alzan la vista hasta el techo del almacén. Con su silueta envuelta por la luz de la luna, espada en mano y con su capa ondeando de manera heroica, Miki Sayaka había llegado al rescate de su amiga, la cual no podía llegar a sentirse más contenta por poder verla.
─ ¡Sayaka-chan!
La bruja ladea su cabeza con confusión. La peliazul alza su espada para luego señalar directamente a la bruja a modo de reto.
─ Ese atroz crimen que estabas a punto de cometer contra mi amiga es absolutamente imperdonable. Tú serás la primera bruja en morir ante mí. Más vale que estés preparada.
La bruja ruge furiosa y se lanza a toda velocidad contra Sayaka, pero esta la esquiva con gracia y agilidad. Las personas que estaban poseídas por la bruja estaban estupefactas, incapaces de entender lo que estaba pasando y sin saber qué hacer al respecto aparte de mantener sujeta a Madoka, aunque mantenían la fuerza suficiente para que la pelirrosa no pudiera escaparse de su agarre. Simplemente le quedaba ver la feroz batalla que Sayaka presentaba ante la bruja, y la veía bastante confiada, como si fácilmente pudiera hacer mucho más.
─ ¿Qué pasa, brujita? ¿Eso es todo lo que tienes? ─ se mofa Sayaka mientras se pone a juguetear con su espada ─ Que conste que esta es mi primera pelea oficial contra una bruja, por lo que se supone que no soy tan fuerte y que esta pelea no debería estar tan regalada. Pero parece que me he llevado una decepción.
Una nueva embestida de parte de la bruja, y Sayaka la esquiva sin ningún problema, y al momento de eludirla la pincha con la punta de su espada, haciendo que la bruja se quejara y volviese a voltear para tener Sayaka en su campo de visión, claramente enojada y dispuesta a despedazarla apenas lograse capturarla. Pero el detalle estaba justamente en que no lograba darle alcance.
A fin de compensar todos sus fallos, la bruja decide enviar a decenas de familiares para que ataquen a Sayaka desde todos los costados, pero eso seguía sin ser efectivo. Sayaka era demasiado rápida y cortaba a los familiares como si fuesen mortadela. Su pelea la llevaba prácticamente sin inconvenientes, y cuando se decide a finalmente asumir la iniciativa en el ataque no hubo manera de detenerla. De salto en salto llega hasta su meta y ataca con fuerza a la bruja, dejándola en el suelo.
─ ¡Lo hiciste, Sayaka-chan! ─ Madoka estaba contenta de ver el triunfo de su amiga, y en eso ve que todas las personas poseídas la sueltan y caen en el suelo ─ ¡Oh! Parece que han regresado a la normalidad.
─ Esta pelea ha estado fácil. Perfectamente me podría haber corrido en la cara de la bruja y no habría podido impedirlo ─ Sayaka hace unas cuantas piruetas con su espada antes de hacerla desaparecer, y el campo de la bruja desaparece en el acto ─ ¿Estás bien, Madoka?
─ Sí lo estoy. Gracias, Sayaka-chan.
─ Llegué tarde ─ la voz de Homura se hace presente, a lo que las otras dos chicas voltean a verla ─. No puede ser. No lo conseguí.
─ ¿Qué te parece, Homurita? ─ Sayaka hace una pose heroica e infla el pecho para presumir ante la pelinegra ─ Ahora soy una chica mágica y protegeré esta ciudad de las brujas. Tú si quieres puedes sentarte en un rinconcito y quedarte mirando.
─ Pero yo no quiero ─ Homura empieza a inflar los cachetes con enojo, empezando a aparecer adorable ante los ojos de Madoka y Sayaka.
─ Mírala, Sayaka. Se ve demasiado tierna ¿Qué tal si la adoptamos? ─ Madoka se acerca a Homura y empieza a acariciarle el mentón ─ ¿Quién es una buena chica? ¡Tú, Homura-chan!
La pelinegraba hacía un esfuerzo por hacerse la dura, pero no lo consigue y termina cediendo a los mimos de Madoka. Sayaka alza una ceja mientras las ve.
─ Vino a cazar a la bruja y terminó siendo amaestrada por Madoka ─ dice Sayaka por lo bajo y con una sonrisa burlona, y luego de eso recoge la semilla de sufrimiento ─. Y aquí está la recompensa.
─ Bien hecho, Sayaka ─ aparece Kyubey de quién sabe dónde ─. Has cumplido de manera excelente tu primera misión.
─ Debe ser que la bruja era débil, porque eso fue demasiado fácil ─ Sayaka termina de usar la semilla de sufrimiento antes de dársela a Kyubey y pasar a mirar a Hitomi ─. Mira que es un poco descuidada. Bueno, qué más da. Madoka, ¿qué tal si le damos a Hitomi un "tratamiento especial" para así despertarla.
─ Buena idea ─ Madoka toma la mano de Homura y tira de ella ─. Únete a nosotras, Homura-han. Te prometo que te vas a divertir. Puedes incluso tener un rato como dominante si quieres.
─ L-lo siento, pero es que tengo otras cosas que hacer, así que no p-puedo juntarme con ustedes ahora mismo ─ Homura se muestra bastante apenada y se pone a jugar con sus pies ─. T-tal vez en otro momento…
─ Vamos, Homura-chan. No me digas que no te gusta hacerlo.
─ Ah, esto… yo… ─ Homura hace un esfuerzo monumental para recobrar la compostura y mostrarse seria y fría ─ No te confundas conmigo, Kaname Madoka. Mi deber es cazar brujas, así que no tengo tiempo para jugar.
─ Pues tú te lo pierdes ─ Sayaka carga sobre su hombro a Hitomi y echa una mirada bajo su falda ─. Rojo pasión. Empezamos bien. Vamos, Madoka.
Ya las dos amigas estaban por irse, cuando la voz de Kyubey empieza a resonar en la cabeza de las presentes, incluyendo a la propia Homura.
─ ¡Es urgente! Una nueva bruja se encuentra en el distrito industrial, y esta es mucho más fuerte. Hay que capturarla.
─ ¿Tan pronto y ha surgido otra bruja? ¡Sé justo y dame un ratito aunque sea para follar a gusto! ─ se queja Sayaka inflando los cachetes.
─ Las brujas jamás descansan, Sayaka. Hay que ir y atraparlas.
─ Es un trabajo que hay que hacer 24/7, Miki Sayaka. Que nos guste o no es completamente irrelevante ─ Homura se estaba preparando para ir, a lo que Sayaka deja a Hitomi en brazos de Madoka.
─ No voy a dejar que te lleves toda la gloria, Akemi Homura. Ya vas a ver que yo la derroto sin problemas.
─ Por cierto, Sayaka-chan ─ Madoka se acuerda de algo importante ¿Qué fue lo que pediste a Kyubey para convertirte en chica mágica?
─ Ah, pues verás…
Hospital
Un chico estaba durmiendo plácidamente, soñando con el último hentai que había visto al lado de dos enfermeras que estuvieron metiéndose mano entre ellas frente a él. Era un sueño cargado de dolor al no poder unirse a la fiesta, y a su vez representaba el anhelo que había tenido mientras los doctores todavía le daban alguna esperanza.
Empieza a sentir algo de incomodidad, y la misma se acentúa cuando se estaba dando la vuelta para dormir más cómodo. Al ver que su maniobra no estuvo funcionando, Kyousuke abre los ojos con fastidio, cuando nota que algo estaba levantando sus sábanas. Si se trataba de una broma iba a presentar una fuerte queja porque a esas alturas ya no le parecía gracioso, así que levanta las sábanas para atrapar a quien sea que se haya escondido, pero lo que ve es que el bulto no solo se ocultaba bajo las sábanas, sino también dentro de su propio pantalón. Al ver debajo de la prenda se queda boquiabierto, no pudiendo creerse lo que estaba ocurriendo.
─ ¿Qué es esto? ¿Es un milagro?
Al notar su propia palpitación sabe que aquello no era ninguna broma, ni una alucinación. La felicidad se apodera de su gesto, a lo que se pone de pie y empieza a pegar brincos.
─ ¡Está vivo! ¡Ha resucitado!
En otro lado
─ ¿Qué carajo me estás diciendo? ¿Hay otra chica mágica aquí?
─ Eso fue lo que dije, Kyouko ─ Kyubey se pone a descansar a un lado de una chica pelirroja con el cabello despeinado recogido en una coleta, además de vestir zarrapastrosa ─. Justo esta noche acabo de convertir a una chica normal en una mágica.
─ ¿Y para qué cuernos me hiciste venir hasta el fin del mundo si ibas a concederle un deseo a una chica nueva? ─ la chica llamada Kyouko empieza a comerse furiosa una bolsa de frituras, no dejando nada en apenas segundos.
─ Yo pensaba que no quería pedir nada. Incluso había terminado tirando la toalla con ella, pero finalmente tomó su decisión.
─ Ya no se puede hacer nada. No tengo dinero para regresarme, y aunque lo tuviera preferiría gastarlo en las tortas fritas de esta ciudad, a ver si son de tan buena calidad como me dijeron.
─ ¿Y qué harás al respecto con Sayaka? ¿Acaso reclamarás el territorio que le corresponde a ella?
─ Podría ser. Vengo de hacer un viaje infernal y quiero desahogarme un poco. Quiero ver si esa chica realmente vale su puesto en esta ciudad. Y si no lo logra… ─ Kyouko le da un fuerte mordisco a un turrón que acababa de sacar ─ Haré que se ponga de rodillas ante mí y que me ruegue para permitirle lamerme los pies.
─ Tienes una manera bastante curiosa de hacer valer tu posición, Kyouko.
─ Lo sé, y eso me gusta.
Al día siguiente, en casa de Madoka
El despertador suena, y entonces Madoka, rascándose la barriga y levantándose con pereza, decide que era momento de dar inicio al día. Se encontraba desnuda, y a su lado, igualmente desnuda, se encontraba Hitomi, la cual abre los ojos y suelta un leve bostezo.
─ ¿Eh? ¿Qué estoy haciendo en tu habitación, Madoka-san?
─ ¡Hitomi-chan! ─ Madoka se acerca a su amiga ─ ¿Qué tal amaneces?
─ Pues yo bien, pero no recuerdo cómo llegué aquí. Me siento un poco confusa.
─ ¿No lo recuerdas? ─ Madoka no podía decir la verdad, en vista de que no podía involucrar a su amiga peliverde, pero ya tenía en mente una buena excusa ─ Vinimos aquí para una pijamada únicamente nosotras dos y te pusiste en modo Turbofolladora 3000 hasta que terminaste colapsando de agotamiento. Estoy segura de que a Sayaka-chan le habría encantado venir para ver cómo te movías anoche.
─ Suena rara esa explicación, pero en vista de cómo tengo los pechos y las caderas te tengo que creer ─ Hitomi se levanta de la cama y se estira un poco más ─. En fin, tenemos que bañarnos antes de irnos a clases. El deber nos llama de nuevo.
─ Sí. Vamos juntas, Hitomi-chan ─ Madoka complementa su frase moviendo los dedos de manera sugerente.
─ Siempre tan insaciable…
Veinte minutos más tarde
Ya luego de haberse bañado (junto con el par de entretiempos que tuvieron) ya ambas chicas estaban listas para irse a la escuela. Sólo tenían que vestirse rápidamente y desayunar, en vista de que Junko y Tomohisa supieron de Hitomi y no querían dejarla pasando hambre en la escuela.
─ Aquí tienes, Hitomi-chan.
─ Muchas gracias ─ Hitomi se acomoda en su asiento y contempla a los padres de Madoka, al pequeño Tatsuya, a la propia Madoka y también a la señora que estaba viviendo con la familia Kaname ─. No recuerdo la última vez que vine aquí a comer, pero se nota que han cambiado un poco las cosas aquí.
─ ¿Verdad que sí? ─ Junko sonríe confiada ─ Entre las redecoraciones y que mi querido y yo tenemos a una amante nueva viviendo con nosotros ─ señala a la otra mujer que se encontraba a su lado ─, pues sí que han cambiado las cosas desde que viniste por última vez, Hitomi-chan. Deberías venir más seguido, que siempre serás bienvenida al igual que Sayaka-chan.
─ Sí. Simplemente ocurre que estaba ocupada últimamente, pero prometo venir más seguido. Realmente extrañaba venir.
─ Hablaremos con Sayaka-chan para que podamos venir todas juntas ─ ahora Madoka toma la palabra ─. Nunca está de más una pijamada.
─ Eso no te lo voy a negar, Madoka-san, pero hay que pensar en eso en otro momento. Tenemos un nuevo día por delante.
─ ¡Sí! ─ Madoka estrecha la mano de su amiga, y ambas terminan de comer para así poder irse a la escuela.
Madoka estaba emocionada por saber qué tal llevaba Sayaka su nueva vida, y la idea de la pijamada también lucía excelente.
CONTINUARÁ…
Para el próximo capítulo hay más cosas, pero el detalle es que ya se ha dejado entrever lo que viene (y quienes recuerden qué sigue en el anime no lo tendrán muy difícil para saber). Ahora sí, me despido de ustedes.
Hasta otra
