Gente, he vuelto. Este fic vuelve de las cenizas cual ave fénix para, ahora sí, avanzar hasta el final, que igual no es que falte demasiado. Y ahora a dejar una pequeña respuesta antes de empezar como se debe:

Gerendo01: Venga, si quieres puedes preguntar otra vez si estás soñando, que a lo mejor es así xD. La verdad es que hace rato que me había hecho a la idea de meter una referencia a Magia Record, pues ya que lo vi en su momento… Y ya ves que este capítulo le ganó a la película, evidentemente porque los desarrolladores habían anunciado su retraso. Y bueno, ojalá que sigas recordando cuál es el final que te imaginabas cuando dejaste tu review, o de lo contrario la duda puede que se quede allí por siempre.

La única guía que me queda II

Madoka tocaba el timbre de la casa de Homura. Era como el quinto intento y nada que aparecía la pelinegra. Tal vez era que el timbre no funcionaba, lo cual no sería demasiado extraño de pensar, tomando en cuenta que el sitio estaba apartado y no se veía demasiado seguro.

─ Parece que no me queda otra alternativa que tocar la puerta…

Un par de golpes con los nudillos. Todavía nada. Madoka empezó a suponer que Homura en realidad estaba afuera, probablemente cazando brujas, pero no hacía ningún daño intentar una última vez, así que vuelve a dirigir sus nudillos a la puerta, cuando Homura finalmente abre la puerta y da constancia de su presencia, aunque eso le cuesta que los nudillos le golpeen la frente un par de veces.

─ ¡Homura-chan! ─ Madoka se alegra al ver finalmente a la pelinegra ─. Por un momento llegué a pensar que no estabas.

─ Sí estaba. Lo que pasa es que estaba ocupada con algunas cosas ─ se excusa Homura, cuando Madoka, sin pedir permiso, entra a la casa ─. Supongo que ni siquiera tengo que invitarte.

─ ¿Me presentas tu casa, Homura-chan? Es sólo un vistazo pequeño que le quiero dar.

─ E-espera, Madoka. No creo que sea buena idea que te adentres más ─ Homura sostiene la mano de la pelirrosa en un desesperado intento por sacarla ─ ¿No te parece que sería mejor si hablamos afuera? Aire fresco, la luz de la luna, el sonido de fondo de algún noctámbulo por ahí recibiendo una mamada… ¿Estás de acuerdo conmigo?


Dos minutos después

─ No me lo puedo creer… ─ Madoka ve que a lo largo de la habitación donde estaba antes Homura habían fotos de ella de todo tipo, desde fotos en las que aparece durmiéndose en clases hasta fotos en las que aparece atándose los cordones de los zapatos ─ Homura-chan…

─ ¡Lo siento! ─ Homura junta con desesperación sus manos y hace una reverencia ─ Puede que parezca que te estoy acosando, pero te aseguro que algunas de esas fotos ni siquiera te las tomé precisamente a ti, sino a… bueno, que la cosa es…

─ No quiero excusas, Homura-chan ─ Madoka pisa fuerte con evidente molestia, haciendo retroceder a la viajera del tiempo ─. Si tanto afán tienes de estarme viendo, sabes que perfectamente puedo darte lo que quieres en vivo y en directo ─ Madoka empieza a aflojarse la ropa, haciendo sonrojar a Homura ─. No necesitas unas tontas fotos. Yo misma soy capaz de mostrarte cómo abro al máximo las piernas si eso es lo que quieres ¿O hay alguna pose por la que sientas predilección?

─ T-tranquila, M-M-Madoka ─ Homura estaba echando humo de lo roja que estaba ─. Hasta hace un m-momento estaba pajeando… digo p-planeando cómo e-enfrentar a Walpurgis.

─ ¿Walpurgis?

─ S-sí ─ Homura hace todo lo posible para estar bajo control, aprovechando que había logrado hacer que Madoka se interese en lo que tiene que decir ─. He ideado un plan para derrotarlo. Será mi movimiento más grande hasta ahora, tomando en cuenta el tamaño y poder descomunales de la bruja. Hace poco he repartido misiles y bombas por toda la ciudad de Mitakihara con el propósito de dañarla a fuerza de una potencia de fuego que seguramente jamás se ha visto en la ciudad en toda su historia. Aparte de eso usaré armas de fuego convencionales con el propósito de debilitar sus defensas, y de ese modo podré maximizar el daño, garantizando que como mínimo Walpurgis se vaya llorando lejos de Mitakihara. Y en caso de que eso no sea suficiente tengo trampas puestas por todos lados a lo largo del camino que tengo trazado de modo que Walpurgis simplemente no tenga manera de salir ilesa. Me ha llevado mucho tiempo tener todo medido, pero por fin lo puedo implementar.

─ ¿Y crees que ese plan va a funcionar? ─ Madoka alza una ceja y se lleva una mano al mentón.

─ Tienes razón, no tengo idea de cómo demonios lograría con esto que Walpurgis sienta cosquillas por lo menos ─ Homura se lleva las manos a la cabeza con desesperación, a lo que Madoka trata de calmarla.

─ Vamos, Homura-chan. Con tantas armas que dices que tienes listas seguro que por lo menos una buena herida le infliges. No hace falta ser tan negativa.

─ Es que me siento al borde de mis posibilidades, Madoka. Lo he intentado tantas veces, y siempre termino fallando ─ Homura empieza a dar una impresión de derrota que Madoka nunca antes había notado.

─ ¿Homura-chan? ¿Qué te pasa?

─ Tal vez para ti no sea más que una chica transferida que no termina de entender toda esa lógica sexual con la que se rige la ciudad para hacer cualquier cosa por estúpida o importante que sea, pero si te soy sincera, yo vengo del futuro… mejor dicho, vengo de otro universo donde pude conocer sociedades parecidas a esta pero que funcionan bajo lógicas y principios éticos algo diferentes.

─ ¿Otro universo…? ¿Me estás diciendo que existe el multiverso?

─ En efecto, Madoka. He conocido a un montón de versiones de ti, la mayoría diferentes en sí y también diferentes a ti ─ Homura se acerca a Madoka y empieza a abrazarla ─. Pero si he de serte sincera, sólo una Madoka ha llegado tan profundo en mi corazón como lo hizo aquella Madoka del universo del que soy realmente. Esa Madoka eres tú. No quiero perderte. No quiero imaginarme cuántas veces tengo que repetir esta lucha y cuántas versiones de ti tengo que conocer, defender y ver morir por mi incompetencia hasta que encuentre a otra que me haga sentir lo mismo que tú.

─ Homura-chan…

─ Saber que estás aquí, mi deseo de protegerte del peligro a como dé lugar, es lo único que me hace tener algo de esperanza, un motivo para seguir de pie y luchar. No me queda nada más.

─ Pero Kyouko-chan, Sayaka-chan y Mami-san…

─ No van a venir, y eso lo sabes muy bien, Madoka ─ Homura aprieta un poco más su abrazo ─. Sabes que no van a parar hasta que estén satisfechas de tanto sexo, y es muy probable que incluso el caos que desatará Walpurgis no sea suficiente para hacer que esas tres espabilen y se pongan en pie de lucha a tiempo. Pero no importa, porque todavía estoy aquí, y mientras así sea haré hasta lo imposible para no seas dañada, incluso si para eso yo deba resultar dañada. No tengo la capacidad de sentir ese placer sexual que sientes tú, y al siguiente universo donde caiga con toda seguridad la lógica que rige a las chicas mágicas de allá también me va a afectar. Da igual lo que ocurra alrededor de las chicas mágicas, simplemente no tengo escapatoria.

─ No, Homura-chan. Sé que debe haber una escapatoria. Tal vez si yo me convierto en chica mágica…

─ ¡Que no lo hagas, te digo! ─ Homura infla los cachetes y dirige una mirada de reproche a Madoka ─ Lo tengo todo controlado. Esto… Hago todo lo que hago porque no quiero que te veas en la necesidad de llegar tan lejos. No quiero que repliques el sufrimiento de tus versiones pasadas, ni que repliques el sufrimiento de tus amigas…

─ Pero si ahora mismo Sayaka-chan, Kyouko-chan y Mami-san se están divirtiendo con magia y todo. Si tan solo me convierto en chica mágica y derrotamos juntas a Walpurgis, lo primero que podríamos hacer es celebrar juntas. Homura-chan, tú misma estás al borde de la frustración sexual, así que no creo…

─ Madoka, yo nunca he tenido una experiencia de ese tipo. Ni siquiera la masturbación ─ le replica Homura poniendo cara de póquer ─. La verdad es que nunca me he sentido tan necesitada. Quizá si en otro universo lo hubiese intentado habría sabido qué le ven de bueno, pero mi yo actual no extraña lo que no conoce, así que realmente no siento frustración.

─ Homura-chan, ¿quieres que te recuerde que las brujas son la encarnación de la frustración y la desesperación? ¿Qué pasa si Walpurgis intenta hacerte conocer la frustración sexual, aunque no conozcas el placer del sexo?

─ Es una posibilidad que ya tenía calculada, y por esa razón es que procuraré que la mayoría de los ataques que tengo programados sean a distancia. De esa manera me mantengo protegida.

─ Se nota que haces hasta lo imposible con tal de que te crea que puedes sola ─ Madoka deja salir un suspiro de derrota ─. Supongo que para este punto no hay nada más que pueda decir cambies de parecer.

─ En efecto, Madoka. Tú preocúpate por buscar un refugio y mantenerte a salvo mientras que yo soluciono todo ─ Homura se pica el pecho con el pulgar mientras pretende que podía lograr lo que estaba prometiendo ─. Ya verás que esta vez no voy a fallar.

─ ¿De verdad? ¿Y a cuántas versiones mías les has prometido lo mismo? ─ dice Madoka con una gota en la nuca.

─ ¡E-esta vez es diferente! ¡Ya lo vas a ver!


Al día siguiente

Homura estaba durmiendo tranquilamente, con un hilo de baba saliendo de su boca y con un peluche de Madoka en sus brazos. Cerca de la cama se aparece Kyubey que su camino se encuentra con un reloj despertador averiado con un extraño agujero en el centro. Kyubey se queda mirando el aparato unos cuantos segundos.

─ ¿Y a esto que le pasó? ─ viendo que no iba a tener pistas simplemente mirando acaba dejando el reloj y se acerca a Homura ─ Despierta, Homura ¿No decías que ibas a enfrentarte a Walpurgisnatch y que salvarías a Madoka? ─ sin previo aviso Homura saca una pistola de debajo de la almohada y dispara, fallando por muy poco su inconsciente intento de matar a Kyubey ─ Creo que ya tengo una respuesta sobre qué le pasó a ese reloj, pero igual despierta de una vez, Homura.

─ ¿Qué quieres? ─ Homura se levanta con fastidio, aunque sigue sin abrir los ojos ─ Es raro que me despiertes para que derrote a Walpurgis, pero no me gusta que me despierten antes de que amanezca.

─ En primer lugar, no te despierto para que derrotes a Walpurgis, sino para ver cómo Walpurgis te rompe la cara ─ responde Kyubey sin la más mínima vergüenza ─. En segundo lugar, no solo es que amaneció, sino que ya es mediodía.

─ Ah, mediodía. Qué bonito… ─ Homura se vuelve a acostar, pero sólo pasan unos pocos segundos antes de que procese lo que Kyubey le había dicho ─ ¿¡MEDIODÍA!? ¿O sea que Walpurgis…?

─ En efecto. Ahora es ella quien te espera a ti, Homura.

Homura se asoma por la ventana, notando que Walpurgisnatch ya estaba en la zona costera de la ciudad, flotando como si nada mientras había un pelotón de familiares desfilando, y con sus aspectos daba la impresión de que había llegado un circo ambulante. Homura estaba en blanco al ver que no podía estar en posición antes de la llegada de la bruja por haberse quedado dormida y se termina llevando las manos a la cabeza.

─ Siempre llego tarde a donde sea que hace falta que acuda ¿Por qué es que nunca aprendo?

─ ¿Vas a salir ya para ver cómo Walpurgis te da una paliza? ─ pregunta Kyubey, a lo que Homura le pone mala cara ─ ¿Debo interpretar eso como que me espere cinco minutos más? Toma en cuenta que Walpurgis no espera por nadie. Ha llegado y quiere empezar ahora mismo con la destrucción.

Homura gruñe enfadada y procede a transformarse en chica mágica y sale de su habitación por la ventana para hacer frente a Walpurgis, pero a los pocos segundos regresa y deja el peluche de Madoka sobre la cama para, ahora sí, salir al ataque.


Costa de Mitakihara

Walpurgis seguía flotando en el lugar como si nada, como si contemplara todo aquello que estaba por destruir. Pero dicha contemplación no dura demasiado, pues retoma lentamente su avance mientras sus familiares siguen su paso por las calles de una Mitakihara que ahora luce desierta. Tal parecía que la presencia de Walpurgis había resultado tan traumática que habían dado alertas a la ciudad entera bajo el anuncio de una tempestad de enormes proporciones. Eso significaba que el paso de Walpurgis no resultaría demasiado contundente en cuanto a la cantidad de vidas que pudiese afectar o de plano erradicar, pero al menos seguiría dejando su huella por toda la ciudad, lo que la animaba a llevar a cabo su avance para manifestar toda su frustración y su oscuridad.

─ Muy bien, está todo listo ─ Homura ve la posición de Walpurgis como la idónea para llevar a cabo su ataque a gran escala ─. A ver si esta vez eres capaz de aguantar todo este bombardeo, Walpurgis.

Las armas estaban puestas de modo que varias se activasen a la vez con un mismo comando, aunque igual Homura se movía a toda velocidad para ir al siguiente punto de control para usar más y más armas que fuesen utilizadas contra Walpurgis. Tantos eran los disparos y las explosiones que se dirigían a la bruja que la terminaban rodeando en una estela de polvo. Homura confiaba que Walpurgis hubiese quedado dañada, pero en eso ve que la bruja sale como si nada, e incluso hace ruidos como si se estuviera burlando.

─ ¿No funcionó? ¿Qué come Walpurgis para estar así de dura? ─ Homura contempla con horror la futilidad de su intento.

─ Pues Walpurgis se alimenta todas las mañanas con Witcha Crispis, que ahora viene en una versión enriquecida con hierro y un montón de vitaminas para que crezca sana y fuerte ─ le responde Kyubey desde un lado.

─ ¿Hace falta que vengas a hacerte el gracioso, felino alienígena?

─ No me estoy haciendo el gracioso, en serio eso es lo que come Walpurgis antes de ir a cada ciudad a causar desastres. Tan solo busca las fotos de ella desayunando y las verás.

Homura prefiere no discutir más con Kyubey y saca a relucir la segunda parte de su ataque, lanzando una sucesión de explosivos y haciendo que algunas estructuras gigantes de la ciudad le caigan encima a la bruja, pero aquello no parece funcionar. Lo único que logró el intento fue que Walpurgis se percatara de la presencia de Homura y se ponga a señalarla con el dedo mientras se burla.

─ Algo me dice que la estás divirtiendo más de lo que la dañas ─ dice Kyubey como si nada.

─ ¿Te quieres callar? ─ Homura mira furiosa al gato alien ─ No puedo detenerme. Debo seguir intentando hasta derrotar a la bruja…

─ Pero si ya te quedaste sin recursos ¿Qué vas a hacer? ¿La escupirás hasta matarla?

─ Tomando en cuenta que mis intentos anteriores no han funcionado, hasta eso pareciera una opción igual de viable ─ Homura aprieta los dientes mientras contempla que Walpurgis ahora iba directamente a ella ─. Justo cuando pensé que podría lograr algo…


Con Madoka

La población entera de Mitakihara se encontraba refugiada, contemplando cómo a la distancia la llegada de una tempestad cuyo verdadero origen no conseguían ver ni comprender. Sólo Madoka era capaz de ver lo que pasaba, y si bien notaba que a veces Walpurgis desaparecía en medio de nubes oscuras, seguramente por explosiones, seguía esperando que Homura lograse consumar su plan para eliminar a la bruja.

─ Walpurgis ni siquiera está aminorando su paso ¿Por qué tarda tanto Homura-chan en detenerla? ¿Será que ha fallado?

─ De eso no tengas dudas ─ Madoka se sobresalta al darse cuenta de que Kyubey estaba a su lado ─. Sabes muy bien que Homura no lo va a lograr. Ciertamente tiene la opción de abandonar este intento y probar suerte en otro universo, pero eso, aparte de demostrar que este intento ha resultado inútil, sólo sirve para que siga dando vueltas sin fin de intentar y fracasar.

─ En ese caso tengo que ir a ayudarla…

─ Y yo estoy de acuerdo con eso. Su transformación en chica mágica eventualmente te llevará a convertirte en bruja, y el aporte de energía de tu parte en favor del universo será invaluable. Además, aunque exista la posibilidad de que Homura se convierta también en una bruja y haga su pequeño aporte para la causa de los incubators, ocurre que Walpurgis ahora mismo está molesta y seguramente quiere aplastar a Homura antes de que la transformación ocurra, lo cual sería un completo desperdicio.

─ ¿Homura-chan está en peligro? ¡Eso no puede ser! Tengo que ayudarla cuanto antes…

Madoka empieza a correr con rumbo a la salida del refugio, pero en eso se encuentra con su madre, la cual la detiene, evidentemente preocupada porque no entendía qué estaba haciendo su hija.

─ ¿Qué estás haciendo, Madoka?

─ Necesito ayudar a alguien, mamá.

─ Entonces deberías dejarle esa tarea a los bomberos y cuerpos de rescate. No hay manera de que gente ordinaria y sin entrenamiento como nosotras podamos enfrentar el desastre que hay allá afuera en este momento.

─ Pero es que es algo que sólo puedo hacer yo, mamá ─ la insistencia de Madoka sólo intrigaba y preocupaba más a Junko.

─ Pues explícate, que no entiendo lo que quieres decir.

─ Es que hay una amiga que me necesita… No es Sayaka-chan. Ella… Seguramente debe estar bien. Me refiero a una amiga más reciente que está en aprietos.

─ Pues sigo sin entenderte. Puedo comprender que haya alguien que esté en problemas, pero ni me dices quién es ni por qué tú eres la única que puede ayudarla.

─ Bueno… ─ Madoka pone su cerebro a trabajar a toda marcha, y aún así se le dificultaba encontrar una buena excusa para decirle a su madre ─ Es que ella… ¡Dice que no quiere salir de su casa si no sabe cómo se sienten unas buenas tijeras! Sí, eso. Dice que se siente desmotivada por no haber sentido jamás que una vagina ajena se frote con la suya, y estoy pensando en que podría ayudarla dándole esos tijerazos que necesite para ahora sí se preocupe por su vida y huya.

─ ¡Haber empezado por ahí! ─ Junko abraza a su hija con fuerza ─ En ese caso tienes que ir, Madoka. Has que esa tonta amiga tuya reflexione y sálvala. Yo me quedo con tu padre y con Tatsuya. Les diré que fuiste al baño, y que si tardas es porque te estás divirtiendo con tus amigas de la escuela.

─ Gracias por apoyarme, mamá ─ Madoka le devuelve el abrazo a Junko, y una vez que ambas rompen el abrazo, la menor se va de ahí a paso ligero, sabiendo que tenía el tiempo en contra.

─ Esa es mi hija. Si para salvar a alguien se lo tiene que tirar lo hará. Estoy muy orgullosa ─ Junko se limpia una lágrima que se empezaba a asomar.


Con Homura

Homura ya no sabía qué hacer para atacar a Walpurgis. Se le habían acabado las opciones y para ese punto sólo podía esquivar los ataques de la gigantesca bruja. Walpurgis parecía estar divirtiéndose a costa de Homura, y eso era notorio porque la mayoría de sus ataques resultaban un poco flojos, como si en vez de atacar seriamente estuviese lanzándole una pelota o algo así. Al final uno de los ataques de Walpurgis da en el blanco y deja a Homura tendida en el suelo, pero lo que aquejaba a la pelinegra no era el dolor físico, sino algo más, algo muchísimo peor.

─ ¿Qué es esto que estoy sintiendo? Me siento caliente, pero a la vez empiezo a sentirme estresada ¿Esto es…? No, no puede ser. No puedo dejarme caer ante una sensación desconocida como lo es la frustración sexual…

Homura es alcanzada por otro ataque que hace que su estado emocional empeore considerablemente. La excitación en su cuerpo se tornaba cada vez más molesta, y Homura, empezando a dejarse llevar por esa nueva desesperación, se lleva las manos debajo de la falda para notar que no sentía nada. No conseguía descargar ese estrés que, antes inexistente, ahora se volvía incontenible. La gema del alma de Homura empieza a oscurecerse, preocupando terriblemente a Homura. Pensaba en hacer otro de sus viajes entre universos, pero cuando parecía a punto de hacerlo se detiene.

─ ¿Qué caso tendría? Acabo de fracasar, y mis intentos son igual de inefectivos sin importar las veces que haga esto, además que ni siquiera me puedo concentrar. Quiero los dedos de Madoka dentro de mí. Ya no aguanto…

Walpurgis se quedaba mirando con aparente diversión la escena. Homura sentía que el fin estaba cerca. Su gema estaba cada vez más oscura. Sentía que la oscuridad la estaba envolviendo, además de la impotencia de saber que moriría sin jamás haber logrado su cometido…

─ Homura-chan, ¿estás bien? ─ la pelinegra siente que su mano era tomada por las manos de alguien más, y entonces se encuentra con Madoka.

─ ¿Qué…? ¿Qué haces aquí, Madoka?

─ ¿Pues a qué crees que vine? Voy a convertirme en una chica mágica ─ responde Madoka con total seguridad ─. Ya has hecho suficiente, y ahora es mi turno de hacerme valer ante el peligro.

─ ¿O sea que ya estás lista? ─ se acerca Kyubey, aparentemente emocionado por lo dicho por la pelirrosa.

─ Por supuesto. Y no solo eso, incluso tengo pensado el deseo que voy a pedir, y es uno con el que pondré fin a todo esto.

CONTINUARÁ…


Pues… lo que queda es el capítulo 12 de Puella Magi Madoka Magica. No sé si lo abarcaré en dos episodios o, tal como lo hice en su momento con el primer episodio, pondré el capítulo del anime completo. La cosa es que esta vez estoy seguro de tardar muuuucho menos que antes. Claro que se puede, así que nos vemos pronto.

Hasta otra